Partida Rol por web

Dark Heresy: Capítulo Primero.

Sepheris Secundus.

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11/04/2010, 23:30
Tercio Veridio.

Los demás estaban esperando a Tercio.

- Vámonos.


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11/04/2010, 23:36
Director

- Mientras avanzáis por el campamento en la dirección es que os han indicado que está la oficina del Comisario, pasáis junto a un recinto de gran tamaño rodeado por una verja metálica.

La verja tiene tres metros de altura y está coronada por alambre de espino, del que cuelgan jirones de tela mecidos por el viento. El suelo está cubierto de manchas de sangre.

En el interior de la verja hay reunidos una docena de hombres y mujeres con expresión desesperada. Todos visten ropas de color gris claro, ennegrecidas por el polvo y la suciedad. Sus mugrientos rostros os observan fijamente cuando pasáis junto al recinto.

Unos guardias ataviados con negras armaduras antifragmentación patrullan el perímetro. Van armados con rifles automáticos.

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11/04/2010, 23:52
Arlesha Rais.

Arlesha caminaba casi al final del grupo cuando pasaron por aquella zona. Miró directamente a los ojos de muchas de aquellas personas, miraron las manchas de sangre en el suelo. Parecian personas normales, nadie que ella pudiera considerar a primera vista peligroso o que mostraran signos de haber cometido algún delito. Estaban asustados. Aceleró un poco hasta situarse junto a Itsua.

-Chicos, solo será un segundo. Voy a hablar con uno de esos guardias...no entiendo esa situación.-dijo en voz alta a todos mientras que le tendia el abrigo que aún no se habia secado al psíquico-Aún está mojado, pero será mejor que lo guardes...no me gusta lo que estoy viendo por aquí y es mejor tener las manos libres. Por lo que pueda pasar. Muchas gracias. -terminó hablando solo para Itsua.

Y se dirigió sin dudar hacia uno de los guardias que patrullaban duramente aquella zona.

-Disculpa, ¿que ocurre con ellos? No parecen peligrosos, están asustados.

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12/04/2010, 08:38
Prisioneros.

Al ver a Arlesha aproximarse, uno de los prisionersos se acerca a la verja. Sus ojos se abren de par en par, y habla entre susurros y miradas furtivas a los guardias:

- "¡Por favor, ayúdeme...! ¡Yo... yo no he hecho nada!" -

En ese momento uno de los guardias vocifera una advertencia al prisionero para que se aleje de la verja, y el desgraciado obedece sin dejar de implorar piedad con la mirada a Arlesha.

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12/04/2010, 11:33
Lazerus-20-Silon.

Lazerus observó cómo su cmopañera se acercaba incosncientemente a la verja de los prisioneros, provocando que alguno de ellos se acercara corriendo para intentar rogar por su miserable pellejo.

Cuán predecibles son los seres humanos... todos los culpables dicen ser inocentes. Pero invariablemente, todos acaban sucumbiendo a su responsabilidad.

Lazerus estaba más interesado, sin embargo, en la estructura de la propia almabrada. ¿Algo tan alto para evitar que unos simples prisioneros huyeran? ¿Y porqué había fragmentos de ropas enganchados en los alambres de espinos? Casi sin querer, Lazerus se pudo en guardia, algo poco lógico dado que se encontraban en un campamento aliado, y protegidos por centenares de guardias imperiales. Y sin embargo, la sensación no desaparecía.

Intentando comprender mejor la situación, el tecnosacerdote aguardó la respuesta del guardia nate la actitud inquisitiva de Arlesha. Quizá la intuición de la mujer no estuviera tan desencaminada...

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12/04/2010, 19:41
Arlan Hex.

Itsua tomó las prendas que la arbitradora le tendía. Arrugó levemente el ceño al comprobar su estado, y se limitó a hacer un bulto con ellas y meterlas en su macuto, mientras observaba el avance de la mujer hacia los prisioneros. Observó la alta valla, las telas hechas jirones y la sangre del suelo. Ahí están los otros supervivientes por los que preguntaba Tercio, pensó. En ellos no hay locura, pero si temor. Alguno ha intentado huir, pese al espino y, probablemente, ha pagado con su vida. Lo único que quedan de ellos, son esos trozos de tela y la sangre. Pero han preferido la muerte a seguir vivos y tener que enfrentarse de nuevo al horror que han vivido. O mucho me equivoco.

El grito del guardia interrumpió sus pensamientos, así como el intento de la arbitradora de hablar con alguno de los prisioneros. Una conversación que podría proporcionarles una información valiosa. Sin embargo, Itsua estaba impaciente por llegar donde el comisario y la urgencia se mezcló con la curiosidad. Pero habida cuenta que Arlesha ya había dado un primer paso, se decidió a ayudarla.

- Guardia - dijo al soldado más cercano que vigilaba la alta cerca, clavando sus mecánicos ojos rojos en él -. Somos los enviados inquisitoriales solicitados por el Comisario Político para resolver la crisis de la mina Golgónida. Deseamos interrogar a alguno de los prisioneros supervivientes - dijo aventurando la naturaleza de los hombres y mujeres encerrados tras la valla -. ¿Alguna objeción por su parte o carece de autoridad para facilitarnos nuestra empresa? - dijo con una voz especialmente ronca y áspera.

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12/04/2010, 20:49
Guardia Imperial.

- "¡Señor! Estos son rebeldes a la espera de un juicio y posterior ejecución. Lo siento, pero no puedo permitirle hablar con ellos.

Les ruego que se retiren y no se acerquen más a la verja." -

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13/04/2010, 15:16
Hermana Scythia.

Iba caminando cercana al novicio accidentado, preocupándose de su estado y necesidades. Pese a ello, no se le pasó por alto el hecho de la verja y el alambre de espino. ¿cómo hacía un hombre para trepar tres metros?

Miró a los prisioneros, pensó que deberían ser los revelados en la mina, y cuando al arbitradora intervino, y el guardia reaccionó, Scythia pensó que de nuevo iban a echar un largo tiempo allí discutiendo. Si algo caracterizaba a este grupo era precisamente eso: le encantaba discutir. Daba igual la nimiedad que fuese si con ella se podían hacer dos bandos y discutir. ¿Para qué entretenerse con un soldado que cumple órdenes si podían dirigirse directamente con el comisario? Ese era un privilegio, y se estaban esforzando, de una manera sublime, en hacerle esperar. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que dijeron de ir a hablar con él?

Suspiró de una manera un poco resignada, mientras esperaba que se pusiesen de nuevo en marcha.

Solo esperaba que el comisario no les mandase "a la mina"...por no decir palabras malsonantes...

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13/04/2010, 20:52
Arlan Hex.

Itsua fue consciente de la firmeza de las palabras del Guardia Imperial. No accedería a permitir que hablaran con los prisioneros. Sin duda, había recibido órdenes expresas en ese sentido. Y el temor a la reacción del Comisario Político era sin duda mayor del que ellos podían inspirarle.

- Entonces, tal vez usted pueda responder a algunas preguntas. Dígame, ¿cuál es la razón de su reclusión aquí? ¿Y la de su ejecución?

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13/04/2010, 21:11
Guardia Imperial.

- "Señor, no vamos a responder más preguntas. Por favor, aléjense de esta zona." -

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13/04/2010, 22:15
Novicio Tauron Faith.

Me acerco a Arlan y le hablo, intentando que los reclutas no sean capaces de oir:

 - "Creo que deberiamos ir con el Comisario y dejar de perder tiempo con los prisioneros. Tenemos una mision y es lo unico importante en este momento. Si estos humanos estan aqui y en estas condiciones, debe ser por algo. Nuestra mision es eliminar a la resistencia y eso es lo que debemos hacer."

Espero su respuesta para continuar.

"Tenemos un deber y seguimos ordenes de un bando. Cierta ceguera selectiva es la mejor manera de no perderse del camino del Emperador."

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13/04/2010, 22:52
Arlan Hex.

- Sí, vayamos Tauron - le respondo al novicio -. Es seguro que aquí no obtendremos nada.

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13/04/2010, 22:46
Arlesha Rais.

Arlesha contempla impasible la reacción del guardia y su respuesta a Itsua. Caminó unos pasos, hasta ponerse a su altura, seria. Y sin más contemplaciones, habló.

-Me parece muy bien que no respondas a nuestras preguntas. Pero no me diras que no puedes decirnos, quien te ha ordenado que no las respondas y por qué.

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14/04/2010, 00:11
Guardia Imperial.

- "Son rebeldes, cultistas. Ellos tienen la culpa de todo lo que ha pasado aquí y merecen morir por ello. No diré nada más. Que pase usted un buen día, señorita." -

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14/04/2010, 10:02
Lazerus-20-Silon.

Lazerus abandonó el lugar de reclusión de los rebeldes al tiempo que sus compañeros, convencidos ya de que los guardias no soltarían prenda.

[Es loable que hayan guardado silencio. Quizá no impongamos demasiado, pero no dejamos de representar a la Inquisición. Su lealtad es encomiable.] comentó de camino a la tienda del Comisario.

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14/04/2010, 11:07
Tercio Veridio.

"Rebeldes cultistas... ¿entonces no son éstos los supervivientes? ¿Y culto a qué?"

Tercio intentaba como podía hacerse una idea de lo que estaba pasando, pero faltaba información y nadie se la daba. En cualquier caso, la respuesta de los enfermeros, y la de este guardia le hacían pensar que hasta que no hablaran con el Comisario apenas descubrirían algo nuevo. Necesitaban la autoridad de aquél para poder volver a preguntar a esos hombres con esperanza de obtener respuestas.

 

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14/04/2010, 12:13
Director

- Seguís avanzando por el campamento hasta llegar al Cuartel General.

- Éste ha sido instalado en un bloque habitable, una estructura prefabricada depositada sobre la superficie del planeta. Construido con aleaciones metálicas y pintado con un práctico color rojo, el bloque ha sido marcado con el número del Batallón y decorado con el águila imperial.

- Una única escotilla de acceso situada en la parte frontal de la estructura franquea el paso al interior...

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14/04/2010, 22:31
Arlan Hex.

Cultistas. La palabra resonó en los oídos de Itsua revolviendo el poso de su memoria y sacando a la luz lo que sabía de ellos. Herejes. Renegados que negaban la divinidad del Emperador. Una semilla de traición que ponía en peligro a la humanidad, pues nadie podía negar que él y la fe en él era lo que mantenía unida a la humanidad y a salvo de las hordas de alienígenas y de sus ataques. Rechazar la fe en el Emperador Dios y promover entre los humanos su ausencia de fe, era el peor acto que podía cometerse contra la propia raza.

- Parece que ya hemos llegado - dijo empujando la escotilla -. Arbitradora, tú primera, por favor - dijo haciéndose a un lado.

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14/04/2010, 23:39
Arlesha Rais.

Con una leve inclinación de cabeza, Arlesha agradeció la poca información que el soldado consintió en compartir con ellos. Sin mirar a los prisioneros, siguió al resto.

Cultistas. Ahora lo entendía. Aunque sentía curiosidad por saber como ese grupo de personas, que inicialmente no parecían peligrosos, habían conseguido sembrar el caos allí. Otra cosa más que no encajaba, junto con el hombre de la tienda. Esperaba conseguir más información del Comisario.

Mientras caminaban, delante de ella divisó lo que supuso rápidamente que era el Cuartel General. El Aguila Imperial brillaba en la entrada.

-Por supuesto Itsua, si me encuentro dentro con un arma encañonándome, ya aviso para que todos corrais y os pongais a salvo
-le dijo mientras que se adelantó, seria, e introdujo un pie por la abertura al llegar a la entrada- que sinceramente, según lo que nos hemos encontrado aquí desde que llegamos, no me extrañaría -terminó volviendose hacia él y guiñándole un ojo antes de entrar completamente en el módulo artificial que habían asignado como Cuartel- estate atento, me espero cualquier sorpresa a partir de ahora.

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15/04/2010, 00:15
Director

- Una vez dentro, veis que el lugar tiene una decoración espartana, y tan sólo cuenta con un escritorio para el ordenanza y otro para el comisario.

- El comisario os ve entrar y os hace un gesto para que os acerquéis y os sentéis.

- Os dais cuenta de que sólo hay tres sillas ante su mesa. Tres de vosotros, los más representativos, deberíais de sentaros, mientras que los otros cuatro permanecen detrás.