Partida Rol por web

Asesinato en Puerta de Baldur

Aventura | 3. La propuesta ducal

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17/11/2016, 01:08
Ciudad Alta, día

Tu disfraz es perfecto, Gadryck: pareces un joven ocioso de clase alta dando un paseo. Nadie ha sospechado de ti mientras esperabas indicios de tus compañeros a las puertas del Gran Salón, ni mientras cruzabas la plaza de la Gran Casa, e incluso alguna muchacha de buena familia te ha guiñado un ojo cuando has pasado a su lado. Ahora, te encuentras en unos soportales cercanos a la puerta de la posada donde están conversando tus compañeros, un buen lugar desde el que escuchar discretamente, parcialmente oculto, pero también manteniendo tu tapadera, como si esperaras a alguien. Caedwyr y los demás deben de haberle preguntado al hombre si es el dueño, porque lo primero que oyes al llegar es su respuesta:

Está hablando con el dueño, hegmano —Su voz es grave, como un rugido contenido—. Tiene buen oído para los asentos, mesié. Si le gusta el vino de Cogmyg, ha venido al lugag adecuado. —Pausa.— ¿En qué puedo segvigles? ¿Buscan hospedaje?

A tu alrededor, la gente -de todas las clases: desde vecinos patricios y viajeros adinerados hasta plebeyos de extramuros- se dirige al majestuoso templo, o viene de él, o charla con conocidos, o visita las tiendas que hay en los soportales, llenas de mercaderías no aptas para cualquier bolsillo.

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18/11/2016, 04:44
Rotryn

Rotryn mira a Caedwyr, que es la voz sonante en lo que a cuestiones sociales se refiere, y le indica como para que le muestre el papel.

Al ver que Caedwyr no atina, se dirige al dueño y le dice:

"bueno eh...venimos en nombre de ...alguien... es decir como en misión, pero no en misión -baja la voz hasta ser casi un sonido audible por cualquier oido que fuera pasando cerca- pero usted ya sabe sobre esto no?"

Mira a sus compañeros, esperando que saquen el dichoso papelito con sus credenciales...

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19/11/2016, 11:56
Zhork

—Jojojojo.

La carcajada de satisfacción al saber que había acertado era obligatoria. Yo nunca fallaba, menos si se trataba de asuntos relacionados con el vino, la hidromiel, o cualquier otro tipo de alcohol. Un buen enano no podía permitirse fallar en algo así, jojojo.

—Así es, venimos buscando alojamiento — saqué el papel sellado que nos habían dado —. Imagino que ya estará al tanto, ¿no es así?

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20/11/2016, 13:40
Ciudad Alta, día

¿De… misión? —pregunta el hombretón en respuesta a Rotryn, con una expresión que os informa de que no entiende de lo que le habláis—. No, yo no…

Caedwyr, presionado por las prisas de sus compañeros, saca el papel, que Zhork toma de sus manos y presenta al dueño de la posada. El cormyriense lo coge y lo lee con calma.

—¡Ah! Lla entiendo —os responde devolviéndoos la carta, no tan sonriente, pero igualmente cordial—. No, no estaba al tanto, deben disculpagme. Por supuesto que podemos alohagles, señogues. Tenemos habitasiones libgues. Pasen, pasen, pog favog.

El hombre abre la puerta y os invita a pasar al interior. Él entra detrás. El recibidor es antiguo pero decente, construido en buenos materiales y estupendamente mantenido. Una escaleras suben a -supuestamente- las habitaciones. Una puerta da acceso a lo que parece una cómoda y tranquila sala común, donde descansar. No hay indicios de un comedor o unas cocinas, pero hay un par de puertas más, una de ellas detrás del mostrador. El hombre mira ahora un gran libro.

Puedo dagles una habitasión individual a cada uno de ustedes, si lo desean —os explica finalmente levantando la vista del libro-. Dos de eias dan a la plasa. ¿Les paguese bien? Pog siegto: si desean comeg o bebeg algo, pog esa puegta llegagán a La Capa, nuestga tabegna —añade, señalando hacia una de las puertas.

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20/11/2016, 13:47
Ciudad Alta, día

A continuación, oyes la voz del brujo tiflino, Rotryn:

Bueno... eh... Venimos en nombre de... alguien... Es decir: como en misión, pero no en misión.

Siempre tan críptico.

¿De… misión? —dice el posadero cormyriense. Titubeo—. No, yo no…

La voz de Zhork, el enano, le interrumpe.

Así es, venimos buscando alojamiento —Pausa. Al asomarte, ves como el enano entrega al hombre una carta con sellos de lacre.— Imagino que ya estará al tanto, ¿no es así?

Durante unos segundos, no oyes nada: probablemente el hombre esté leyéndola. Luego:

¡Ah! Lla entiendo. No, no estaba al tanto, deben disculpagme. Por supuesto que podemos alohagles, señogues. Tenemos habitasiones libgues. Pasen, pasen, pog favog.

Oyes el ruido de la puerta abriéndose. Luego, se cierra la puerta.

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21/11/2016, 21:12
Zhork

Cuando abrió la puerta, sonreí y avancé hacia el interior. Una vez dentro, miré a mi alrededor, cogí aire y suspiré. Sí, olía a vino, o al menos eso me parecía a mí... casi idéntico a cuando estuve en la taberna de Cormyr. ¡Qué tiempos aquéllos!

—Perfecto, me parece perfecto. Yo me voy a por algo que llevarme al estómago — le dije alegremente a mis compañeros en cuanto el hombre nos explicó todo —. ¿Alguien se anima? jojojo.

Esperaba que mis compañeros no fueran unos vergonzosos. Además, sentía curiosidad por ver borracha a la drow... digo... hum... ¿cómo se llamaba? ... ¡Ah! Aishël. Sí, eso es...

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21/11/2016, 21:21
Aishël

Negó con la cabeza, realmente sorprendida por tanta ineptitud, ¿iban a enseñar la carta a todo el mundo como un niño con zapatos nuevos? sin duda lo que era misión misión, mucha sorpresa no iba a haber, de nada conocían a ese tabernero y... en fin era absurdo discutir.

Miro al enano, por fin alguien tenia alguna idea coherente a esas horas, era mejor comer algo y ver las habitaciones, con que no tuviese pulgas le valía -Creo que os acompañare, los enanos tenéis fama de buenos bebedores, veré si es verdad y me recomendáis algo bueno para beber- lo siguió, asintiendo al tabernero sobre las habitaciones.

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22/11/2016, 00:21
[X] Gadryck
Sólo para el director

Asomado tras una columnata, Gadryck escucha disimuladamente la conversación que sus antiguos compañeros mantenían con un hombre de marcado acento del noreste. La inconfundible voz de Rotryn parece titubear, poco acostumbrado a la discreción, obligando al semielfo a asomarse. ¿En misión? ¿Es que acaso habían llegado a alguna clase de acuerdo con Ravengard? En ese mismo momento el enano extiende una nota hacia su interlocutor. Gadryck intenta distinguir alguna enseña o sello sobre el papel, pero desde aquella distancia sólo consigue que la peluca se tuerza sobre su cabeza. Para cuando consigue volver a colocarla en su sitio el crujido de la puerta le indica que la compañía se ha adentrado en la posada. Le han dejado atrás.

Sin perder un sólo instante el vigilante disfrazado abandona la seguridad de los soportales para aproximarse a las puertas del Yelmo y la Capa, no sin antes observar su interior a través de las ventanas. Gadryck no solía frecuentar sitios como aquél y toda aquella elegancia y parafernalia le parecía ciertamente excesiva, pero con el fin de mantener su tapadera sopesó con preocupación sus bolsillos. Si sus compañeros se alojaban en un establecimiento de ese nivel bien podría prepararse el semielfo para pagar unos cuantos portones.

Notas de juego

Voy tras mis compañeros, guardando las distancias. Si necesitas que realice alguna tirada sólo dímelo.

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22/11/2016, 00:29
Caedwyr

Sonrío al dueño de la posada, incluso inclino levemente la cabeza a modo de despedida.

—Gracias por su amabilidad. Las habitaciones individuales que disponga creo que serán del agrado de todos—miro a los demás—. Nos damos por alojados, pues.

Vuelvo mi atención primero a Zhork.

—Pues sí, un poco de vino de Cogmyg...*ejem* Cormyr quiero decir, será bienvenido, para variar un poco de la clásica jarra de cerveza. Además, una vez cómodos podremos hablar acerca del próximo paso a seguir —ahora gesticulo con el índice en alto—. Recordemos que nuestro «patrón» requiere resultados pronto, tendremos que andar ligeros. 

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23/11/2016, 01:39
Ciudad Alta, día

Muy bien, señogues, señoga: pguepagaguemos sus habitasiones —declara el posadero, satisfecho—. Tomen en el salón. Paga cuando tegminen, estagá todo listo. —Cuando ya os dirigís al salón, habla de nuevo.— Pog siegto: mi nombgue es Vendguen. En el salón encontgagán a mi esposa, Halesta. Díganle de mi pagte que está todo pagado.

Antes de cruzar la puerta que «Vendguen» -¿Vendren?- os ha señalado, os fijáis en algo de lo que no os habíais percatado al entrar: la parte trasera del yelmo gigante que cubre la entrada por fuera asoma por dentro. No es una moldura: es realmente un yelmo gigante.

Tras seguir adelante por un breve pasillo, asomáis al salón de una refinada taberna. Limpia, ordenada y elegante, en un estilo clásico, pero también cálida, confortable y acogedora. Una capa bordada cuelga sobre la puerta, al otro lado de la estancia, y recuerdos de viajes -banderolas, escudos, espadas, prendas- decoran las paredes. No hay mucha gente cuando entráis: apenas un par de mesas con un par de individuos cada una, y una pareja sale a la calle por la puerta cuando entráis. No es raro: ya hace rato que ha pasado el mediodía, la hora de comer. El residuo de un olor a estofado flota en el aire, apenas perceptible. No hay música: el sonido que llega son los murmullos de las mesas y el ajetreo de las calles, que os llega atenuado por las ventanas. Una mujer madura -¿Halesta?- limpia una copa tras la barra y os sonríe al veros entrar. Pronto estáis sentados en una mesa.

Notas de juego

Zhork, Caedwyr y Rotryn: recordad que comisteis con Skoond. Aishël: tú no has comido nada aún. (No estás obligada: sólo te lo indico.) Zhork: tú sabes de bebidas alcohólicas de Cormyr, así que inventa lo que quieras.

Si queréis rolear algo con Halesta -el pedido, unas preguntas, etc.-, adelante. Si no, pedid y daos por atendidos.

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23/11/2016, 05:53
Ciudad Alta, día

No has conseguido discernir ni la firma ni el sello del documento que Zhork ha mostrado. Cuando entran en la posada, observas furtivamente por la ventana: hablan con el posadero, que escribe en un gran libro sobre un mostrador. Por las palabras sueltas que les oyes, es obvio que se están inscribiendo. Finalizado el trámite, tus amigos desaparecen por una puerta interior que les ha señalado el posadero. A continuación, el hombre desaparece tranquilamente escaleras arriba, momento que aprovechas para entrar. Un rápido vistazo al libro te confirma tus sospechas y te informa de que tus compañeros han tomado habitaciones individuales. Una asterisco sin explicación acompaña a sus nombres.

La puerta que han cruzado -que exploras con el mayor cuidado- da a una breve pasillo oscuro, al final del cual se abre el salón de una refinada taberna. Limpia, ordenada y elegante, en un estilo clásico, pero también cálida, confortable y acogedora. Una capa bordada cuelga sobre la puerta, al otro lado de la estancia, y recuerdos de viajes -banderolas, escudos, espadas, prendas- decoran las paredes. No hay mucha gente: apenas un par de mesas con un par de individuos bien vestidos en cada una, además de tus compañeros, que se sientan en otra. Ya ha pasado hace rato la primera hora de la tarde. El residuo de un olor a estofado flota en el aire, apenas perceptible. No hay música: el único sonido que llega son los murmullos de las mesas y el ajetreo de las calles, que llega atenuado. Una mujer madura, de la edad del posadero, limpia una copa tras la barra.

Notas de juego

Un disfraz de capa, peluca y sombrero es perfecto para mezclarte entre la gente en la calle, pero en una taberna puede resultar llamativo que te sigas cubriendo con la capa, y descubrirte mostraría tus ropas de plebeyo. Haz una tirada de Sigilo a dificultad 20: si la superas, llevas también una túnica elegante, que conseguiste robar de camino a aquí y que te servirá para no llamar la atención.

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23/11/2016, 22:27
Rotryn

Rotryn se sorprende al ver la parte interior del Yelmo gigante. Aunque ha escuchado de criaturas grandes, esto sobrepasa por mucho su imaginación, o al menos verlo tan cerca.

Después de asentir cuando le ofrecen la habitacion individual, y al percatarse de las palabras de Caedwyr, nuevamente, en su actitud paranoica, observa los comensales en la taberna/posada, para asegurarse de que no ha visto a nadie antes, o su cara se repite...

Luego como que se enchufa nuevamente a la conversación y le dice a Caedwyr:

"Información..eso es lo que debemos, buscar la información necesaria para cumplir con nuestro cometido, y debemos empezar ya! Cambiémonos estas ropas y nos vamos.!!"

Al parecer el tiempo le apremia al tiflino.

Notas de juego

...y al dueño del personaje igual :) 

 

Saludos!

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24/11/2016, 12:18
[X] Gadryck
Sólo para el director

El semielfo, aprovechando la oportunidad, se adentra en la posada, pasando de largo junto al libro de registros. Los nombres inscritos de sus compañeros confirman sus sospechas. Sólo esperaba que todo aquello diese sus frutos pronto o tendría que arreglárselas para conseguir una habitación en aquel ostentoso local. Y bien sabían los dioses que su bolsa no era tan profunda.

Tras atravesar un corto pasillo Gadryck llega hasta la zona de la taberna. Un lugar con una decoración y un ambiente exquisitos. Atusándose la peluca y el bigote postizos busca disimuladamente a sus compañeros. No le cuesta demasiado, dado que sólo un par de mesas parecen estar ocupadas. Intentando no llamar demasiado la atención, el semielfo se aproxima y toma asiento en una de las mesas libres, dando la espalda al grupo. Se quita el sombrero y retira su capa, revelando una suntuosa túnica, regalo involuntario de uno de los acaudalados habitantes de la Ciudad Alta. Ahora sólo quedaba esperar y quizá, sólo quizá, todo aquello cobrase algún sentido.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Una lástima por el pobre desgraciado que se ha quedado sin su túnica elegante. A este ritmo dentro de poco podré presentarme a las galas del palacio ducal.

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24/11/2016, 14:08
Zhork

Avancé a hacia una mesa, tome asiento y sonreí seguro de mí mismo cuando la camarera vino a atendernos.

—Una botella de vino de uvas amargas, por favor.

Sí, uvas amargas. El nombre lo decía todo, cada sorbo de ese vino era tener la sensación de estar comiéndote un grano de café sin tostar... pero, lo mejor era el final. Después de poner la cara de rancio, el paladar recogía un gustito dulce, suave y plenamente adictivo que te hacía volver a querer probar otro sorbo con todo el proceso anteriormente descrito. No cambiaba, el sorbo era amargo, pero el regusto de después te hacía volver a caer una y otra vez. Además, era realmente alcohólico.

—¡Por nosotros! 

Alcé mi copa en un brindis cuando por fin nos sirvieron, y miré con una pícara sonrisa en mi rostro a los compañeros que hubieran decidido beber lo mismo que yo. Quería ver la cara que ponían, jojojo.

Notas de juego

Jajaja, bebida inventada. No me he currado mucho el nombre, pero ha sido divertido imaginarme su efecto.

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25/11/2016, 10:16
Caedwyr

Asiento con la cabeza hacia Rotryn y tomo en mi mano una de las copas. Cierto que hay prisa, pero la etiqueta es la etiqueta, aunque sea entre colegas.

—¡Por nosotros!

Alzo la copa y le doy un pequeño sorbo. Alzo un momento las cejas y doy otro trago un poco más largo.

—Diría que magnífico, maese Zhork.

Echo un vistazo alrededor. ¿Habrá alguna fuente de información fiable aquí cerca, o será mejor salir a la calle de una vez?

—No sé qué pensáis, amigos. ¿Le preguntamos a Halesta acerca del comerciante de lanas, Norold Dusker? Ella y su marido parecen confiables, de lo contrario nuestro patrón no nos enviaría a éste lugar. En todo caso tenemos que trazar un plan…¿nos hacemos pasar por interesados en la mercancía y vamos directamente al mercado? ¿O vigilamos discretamente a la clientela de Dusker, o a él mismo, hasta su casa si hace falta? Si es un agente, deberemos seguir sus pasos.

—También podemos acudir a la taberna La Linterna Mortecina, pero creo que queda algo más lejos. Y por supuesto —miro a Rotryn—, tenemos que enterarnos de dónde podemos encontrar a esa hechicera. Seamos sutiles, si estos elementos se enteran de que preguntamos por ellos, pueden tomar represalias. Sobre todo si realmente son agentes enemigos.

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25/11/2016, 20:54
Zhork

Solté una carcajada al ver al clérigo alzar su ceja y volver a beber. Faltaban el resto, pero... ya había caído uno, jojo.

—Yo nunca fallo, muchacho.

Y así era. Si no, ¿qué tipo de enano sería?

—Sí, preguntarles a los propietarios de este lugar puede ser un buen punto de comienzo — me pasé la mano por la barba —. Tienes razón, deben de ser de confianza... Sería ilógico que nos hubiesen mandado aquí si fuese al contrario; así que — busqué con la mirada a la camarera —, la hacemos llamar, ¿no?

En realidad, había otro motivo por el que me parecía bien empezar a preguntar en este mismo lugar... y era ni más ni menos que por no tener que levantar mi culo y separarme una vez más de la agradable comodidad de estar en una taberna, jojo.

Notas de juego

Ala, doble post en este turno porque yo lo valgo, ¡je! jaja.

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26/11/2016, 03:06
Ciudad Alta, día

El amargo vino cormyriense que ha pedido el enano resulta ser todo un acierto, no sólo por su sabor extraño y adictivo -como Caedwyr está descubriendo-, sino porque resulta ser un vino de alta calidad, como Zhork puede apreciar.!

Lástima que Rotryn no haya pegado un sorbo a su copa, pendiente como está de todo lo que le rodea, incapaz de bajar la guardia un sólo instante. El salón, sin embargo, sigue casi igual que cuando habéis entrado. El patricio joven que visteis esperando afuera ha entrado mientras pedíais y se ha sentado en una mesa no muy lejana, de espaldas, absorto en sus cosas. Viste una túnica elegante, como podéis ver ahora que se ha quitado la capa y el sombrero y los ha dejado en la silla contigua. Mientras, un mercader viajero y dos espadachines han entrado por la puerta que da a la calle y se han sentado en una mesa alejada. De vez en cuando os miran, pero no es raro: los varones vais sucios, mientras que tú, Aishël, vas vestida para el trote, y cargada de trastos. No es que paséis desapercibidos precisamente.

Pronto Halesta ya ha atendido a los recién llegados y, a un gesto de Zhork, se acerca a vuestra mesa.

¿Sí, mesié? ¿No le gusta el vinó? —pregunta algo preocupada, pero sonriente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Buen invento, Zhork!

¿«Cambiémonos estas ropas y nos vamos»? ¿Qué ropas queréis poneros? ¿Tenéis más? XD

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26/11/2016, 03:09
Ciudad Alta, día

Percibes algo raro en el joven patricio que ha entrado detrás de vosotros. Por un lado, hay algo en su forma de moverse, o en su forma de estar, que te resulta ligeramente llamativa, aunque no sabrías decir por qué. Por otro lado, te da la impresión de que no se ha sentado cerca de vosotros de forma de todo inocente y que no está tan absorto en sus pensamientos como parece.

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26/11/2016, 03:18
Ciudad Alta, día

Cuando tomas asiento, tus amigos ya han pedido y no tardan en ser servidos, aunque no ves exactamente el tipo de bebida que les sirven. Vino, probablemente. Al poco, lo primero que oyes es al enano llamando a un brindis, «¡Por nosotros!», que en principio sólo es correspondido por el clérigo. En ese momento, entran en la taberna, por otra puerta que da a la calle, un mercader viajero y dos espadachines, que se sientan en una mesa alejada. De vez en cuando miran a tus amigos. No tan cerca de la mesa de tus compañeros como querrías, concentrado en tu engaño, en los nuevos clientes y en la conversación, sólo escuchas parte de lo que a continuación dice Caedwyr:

¿…acerca del comerciante de (…), Norold Duskler? (…) —Aquel nombre no te dice nada: quizás suena patricio. El clérigo dice algo más que se te escapa—. En todo caso, tenemos que trazar un plan. ¿Nos hacemos pasar por interesados en (…) directamente al mercado? ¿O vigilamos discretamente a la (…), hasta su casa si hace falta? Si es un agente, deberemos (…) También podemos (…) Linterna Mortecina, pero creo que queda algo más lejos. —Este nombre sí te es conocido: se trata de un antro de mala muerte, un barco que ya no puede navegar convertido en taberna, inmovilizado en los muelles de la Ciudad Baja, en el límite norte de Brampton. De niño lo rondaste, aunque nunca llegaste a entrar. Su clientela es gente peligrosa, algunos sin duda de la Cofradía.— Y, por supuesto, (…) enterarnos de dónde (…) esa hechicera. —Un comentario más alto de uno de los soldados llama tu atención y te impide oír a tu compañero.— Seamos sutiles, si estos elementos se enteran de que (…), pueden tomar represalias. Sobre todo si realmente son (…)

- Tiradas (1)
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28/11/2016, 14:03
Rotryn

Rotryn , y su paranoia, no estan ni quietos ni tan palabreros como sus compañeros, y cuando sus compañeros intentan hablar con la posadera, les indica que bajen la voz.

"Este lugar tiene oidos muy sensibles" -dice, a la vez que sigue mirando de un lado a otro, poniendo especial atención en aquel patricio que entró después de ellos y haciendo una especie de pequeño gesto con la boca, apuntando al hombre.

Rotryn hace un movimiento lento, y mueve la silla de posición, para mantenerlo siempre "a la vista".

 

Notas de juego

Eso, muevo mi silla alrededor de la mesa (si es necesario me cambio de lado). No intento ni disimular el cambio ni nada.

La idea es quedar siempre de frente al patricio ese que me parece no está tan "absorto" :).