Partida Rol por web

Bajo las luces de New York

New York, New York

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25/11/2012, 11:44
Director

- Oh...bueno...-Aquello pilló por completa sorpresa a una persona acostumbrada a muchos tipo de pregunta y bromas telefónicas, pero no a esa... Espere un momento...

Sin poner músiquita ni nada, la secretaria dejó el teléfono en la mesa sin colgar y David pudo oir como rebuscaba entre algún amasijo de papeles, agendas y cajones mientras murmuraba algo que escapaba a sus oidos, pero que sonaba preocupado. La habitual profesionalidad se había perdido por la emergencia de la situación.

- Disculpe la tardanza- le repondió al fin al chica, algo acelerada. Clare Stanford pidió vacaciones el día de ayer, concretamente hasta el día 25. Hasta donde se tenía comprado un billete de vuelo hasta NY, me parece que sobre las 12:00 a.m. Esta claro que gran parte de esta información no estaba en la agenda, sino en esa capacidad de secretarias y porteras de enterarse de cualquier cosa. No puedo decirle más, lo siento.

Ya era bastante. Lo bueno de aquello es que, forzando la maquinaria, ya habían pasado 24h de la desaparición y podrín plantar antes la denuncia si Clare no aparecía. De lo que David también se dió cuenta mientas eliminaba cualquier resto del rincón corporal de las dedicatorias es que no había tantas horas de vuelo hasta NY. Clare solía tardar unas tres horas de vuelo, lo que la situaba en NY a las 15:00. Más recogidas de maletas y autobus a la ciudad, sobretodo ahora que sabía que estaba cortada, podía estar allí a las cinco de la tarde siendo generosos.

¿Por que había retrasado la cita con su madre hasta pasadas las ocho de la ya entrada noche en la ciudad? ¿Por qué tantos días de estancia cuando solía huir como alma que lleva el diablo al dia siguiente de la visita, avergonzada de su familia, para su refugiarse en una bestial cantidad de trabajo pendiente?

Lamentablemente David iba a tener más que la frase de referencia para comentar a sus colegas: iba a tener la propia marca. El rotulador había perdido algo de color y tras frotar con insistencia se había vuelto parduzco, pero se seguía leyendo perfectamente. ¿Que damisela de la noche lleva un permanente en el bolso? Fuese quién fuese su BFFs podría haber hecho la putada del siglo si le hubiera dado por ponerselo en la frente. Tendría que tomar nota: aquello podría valer para alguna broma cojonuda. Aquello no podía dejar de sonarle como la versión moderada del puñetazo de Samantha.

Me recordarás. Y en este caso además: A mí y a mi número de teléfono, bandido. Estaba claro que no había funcionado, porque no tenía ni puta idea de quién había dejado ahí su peculiar firma, pero la durabilidad del material había quedado más que contrastada en esa zona completamente roja de tanto frotar.

Al menos ahora David tenía el relajante olor de Clare. Un pequeño detalle, una pequeña tontería, pero de esas chorradas zen que en determinado momento le salvan a uno la salud mental. Y es que lamentablemente, sin el codigo pin de la cuenta virtual del banco de su hija no podían mirar nada de su tarjeta y ya se le habían acabado los números de teléfono de referencia, por que dudaba que una desconocida de ayer por la noche pudiese decirle nada sobre su desaparición. 

Podría comentarle a Clare lo del extraño horario de su hija antes de ir al aeropuerto, pero sería por un lado sospechoso y por otro desmoronante para su madre. Quizás solo había intentado llegar antes para dar una sorpresa a su familia y no había podido. El fuero interno de David tenía muy claro que no, pero mejor pensar de esa forma hasta saber que había ocurrido realmente...

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25/11/2012, 13:32
David Stanford [Superviviente]

- Gracias- masculló David, aceite por fuera y hoguera por dentro-. Si descubre algo más, por favor, llámeme. Que tenga un buen diga- se despegó del auricular sin esperar respuesta, como siempre, y colgó. No le gustaban los rituales de despedida por teléfono, salvo con Clare cuando se ponía pasteleas, hará veinte años. Abrió la mampara de la ducha y dejó el teléfono sobre la pila, para luego cerrar.

Pum.

El puño de David se estampó contra los azulejos azules de la pared. Y una segunda vez. Y una tercera. Acto seguido, resoplando, agarró el bote de champú sin ningún miramiento y comenzó a lavarse el pelo.

Puta Clare.

Se refería a su hija, obviamente. La quería con locura, pero se temía lo peor. Tan jodidamente independiente siempre que a la hora de la verdad estaba sola. Su cerebro de padre le gritaba que fuese a los hospitales, pero, ¿para qué? Si estaba ahí aparecería tarde o temprano, viva o muerta, y si hubiese sido algo serio habrían avisado a su madre. Es más, ella misma lo hubiese hecho si no iba por la noche a la cena. O no.

¿Y yo que coño sé?

Estaba molesto. No tenía ni idea de donde podía estar su hija, pero se veía venir los acontecimientos. Con suerte, el avión habría llegado con ella dentro, y se abría perdido en Nueva York. Era mejor que tener que ir a su ciudad y buscar ahí, ya que no la conocía tan bien.

Cuando acabó de lavarse, abrió la mampara y agarró la toalla roja, poniéndose a frotar desde arriba hacia abajo por todo el cuerpo, empezando por la cabeza y acabando por los pies. No tenía ganas ni de pegarse una palmada en la prieta nalga, de la maldita tensión.

Recapitulemos.

...

...

Bien.

Iría a la comisaría, pero ni de coña iba a decírselo a nadie. Si preguntaban a la noche, ya se inventaría algo, dependiendo de las circunstancias. Luego, a la mierda. Llamaría a Lew. Que ese mamonazo le dejase un coche en lo que aparecía el suyo. Ese bastardo con suerte con un grupo de Rock de éxito tenía más coches rápidos de los que David jamás podría permitirse. Lew no tenía hijos, por supuesto, y estaba mal de la sesera por culpa de las drogas, pero en principio David confiaba en que si decía "hija, desaparecida y cabronazo" le daría el segundo mejor, porque el primero, obviamente, se lo quedaría él. Ya le devolvería el coche cuando apareciese el suyo, y tenía que preguntarle por la Partyrock de anoche, ¿quien sino un rockero lo sabría?

El médico podría esperar. Sólo tenía dos coches, y casado como estaba le costaría más. Sin heridas, no había razón para acudir a él.

Abrió el botiquín del baño y rebuscó por ahí, buscando algún tipo de venda o tira con el que cubrirse las marcas de permanente. Le importaba nada que doliese quitar luego el adhesivo, si con eso se aseguraba que sólo enseñaría eso cuando quisiese, y, por supuesto, le haría parecer herido, que nunca estaba de más si, como veía, tenía que acabar partiéndole la cara a alguien.

Es que se lo veía venir. Probablemente no fuese eso, pero David sospechaba que se trataba de algún tío. Con sus hijas siempre tenía que ser algún tipo, al menos en la mente de su padre.

Aún a riesgo de quedarse sin batería en cuestión de horas, mientras rebuscaba frenético entre las vendas, marcó el teléfono de Lew y se lo pegó a la hora. Capaz era de estar puesto de algo y tocando la guitarra al pie de la piscina, con el teléfono en el fondo del agua, destrozado, pero había de intentarlo.

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25/11/2012, 14:12
Director

Duchado era otra cosa. La higiene no era su mayor preocupación en esos instantes, pero el agua consiguió quitarle la poca resaca que le había quedado después de la mala noticia.

David se puso un trozo de gasa con un poco de esparadrapo tapando bien los restos del permanente rebelde, que solo se pegó a medias por la humedad. No era nada del otro mundo, pero tampoco es que estuviese tapando una herida real. Mientras el telefono daba señal, una señal eterna que parecía que iba a durar hasta que se muriese, cuando por fin el rockero cogió el movil. Por el tiempo de respuesta y la velocidad de vocalización, estaba en un estado un poco precario.

- ¿Passsa, D...? Vale, precario era poco. Lew estaba puesto hasta las cejas. No le hacía falta verlo para saberlo: la voz ronca y a la vez pastosa, con ese ánimo que intenta ser efusividad pero se queda a medio camino por estar tan alelado. ¿Juerga anoche, eh? preguntó, como si ese fuese el único tema por el que David podía llamarle. Venía a significar un "Vaya juerga la de anoche, ¿eh?" pero el hombre tendía a comerse demasiadas palabras cuando estaba colocado, como si su lengua no supiese adaptarse a la velocidad de su cerebro. En realidad tendía a hacerlo siempre, pero era en esos momentos críticos cuando se volvía preocupante.

Por suerte David había aguantado a Lew lo suficiente en esos "estados alterados de consciencia", como le gustaba llamarlos a su manager, como para entender los sutiles cambios semánticos.

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25/11/2012, 14:38
David Stanford [Superviviente]

- Brutal- respondió David, fingiendo estar tan animado como él. Sabía de buena quinta que si quería seguir teniendo patrocinadores y colegas en esas posiciones tenía que ser un poco camaleónico y condescendiente con según que cosas. Cosas como Lew se tirase a Samantha, por ejemplo-. Escucha cabronazo. Mi hija, la mayor, ha desaparecido, y mi coche, también. Mientras tú te pegas la vida de Rockero padre yo voy a patearme todo New York buscándola. Tengo a Charlie buscando el trasto- su coche, aunque a Lew le costase pillarle-, pero necesito algo con que moverme por ahí hasta que aparezca. Anda, cariño- aquellas dos últimas palabras, claramente cargadas con un tono pastelón y exagerado-, déjale a tu Violador- sobrenombre por el que solían llamarle los patrocinadores con pasta, y más Lew, que se sabía la historia por compartir la misma condición con la misma pobre chiquilla- uno de esos monstruos de tres mil caballos que tienes cogiendo polvo en el garaje.

Desde luego, cualquiera que les oyese en la calle tendría ganas de detenerles y arrearles una patada en la entrepierna, pero a David no le quedaba más remedio que ponerse así. Era lo que a Lew gustaba y estaba acostumbrado, y para David era algo bastante tolerable.

Abrió la puerta del baño, y miró a ambos lados, buscando a su mujer. Necesitaba ropa limpia. Con suerte, se abría dejado allí aunque ya no tuviese armario para él. No era la primera vez que su ropa aparecía diseminada misteriosamente en casas ajenas, si bien en la de Clare solía ser porque se quedaba a dormir la mona tirado en el sofá. A malas, sino, le tocaría volver a vestirse con lo de anoche y pasar por una tienda, aunque, joder, estarían a reventar, y no le hacía mucha gracia la posibilidad de que alguien le reconozca. No ese día.

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25/11/2012, 15:00
Director

- Dijel colega molaba ¿no?-respondió con una risotada, antes de escuchar el resto de la conversación, ensombreciendose poco a poco... Hoostia...se quedó pensativo un momento, como si estuviese asimilando todo lo que David le había dicho y lo que como colega debería decir. Se veía que le apetecía lo justo ir soltando coches por ahí sin más, pero bueno. Más de una vez les había estazado en una buena juerga solo por las risas y más de una vez había sido con David, asi que estaría bien prestarle uno para mantener a un buen compañero de farra contento. Al fin y al cabo, él le había prestado su chica... Vale, Violador. Ven a casa por la Cucaracha ¿vale?

La Cucaracha era un coche de importación granate, de una marca tan impronunciable como poco asequible. Se llamaba así desde que un día Lew se estazó con él contra un muro y el coche salió prácticamente indemne. Duro y resistente, como las cucarachas. Y si te esfuerzas, también puede volar usando una buena rampa.

Al rockero le tocó pagar una buena multa por conducir con todo tipo de sustancias en vena, pero es una anécdota que ahora cuenta en gran parte de los bares. No era ni mucho menos su mejor coche, pero en un alarde de inteligencia inconsciente le había dado a su amigo el coche que menos daños podía sufrir si a David le daba por ponerse a hacer trompos. Cosa poco probable, pero...

La suerte parecía sonreir al escritor al menos un poco, porque al salir se encontró con que Clare le había dejado una muda un poco vieja pero limpia. El jersey tenía una marca de colilla en la manga fruto de alguna fiesta salida de madre de dios sabe que año, pero nada que no se pudiera disimular. Por el ruido la mujer estaba en la cocina haciendo algo para entretenerse, mientras en la radio sonaba una canción de Lady Gaga.

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25/11/2012, 15:20
David Stanford [Superviviente]

- A sus órdenes, mi señor- respondió David, haciendo al aire un saludo militar mientras se vestía con aquella ropa, sin preocuparse demasiado por estar desnudo al otro lado de la puerta del baño-. Voy para allá- colgó el teléfono, guardándoselo en el nuevo bolsillo, y aprovechó para mudar su paquete de tabaco, su mechero, la cartera y las llaves de casa a su nueva tapadera para no ir enseñándole el culo al mundo.

Mientras se ponía la camisa, se acercó a la cocina, no sin antes cerrar la mampara del baño y recogerlo un poco, dejando el botiquín como debiera estar. Ahora sólo le quedaba desayunar algo más, pues una naranja no bastaría para lo que se avecinaba, y ya podría recoger el monstruo ese. No, si al final Lew otra cosa no, pero lo que tenía de drogadicto lo tenía de astuto, el cabrón. Y entonces, comisaría y aeropuerto.

Pf, eso ya no era tan agradable, pero no quedaba otra. La realidad es una, y en sus libros se reflejaba bastante bien que bonita no era.

- Me pongo en marcha- dijo doblando la esquina y buscando a su mujer, dispuesto a agarrarla por la cintura y despedirse de ella tras pillar cualquier cosa para el camino-. Cuida de Becca- le recordó, ya que, aunque le molestase probablemente que ahora le fuese a decir a ella cómo tenía que actuar, cuando era él quien nunca tenía ni idea de qué demonios pasaba con sus hijas, eso valdría para tenerla ocupada en algo que no fuese autocompadecerse. No quería volver a la noche con las manos vacías y encontrarse con que el mazazo obligaba a su mujer a tomarse un par de somníferos y freírse en la cama hasta nueva orden.

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25/11/2012, 17:05
Aster

Por un momento los operarios pararon de hacer su trabajo, ante ellos Violet había hecho exhibición de su cuerpo y sus curvas habían distraído a prácticamente toda la plantilla encargada de adecuar la entrada para el evento próximo. Pero solo fue por un instante, pronto los encargados de la obra pusieron a sus obreros al orden haciéndoles volver al trabajo.

La joven bailarina se acercó hasta las puertas soñando con encontrarse a un príncipe azul recibiéndola sensualmente a la puerta, pero una vez llamó la puerta simplemente se abrió ante ella, dejando oscuridad delate debido al brusco cambio de luz.  Desde el interior la voz de una mujer fue la primera en recibir a Violet.

Ah, eres tu Violet, el jefe te espera en su despacho, date prisa y baja.

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25/11/2012, 17:11
Aster

Una voz desconocida sonó al otro lado del teléfono. Buenos días señor Rogers, lamento molestarle tan de mañana pero me temo que ahora mismo el asunto del que tengo que hablarle es bastante urgente. La voz hizo una pequeña pausa, más para tomar aire que para esperar una contestación. Usted y yo no nos conocemos, y por el momento espero que esto siga así. Supongo que no es la primera vez que un cliente prefiere permanecer en el anonimato. Seguro que a sus oídos ha llegado el tema de las desapariciones, la policía esta en estos momentos trabajando en el tema, pero me temo que tengo mucho interés en que esto se resuelva rápido y por eso voy a requerir de sus servicios.

De nuevo la voz hizo una pausa, pero en esta ocasión si parecía esperar la respuesta del interlocutor.

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25/11/2012, 17:16
Aster

Eso espero Nathan dijo el señor Memphis mientras volvía a su despacho, confío en que no me decepcionaras.

Los archivos del ordenador mostraron en pantalla toda la información que Nathaniel podía obtener de la empresa. (Adjuntada en notas). La información era bastante abundante y solo el leerla llevó varios minutos. Como cabía esperar los datos inmobiliarios y bancarios siempre eran los mas fiables y abundantes.

Notas de juego

En los archivos encuentras los datos del cliente, la dirección del local y la cantidad pagada. Al parecer el comprador fue el propio dueño de la discoteca, Asthon García, aunque prácticamente la totalidad de las transacciones y las negociaciones fueron hechas por una consultora contratada por este. La cantidad que se pagó por el local parece algo superior al precio actual del mismo, claro que en los archivos también encuentras que el tiempo de la transacción fue menor de lo normal.

Tu sentido de vendedor te indica que el tipo sabía de sobra lo que quería y no le importó pagar un poco más para asegurarse de tenerlo todo como y cuando quería. Todo se hizo según la legalidad. El local contaba con todos los permisos pertinentes.

Si buscas un poco sobre Asthon encuentras que es un tipo con bastantes recursos, tiene otros locales en grandes ciudades y le parece ir bien. En todas las gestiones ves que el solo ha firmado y puesto el dinero, seguramente porque no es un hombre de muchas luces, pero si las suficientes como para contratar a alguien que le haga el papeleo en condiciones.

En la tarjeta de contacto es su nombre el que aparece sin embargo, lo que puede significar que por el momento es él el único responsable del local. Por tu conocimiento general además sabes que ha aparecido muchas veces en los periódicos, es una especie de celebridad en las ciudades en las que tiene negocios.

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25/11/2012, 17:29
Aster

El agente Jackson llegó a evidencias como un rayo, hacía mucho que no iba por el lugar, tanto que el muchacho joven que estaba sentado en la ventanilla de solicitudes no le era ni tan siquiera familiar. El chico no pasaría de los veinte, aun tenía hasta granos en la cara de su adolescencia y, tan pronto como era de mañana, tenía un café y un periódico sobre la ventanilla. Sin siquiera mirar quien era quien había entrado en su sala le tendió una hoja de registros.

Si me vas anotando aquí tu nombre tu grado y el archivo que buscas... se lamió el dedo para pasar de pagina. Aquello fue todo, el chico no terminó ni su propia frase. Parecía absorto en alguna de las noticias que venía en la primera tirada del periódico.

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25/11/2012, 17:45
Violet
Sólo para el director

Las puertas de aquel templo del vicio se abrieron pero de sus oscuras entrañas no salió su amado jefe sino una zorra mujer que le apremió para que bajase al despacho de Ashton. Su Gastón deseaba verla inmediatamente y Violet no podía hacerle esperar. Ya averiguaría más tarde qué intenciones tenía aquella zorra fémina para con su amado príncipe. 

-Por supuesto. ¡Voy volando! -respondió con voz jubilosa. 

Por fin. Por fin vería a su jefe. Seguramente se encontraba entusiasmado con la próxima inauguración. 

"Quizás es buen momento para una ligera insinuación" pensó Violet mientras de desabrochaba otro botón del escote y se colocaba los pechos. 

Aquella escalera parecía interminable pero finalmente llegó al despacho de su jefe. 

¿Qué sorpresa sexual le esperaría dentro?

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25/11/2012, 18:20
Director

Clare se limitó a asentir con un tímida y distraida sonrisa mientras David se marchaba con unos cruasanes integrales empaquetados de manera individual. Cosas de casas femeninas y muestra de que la madre estaba demasiado preocupada por su hija incluso para hacerle demasiado caso a David. Aunque, la verdad sea dicha, parecía aliviada en cierta manera de que él estuviese haciendo su labor de padre por una vez.

El escritor consiguió pillar otro taxi que le llevó hasta casa de Lew, aunque este pisó el acelerador bastante menos que el anterior. El músico vivía en una zona enorme de chalets que se acercaban más al concepto de mansión, rodeado de compañeros de la industria y algún que otro actor o personaje más "comedor de mierda cuadrada" (palabras textuales del músico) como abogados y arquitectos. El hombre tenía un par de denuncias de los vecinos en su haber, pero lo cierto es que al que no le gustase su modo de vida tenía dos opciones: aguantarse o buscarse la casa en otro sitio. Lew era el rey del rock y el rey del barrio, asi que aquel era el barrio del rock. Lógica aplastante.

Fue empezar a entrar por la calle donde estaba construida la escandalosa mansión del rockero y empezar a oir rasguidos de guitarra coreados por alguno de los enormes perros guardianes de los vecinos. Sin duda era el Rey Lew marcando su territorio y luchando a muerte contra el último "comedor de mierda" de la zona, un notario recién llegado de Boston.

Fue llamar a la puerta del enorme edificio de tres plantas y abrirle alguien con rapidez. No el rockero, por que la música seguía resonando a un nivel exagerado. Era Samantha la que estaba en la puerta con un bikini que le quedaba escandalosamente bien y cara de seriedad que demostraba que estaba al tanto de la situación. No parecía especialmente afectada por sus desgracias, pero si de ser consciente de la importancia que tenían.

- Ey, David. Lew anda en el jardín, pero si quieres...dejó las palabras en el aire, enseñandole un llamativo llavero que correspondía a la Cucaracha. Con consideración la chica había pensado que el escritor preferiría salir zumbando (en el buen sentido) a buscar a su hija antes que quedarse a tomar un par de daikiris o lo que tocase en la piscina de Lew hasta que el cerebro alterado del hombre decidiese que ya era hora de darle las llaves del vehículo que venía buscando.

Todo un detalle por su parte, a decir verdad.

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25/11/2012, 18:52
David Stanford [Superviviente]

David entró con el pie ancho e izquierdo, agarrando las llaves mientras miraba la chica con gesto de gravedad. A sus diecinueve años, la chica tenía, en el fondo, una cabeza muy bien amueblada. Demasiado. Tanto así que era versión en miniatura del escritor, traducida al sexo femenino y a una inmadurez de estilo propia de una diferencia notoria de veintiocho años de experiencia en el noble arte de llenar el vacío con una vida de excesos innecesarios.

No le quedaba más remedio que cerrar el pico, pues no podía reprocharle nada. Él se la había tirado, ella le había robado el libro que hablaba de ambos, y él había sido condenado por poder inspirar aquella retahíla de palabras en hechos reales. Y de ahí el gran boom de David como hombre popular, haciéndole saltar astronómicamente desde el puesto de buen escritor hasta el de anticiudadano modelo, si bien una cosa no quitaba la otra.

- Me temo que papá no está para orgías hoy- añadió con una falsa sonrisa, dando a entender que la chica no tenía por qué tener en consideración sus problemas, si bien había conocido a la arquitecta desaparecida, y, aunque probablemente no mantuviesen contacto, debía de tener el número en su agenda-. Dale las gracias a ese- pensó en chulo putas, pero teniendo a aquella mujer delante pudiese haber sido un insulto demasiado gordo e injustificado, por lo que, a excepción de la norma, midió un poco más sus palabras- hijo del infierno de mi parte- comenzó a caminar, pero al segundo alzó las cejas y se dio la vuelta, señalándola en círculos con el dedo índice-. Pero cuidado con cómo lo haces, que nos conocemos.

Y con esas, fue a por el coche. Sobraban más palabras, pues con Samantha ya estaba todo dicho. Cualquier cosa más que hubiese dicho tan sólo les hubiese daño a ambos, y el escritor sabía ponerse mejor los parches para tapar el vacío tras veintiocho años más de experiencia haciendo lo mismo.

Primero, al aeropuerto. Después, a la comisaría. Y después... después le compraría algo a su mujer y a su otra hija, y si sacaba fuerzas para no huir al abrigo de Sasha, ya vería adónde demonios iría a buscar a su hija. Si tuviese amigos en la policía aún mediría, seguramente en vano, echarle un ojo a las cámaras de seguridad del aeropuerto, pero David era bastante infame ante la ley, por lo que no tenía a nadie que le ayudase en ese bando de la sociedad.

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25/11/2012, 18:50
Rick Rogers [Muerto]
Sólo para el director

-Comprendo…- Rick tanteo buscando tabaco que llevarse a la boca, en el bar, Harry le había comentado algo sobre las desapariciones, era un asunto feo, y en vistas de que se acercaba la navidad, la policía estaba desbordada, intentando solucionarlo lo más rápido posible.

-Acepto, pero aun no he desarrollado la capacidad de vivir del aire, si quiere contratar mis servicios deberá abonar mis honorarios, no tengo ningún problema en que usted quiera mantener su anonimato, pero tendrá que pagarme la mitad por adelantado.- No era la primera vez que un marido mandaba que investigaran cosas sobre su mujer de forma anónima, y después intentara escaquearse de pagar, y esto es bastante más gordo. –Espero que lo comprenda, yo también necesito seguridades-

Desde que se entero de las desapariciones a Rick le pico la curiosidad profesional, intento mantenerse alejado de ello, esos tiempos ya habían pasado, pero a perro viejo…

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26/11/2012, 09:20
Thomas Jackson [Muerto]

Thomas inspiró profundamente, calmando sus ganas de cantarle las cuarenta al chaval. Sería nuevo y todo lo que quisiera, pero había formas de tratar a los veteranos; ¿o acaso se pensaba que se había colado allí como un ladronzuelo? Guardándose para si mismo el mal humor rellenó lo que le pedía el crío, rellenando de cabeza el número del caso. Él era un policía de verdad... habiendo leído tres veces una cosa ya la tenía grabada.

-Ahí tienes -dijo secamente, dejando el formulario encima del periódico que estaba ojeando el otro.-¿hace falta también que te enseñe la placa de detective?- se notaba enfadado porque un imberbe becario ni siquiera prestara atención a gente de la que podría aprender un oficio de vocación y estuviera allí ignorándolo-¿Y ahora me vas a traer lo que pido o te tendré que decir también dónde buscarlo?-decidió que iba a hacerle pasar un mal rato, por capullo.

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26/11/2012, 10:52
Ulysses Brown
Sólo para el director

Ahora sí, no había la menor duda: alguien o "algo" estaba haciéndole compañía esa mañana... Esa sombra fugaz, le recordaba vagamente a aquellos fantasmas infantiles que últimamente volvían a atormentarle...Abrió los ojos desorbitadamente -como intentando escudriñar un poco más allá de la oscuridad- y se escuchó a sí mismo, en un susurro.

- ¿Qui.. qui.. quien anda ahi?

 

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26/11/2012, 19:42
Nathaniel Scott
Sólo para el director

De acuerdo. Si el señor García no cede por las buenas, me veré obligado a intimidarle... Por todos estos datos, no parece que sea demasiado inteligente.

Me acomodo en el respaldo de la confortable silla del despacho. Respiro hondo, y me aclaro la voz para sonar potente y seguro. Llamo: 

Perdone ¿Hablo con el señor García? (si la llamada no se ha efectuado, o la persona con quien hablo no es el señor garcía, luego edito este post.) Muy buenos días, soy Nathaniel Scott, de la entidad "Inmuebles Memphis". Le llamo con referencia a la inauguración que va a tener lugar mañana, de su nueva discoteca. El caso es que aquí no han enviado ninguna invitación; y claro, siendo la empresa un importante motor en la economía de Nueva York, y además siendo la que ha llevado a cabo la venta del local... entiendo que debe de haber sido un olvido...

A Nathaniel se le arquea una ceja... A ver que me dice.. Espero no tener que ponerme agresivo, no me gusta ganarme enemigos...

Notas de juego

Ya sabes... el subrayado es su pensamiento

Esto es una tirada de comunicación, no?

Por cierto, ¿concedéis reducción de dificultad si nos curramos las situaciones.... como por ejemplo la comunicación, o la intimidación, o por ejemplo para arreglar una cosa si os damos meticulosamente el método? La verdad no se expresar bien lo que pienso xDD estoy dislexico perdido xD. Bueno, lo pongo en dudas y luego lo borro de aquí.

 

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26/11/2012, 21:36
Director

Las palabras de Ulysses no tuvieron respuesta: los pasos se perdieron más adelante en la oscuridad, resonando como un eco que desapareció al cabo de poco tiempo. Había vuelto a quedarse solo con el ululante viento. Su linterna, apuntando nerviosa de aquí para allá en busca de sus fantasmas, solo consiguió iluminar las sombras...

Y una grabadora. Estaba allí, tirada en el suelo, manchada por el charco de barro en el que había caido. Sin embargo parecía nueva y bastante cara, y cuando el hombre se acercó pudo comprobar que seguía funcionando, grabando la acelerada respiración del trabajador del metro. Fuese quién fuese su "fantasma" parecía haberla perdido por el camino.

Ahora que comenzaba a tranquilizarse tras ver que su fantasma era bastante terrenal, pudo comprobar que había dejado huellas de botas en las partes donde el suelo estaba más humedo. Sin embargo eran demasiado irregulares para sacar ninguna conclusión sobre su dueño. Solo que había bajado bien preparado hasta el metro, consciente de por donde iba a caminar. Buscando el qué...bueno, eso era algo que ya se escapaba al buen juicio de nuestro viejo protagonista...

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26/11/2012, 21:46
Director

Notas de juego

Tendrás que esperar a que Aster te responda al post, pero resuelvo yo la duda de momento:

Esto es una tirada de comunicación, no?

Por cierto, ¿concedéis reducción de dificultad si nos curramos las situaciones.... como por ejemplo la comunicación, o la intimidación, o por ejemplo para arreglar una cosa si os damos meticulosamente el método? La verdad no se expresar bien lo que pienso xDD estoy dislexico perdido xD. Bueno, lo pongo en dudas y luego lo borro de aquí.

En las tiradas sociales cuenta tanto el roleo que la mayoría de las veces resolverá una situación sin necesidad de tirada. Así que sí, curraoslo, que seguro que os soluciona muchos fregaos...;)

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26/11/2012, 21:49
Director

La mirada de Samantha dijo mucho más de lo que podrían haber dicho sus palabras, despidiéndose de manera muda de David mientras este cogía el coche de su amigo. La Cucaracha ronroneó bajo su control, y el escritor se perdió por la maraña automovilística de la gran ciudad. Efectivamente Charlie tenía razón, y el camino al aeropuerto fue un auténtico infierno que se llevó por delante varias horas de su vida llenas de pitídos, insultos y ansiedad con uno de los CDs de Lew de fondo musical.

Pero ya había llegado e incluso había conseguido aparcar la Cucaracha en un sitio no ilegal cercano a la puerta. Del aeropuerto no hacía más que entrar y salir gente dispuesta a disfrutar de un fin de semana en familia, zorrostrando alegremente sus maletas y su felicidad por las narices del escritor.

Dentro no había mejor panorama. Gente despidiendo otra gente y algún que otro ejecutivo con prisa. Un par de jovencitas señalaron a David con entusiasmo, pero se refrenaron milagrosamente de acercarse a pedirle un autógrafo por una mezcla de verguenza y miedo al ver las prisas que gastaba el hombre. Por fin sus largas zancadas le habían llevado, tras interpretar los crípticos símbolos de orientación en aquella inmesa mole de metal y cristal, hasta los mostradores de las aerolíneas.