Partida Rol por web

Arquitectos de Voluntad. Libro-5.I: Residuos del Dolor

Profundidades de Arkham

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22/10/2019, 16:47
-Residuos del Dolor-

A cada paso la luz quedaba atrás, adentrándote en la oscuridad más absoluta. Pero no había temor, todo lo contrario. Te sentías en casa. Ideas acudían a tu mente, pensamientos y recuerdos ajenos.

-Lythrai FonnÁster, general de los mercenarios por derecho propio y por derecho de sangre. ¿Eres merecedora?- Ser la libertadora de la oscuridad, el heraldo de la negrura que volverá a vagar por el mundo material. Pero el poder de Shar, de Neftis, está bloqueado aquí abajo. No podrá salir a no ser que se oculte dentro de un cuerpo mortal. -El tuyo-

Sientes sus ansias por ponerte a prueba. No puedes verlo pero sientes cómo la oscuridad se excita en un orgasmo de negrura.

De pronto, llega la prueba. La sientes detrás de ti. Te giras y ves a tus padres ahí, a unos cinco metros de ti. Mirándote como recordabas. Con sus rostros de desaprobación. Llevan sus armaduras y están armados con sus habituales filos. Tu padre, con su mortal espadón; tu madre, con escudo y lanza. Más de una vez la habías visto a ella derribar al objetivo con el hasta de su arma y a tu padre dando el golpe final en sintonía perfecta con su compañera. Guardan silencio, observándote.

Ellos tienen sus armas desenvainadas y en gesto amenazante. -La magia es sólo una distracción en el adiestramiento y ahora pondremos en evidencia tu falta de entrenamiento. ¿O a acaso nos equivocamos? Demuéstralo-

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22/10/2019, 17:04
-Residuos del Dolor-

No es sencillo, ni corto. Escaleras que suben y bajan, pasillos, recodos e intersecciones que recorréis apresurados. Por fin, llegáis hasta Lyhtrai. Le dais alcance en una estancia ovalada en la que el suelo es de ébano negro que proyecta un reflejo distorsionado. -Aquí está tu prueba, Hazir- escuchas decir al avatar aunque no puedes verlo (la voz viene de abajo). -El ritual debe terminar con sangre. Su sangre.- La prueba más difícil que no sólo es para ella, también para ti. Así juegan los dioses.

Agachas la mirada y descubres algo que te hiela la sangre. Vuestro reflejo es diferente. Debajo de ti hay un hombre adulto, de tez blanca. Corpulento, un guerrero. Bajo Honny ves a una mujer de cabello negro, esbelta y ágil. Una luchadora. Tu arma se refleja como un espadón recto y ancho. En cambio, el bastón de Honny es una lanza larga y en el brazo del reflejo hay un escudo. En cambio el reflejo de Lyth es el mismo. Su reflejo. Allí no huele a nada más que vosotros. La deidad está contenida en bajo el suelo en una cárcel completamente hermética (...o eso pensaban los que la construyeron y, sin embargo, ahí estáis).

Sopesas la idea de hacer sangrar a Lythrai cuando ésta se gira y os mira. Sus ojos son dos esferas completamente negras y, sin embargo, puedes ver tristeza, melancolía y odio en ellos. Miras el reflejo, ves sus preciosos ojos con nitidez bajo el suelo. -Su alma está ahí abajo-. Bajo el suelo algo se estremece, un orgasmo en la negrura. Shar a atrapado su alma y sólo cumpliendo con el sacrificio, -haciéndola sangrar, podrá ser liberada-.

La Dueña de la noche es la malévola y perversa diosa del odio, la envidia, la maldad y también la creadora de la Urdimbre sombría. ¿Qué quedará de la auténtica Lythrai cuando Shar esté libre y en ella?¿Será la voluntad de la mercenaria lo suficientemente fuerte como para aferrarse a su identidad?

Notas de juego

No hagas visible en tu próximo turno para Lythrai.

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25/10/2019, 00:12
Lythrai Fonn'Aster

"¿Dos contra uno? ¿Tanto miedo le tenéis a la magia, que tenéis que refugiaros en la superioridad numérica? Oh, por favor. Me lo enseñásteis vosotros: los Fonn'Aster tenemos honor. No os tenía por cobardes. No, no. Será uno contra uno."

Ah, le encantaba lo poético de la situación. Una prueba de fe en la que demostrar que era digna, al tiempo que se enfrentaba a su propio pasado, como una manera de dejarlo atrás, de superarlo. Uno de los eventos más importantes de su vida se repetía frente a sí misma. Aquella vez, perdió. Se enfrentó a sus padres, luchó contra ellos en rebeldía y sed de venganza. Y perdió. Teniendo que huir como una hiena con el rabo entre las piernas.

Pero ahora... quizás el resultado fuese a ser diferente. Tenía que ser diferente, después de todo, ahora tenía algo más que magia y habilidad. Tenía el favor de una Diosa. Sólo tenía que dejar que la oscuridad la guiase. Cerró los ojos. "Ni siquiera necesito veros para acertar. Shar guiará mi mano..."

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Conjuro Impacto Verdadero. ¡Muahahaha!

Visto lo visto en offttopic, seguro que al que le pego es al pobre Hazir. Pero shhhh, yo no sé nada. XP

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25/10/2019, 09:10
Pain
Sólo para el director

Era muy, muy interesante. Tal como imaginaba, la forma de luchar de Andelor era un reflejo fiel de su propia personalidad. Le había visto dos veces, pero me bastaba para hacerme una idea aproximada de quien era ese hombre. No su pasado, no, sino como era, como actuaba, su mismo ser.

Pese a la edad, se movía con rapidez y agilidad. Los años no le habían hecho viejo, le habían curtido. Era duro, ajado pero todavía resistente, y hacía bien su función. Que su pelo se hubiera tornado gris y las arrugas marcaran su rostro era un engaño, un ardid; pocos que conocía —puede que ni yo mismo—, podrían enfrentarse a él.

Sus ataques eran precisos. Tal vez usaba técnicas parecidas a las mías, pero al contrario que yo, no buscaba causar daños masivos cuando peleaba. Golpeaba con eficacia en lo puntos sensibles de sus enemigos, sin perder el tiempo, encadenando sus envites con una velocidad pasmosa. Eso denotaba confianza y, por supuesto, un buen estudio de su contrincante. Era reflexivo y calculador, habilidades naturales que su larga vida habían potenciado.

Si hubiera sido todo, habría tenido cuidado, pero me habría considerado capaz de hacerle frente. Pero por si fuera poco, también dominaba la magia. Había dicho a Nickar que no era capaz de curar, y no había visto en él símbolo de dios alguno; sus poderes eran arcanos de algún tipo, aunque no tenía claro que artes dominaba. Todo parecía indicar que era capaz de lanzar conjuros ofensivos y también de doblegar las mentes, ambas cosas con gran fuerza. No era sencillo hacer que alguien se suicidara —y tenía la sensación de que un semidragón resistiría aún mejor esos ardides—, pero Sabueso lo había logrado con demasiada facilidad; se zafara o no de los hilos, Hexinton ya no decidía su destino, lo aceptara o no. Tendría que andarme con ojo, pues algo me decía que mi nuevo compañero, incluso sin usar magia, intentaría manipularme. Si no tenía cuidado, el próximo que tuviera que derramar sangre para pasar una puerta sería yo, y no estaba dispuesto a convertirme en un sacrificio.

Entonces, la pregunta era: ¿Cómo iba a poder evitarlo? Él tenía más experiencia y un amplio abanico de posibilidades para hacer frente a numerosas cosas. Si le pillara desprevenido, tal vez, podría hacer el daño suficiente como para no dejarle actuar, pero algo me decía que eso ya se lo esperaba. Pillar por sorpresa a alguien así era prácticamente imposible. ¿Entonces cómo? Si le traicionaba, me mataría. Si me negaba a seguirle, me dejaría allí, perdido. ¿Sería capaz de encontrar el camino por mi cuenta? Dudaba poder hacerlo, así que no era una opción. Solo me quedaba una baza entonces, pero tendría que esperar, aguardar el momento preciso. Si tenía éxito, entonces no tendría de que preocuparme.

Dejé que el metamorfo se derrumbara a mi lado —había cumplido su propósito, ahora dependía de él sobrevivir o desangrarse en ese lugar olvidado que borraría su nombre de la memoria— y asentí.

Ya tenemos la sangre. ¿Ahora qué? —pregunté.

Le seguiría. Dejaría que me llevara, que me guiara. Y cuando tuviera lo que había venido a buscar, cuando destruyera la prisión y Cyric no tuviera miedo de salir al exterior, entonces dejaría que el dios se encargara de él. Podía ser fuerte, pero no tenía nada que hacer contra mi. Contra el Sol Negro. Cuando eso acabara, juraría pleitesía o sus huesos se convertirían en polvo. 

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30/10/2019, 17:57
-Residuos del Dolor-
Sólo para el director

Diraknian e Yzlín

-No han contestado-

Hazir y Lythrai

-Sólo Lyth a contestado-

Nickar

Pain

- Tiradas (1)
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30/10/2019, 18:00
-Residuos del Dolor-

En el más absoluto silencio, Cisco y tú llegáis a la gran puerta sin alertar para nada a los Morfolitos que aguardan tras los muros ilusorios. Una vez allí, el pequeño Kobold saca su daga para iniciar el ritual de apertura. Abre una herida sangrante en su mano tras la que sostiene la roca. Mientras él se afana en lo suyo, puedes sentir el estremecimiento por el olor de la sangre de las criaturas que custodian el lugar. Divisas cómo los tentáculos debilitantes, cautelosos por no haber percibido sonido alguno, emergen de ambas partes tanteando el suelo, acercándose hacia vosotros.

Cisco parece ignorar este hecho. Para cuando deja de mover los labios la roca tiene surcos rojizos en su superficie y comienza a emitir un fulgor rosado muy leve, atrayente. Pone la roca sobre la puerta, ejecuta un signo arcano que no consigues distinguir y, automáticamente os teleportáis al otro lado.

Lo primero que captas al otro lado es el olor ferroso de la sangre. Hay una estancia relativamente pequeña, con varios objetos esparcidos aleatoriamente y en diferente estado. Te recuerda a un campo de batalla muy sangriento. Hay restos y salpicones de sangre y vísceras esparcidos por toda la estancia, incluso en el techo. Junto a ti, distingues las tres cuartas partes del torso de un guerrero. Contrasta la nitidez de sus entrañas con la armadura aún reluciente. Ves armas, bastantes, algunas en buen estado, otras destrozadas. A medida que recorres la mirada hacia el centro de la sala los objetos, partes de cuerpos y vísceras, son más numerosos. La estancia está dividida por la mitad con barrotes que van del techo al suelo y un barrote horizontal. En el barrote más a la izquierda alguien ha estado apilando cabezas de diferentes razas y criaturas en un orden macabro decreciente.

La piedra de Cisco late con una fuerza evidente por la cercanía con su señor. Éste se encuentra en el centro, apoyado cómodamente en los barrotes. Tiene forma humanoide pero salta a la legua que no es humano. Su piel es de un tono gris claro y rugosa como corteza. Su cabello negro y largo está enmarañado y sucio. La parte superior de su torso es desproporcionadamente grande en comparación con sus piernas. Los hombros son del doble de tamaño que la cabeza y cada brazo tres veces más anchos que las piernas, tan musculosos que parece que van a estallar. Sus ojos son rojos, completamente rojos. No puedes distinguir iris ni pupila, sólo un intenso fulgor rojo sangre que te observa con malicia. Los antebrazos de la criatura pasan entre los barrotes hasta la altura de los codos y descansan sobre el horizontal. Lleva grilletes en las muñecas tan grandes que podrían rodearte sin llegar a apresarte y las cadenas están rotas.

Cisco da un paso hacia él y te salta la voz de alarma pues ves el rojo de sus antebrazos. regueros de sangre corren por las cadenas rotas de los descomunales grilletes. Deduces que es la sangre de los cuerpos desmembrados y esparcidos. Su lado de la celda parece temblar del poder que lo contiene. La única fuente de luz está en su lado, tras una columna llena de desconchones.

La criatura no dice nada al veros. Os mira con esos ojos llenos de rojo. Se lame una gota de sangre seca del pómulo con una lengua anormalmente larga.

-No sabes lo que es. No tienes ni idea de lo que es- te dice Cisco tan absorto admirando la criatura que no puede apartar la vista, tan temeroso que no puede contener la orina que corre por sus pequeñas piernecillas reptilianas. -En el principio del tiempo todas las cosas eran posibles, su origen se remonta al comienzo de la historia del multiverso. Las palabras no pueden describir la monstruosidad de su forma, la brutalidad de su visión. Desde su nacimiento han sido parias y encerrados lejos. Dioses que han querido sus dementes habilidades para vencer a deidades rivales, los han liberado de vez en cuando. Cada vez que eran liberados, un viejo panteón caía.- Se gira hacia ti, ves que está llorando -No te das cuenta, Nickar- lo mira a él temblando de excitación -pocas criaturas pueden aguantar ante él, ni siquiera los dioses pueden- da otro paso hacia él. Puedes ver cómo se dibuja una sonrisa en los labios de monstruo mientras Cisco comienza a sangrar por los oídos y la piedra le quema la mano adhiriéndose a él. Grita y, en un momento de cordura quizá por intervención de su dios, usa la daga para arrancarla destrozándose la mano. La roca cae y, afectada por una especie de magnetismo, vuela hasta la palma de la criatura en la que se fusiona y todo empieza a temblar. Los barrotes se cristalizan y estallan en una tormenta punzante.

La criatura es liberada.

Notas de juego

Este es el monstruo final de la partida y, con la ayuda de Cisco, has sido la segunda en encontrarlo. El primero en estar cerca fue Yurik (Nizar), con la piedra que tú misma rechazas muy, muy, muy sabiamente.

Pase lo que pase, no puede salir de Gehenna y, sobre todo, no puede llegar al plano material.

Una fuerte lucha ha tenido lugar aquí y los objetos de magia divina están esparcidos. Tendrás tiempo de arrojarte sobre uno de ellos antes de que la criatura quede, por fin, liberada a causa del debilitamiento arcano que está sufriendo su prisión (la magia proviene de Arkhania, del lago que hay debajo de La Universidad. Las fronteras entre planos se está restableciendo y esto está cortando el flujo arcano que la nutre. Ahora, con la piedra que portaba Cisco, tendrá fuerza para salir.

Rápidamente echas una ojeada hacia abajo y distingues varios sellos, quizá de dioses antiguos, que no reconoces en objetos muy viejos pero cuya magia está latente.

-Un felino en posición de cazador (No has tenido contacto con este símbolo antes)
-Lo que parece una mantícora (lo has visto en la guarida de La Aguja)
-Un ave en Jade (como que pendía del cuello de Sabueso)
-Un óvalo resplandeciente (No has tenido contacto con este símbolo antes)

Los objetos están separados por lo que no es posible coger dos al mismo tiempo y están semienterrados por lo que no sabes exáctamente qué es cada objeto. Basta que toques el símbolo para desencadenar su magia.

Cuando escojas el símbolo te narraré lo que ocurre, sus mejoras y continuaremos normalmente (aunque con el monstruo libre por el laberinto).

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31/10/2019, 00:57
Nickar

Miró a Cisco de reojo, y lamentó ver así su mano, en parte lamentó no hqberrse quedado la piedra, para protegerle, pero se alegraba de haberle seguido, podría cubrirle. Esa cosa a la que de buen inicio hubiera preferido no liberar había dañado a su pequeño mata demonios... Saldría de esa y lo haría más fuerte que antes, aunque seguramente sin el poder de aquella aberración.

Tenía cuatro opciones, un gato; a menudo libres y solitarios, traidores por naturaleza y más vengativos que ella misma, no, esa no era buena opción... Estaban después la mantícora y el ave de jade, si la aguja no le hubiera intentado manipular varias veces, el veneno de la misma le hubiera llevado a escoger ese objeto, no era un secreto que a Nickar le encantaban los venenos, pero solo por su procedencia, prefirió ignorarlo, pese a que el hecho de que la aguja siguiera existiendo indicaba que podía ser la mejor opción.

En ese instante una de las frases de Cisco le hizo ignorar la mantícora definitivamente "Cada vez que eran liberados, un viejo panteón caía", - aguja, os toca - pensó.

Solo le quedaba escoger el ave de jade, cuyo poder ya le había salvado una vez o el óvalo resplandeciente, por un lado, preferiría evitar que aquel ave le ayudara dos veces, y por ello, el óvalo desconocido llamaba especialmente su atención.

* En este punto, prefirió que la diosa fortuna le ayudará a escoger, se dejó caer sin una dirección específica, y se impulsó a tomar el que le pareció que su caída libre le indicaba. El poder que le había salvado, era capaz de repeler lo que custodiaba aquel monstruo, posiblemente una fuerza rival, y dicha fuerza ya existía en el exterior. Quizás por ello la diosa fortuna le inclinó ligeramente hacia el óvalo, además, aunque no le hubiera liberado ella, sería faltar al respeto tomar algo de su salvador, teniendo todo en cuenta en quizás el segundo más lento de su vida, la tiflin tomó con ambas manos lo que fuera aquel símbolo ovalado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Aunque mi cabeza decía de coger el óvalo he preferido dejarlo a suertes, a ver si Nickar pensaba como yo xD

Igual la dote de oráculo podía haberme asaltado aquí xP

Tomo el óvalo resplandeciente.

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31/10/2019, 16:45
-Residuos del Dolor-

Honny tomó la iniciativa al percibir algo en Lythrai. Avanzó dando golpecitos en el suelo con el bastón, los primeros más débiles y en crescendo hasta dar con violencia en el suelo. Pareciera que Honny va a atacar violentamente con su arma, pero lo que hace intenta es inmovilizar a Lythrai. El movimiento de la ciega es ágil y rápido. Cualquier luchador inexperto habría sido inmovilizado, pero Lythrai no es una luchadora inexperta. Antes de que Honny pudiera llegar hasta ella, como acto reflejo, acude a sus dotes arcanas que ya tenía preparadas y se traslada unos metros a un lado. No muy lejos, pero lo suficiente para pillar a Honny desequilibrada quien, al no estar impedida por armaduras, se deja caer rodando por el suelo fuera del filo de la general Fonn'Aster.

Ambas recuperan la postura de combate. Unos zarcillos de oscuridad rodean las muñecas de Lyth y, de pronto, se extienden sumiendo la estancia en la negrura.

No puedes ver nada. Pero puedes oír y, sobre todo, captas el olor del sudor de ambas contendientes y ese olor, ese aroma junto con la tensión de la situación, provocan que tu otro yo despierte. Lo sientes ahí, dentro de ti, latente, observando. Aún no experimentas las convulsiones del cambio pero... tu corazón late deprisa.

Sientes el ansia vibrando a través del suelo.

- Tiradas (2)
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31/10/2019, 17:06
Avatar de Shar

-A qué estás esperando, mortal. Haz que el recipiente de Shar sangre. Usa tu arma con toda tu fuerza. Su sangre debe bañar la armadura. Cuando el poder de Shar esté en su interior restaurará su cuerpo- 

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31/10/2019, 17:07
-Residuos del Dolor-

Tu madre da dos pasos con semblante serio. Con la lanza larga golpea el suelo en un crescendo que anuncia que será la primera contendiente. Tu padre queda atrás, serio y rígido.

Ella está preparada y no tarda en ser la primera en atacar, pero ya estabas preparada. Casi como acto reflejo usaste tus dones para teleportarte un metro hacia delante, tras ella que, desequilibrada porque intentaba apresarte en lugar de atacarte. Tus músculos se tensan con una fuerza y una determinación casi impropias de ti. El filo pasa por encima de ella, muy lejos de acertar, se ha dejado caer y rodado por el suelo como si hubiera previsto tu ataque -te conoce demasiado quizá mejor que a tú misma-. Pero Shar está contigo e iguala las tornas. De tus muñecas surge la oscuridad, una niebla negra que os rodea ocultándolo todo, ocultándote a ti de ellos pues unos segundos después puedes ver.

Tu madre ataca intuyendo tus movimientos. No te acierta pero no anda desencaminada -te escucha- has eludido, has desviado su lanza con tu filo y te has apartado de su rango de amenaza admirando su destreza en combate. En el fondo agradeces que se hayan turnado para luchar.

Por supuesto, tu padre no puede hacer otra cosa más que escuchar, cegado por la negrura.

Notas de juego

Es tu turno de atacar, o lo que quieras. :)

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31/10/2019, 17:10
-Residuos del Dolor-

Sabueso se acerca mirando sin inmutarse. Su semblante no ha cambiado en lo más mínimo. Moja su palma en la sangre de Hexinton y posa la mano en la puerta. Al instante, os encontráis al otro lado. La puerta no se ha movido. Sabueso y tú os giráis lentamente. La estancia está teñida de rojo.

Lo primero que captas al otro lado es el olor ferroso de la sangre. Hay una estancia relativamente pequeña, con varios objetos esparcidos aleatoriamente y en diferente estado. Te recuerda a un campo de batalla muy sangriento. Hay restos y salpicones de sangre y vísceras esparcidos por toda la estancia, incluso en el techo. Junto a ti, distingues las tres cuartas partes del torso de un guerrero. Contrasta la nitidez de sus entrañas con la armadura aún reluciente. Ves armas, bastantes, algunas en buen estado, otras destrozadas. A medida que recorres la mirada hacia el centro de la sala los objetos, partes de cuerpos y vísceras, son más numerosos.

Al fondo, ves como Rojo se desvanece y tras él hay una mujer casi desnuda. Su ropa está hecha girones, al contrario de ser delicada, su cuerpo parece el de un guerrero forjado en la batalla. Musculoso, con infinidad de cicatrices y perlado de gotas de sangre seca.

Sabueso, seguro de sí mismo, se adelanta. -He venido...- ella se levanta al percatarse de su presencia. Tiene el cabello y el bello rojo fuego. Al levantarse lanza un grito estremecedor, amenazador. Sostiene una lanza en su mano derecha. Se os hiela la sangre, Sabueso se gira, no sabes muy bien para qué -¿Huir?¿Pedir ayuda?- la lanza sale disparada con una certeza y velocidad abrumadora. Entra por la espalda del viejo saliéndole del pecho. Para cuando se curva, ves que la mujer corre hacia él, salta y aterriza en su espalda proyectándolo contra el suelo con un golpe tan fuerte, que la lanza emerge casi en su totalidad por la espalda del viejo antes de ser arrancada sin miramientos.

Ahora, ella se gira hacia ti. Baja del cadáver del viejo y con dos poderosas zancadas está a tu altura. La lanza describe un círculo rasgandote el pecho, termina sobre sus hombros con la punta mirando hacia ti y en un rápido movimiento, sientes su filo atravesándote el cuello.

-No se puede dialogar con la Guerra.- sientes la voz en tu interior. Pese a que sabes que te ha atravesado el cuello, no mueres, apenas si sientes dolor. La fuerza de la divinidad de Cyrik inunda tu cuerpo. Alzas la vista, aún con la lanza clavada. Es entonces cuando ves sus ojos azúl verdosos. Su pupila es una delgada línea vertical. No como la de una serpiente o un gato, lo más parecido es una aspillera. -Es Tempus en el cuerpo de una desdichada, él tiene la espada-. Reconoces el color de sus ojos, el mismo tono que los del viejo que ahora yace sobre un charco de su propia sangre. Reconoces algunas de sus facciones en ella -él venía a por su hija-.

Ves que poco a poco su pelo cambia de color, adoptando el habitual tono negro que tiene su forma mortal.

Notas de juego

Tanto la herida de tu cuello como la del pecho sanan automáticamente. Pero queda la cicatriz y un remanente del dolor producido y contenido.

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02/11/2019, 22:08
Pain
Sólo para el director

Intenté hablar, pero no fui capaz. La lanza había atravesado mi cuello, cortado mis cuerdas vocales. Era una sensación extraña, sobre todo porque debería haber muerto. En cambio, ahí estaba, observando con interés a la desnuda hembra, en medio de una habitación teñida de sangre, con el cuerpo de un hombre bueno aún caliente, en el suelo.

Cogí la lanza con mi manos y la saqué de mi lentamente, sintiendo el frío metal cortando mi carne. Si aquella mujer estaba sorprendida de verme aún en pie, lo disimuló bien. No hizo esfuerzo alguno por mantener el arma dónde estaba, y en unos segundos solo una cicatriz probaba lo que había ocurrido ahí. Antes de apartar la pica del todo, pasé la lengua por su filo y, en éxtasis, sonreí.

Magnífico...

Aspiré profundamente, embriagado. El olor era abrumador, impregnaba el ambiente, cargaba el aire como un denso perfume. Se respiraba una violencia salvaje. Rojo y negro. Todo era rojo y negro. Sombras, oscuridad, vidas perdidas, derramadas.

Así que eres Tempus. —Claro que lo era. En un cuerpo distinto, pero ahí estaba—. Te estaba buscando. Es hora de salir de aquí. Tus dones están desaprovechados en esta cárcel. —Mi mirada se endureció. Ya no sonreía. Cogí a la mujer, sujetándola por ambos carrillos, y acerqué mis rostro a escasos milímetros del de ella—. Pero tienes algo que me pertenece. Antes de sacarte, quiero mi espada.

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08/11/2019, 18:50
Yzlin

-Impresionante-

El dragón se convirtió en un humano pero su mirada seguía imponiendo. Estaba postrada sin posibilidad mientras un completo desconocido exponía argumentos que sólo eran verdad en parte.

-Morir por un ser tan poderosos... está bien-

-No, la vida está llena de posibilidades-

La criatura puso su filo en mi cuello y exigió mi nombre. Intentaba inútilmente no temblar por el miedo y mi orgullo me permitió morderme la lengua hasta que lo preguntó por segunda vez con mayor insistencia. La determinación de sus ojos delataban que iba en serio. Mientras una lágrima corrió por mi mejilla, derrotada, dije mi nombre. -Yzlín. Sólo Yzlín. Carezco de apellido, no tengo casa ni familia. Yo no...- apartó su filo de mí y habló. No le importaba lo que yo pudiera decir o explicar. Para esta poderosa criatura no soy más que un áura maligna que debo eliminar. -Áura- miré no sin dolor a Diraknian -Él debió ver mi áura mientras los perros...- mi ceño se frunció. -Me ha salvado aún sabiendolo- 

-No sabes nada, Driaknian Dracarys- me dejé llevar por la sanación de este improvisado compañero

Notas de juego

Según tengo entendido, una prueba de sanar evita que pierda más puntos de golpe. Sigo a -4 ¿no?

¿Diraknian, tú puedes curarme algo más?

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08/11/2019, 19:39
Diraknian

-Tienes razón, no se nada de ti, pero si se dos cosas, la primera, estamos juntos en este agujero, lo que nos convierte en compañeros, al menos por ahora y segundo, que si no trabajamos juntos y cuidamos nuestras espaldas, no saldremos de aquí, y ahora tenemos que encontrar a nuestros otros compañeros... siguen en la prisión con los perros asumo...  Guardián Plateado... se que ya hizo mucho con permitirnos vivir, pero quisiera abogar también por la vida de los demás que venían con nosotros... tomaré toda la responsabilidad si hace falta-

Notas de juego

una prueba de sanar a cd 15 te estabiliza en 0 puntos de golpe, que con mi voto de piedad suben a 4 activos, ahora con la curación que te di con los puntos de imposición eso sube a 5 hp activos por punto gastado, un total de 19 hp activos al gastar 3 puntos de imposición, no se cual es tu total de vida pero si aún te vez herida puedo curarte más

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11/11/2019, 14:41
Lythrai Fonn'Aster

¡La había esquivado! Lythrai se quedó boquiabierta. De las pocas veces que hubo usado ese conjuro, esa guía de Shar para golpear, nadie, nadie en su vida la había esquivado. Estaba claro que estaba subestimando a su oponente, no solo era una Fonn'Aster, a fin de cuentas. ¡Era su madre! Y aún sin el apoyo dos contra uno de su padre era igual de mortífera o más que la propia Lythrai. Pero no importaba, porque Lythrai tenía el apoyo de la Oscuridad.

Aún con la niebla de oscuridad, su oponente parecía poder moverse con gran soltura. Le recordó ligeramente a Honny, que también pese a ser ciega podía moverse con soltura. Pero aún si su madre podía oirla en la oscuridad... ¡eso tenía fácil solución! La primera idea que tuvo Lyth fue la de crear la ilusión sonora de sí misma varias veces, o quizás de sí misma teleportándose. Sin embargo, una segunda algo más sencilla y directa le vino a la mente. Algo estridente, algo que más que engañar, directamente inutilizase los agudos sentidos de su madre. Así que... ¿qué mejor que un par de elefantes? O tres...

Notas de juego

Siento la espera >.<

Conjuro Sonido fantasma a través de Armonía Arcana, haciendo el sonido de barridos de elefantes.

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12/11/2019, 18:47
Hazir Al-Tamsa
Sólo para el director

Hazir corrió, corrió todo lo que le dieron las piernas, devorando los metros y las escaleras con voracidad. No sabía qué era lo que se iba a encontrar al final, y esa incertidumbre hacía que su corazón saltara y su cuerpo temblara de excitación. Corría libre y rápido, como le gustaba correr, sintiendo el viento a su alrededor y sus pies contra el suelo, sin paredes ni obstáculos que no pudiera saltar. Entre la excitación de tener dos de sus cosas favoritas (correr al máximo y la incertidumbre de lo que pasaría) casi se le olvidó que la situación no era precisamente la mejor que uno podría pedir, que estaban en un plano extraño y que aquello no era un paseo por los jardines, sino la aventura más peligrosa en la que se pudieran meter. 

No sabía muy bien cómo habían acabado en aquel lío, cosa que le solía suceder. Que él recordase, tenían un plan, aliados y la opción de ir a donde quisieran, e iban a ponerlo en práctica. No se sabía cómo, ahora, en vez de estar haciendo todo eso, estaban en un plano perdido tratando con deidades locas encerradas, algo que les venía realmente grande. Hazir no solía cuestionarse las cosas, simplemente las aceptaba como venían. 

Y por ello tampoco le sorprendió demasiado encontrarse con Lythrai en un estado extraño, poseída tal vez, y un inquietante reflejo que mosntraba lo que parecía la versión norteña de su persona, con espadón y piel sin tostar. Tampoco es que fuese la mayor locura que había visto últimamente. 

Y entonces, Shar habló. No cabía duda de que era ella, y su voz arrastraba maldad y odio más que obvios. En cuanto la oyó, Hazir se tensó, a la defensiva. 

Por las benditas arenas, Lythrai, ya podías haberte dedicado a la diosa de las florecitas y los unicornios.

Sin embargo, aunque pensara aquello, tenía que admitir que hacía la situación más interesante. Además, dudaba que le hubiera gustado mucho a la diosa de las florecitas. Miró al estanque, ignorando de momento la voz de Shar, que le pedía que atacara a la mercenaria. La conclusión más obvia era que el alma de la mujer estaba abajo, en el lago, y uno podía suponer que lo que Lythrai estaba viendo era lo que ellos veían reflejado en el lago. Era retorcido, como no podía ser de otra forma tratándose de Shar. Ella vería a esos extraños y ellos a la Lythrai poseída, y planeaba hacerles luchar. 

Los luchadores de sharkandir tenían fama de impulsivos, y tampoco es que fuese totalmente desacertado, al fin y al cabo, su sistema de combate era la carga frontal sin pensar ni reflexionar y los golpes directos sin florituras. Sin embargo, no eran tan descerebrados como la gente podía pensar, y Hazir era además un noble que había recibido la mejor educación de Quisan entero. 

Así que por una vez, no actuó. No desenvainó el arma y simplemente observó la situación. Podía atacar a la mercenaria con uno de los cuchillos, eso no la mataría. Pero entonces Shar probablemente exigiera más sangre. Podía hablar con Lythrai, pero aunque le oyera, eso enfadaría a la diosa, que lo que quería era ver sangre. Estaba pensando en todo ello cuando Honny tomó su decisión y trató de inmovilizar a Lythrai, fracasando antes de Hazir pudiera advertirle sobre sus capacidades. Por si fuera poco, de pronto todo se cubrió de oscuridad. La diosa se estaba impacientando, y por desgracia no era la única. Su otro yo se revolvía nervioso ante la tensión, quería liberarse, y ahora mismo Hazir no podía permitirlo. No es que hubiera un momento bueno, pero aquel era especialmente malo para transformarse.

Hazir gruñó. No tenía nada claro qué hacer, aún podía localizar a Lythrai y a Honny, pero no con exactitud. Por lo menos a Honny toda aquella oscuridad le daría igual.

-Honny, una oscuridad ha bañado la estancia, ya no puedo ver- la avisó, por si acaso, mientras pensaba. 

Al final decidió que por lo menos lo intentaría. A estas alturas, todo curso de acción posible era tan peligroso que prácticamente daba igual.

-¡Layldara! ¿Me oyes? ¿Puedes oírme? Soy Hazir, estoy con Honny. Conoces mi voz, la conoces de sobra. Escúchame. Escucha mi voz, ven hacia ella. Soy yo, Hazir Al Tamsa, Layldara, tienes que escucharme, que oírme. No sé lo que estás viendo ahora mismo, pero el asunto se está descontrolando un poco. Tienes una voluntad fuerte, lo sé, lo sé aunque tú misma no lo sepas. Recurre a ella, resiste, recuerda todo lo que has pasado y úsalo. No te fíes de nadie menos de tu propia voluntad, esa voz interior que dice que vas a salir de esta cueste lo que cueste. ¡Hazlo!

En la lista de cosas estúpidas que Hazir había hecho, decir aquello probablemente se llevaba el premio. No sabía si servirían de algo, y en todo caso podían enfadar a Shar, lo que no podía traerle nada bueno. Enfadar a una diosa en su propio cubil sonaba imprudente cuando menos, pero era lo que Hazir debía hacer. Notó al monstruo desperezarse en su interior. Si Shar atacaba de alguna forma, lo liberaría. No serviría para nada, claro, pero por lo menos moriría luchando. 

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17/11/2019, 19:40
-Residuos del Dolor-

Lythrai:

Sumida en la oscuridad del combate, una voz llega hasta ti distorsionada y lejana, muy lejana pero reconocible -Honny, una oscuridad ha bañado la estancia, ya no puedo ver-. El corazón te da un vuelco -¿Hazir?- te giras pero no puedes identificar la ubicación exacta. Por suerte, sí que se trataba de tu compañero y no dejó de hablar. Mientras lo hacía, usabas el sonido para orientar el combate. Tus esquivas, giros y paradas te iban situando cada vez más cerca del quisashi.

-¡Layldara! ¿Me oyes? ¿Puedes oírme? Soy Hazir, estoy con Honny. Conoces mi voz, la conoces de sobra. Escúchame. Escucha mi voz, ven hacia ella. Soy yo, Hazir Al Tamsa, Layldara, tienes que escucharme, que oírme. No sé lo que estás viendo ahora mismo, pero el asunto se está descontrolando un poco. Tienes una voluntad fuerte, lo sé, lo sé aunque tú misma no lo sepas. Recurre a ella, resiste, recuerda todo lo que has pasado y úsalo. No te fíes de nadie menos de tu propia voluntad, esa voz interior que dice que vas a salir de esta cueste lo que cueste. ¡Hazlo!- Con todas tus fuerzas deseabas ubicarlo en aquella estancia extraña. No te pasó desapercibido que su voz llegaba desde el lugar en el que se encontraba tu padre que... no lograbas ver. -¿Qué estaba pasando?- las distracciones te valieron un par de moratones y un rasguño pero nada grave gracias a que te zafaste de tu atacante rodando por el suelo y entonces lo viste. Al otro lado del firme, bajo tus pies. Hazir sólo era el reflejo de una sombra con forma humanoide que se alzaba en este lado. Poco a poco, lograbas identificar más sombras con forma humana. Miraste a la que te atacaba, la que en otro momento tenía la apariencia de tu madre. Se encontraba quieta delante de ti con girones de oscuridad delimitando su forma. Golpes atrajeron tu mirada hacia abajo. Bajo ella, Honny luchaba con otra sombra. Ella mantenía a las sombras a raya, lejos de Hazir que seguía cegado. Pero ambos estaban rodeados de un ejército oscuro. Negro sobre negro que sólo tú veías a ese lado del suelo.

Hazir
Completamente a oscuras y sólo tenías el resto de tus sentidos para ubicarte. Gritaste a Lythrai para que reaccionara, para que usara sus dones, su voluntad, y rompiera aquel extraño embrujo. Pronunciaste las palabras sin la certeza de que llegaran a ella. Justo después, el susurro de cinco espadas saliendo de sus vainas a tu espalda.

Lythrai
Las sombras tras Hazir hicieron el gesto de desenvainar espadas de oscuridad. Eran cinco las más cercanas, pero en la lejanía había más. Querías gritar pero tuviste que reaccionar primero. Atacaste contra los reflejos de esas sombras en tu lado con el fin de evitar que atentaran contra tu compañero.

Hazir
El susurro de las espadas te hizo reaccionar, recurriste a tu filo pues era evidente que no estabas solo. Habías escuchado la voz del avatar de Shar, te persuadió para que siguieras a Lythrai, que no te separases de ella porque te necesitaría llegado el momento para sobrevivir a esta prueba. Y allí estabas, por ella.

Lythrai
Era inútil. Las sombras no son más que oscuridad y el filo de Hazir las cercenaba sólo para volver a materializarse en la lejanía. Por instinto el quisashi conseguía eludir los golpes, por ahora. El corazón comenzó a pesar en tu pecho aunque sin saber el motivo, como si un final desgarrador estuviera a punto de ocurrir, como si tentáculos de oscuridad te apresaran el corazón. Shar, Diosa Oscura...

...Dueña de la Noche...

...Señora de...

...la Pérdida.

Tu espada penetra profundamente, hasta la empuñadura. Tú has iniciado el ataque pero la oscuridad ha empujado el filo con una fuerza descomunal. La oscuridad se disipa y ven ante ti a tu compañero, Hazir justo cuando sientes el dolor en tu abdomen. Su alfajón a entrado en tu vientre, eludiendo la armadura como si fuera mantequilla y provocando una herida grave, aunque no mortal. Sin embargo, tú has acertado en el corazón del bárbaro.

La oscuridad desaparece. Honny en la lejanía sudorosa y jadeante queda aturdida por el repentino silencio segundos antes de percibir que algo horrible ha ocurrido... pero aún no ha terminado.

Hazir
Las sombras se desvanecen cuando la punzada, el dolor de lado a lado, atraviesa tu pecho apretándote el corazón. Tu arma en el abdomen de Lythrai, lo sabes sin necesidad de bajar la mirada. Vuestros ojos se unen en una mirada que recordarás siempre, que recordaréis siempre.

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17/11/2019, 20:13
-Residuos del Dolor-

Así son los dioses. Te utilizan para su beneficio. De encontrarte en condiciones normales aquel sería tu final. Pero sabes demasiado bien que no eres como todos los guerreros de la arena. Sabes que no eres como todos los quisashi desde el momento del crimen en tu alcoba.

Sientes tu otro yo, tu bestia interior se ha mantenido despierta, latente, atenta. Notas también el arma de Lythrai rota en tu interior. Su espada se ha partido a causa de las escamas que han rodeado tu corazón. Ella no puede verlo y, sin duda, piensa que te ha herido mortalmente.

Notas de juego

Haz un TS de Voluntad a CD 15. Si fallas te convertirás ante los ojos de Lythrai tras el siguiente turno. Perderás el control de tu personaje que arremeterá con todo su poder contra ella.

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17/11/2019, 20:18
-Residuos del Dolor-

La sangre se derrama escapando de vuestros cuerpos por los filos que os hieren. El sacrificio se ha consumado y con cada gota sobre el pavimento de ébano negro aparece una grieta.

Liberar a Shar a costa de la vida de Hazir. ¿Ese era el precio?

Con cada gota, con cada grieta, un grión de oscuridad se escapa y te acaricia. Lythrai, sientes que tu herida en el abdomen empieza a sanar y lucha por sacar el alfajón que te hiere.

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17/11/2019, 20:29
-Residuos del Dolor-

La mujer asintió, dio un paso a un lado y extrajo de entre los restos un arma. Su manufactura, su perfección, su nombre resuena en tu mente "Filo de Cuchilla". Al entregártela, Cyric recurre a sus dones y el arma cambia de forma, como si se licuara y se uniera a ti a través de los poros de la piel de tus manos. Sus dones son traspasados a ti. Sientes su poder en tus manos, en tus puños.

Para cuando todo hubo terminado, Tempus dibujó un símbolo con la sangre en la lanza (que no era poca) y al momento os encontráis al otro lado, dos deidades dispuestas a pasar por mortales y salir de la prisión.

Nada más hacerlo, percibís que una tercera deidad está siendo liberada. Una deidad oscura (Shar). Pero había algo más, algo poderoso también fue liberado. Poderoso desde la perspectiva de una deidad. Un ser de eras antiguas, muy antiguas.

Notas de juego

Filo de cuchilla, espada larga +5 caótica afilada aullante e hiriente.