Partida Rol por web

Bishoujo Senshi II

Capítulo 3: El Concierto

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07/08/2020, 09:17
Narradora

Aquella extraña magia que Heleth había despertado y con la cual había atravesado tanto a Tenma como a la Sacerdotisa dragón, empezaba a dibujar esas marcas de obediencia, pero ambos se resistían con todas sus fuerzas a esto. Después de todo, si alguien tenía la fuerza para hacerlo, eran ellos. Al ser los portadores de un gran poder, podían buscar sobreponerse, pero algo que afectaba a la dragona parecía estarle pasando factura. El pelirrojo se resistía con toda su fuerza, pero aún era inmaduro en el uso de su propio poder, así que no era sorpresa ver cómo esta marca empezaba a arrebatarle su fuerza vital. A medida que esto pasaba, un enorme temblor empezaba a sacudir la Tierra y el cielo comenzaba a teñirse de rojo. Al ser el espíritu de la Tierra, era natural que su planeta empezara a verse afectado también. El pelirrojo gritaba y llevaba sus manos al lugar donde estas raíces estaban para soportar el dolor tan inmenso que se apoderaba de su cuerpo. No muy lejos de allí, la Sacerdotisa cayó al suelo de rodillas gritando, casi como si se le fuera la vida en ello. En ese momento, notaron que las marcas que ambos tenían no eran de obediencia, sino que eran marcas diferentes: esa mujer estaba succionando su fuerza vital para hacerse con el poder de dos planetas enteros. Si su versión de Umhti era incompleta, buscaría poder por cualquier medio necesario.

La figura de la sacerdotisa brillaba en una fuerte luz mientras perdía su transformación y volvía a verse como la frágil Shiro Kuroryuu, aquella que había pasado semanas en muy mal estado. Se abrazaba mientras luchaba por no dejar que se llevaran la energía que le quedaba y miró hacia donde se encontraba Tenma: abatido, debilitado... Al igual que el planeta que los había recibido para hacer una nueva vida. Ella sabía que el pobre chico no aguantaría mucho más, así que se levantó como mejor pudo, con sus piernas aún temblando y miró aquel enorme remolino de energía que había utilizado Heleth para absorber la energía de los dos portadores. Heleth la miró y rió - ¡¿Aún tienes energía para levantarte?! ¡Perfecto! ¡Más poder para mí! - y la risa desquiciada de Heleth resonaba con aún más fuerza en todo el lugar mientras el remolino parecía absorber la energía vital de todos los presentes y de los portadores a mayor velocidad. Sea lo que fuera esa magia, los mataría en un corto período de tiempo. La sacerdotisa, incluso en su forma humana y con las ropas desgastadas y su aspecto enfermo, caminó para acercarse al vórtice. Trastabilló en varias ocasiones, pero siguió adelante. Con cada paso que daba, sus fuerzas la abandonaban más rápidamente, pero esta no retrocedía. La propia Mariko, abatida y debilitada, alzó la voz en medio del rugir del viento y le gritó a la peliblanca - ¡Shiro! ¡No lo hagas! - y aunque quisiera correr para detenerla, no podía. Esa energía era demasiado para quienes no tuvieran un poder del tamaño de la sacerdotisa. Shiro solo se giró hacia ella y sonrió.

En sus mentes, resonó la serena voz de la chica - Perdónenme por no acompañarlos hasta el final - ¿acaso era una despedida? Miró a Walker una vez más y le sonrió para volverse hacia el vórtice.

La duda no tardaría mucho en ser resuelta, ya que el cuerpo y el inmaculado cabello de Shiro empezaron a brillar con una gran intensidad. El poder de la sacerdotisa dragón se desplegaba en todo su esplendor y aquella abrumadora presencia infundaba terror en sus corazones. El suelo a su alrededor se hundió al no poder soportar ese poder, su cabello se elevaba por los aires y sus ojos desplegaban un brillo azul antinatural en ella. Shiro abrió su boca y un enorme rugido salió de esta, aturdiéndolos al punto en que fue necesario cubrirse los oídos para poder resistir su magnitud. Aquel viento que antes amenazaba con dañarlos, empezaba a envolver poco a poco el cuerpo de la peliblanca, cuya luz se expandía a su alrededor hasta reformarse. Una colosal figura, casi del tamaño de ese estadio se manifestó de a poco, alargándose mientras la delicada figura de la chica de cabello blanco desaparecía y era reemplazada por aquello. Unas alas de gran envergadura se formaron, un físico monstruoso y una presencia solemne tomaba su lugar. Para aquellos que ya lo habían visto en la guerra anterior, no sería sorpresivo, pero sentir semejante energía intimidaba hasta el guerrero más fuerte: era el Gran dragón, el creador de Hardak, aquel espíritu que dio origen a todos los guerreros dragón. Este había tomado el lugar de Shiro.

Heleth se veía asustada. Y no era para más, ya que el vórtice había detenido sus giros, y su energía ya no era absorbida, aunque eso no quería decir que hubieran recuperado aquella que habían perdido, solo que se había detenido. El mismo Tenma miraba el lugar donde la marca se formaba asombrado mientras aquello se desvanecía de su cuerpo. La tierra dejó de temblar, pero algunos pedazos ya resquebrajados seguían amenazando con dañarles si caían en las zanjas.

¡Maldita! ¡¿Cómo es que pudiste parar mi hechizo?! ¡Lo pagarás! - y alzó su mano hacia el vórtice mientras el Gran Dragón abría su boca y una energía de color negro chocaba con una de color blanco. Al principio parecía que ambas fuerzas se anularían entre sí, pero poco a poco, la energía del Gran dragón sobrepasó a la energía de Heleth y al entrar en el vórtice, este se deshizo en miles de luces blancas que se esparcieron por todo el lugar, devolviéndoles la energía que les había sido robada. Si bien no curó las heridas, regresó el poder a sus dueños. Heleth gritó de frustración, invocó a los pocos sirvientes que quedaban en el campo de batalla y se marcharon en un estallido negro. ¿Acaso se habían salvado?

La figura del Gran dragón empezó a iluminarse y los frenéticos gritos de Mariko a su amiga daban a entender qué estaba por suceder. Extendió sus alas y con un sonido tan reconfortante como la flauta de la sacerdotisa, su cuerpo se deshizo también en esas diminutas luciérnagas que se esparcían por el lugar, tocando el cuerpo de los compañeros que habían sido controlados, introduciéndose en ellos y liberándolos de su prisión. Aunque ellos aún no despertaban, podían sentirlo. Aquellos que fueron obligados a luchar, eran libres y estaban vivos; aunque tal vez la sensación era agridulce porque la presencia del Gran dragón desapareció por completo. Solo quedaba en sus memorias la sonrisa de Shiro y su blanco cabello ondeando con el viento.

Los ojos de Calíope se abrieron despacio mientras estaba aún en brazos de Ephorus, así como Allan parecía reacccionar junto a Lightning. Incluso los cuerpos de Arjimae, Koichi, Ezra, Trickster y Zmiy habían brillado gracias a la calidez de la sacerdotisa, reaccionando poco a poco, con sus heridas sanadas y su espíritu purificado. Mariko lloraba desconsolada, mientras perdía el conocimiento presa del dolor de la maldición que caía sobre ella.

Para cualquiera que se atreviera a mirar alrededor, vería que había un destello violeta bajando desde el cielo, además de notar que había un cuerpo que faltaba entre los fallecidos.

Notas de juego

2/2

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08/08/2020, 02:08
Irisu Dairokuten Mao

Mirari cuya figura apenas se sostenía en pie, no podía creer lo que veía… y así con su cuerpo destrozado, se lanzó contra Tenma, su mirada vidriosa revelaba sentimientos encontrados.

-¿Estas bien?

Sus pies parecían fallarle, pero quería saber cómo estaba el joven, aunque veía que las heridas se recuperaban seguía bastante preocupada.

Notas de juego

>-< ya escribi esto dos veces, sorry por ser tan corto, pero perdi el post dos veces

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08/08/2020, 07:06
Cursed Dawn

Al llegar donde estaba Paradox, Dawn no pudo evitar apretar la mandíbula. Había llegado demasiado tarde, había dudado mucho... y ella se lo estaba restregando en la cara. Dawn fue capaz de golpearla, pero esto no surtió ningún efecto aparente. Había sido demasiado tonta al no notarlo de inmediato.

¿Leticia...? —no fue lo suficientemente ágil para evitar aquel beso, sin poder hacer menos que escupir y sentir cómo la sangre le subía a la cabeza... hasta que Paradox mencionó aquello sobre Ruka. Dawn se quedó paralizada, sintiendo cómo sus fuerzas eran drenadas. No pudo hacer más que ver cómo el enemigo escapaba... —¿Ruka...?

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08/08/2020, 07:39
Cursed Dawn

Dawn se había lanzado hacia Paradox con todas sus fuerzas restantes. Puede que en circunstancias normales, no pudiese moverse. Sin embargo, su cuerpo estaba siendo movido por una efímera llama de determinación. Se pudo ver cómo asestó uno de sus golpes, pero inmediatamente después se quedó paralizada. Su enemigo huyó... y allí quedó Dawn, flotando en el aire... Al menos hasta que todo lo demás pasó. Sí, después de eso... no pudo hacer más. No era más que una pequeña mosca en una batalla de halcones.

Antes de escapar de los laberintos de sus propios tormentos, no advirtió lo que estaba sucediendo a su alrededor. Se había quedado en el aire, flotando en medio de todo. No fue consciente de lo que sucedía hasta que sus alas cedieron y cayó en picada la poca distancia que había hacia el suelo, cayendo de espaldas. Estaba cerca de un inerte Trickster, y fue lo primero que vio antes de ser consciente de lo que sucedía.

A pesar de que sentía la tierra desmoronarse bajo su espalda, Dawn apenas tuvo las fuerzas suficientes para acercarse a Trickster, aunque ni siquiera pudo cargarlo. Atrajo el cuerpo de el chico hacia ella, notando de primera mano que ya no se movía... Había llegado muy tarde. A su alrededor, muchas cosas estaban sucediendo. Solo pudo ver lo que pasaba con una increíble impotencia en su interior. Ahora se sentía más inútil que nunca. Solo podía aferrarse a Trickster... y observar.

Ver sufrir de aquella forma a la Sacerdotisa fue una de las cosas que más le dolió a Dawn, por lejos. Uno de sus deberes era protegerla, pero en ese momento podía hacer tan poco... El tiempo pareció detenerse para ella cuando escuchó la voz de la Sacerdotisa en su cabeza, haciendo que sus ojos se abriesen mucho. Nunca estaría preparada para lo que iba a suceder a continuación. Al ver al Gran Dragón, algo le decía lo que iba a pasar. Cubrió su mirada con una mano ante la potencia de aquellas dos fuerzas chocando entre sí. Cuando todo acabó... observó la figura del Gran Dragón desvanecerse y... antes de darse cuenta, muchas lágrimas corrían por sus mejillas.

Observó el destello violeta bajar desde el cielo y fue incapaz de sentir la presencia de la Sacerdotisa. Sintió la desesperación de Mariko como suya. Un sentimiento muy fuerte le estaba desgarrando el pecho y, como si estuviese dejando ir todo por fin, lloró desconsoladamente. Solo lloró y lloró, aún con Trickster en brazos. No había podido hacer nada para salvar a nadie. Aunque Heleth no se había salido con la suya esta vez... el costo era muy grande. Dawn ya no tenía nada por lo que vivir.

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08/08/2020, 09:10
Walker

Matar a mi hermana sólo aumentaba a mi oscuridad, mi rabia y mi sentimiento de impotencia. No sabía que aquello sólo sería el principio de los próximos minutos.

El abrazo posterior de la sacerdotisa, junto a sus palabras, sonaban a despedida, despedida amarga. Y por mucho que en otro tiempo la odié, en aquel instante su abrazo y su calidez no me provocaban rechazo e, incluso, me atreví a rodearla con mis brazos. Era una petición en silencio de que no hiciese lo que sabía que iba a hacer de todas formas. No podía detenerla.

Todo lo que sucedió a continuación y el notar cómo mis músculos no querían reaccionar fue... desolador, en el mejor de los casos. No se trataba sólo del inmenso poder de Heleth, o de cómo amenazaba la vida del Rey de la Tierra y de la Sacerdotisa, si no que ni siquiera fui capaz de alzarme para luchar a su lado. Literalmente, les abandoné a su suerte. Entonces la imponente visión de Hardak, todo blanco, me llenó de rabia. Aquella imagen y lo que estaba pasando sólo alimentaba los recuerdos del pasado. Claramente mis alas oscuras eran sólo un reflejo de cuán distintos éramos el Padre de los Dragones y... pues yo. Intenté moverme, hacer algo. Y tampoco pude.

Finalmente todo aquello terminó con nuestra enemiga batiéndose en retirada, unas luces que hacían desaparecer el cuerpo de al sacerdotisa y... libertad para algunos de nuestros seres queridos. Y la inconsciencia para Mariko.

Lo prometo.

Fueron mis palabras a aquellas luces. No hacía falta pronunciarlas en realidad, pero sentía que quizá ella pudiese escucharlas y descansar en paz. Volé raudo hacia donde estaba el cuerpo de Mariko y miré alrededor, mientras mi mente trataba de asimilar. Mi parte más humana estaba por romperse en un millón de pedazos, pero mi parte más draconil lo impidió, desviamos todo lo que corría en mi interior, pues aún no se podía bajar la guardia. Miré la espada que aún empuñaba, la de mi hermana, y la arrojé a sus pies para que la tomase.

Aún... no ha terminado. No bajéis las garras... Somos Dragones. Titanes. Y Guerreras.

Extendí mis alas, encarando aquella luz. Gruñí.

¡Zorro blanco -exigí-! ¡Tu hermana te necesita!

Sería más que suficiente para que alguien con su astucia y compostura se recompusiera y se pusiera manos a la obra. Estaba seguro... casi. Mis ojos estaban rojos, quería llorar. Gritar. Pero sabía que no serviría de nada. Al fin y al cabo era el sentimiento de siempre: la impotencia de un peón que no ha podido elegir frente a grandes piezas que todo lo podían. Yo sólo podía avanzar. Avanzar. Apreté los dientes. Tampoco sabía cuánto durarían los humanos inconscientes, ni sabía si la luz violeta era amiga o enemiga, pero sabía que, si podía, no repetiría el error que cometió momentos atrás dejando irse a la sacerdotisa. Su sacrificio ni siquiera había solucionado el problema del todo, sólo les había ganado algo de tiempo.

No hay cuerpo.

Fue lo último que añadí, esperando que fuese más que suficiente para que alguno comprendiera a qué me refería. Si no... pues lo explicaría después. Pero aquello era quizá una sombra de esperanza en toda aquella luz que les mostraba tanta crueldad.

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08/08/2020, 09:55
Onírica

Onírica pudo sentir cómo su poder pasaba al cuerpo de Animae y las heridas empezaban a cerrarse con rapidez. La calidez del poder desapareció tras unos segundos al igual que el brillo, con suavidad se separó de su compañera y tomó una bocanada de aire, sentía cómo su poder empezaba a agotarse haciéndola sentirse débil. Con suavidad se agachó hasta quedar de rodillas sobre los escombros, cerró los ojos en busca de un pequeño descanso, el cual apenas duró unos segundos. Al volver la mirada pudo notar cómo todo a su alrededor empezaba a “quejarse” bajo sus pies. La einar se levantó llamando a su lanza, la cuál apareció en su mano. La posó en el suelo sosteniéndola con firmeza, podía estar agotada y malherida... Pero eso no la frenaría si debía volver al combate. Cuando el suelo empezó a moverse y abrirse la guerrera clavó la lanza para tener un punto de apoyo. Se giró sobre si misma para ver la situación, si aquello seguía así... Todo se iría abajo.

Buscó firmeza mientras observaba asustada lo que Heleth hacía ¿Cómo habían....? Sintió una fuerte punzada de culpa en el pecho. Si la hubieran encontrado antes, si Shado no les hubiera traicionado, si no hubiera dudado aquella noche en la playa al verla. Sus pensamientos se vieron cortados al sentir cómo algo la desgarraba desde el interior queriendo llevarse su vitalidad. Onírica se llevó la mano hacia el pecho y contuvo un grito de dolor a la par que caía de rodillas.- Shiro...-Musitó al ver cómo la Sacerdotisa y el Guardián de la Tierra sufrían de aquella manera. Intentó ponerse en pié, pero las fuerzas la abandonaban, ni siquiera con la ayuda de la lanza lo consiguió. Las piernas no le respondían ¿Aquel era el final? ¿Heleth iba a conseguir lo que tanto ansiaba? - Para esto...- Desde aquella vez en el interior de Umthil sabía que Heleth estaba corrompida por el ansia de poder y si ella no se daba cuenta... Arrasaría con todo. Incluso con ella misma.

Al escuchar la voz de Mariko se atrevió a levantar la mirada ¿Qué hacía Shiro? ¿Qué pensaba hacer? ¿Por qué iba...? No formuló mas preguntas dentro de ella. La calmada voz de la joven sonó incluso en la mente de Onírica. Los ojos de la joven se vieron inundados por lágrimas ¿Se iba a sacrificar por ellos?.- ¡Shirooooo! -Al gritar su nombre se dio cuenta de que en el lugar que antes estaba la peliblanca ya no estaba. En su lugar apareció un precioso y aterrador dragón. No pudo evitar sentir miedo, pero a la vez sentía calma... Era una de esas cosas que en el fondo conocía. Y es que aunque no la viera, era Shiro. Lo era. La joven se cubrió el rostro con el brazo para evitar los golpes en la cara y la arenilla en los ojos.

- ¿Shiro....? -Sentía cómo su energía robada volvía a ella, pero ya no sentía a su amiga. Sus ojos miraban todo de manera frenética, con dificultad se levantó de dónde estaba y se quedó observando la devastadora escena. Se había ido ¿Para siempre? Pudo compartir el dolor, pero seguramente no se acercara a lo que quienes la conocían bien sentían en ese instante. Algunas lágrimas descendían por sus mejillas. Aquella batalla podía estar ganada ¿Pero a que precio? Hizo un suave gesto y la lanza desapareció. Con cuidado se dirigió hacia dónde “caería” aquel destello violeta. Sus ropas estaban rasgadas y sucias por el combate. Se podía ver que al caminar sentía dolor, pero ella se esforzaba en caminar bien. Ni el dolor, ni sus pies desnudos la frenaron, se dirigió hacia aquel destello.

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08/08/2020, 22:23
Nereida

-¿Huirás ahora que tienes algo de ventaja? -interrogué a Crythra al ver cómo escapaba junto con su líder.

Pero mi atención se desvió hacia lo que estaba pasando a mi alrededor: Heleth estaba tratando de absorber la energía de nuestros amigos usando uno de esos extraños círculos.

-¡Resistan! -les dije, sin darme cuenta que Shiro ya había comenzado a moverse. Mariko intentó detenerla -¿Que pasa? -pregunté a Mariko, para luego volverme hacia Shiro- ¿Qué... qué vas a hacer, Shiro?

Ella pareció despedirse y luego... No sabía que era capaz de tal demostración de poder. Logró que el enemigo huyera y no sólo eso. También nos curó a todos. Sentí su presencia en las diminutas motas de polvo brillante que sanaban mis heridas. Extendí mi mano para recibir una sobre mi palma, pero luego, nada. Ella ya no estaba con nosotros. 

-¿Shiro?¿Donde... donde está? No me digan que...

Cuando Mariko se desmayó, Voltié para verla. Eso confirmó mis sospechas.

-¡Noooo! -grité mirando al cielo- ¡Shiroooo!¡¿Por qué tenías que entregar tu vida?!¡¿No ibamos a pelear todos juntos?! -crucé mis brazos sobre mis hombros, como tratando de abrazarme a mí misma y caí de rodillas sobre las ruinas que quedaban del campo de batalla- Ibamos a pelear todos juntos -susurré agachando mi cabeza y cerrando fuertemente los ojos

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08/08/2020, 23:00
Ilify

Sin sentido, así se sentía el chico al ver que todos sus intentos quedaban en nada, todos sus esfuerzos acababan por ser inútiles e infructuosos, había luchado por tal de lograr un final en el que todos pudieran sonreír, pero no era suficiente poderoso, sus habilidades eran las de un mero crío o almenos así lo sentía.

Cuando fue la sacerdotisa quien pasó a actuar de la manera más drástica posible, un agradable sentimiento de protección llegó a su ser, no esperaría sentir la presencia del gran dragón de nuevo, y un grupo de sentimientos encontrados rodeaban su corazón. Respeto, miedo, añoranza, calma, cariño, dolor; un gran grupo de sentimientos opuestos en los que si bien podía agradecer ver al creador de Hardack, escuchar una despedida en boca de Shiro le provocaba el temor de perderla, fue la única que entendió lo que le pasaba incluso cuando no lo comprendía ni él...

Cuando el vórtice fue detenido y el poder de su hada blanca volvió a él, cayó de rodillas, sentía que había fracasado, él siempre había sido el escudo de la sacerdotisa, y decidió proteger a Tenma porque Shiro dijo que debían protegerle. Pero un escudo que no es utilizado no sirve de nada. Sabía que Shiro no necesitaba protección en aquel momento, y efectivamente no le habría podido servir como tal, pero ver qué se esfumaba... Era un doloroso golpe para él, quizás; pequeño nunca pensó que la sacerdotisa no pudiera sobrellevar cualquier cosa, el respeto por ella siempre había sido absoluto, incluso si alguien pudo pensar que no fuera así.

¿Y ahora? ¿Que era un escudo sin su poseedor? Nada, aunque quisiera defender a Tenma, su vida se sentía relativamente vacía al pensar que Shiro no estuviera allí. Era como tener el pálpito de que su vida ya no era necesaria, Se acercó con calma a Ephorus, no había logrado salvar a Aimi, no había podido frenar a Heleth, no había tenido ocasión de ser un escudo para nadie,... Solo le quedaba plantarse ante el hermano de quién amaba, servirle de saco de boxeo hasta que este saciara la frustración contenida, incluso si hacía falta acabar apaleado hasta la muerte no se defendería. Su mundo se estaba desmoronando, no había conseguido nada.

No pediría perdón. Pues sus acciones salvaron a otros, su amada y Ephorus entre ellos, pero tampoco negaría su parte de culpa, por no haber sido capaz de salvar a Aimi, jamás le habría dejado sola, de pensar que caería ante Heleth, pero toda acción tiene su consecuencia, falló a Aimi y Ephorus, por salvar a otros tantos. El tiempo había sido injusto con él, no le cedió ni un minuto extra por tal de salvaguardarlo todo. Solo le quedaba esperar.

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09/08/2020, 18:34
Onírica
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Te dejo la tirada aquí.

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10/08/2020, 01:20
Animae

La pelea que estaba sosteniendo contra Zmiy continuaba siendo cruenta para todas las involucradas, incluso Platinium a pesar de su actitud guerrera. Las tres estaban sumamente cansadas y la llegada de Onírica ayudó bastante, notándose que la cara de Animae la recibía con una sonrisa cansada y relajando su mirada frustrada y que parecía que de un momento a otro explotaría de frustración, aunque no era dirigido a su enemiga. Cuando acabaron con ella, los ojos azules de la andeliviana se tornaron tristes y abrió la boca para decir algo, pero supo que no tenía caso porque simplemente serían oídos que no escucharían lo que quería exclamar.

Así, prestó atención a lo que sucedía en los combates de alrededor mientras se limpiaba sus ojos y veía que Heleth estaba ganando. ¿Bastaría la fuerza de todos los que aún podían pelear para detenerla? Le daba la impresión fatídica que no sería así, comenzando a buscar a dónde dirigirse hasta el chillido de los guardianes, pues se cubrió los oídos y se arrodilló para no terminar de caer de golpe. Imaginar la forma humana de Kenta y Koichi sufrir le preocupó, más cuando vio a Kuroryuu y sentía su energía vital esfumarse. Comenzó a sentir su cuerpo débil, aletargado y percibiendo cómo la impotencia crecía en ella, mirando a los demás sufrir y no poder hacer nada al respecto. 

Sin embargo, alcanzó a ver a su amiga levantarse para confrontar a su enemiga y de pronto, cuando escuchó esa voz en su cabeza... Animae se quedó sin aliento escuchando a Mariko gritar para indicarle lo que iba a pasar.

-No.. No.. ¡NO! ¡DETENTE!-gritó a pesar del dolor, pero no había marcha atrás. Vio al Gran Dragón que detuvo aquél hechizo que casi eliminaba todo y así Heleth tuvo que huir con los enemigos sobrevivientes. 

La pelinegra comenzó a llorar mirando cómo aquellas luces revivían a los caídos, teniendo sentimientos encontrados por lo que estaba sucediendo. ¿Estaba bien sentirse feliz al ver que Aimi estaba viva, pero Kuroryuu había dado su vida para salvarlos de la inminente muerte y aún debían seguir sin ella? Había perdido a una buena amiga, una persona muy amable que le había ayudado todo este tiempo, la sacerdotisa dragón que intentaba mantener la unión y, sobre todo, una chica que quería a todos.

Lo primero que la sacó de su ensimismamiento fue, quien debía ser Notah, gritarles a los presentes para no caer. Por supuesto que no lo harían, pero... el dolor era muy fuerte. Tal vez motivada por sus palabras, se levantó mientras veía a Onírica irse de ahí.

-Onírica...-no quería detenerla, pero con mencionar su nombre quería que la peliazul entendiese que no estaba sola. Había perdido a dos de sus amigos, aunque Shado había logrado escapar y no comprendía si eso era peor para ella o no. Detuvo su mirada en Zmiy y caminó hasta estar cerca de ella-. Kuroryuu quiso que renacieras, ella quería que tuvieses una segunda oportunidad. No la desperdicies, por favor-su tono era triste, pero con determinación. Por algo la peliblanca había tomado esa decisión y quería que la draconiana aprovechase esto-. Ódiame si eso te ayuda a seguir, no te detendré... pero créeme cuando te digo que el Ilify que conociste estaría contento de que lograste ser liberada de estas cadenas. 

Y entonces decidió caminar hacia Walker, mirando a Platinium con disculpas porque se alejaría. Así, podrían ver que ya no poseía heridas y si caminaba lento era por lo cansada que estaba. La intervención de Onírica le había ayudado en demasía para poder mantenerse de pie. Cuando llegó hacia el dragón no le dijo nada, solo lo abrazó mientras le decía algo antes de seguir, pues su caminar no había acabado.

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10/08/2020, 01:55
Animae

-No deberías aguantarte si te sientes mal... ¿Walker, verdad? -luego del abrazo se alejó, y Animae aún continuaba llorando por todo lo que estaba pasando. Solo sus ropas estaban maltratadas, pero su mirada reflejaba el duro combate que había tenido.

-Gracias por estar con ella hasta el final. Me parece que, así como anoche te gustaba mi luz, ella lo fue para ti en la pelea, ¿no es así? Seguiremos peleando todos juntos como dices... solo... hay que reponernos.

Miró en dirección a Dawn. No podía imaginar el dolor que debía sentir su amiga en estos momentos y quería ir con ella, pero esperaría respuesta del dragón mientras miraba alrededor y tener una mejor perspectiva de aquella luz y de los ausentes. 

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10/08/2020, 21:14
Walker

Aquel abrazo no me lo esperaba y me tensó en un primer momento. Hasta que escuché sus palabras y mis hombros se relajaron casi al instante. Miré hacia aquella luz que seguía descendiendo, a judgar por mi voz mi mente estaba en varias cosas a la vez.

No sé cómo sentirme. No sé si fue luz... o preocupación. Pero me alegra poder contar contigo. ¿Estás bien... o necesitas algo?

Pregunté, acaricié su mano en un gesto sutil pese a no mirarla para tratar de transmitirle apoyo. Se notaba... ¿dolida? O quizá era sólo una ilusión mía.

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11/08/2020, 04:01
Animae

Animae negó con la cabeza suavemente, aún limpiándose los ojos porque el impacto de todo aún le carcomía. Seguía observando el escenario porque ella misma quería prestar atención a los detalles, quedándose viendo cómo Ilify se acercaba a su hermano y éste no respondió a su mensaje mental. Cerró los ojos sabiendo lo que ocurriría... ¿De verdad harían eso? Lo entendía, pero no era el momento para dejarse llevar por la ira y la frustración; aunque ella comenzó a sentirse un poco frustrada porque sabía lo que sucedería entre esos dos.

-No necesito algo, solo vine a ver cómo estabas-contestó triste, intentando estar bien-. Por cierto... si algo ocurre en el escenario-mira hacia donde están Ephorus, Calíope e Ilify-... no creas que eso afectará la misión que tenemos para cumplir. Espero llegar a tiempo.

Correspondió el afecto de Walker con un leve apretón y lo deshizo con cuidado para comenzar a caminar. Dio unos pasos y le sonrió lacónicamente.

-Cualquier cosa, lo que te dije anoche es verdad. Puedes contar conmigo.

Notas de juego

Se estará yendo, pero cualquier cosa que le digas lo escuchará y así :3

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11/08/2020, 04:22
Animae

Luego de conversar con Walker, Animae caminó a paso normal hasta llegar con Dawn. La draconiana aún estaba mal y era entendible por qué, su corazón debía estar devastado y en estos momentos, necesitaba un hombro en el cual apoyarse para lograr levantarse, pues no permitiría que se hundiese en su dolor. Se arrodilló y la abrazo, acariciando su cabeza con cuidado para hacerle ver que no estaba sola. No dijo nada más, esperando que ella reaccionase a su tiempo.

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11/08/2020, 05:51
Cursed Dawn

Dawn se mantuvo de rodillas en el agrietado suelo con un Trickster que había logrado vivir gracias al sacrificio de Shiro. Nunca se la había visto así, pero ríos de lágrimas surcaban sus mejillas. Su expresión era realmente lastimera. Eso no tenía precedentes. Nunca se había visto de tal forma a la orgullosa guerrera de Hardack. Sin embargo, lo que se podía ver no era más que la desesperación de Dawn y Mamoru mezclada. Sus recuerdos actuales, los recuerdos de su otra vida; todo se mezclaba y la había llevado hasta ese estado en donde no podía hacer más que llorar, desconsolada. 

Ambas se fueron, Katherine. Se fueron —Dawn se recargó en el hombro de su amiga, dejando desbordar sus sentimientos con más intensidad—... No pude hacer nada.

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11/08/2020, 23:16
Walker

No fue hasta que Animae mencionó los del escenario que no desvié por un momento la mirada hacia ellos. No entendía bien qué estaba pasando... pero no me sentía bien. Estaba un poco mareado incluso con todo lo que estaba pasando y por ahora me mantenía más o menos íntegro por la posible amenaza de la luz descendiente. Aún tenía propósitos que cumplir y el día no había terminado, aún sin respuesta a mi pregunta.

Gracias, Animae ¿cierto? -le di un segundo para que asintiera o negara con la cabeza- Te digo lo mismo. Cualquier cosa, puedes contar conmigo. Yo... aún no sé nada. Salvo que me falta fuerza. Siempre... falta.

Gruñí un poco por lo bajo. Era la impotencia a la que me tenía que exponer todos los días. Pese a morir y volver a la vida nada de aquello había cambiado. Los grandes decidían el destino y los pequeños pataleaban... y ya. Su leve apretón consiguió dibujar una leve sonrisa en mis labios. Una parte de mí, sin saber si era Notah o Walker o ambos, quiso abalanzarse tras ella para volver a abrazarla. Por fortuna... no llegó el momento. Se marchaba y yo seguía alerta.

Una mariposa negra voló tras ella. Con una sola mirada la mariposa detuvo su vuelo y se perdió en la oscuridad. Ella no.

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12/08/2020, 18:59
Narradora

Aquella luz seguía iluminando a pesar de toda la oscuridad que les rodeaba. Bajaba calma, casi sin afán, como si el tiempo no fuera importante para esta.

Mientras más se acercaba, había algo que te iba resultando familiar. Poco a poco, sentiste su calidez y gentileza, una sensación bastante familiar. No tardaste en notar que esa energía era igual a la que habías percibido cuando apareció el Gran Dragón y, a su vez, era la de Shiro Kuroryuu, la joven de cabello blanco que había confiado en ti cuando le mostraste tu verdadera identidad, y que te había dado su amistad también. Ese fragmento de luz tal vez era ella, o era el último trozo de su alma que llegaba hasta tus manos con la misma calma que siempre la caracterizaba.

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12/08/2020, 23:17
Animae

-La fuerza no lo es todo, Walker-respondió Anime girando levemente para ver a su compañero-. Sin embargo, siempre puedes contar con los demás para compensar lo que creas que te hace falta.

Animae le sonrió con cierta tristeza porque la pérdida de Kuroryuu aún era fuerte en ella, así que no podía ni sentía en ganas hacerlo a disposición. Pero gracias a ella los demás podían seguir en pie, por lo que era su voluntad seguir a pesar del dolor que podía embargar porque era consciente que todos  habían perdido algo.

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12/08/2020, 23:19
Animae

Animae guardó silencio por los sentimientos que la draconiana deseaba sacar desde lo profundo de su corazón. Contagiada por ese dolor, la andeliviana lloró un poco mientras intentaba reconfortarla. Estaba temiendo por Dawn, por Mamoru, por esta persona que era una amistad querida: había perdido a la chica que amaba y ahora a Kuroryuu y, si recordaba, tanto su lado de Hardak como su lado humano no eran tan cercanos a los demás a comparación que el resto. Además, su balance del bien y el mal debía intensificar aún más su pesar y su sensibilidad ya innata. Pero no podía decir que ella misma estaría exenta si su hermano hubiese caído e incluso el propio Ilify; podía entenderla un poco, por eso no quería que llorase sola.

-Se fueron, Dawn; pero no lo que ellas hicieron por ti-continuó acariciando su cabello, pero no abrazarla por completo porque Trickster estaba ahí y no quería lastimarle o algo-. Estoy aquí, estamos aquí. Aún podemos seguir, es lo que hubiesen querido; pero no tienes por qué levantarte ahora. Por favor, no olvides que aún hay quienes te quieren, aférrate a ello. 

Cerró los ojos un momento, quería calmarse por el bien de su amiga. No era su momento.

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14/08/2020, 02:34
Mirari

Mirari apenas podía mantenerse consiente, una de sus manos busco a Tenma y aguantando las lágrimas lo abrazo, aquella batalla había salido de control, tal vez fue porque dudo un segundo…

-Tenma…

Su voz quería quebrarse, pero no lo conseguía ¿Cuánto había llorado por la guerra anterior, su propia muerte y Lety? Aun así aquí estaba, a punto de soltar en llanto, pero sin haber quebrado su voluntad.

Quizás estoy loca…

Con su voluntad que aún le quedaba, miro a sus alrededores, todos sufrían de una u otra manera, pero no podía correr a ayudarlos, su cuerpo estaba al limite.

Una de sus manos libres saco el móvil y trato de pedir ayuda, los chicos ya estaban afuera, si podían darles un empujón.

Y, aun así, con todo eso pasando y en mente, miro con ira a Ilify, toda la ayuda que presto la apreciaba, pero había llegado tarde, muy tarde… Trickster, la banda, la guardiana ¿Habría diferencia si el hubiera actuado antes? Mordio su labio y ayudo a Tenma a incorporarse, su preocupación eran todos, pero solo le quedaban fuerzas para ella misma… y ayudando a Tenma estaba segura de que perdería el conocimiento en algunos minutos.

-Legolas, contacta a los chicos… si queremos salir de aquí rápido, su camioneta servirá…