Partida Rol por web

Activo el comunicador con disimulo así mis compañeros escuchan lo que digo y están preparados para actuar en caso de que falle. Los alertaría de quien es mi interlocutor y donde estaba, aunque suene un poco tonto.

-Lo siento Eclipse. No dejaré que acabes con el Forjador ni con Eric, ni que gobiernes la tierra. Es cierto que hay humanos malvados, así como debe haber algunos metahumanos, dioses y titanes de la misma calaña. Pero que pasa con los inocentes? Con los humildes? Acaso no tienes familia humana?

Suspiro sin saber si mis palabras lograrían convencerlo aunque sea un poco.

-Ni siquiera se si seré un héroe. Yo solo quiero ayudar a quienes lo necesitan. Si me culpan por no hacer más, espero poder mantenerme fuerte si creo en que hice mi mayor esfuerzo. La Palabra guerra la veo muy lejana y el mundo un lugar enorme. Prefiero combatir el crimen y ayudar a los más débiles en Paradise City… y si ni se enteran de lo que hago mucho mejor.

Me doy cuenta que hay algo contradictorio en su discurso.

-Si tu quieres que te veneren, porque llevas entonces una máscara? En mi caso es justamente por lo contrario. Ni siquiera quiero que me conozcan.

Permanezco inmóvil y lo sigo con la mirada mientras realiza todos sus saltos y cabriolas por todo el espacio. Quizás sea más rápido que yo, habría que verlo. Pero de seguro tenía más entrenamiento.

-Y otra cosa… en este corto tiempo conocí a muchos meta humanos. No estoy seguro que tu y yo seamos los más poderosos, y aunque lo fuéramos son tantos que si sigues con esta locura tarde o temprano te podrán detener.

Abrí la boca de par en par cuando mi mayordomo dijo que Efe tan solo había pedido sangre para poder absorber el miedo que la incertidumbre nos produciría. Entonces… ¡Ese maldito bribón no solo se había zampado nuestro miedo por lo de la sangre, sino que además se había dado un atracón al condenar a esos humanos después de que les sacara del inframundo! Tenía que reconocer que era asquerosamente inteligente, aunque me sentía algo estafada y dolida en mi orgullo por razones que no podía controlar.

[color=#0080FF]-Por supuesto que pienso que es mil millones de veces más lista que yo y seguramente me está llevando justo donde desea, pero aún me extraña que no haya tomado directamente lo que quiere de mí, en lugar de darme esta falsa idea de libertad. Quizá hubiera sido más fácil para Kore dejarme inconsciente e ir paseándose con mi cuerpo de un lado a otro, pero claro… supongo que, por lo que dices, las cosas no funcionan así y necesita que yo trascienda de forma voluntaria [/color]– Le respondí justo antes de que me revelara que esa tía malvada que parecía tan lejana no era otra que la hermosa lechuza a la que había empezado a tomar tanto cariño.

En ese momento, mi mundo se vino de nuevo abajo y miré a Eidan con desolación. Tenía la intención de responderle algo, aunque aún no estaba muy segura de qué era lo que necesitaba entender. Si lo que me estaba contando era cierto, la bellísima dama que Mike y yo vimos en nuestro sueño y que tuvo que acompañar a aquel ser terrible que la secuestró, no era otra que mi tía, la cual no tenía problema alguno en condenar a su propia sangre con tal de escapar del destino que le había sido impuesto en el inframundo ¿Acaso era mi sino irremediable convertirme en la esposa de un terrible Dios de oscuridad? No sabía muy bien las connotaciones de todo aquello, pero no auguraba demasiadas cosas buenas.

Quise intentar aclarar algunos puntos. ¡De verdad que sí! Pero entonces, Eidan comenzó a explicar quién era realmente, remontándose a la época de los Titanes y a la creación de los Dioses y demás seres que conforman este y otros mundos, así como su relación con las líneas del dragón y la importancia de dichas líneas en todo esto.

Para cuando me reveló que él no era otro que Cerbero, guardián del inframundo, el cual había sido calmado por el arpa de Orfeo y, tras ello, había decidido contemplar con sus propios ojos a la humanidad, algo en mi mente ya había cambiado, haciendo que me sintiera extrañamente afortunada por ser capaz de poder presenciar aquellos prodigios de la naturaleza justo delante de mis narices. Lo que me pasara después ya no importaba tanto, puesto que no había duda de que todo aquello se escapaba de mis manos, y realmente no era lo importante aquí y ahora. Tenía que madurar lo más rápidamente que pudiera si quería sobrevivir a lo que se avecinaba y, aunque dudara mucho que fuera suficiente, me bastaba con haber sido parte de tanta maravilla una detrás de la otra… Era más de lo que muchos podrían decir en toda su vida.

Por eso mismo, me acerqué hasta el entrañable cocinero y le regalé el abrazo más grande del que fui capaz, mientras apoyaba mi cabeza en su pecho con una mezcla entre cariño y pena difícil de explicar. [color=#0080FF]– ¡Oh Eidan! Y has tenido que venir a servirme precisamente a mí que parece que ni soy humana y ni siquiera he tenido la más modélica de las infancias ¿Sabes que esta es la primera vez que alguien se molesta en preparar decoraciones navideñas por mí? Y resulta que la persona que lo hace no es otro que el más feroz guardián de las puertas del hades… Pase lo que pase, quiero que sepas que te lo agradezco todo, desde el detalle más pequeño hasta el esfuerzo más grande que me has dedicado, a pesar de que mi futuro no pinta precisamente de color de rosa, siempre te recordaré con cariño. [/color]– Le confesé con sentida emoción, a pesar de que sonara quizá demasiado cursi y fuera de lugar.

[color=#0080FF]-Ahora ¿Qué me recomiendas hacer cuando el guardián entre por las puertas? Estoy segura de que no querrá irse con las manos vacías. [/color]

-Tienes el poder de un dios, pero lo desechas para correr por una sola ciudad, tratando de salvar las miserables almas que en ella habitan. Podrás correr durante mil años y nada cambiará. Los seres humanos solo obedecen doblegados por el miedo. Debemos convertirnos en los dioses malévolos que los destruirán si osan desafiarnos. Tan solo así podremos enseñarles el verdadero camino que recorrerán.

De nuevo se desvaneció de la vista para reaparecer tras Blur. Aunque poco después, volvió a desvanecerse para situarse a su derecha. El poder que poseía Eclipse era tal, que parecía incapaz de permanecer inmóvil demasiado tiempo.

-¿De qué sirve que castigues a un niño, si no cambias los métodos de enseñanza? Debemos doblegar a los gobiernos y unificarlos para crear una utopía. El mundo está sumergido en guerras por dioses que no existen, debemos darles unos en los que realmente crean y a los que obedezcan. Tan solo después podrás lograr la paz que tanto ansias. Cuando los mortales comprendan que desafiar nuestra autoridad supondrá un castigo peor que la muerte, no se atreverán a desafiarnos. Detendremos todas las guerras que asolan el mundo y los criminales desaparecerán a no ser, que deseen sufrir nuestra ira divina.


-Perder el tiempo combatiendo contra ratas callejeras, no cambiará nada. Tal vez salves unas miserables vidas, pero las continuarás condenando a una vida llena de dolor. Ahora imagina lo que sería crear un mundo perfecto, donde nadie deba de temer por su vida por el mero hecho de abandonar su hogar. Podemos ser los dioses del nuevo mundo, salvar a la propia raza humana. Mostrarles lo que pueden lograr si dejan a un lado su odio y colaboran juntos.

Eclipse tenía muy claro sus objetivos y sus metas. Sus intenciones eran buenas, aunque sus métodos no lo fuesen tanto. Por no mencionar, que lo más probable era que su plan fuese imposible de realizar...¿O no?

-Juntos derrocaremos a los gobiernos corruptos que someten al pueblo ahogándolos más y más cada día. Aquellos que realmente protejan y luchen por los suyos, quedarán fuera de nuestro gobierno. ¿Aceptas?

-En realidad desconozco las intenciones de la dama del inframundo. Tal vez tan solo desee una aliada para acabar con su esposo y así obtener la libertad. En realidad jamás le pregunté sobre sus planes, los dioses tienden a pensar en años, décadas o incluso siglos. Algo que me resulta demasiado aburrido, debo admitir. Tal vez podría llegar a un acuerdo con ella, después de todo, parece que ambas se necesitan por el momento. Un té con pastas sería lo más adecuado para una conversación de esas características.

Eidan disfrutaba de muchas tareas cotidianas que muchos calificarían como aburridas. Al igual que disfrutaba viendo a los jóvenes héroes crecer y vivir toda clase de aventuras. Él mismo estaría encantado de partir en busca de una gran aventura, pero mucho se temía que eso podría despertar oscuros instintos en su interior. Por no mencionar, que pocas cosas existían capaces de suponerle un verdadero reto. Salvo tocar el violín, eso era algo que se escapaba a sus habilidades.

El abrazo de Sara lo pilló por sorpresa, no todos se atreverían a abrazar a una de las figuras más terribles de la historia. Por otro lado, ahora Sara comprendía el motivo por el que jamás se alteraba por nada. El mayordomo había combatido contra dioses, titanes y toda clase de aberraciones, por lo que era normal que todos aquellos asuntos se los tomase como juegos.

-Vaya, si se pone así por los arreglos navideños espere a ver los regalos que Santa Claus va a traerle este año. -Indicó con tono divertido a la vez que correspondía al abrazo de Sara y la acariciaba el cabello. -Tal vez vaya a convertirse en una diosa todopoderosa, de gran belleza e inmortal. Pero siempre apreciaré su corazón humano, le ruego que no lo pierda, señorita Black. Es difícil encontrar a personas que no se hayan desecho del suyo, consumidas por el odio, la avaricia o el miedo.

Apartando con dulzura a Sara, posó las manos sobre los hombres de la muchacha y la hizo alzar la mirada para que sus ojos se encontrasen. Eidan Doyle era solo una máscara, su propio nombre en cierto modo lo representaba. Doyle era el apellido que en algunos países ponían a las personas que eran incapaces de ser identificadas, tal y como en EEUU hacían con Smith. Por otro lado, su propio nombre dejaba bien claro si se leía al revés, que no era Nadie.

Durante un breve instante, Sara pudo ver en los ojos del mayordomo una pequeña parte de su verdadero yo. sus ojos carmesí resplandecieron llenos de poder, pero también con una marcada pena en su interior. Aquel ser, antiguo y poderoso había sido creado para ser un arma viviente pero de alguna forma, logró sobrevivir a lo peor que un ser podía soportar y aún así, florecer como humano.

-Para ser alguien que posee el poder de alterar la realidad y de haber vencido a todos sus enemigos desde que adquirió sus poderes, no parece muy confiada en sus propias habilidades. Debería dejar sus miedos atrás y comenzar a concentrarse en lo que realmente importa. Un heraldo del infierno acude a su hogar a cenar ¿Eso es realmente motivo para estar asustada? usted es capaz de volar, aunque no tan bien como podría hacerlo con su escoba mágica, pero en esencia es capaz de volar. Teletransportarse, lanzar rayos de energía y mil cosas más. Si permite que un mero título la infunda tanto temor, adopte usted misma un título similar. Mi consejo para tratar con Deimos, es sencillo, no muestre miedo. Será tan solo una cena entre dos dioses para charlar sobre el futuro. Las tradiciones dicen que no podrá atacarla durante la velada, así que puede estar tranquila.

Kore seguía gustándome, puesto que en cierto modo era como yo: Alguien rebelde que había tenido mala suerte en su vida. Evidentemente no es que pensara que yo me parecía a una Diosa de miles de años, sino que podía entender un poco por lo que estaba pasando al ser obligada a algo que no quería…. Aunque tampoco es que justificara sus acciones.

[color=#0080FF]-¿Tan malo es el señor del inframundo? La verdad es que me encantaría conocer un poco sobre sus motivaciones y su personalidad para hacerme una idea de por qué hace lo que hace. A simple vista parece alguien tan terrible que ni su propia esposa desea estar con él, aunque a lo mejor estoy equivocada. [/color] – Respondí, dejando a un lado el tema de mi maestra puesto que ya tendría tiempo de hablar con ella.

El hecho de que Eida me devolviera el abrazo e incluso me acariciara el pelo, me gustó. Realmente me habría encantado haberle conocido antes y haberle tenido cerca durante mi niñez. Estaba segura de que hubiera sido una figura paterna cuanto menos interesante, aunque seguramente un poco permisiva de más, tanto que me habría colmado de dulces hasta haberme convertido en una bola rubia.

No obstante, cuando me miró y me vi reflejada en aquellos profundos pozos rojizos de sabiduría y tristeza, por un segundo me quedé sin habla, totalmente embelesada en aquella fuerza que desprendía tan solo con una simple expresión en el rostro que había escogido como fachada. Eidan era alguien extraordinario, y esperaba poder tener la suerte de contar con su compañía durante mucho, mucho tiempo.

[color=#0080FF]-Tienes razón ¿Sabes? Gracias por abrirme los ojos. El que mi destino esté sellado o no, es algo que no tiene por qué cambiar mi forma de ser o de actuar. Lo cierto es que desde que la arpía de Anne Bonnie me atrapó y sus matones me dieron esa paliza de muerte, se me cambió un poco el chip. He vivido asustada durante demasiado tiempo, y ya es hora de que tome las riendas de mi propia vida, ya sea con poderes molones o sin ellos…. No puedo permitir que un título me amedrente hasta tal punto de no ser yo misma, así que no te preocupes que haré todo lo posible por estar a la altura de las circunstancias, a pesar de que sea literalmente el Dios del terror y pretenda acojonarme casi seguro. [/color]– Le respondí, dándole un beso en la frente con ternura.

[color=#0080FF]-Por cierto, espero que esos regalos navideños que mencionas merezcan la pena, porque pienso quedarme despierta toda la noche para intentar atrapar a Santa Claus, de eso que no te quepa duda. [/color] – Le reté guiñando un ojo para tratar de eliminar un poco de tensión de mi cabecita.

[color=#0080FF]– Por cierto ¿Deimos viene con su gemelo Fobos, o la relación entre ellos no es demasiado buena? [/color]– Bromeé, dispuesta a intentar pasar una agradable velada con el guardián del inframundo, a pesar de todo lo que estaba por llegar.

Con mucha seguridad le respondo a Eclipse.

-No, no lo haré. Y no porque no tengas buenas intenciones, sino porque tus métodos no son los míos. Quizás en comparación tu plan ambicioso salve muchas más vidas que el mío. Pero el mío puede contagiar el valor, inspirar a otros humanos que puedan hacer la diferencia o hasta a algunos metahumanos. El tuyo solo generará temor y odio hacia ti y siempre habrá algun metahumano o algun grupo de ellos dispuesto a acabarte cuando seas una molestia lo suficientemente grande.

No sabía como Eclipse se relacionaba el sueño premonitorio que habíamos tenido respecto al fin de Paradise Citi para este fin de semana, pero quizás tenía algo de información.

-No obstante si quieres hacer el bien, dime si sabes algo sobre los rumores que corren acerca de algo terrible que sucedería en esta ciudad este fin de semana. Algún Titan escapará? de que lado te pondrías? en caso de que eso suceda?

Eidan, mostrando su gran sonrisa, continuó preparando la cena mientras conversaba animadamente con Sara.

-¿Tan malo el señor del inframundo? Ya debería de saber a estas alturas que no existe el bien ni el mal. Hades es el guardián de la tumba de los titanes, a su vez, es quién se encarga de mantener bajo control a los demonios, las antiguas huestes de los titanes. Sin él, mucho me temo que los demonios serían legión en el mundo. Por supuesto su carácter es...complicado. No tolera demasiado a los humanos, aunque es comprensible. Verá, los dioses trataron de guiar a la humanidad hacia una era de esplendor, pero la humanidad está corrompida por los titanes. Por ello el ser humano es un ser tan sumamente destructivo. Así que para los dioses, los humanos son algo difíciles de manejar. Son criaturas capaces de alcanzar un gran potencial, pero a su vez se dejan dominar por los impulsos de los titantes, los más odiados enemigos de los dioses.

Como un danzarín profesional, Eidan se desenvolvía por la cocina con gracia y estilo. Verlo de aquella forma hacía aún más difícil el creer que realmente se tratase de uno de los mayores asesinos de la historia.

-La mayor maldición de los dioses, así como su mayor don es la propia inmortalidad. Sus poderes son enormes, pero al final poseen un alma humana. Con eso quiero decir que ellos se enamoran, odian y entristecen como el resto de los mortales. Los matrimonios entre mortales rara vez sobreviven los veinte o treinta años ¿Se imagina lo que sería pasar la eternidad con la misma persona? No existe una respuesta sencilla para su pregunta, señorita Black. Hades es un guardián y protector de la humanidad, pero a su vez, es alguien oscuro y solitario que tiende a contemplar a los mortales como hormigas. Pocos llaman su atención y menos aún los que acaban por no ser una decepción.

El que Sara comenzase a aceptar que la única que podía elegir su destino era ella misma provocó una nueva sonrisa en el rostro de Eidan.

-Los títulos siempre fue algo que agradaba a los dioses y héroes del pasado. Usados principalmente para asustar o conseguir respeto. En el mundo de los dioses, alguien es tan peligroso y poderoso como uno tema que sea. Deimos y Fobos fueron grandes maestros en ese arte, logrando vencer en grandes guerras simplemente con unas pocas palabras, algo de humo y algún que otro espejo. Respecto a Deimos, creo que no se habla con su hermano desde hace varios siglos, pero no debería de preocuparse por ello. Los dioses son así, sus enfados no se miden en meses o años, sino en décadas o siglos. Ya volverán a jugar juntos de nuevo el día menos pensado. Por último, debo decir que Deimos es uno de los dioses más educados que existen, además de ser todo un conquistador. No me extrañaría que cayese en sus brazos suspirando de amor, aunque sin duda le partiría el corazón a su pareja, el joven nacido bajo la casa de Mercurio. Por cierto, debería de llamarlo y decirle que se dispone a tener una cita, nada serio por supuesto. Pero aún así creo que una relación debe de alzarse sobre unos fuertes cimientos de sinceridad ¿No cree? Por cierto ¿Ya ha pensado que se pondrá para la cena?

El eco de su risa resonó por todo el taller como un murmullo lejano. Las palabras de Blur parecían divertirlo y no pudo evitar erguirse y mirarlo con desprecio. Pensó que alguien dotado de sus mismos poderes sería capaz de ver la verdad, pero estaba equivocado.

-La esperanza no existe, es tan solo una mentira más contada por vuestros gobernantes. Os atizan con el látigo, os arrebatan todo cuanto tenéis, pero os hacen creer que un día os levantaréis y todo será mejor. No sois más que unos ilusos que desconocéis cómo funciona el mundo. ¿Cómo crees que terminó la segunda guerra mundial? Fue el miedo lo que la detuvo, la devastación producida por la bomba atómica inspiró tal miedo, que nadie más quiso seguir luchando. Es el miedo lo que nos permitirá cambiar el curso de la historia.

Poco más tenía que hacer allí, su misión de reclutamiento había fracasado, ya solo quedaba una cosa por hacer o más, por decir.

-¿No te consideras el protector de la ciudad? En ese caso cumple con tu propósito, yo tengo gobiernos que derrocar y un mundo que conquistar. Te lo advierto, no te cruces en mi camino, si tratas de detenerme no dudaré en matarte. Tu poder es grande, pero yo soy un dios. No te atrevas a desafiarme.

Mi cerebro funciona a toda velocidad pensando que es lo que debería hacer con Eclipse, pero en resumen tenía dos opciones y sus consecuencias.

Lucho con el y evito que se convierta en un tirano de orden mundial poniendo en riesgo la vida de millones de personas, o dejo que se vaya y me aseguro que Paradise City se salve de el mientras se concentra en otros países y ciudades? en el medio había posibilidades de que sea yo el que caiga en el combate y el se haga con los dos objetivos y además estaba el dilema moral de combatirlo por algo que aún no había hecho aunque decía que haría... 

Como siempre intentaba decantarme por la solución pacífica, prefiero dejarlo ir. Siempre podía caer en las manos de otro meta humano más fuerte que el por más dios que se creyese.

-Puedes irte en paz Eclipse. Por más que estés confesando los crímenes que cometerás contra la humanidad, no voy a hacer nada hasta que los concretes. Quizás esta charla te haga pensar y recapacitar. 

Escuché todo cuanto me decía con sumo interés, puesto que todo cuanto contaba era importante. Hades parecía alguien interesante al que me gustaría conocer a parte de por los libros de historia y las pelis de Disney. Seguramente no era el ser cruel y malvado que pintaban en todos lados, sino, más bien, alguien con un montón de matices tal y como narraba Eidan.

[color=#0080FF]-Dime una cosa. ¿Las organizaciones como Las Rosas donde está atrapado Toni están compuestas también de Dioses, o se trata de los humanos con poderes que se han corrompido como Anne Bonnie, de los que tanto odia Hades? [/color] – Pregunté sin poder olvidar a esa bruja y a todas las personas que de una forma u otra trabajaban para ella.

[color=#0080FF]-Por cierto ¿Quieres que te ayude en la cocina? Puedo hacer de pinche si quieres [/color] – Le pregunté, haciendo todo lo posible por contagiarme de su buen humor, intuyendo que nunca jamás me dejaría meter mano en su cocina.

Cuando el mayordomo me confesó que los Dioses tenía un alma humana con las desventajas que eso conllevaba, volví a rememorar la reacción de Efe cuando le enfrenté en el bar, tratando de ponerme en su lugar. Supongo que Eidan tenía razón… No sería fácil mantener un matrimonio tanto tiempo pero… ¿hasta el punto de pensar que la otra persona era una decepción? Me resultaba muy extraño. Por un segundo mi mente me traicionó y me encontré a mí misma pensando en qué haría si tuviera que pasar el resto de mis días inmortales con Toni, y no se me ocurría nada malo en ello… Espera Sara ¿Qué narices estás pensando? Toni es solo un amigo al que vas a salvar de su propia testarudez. Nada más…

Afortunadamente, la sonrisa y las nuevas explicaciones de Eidan hicieron que me centrara un poquito olvidando mis estúpidas divagaciones, por lo que, cuando me hizo aquella pregunta tan mundana, pestañeé unos segundos antes de reaccionar [color=#0080FF]- ¿Qué Ponerme? Emmm Yo… no había pensado en vestir nada especial. Solo unos vaqueros y una camiseta friki. ¡Además! ¿Qué te hace pensar que quiero una cita con el hombre que hace menos de una hora mandó a sus demonios para secuestrarme y matar todo a su paso? Me da igual si detrás de esa máscara de Halloween que lleva se esconde el tío más buenorro que haya visto jamás. No voy a tener una cita con él. [/color] – Me defendí algo colorada, siendo consciente de que mis palabras no sonaban demasiado convincentes e incluso preguntándome a mí misma si no debía buscar algo más elegante entre las prendas de mi armario.