Partida Rol por web

Cinderella Phenomenon

Capítulo 1: Fiesta de bienvenida

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04/02/2020, 12:04
Stella Brewster

Mientras más se inmersaban en el lugar, menos reconocía Stella y más dolían sus piernas. Nunca había llegado tan lejos y ignoraba el por qué del dolor de sus piernas, se esforzaba por disimularlo. Ella no estaba en tan mala condición física para que caminar un tramo más hiciese que sus piernas se agotasen, ¿o sí?

Caminaba un poco tensa, el desconocer esa zona inquietaba un poco a Stella. Aparentemente estaba tranquila, pero sus nervios la delataban un poco por sus manos frías y levemente temblorosas, así como por el sudor frío que empezaba a pelar su frente. Sin embargo, aún con todo eso seguía haciéndose la indiferente.

Al llegar al pasaje de piedra, Stella se detuvo y miró el mapa, cerciorándose de que ese era el camino que debían tomar para seguir. Tragó saliva por el tétrico ambiente y miró de reojo a Hogward.

Escuchar el lamento del hombre hizo que Stella no pudiese disimular más. Dio un pequeño respingo y ahora sí que parecía levemente asustada. Volvió a tragar saliva y, intentando ignorar lo que había escuchado, se dirigió a Hogward para romper la tensión que estaba sintiendo.

—Es... Es por este lugar. Sigamos avanzando.

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04/02/2020, 17:39
Réamann Lockheart

Aquella voz que sonó cerca de Rin provocó que Réamann voltease rápido a buscar quién había sido, pero al no ver a nadie simplemente parpadeó y prestó atención una vez más al interior de la Taberna antes de rodearla sin meterse en lo que ocurría ahí en los aposentos. El peliblanco ignoraba deliberadamente a todos aquellos que les observaban, pero una vez que salían de su rango de visión él les miraba con esos ojos carentes de brillo por pocos segundos. Cada tanto se acomodaba la mochila y sus pasos eran tranquilos y metódicos, recordando a un militar que estuviese en modo sigiloso sin esconderse.

Sin embargo, fueron interceptados por aquél hombre y Rin comenzó a actuar. El joven ni se inmutó por la pregunta del extraño ni la improvisación de su compañera. Escuchar lo que ella decía sin verla por prestar atención al dueño de la espada podría ayudar a reafirmar la imagen que intentaban dar... o lo podría arruinar. Réamann no expresaba nada, era como si no estuviese ahí en realidad.

-Las brujas no tienen piedad, señor-su voz era fría. Podría indicar que estaba determinado a cazarlas y que hablaba completamente en serio, según las interpretaciones-. Ellas harán lo que sea para dañar, debemos hacer lo posible para detenerlas-Réamann parpadeó y asumió un porte aún más de caballero, pero eso solo se reflejaba en su postura. Fuera de ahí era el mismo tipo indiferente de siempre. 

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04/02/2020, 19:32
Alain Blue

Junto a Fiorella, empezó a sacar las cosas cuidadosamente de la mochila, poco dispuesto a desperdiciar uno de sus recursos por un tonto descuido. Sin embargo, pronto comprobó que para el presente problema de nada les servía el contenido de la mochila. Se quedó ahí, pensativo mientras sopesaba la bolsa de monedas, como si sentir de nuevo el peso del oro le resultara reconfortante.

Unos pasos, seguidos por un silbido despreocupado, disiparon sus pensamientos a la par que alzaba la mirada hacia la figura que poco a poco se acercaba en su dirección. Inmediatamente se tensó, preparado para marcharse del lugar sin mirar atrás cuando reparó en que la figura en cuestión era un hombre y que, a su parecer, era un anciano. Exhaló un suspiro superficial antes de reparar en más detalles.

- Lleva una red - susurró, casi sin mover los labios -. Si es un pescador, tendrá un bote o algo similar - conjeturó, un tanto pagado de si mismo por haber llegado a esa conclusión que, por otro lado, resultaba obvia. Sin consultarlo con su compañero, alzó la mano libre en forma del saludo -. ¡Buenos días, señor! - se quedó un momento callado, pensando en cómo seguir, pero sus modales no le habían enseñado la charla banal con la plebe así que decidió ir directo al grano -. Queríamos cruzar al otro lado del lago pero parece una travesía demasiado larga y tenemos cierta prisa. ¿Tendría usted un bote para cruzar? Le pagaríamos el trayecto.

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05/02/2020, 01:07
Fiorella Van Hauber

Al parecer no les habían dejado nada que sirviese para cruzar a través el lago, o eso parecía porque lo más útil que encontraron fue algo con dinero. Fiorella se quedó pensativa un rato, observando sus enseres y el lago mientras trataba de idear algún plan cuando de repente apareció un hombre que se dispuso a hablar con ellos. Esbozó una sonrisa justo mientras Alain le advertía sobre la red. 

- Hai, por favor. Sentimos mucho las molestias pero queríamos cruzar al otro lado, me han contado que tiene unos paisajes preciosos. - 

Dijo con su sonrisa más dulce y encantadora. Sabía que con esa cara de buena rara vez le decían que no. Además su compañero ya le había ofrecido dinero, no tenía más sentido recalcar eso.

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06/02/2020, 05:59
Hogward Malthael

Caminando a su paso apresurado, Hogward lograba ignorar todo el páramo de pesadilla que le rodeaba; nada que le aterrase realmente, ninguna señal de un pánico tangible. Ya estaba acostumbrado a la farsa teatral de los escenarios tétricos, que francamente hacían intentos patéticos de sacarle un grito agudo. A él solo le hacía temblar el peligro que podía sentir como un caballo pisoteándolo, o un vagabundo amenazándolo con un cristal roto, o la horda de su víctima singular persiguiéndolo hasta el pueblo. Fuera de ello, sabía bien que los muertos estaban muertos, al otro lado, junto con su desaparecida benefactora. Su ritmo de pies no se alteraba ni por sus pensamientos, mantenía el hilo conductor entre sus dedos y la mente mientras que no cayera en cuenta de ello. 

Tal era su ignorancia, que se había olvidado de que iba con un acompañante tras su paso altanero, cuya presencia se había difuminado junto con la bruma de la cabeza de Hogward. Al menos hasta que los alaridos lúgubres lo devolvieron a la realidad, con él sudando frío y con la cabeza gacha, clavada la vista al suelo, y las manos acurrucadas dentro de sus bolsillos, temblando de frío. Su mente quedó congelada, bien fuera porque ya la tenía así siquiera antes de entrar al pasaje, o porque el llanto le recordara cosas que prefería enterrar. Sea como fuese, giró para estrellarse con Stella, que estaba experimentando el efecto embaucador del bosque. Sonrió en desdén, como con la gracia de un niño pequeño que cree ser superior, le fascinaba que de todas las personas, él mismo no hubiera caído desde hacía tanto al miedo de ultratumba. 

Si eso dice el mapa, ¡Adelante!—exclamó burlón, incitando a que la muchacha tomara la delantera—. Lo de atrás sera un pobre loco gritándole a su suegra muerta, ¿qué se le puede reclamar? Los adinerados son así, unos...unos enfermos, incurables...—continuó alegando en diferentes insultos, al punto que olvidó que estaba hablando con otra persona, exhalando su fluvial de baba y resentimiento, aún caminando a paso torpe, pero ágil. 

Notas de juego

¡Se me olvidó el día, perdón, perdón! La semana se me está pasando como un rayo. 

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06/02/2020, 18:01
Narradora

El hombre miró a Rin detenidamente cuando esta comenzó con todo el teatro que le correspondió y aunque Réamann parecía llevar el juego de manera adecuada, el hombre no decía nada. Solo estaba allí, parado con rostro serio, mirándolos a ambos. Finalmente, pareció cambiar de opinión y se echó a reír.

- Un cazarrecompensas con escudera. Eso sí que nunca lo había escuchado. Pero me causa curiosidad: ¿Dijiste que una bruja se hizo pasar por su hermana? Esos chicos, los Lotong, están registrados como gemelos, y más o menos de tu edad, mocosa. ¿No es extraño encontrarse con que Eses de repente se ve tan adulto? - rió.

El hombre jugaba incesantemente con la espada que tenía sobre su hombro, dándole vueltas y golpeándose suavemente con ella, sin causarse daño.

Miró nuevamente a Réamann - Eses, dijeron que estabas desaparecido. ¿Dónde estuviste todo este tiempo? -su mirada parecía más seria que su sonrisa. Tal vez estaba sospechando algo.

Mientras tanto, algunas personas de la taberna se estaban poniendo de pie y otros parecían no quitarles los ojos de encima, pero las voces de la taberna se acallaban, casi como si estuvieran prestando atención a la conversación.

- Tiradas (1)
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06/02/2020, 19:06
Narradora

El hombre parecía distraído, silbando sin prestar mayor atención a sus alrededores. Al escuchar el llamado de Alain, el anciano se sobresaltó. Puso una mano sobre su pecho para calmar su propio corazón y miró un tanto serio al pelinegro, casi como tratando de escrutar quién era a quien tenía en frente. Sin embargo, su gesto se suavizó cuando vio a Fiorella. Parecía tranquilizarse e incluso sonreír un poco.

- Vaya, primero pensé que era un tipo loco, pero ahora veo que se trata de una adorable pareja - rió.

Miró de arriba a abajo a la chica también y como si apenas hubiera pensado en lo que le pidieron, habló.

- Bueno, sí tengo un bote. Soy un pescador - rió y se giró hacia la izquierda para que pudieran ver su red -, pero no es crucero. Y no estoy tan seguro que quieran cruzar al otro lado. A veces me quedo en este lago hasta tarde y puedo escuchar ruidos extraños venir de Caelfall. Es un lugar extraño, ¿saben? Muchos dicen que es un pueblo fantasma y muchos otros que se trata de un lugar embrujado. Antes podías entrar allí sin problema, pero ahora son muchos los que dicen que lo han buscado, pero solo resultan perdidos en el bosque. De poder ir, buscaría otro destino para un paseo romántico - el hombre hablaba con seriedad y abría bien los ojos. Parecía bastante convencido de lo que decía.

- ¿Qué puede llevar a una joven pareja de enamorados a buscar un lugar tan aterrador? -.

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06/02/2020, 19:54
Narradora

Tal vez queriéndolo o no, prestabas más atención de la cuenta a esa lastimera voz y poco a poco, pasó de sonido fantasmagórico a quejido de dolor. Comprendiste que era en llanto de un hombre que parecía llorar a su amor perdido, o algo así.

Prestaste un poco más de atención y pudiste comprender solo un poco de lo que dijo.

- Ella... - fue todo lo que entendiste.

- Tiradas (2)
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06/02/2020, 21:49
Narradora

Los quejidos lastimeros continuaban mientras seguían avanzando y parecía llorar además de todo. ¿Los fantasmas lloraban? ¿O sería el viejo rico del que hablaba Hogward?

Continuaron y el malestar de Stella parecía aumentar porque ya era más difícil seguir avanzando, mientras que Hogward parecía seguir siendo Hogward.

Lo que se abrió ante ustedes fue un lugar enorme con un portón de piedra como entrada, el cual estaba lleno de enredaderas que lo cubrían, pero en su cúspide podía aún leerse "Britton". Sin duda, estaban en el lugar correcto. No podrían adivinar lo que encontrarían a continuación. Era todo un jardín lleno de mausoleos, uno por rey fallecido, además de los familiares. Eso formaba un enorme laberinto en ese lugar. Según el mapa, la entrada a Caelfall, su destino, era atravesando el laberíntico lugar. Lastimosamente, el mapa no daba mayores indicaciones de qué hacer. Al parecer, tendrían que resolver cómo cruzar juntos.

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07/02/2020, 18:09
Stella Brewster

Stella caminó por delante de Hogward sin tener que pensarlo dos veces. No estaba equivocada, el chico era amable, a su manera. 

Seguía sosteniendo el mapa y lo miraba de tanto en tanto... para hacer algo. La molestia en su pierna se acrecentaba y aunque se seguía esforzando por ocultarlo se podía notar en su caminar que la pierna izquierda le estaba molestando un poco. A pesar de eso no se quejó y, volteándose ocasionalmente para ver que Hogward seguía allí, siguió adelante.

Los quejidos seguían y ella no hacía más que tensarse por ello. Sobre todo porque los podía escuchar con claridad.

Ho... Hogward, ¿estás seguro que lo de atrás es un pobre rico? —ya a Stella no se le podía notar indiferente o amargada, todas sus expresiones se habían suavizado dejando más en evidencia lo hermosa que era la joven; aunque claro, eso se hubiese apreciado en su máximo esplendor si no hubiese estado asustada— Creo... que lo escuché decir algo. ¡Este lugar me da muy mala espina! —¡y eso que había ido al cementerio antes, pero esto era otra cosa!

Cuando llegaron al portón, Stella esperó a Hogward, para luego contemplar el laberinto un poco abrumada. Miró de nuevo el mapa, buscando algunas indicaciones extras y se puso nerviosa al ver que no había nada más. ¿Tendrían que cruzar el laberinto por ellos mismos?

No nos dicen qué hacer de aquí en adelante. Creo que debemos arreglarlo por nosotros —los conocimientos sobre el lugar para Stella llegaban hasta el cementerio. Todo este era un territorio nuevo bastante... tétrico para ella. El dolor en su pierna no ayudaba tampoco. Le tendió el mapa a Hogward—. ¿Puedes... guiarnos de aquí en adelante, por favor?

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09/02/2020, 16:04
Alain Blue

¿Un loco? ¿Un loco por tener modales? ¿Por saber lo que quería? Se mordió la lengua ante la respuesta que quería darle al hombre, sintiendo que parecía más dispuesto a escuchar gracias a la dulce sonrisa de su acompañante. Por eso, en lugar de desmentir su hipótesis respecto a ser pareja, cabeceó en señal de conformidad.

Sin embargo, cuanto más hablaba el anciano más le costaba mantener la apariencia pues para él, aquello no era más que una mera transacción comercial y no veía el motivo por el cuál tenía que escuchar la cháchara del pescador, más aun cuando parte de lo que le decía era obvio. Y lo peor, era que el anciano parecía necesitar un motivo para aceptar el trato.

- Una promesa. Una promesa que debemos cumplir... - al final, acabó por decidir que más valía seguirle el juego al hombre para que aquello terminara cuanto antes así que, tratando de vencer sus propias resistencias, alargó una mano para tomar una de las de Fiorella -...si queremos obtener el permiso para unirnos en matrimonio.

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10/02/2020, 02:19
Réamann Lockheart

Réamann ni se inmutó cuando se hizo aquél cuestionamiento, incluso parecía que no estaba escuchando o que no le importaba en absoluto, sin ningún ápice de nerviosismo o duda, ni de reafirmar las palabras de Rin o que estaban siendo objetivo de miradas curiosidad. No se sabía qué haría el peliblanco, ¿de verdad estaba sintiendo algo? Sin embargo, susurró algo tan bajo que solo la castaña debería poder escuchar: "sígueme la corriente", y caminó los escasos metros hacia el sujeto. No tenía miedo o al menos no lo demostraba, irradiando seguridad... o indiferencia.

-Lo siento-su tono seguía siendo carente, pero aquella misma postura podía hacer que llamara la atención. Aunque no había emoción en su color de voz, sí se detectaba un destello de seriedad sin deje de broma-. Ella no es mi escudera, es mi hermana. Vio cómo una bruja maldijo a nuestros padres y quedó traumada, viendo en mí a Eses y su salvador. En realidad estamos buscándolo para que nos ayude-había bajado su voz supuestamente para que Rin no escuchara, pero usó un tono modulado para que sí lograse oír aquella conversación-. Le sigo la corriente para que no se ponga mal, es difícil lidiar con alguien así.

¿Y si por eso Réamann tenía esa actitud? Al menos frente a los ojos de ese desconocido. Luego volteó a ver a Rin y asintió una sola vez para hablar en voz alta.

-Nanae, eres libre de decirle dónde estuve. Tienes mi permiso.

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10/02/2020, 23:13
Fiorella Van Hauber

La situación se había complicado notablemente pues al parecer su destino era un lugar maldito. Frunció el ceño porque no le gustaba la perspectiva de entrar en lugares influenciados por la magia, la única experiencia había sido bastante desagradable pero Delora les había encargado una misión. Estaba buscando como responder al hombre pero fue entonces cuando Alain se adelantó. 

Sus mejillas se tiñeron de rubor por la situación, pero debía reconocer que el plan de su compañero era bastante inteligente, y evitaba más preguntas incómodas aunque por otro lado, la situación le avergonzaba un poco pero eso sin querer sólo hizo el ardid mas creíble. Tomó con fuerza en respuesta la mano de Alain para seguirle el juego.

- Así es... fue una promesa que hicimos hace mucho tiempo, antes de que aquel lugar cambiase. Pero no podemos huir ahora. 

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11/02/2020, 03:44
Hogward Malthael

Pues si no es un viejo, será algún pobre desgraciado llorando a su familia, ¿sabías que la gente de verdad llora en los cementerios?—comentó con gracia en la voz, evidentemente no se tomaba enserio la situación—. De tantas cosas que se pueden decir en un sepulcro...tengo experiencia en eso, he visto bastantes en mi vida. Relájate, hay cosas más preocupantes que gritos aleatorios en sitios como este. 

El peliblanco acabó ignorando los quejidos de Stella, silbando mientras vislumbraba el enrevesado camino que les esperaba. No le apasionaba perderse en un panteón exclusivo de la clase alta, pues si moría allí odiaría tener que hacerlo alrededor de espíritus que apestaban a derroche, como los que nunca le pagaron lo que debían a Hogward. Aún con todo, le impresionaba el decadente estado del sitio, abundante en tonos grises y verdes apagados, todo lo contrario a lo que esperaría de entierros con tantos recursos. Pasó las manos por algunas sepulturas, tratando de ver si habrían dejado algún objeto de valor para conmemorar la pérdida, pero los muy tacaños habían engarzado todo, y no estaba en la disposición de jugar a saqueador de tumbas...aún.

Al ver que tenían un laberinto enfrente, una pereza legendaria le invadió; no tenía ganas de perderse por allí—.Debe de haber alguna indicación en el suelo, una marca que catalogue las tumbas...—calló un momento, pensando la manera de cruzar—. Eso mismo que dije, alguna guía visual para ordenarlas. Pero en el caso de que no haya, oí una vez decir a un tipo que en los laberintos, era mejor comenzar por la derecha—finalizó a la par que fijaba sus ojos a esa dirección, aún tratando de buscar esa señal que tanto necesitaba, y de no encontrarla sencillamente seguiría por la derecha. 

Notas de juego

¡Lo siento, se me volvió a pasar! Tengo que comenzar a ponerme alarmas para acordarme de postear. 

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12/02/2020, 03:49
Narradora

Rin se quedó mirando a Réamann mientras este parecía susurrar algo y solo dijo con el tono entusiasta de siempre y varios ademanes de sus manos - ¡Mi señor ha estado ocupado! Sí. Muy ocupado. Viajó hasta los recónditos límites con Brugantia y allí escuchó que podría encontrar a esa bruja. Yo, Nanae, le seguiré hasta el último de mis días. Sí, señor. ¡Por la casa Lotong! - y alzó su puño.

El hombre parecía sorprendido después de todo lo que había dicho la niña y dejó un poco de lado su expresión. De repente, comenzó a reír a carcajadas, al igual que aquellos que parecían estar escuchando la conversación.

- Vaya, es una lástima que un hombre se empareje de una lunática para llegar a Caelfall. Grandes rumores se escuchan sobre ese lugar, un lugar de mala muerte que se dice está embrujado. Muchos son los que van y poco los que regresan. Pero si realmente su destino se encuentra allí, tendrán que entregarme sus cosas. Eso si quieren pasar con vida - las carcajadas cesaron y el distintivo sonido del desenvaine de las espadas se escuchó alrededor suyo.

No sabían en qué momento exactamente, pero detrás del hombre ya había otros dos con cara de pocos amigos, y el tabernero parecía movilizarse hacia donde estaban. Sus acciones eran cuidadosamente vigiladas por otros dos sujetos más que estaban dentro de la taberna.

- Les haremos más ligero su viaje. Si quieren pasar, tendrán que darnos todo lo que tengan - los hombres se reían, a la espera de lo que harían. Casi podía leerse en sus rostros que esperaban que se resistieran.

- Tiradas (1)
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12/02/2020, 04:05
Narradora

El viejo pescador sonrió ante la explicación y con sus manos humedecidas y con el olor a pez en ellas. Les sonrió como lo haría un anciano orgulloso de sus hijos y les dijo con un tono amable - No hay nada más hermoso que el amor juvenil, ni nada más puro que la intención verdadera. Por eso, les daré un pequeño obsequio - puso con cuidado su carga en el suelo y sacó algo de sus bolsillos para colocarlos en las manos que permanecían entrelazadas por iniciativa de Fiorella.

- Estos brazaletes eran de mi esposa y míos. Se dice que los cascabeles sirven para ahuyentar los malos espíritus y unirte con tus seres amados. Es una historia de un pueblo isleño que escuché hace mucho tiempo. Mi esposa y yo navegamos por los mares por muchos años hasta que... Ella enfermó - su mirada se tornó triste por un momento y luego volvió a sonreír.

- Espero que estos brazaletes los mantengan a salvo de los peligros de Caelfall. Conserven las monedas, mi pago será que los lleven con ustedes - sonrió complacido.

Al observar los brazaletes con detenimiento, notaron que las cuerdas se veían casi en perfecto estado. Las piedras que lo componían eran pulidas y opacas, pero hermosas en su redondez. Y de este colgaban dos pequeños cascabeles que sonaban al chocar uno con otro. Brillaban como el oro, pero lo intacto de su apariencia hacía difícil pensar si no se trataba de oro puro.

Los guió hasta su barco y una vez a bordo, zarpó. A pesar de su edad, era un hombre bastante diestro y parecía remar sin dificultad. Ni siquiera pidió su ayuda. Llegaron en cuestión de minutos al otro lado, justo en el punto en que debían entrar, cosa bastante conveniente.

- Cuídense, jovencitos. El camino es oscuro y peligroso a partir de aquí - sostuvo con firmeza el barco al clavar un remo en la tierra, esperando que se bajaran.

Miraron hacia donde debían, ir, notando un extraño frío brotar de la entrada al pueblo.

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12/02/2020, 04:24
Narradora

El camino por el cementerio se extendía, y por más que buscaban, no había ninguna marca. Al menos no visible. Sin mucha más opción, siguieron por la derecha. Al hacerlo, se toparon con una reja bastante alta que separaba ese lugar del resto del cementerio. Tenía puntas filosas, haciéndola extremadamente peligrosa.

Los quejidos continuaban y parecían acercarse, y el silencio sepulcral de ese lugar solo hacía que aumentara su intensidad. Al ir detrás de las tumbas, se chocaron varias veces con telarañas, las cuales se pegaban de su piel, ropa y cabello con mucha facilidad. Era un lugar completamente abandonado al paso del tiempo y la alta hierba era prueba de ello. Sentían un suelo firme, pero también cubierto por la cantidad de césped. Los quejidos se acercaban y se iban convirtiendo en sollozos, mientras que seguían avanzando entre las telarañas.

Unos minutos después, lograron vislumbrar lo que parecía el final de aquel mausoleo. Tal vez no había marcas, pero el enrejado les había ayudado a llegar a su destino. Una oxidada puerta de metal se vislumbraba, mostrando la salida del inhóspito lugar un sendero se asomaba con timidez por entre la grama y una espesa niebla se veía ante ustedes. A pesar de lo escalofriante, parecía que todo iba bien.

Se dispusieron a avanzar cuando sintieron algo que envolvió sus tobillos y los tiró hacia atrás, haciéndolos caer. Uno junto al otro estaban en el suelo. Si tenían la valentía de girarse, podrían ver una figura humana cubierta con una túnica de color oscuro. Jadeaba mientras se aferraba a ustedes y se les acercaba con despacio.

- Tiradas (1)
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12/02/2020, 04:41
Stella Brewster

Hogward al menos parecía confiado y eso ya era algo que ayudaba a Stella a seguir. No estaba del todo convencida, pero se sentía algo segura tras Hogward, al final parecía saber de lo que hablaba. Además, no tenía muchas más opciones. Volver todo el camino sola era algo que había descartado desde que escuchó los lamentos.

Al llegar al laberinto, Stella reafirmó que Hogward sabía de lo que hablaba, o al menos lo aparentaba muy bien. Por lo mismo, cuando el peliblanco dijo qué hacer, Stella no rechistó. Después de explorar las posibilidades y no encontrarse con ninguna marca, siguió al peliblanco mientras caminaban por el camino de la derecha. De tanto en tanto Stella se quedaba atrás, por lo que aceleraba el paso hasta ponerse a unos centímetros detrás del peliblanco.

Luego de caminar un poco, toparse con la espeluznante reja fue el comienzo para que los nervios de Stella se crispasen aún más. Mientras seguían avanzando por el tétrico camino y las telarañas se les pegaban a la piel, los escalofríos no dejaban de azotar a Stella quien luchaba con las telarañas de su cabello. Al escuchar que los lamentos se volvían sollozos y que se hacían más audibles, la chica no pudo reprimirse mucho más.

Tú también los escuchas, ¿no es así? N-no es que tenga miedo, pero... no puedes negarme que todo esto es un poco raro —sí que tenía miedo y podía escucharse en el leve vacilar de su voz. En ese punto Stella no se despegaba de la espalda de Hogward por nada del mundo.

Al ver la salida del mausoleo, Stella se permitió suspirar con suavidad. Faltaba poco para salir de aquel lugar y no había pasado nada. Quizá se había asustado por nada. Se sintió un poco tonta en ese momento. Pese a que pensaba en ello, los escalofríos y el pesado ambiente no la dejaron tranquila. Sin embargo, cuando sintió que algo se enrollaba en sus tobillos... todo se fue al traste.

Stella dejó escapar un agudo grito al caer en el suelo. Miró primero a Hogward con sus ojos abiertos como platos y, luego, lentamente, volteó a mirar lo que tenían detrás. Al ver lo que era no pudo evitar empezar a dar pataleos.

¡Suéltanos! —empezó a gritar, sintiéndose presa del terror.

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12/02/2020, 05:54
Réamann Lockheart

El comentario de Rin y la risa del extraño junto a las que unieron en la sorna, no parecieron tener efecto en la cara indiferente del joven. Réamann continuaba sosteniendo la mochila parpadeando de vez en cuando y manteniéndose completamente sereno. Cuando aquél volvió a hablar, volteó a verlo como si le prestara atención hasta que le pidieron que dejaran sus cosas.

El dueño de mirada castaña desvió un poco su vista a dos puntos: primero al camino al que debían cruzar y después a su compañera, pareciendo ignorar por completo a los dos que estaban ahí y al resto de miradas que les observaban con atención. Los ojos del peliblanco terminaron de posarse en el que bloqueaba el paso y suspiró profundamente quitándose la mochila.

-Nanae, si algo pasa ya sabes qué hacer-indicó con su voz aburrida y, de pronto, el chico arrojó la mochila hacia arriba para distraer a los sujetos más cercanos, calculando la caída hacia la niña para que lo atrapara en cuanto le fuese posible.

Entonces, aprovechando tal circunstancia, Réamann flexionó sus rodillas para acortar la distancia de esos dos metros* y usar el impulso para propinar un codazo a la altura del pecho del sujeto con el que habían estado conversando; además, tenía pensado agacharse para dar una patada al ras del suelo a los otros dos y tomar la espada para tener con qué defenderse. Si lograba hacer que cayesen al suelo los golpearía en medio de sus clavículas con el mango del arma para inmovilizarlos sin dañarles de gravedad, pues su objetivo no sería matarlos y aquello se reflejaría en los movimientos que calculaba realizar. Eso sí, todo con el menor esfuerzo posible usando impulso y la propia gravedad junto a la fuerza proporcional de lo que debía hacer.

Notas de juego

*info que me dio la Dire

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13/02/2020, 19:04
Rin Lotong

Al final solo eran otro grupo de saqueadores, si pensaban que solo el adulto era peligroso, lo iban a lamentar. Nadie demasiado débil osaría intentar cazar brujas, duendes y hadas. Sin duda alguna en su mirada, aún cable en mano, saltó ligeramente tomando la bolsa en el aire y saltando por encima del hombre, dejándose caer por su espalda cableando el cuello del tipo.

- ¡Por la casa Lotong! ¿Cuántas vidas cuesta nuestro equipaje mi señor? ¿Serán seis como la última vez? Creo que yo puedo con dos o tres.

Si bien no apretaba el cable, podría Incluso romperle el cuello gracias al peso añadido de la bolsa, se notaba que sabía cómo hacerlo, y si bien no era habitual, que en esta ocasión usará guantes, junto a su sonrisa, bien podía asemejar tras el asedio de su compañero y la reacción de Rin, que podían no solo ser "cazadores", si no asesinos de brujas.

La actuación era como respirar para la chica, para ser buen cazador de brujas, se tenía que saber ser tan paciente, como rápido y brusco.

Notas de juego

Colaboró en el ataque ^^-

Pronto seremos los que usan el nombre de los Lotong para ocultar nuestra identidad de asesinos xD ¡Respetadnos!