Partida Rol por web

Un nuevo día llegaba y con ello el temor de que la pequeña Alicia hubiera cobrado otra víctima.

Todos miran alrededor con la esperanza de que hubiera fallado pero es entonces cuando la ven. Una Amanda con el rostro desencajado que luchó hasta su último instante por respirar a través de una tráquea que había sido brutalmente atravesada. Su esfuerzo había hecho que todo su rostro fuera cubierto por el mismo fluído que alimentaba todo su cuerpo. Alrededor de su cabeza, había una aureola de color carmesí que fijaba su cabello al suelo, humedeciéndolo y tornándolo de un color más oscuro que el habitual.

Su muñeca se encontraba en el suelo y casi en un gesto compasivo, Andy la toma con suavidad, observa sus ojos vacíos en un silencio de carácter triste. Muchas palabras sin decir pero ahora, se aferraba a la última conexión de la joven con los vivos, tal vez tratando de que su cuerpo disculpara el suyo, aunque sabía que podría hablar con ella en la casita de madera. Ya no estaban en la misma situación, estaba solo.

El sonido de los altoparlantes hace que todos se sobresalten y miren al balcón de donde viene esa voz que aún tardaban en asociar pero que era el nuevo artífice de la masacre. Por un momento, recuerdan el cadáver móvil de Tae y lo buscan pero parece no estar tan cerca como ayer, aunque hay una marca de sangre en forma de mano que se distingue en el cilindro de cristal.

Cuando aún se preguntan sobre el cuerpo de aquel joven, la voz del hombre sale de los altavoces - Está pronto a terminar, aunque esperaba más caídos. ¿Será que realmente han diezmado a los asesinos? - se ríe y luego prosigue - Creo que debemos seguir con el programa - dicho esto, el silencio ronda el lugar nuevamente.

Se despertó,  y observó para ver quién había caído... Pero esta vez era diferente.

Esta vez le tocaba mas cerca. Mas en el corazón.

Se aceró a la que había sido de las pocas que le había apoyado abiertamente y no le había acusado de cosas o se había quejado. Era mas que eso.. Quizás... Quizás era mas que eso.

Pero ya no. Ya no estaba entre los vivos. Y aunque pudiera hablar con ella, sabía que no sería igual.

Tomó su cabeza, y sollozó. No iba a llorar, pero ganas no le faltaban. Sus manos se llenaron de sangre y tuvo que cerrar los ojos para contenerse...

Dejó la cabeza en el suelo, y se dejó caer, sentado, a un lado del cuerpo...

Así pasaron varios minutos, hasta que se levantó, y con la cabeza gacha se apartó de la escena. Era demasiado dolorosa...

No habló. Solo... Mantuvo el silencio. En su mundo. Una vez mas.

Alec se levantó y sintió a Esther cerca de él. Suspiró, aliviado y miró alrededor para ver que los demás estuvieran también bien. Sonrió tímidamente al ver a Keelin y Andy bien, pero cuando vio a Amanda la sonrisa se le congeló en el rostro.

No pudo apartar la mirada de la mujer hasta que aquel odioso hombre que los visitó el día anterior habló, sacándole del trance. Está a punto de acabar... Se levantó de la cama y se alejó del del cadáver de la inglesa, no podía soportar mirarlo, la escena era horrible. Eso significa... Buscó a Alicia con la mirada. Ese poder tuyo era de un solo uso... verdad?

Miró a Keelin y asentió, agradecido. Gracias... Has sido tú, verdad?

Lo primero que sintió Keelin al despertar fue el alivio de estar viva una vez más. Le dolía la espalda por la mala postura en el sillón y se estiró soltando un pequeño suspiro mientras miraba a su alrededor, buscando a Alec con la mirada. Una pequeña sonrisa de triunfo se dibujó en sus labios al ver al muchacho perfectamente ileso y apartó la manta para mirar a su alrededor. Buscó a April y a Michelle en primer lugar, pero la voz del hombre del megáfono hizo que frunciera el ceño y buscase al señor Seung. Durante algunos segundos sus ojos se detuvieron en la vitrina manchada de sangre. Al menos parecía que los golpes del suelo se habían detenido y eso la hacía sentir un poco más tranquila. 

Al ver a Amanda su sonrisa desapareció, hizo una mueca con la boca y contempló con mirada solemne cómo Andy se despedía de ella. Al escuchar las palabras de Alec se giró hacia él y dudó un instante antes de responder. - Sí. Fui yo. - Asintió, sin estar segura de si debería añadir algo más al respecto. - Supongo que sabes lo que eso quiere decir... - Añadió, frotándose la frente y mirando al pequeño. 

Se acercó a Andy después y puso una mano en el hombro del joven. - Lo siento Andy. Sé que te sentías muy unido a ella. Quizá Alec pueda traerla de vuelta... Pero ahora te necesitamos aquí con nosotros. Ya falta poco, hasta ese hombre extraño lo ha dicho. Estamos a punto de conseguirlo. - Trataba de animar a Andy para que recuperase la determinación que el hombre había ido perdiendo día a día hasta ser tan sólo una sombra de sí mismo. 

Finalmente, miró a Alicia y frunció el ceño con rencor en la mirada. - Mi voto será para ti. No me creo que seas inmune para siempre. - Dijo a la niña, antes de apartar la mirada de ella y buscar un café que la ayudase a pasar un día más en ese lugar.

Antes de que el grupo despertara baje de mi habitación y me senté en la misma silla de siempre,la misma que con el paso de los días se había convertido como en un pequeño refugio desde el que podía ver el mundo como una mera espectadora,me que quede allí sentada en silencio y casi impávida mirando las reacciones de la gente que iba despertando.

Al escuchar a Alec le mire y con tono burlón respondí -No,pero vamos si quieres compruébalo- la expresión de Keelin me provoco una pequeña risa que conteni convirtiéndola en un simple amago -Piensa lo que quieras,eso no cambiara nada-

Soy de las últimas en despertarme pero una vez que lo hago no me apetece ir a ver quien había muerto, entre el cojín y la manta estaba bastante tranquila. Odiaba el macabro ritual de levantarme cada día para ver quien había sido víctima de la noche pero al final me decido a salir de la manta y unirme al resto. Contemplo el cuerpo un momento antes de desviar la vista y fijarme en el afligido Andy. No creía que ninguna de mis palabras de apoyo le animarían así que decidí mantenerme en silencio.

Cuando veo que Alicia vuelve a reunirse con el grupo frunzo el ceño pero no digo nada. Realmente nos la había jugado el otro día cobrándose una víctima en las votaciones y otra ahora. Y no estaba tan segura de las palabras de Keelin, caer dos veces en la misma trampa no sería astuto. Me acerco a ella y la susurro:

- Keelin, debemos tener cuidado. Si volvemos a fallar conseguirá hoy otras dos víctimas y no nos lo podemos permitir, quedamos demasiados pocos para cometer otro error. Sabemos lo que hay que hacer pero debemos de asegurarnos de hacer lo correcto. -No era el momento para importunar a Andy pero no se me ocurría nada más.- Andy, ¿no me dijiste que tenías la capacidad de vetar el poder de alguien? 

Cuando me desperté, lo hice poco a poco. Los días comenzaban a parecer todos iguales, y en mi mente empezaban a desdibujarse las cosas que habían sucedido con anterioridad. Empezaba a ser difícil distinguir quién había muerto en qué votaciones y quiénes lo habían votado, por ejemplo.

Al encontrar el cadáver de Amanda no reprimí una pequeña mueca, y me sorprendió que eso fuera todo lo que produjo en mí. Era increíble cómo este lugar nos había cambiado a todos.

Luego, al escuchar a los otros, mi mirada se escapó reflejando preocupación a Alec y Keelin cuando el chico le agradeció algo a ella, pero no quise hacer ningún comentario. En lugar de eso mi mente comenzó a trabajar, y me incorporé a la conversación más tarde.

- No estoy segura de si Andy puede volver a hacer eso. - Dije entonces. - Si de verdad creéis que su protección puede durar para siempre, hay otra manera, pero no es bonita: podríamos traer a Wolfgang, votarle y que se encargue él. - Propuse.

- ¿Entonces puede matar a dos personas?-dijo, asustada- ¿O es que hay aún dos asesinos? ¿O alguien le ha echado un cabre?

Miró a Alicia, incrédula- No sé qué clase de cosas puedes hacer. Pero no volverás a hacer algo como lo de anoche. Ya verás...- suspiró, y miró a Keelin- Anoche estuve cuidándote. Por una vez no intentaron matarte. Menos mal. -volvió a mirar a los demás- Sí, es lo que llevo haciendo desde hace días. Protegeros. ¿Lo captas peliazul? -dijo, evidentemente ofendida- Trataron de matar a Alec hace dos noches, pero no pudieron. No dije nada porque el hecho de que hubieran dos personas que pudieran evitar muertes era un factor sorpresa provechoso, pero ya todo está terminando, y es importante que sepamos bien qué podemos hacer para que esta niñata no vuelva a salirse con la suya.

Se cruzó de brazos- Por mi parte, creo que puedo encargarme de alguien esta noche, y además... Creo que podré apañármelas para que la niñata no vote a nadie que no nos convenga. 

Alec miró a Michelle con los ojos abiertos y miedo en ellos. Abrió la boca, pero la cerró en seguida, sin saber muy bien que decir. Tras dudar unos instantes más habló, dirigiéndose a Michelle. Cómo...? Cómo sabes eso? La miró con desconfianza. Aquella noche perdí el poder que me protegía de un ataque... Alguien vino a por mí, pero mi poder se activó y quien sea huyó... Mis alas aparecieron y aquellos aullidos se alejaron de mí...

Miró a la chica, algo confuso. Lo viste? Cómo pudiste verlo?

-Tenia... Lo usé en su momento con Ian, mal usado, el día que murió... Temía que siguiese vivo y matase a alguien. Después de eso no se me ha recuperado el poder.

Comentó, cansado de aquella situación.

-Mi voto también irá contra Alicia, si nada cambia. Me rehuso a creer que su poder dure para siempre...

- Ya te lo he dicho. Estaba protegiéndote. Sentí que te habían intentado matar. Lo que no sé es si verdaderamente te salvaste gracias a mí o fue por eso que tú dices- suspiró- Si hubiera sido yo la que lo hubiese intentado no lo estaría diciendo, ¿no te parece? No sé a qué viene esa cara... Un "gracias Michelle" estaría mejor- enarcó la ceja.

La afirmación de Michelle hizo que la mirase con sorpresa. No tenía muy claro a qué noche se referían, y ese era un detalle importante.

- ¿Eso fue mientras Keelin protegía a Lisseth? - Pregunté mientras hacía las cuentas, antes de dirigirme a Alec preocupada. - ¿Estás seguro de que has perdido tu protección?

Yo.. Es solo que... Miré a todas partes y no vi a nadie. Alec agachó la cabeza. Entre eso y que mi poder se gastó pensé que nadie me había protegido. Yo... Lo siento. Dijo, mientras miraba a Michelle a los ojos. Este sitio... No me deja pensar con claridad.

Miró al suelo y se dejó caer en una silla. Gracias... Susurró.

Miró a Esther y negó con la cabeza. No, fue la anoche anterior a esta, cuando murieron Lisseth, Amanda, Kenneth e Hikari... Esa noche alguien me atacó. No lo dije porque tenía miedo de que se enterasen que había perdido mi protección. Y sí... La he perdido. Ahora soy vulnerable. Un escalofrío recorrió su espalda. Esta noche lo he pasado verdaderamente mal... Ha sido la peor de todas hasta ahora, y eso que estabas tú conmigo.

- Si hubiera sabido eso le habría evitado una muerte segura a alguien inocente. Pero no tenía ni idea...-dijo, algo apesadumbrada- Y pensé que el mayor objetivo podía ser quien era capaz de traer a los demás de vuelta. Por eso le protegí. Al igual que también lo hice con Andy, para que pudiera hablarnos de lo que pasaba con los de la casita de madera, y con Keelin. 

Keelin iba a responder a Esther, airada por su sugerencia de traer a Wolfgang sólo para volver a matarlo, pero las palabras de Michelle hicieron que se volviera hacia ella y abriese los ojos con expresión sorprendida. - Guau... Pero eso es genial, Michelle. - Dijo, mientras una sonrisa empezaba a surgir en sus labios. - Yo he estado protegiendo a Alec una noche de cada dos desde antes de morirme. Las otras, según el día. Intentaba anticiparme a lo que podrían planear los asesinos. Una noche a Lisseth, otras a ti, Michelle, una a Amanda... Yo sabía lo de la protección de Alec, lo hablamos en la casita de madera, así que desde que volví él ha sido mi prioridad. Y también sabía que la había gastado la otra noche, él me lo hizo saber. Por eso ayer lo protegí. Y menos mal. - Añadió, dedicando una pequeña sonrisa al pequeño. 

Se quedó pensativa durante un instante. - No quería decirlo para que no supieran que si lo protegí anoche, esta noche no podré. Pero supongo que lo saben igual, porque le han atacado y han fallado. Y además, ahora... Si somos dos protegiendo, Alec podrá estar protegido siempre. - Miró a Michelle y su sonrisa se amplió. - Sólo tenemos que turnarnos. Esta noche tú proteges a Alec y yo puedo protegerte a ti o a mí, sin decir a cuál para que no sepan a quién atacar. La noche siguiente yo protejo a Alec y tú a ti o a mí. Así Alec estará blindado y si aciertan con nosotras, él podrá traer de vuelta a la que caiga al amanecer. Es un plan perfecto. 

Andy alzó la voz un tanto preocupado.

-En el otro lado, se habla de que Hikari podría servirnos de gran ayuda si hay que acabar con Alicia de otro modo que no sean las votaciones: Con su poder podía matar a alguien y robar su poder... Sin recargas, sin dobles juegos.

Luego respiró un tanto acelerado e intentó calmarse..

-Luego... Luego Louis ha dicho algo un tanto... Un tanto escalofriante... Que, una vez llegue "El", todo estará perdido. Si no acabamos con la niña antes de que él llegue todos estamos condenados... y sólo quien la creó puede eliminarla. Esas fueron sus palabras.

Una sensación ya conocida para todos se hacía latente en el ambiente cuando la luz brillante comenzaba a destellar en una de las habitaciones. Esa luz traía paz y tranquilidad, aunque parecía más brillante, más hermosa, más atrayente que antes.

En la tercera planta se encontraba y al desvanecerse, aparece Lisseth a salvo y viva, mientras busca la mirada de los presentes, pero más del pequeño Alec. Después de esto, se une al grupo.
 

Keelin levantó la mirada hacia la escalera al sentir esa sensación que anticipaba la llegada de alguien y sonrió al ver a Lisseth en un primer momento. Pero después su expresión se volvió confusa al darse cuenta de que había sido cosa de Alec y miró al muchacho. - No. Te dije que no la trajeras... Ella no lo necesitaba, podrías haber traído a alguien más. 

Sacudió la cabeza durante un instante. - Oh, bueno, supongo que ya da igual, ya está hecho. - Dijo, encogiéndose de hombros y acercándose a la joven para recibirla. - Bienvenida, Lisseth. - Dijo, con una enorme sonrisa. - Andy nos acaba de contar algo un poco perturbador sobre unas palabras de Louis... Aunque a mí me suena a excusa para que lo resucitemos alegando que sólo él puede arreglar a Alicia porque fue él quien la convirtió. 

Después miró a Andy. - No veo la solución en lo de Hikari. Sí, ella podría matar a Alicia y robarle el poder, pero... ¿Y después qué? Tendríamos que matar a Hikari por tener el poder de Alicia, ¿no? Eso o ella tendría que matar a otro de los vivos para robar otro poder después. Sinceramente, no creo que nadie quiera ofrecerse para ese sacrificio. Y eso sin contar que hay otro asesino, porque hoy ha habido dos ataques. O hay algo que no he entendido bien, o eso no soluciona mucho y además podría terminar peor. 

Respira hondo al notar de nuevo el aire en los pulmones, y se queda tumbada en la cama durante unos instantes con los ojos cerrados. Entonces se levanta y sale de la habitación dirigiéndose a la sala común donde seguramente estarían todos.

Al bajar abajo, lo primero que busca es la mirada de Alec al cual le sonríe con una amplia sonrisa.

-Muchas gracias Alec, la verdad es que quería esperar a ver si aclarábamos una cosa allí, pero no te voy a negar que agradezco poder moverme y respirar de nuevo. 

Luego mira a Keelin.

-No te preocupes, la verdad es que quería volver esta mañana, pero es el tema ese que ha dicho Louis y lo de Hikari lo que me ha tenido allí retenida. Quería volver sabiendo a quien poder traer. Mi idea era que se trajera a Noor, recargara mi poder y traer a Amanda, recagar su poder y bueno... -mira a Alicia.

Frunzo el ceño cuando comentan la idea de traer a alguien para que se sacrifique por acabar con Alicia. Lo de Wolfgang era un acto inhumano pero lo de Hikari ya era pasarse, hacer eso solo haría que se condenase ahora misma y soy incapaz de evitar interrumpir sobresaltada.

- ¿Pero nos hemos vuelto locos? No vamos a traer a nadie para morir. A Hikari menos que nadie, ella se ha guardado su poder todo el tiempo para no hacer daño a nadie. Ella es un ejemplo, algunos han estado matando sin pensarlo dos veces y no han hecho más que ayudar a los asesinos. 

Miro a los demás intentando ver su reacción pero desisto, parecía que eso solo lo sabía valorar yo. Aquí la gente solo quería salir cuanto antes sin reparar en si estaban actuando bien. Todos habíamos sufrido pero había que pensar que es lo correcto si queremos luego poder olvidar todo esto.

- Estoy casi segura de que lo de Louis tiene que ser un farol pero de todas formas ya es demasiado tarde y no va a cambiar nada. Nos estamos acercando al final, si conseguimos salir de aquí deberíamos quemar todo este museo para que las almas de los demás no se queden encerradas en estas horribles muñecas. Es un destino muy cruel, no les podemos dejar así.