Partida Rol por web

Desapariciones en Puerta de Plata (Finalizada)

Capítulo I: La llegada a Puerta de Plata

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20/02/2014, 16:59
Director

El impacto del puño fue extremadamente violento, el soldado miró cómo la cota de malla se deformaba como si hubiera sido golpeada con una maza y retrocedió dos pasos entre toses, cuando se miró la mano vio que había escupido sangre y levantó la mirada con furia. 

Miró un breve segundo hacia atrás mientras daba media vuelta a la alabarda, pero un gesto del que parecía el jefe le hizo rechinar los dientes y completar el giro antes de lanzar otro estacazo con la parte plana que Rislân consiguió eludir de nuevo con facilidad gracias a sus reflejos sobrenaturales.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 7(+5)=12 (Fracaso)

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20/02/2014, 17:15
Rislân del Valle
Sólo para el director

El monje esperaba que se rindieran, que dejaran de molestarle y que al menos le explicasen las razones, plausibles, del porqué ir a hablar con el Justicia. Pero sólo era violencia, y la violencia acarreaba violencia... 

También esperaba que con dos bajas se fueran... pero cada vez dudaba más de aquello. No se estaba ganando una buena reputación en Puerta de Plata, pero podía decir él lo mismo de sus guardias. 

Decidido a acabar aquello de una vez por todas, avanzó de nuevo golpeando al muchacho con una patada fuerte hacia la parte trasera de sus rodillas, esperando que cayese al suelo y ya no se levantase más. Acto seguido se colocó en posición defensiva, amenazando al resto con la lanza desde su posición más elevada.

- Tiradas (2)

Motivo: Lluvia de golpes

Tirada: 2d20

Dificultad: 15+

Resultado: 18(+2)=20, 10(+2)=12

Exitos: 1

Motivo: Daño

Tirada: 1d6

Resultado: 6(+1)=7

Notas de juego

¿Cuántos quedan? ¿Todos van armados igual o llevan armas de proyectiles? ¿No hacen nada, solo contemplan? 

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20/02/2014, 17:20
Director

El soldado cayó hacia atrás por la patada en la pierna, se fue al suelo mientras sus compañeros se apartaban para evitar caer con él. El tiempo pareció detenerse un segundo.

El soldado golpeó fuertemente contra los escalones. Otro segundo. El yelmo saltó por los aire, partido. Un segundo más. El hombre rebotó y siguió cayendo. Un latido de corazón. La cabeza golpeó contra las losas de abajo y hubo un sonido seco... Otro latido y el suelo estaba teñido de rojo mientras el soldado se convulsionaba en el suelo.

El líder de los soldados miró un segundo al caído y dijo:

-"Por fin descubrimos a uno de esos asquerosos asesinos de verdad. ¡Por fin!" - y se llevó la mano debajo de la armadura para sacar un silbato y soplar con todas sus fuerzas.

Mientras el cuarto soldado aprovechó para con un paso en ascenso ocupar el lugar del caído, con una mirada de odio en los ojos pero, aparentemente, todavía bajo control de su jefe pues seguía atacando sin usar la cabeza de hacha de su arma.

Lanzó con furia un palazo, medido y centrado, de abajo a arriba en una posición estudiada para que fuera la parte roma de la cabeza de hacha la golpeó en el plexo solar de Rislân que estuvo a punto de irse al suelo. La fuerza brutal imprimida a la cabeza metálica dejó al clérigo débil y tembloroso. Sabía que otro golpe como aquel le enviaría a un peligroso sueño.

- Tiradas (2)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 12(+5)=17 (Exito)

Motivo: Daño no letal

Tirada: 1d10

Resultado: 6(+1)=7

Notas de juego

No, éstos no llevan armas de proyectiles. No pueden hacer nada porque te has atrincherado muy bien (genial jugado) y ellos te infravaloraron al principio porque... no son guardias (y por eso sus chequeos de moral sólo llegan si están a punto de morir) Al menos uno de los personajes sabe que no hay guardia en Puerta de Plata: son soldados del Conde. Vamos que estás atacando al ejército del señor feudal de éstas tierras. Quien sabe... tal vez el sargento sea un hidalgo y todo ¿recuerdas que os insistí al principio que era un lugar de feudalismo realista y erais plebeyos, verdad? XD

Está el gravemente herido (crees que le queda un golpe para caer), otro (que acaba de darte un palito) y el jefe. A parte del moribundo.

Rislân 11 de 17 de daño no letal.

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20/02/2014, 17:42
Rislân del Valle
Sólo para el director

¡Ay! Pobre muchacho. Cumplía su deber, pero sabía que no lo había matado... sin embargo un sentimiento de culpa afloró en Ris, que dio un paso hacia atrás manteniéndose la distancia con el guardia para poder soltar una mano de la lanza y señalar el silbato del sargento de la guardia. Sólo había sonado un poco, puede que unos segundos, y no quería que aquello se transformase en vox populi en toda Puerta de Plata si salía de aquella. Seguramente aún no lo habían escuchado así que se concentró unos instantes para que el viento y las notas musicales volviesen a entrar en el objeto de nuevo, ahogando todo el ruido a su alrededor.

Cuándo volvió a mirar, el arma del guardia se acercaba peligrosamente...

Notas de juego

Paso atrás + Silencio en el silbato y a su alrededor.

Me lo has puesto difícil. El PJ menos combativo y le pones un pelotón, cabrito jajaja. xD Pero nada, de perdidos al río. Me pierdo yo también con la posición, perdón, no se si estoy a 2 casillas del tipo o a 1, por los Ataques de Oportunidad. Creo que a 1 y no tengo AdO pero por si acaso.

Aguanto los dientes a ver si me sonríe la suerte y no me dejan inconsciente.

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20/02/2014, 22:10
Director

Por un segundo el sonido del silbato se apagó, el hombre sopló aún con más fuerza, hasta ponerse rojo y, más por pura voluntad que por fuerza en realidad, lo hizo sonar de nuevo, rompiendo el hechizo y manteniendo el pitido que condenaba a Rislân, penetrante, insistente, perforando sus orejas como un requiem.

El otro soldado se había quedado mirando, asustado por las implicaciones de la magia y con cara de preocupación por si estallaría en llamas. Cuando vio que no parecía que fuera a pasar nada, le entró la prisa por recuperar su labor y se abalanzó sobre Rislân, con tanta prisa que su estacazo golpeó el breve espacio vacio que quedaba entre él y la pared.

- Tiradas (2)

Motivo: Salvación contra silencio

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 20(+2)=22 (Exito)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 2(+5)=7 (Fracaso)

Notas de juego

Jeje, el menos combativo pero el más macarra XD

Hiciste un ataque completo con alcance 5' así que tenías desatendida la lanza y no amenazabas a 10' por eso no tienes ataque de oportunidad cuando entra el otro soldado. Tu paso de 5' te sitúa a fuera de alcance pero a un paso.

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20/02/2014, 23:27
Rislân del Valle
Sólo para el director

¡Qué gran fuerza de voluntad! Rislân se preguntó quién sería el hombre o mujer que amparaba a aquellos hombres que no cedían en su empeño de detenerle. ¿Cuánta fe? ¿Cuánta necesidad de aquella violencia? Miró al enano tras la barra y al resto de los hombres uno por uno, con cara aún seria. Se sentía como si estuviese en un camino rodeado de bandoleros ansiosos por coger su bolsa. Movió las manos en el aire, más para amedrentar que otra cosa, y reculó un poco más, buscando una salida... Era hora de correr hacia el pasillo.

- Tiradas (1)

Motivo: Lluvia de golpes

Tirada: 2d20

Dificultad: 15+

Resultado: 6(+2)=8, 4(+2)=6

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20/02/2014, 23:36
Rislân del Valle
Sólo para el director

Notas de juego

Leche, que suerte tienen los guardias ¡un 20 para el silencio! Me parece que la aventura peleona se acaba aquí. Me iba a retirar pero me pudo la ansiedad...

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22/02/2014, 15:54
Alexandra

—Pues vaya mierda de alojamiento.

Alex soltó aquello como si acabase de tocarles la habitación con gotera de la posada o algo así.

La espadachina se quedó quieta en el sitio hasta que sus ojos se acostumbraron lo suficientemente a la oscuridad como para vislumbrar las figuras de su hermano y de Hugh. Toda aquella comedia se le antojaba francamente ridícula, exagerada y, ante todo, absurda. Aunque apostaba lo que fuera a que la razón por la que los habían encerrado era el triple de ridícula, exagerada y, ante todo, absurda.

Pero de momento lo único que podían hacer era esperar a ver qué pasaba.

Xela, ¿qué narices te han puesto en las manos?—dijo—. Porque si aparte de limitar el movimiento, hacen daño, aquí va a haber más que palabras.

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22/02/2014, 16:00
Xelaver

—Estoy bien —respondió lacónicamente—. Teniendo en cuenta la brutalidad que despliega la guardia, creo que soy afortunado de que no me hayan partido los dedos o cortado la lengua para que no pudiera lanzar hechizos.

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23/02/2014, 02:31
Hugh Triond

Tanteando el suelo con los pies, nuestro amigo buscó un lugar limpio y despejado para sentarse apoyado en la pared. Sin mediar palabra alguna en un primer momento con sus compañeros, los cuales de preocupaban del estado de salud el uno de el otro. 

En ese instante, comenzó a recordar el día en que unos muchachos hijos de mercaderes comenzaron a burlarse de su hermana, tirándola al suelo y humillándola ante la mirada de otros niños. Hugh no tardó en hacer que aquellos muchachos se arrepintiesen de haber elegido a su único ser querido como objetivo.

Ello hizo que en la total oscuridad de aquella celda, se diese cuenta de lo absolutamente solo que se encontraría en el mundo si no lograse hallar a su hermana. Y que, al igual que ya sucediera anteriormente, haría pagar con creces a sus agresores todo el daño que pudiesen hacerle. Y no habrá soldado, caballero o Justicia en el mundo que pueda evitarlo, sin acabar antes con su vida.

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23/02/2014, 14:28
Alexandra

Podían haberlo intentado.

Alex tanteó las manos de su hermano para asegurarse de cómo eran los guantes. Metálicos y con forma de mano sin ninguna postura dolorosa. Vale. Lo volvió a soltar.

Pues nada, esperemos a que su graciosa justicia—hizo una reverencia con floritura exagerada pese a que no pudiesen verla del todo bien—se digne a mover su gracioso y justo trasero blindado hasta aquí. O mejor dicho, a que envíe los traseros blindados de alguien a sacarnos de aquí, para que pueda contarnos a santo de qué demonios viene esto. Tengo ganas de reírme un rato.

En realidad aquello le resultaba bastante exasperante. No podían perder el tiempo con las estupideces de los acaudalados y la paranoia de la nobleza, tenían algo importante que hacer y cada segundo contaba pero cuando sólo hay un camino a escoger, lo más sabio era tomarlo. O eso decía Xelaver siempre. Y Xelaver rara vez se equivocaba en temas filosóficos.

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24/02/2014, 22:04
Justicia Puerta de Plata

Mientras los soldados se apresuraban a rodear al grupo uno de ellos fue pasando por los compañeros recogiendo sus armas y registrándoles para asegurarse de que no escondían más. Acabó bastante cargado, pero parecía llevarlas con conocimiento y cuidado de no estropear las más delicadas, como el arco de Jagg.

El Lord fue quien habló con una mirada de marcado desprecio, después de mostrarse ligeramente sorprendido cuando se atrevieron a hablarle tan directamente.

-"Nos somos el Justicia de la ciudad. Bastaría con tal conocimiento para que las gentes de bien y respetuosas del orden guardaran silencio e hicieran como les mandan. Pero somos una señoría de conocida paciencia y notable entendimiento. Comprendemos que la situación pueda ser traumática para los plebeyos y les disculpamos." - hizo una pausa antes de reanudar la enrevesada y envarada diatriba - "sabed que ha menester de que seáis interrogados, como todos los extranjeros desconocidos y sospechosos que ollan nuestras calles en éstos tiempos turbulentos y oscuros. Pues bajo mi mano debe retornar la calma y seguridad a todos los rincones de aquesta ciudad. Daos presos y en paz para tal menester, del que daremos cumplida cuenta en su momento en los cuarteles."

Sin esperar ni, por lo visto, imaginar que pudiera ser rebatido se dirigió a los dos caballeros:

-"Ser, escoltad junto a todos los hombres de armas, menos aquestos dos, a los prisioneros a una celda mientras nos comprobamos que se hayan asegurado el resto de infiltraciones. Nos les daremos la gracia de audiencia cuando retornemos a palacio y nos pongamos presentable. Vos ser, y aquestos dos infantes me escoltaréis mientras."

Notas de juego

Turno de réplica por si tenéis algo que añadir o queréis hacer alguna cosa. Si no en un par de días os narro el camino a prisión y seguimos desde ahí.

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24/02/2014, 22:17
Director

Rodeado por los soldados, uno de ellos portando sus armas en brazo, y con el caballero a unos pasos por detrás, claramente dispuesto a ensartarle en la lanza si trataba de huir, el paladín no tuvo más remedio que acompañarles de vuelta por el lodazal hacia la carretera principal.

Aiden tuvo la fugaz visión de una sombra saltando por los tejados en su camino. ¿Sería Lilya? Tal vez. Estuvo bastante seguro de que lo era cuando su corazón dio un vuelco: un brillo metálico, propio de una flecha lista para ser disparada, le deslumbró desde detrás de una de las chimeneas. ¿La elfa estaba lo bastante loca para iniciar un ataque en una pelea imposible y que acabaría fácilmente con él muerto?

Aparentemente... no. Probablemente se dio cuenta de que las opciones eran de uno entre un millón y giraron la siguiente esquina sin que la saeta iniciara una pelea que él no podría ganar. Casi pudo oír su propio suspiro de alivio. Más tranquilo pudo empezar a ver los rostros de los vagabundos, miserables y sin suerte que le veía marchar preso: mostraban pena y una cierta lástima que no terminaba de entender.

Atravesaron la empalizada que aislaba los barrios pobres del distrito principal de la ciudad. Para ello se saltaron una cola importante de gente que era registrada e interrogada antes de recibir acceso a la parte más alta de la ciudad; allí las chabolas e industrias malolientes y desagradables dieron paso a casas encaladas, tiendas de todo tipo de bienes y alimentos e industrias más apropiadas para residir alrededor. Un barrio muy burgués y bastante más adinerado que el inferior. La cuesta picaba hacia arriba notablemente en un zig zag que no tardaría en llevarles hasta las murallas de piedra que aislaban el distrito superior, donde estaba el cuartel de los soldados y el castillo.

Podía ver en las caras de la gente con la que se cruzaban todo un abanico de emociones: algunos le miraban con desprecio u hostilidad, otros con curiosidad, pero la mayoría tenían miradas ceñudas que parecían dirigirse más a los soldados – y en especial al caballero – que a él. Incluso alcanzó a oír un "otro más" susurrado de una boca a una oreja a su paso.

Unos requiebros ascendentes más del camino les llevaron justo ante las altas murallas de piedra que aislaban el centro de la ciudad – que en la práctica era su esquina más alejada de la entrada, en lugar del centro geográfico – del resto de la urbe. Una puerta defendida por una fortificación de buen tamaño y un rastrillo, en aquel momento cerrado, protegían el paso y evitaban que nadie pudiera colarse entre la media docena de soldados que hacían guardia, vestidos con corazas y provistos de ballestas, espadas y escudos.

Los soldados estaban registrando a conciencia a unas personas de aspecto corriente que pretendían entrar, mientras un par de señoras vestidas de seda y raso con más perlas que un océano recibían paso franco incluso haciéndoles parar a ellos, sus mismos lacayos - cargados de paquetes - llevaban ropas más caras que el equipo de Aiden y hasta su criada llevaba unos pendientes de perlas nada habituales entre la plebe. 

Pasar al distrito superior fue como cambiar de ciudad: era un entorno amplio y abierto, con jardines y bosques allí dónde no se alzaban edificios. Ni de lejos se acercaba al medio centenar de inmuebles todos ellos joyas arquitectónicas, pero aún así ocupaba una extensión tan grande como cualquiera de los otros dos distritos. La cima de la montaña daba un fondo idílico al paisaje, limitado por la figura reconfortante de la muralla que era visible todo alrededor, salvo donde la ocultaban los edificios suficientemente altos. Estos eran sólo dos, el gran castillo de altas torres - la mayor más de una docena de veces más alta que las murallas - y la gran catedral, con su campanario esplendoroso en el que destacaba, refulgente como un faro, su gran campana de plata pura y bruñida.

Pudo comprobar que todas las viviendas eran grandes mansiones, cuando no palacios, la mayoría con sus propias vallas o, incluso, murallas tras las cuales competían en sus jardines entre si y con los públicos. Los edificios de servicios, un teatro, una posada de aspecto más que lujoso y otros pocos más, que apenas tuvieron tiempo de contemplar, también tenían sus propios terrenos vallados y pulcros hasta resultar radiantes.

Había pocas personas por la calle, todas con aspecto de grandes señores y damas, de ropajes excelsos y modales refinados, escoltados por criados y ayudas dotados de libreas caras y recargadas. Entre ésta población no pudieron encontrar mas que miradas de reproche y desprecio. La mayoría lucían la misma profusión de perlas de las mujeres de la puerta, y tampoco fue aquella la única criada a la que vio con esos nácares.

Pudo percibir también que éste distrito estaba fuertemente patrullado, había, de hecho, más soldados que ciudadanos. Y los soldados de éste distrito llevaban corazas, espadas, escudos y ballestas, en lugar de cotas de malla y alabardas como los que le detuvieron.

A él le llevaron hacia un lateral de la muralla, donde había adosado el único edificio de aspecto más común que todos los demás, un sobrio y cuadrado edificio de aspecto monolítico y marcial con todo el aspecto de barracón militar que estaba muy cercano al castillo, sin ninguna otra construcción entre medias de ambos. En el otro lado del barracón estaba la otra estructura que distorsionaba la armonía visual del distrito: una especie de puerta-panteón enrejado con candado, hecha de mármol, que parecía proteger la entrada a un subterráneo, era llamativa y misteriosa, pero no pudieron mirarla mejor porque no llegaron a acercarse.

Sus escoltas le acompañaron hasta el barracón, los soldados que guardaban la entrada por el interior les saludaron y abrieron los portones. El caballero por su parte se marchó tras recordar a sus hombres que custodiasen al prisionero hasta que el Justicia dictase otra cosa.

El interior del edificio resultaba lúgubre, deprimente y espartano, sólo iluminado por quinqués de aceite cada veinte pasos o más. Varios portones aislaban las diversas partes de la fortaleza desde la sala de entrada, a modo de distribuidor. Aiden fue conducido por el portón del fondo, una estructura de madera reforzada de hierro con miradores que estaba trabada desde fuera y – comprobó después – también desde dentro con grandes trancas de madera que debían levantar entre dos hombres fuertes.

La siguiente habitación era estrecha y muy alargada, con todo el aspecto de ser parte de la muralla. Eran unos barracones comunales, con literas, mesas, sillas y armeros donde un par de docenas de soldados fuera de servicio le miraron con cierta curiosidad, uno dijo "otro" y varios rieron mientras los que le custodiaban le conducían a una reja cerrada, en esa misma estancia, que daba a un pasadizo descendente y mal iluminado. Tras un descenso complicado, sombrío y resbaladizo, llegaron a una nueva reja con un soldado de guardia que les abrió para dar acceso a una sala con una gran lámpara de velas donde un guardia armado con una bisarma y sin armadura estaba con cara de sueño sentado. Apenas entraron, el soldado que llevaba sus cosas las dejó en una mesa de esa misma sala donde ya había bastantes armas y cosas más, mientras sus custodios intercambiaban saludos con el guardia, de voz gangosa y nasal, antes de que éste encendiera una antorcha y se colara por un muro para abrir la pesada puerta de madera y acero que había detrás.

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24/02/2014, 22:40
Director

Alexandra, Hugh y Xelaver no sabían cuánto tiempo había pasado, era difícil calcular en la oscuridad absoluta, tal vez media hora, tal vez más. Entonces una luz apareció al fondo del pasillo, por donde habían llegado ellos un tiempo antes.

La voz, gangosa y nasal, del guardia de la bisarma resonaba hablando con otra gente mientras el grupo de unas seis personas avanzaba por lo que era una galería de prisión con celdas a ambos lados. Las figuras encerradas eran malcaradas, tristes y demasiado deprimidas para hacer nada que no fuera mirar con desgana la añorada luz mientras pasaba.

La comitiva avanzó por la húmeda mazmorra hasta el fondo, de modo que los prisioneros que ya había en la última celda pudieron ver que traían un nuevo custodio, era Aiden, a quien encerraron en la celda de enfrente a ellos antes de marcharse sin despedirse siquiera.

La celda del paladín, el breve momento que la pudo ver, era idéntica a la que habían notado sus amigos: fría, gris, apenas trabajada: también él creía que estaban bajo tierra. El ambiente era ligeramente húmedo y templado, confirmando esas sospechas.

 

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24/02/2014, 22:46
Director

El soldado no se arredró por los amagos de Rislân y trató de noquear al anciano de una vez con una maldición y un:

-"Dejate vapulear de una vez y acaba con ésta locura, viejo. El Justicia se tomará tu cabeza por ésta rebelión." - 

Pero el monje era demasiado rápido para él. Algo más causaba problemas ahora: la escalera se había acabado con aquel último retroceso, otro paso más y saldría la pasillo donde dejaría de contar con la ventaja del uno contra uno y los soldados podrían atacarle por parejas si no tenía cuidado.

- Tiradas (1)

Motivo: Ataque

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 7(+5)=12 (Fracaso)

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24/02/2014, 23:17
Rislân del Valle
Sólo para el director

Quizá tomando las palabras del soldado cómo si fuesen un consejo o... mejor dicho, una advertencia, el monje interpuso la lanza larga entre su cuerpo y el del muchacho. Había contado mentalmente los escalones y sabía que su ventaja táctica se terminaba. Además estaba cansado y necesitaba tomarse un respiro. Con un movimiento felino, dio un salto hacia atrás y retrocedió todo lo que pudo de espaldas, mientras negaba con la cabeza y mantenía la lanza en ristre. Su intención parecía ser acercarse al marco de la puerta de su habitación y allí hacerse fuerte de nuevo... pero era la última oportunidad de Rislân. Había llegado al final de la boca del lobo.

Notas de juego

Sólo me retiro (acción de asalto completo) y preparo la lanza esperando un ataque o carga. Mi intención es mantener a raya al soldado desde la puerta de la habitación (si llego con el movimiento doble para abrirla y quedarme en una posición ventajosa) y recuperar este ataque perdido con un AdO si se acerca el soldado.

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24/02/2014, 23:28
Director

La táctica de Rislân funcionó, llegó a la puerta, se hizo fuerte de nuevo y el soldado, al perseguirle, bajó la guardia. Por desgracia su cota de malla resultó demasiado fuerte para las menguadas fuerzas del anciano que en su estocada dejó bajas sus defensas y no pudo evitar que, con el ímpetu de la acometida, el asta de la alabarda le golpeara de nuevo en el plexo solar.

Los ojos le lloraban y le costaba mantener el paso, su mente exigía que se tumbara a dormir, que dejara de luchar, apenas le quedaban fuerzas para mantenerse en pie y el soldado líder esperaba detrás del otro listo para ocupar su lugar si conseguía la hazaña de hacerle caer.

- Tiradas (3)

Motivo: Ataque de oportunidad

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 9(+4)=13 (Fracaso)

Motivo: Ataque soldado

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 12(+5)=17 (Exito)

Motivo: Daño

Tirada: 1d10

Resultado: 2(+1)=3

Notas de juego

Tu plan sale como pensabas, salvo porque no le das con la lanza que parece que ahora tiene punta de goma. Ya no tienes +1 e posición superior.

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24/02/2014, 23:39
Rislân del Valle
Sólo para el director

Los ojos se le cerraban pero apeló a su concentración. Se acordó de los que había conocido en el camino, de su hija, de su mujer, de toda la gente que necesitaba que él no acabase encerrado en una prisión de Puerta de Plata. Y eso sólo era posible si seguía en pie. Retrocedió un paso, a punto de caer, pero apeló a su fuerza interior intentando que le diese más vigor.

Notas de juego

Ajuste (¿algún sitio dónde puedan solo atacarme de 1 en 1?) y lanzo Ayuda (+1 de moral al ataque y TS miedo, 1d8+4 pv). 

A estas alturas ya me tienes ganas ¿eh? 0;-). Los dados no han sonreido. Tengo Concentración +8 y no me he atrevido a lanzar defensivamente. Preferí retroceder por no arriesgarme.

Cargando editor
24/02/2014, 23:47
Director

Rislân se encontró tan fortalecido por el vigor de su conjuro que fue como si no hubiera recibido una paliza con un palo de hierro. Tenía las fuerzas intactas de nuevo, aunque estaba casi arrinconado y el sonido del silbato había seguido sonando hasta que, con el último paso atrás para poder conjurar, abrió su posición permitiendo entrar en tromba a los dos soldados al pequeño cuarto. Más atrás apenas había sitio más que para que Rislân diera un último paso atrás y para la cama.

El soldado que ya estaba con él golpeó el bajo techo con el hacha de su alabarda en su prisa por hacer hueco, el que había estado soplando el silbato, por su parte, dirigió un golpe contra el clérigo superando sus sobrenaturales reflejos. Por suerte pareció rebotar en los brazales que siempre portaba y que, sin que nadie lo supiera, estaban encantados precisamente para atraer contra sí los golpes. La contundencia del impacto sorprendió al monje: aquel tipo era un auténtico experto con su arma.

- Tiradas (5)

Motivo: Vida extra

Tirada: 1d8

Resultado: 7(+4)=11

Motivo: Ataque soldado 1

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 2(+5)=7 (Fracaso)

Motivo: Ataque oportunidad

Tirada: 1d20

Dificultad: 15+

Resultado: 17(+5)=22 (Exito)

Motivo: Daño oportunidad

Tirada: 1d8

Resultado: 8(+2)=10

Motivo: Ataque jefe

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 10(+5)=15 (Fracaso)

Notas de juego

Otro paso de 5' podría situarte junto a la cama. Seguirán pudiendo atacarte dos pero uno tendrá -4. 

Eres un cafre :) ¡pegarte tu sólo con cuatro soldados! Eres un broncas, me encanta el abuelo. XD

Jefe daño 10.

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25/02/2014, 00:06
Rislân del Valle
Sólo para el director

Notas de juego

¡Los monjes son guerreros, uh, la... los monjes son guerreros, la,la! :D

Inciso, no sé si el jefe se ha llevado un AdO, pero recuerda que puedo hacer 3 por asalto. Uno al soldado, otro al jefe, si ambos pululan por mi área de amenaza. Creo que nos lo hemos comido.

Me pierdo sin mapa y casillas (costumbres de mesa) así que lo dejo a tu cabeza de master, que la tienes mejor amueblada que yo. Quiero saber si:

a) es viable hacer la maniobra a la inversa. Es decir, me retiro, cierro la puerta para ganar tiempo y salgo de la habitación, dando un rodeo para no recibir ataques de oportunidad y volver a darles yo con los míos, "que la tengo más larga".

b) si no es viable, atacaría al que esté más débil (?) con los puños probablemente. ¿Qué arma lleva el sargento?