Partida Rol por web

Llegó el momento que tanto había temido desde que se desató toda esa locura. Me quedé en un lado expectante, todo tenía que ser una puesta en escena imaginada por alguien muy retorcido, era imposible que Tae fuera a entrar y matar a alguno sin más. Esperaba que cuando ya estuviéramos atacados de los nervios, nos dijeran que era una cámara oculta o un juego que formaría parte del hotel, como esos hoteles temáticos en los que se jugaba a “Quién es el asesino” con actores. Solo eso sería una explicación razonable a todo esto.

Cuando la voz de Tae sonó en los altavoces me tensé inmediatamente, luego explicó que nosotros mismo ejecutaríamos la sentencia. En ese momento casi me reí, pero solo casi. Estaba totalmente segura de que no conseguiría que ninguno de nosotros matara a otro a no ser que nos amenazara con un arma. Lo que sucedió a continuación no me lo esperaba, ver a Charles como si estuviera en trance me puso los pelos de punta, lo que eran capaces de hacer con esas muñecas, que además habían fabricado sin nuestro permiso, era espantoso. Nos tenía totalmente en sus manos.

Me senté en el suelo, puse la cabeza apoyada en mis rodillas y rodeé las piernas con los brazos. – No deberíamos tocar las muñecas- dije sin moverme. – Ha podido utilizar a Charles, sin tocar la muñeca, puede hacer lo mismo con cualquiera de nosotros, eso no me parece una opción. Con las votaciones, no sé qué hacer. No me veo capaz de volver a juzgar a nadie, pero que todos tengamos un voto solo servirá para que elija él y dado que está loco no estoy segura de que sea la mejor opción. ¿Quién nos dice que no optará por matarnos a todos a la vez? AL fin y al cabo lo que quiere es que muramos, que más le da cuanto tardemos.

Sentir la ausencia de pulso - o más bien, no sentir pulso alguno - en el cuello de Reuel me heló la sangre. Tras informar de su muerte mis ojos no supieron muy bien dónde detenerse. Me costaba separar la yema de los dedos de su piel, aún esperando notar algo, ya fuera un latido o cualquier otra cosa... Aunque bien pensado mucho mejor si era un latido.

Pasados algunos segundos aparté mi mano y comencé a ponerme en pie. No podía evitar pensar que, si todo esto de verdad era cierto, quizá su corazón tampoco había funcionado a lo largo del día. Al fin y al cabo ya había muerto antes.

Esa idea puso toda la piel de mis brazos de gallina y empecé a caminar en silencio al lugar donde sólo un par de minutos atrás me encontraba con Alec, el moro y los otros. Mi rostro estaba pálido, y cuando me senté fue pensando en terminar de reordenar mis ideas. Estaba claro que actuar sin pensar no iba a ser de ayuda.

La voz del chino loco desestimando mi voto - riéndose de mí - aún se repetía una y otra vez en mi cabeza mientras escuchaba a los demás hablar. Sus ideas me llegaban lejanas, pero la sorpresa llegó al escuchar cómo el moro ponía en palabras justo lo que yo estaba pensando. Lo miré durante unos segundos, ligeramente confundida, antes de tratar de prestar atención a las aportaciones de los demás.

Al ver cómo de repente el hombre que había acuchillado la muñeca de Reuel parecía reaccionar mi cuerpo se tensó, preparándome para salir corriendo hacia el lado contrario de la sala si fuera necesario. Sin embargo no hubo ningún peligro. El hombre soltó el cuchillo, y mis ojos siguieron la trayectoria del acero cayendo al suelo. Probablemente lo más seguro sería alejarlo de todos, pero yo no estaba dispuesta a acercarme lo suficiente.

- Que cada uno se vote a sí mismo es de lo más tonto que podemos hacer. - Dije entonces, apartando la vista de Showman pero manteniéndome atenta a lo que pudiera hacer. - Y sigue siendo entrar en su juego. - Añadí, con un tono que dejaba claro que pensaba que muy pocos no lo habíamos hecho. - Yo creo que o entramos del todo, dándole lo que quiere a ver si finalmente nos deja en paz, o pasamos por completo. Pero las medias tintas no solucionarán nada.

- Para empezar creo que estaría bien que los que han votado a Reuel expliquen por qué lo han hecho.

Nadie parecía pensar como él. Era algo razonado y tenía muchísimo sentido. ¿Como era posible que los demás tacharan su idea como algo peligroso? Si Reuel había muerto a causa de las heridas infligidas a la muñeca que le representaba, ¿no estaba claro que había que proteger todas y cada una de ellas?

Noor negó con la cabeza. Lo que estaba viendo que ocurría ahí era totalmente demencial. No tenía sentido quedarse. Quizás debiera irse solo a su habitación y llevar la muñeca que le representaba consigo para no dejarla al alcance de cualquiera.

Además, no quería empezar a acusar, pero los de Charles había sido muy extraño. ¿Como sabemos que lo ocurrido no estaba planeado? Algunos habéis dicho que esto estaba preparado, ¿y si lo que acabamos de ver..., comentó haciendo un gesto que abarcaba a Charles, el cuchillo, las muñecas y Reuel, ...también estaba ensayado? El señor Seung nos amenaza y el señor Showman representa su papel de poseído. Muy conveniente, sí, terminó haciendo una mueca.

Ben empezaba a notar una incomoda gota de sudor deslizarse por su sien, el viaje se había convertido en una broma de mal gusto, las muertes de 4 de sus compañeros de viaje se lo habían dejado claro, y por si fuera poco, la re-muerte de Reuel confirmaba de alguna manera que estaban pasando cosas extrañas. Ben se sentía confundido ante una extraña mezcla de sensaciones, y entre ellas, a veces el italiano tenia recuerdos fugaces e involuntarios de la que un día había sido su mujer, apretaba los puños, aquel pelo suave y negro..... en gesto serio, siempre le entristecía notarse la marca de la alianza que había llevado durante años, y a veces le era imposible no pensar - zorra.... - en la mujer que había frustrado la parte mas "algo" de su vida, la personal.... Cuando ella hizo las maletas Ben se convirtió en poco menos que un lobotomizado zombi laboral (Si no lo era ya). Este viaje pintaba como un gran paso para la autoestima de Benén, y sobretodo, una buena oportunidad para tirarse a la bartola... pero se había vuelto un completo desastre, el ocio había durado apenas una tarde - genial.... - y aun encima, se veía obligado a investigar... ¿pero investigar lo que?

- Bueno, en caso de que nos obliguen a votar nuevamente... - tantea la idea de la autovotacion frotándose el cuello, podría ser un suicidio colectivo, pero no se le ocurría nada mejor - Desde luego podemos probarlo como intento de motín... es una manera de no entrar en su juego ¿no? - se rasca la frente, y aclara - aunque está de mas decir que lo convertiremos en una lotería... - da un trago al cafe que tenia entre manos, y sigue - obviamente, entiendo que la opción es mas lógica que señalar a alguien con el dedo sin razones - Ben se fija en el tipo raro-esquizo - se esta acercando a mi? - piensa levantando una ceja, mientras bebiendo su cafe lo mira de reojo, y termina -... pero claro, tenemos que ponernos todos deacuerdo, o sera un completo desastre para alguno - frase que añade tras escuchar a la super mami americana, a la que le dice - ...a no ser que todos votemos a Tae=voto nulo y nos frian a balazos por graciosos, o algo... - suelta, mientras piensa - no tengo ni puta idea de lo que estoy diciendo - sonrie

Alec vio aterrado toda la escena. Su mirada se alternaba entre Reuel y Charles. Si le quedaba alguna duda de que todo lo que pasaba en aquel lugar era cierto, se le fueron en aquel instante. La noche estaba llegando y su nerviosismo iba en aumento.

Se acercó a Esther y se puso a su lado, intentando contener las lágrimas y el temblor de sus manos. No quiero dormir solo. Susurró a la mujer con un hilillo de voz.

El ver a aquel hombre asesinando a una muñeca y que todo aquello se trasladara a la vida real haciendo que Reuel muriera lo dejó de nuevo atónito, sin palabras. No creía en la existencia de fenómenos paranormales, pero desde luego, lo que había ocurrido no era nada normal. Observó el cuerpo sin vida de Reuel durante unos minutos, sin saber muy bien que hacer.

Luego, comenzaron a hablar de las votaciones de nuevo. El caos reinaba en aquel lugar, cosa normal porque nadie sabía cómo continuar o como dejar ese macabro juego. – Ya no saber que estar preparado o que no. Desde luego yo ya no pensar eso, sobre todo cuando ver que por apuñalas muñeca hombre morir… como preparar eso??. – respondió a Noor ud-Din.

- Por otro lado, chino loco no decir que vaya a haber más votaciones, a lo mejor haber saciado ya su sed de venganza… Yo proponer ir a hablar con él y buscar manera de salir de aquí. -

Andy suspiró, viendo que la gente o bien aceptaba que iban a morir, o bien querían hablar con aquel chino, lo cual, para él, era como querer morir de igual modo.

-Hay que hacer algo. Hay que hacer algo, pero no puede ser hablar con Tae... Tengo el presentimiento de que su locura crecerá por momentos. Será peor. Ahora mismo es mejor juntarnos todos para dormir al lado de las muñecas y tratar de evitar así que nos ataquen por la noche. No tenemos mas información... No podemos hacer nada. Solo esperar que los asesinatos hayan acabado o se lo piensen dos veces por estar todos juntos.

Dicho lo mismo los miró a todos.

-Pero no hay que perder los nervios. En cuanto perdamos la calma, estaremos en una clara desventaja.

Ahí estaba, su muñeca entre otras iguales a los demás. Ello le lleno de duda y desesperación. ¿Cuando habían tenido de su presencia para hacer una muñeca de el? -Con una simple foto no se consigue tanto detalle.

-No se engaño Ian, si ya hubiera acabado todo, el mismo lo hubiera dicho por megafonia o en persona. Es así como funcionan las metes de los locos egolatrías como él. Se regodean de sus propios actos y disfrutan demostrándolo. Si hubiera acabado habría dicho algo así, como que ya somos libres y que le debemos la vida o alguna memez parecida.-Contesto al ¿ruso? Sin poder quitar los ojos de su muñeca.
-Si tan solo pudiera llegar a ella.

Me mantuve en la misma postura con la barbilla apoyada en las rodillas observando y escuchando todas las conversaciones. Tras la “ejecución” de Reuel, todo se había vuelto real para mí. Ya no tenía duda alguna de que no era un truco, lo que podían hacernos con aquellas muñecas era demencial, por mi mente desfilaban un montón de ideas absurdas. Habían creado muñecas de todos nosotros y algo les habían hecho a esas muñecas para poder dominarnos, tal vez éramos un experimento para probar si funcionaban.

-La idea de dormir todos juntos me parece bien. Aún no sabemos si fue alguien de esta sala o si fue ese loco, pero cuatro personas murieron. Por separado somos más vulnerables, es posible que si estamos juntos estaremos más seguros. Además, tengo mis dudas de que nos permitan salir de esta sala.

Observó a todos los presentes, aún cogiendo la mano de Reuel. Algunos la miraban, esperando una respuesta.

-Yo le voté- dijo entre sollozos.- Estaba segura de que era una trampa que nos habían tendido los del hotel... Pensaba que si le votábamos se asustaría y nos explicaría porque lo hizo... No pensaba yo que moriría de verdad...

Se pasó la mano por la cara para secarse las lagrimas y se levantó.

-Apoyo lo de dormir juntos, no quiero estar sola.- se abrazó a si misma- Y lo de votarnos a nosotros mismos... No se yo... Ya ha habido un empate, y mirad como ha acabado...

¿En serio estamos planteándonos seguirle el juego a este psicópata? - Digo asombrado. - Es evidente que Reuel forma parte de esto desde el principio, no sé cómo lo hacen pero es una puñetera broma de mal gusto.

Keelin permaneció en silencio un rato, tan sólo escuchando lo que decían los demás y tratando de apartar de su mente la imagen de Charles apuñalando la muñeca. Se acercó a Michelle y acercó la mano a su mejilla, para secar sus lágrimas. - Deja de llorar, se te va a correr el maquillaje. - Le dijo en un susurro, tratando de hacer una especie de broma para animar a la muchacha que parecía completamente desconsolada.

Después tomó aire lentamente y enderezó su espalda. - No podemos seguir corriendo como si fuéramos... gallinas sin cabeza. Tenemos que seguir adelante. - Dijo, todavía con la voz algo temblorosa. Se acercó a Louis y lo miró un instante, antes de señalar el cuerpo de Reuel, en el suelo. - Ese tipo está muerto. Muerto de verdad. No sé si lo estaba esta mañana, pero ahora no hay dudas de que lo está. Tenemos... Que pensar con la cabeza. Ese loco no nos va a dejar salir de aquí tan fácilmente. 

Después se giró hacia los que hablaban de dormir juntos. - Me parece buena idea. Juntos nos protegeremos mejor unos a otros. Y podríamos tratar de hacer guardias. Somos muchos, no debería sernos muy difícil organizarlo y así habría personas vigilando toda la noche.

Intento buscar una explicación racional a lo que está sucediendo pero no me es posible. - Reuel estaba en la organización, eso es seguro. - Hago una pausa pensando. - Si no ¿por qué iba a fingir su propia muerte ante nosotros?

Entonces caigo en la cuenta. - Iba a hablar, por eso volvió. Iba a decirnos lo que ocurría, y ellos le han matado. - Casi entro en pánico. - Esos hijos de puta van a matarnos a todos.

Sentada , cabizbaja y meditabunda, escuchaba las aportaciones de todos. Me sorprendió la idea del moro, pero no dije nada, aunque mis ojos reflejaron una cierta incredulidad. ¿A estas alturas aún penaba que podía estar todo ensayado? Reuel estaba muerto. Quizá él estuviera acostumbrado a que la gente se prestara a morir delante de todos un día sí y otro también, como quien no tiene mucho que hacer, pero no creía que el joven que se encontraba a unos pasos de nosotros pensara lo mismo. Bueno, al menos no había estallado. Seguro que a eso Noor sí estaba más habituado.

Cuando Alec se acercó a mí y pude ver el estado en el que se encontraba me pegué más a él, pasando un brazo por encima de los hombros y llevando la otra mano a su brazo para hablar con familiaridad.

- Yo estoy en la 202. - Le dije. - Si quieres puedes quedarte conmigo. - Ofrecí, antes de empezar a escuchar cómo proponían dormir todos juntos. - O podemos quedarnos aquí con los demás. - Añadí después con el tono más maternal que pude lograr en esta situación. - Tú decides. A mí lo de las guardias me parece una buena idea.

Asintió, abrazándose a Keelin, buscando consuelo, haciendo un esfuerzo por no seguir llorando. No quería que le pasara lo que había mencionado Keelin. Miró a Louis, asustada- ¿Crees que pertenecía a la organización? ¿Cómo podemos saber si fingía o no?

Keelin miró a Louis confusa mientras pasaba un brazo por encima de los hombros de Michelle. - Pero Louis... Si tú fuiste uno de quienes lo votaron... - Dijo con voz suave, tratando de que el muchacho no se alterase más. - Creo que alguien quiere matarnos a todos, no sé si el chino psicópata, o alguno de los presentes, o el chino psicópata junto a alguno de los presentes. Pero no creo que Reuel estuviera en la organización. Si fuera uno de ellos, ¿por qué iban a matarlo... Dos veces?

Alec asintió, reconfortado. El gesto de Esther, le calmó y se quedó así unos instantes, disfrutando del brazo que le rodeaba. El joven pareció encontrar la calma, aunque fuera solo ese momento que duró el gesto.

 Gracias... Dijo, ya con la voz recuperada y esbozando una tímida sonrisa. Yo también prefiero quedarme aquí, podremos protegernos entre todos.

Sin decir más miró a todos los presentes con un brillo nuevo en sus ojos. Se sentía un poco menos solo en aquel lugar, no todo era tan malo al fin y al cabo.

Tanta conversación sobre conspiraciones estaba nublando la mente de Wolfgang, no quería discutir sobre esas cosas. Le apetecía sentarse, estudiar las muñecas... Estar solo. Pero iba a ser imposible. Bueno, también existía la posibilidad de que alguno de esos que estaba allí le hiciese estar solo, para siempre.

-Me parece buena idea lo de dormir todos aquí. Dijo, aclarandose la voz. -Yo no tengo problema con hacer la primera guardia.

Amanda no tenía ni idea de si el tipo ejecutado era de los que como decía Seung estaba implicado en eso o no. Lo más fácil para todos era creer que sí, así no estaría en sus conciencias el haber matado un inocente. Ella no tenía ni idea de si era así, solo Louis decía estar convencido de aquello porque decía que había fingido su muerte. Pero si de verdad le habían atacado la noche anterior y ocurrían cosas sobrenaturales, algo no descartable del todo dado todo lo acontecido, no podían estar tan seguros de esa culpabilidad... incluso podrían haberle votado para acallar si sabía algo.

-Sí, yo también opino que mejor estamos todos unidos- aunque ya habían visto impotentes como morían otros estando en grupo- pero... ya hemos visto que pasan cosas.

Cosas que no podían controlar.

Tras largo silencio, Nathaniel decidió moverse, nervioso por el lugar, frotando sus manos para entrar en calor. Escuchaba muchas ideas, pero... ¿como podía considerar algo sensato en este lugar sin lógica?

- Yo... no sé... No creo realmente estar seguro durmiendo con todos ustedes... A Reuel lo quemaron, ¿como sabremos si mientras dormimos, aquellos que amablemente se ofrezcan a hacer guardia nos quemen a todos? -