Partida Rol por web

Chaos Theory [+18]

Prólogo V: Primer Descanso

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02/10/2018, 02:13
Director

Entonces, todo se había vuelto blanco... Sentían como si cayesen en un infinito vació que nunca terminaría... Y de pronto, tras un pestañeo, estaban parados en otro lugar, con otras personas.

De un momento a otro, se encontraban en el interior de un bar muy bien decorado. A la izquierda, había un pasillo largo con unas ocho puertas de madera oscura a cada lado, terminando con una puerta de metal al fondo de todo. A la derecha, una pared decorada con cuatro cuadros minimalistas, los cuales no sabrían decir si realmente iban con el resto de la decoración... En el centro del bar habían varias mesas y sillas, y al frente se encontraba una barra con una excelente exhibición de bebidas detrás, con su mini-refrigerador en la esquina.

Detrás de la barra, una chica de cabello negro con dos coletas realizo una reverencia formal en cuanto se dieron cuenta de su presencia. Vestía una camisa blanca con cuello abierto, sujetando una bufanda roja a su cuello; encima llevaba un chaleco ajustado de color azul oscuro con bordes negros y escote cuadrado, con una falda corta del mismo color; también llevaba unas delgadas medias altas en sus piernas, y no era difícil pensar que llevase tacones o zapatillas para ir en conjunto. En cuanto se reincorporo de la reverencia, los observo con sus brillantes ojos morados.

-Bienvenidos al Summer Laboratory -su rostro y tono eran bastante neutrales, por no decir inexpresivos. -. Tendré el privilegio de servirles hoy. Me llamo Lena Rose, pero pueden decirme Elena.

Antes de que preguntasen cualquier cosa, la chica tomó una botella de Whisky y empezó a servirlo en dos de los ocho vasos con hielo que habían sobre la barra.

-Por favor, tomen asiento junto a su compañero; no den alcohol a los menores -pidió mientras tapaba el Whisky e iba al refrigerador por un frasco de... Jugo de manzana: lo sirvió en otros dos vasos. -. Tengo bebidas, cigarros, e información del juego: ¿En que puedo ayudarles?

 

 

Notas de juego

Se supone que esto lo haría cuando todos los jugadores terminasen con el enemigo, pero como veo que los otros dos grupos van un poco a su ritmo por temas personales, decidí adelantarles; ya yo he arreglado como unirlos luego.

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02/10/2018, 03:17
Caroline Marki

- Hablaré si quiero. - Le dijo al sujeto, mostrando un tono desafiante que no dejaba lugar para que demandaran algo de ella. No había duda de que Francesca no era la chica ideal con la cual poder tener una conversación agradable, a diferencia de Caroline. Realmente detestaba que le dieran ordenes o que dieran algunas cosas por hecho, cuando ella siempre debía de tener la última palabra frente a todo. - Ay que pena, te ha herido el pecho... Pues Takumi tampoco lo tiene fácil y no se queja. - Algo obvio teniendo en cuenta que era una marioneta que sólo sabía seguir ordenes, al menos hasta que la rubia pudiera conseguir algo mejor. De cualquier manera, no parecía que simpatizara con la herida que el hombretón había recibido al intentar ayudarla. Normal, si se consideraba que Francesca no era de pensar que necesitara ayuda alguna, a diferencia de su contra parte.

Aún así, mientras hablaba de manera ofensiva al extraño, pudo notar cómo este se preparaba nuevamente para atacar a la criatura oscura, luego de que ella la hubiera sometido con sus hilos, aprovechando la oportunidad de oro que ésta le había comprado con esa acción, gracias a su marioneta. Sin perder el tiempo, Fergus le propinó un poderoso golpe que atravesó por completo al ser de oscuridad, provocando que este se hiciera polvo. Parecía que el grandulón había destruido por completo a su enemigo, lo que significaba que habían logrado sobrevivir a algo que había demostrado ser un enfrentamiento más que complicado. Incluso si la chica no dudaba en tratar mal al joven, no había duda de que este era bastante útil en una pelea, al menos por el momento, por lo que debía de reconocer su valor. Además, siempre era mejor que el recibiera el daño antes que ella o Takumi. Debía de hacer valer ese enorme cuerpo que tenía.

- Bien, Fergus, buen trabajo. No eres un inútil. Como dije antes, soy Francesca, y Lina es Lina. Yo protejo a Lina, y ella sólo se esconde cuando tiene miedo. Simple. - Le explicó con cierta paciencia, ahora que todo parecía haberse calmado, al menos luego de sentir aquel horrible cosquilleo que tanto detestaba la rubia. Esa cosa no hacía más que ponerla de mal humor. Y lo peor de todo, era que el idiota del sombrero no había tardado en aparecer, incrementando el mal humor de la muchacha al parecer detrás de ella como siempre solía hacer. Estuvo a punto de insultarle hasta el cansancio, pero el extraño no les dio tiempo siquiera de responder antes de que todo se volviera blanco luego de explicar que irían a un lugar donde podrían descansar y obtener más información sobre el juego que Caroline deseaba finalizar para obtener lo que quería.

De repente, de la nada, se encontraba en otro sitio completamente diferente al de su hogar dominado por aquel ambiente oscuro. Además de eso, había otras personas y Francesca no pudo evitar mirar con cierta desconfianza al resto, si bien Caroline parecía pensar diferente, en especial no sólo por una de las mujeres que había allí de apariencia bastante salvaje pero igualmente atractiva, sino también por otra hermosa mujer que parecía estar a cargo de aquel precioso bar en el cual ahora parecían encontrarse. Era un bello sitio, sin duda. Me gusta este lugar, parece tranquilo. Dijo Caroline en su mente, mientras Francesca continuaba mirando con cierta desconfianza a su alrededor, preguntándose dónde estaría el bastardo del sombrero. Además, la chica de la barra, es bastante bonita. Volvió a decir la rubia tímida, al mismo tiempo que su contra parte, Francesca, asentía mostrando a favor de dicha opinión. Pídele su número. Le indicó Caroline, y su "hermana" volvió a asentir complacida, sabiendo que Caroline no lo habría por ella misma porque era una miedosa y dependía siempre de ella.

- Bonito nombre Lena. ¿Me darías tu número? También quiero un poco de whisky. El jugo es para niños. Yo no soy una niña. - Le dedicó una sonrisa divertida a la chica de actitud neutral,  inexpresiva. No, no bebas eso, me hará mal. No es tu cuerpo. La rubia negó con la cabeza bastante cabreada ante las palabras de la otra. - Es el cuerpo de las dos, y si quiero beber whisky, bebo whisky. Déjame en paz. Bastante con eso de quieres jugar este estúpido juego. - Espetó realmente mosqueada ante las protestas de su "hermana" tímida. Siempre se quejaba de todo, y le tenía miedo a todo, por eso siempre dependía de ella. Francesca merecía una recompensa de vez en cuando. No tardó mucho en tomar asiento cerca de la barra, mientras continuaba mirando a la chica de actitud fría, ignorando al resto de los presentes, como si le diera igual si estos deseaban algo de ella. - Mi nombre es Francesca. Lina y yo pensamos que eres muy hermosa. ¿Tendrías una cita con nosotras? - Preguntó traviesa, incluso si suponía que la rechazaría. No era una completa inconsciente de que tenían un cuerpo inmaduro, y que la única que tenía la mentalidad de una niña era Caroline, a diferencia de ella.

Notas de juego

Bueno, pongo parte del post que pondría en el otro lado aquí ya que estoy.

Por cierto, no pude evitarlo, tenía que flirtear con Lena... es Jill del VA-11 HALL-A. La amo con toda mi alma.

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02/10/2018, 11:27
Navy

Le reventó a balazos la cabeza a esa cosa negra y lo único que quedó de ella fue una marca negra en el suelo, eso hizo sonreír a Navy aunque miró bastante cabreada al moco verde por reprimirle las palabras. Por primera vez, al posar su mirada sobre la niña esta se suavizó y empezó a reír, dejando de pensar en el imbécil que la había metido en este lío, removiéndole el pelo.

-Está bien está bien, lo que tú digas. Gracias enana.

No pudo terminar casi la frase que un chasquido blanco y nervioso las transportó a otro lugar a un.... un....-Es el paraíso... Una sonrisa de felicidad y satisfacción se podían ver en Navy mientras miraba a su alrededor y no tardó en sentarse en la silla, antes de siquiera poder hablar, aquella chica lo hizo mientras preparaba el Wisky. Lo que los demás podían percibir en ella era algo de frustración, cabreo y... una pistola colgando de un cinto que iba alrededor de los brazos. 

-Tú me gustas, no como ese capullo del pelo verde... Le dio un trago al Wisky y miró a la chica de la barra. -Una cajetilla del mejor tabaco que tengas. Se quedó en silencio unos segundos cuando la otra cría que no conocía pidió el alcohol.

-Oye niña, si todos los críos fueran como tú los adultos nos quedaríamos sin existencias de alcohol en poco tiempo. ¿Por que te crees que os lo prohiben? ¿por salud? Y una mierda. Empezó a reír habiéndose terminado su vaso en un tiempo record, dando un golpe con el mismo en la mesa. -Eh coletas, ponme algo más fuerte que esto y a esta enana dale algo bueno de comer, se lo merece después de la hostia que le ha dado con un simple zapato a ese bicho. Miró a Karin y le sonrió, parecía que tenía cariño por los niños a pesar de como hablaba y por lo que podía aparentar en un principio. 

Algo la hizo empezar a reír muchísimo, y fue cuando esa niña empezó a ligar con la camarera, no podía parar y hasta dio golpes con la mano en la mesa.

-Me gusta esta cría. Anda coletas dale un buen trago que esta de inocente tiene bien poco, si sabe hablar como adulta puede beber como una jodida adulta. 

 

Le "lanzó" el vaso de Wisky que era para Fergus probablemente, entonces fue cuando decidió prestarle atención al hombre mientras encendía uno de los cigarros que le había proporcionado la muchacha de la barra, girándose para mirar a Fergus.

-Está bien saber que no soy la única adulta en este lugar, ¿También te ha jodido la existencia el idiota del pelo color moco? 

Alzó levemente la copa y con el pie arrastró ligeramente el taburete de su lado, invitándolo a sentarse igual que había hecho su compañera.

-Coletas, cariño, falta un vasito de Whisky.

Rió tras decirlo, pues si faltaba el vaso de Fergus era porque ella misma se lo había dado a la chiquilla. otro tema sería que se lo quitaran, ya no era de su incumbencia si lo hacían o no.  

 

Notas de juego

El chico del Giff pongamos que es Carol XD

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03/10/2018, 08:20
Karin Nakahara

Después de ver cómo el bicho se deshacía y de escuchar el extenso catálogo de palabrotas de Navy, Karin se quedó sorprendida de ver que la chica le daba laa gracias. Pocas veces le habían dado las gracias los adultos, y aquella hizo que la niña esbozara una amplia sonrisa, a pesar de que la hubiese llamado enana. En cuanto aparecieron en ese sitio, Karin se agarró los bordes de la falda, nerviosa, recordando que ese no era un lugar apto para niños. Aunque al ver que había otra niña allí, pareció relajarse un poco.

- Kantoku-san no es tan malo... Al menos no conmigo. - añadió pensando en lo que podría haber hecho para enfadar tanto a Navy.

Mientras intentaba subir al taburete alto de la barra, echó un vistazo al otro recién llegado. "Parece un señor muy fuerte... Y peligroso." Observó, un momento a Navy, dándose cuenta de que ambos tenían ciertas similitudes. En cuanto a la otra niña, parecía mayor que ella y se comportaba como una persona muy adulta. Sintiendo que debía imitarla, Karin dio un salto más fuerte para trepar a la silla, que se inclinó demasiado a un lado y se habría caído si no fuera porque Karin consiguió agarrarse a la barra también, quedándose en equilibrio un momento antes de que el taburete volviese a su posición con un golpe seco. Karin, ya sentada, miró a los presentes nerviosa y esperando que no la hubieran visto y tomó su vaso de zumo sin decir nada.

"He perdido la oportunidad de pedir alcohol..." pensó triste, viendo que la otra niña ya lo había hecho. Se suponía que eso era lo que hacían los adultos y todos allí iban a tomar menos ella. Aunque la invitación de Navy hizo que se le abrieran mucho los ojos, brillantes de emoción, y sonriera de nuevo.

- ¿De verdad? ¿Puedo pedir lo que quiera? ¡Gracias! - hizo un gesto con la cabeza, ilusionada, como si estuviera dando saltitos encima del taburete. Se giró hacia la chica de las coletas y apoyó ambas palmas sobre la mesa - ¡Quiero un parfait! De fesa y chocolate y nata ¡y muyyyy grande! - abrió mucho los brazos y esperó a que la chica de las coletas le sirviese, balanceando sus pies en calcetines debajo del taburete y dando más palmaditas a la barra.

Frambuesca, ¿cuántos años tienes? - preguntó asombrada, al verla hablar de esa forma con las dos chicas - ¿Y quién es Lina? Yo soy Nakahara Karin, encantada. - saludó con la mano a la niña y al otro chico, consciente de que iba a ser difícil bajar del taburete para poder saludarles.

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03/10/2018, 12:50
Fergus

La batalla había culminado, el monstruo que le había realizado un tremendo corte en el pecho en forma de X, aquello en parte había sido la motivación de darle tal golpe, eso y no morir en el intento. Su golpe perforó por completo la cabeza de la criatura que se desintegro completamente en el impacto, se puso de pie en silencio mientras escuchaba las palabras de la rubia, la niña parecía tener un problema en cuanto a actitud y eso molestaba demasiado a Fergus quien ni siquiera podía recordar su pasado como para estar soportando a una niña malcriada en el presente. Cuando la aclaración de quien era quien había sido dicha el peliceleste solo pudo interpretar que aquello se trataba de algún caso extremo de doble personalidad y quien sabe que otro tipo de personalidad tuviera la niña o incluso enfermedad sicologica. Se mantuvo de pie mientras intentaba arreglarse la ropa superior debido al corte, la chaqueta y la camiseta había sido destrozada y nada le servía para mantenerse vestido, lo mejor que podía hacer ahora mismo era quitarselo y optar por no usar nada, aunque en ese preciso momento apareció nuevamente el tipo de cabello verde. Su sangre se calentó como si estuviera bajo fuego ardiente, su cuerpo se movió por pura inercia lanzando un gancho alto que no culminó en nada, simplemente habían aparecido en un nuevo lugar mientras Fergus aún estaba en pose de combate, aquello siempre terminaba siendo una sorpresa como si fuese una especie de sueño.

Al ver el nuevo lugar el cuerpo de Fergus se relajo unos instantes, el no tener que estar peleando contra criaturas misteriosas era tranquilizador aunque aún tenía demasiadas preguntas sin respuestas y recuerdos inconclusos, sabía que Fergus era como le decían pero no parecía un nombre realmente acorde a los naturales, quizás algo en su pasado le diese la respuesta a aquello. Ni siquiera se había fijado que otras personas se encontraban allí, simplemente se quito la chaqueta y luego la camiseta dejando su torso desnudo completamente visible, su rostro parecía algo molesto mientras se revisaba la cicatriz en el pecho en forma de X con la vista y la yema de los dedos, luego simplemente se coloco la chaqueta rojiza que combinaba con sus pantalones de tono similar, aquella chaqueta mantenía la X que dejaba el torso a la vista, en aquel momento notó a otras personas, dos chicas. Para su sorpresa la niña que le acompañaba "Francesca" se acerco rapidamente a la barra y comenzó a coquetear descaradamente con la chica de cabellos azules, una sonrisa se observo en Fergus a quien le hizo gracia tal acción. Caminó hacia ellas sentandose a un lado de la niña con la cual había llegado a la par que le quitaba el vaso de Whisky con la punta de los dedos de la mano derecha para llevarla hasta sus labios y beber el trago de un vuelo, necesitaba sentir el ardor del alcohol recorrer su cuerpo. -Esta niña sufre un tipo de trastorno bipolar con doble personalidad, creo. -Aquello apareció en su mente, no recordaba nada sobre ser un medico o algo parecido, hasta ahora lo más cercano sobre su oficio seria boxeador o algo parecido. -Y me hace falta más el whisky a mi. -Finalizó tal tema dejando en claro que le daba absolutamente lo mismo si tomaba o no alcohol, simplemente él deseaba tomar primero que ella. Observó de reojo a Navy quien le había dedicado unas palabras, dio un leve suspiro levantando los hombros como si aquello fuese un tema que le había dejado con la espina clavada, realmente hubiera deseado darle un golpe en plena cara al tipo de pelo verde. -Asumo que nos tienen como niñeros, aunque realmente tampoco es que recuerde demasiado sobre mi existencia como para que la haya arruinado. -No aparto la mirada de los ojos de Navy, realmente no tenía idea de que pensar de todo aquello y seguía pensando que todo era una especie de trampa del tipo de cabello pasto hacia él. -Eh, danos un par de vasos más, asumo que con un solo vaso no vamos a quedar satisfechos. -Tras ello notó la presencia de la otra niña rubia cerca de él saludando con su mano, el rostro de Fergus pareció suavizarse levemente como si no pudiera resistirse a tratarle bien y estrechar la pequeña mano de la chica con la suya considerablemente más grande aunque sin realizar ningún tipo de fuerza para evitar lastimarle. -Un placer, Fergus. -Se presentó con una sonrisa tanto en los labios como en los ojos bastante amable. -Eh Lena. -Miró con más seriedad a la bartender. -¿Que es todo este juego que hacen tú y el tipo de pelo verde? -Asumió que estaban relacionados de alguna manera.

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04/10/2018, 02:52
Lena Rose

-Hm... -en primera estancia, la chica se mantuvo callada unos segundos cuando Francesca le vino con tanta confianza, entregando los cigarros a Navy mientras pensaba que responder. -. No tengo teléfono, y no tengo permitido responder a invitaciones... -dijo a Caroline antes de ver a Navy, clavando sus ojos morados en la chica para añadir. -. ...como tampoco esta permitido dar licor a los menores, o hablar con mala lengua delante de ellos... -y le arrebato los cigarros en su cara antes de que siquiera pudiese pedir algo para encenderlos, guardando el paquete en su uniforme. -. Serán sancionados de incumplir las normas.

Con una hábil destreza, la chica relleno los dos vasos de los mayores con Whisky, dando vueltas a la botella en su mano antes de colocarla en su lugar. Después se dirigió a paso rápido hasta el refrigerador y dio un par de palmadas sobre este, esperando unos segundos para abrirlo y luego sacar dos grandes y anchas copas de parfrait ya preparado, el cual ni siquiera cabía en la copa por la cantidad de cosas que tenía; Chocolate, fresa, galleta, lluvia de colores, arequipe, leche condensada, nata... Todo bien decorado y dividido en capas para que se pudiese sentir algo con cada bocado. Puso una de las grandes copas delante de Karin, la otra delante de Francesca, y por último les puso una cuchara a cada una. Era una cantidad enorme de postre.

-Esté -señala el parfrait de Francesca mira a la niña. -. Es para Caroline... -ella entendería.

Luego de secarse con un pañuelo blanco, la bartender relleno de vuelta los vasos de Fergus y Navy para que tuviesen algo para tomar mientras respondía a la pregunta del chico.

-No tengo permitido dar muchos detalles, al menos no ahora, pero puedo contarles los conceptos básicos: Para hacerlo simple, imaginen distintos planos existiendo en un mismo mundo, todo pasando a la vez en los mismos lugares, al mismo tiempo, pero en diferente plano. Sucede que hace siglos, varios planos chocaron por accidente, y crearon lo que se llama como El Vació, un lugar devastado y que representa la extinción de la tierra como la conocen: Allí solo habitan criaturas oscuras y sin corazón, cuya única existencia se debe a la esencia... -hizo una breve pausa para que fuesen captando todo por partes, mientras que observaba las bebidas de Navy y Fergus por si necesitaban ser rellenadas, en cuyo caso lo haría. -. Por temor a que los planos pudiesen volver a colisionar, y que las criaturas escapasen, un Dios decidió realizar un juego cada tantos años para que un grupo de personas se enfrenten a esas criaturas y mantengan la esencia bajo control... Ustedes, los jugadores, son esas personas, y la esencia es aquello que da poder y vida a los habitantes de los planos.

Su explicación no aclaraba muchas cosas... Más bien parecía un charla de historia que creaba más dudas

-El destino los escogió como jugadores para poder obtener un deseo a cambio. Los menores son llamados Guardianes, teniendo la capacidad de dar forma a sus deseos e imaginación en los otros planos para utilizarlos en combate y acabar con las criaturas. Los adultos son los Generadores, pues ellos son los que pueden procesar la esencia conseguida para fortalecer a su guardián. Deben trabajar en equipo para completar los objetivos que Kantoku-Sama dará a diario, y así llegar a la cima entre los otros equipos y hacerse con el premio. Al completar el trabajo, o cuando el tiempo se acabe, serán transportados a este plano y podrán tomar un descanso -hizo una pausa para inclinarse un poco sobre la barra y señalar al pasillo con las puertas. -. Mientras estén aquí, pueden visitar las salas de descanso; lo que suceda allí no sera visto ni oído por ningún otro participante, por lo que podrán tener privacidad con su compañero para conocerse mejor o dar los niveles de esencia -de pronto, su mirada se volvió un poco fría, clavándose en Navy y Fergus. -. Queda de más decir que serán gravemente penalizados si realizan algún acto desagradable o abusivo contra sus guardianes...

Entonces, volvió a rellenar los vasos y, tras dejar la botella en su lugar, saco uno de los cigarrillos del paquete y lo encendió con un yesquero antes de llevárselo a la boca y fumar un poco antes de soltar una bocanada de humo al techo para evitar echarlo en sus caras.

-Pronto Kantoku-Sama llegará para explicarles algunas cosas más referentes a la esencia, las normas del juego, y como salir de aquí. Mientras tanto... -otra pequeña fumada y bocanada al aire. - Pueden disfrutar de la bebida y conocerse un poco... Sin dar licor a los menores -concluyo mirando de reojo a Navy antes de continuar con su cigarro.

 

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04/10/2018, 04:01
Caroline Marki

Al escuchar la mención de su persona por parte de la mujer de actitud salvaje, la rubia frunció un poco el ceño, un tanto molesta con el hecho de que la llamara de esa forma. - No soy una niña. Soy Francesca. Lina es una niña. Yo tengo veinticuatro. - Le aclaró en un tono frío a la mujer, dejando en claro que no soportaría que la volviera a considerar como a una menor, a pesar del cuerpo en el que se encontraba. Odiaba esa clase de confusiones de parte de otras personas. - Como no soy una niña, puedo beber alcohol sin problema. - Volvió a expresarse, dejando en claro que quería su maldito vaso con whisky, o de lo contrario tomaría una de esas botellas y se la partiría en la cabeza al primero que le dijera que no.

No obstante, por suerte para ella, la mujer aguerrida no tardó en volver a reír ante el hecho de que Francesca estuviera coqueteando con la bartender, algo que despertó una sonrisa en la joven al ver cómo ésta le entregaba el vaso de Fergus para ella. Parecía que no era tan mala después de todo. - Gracias, encanto. - Le guiñó un ojo divertida, al mismo tiempo que se disponía a aferrarse al vaso como si fuera oro puro... si no fuera porque el grandulón se le había adelantado, robándole su bebida por designio de los dioses, y bebiendo de la misma. - Escúchame bien... pedazo de mierda. Ese whisky era mío. No quieres cabrearme. - Espetó molesta mientras veía cómo el sujeto se bebía lo que ella consideraba que le correspondía. Sin embargo, no había mucho que pudiera hacer, a menos que quisiera matarle. Tal vez debería de hacer que sufriera un accidente luego, o algo parecido, con eso aprendería de seguro. No, no hagas eso. No parece una mala persona. - Cierra la boca, Lina, me robó mi whisky. Merece un castigo. - Expresó cabreada al mismo tiempo que escuchaba a Navy y a Fergus hablar entre sí. Ya se cobraría aquella ofensa. Siempre se acordaba.

Sin embargo, mientras pensaba en lo que haría para enseñarle un poco de respeto al hombretón que se había robado su bebida, la otra niña presente, unos años menor en comparación a Caroline, buscó llamar su atención con un saludo de mano, luego de haber pedido un enorme postre. - Tú y Lina se llevarían bien. A ella le encantan los dulces. A mí también supongo... pero prefiero whisky. - Le aclaró a la vez que alzaba su mano en saludo, como respuesta al gesto de la pequeña que se había dignado a presentarse. Me agrada, dile que quiero ser su amiga. La rubia puso los ojos en blanco al escuchar las palabras de su "hermana", antes de suspirar resignada. - Lina dice que quiere ser tu amiga. Nada de cosas rositas. Odio esa porquería. Además, yo debería de ser su única amiga. - Expresó molesta ante el hecho de que Caroline quisiera relacionarse con otras personas. Nunca era bueno. No se podía confiar en el resto. Tendría que haberlo aprendido con lo que le sucedía en el colegio, pero noooo, quería que todos la quisieran. No conocía la realidad. Era tan sólo una niña.

- Me llamo Francesca, no Frambuesca, ni Frambuesa, aunque soy deliciosa como una. - Le aclaró a Karin con una sonrisa traviesa, aunque de seguro no comprendería lo que había querido decir. Esa niña parecía demasiado pura e inocente. No como la hermosa bartender que debería de saber muchas cosas. - Tengo veinticuatro. Lina tiene trece. Es un poco mayor que tú. - Respondió a la pregunta de buen humor, ya que no le desagradaba la chica, parecía bastante adorable, incluso si a Francesca le gustaban las chicas cercanas a su "edad". - Lina es... Lina. Caroline. Está aquí conmigo, sólo que ahora es mi turno de jugar. - Dijo con un tono divertido, a pesar de que tuviera que repetirse todo el tiempo con respecto a ese hecho más que claro. El idiota grandulón tampoco lo había comprendido, lo peor era que hablaba de tonterías, sin reconocer la existencia de las dos. Ilusos todos. Tranquila, no te enojes, Fran. Sólo no lo comprenden. La rubia negó con la cabeza, quitándole importancia al asunto, en el momento en el que la bartender le respondía sus preguntas.

- No soy una menor, ya lo dije antes... ¿por qué nadie me escucha? Venga... dame mi whisky, Lena. Te lo compensaré y tu jefe no sabrá nada... - Se expresó con cierta lascivia, a la vez que le dedicaba una mirada intensa a la mujer de la barra. No había duda de que su forma de comportarse no era la propia de una jovencita de su edad, si bien Francesca era Francesca, Caroline no tenía nada que ver con su actitud. Fran... sólo te dije que le pidieras su número... no que coquetees de esa forma. Nos harás quedar mal. - Calla, si te lo dejo a ti, lo arruinaras seguro. Tienes que ser directa, Lina. - Le explicó un tanto mosqueada, antes de calmarse y ablandar la expresión, resignándose a la actitud dulce de la joven. No por nada la quería, incluso si era muy débil, más de una vez. - Yo también puedo disfrutar el postre... ¿o no me quieres aquí? - Preguntó un tanto extrañada a la bartender, al ver que ésta parecía ofrecerle el postre a Caroline en vez de a ella. Ya que le había negado el whisky, al menos podía disfrutar un poco del postre.

Lamentablemente, luego empezó a responder la pregunta de su "compañero", matándola por completo del aburrimiento, mientras hablaba sobre planos dimensionales, y no sé qué otra información basura sin importancia, al menos para ella. El resumen era bastante simple, ella debía de hacer misiones contra el Vacío, y alcanzar la meta final del deseo que Caroline quería. Eso y... tenía que trabajar en equipo con el idiota que le había robado su whisky... Genial. Bueno, no es tan malo. Además, te dije que eso me haría mal, es mejor que te lo haya quitado. Le explicó su "hermana" en su mente, forzando otro nuevo suspiro de la rubia que ya se había resignado a que no obtendría una maldita copa. Era el peor día de su vida, o al menos uno bastante malo. - Pues a mí y a Lina nos encantaría conocerte a ti, en privado, Lena... y hacer actos... divertidos, contigo. - No dudó en aprovechar aquella parte de la explicación de la bartender, en cuanto ésta había mencionado lo de los actos desagradables o abusivos. Tras decir eso, se llevó la cuchara con una pequeña porción de su postre, a la boca, limpiando la misma al final con su lengua de una manera bastante provocativa.

Sin embargo, durante un instante, la rubia cerró los ojos, mostrando una expresión de cierto enojo, antes de que la misma adquiriera un tono más de tranquilidad, para luego volver a abrir los ojos. - L-lo siento. F-Fran no es mala... pero es un poco... - Les explicó a los presentes con claro nerviosismo en su voz, a la vez que sus mejillas se enrojecían como tomates por la vergüenza. De vez en cuando, mientras saboreaba su postre, le dedicaba unas miradas tímidas a la bartender, como si quisiera apreciar un poco más su belleza, a pesar de que no tuviera mucho valor para hacerlo. Mirala bien a los ojos, tonta. Eres un amor, de seguro le robas el alma. Expresó Francesca en su mente, bastante mosqueada con que le hubiera robado su oportunidad de divertirse un poco. Caroline miró luego a Karin, ignorando las palabras de su "hermana", para dedicarle una sonrisa gentil a la pequeña, aunque sin decir una palabra y devolviendo su atención al postre para sacarse los nervios. - G-gracias por el pa-parfait, Elena... - Agradeció a la mujer en un tono de voz apenas audible. Quería ganarse su cariño, pero sabía que era muy joven y que sólo la tratarían como una niña. En eso, sabía que Francesca sabía comportarse mejor que ella para obtener lo que quería.

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04/10/2018, 14:56
Navy

A la muchacha le pareció buena idea quitarle el paquete de cigarrillos cuando esta estaba a punto de abrirlo para tomar uno y responder al muchacho. Todo se sucedió muy rápido y por suerte la mujer volvía a llenar los vasos de Whisky para ambos, el cabreo de Navy era palpable y las ganas de tomar con sus manos la pistola y amenazar a la tipa lo eran aún más, pero necesitaba información y por mucho que le fastidiase, la necesitaba viva para ello.

-Tienes suerte de que quiera que expliques las cosas...

Resopló, se bebió de un trago el alcohol e intentó atender todo lo que podía mientras su pierna se movía nerviosa cada vez más mientras hablaba aquella mujer y cuando esta terminó su discurso, Navy ya iba por su cuarta copa. 

-Que, ¿Ya has acabado? vale, me toca...

Sacó la pistola y la apuntó directamente a la cabeza.

-No me vuelvas a ofrecer algo y a quitármelo de las manos segundos después. ¿Me oyes? No tengo culpa de que esa cría tenga 24 años o no, si es capaz de pedirte sexo es capaz de beber a mi no me jodas. Sobre hacer cosas inapropiadas, no creo que debas mirarnos a los adultos si no a los críos, son ellos los que no saben controlarse aún, como la lengua de esta chiquilla adulta.  Tampoco creo que seas nadie para prohibirnos hacer nada, estamos aquí contra nuestra voluntad, yo no recuerdo una mierda de mi pasado y no estoy aquí por gusto y estoy segura de que si nos ponemos deacuerdo y no jugamos ese estúpido juego, se os acaba la tontería por lo que nos necesitáis contentos. 

Puso el seguro a su pistola y la guardó mientras hablaba la última frase de aquella burrada de palabras.

-Ahora, dame esos cigarrillos y algo con lo que encenderlos. 

Se la veía realmente cabreada y, a pesar de haber puesto seguro a su pistola se notaba de lejos que tenía un carácter bastante explosivo, no era muy buena idea joderle la existencia la verdad.

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04/10/2018, 15:21
Fergus

La información era útil, bastante útil si es que realmente era fidedigna y con todo lo que había visto hasta ahora no había nada que le proporcionase algún tipo de duda en relación a que los poderes de las criaturas sombra, su extraña recuperación rapida, las habilidades de Caroline y que el tipo de pelo verde actuara de tal manera fueran mentira, llevo su mano izquierda hasta su menton mientra se apoyaba en la barra y tomaba nuevamente el vaso de Whisky sin dejar una sola gota. Ignoro por completo las palabras de Francesca, realmente su actitud ya le había molestado bastante y prefería ignorar por completo lo que tuviera que decir si no lo decía con buenas palabras. 

 -Ya veo. Es decir que esto no es una especie de truco ni broma, simplemente es algo que no habíamos podido comprender por el momento, eso explica muchas cosas como las habilidades aumentadas de mi cuerpo y la extraña marioneta que manejaba Francesca, además de la criatura a la cual nos enfrentamos. -Analizó con tranquilidad en voz alta, no parecía querer compartirlo con los demás, más bien era una forma de poder recordarlo más adelante con mayro facilidad. -Asumó que Kantoku es el tipo de sombrero y pelo verde, él entonces es quien maneja los hilos de todo esto e intenta mantener en orden los planos existentes, eso nos deja sin razones aparentes para el porque nuestra memoria. -Miró de reojo a la cabreada Navy. -Fue arrebatada, supongo que es una forma de fomentar a que tengamos una razón para competir y obtener nuestras memorias de vuelta, también como el hecho de que nos obligaran a ir a esas "misiones" y si no lo hacemos lo más probable es que perdamos las vidas al pelear con las criaturas, es estar con la espalda contra el esquinero, es un fastidio.

La actitud de Navy se había puesto tan explosiva como la de Francesca por un mero cigarrillo, Fergus bebió su cuarto vaso de whisky, sintió el cuerpo algo mareado notando que al parecer no era muy bueno bebiendo, eso demostraba que quizás no era algo que hiciera habitualmente y por ello era necesario que se detuviera, aun así su cerebro parecía estar funcionando correctamente aunque su rostro se mostraba un poco sonrojado, más aún por su albinismo. 

-Ey Ey.. -Miró a Navy desde su altura, la diferencia era notable a pesar de la distancia de al menos un puesto entre ambos. -¿Quieres calmarte y pedirle de buena manera un cigarrillo? Lena esta siendo cooperadora y aún tengo muchas preguntas. -Asumía que todo lo que pudiera pasar en este momento no sería grave, aunque le apuntase con el arma algo podría suceder para evitar que se la amenaza fuera cumplida. -La siguiente pregunta. -Miro nuevamente a Caroline y Karin quienes ahora parecían estar juntas. -¿Que son exactamente los guardianes? Y no me digas "niños" así como si nada, me refiero a ¿de donde los han sacado, son seres humanos o vienen de otro plano? -No quizó inferir nada con ello, aunque claramente sus preguntas iban a algo en concreto. -Eso me daría una buena idea de lo que sucede con Caroline. -Parecía ser que le había tomado cierto cariño a Caroline y no así a Francesca. -Y si es real aquello de que son dos personas atrapadas en una, asumó que tú deseo sería que ambas tengan un cuerpo independiente ¿no? -Había estado analizando sobre ello desde que la chica había dicho que era alguien de 24 años y que era una razón suficiente para luchar por ello, aun así su mirada era incriminatoria como si continuase enfadado con algo. -Dos ultimas preguntas... -Levanto su mano derecha para hacer el gesto con los dos dedos levantados bajando cada uno mientras hacia las preguntas finales. - ¿Puedo enfrentarme solo a esas criaturas y dejar de lado a Caroline? ¿Que sucede si mi deseo es que todos los planos colisiones y todos mueran? -Su mirada era fría y directa mientras observaba a Lena, realmente era una opción para él y lo pensaba seriamente, había estado recordando cosas poco a poco y realmente tal situación le molestaba, ciertamente odiaba ser utilizado para los fines, aunque fuesen buenos, de otras personas. 

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05/10/2018, 22:07
Karin Nakahara

Karin observaba con los ojos muy abiertos a la niña que no dejaba de soltar palabrotas, mirando de vez en cuando a Navy, casi pensando que esa mala costumbre se la había pegado ella. Pero sus preocupaciones desaparecieron cuando Lena sacó ese enorme parfait para cada una de las dos niñas. Se quedó un momento observándolo, con la boca muy abierta y los ojos brillándole de emoción, mientras lo observaba, poniéndose incluso de pie en el taburete para buscar el mejor sitio por el que empezar a comerlo.

Con cuidado, cogió un poco de nata del costado y se lo llevó a la boca que ya tenía abierta de asombro. Cerró los ojos para disfrutar mejor de aquel sabor tan dulce y se volvió a sentar ilusionada, admirándolo antes de decidir comérselo, mientras canturreaba y movía la cabeza de un lado a otro. "Así que por eso los mayores van tanto al bar..." pensó mirando el parfait, convencida de que eso era lo que comían los adultos y que se negaban a dárselo a los niños porque tenía mucho azúcar.

Karin sonrió contenta al ver que Fergus le daba la mano. "¡Como si fuese una adulta!" Luego se fijó en que la otra niña también le saludaba y volvía a mencionar a esa tal Lina. "Debe ser una amiga invisible, como los míos." Karin estaba cada vez más emocionada, parecía que podría hablar por fin con alguien, aunque no fuese de su edad.

- ¡Yo también quiero conocerla! - respondió sonriente - Y no te prucupes, podemos jugar todas juntas. Aunque las cosas rosas son para bebés, bleh. - sacó la lengua, dando a entender que no le gustaban - Ah, vale, Fancescra. - sacó el pulgar, dando a entender que se había aprendido mejor su nombre... aunque no fuera capaz de pronunciarlo - ¿Veintricuato? ¡Pero pareces mucho más joven! - dijo, recordando que a las señoras mayores les hacía ilusión que les dijeran eso. 

"Pero parece de mi edad... Y la gente no sabe a frambuesa, sabe salada." sacudió la cabeza cuando dejaron de hablar, volviendo a centrarse en su postre. Tal vez su nueva amiga fuera un poco rara y se inventase, pero era una amiga a fin de cuentas. Además, Karin también se inventaba muchas cosas... Mientras iba cogiendo a pocos cucharadas de su enorme parfait, se quedó escuchando la historia de Lena. Lo único que entendió de todo eso fue que tenían que luchar y que les darían un premio si lo hacían bien, un deseo, como había dicho Kantoku-san. 

- ¿Eso significa que estamos en un sitio mágico? ¿Esto también es mágico? ¿Y tú? - preguntó mirando a las paredes y luego a Lena. Sería la única forma de explicar que tuviesen parfaits tan grandes allí.

Sin embargo, antes de que pudiese responder Lena, Navy entró en cólera y la amenazó con la pistola. Karin se metió la cuchara a la boca, se tapó rápidamente los oídos con las manos y cerró los ojos con fuerza, esperando que eso acabase pronto. Por suerte, Fergus intervino para detenerla y Karin pudo volver algo más tranquila a su postre. Pero viendo que estaba preguntando cosas más raras, le hizo un gesto a Lina y le susurró.

- Luego podemos ir a jugar si quieres. - sonrió.

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23/10/2018, 02:52
Lena Rose

Definitivamente, ver esa aptitud en una niña no era algo muy agradable...

-Si quieres que se te trate como a una adulta, empieza comportándote como una: no digas malas palabras frente a los pequeños, y tampoco hagas bromas de doble sentido... -le dijo firmemente mientras pasaba a dirigirse a Fergus, quien parecía ser quién se tomaba más enserio la situación. -. Efectivamente, es tal como dices...

Entonces, a Navy le dio un ataque de ira y empezó a amenazar con su arma. Fergus hizo un esfuerzo por calmarla, pero eso ya lo hizo ella misma. Igualmente, en cuanto esta ordeno los cigarrillos de vuelta, Lena simplemente chasqueo los dedos delante de la chica: el resto no lo sabía con certeza, pero la verdad es que de un momento a otro el cuerpo de Navy se encontraba totalmente paralizado, ni siquiera podía pestañear; le costaba respirar, y sentía como si su cuerpo se fuese a partir en cualquier momento sin tener oportunidad de gritar por el intenso dolor.

-Si deciden no participar, se colocará recompensa por sus cabezas y terminarán muertos a manos de aquellos que si desean participar... Vuestra existencia pende de un hilo, y son sumamente fáciles de remplazar; si no quieres perder la oportunidad de poder fumar otro día más, te aconsejaría conocer tu lugar y acatar las normas -dijo fríamente mientras mantenía clavada la vista en Navy. A los pocos segundos, chasqueo los dedos y la chica pudo recuperar el control de su cuerpo e ir recuperando la respiración; casi enseguida, Lena saco el paquete de cigarros y un yesquero, colocando ambos delante de ella. -. No vayas a fumar en la cara de nadie... Y el uso de armas en el establecimiento están prohibidas, así que mantén la pistola guardada...

Entonces, dirigió una mirada hacia Karin, quien parecía ser quien se tomaba todo con más... naturalidad.

-Si, algo así... Aunque si se comparase con la magia, todo esto seria unas... 10 veces, más increíble y difícil de comprender -le respondió antes de volver a dirigirse a Fergus, quien continuaba con sus preguntas.

-Los guardianes son niños del plano humano; cuando llega la hora del juego, el tiempo se detiene para ellos y viajan al Plano del Vació para participar. Cuando se vayan de aquí, ellos regresarán a donde estaban justo cuando el juego comenzó, y ustedes los acompañarán como sus generadores; no podrán ser vistos, oídos ni sentidos por nadie más, pero podrán interactuar con objetos pequeños siempre y cuando no haya nadie más que su guardián presente. Como generadores, podrán ver a otros acompañando a sus guardianes en el plano humano, pero tienen totalmente prohibido mencionar a su guardián algo al respecto; la identidad de los guardianes debe ser secreta en el "mundo real". Los guardianes son niños cuyos deseos e imaginación toman forma física afuera del Plano Humano, lo que los convierte en personas con poderes más allá del alcance de muchos; según avance el juego, sus poderes irán aumentando gracias a la esencia que consigan. Los guardianes deben ser tratados con respeto y admiración, por lo que ustedes, generadores, deben referirse a ellos como "-sama" -hizo una breve pausa para continuar escuchando a Fergus y luego responder. -. Enfrentarse solo a una criatura del vació puede terminar muy mal; en el mejor de los casos podrías derrotar a una o dos antes de perecer, y eso es mucho decir... Si tu deseo es la destrucción de todos los planos, simplemente debes llegar hasta el final con ese deseo en mente; muchos han llegado aquí intentando hacerse los amenazadores, pero han visto mejores formas de usar su deseo cuando el fin del juego ha llegado...

Entonces, volvió a rellenar los vasos de whisky, y luego procedió a dirigirse a ambas guardianas.

-Caroline, Karin: no esperamos que comprendan verdaderamente la situación en la que están al primer intento, así que como recomendación, les pido disfrutar del postre y seguir los consejos de sus generadores cuando intenten explicarles algo referente al juego, al menos hasta que sepan tomar el mando ustedes mismas.

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23/10/2018, 04:00
Caroline Marki

La reacción de la mujer de actitud alocada, había sorprendido a Caroline, la cual no tardó mucho en mostrarse bastante aterrada ante el hecho de que Navy hubiera sacado su arma y apuntado con ésta a Lena. Por un momento, no pudo evitar mostrarse preocupada por la bartender, principalmente porque no deseaba que le sucediera nada malo, no cuando era tan hermosa y había sido lo suficientemente amable con ella como para ofrecerle aquel parfait. Sin embargo, no había mucho que ella pudiera hacer, no cuando era Francesca la que solía actuar en esa clase de situaciones. - P-por favor... n-no molestes a Lena. Ella se preocupa por tu salud. - Explicó con cierto temor en su voz a la aguerrida mujer. No quería que ésta le hiciera daño o matara a la bartender, no se merecía esa clase de cosas, y no era usual que alguien la tratara bien, por lo que no quería perder a una persona que era gentil con ella, incluso si no le había dado su número telefónico. No te preocupes, Lina. Si hace algo, la ataré con las cuerdas de Takumi... incluso podríamos hacer algo de bondage con ella. Es bastante bonita, por más que esté loca. Las palabras de su "hermana", hicieron que la rubia se ruborizara. No era como si ella buscara esa clase de cosas pero... cuando era el turno de Francesca para jugar... ella solía ver cosas que no eran apropiadas para alguien de su edad.

Por fortuna, la mujer no había tardado mucho en guardar su arma, provocando un suspiro de tranquilidad en la pequeña. No quería ver cómo su "hermana" usaba las cuerdas para algo así. No era apropiado ni tampoco quería pelear con Navy, quien había sido tan amable con Francesca, anteriormente. Su "compañero" de juego, también había reaccionado, intentando calmar a la pistolera, por más que ya no fuera necesario hacerlo, viendo que había guardado su pistola. De cualquier forma, no se había demorado en hacer algunas preguntas respecto al juego que a ella no le importaba demasiado, ya que sólo deseaba el premio al final del mismo. Sólo sabía que debían de cumplir con ciertas misiones y pelear contra aquellas criaturas tan extrañas de antes. Por otro lado, parecía que Fergus no había comprendido muy bien la cuestión de Caroline y Francesca, si bien a la rubia le parecía que aquello era muy simple de comprender. Eran hermanas, y eso era lo único que importaba. Aún así, no había necesidad de repetirse, y a ella se le hacía difícil hablar con los adultos, por lo que quería ahorrar sus fuerzas para algo importante.

Lo más extraño fue cuando Lena reaccionó ante la actitud amenazante de Navy, dejándole en claro que ella no era quien mandaba en ese lugar, sino la bartender en sí. Había sido sólo una cuestión de segundos en el que la bella joven le había hecho algo raro a Navy, como si la hubiera paralizado, y con ello también su capacidad de respirar, de poder hacer cualquier cosa. Era como si pudiera terminar con su vida en cualquier momento con tan sólo desearlo. Uooh... que genial... Creo que estoy enamorada. Dijo su "hermana" en su mente, a lo que Caroline respondió asintiendo, realmente impactada por el poder que poseía Lena, pero también porque era verdad que se veía muy... "cool". - Y-yo también... - Murmuró un tanto nerviosa, reconociendo las palabras de Francesca, mientras miraba con cierta fascinación a la bartender. Tenía que admitirlo, incluso si había sido un poco extrema, la joven mujer se veía extremadamente hermosa en esa situación.

No obstante, la pregunta del Fergus llamó nuevamente la atención de la pequeña, provocando que ésta inclinara la cabeza hacia a un lado, un tanto confusa ante la razón por la cual deseaba saber el deseo que ella anhelaba cumplir. Parecía que pensaba que Caroline deseaba separarse de Francesca, algo que causó cierta reacción de temor por parte de ésta. - N-no, no, no. No quiero separarme de ella. E-es mi hermana, me necesita, y yo la necesito a ella. Mi deseo... - Expresó con miedo, antes de pensar en darle la respuesta a su pregunta, si bien su "hermana" no tardó en interrumpirla, preocupada ante el hecho de que ésta deseara contar aquello. ¡No! ¡Tonta! No le digas al pervertido lo que quieres. ¿Qué sucede si quiere arruinar tu deseo? Si estamos haciendo este estúpido juego, lo haremos hasta el final, y no vas a perder lo que quieres por una tontería como esa. Es secreto. Envíale a tomar por culo. Francesca... tenía razón. No sería bueno que alguien evitara que ella alcanzara su deseo, no cuando era tan importante para ella. Aquello aseguraría su felicidad en la vida, por lo que no podía arriesgarse. - N-no puedo decirlo, es mío. L-lo siento. - Dijo un tanto arrepentida, llevándose otra cucharada del postre a la boca para sacarse la amargura del momento por tener que decepcionar al chico, si bien no podía permitirse esa libertad y la posibilidad de que aquello dejara en la basura lo que deseaba.

La voz de la otra chica, la pequeña Karin, hizo que la rubia mirara en su dirección, mostrándose un  tanto sorprendida ante lo que ésta había dicho. ¿Quería... jugar con ella? ¿Eso significaba que quería ser su amiga? Nunca... nunca había tenido una amiga, excepto por Francesca. Por un momento, permaneció un tanto atontada, no sabiendo muy bien qué decir al respecto. Di que sí, tonta. Quiere jugar contigo, y probablemente ser tu amiga. No es muy difícil. Di que sí. Su "hermana" tenía razón. Además, antes, la niña había dicho que quería conocer a Caroline, por lo que no había duda de que no era una broma o algo parecido. También, dudaba mucho de que una niña tan pequeña pudiera burlarse de ella... parecía realmente amable e inocente. No como las chicas que se burlaban de ella en el colegio y no paraban de atormentarla y hacerle la vida imposible. - E-está bien. - Dijo con cierta timidez, no sabiendo muy bien cómo actuar en casos así. Aquello era algo nuevo para ella. Ey, encima es bonita. Dentro de unos años... La insinuación de Francesca no hizo más que hacer que la rubia abriera los ojos como platos, antes de negar con la cabeza, realmente nerviosa. - Um... ¿q-quieres ser mi amiga? N-no tienes q-que aceptar si no quieres. - Le aclaró, un tanto dubitativa si aquella pregunta había sido correcta. No tardó mucho en devolver su mirada al parfait, su rostro como un tomate, antes de llevarse otra cucharada de helado a la boca.

Sin embargo, mientras esperaba la respuesta de la pequeña, la explicación de Lena sobre lo que eran los guardianes, atrajo el interés de Caroline... bueno, además de que le gustaba escuchar hablar a la bartender, más ahora que había visto de lo que era capaz. Era demasiado "cool" como para ser ignorada por ella. No obstante, la afirmación de que Fergus, o Navy, deberían de llamar a Caroline con el honorifico de "sama", no hizo más que poner nerviosa a la rubia, ya que no esperaba que nadie la llamara de esa manera tan vergonzosa. ¡Oh! ¡Genial! ¡Yo quiero que me llamen Francesca-sama! La rubia tuvo que reprimir la risa ante la idea de que trataran a su "hermana" de esa forma, si bien no tardó mucho en expresarse en contra de la idea. - N-no es necesario q-que me llamen así... Lena. - Afirmó aún nerviosa, prefiriendo que la trataran con normalidad. Aún así, las siguientes palabras de la bartender, respecto a seguir los consejos de su "generador", hicieron que la joven asintiera en silencio, por un instante. - E-está bien. Yo sólo q-quiero cumplir mi deseo... - Aseguró un poco más tranquila, antes de mirar a la joven mujer con cierta dulzura en su mirada, si bien no se demoró demasiado en desviar la mirada, ya que se le hacía difícil mantenerla cuando se trataba de alguien que le gustaba. Por un momento, se preguntó si su deseo funcionaría también con ella. Debía de ser posible.

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23/10/2018, 21:24
Navy

No podía respirar, aquello era asqueroso y su cabeza encima aún daba vueltas... Cuando volvió a tener control sobre si misma dio un fuerte golpe en la mesa.

-¡Joder! ¿Es que nadie se puede poner nervioso y mal? Mierda, ¿por que coño tengo que aguantar tranquila algo que no comprendo y que me han obligado a hacer? Ni siquiera recuerdo mi pasado, no me han invitado aquí con una sonrisa precisamente...

Se podía notar que todas sus acciones habían sido por ser presa de la incomprensión y los nervios, al menos ahora que lo había sacado a relucir se podía entender su forma de actuar un poco... Tomó el cigarro y el mechero, encendiéndolo y dando una profunda calada que al parecer la calmó bastante, como si lo necesitara para poder sobrellevar toda aquella bola de mierda en la que acababan de meterla. Respiró profundamente y tomó algo más de Whisky.

-Vale, aceptemos la situación... ¿Mientras estén ellas en el mundo real, nosotros donde nos quedamos? ¿junto a ellas? Como si fuéramos fantasmas para el resto de la humanidad. ¿Hemos muerto o algo así y es nuestro puto castigo por algo? Suena a esas mierdas la verdad...

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25/10/2018, 00:02
Karin Nakahara

Aunque le daba miedo que Navy pudiese hacer algo horrible allí, parecía que se hubiese detenido de pronto en el sitio. Karin ladeó la cabeza extrañada, mientras seguía comiendo cucharadas del parfait, escuchando lo que decía Lena, cada vez más confundida. En cuanto Navy volvió a moverse, Karin dio un respingo en el asiento y volvió a ponerse a pie para darle unas palmaditas en la espalda.

- Traaan-quiii-laaa. ¿Quieres un poco? - dijo, ofreciéndole una cucharada de parfait - Pero sólo un poco... - murmuró después, pensando que Navy podría ser lo suficientemente bruta como para comérselo entero en segundos. Luego se giró a Lena para responderle con una sonrisa - No hace falta entender la magia, funciona y es bonita. ¡Aunque sólo la del amor! - repuso rápidamente. 

Recordaba haber oído a los adultos decir que la magia era una tontería, pero en muchas películas había oído hablar de la magia del amor. "Debe ser la importante." asintió para sí misma. Entonces oyó la respuesta de Caroline. Como siempre, se había distraído con otras cosas, y se quedó algo desconcertada al recordar que le había preguntado algo antes. 

- ¡Ah! - exclamó al recordarlo, contenta de tener alguien con quien jugar por fin - ¡Vale! - pero lo siguiente que dijo, dejó a Karin aún más desconcertada. "¿Amiga? ¡¿De verdad?!" La pequeña abrió mucho los ojos y sonrió ampliamente, mostrando el colmillito que sobresalía un poco más que el resto de sus dientes - ¡Chi quiero! ¡Podemos jugar y merendar juntas y salir de tiendas y hacer casillos de barro...! No, no, barro no, que mancha... 

Karin se quedó pensando, nerviosa. Pocas veces había tenido amigas reales, si es que las había tenido y no sabía qué cosas podrían hacer juntas. Sólo lo sabía de cuando otras niñas la habían invitado a su casa, pero eso sólo pasaba una vez y no más... Al instante volvió a distraerse con la cantidad de cosas que contaba Lena y asintió firmemente a lo último.

- ¡No he entendido nada! - dijo con gesto casi orgulloso, mirando a Navy con una sonrisa pícara - Jo jo... Así que ahora me tienes que llamar Nakahara-sama... ¡Me gusta! - dijo poniéndose de puntillas en el taburete para parecer aún más alta. Desde allí arriba, su parfait parecía más pequeño, así que Karin no tardó mucho en volver a sentarse - No te prucupes Navy, serás como Naki-kun... Sólo que con más palabrotas. Entonces, ¿si no jugamos nosotras, también moriremos? - aunque su mirada se mantenía fija en su parfait y no parecía haber cambiado su actitud, su tono había sonado algo más frío de lo normal. Poco a poco levantó la vista hacia Lena de nuevo - ... ¿Y qué pasa si perdemos?

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27/10/2018, 22:01
Director

Entonces, todo se había vuelto blanco... Sentían como si cayesen en un infinito vació que nunca terminaría... Y de pronto, tras un pestañeo, estaban parados en otro lugar, con otras personas.

De un momento a otro, se encontraban en el interior de un bar muy bien decorado. A la izquierda, había un pasillo largo con unas ocho puertas de madera oscura a cada lado, terminando con una puerta de metal al fondo de todo. A la derecha, una pared decorada con cuatro cuadros minimalistas, los cuales no sabrían decir si realmente iban con el resto de la decoración... En el centro del bar habían varias mesas y sillas, y al frente se encontraba una barra con una excelente exhibición de bebidas detrás, con su mini-refrigerador en la esquina.

Detrás de la barra, una chica de cabello negro con dos coletas realizo una reverencia formal en cuanto se dieron cuenta de su presencia. Vestía una camisa blanca con cuello abierto, sujetando una bufanda roja a su cuello; encima llevaba un chaleco ajustado de color azul oscuro con bordes negros y escote cuadrado, con una falda corta del mismo color; también llevaba unas delgadas medias altas en sus piernas, y no era difícil pensar que llevase tacones o zapatillas para ir en conjunto. En cuanto se reincorporo de la reverencia, los observo con sus brillantes ojos morados.

-Bienvenidos al Summer Laboratory -su rostro y tono eran bastante neutrales, por no decir inexpresivos. -. Tendré el privilegio de servirles hoy. Me llamo Lena Rose, pero pueden decirme Elena.

Antes de que preguntasen cualquier cosa, la chica tomó una botella de Whisky y empezó a servirlo en dos de los vasos con hielo que habían sobre la barra.

-Por favor, tomen asiento junto a su compañero; no den alcohol a los menores -pidió mientras tapaba el Whisky e iba al refrigerador por un frasco de... Jugo de manzana: lo sirvió en otros dos vasos. -. Tengo bebidas, cigarros, e información del juego: ¿En que puedo ayudarles?

 

 


Aparte de la chica de coletas, habían otras personas ya disfrutando del servicio en la barra. Una muchacha de largo cabello rubio comiendo un enorme Parfrait, sentada junto a un hombre albino que bebía whisky para distraerse. Junto a la pareja se encontraba una niña de brillantes ojos rojos comiendo otro Parfrait, y junto a ella una chica de aspecto rebelde fumando unos cigarros. Si no fuese por la recibida dada por Elena, parecía que ninguno se habría dado cuenta de la llegada de Reshi, Yuki, Ryuuji y Samantha; simplemente habían llegado de la nada, al igual que ellos en su momento...

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27/10/2018, 23:05
Caroline Marki

Tras oír la respuesta afirmativa por parte de la pequeña, Caroline sonrió ampliamente, demasiado encantada con la idea de tener una amiga, además de Francesca. Usualmente, la mayoría de las chicas con las cuales había intentado forjar una amistad, la habían terminado dejando de lado, principalmente por culpa de esas otras compañeras que no paraban de molestarla. Bueno, también era verdad que Francesca ayudaba en mantener alejados al resto, ya que solía responder con violencia a quienes abusaban de Caroline, lo que usualmente complicaba las cosas y evitaba que la rubia forjara alguna amistad. Aún así, al menos su "hermana" la defendía, no como otros que preferían mirar hacia otra parte cuando la molestaban.

De cualquier forma, demasiado contenta ante la fortuna de tener una amiga, la joven asintió varias veces, mirando por un instante a Karin, olvidando de la timidez, al menos por unos segundos antes de recordar que estaba mirando directamente a la pequeña, no tardando mucho en apartar la mirada y devolverla a su postre. - Mm... sí. P-podemos jugar a lo que p-prefieras. Aunque... - No sabía muy bien dónde vivía la chica, y era probable que ni siquiera viviera en la misma ciudad. Aquella idea no hizo más que entristecerla, si bien al menos podría encontrarse con ella en ese sitio tan mágico, a pesar de los peligros que aquel juego representaba para todos. Al final, estaba realmente agradecida al sujeto del sombrero, así como de la bartender. Sin lugar a dudas, estaba más feliz que antes. De todas formas, Lina, no bajes la guardia. No confío demasiado en el idiota del sombrero. Lena, en cambio... me encanta. La voz de su "hermana" volvió a pronunciarse, un tanto alegre por el hecho de que Caroline estuviera feliz, a pesar de que fuera porque había hecho una nueva amiga.

- E-entonces... n-nada de barro. - Afirmó a las palabras de la pequeña, dejando en claro que no jugarían con barro si no era algo que deseara, si bien tampoco habría deseado hacerlo antes. Caroline era demasiado delicada como para jugar con esa clase de cosas. Además, para algo tenía su colección de peluches para jugar, o sus muñecas, así como su consola de videojuegos. Aquello era mejor que jugar con el barro y no hacer otra cosa más que ensuciarse. Sin embargo, comprendía por qué Karin desearía hacerlo. Después de todo, era más pequeña que ella, y muy inocente por encima de todo. Demasiado. Aunque bueno, es adorable, y muy bonita. Dentro de un par de años... Las palabras de Francesca no hicieron más que enrojecer el rostro de la rubia, quien tuvo que ocultar la vergüenza centrando su atención en el postre, llevándose otra cucharada a la boca. Su "hermana" era un poco extrema... aunque era verdad que Karin sería una chica encantadora cuando creciera un poco más.

De cualquier forma, su nueva amiga no había tardado mucho en hacerle una pregunta a la bartender, una más que interesante, si no fuera porque su pregunta había sido ignorada con la aparición de otros individuos en aquel lugar. Al parecer, se trataba de otros participantes, y, si no fuera porque Lena les había dado la bienvenida, la joven rubia no se habría dado cuenta de la presencia de estos. Como Caroline no era de conversar mucho, simplemente se giró en su asiento para mirar a los recién llegados con cierta timidez en su expresión, antes de volver a centrarse en su parfait. A diferencia de Francesca, a ella se le hacía muy difícil hablar con otros, a menos que le hablaran primero. Bah, no deberías preocuparte tanto. ¿Qué te harán? ¿Golpearte? Sabes que no dejaría que nadie te hiciera daño, tonta. Tras escuchar semejante afirmación, la rubia asintió en silencio, dándole la razón a su "hermana". Aún así, no tardó mucho en mirar por un instante a la bartender, lo suficiente para dedicarle unas palabras. - K-Karin hizo una b-buena pregunta... ¿P-podrías responderle? - Preguntó a duras penas, ya que a ella también le interesaba conocer la respuesta a la pregunta, incluso si estaba decidida a participar del juego, por más que el precio a pagar fuera uno bastante caro. Si no cumplía su deseo, nada tendría sentido.

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30/10/2018, 00:23
Samantha Sandford

No había tenido tiempo para respirar tranquila y tomarme un descanso tras finalmente acabar con aquella cosa. El chico de pelo verde apareció de la nada y con un simple chasqueo de sus dedos aparecimos en un lugar totalmente diferente. Aunque en un principio me asusté al pensar que volvería a aparecer otra criatura, lo que vi allí eran otras chicas como yo, y adultos a su lado.

Me tranquilicé al ver que dos de las "parejas" estaban sentadas en una barra tomando algo y había otra más junto a nosotros, que seguramente acababa de llegar. La camarera del lugar se presentó y nos invitó a algo para tomar, no es que estuviese segura de que no eran peligrosos, pero quizás podían explicarnos un poco mejor lo que estaba pasando.

Miré tímidamente de reojo a la chica de pelo plateado (Yuki) y saludé a ella y al chico que le acompañaba con la mano para luego acercarme a Ryuuji. - Ryuuji, ¿Cómo te encuentras? ¿Estás herido? - Él era quién peor lo había pasado en nuestra pelea con ese ser oscuro y por el momento la única persona que conocía y que me inspiraba algo de confianza.

- ¿Vamos con ellos a sentarnos? Parecen majos. - Si había más chicas de mi edad allí seguro que no eran malas personas.

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30/10/2018, 14:00
Ryuuji

En un abrir y cerrar de ojos, ambos se aparecieron en un extraño lugar como…como un bar, lleno de gente, mesas, sillas, una barra, incluso había un barman. Ryuuji estaba claramente mareado, incluso tuvo que apoyarse contra la pared y cerrar los ojos unos cuantos segundos para calmarse, escuchando al instante que aquello era el “Summer Laboratory”…¿Qué era exactamente eso?

Entonces empezó la cosa más rara, comenzó a servir whisky, exclamar que no se lo dieran a los menores y decir que tenía información sobre el juego, ¿el juego del que le hablaron antes?...definitivamente era un sueño, ¿o una pesadilla?, ¿Qué se suponía que iba a hacer?...quería volver a casa…¿pero que era casa?

El muchacho hizo una mueca de dolor y se miró la herida del pecho, la camisa estaba algo roja a causa de la sangre, lo que provocó que soltara un suspiro de resignación y dolor. Entonces, la chica pequeña, Samantha, comenzó a hablarle, preguntando como se encontraba y si estaba herido.

Ryuuji se señaló el pecho y agitó los brazos a la vez que volvía a suspirar.-…-¿Cómo iba a poder hablar con alguien de esa manera?. Al final terminó por decir que podían irse a sentar con los demás…no estaba muy seguro de querer hacer eso, pero la chica le inspiraba confianza, ¿deberían ir?

Lentamente asintió con la cabeza, para luego comenzar a avanzar.

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31/10/2018, 01:46
Reshi

Aparecí junto a Yuki en medio de aquel bar, aunque en un primer momento ignoré todo lo que nos rodeaba para centrarme en ella. - ¿Estás bien?.- En realidad el que había salido peor parado de la pelea era yo mismo, como podían atestiguar los agujeros en mi camisa que dejaban paso a cuatro hendiduras con forma de garra en mi pecho, por suerte no muy profundas pero aún sangrando.

- Disculpe ¿Tiene algo para detener la hemorragia?.- Pregunté en dirección a la barra. Y al levantar la cabeza me di cuenta de que no estábamos solos en la sala, había dos parejas charlando tranquilamente y otra que también acababa de llegar. Devolví el saludo tímidamente a la chica y por su forma de actuar deduje que estábamos todos en la misma situación.

Me acerqué a la barra y tras pensarlo un momento solo tomé el vaso de zumo para ofrecérselo a Yuki. - ¿Que te parece? ¿Vamos con los demás?.- Yo mismo no estaba muy seguro, pero acompañé mi pregunta de una sonrisa afable tratando de inspirar confianza. Ella lo debía estar pasando tan mal o peor que yo; no quería ni pensar en como estaría afrontando con su edad.

Al ver que la otra pareja que acababa de aparecer se decidía a unirse al grupo asentí hacia Yuki tendiéndole la mano por si necesitaba un apoyo extra. - Buenas, yo soy Reshi y esta es Yuki.- Nos presenté amablemente inclinando la cabeza ligeramente. - Supongo que todos estamos en la misma situación ¿Os importa que nos unamos? También quiero escuchar esa respuesta.- Comenté, refiriéndome a la que había mencionado la chica que estaba comiéndose un parfait. Si era cualquier tipo de información sobre "el juego" me interesaba.

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31/10/2018, 17:41
Karin Nakahara

Karin asintió contenta a su nueva amiga, pssando totalmente por alto las preocupaciones de esta. En ese momento le preocupaba más parecer suficientemente mayor para que quisiera hablar con ella. "¡Qué bien, qué bien, qué bien! Por fin alguien con quien jugar..." Se balanceó en su taburete, feliz, hasta el punto que tuvo que plantar de nuevo las palmas sobre la mesa para no caerse. 

Mientras esperaba la respuesta de Lena llegaron nuevos invitados, y el gesto extraño que había mantenido la pequeña, cambió inmediatamente a su habitual sonrisa de entusiasmo. Poniendo su taburete a una pata, dio una vuelta y media y se detuvo justo para ver a los recién llegados. Por la cara de susto que puso durante un instante, todos se pudieron dar perfecta cuenta de que Karin no tenía planeado girar de esa forma, ni de seguir encima del taburete. Pero aún así sonrió y levantó la mano.

Hi, hiii! - saludó como le habían enseñado en sus clases de inglés - ¡Yo soy Nakahara Karin! ¡Encantada! Podéis sentaros donde queráis, salvo aquí, claro... - sonrió señalando su sitio. "Además aquí está mi parfait..." Y seguro que Lena puede curaros las pupas, es mágica. - comentó arrastrando su taburete de vuelta a su posición habitual y mirando a la barman - Seguro que también puede responder a lo de antes...