Bajo un cielo nublado y amenazante de tormentas, la Luna se alza en el firmamento expulsando de sus dominios al astro rey. Envuelta en un mar de sombras y acariciada por el gélido toque del invierno, Paradise City despierta a las temibles bestias que en sus entrañas anidan.
Transformadas por el odio, la avaricia y la envida, las retorcidas almas de los Triple K se disponen a extender la miseria y el dolor por doquier. Amparadas por el anonimato e impulsadas por su sed se sangre, las almas de los cinco miembros de la banda, se preparan cual lobos para caer sobre la joven desprevenida Wendy, quién en aquella aciaga noche, adoptará el papel de cordero.
Guiados por el reverendo Tadeus Bachmann, cada vez son más los que presas de la desesperación recurren al odio y al racismo como una forma de descargar su frustración. Dotado de un don innato para las palabras y una capacidad única para leer las las almas de aquellos que le rodean, Bachmann es capaz de manipular a cual incauto que cae en sus redes. Sembrando la discordia en sus mentes y corazones, transforma a sus seguidores en fieros defensores del poder blanco.
La crisis que asola la ciudad y la desesperación por perder lo poco que aún les queda, arrastra con cada amanecer nuevas almas a su séquito, las cuales utiliza sin compasión alguna para atacar a todos aquellos cuya piel o cultura le resulten diferentes.
Aquella noche, cuatro de los hombres de Bachmann arrastran consigo a un nuevo adepto que se prepara para su bautismo de fuego. La elegida para caer en sus garras es una joven camarera llamada Wendy, cuyo único crimen es tener la piel de color azabache. Alegre y entusiasta, la joven compagina sus estudios de biología con un trabajo mal pagado. De buen corazón, cree en el trabajo duro y pese a que las bandas la rodean, de alguna forma ha logrado sacar las fuerzas necesarias para evitarlas y trabajar muy duro para poder llegar a cumplir su sueño.
Wendy es la alegría de la cafetería-restaurante en el que trabaja. Hermosa y llena de vitalidad, logra siempre hacer sonreír a los clientes. Es una de esas personas cuya alma está tan llena de optimismo, que jamás pierde la sonrisa. Ni tan siquiera cuando se queda a cerrar y la medianoche llega rápidamente hasta ella, dejándola pocas horas para descansar y estudiar.
Por suerte para ella y pese a vivir a poco más de quince minutos del trabajo, jamás hace el trayecto a solas. Jon, un joven estudiante de su clase con quién mantiene una relación desde el instituto, pasa a buscarla cada noche para acompañarla. Jon vive a casi cuarenta minutos de donde ella trabaja y en ocasiones, apenas logra verla más que el tiempo que tardan en llegar a casa de Wendy. Pero Jon está enamorado, ambos lo están y saben que si trabajan duro podrán labrarse un gran futuro juntos.
¡Ah, dulce inocencia!
Lo que ambos ignoran, es que los Triple K no aprueban que un blanco salga con una negra. El mestizaje es una ofensa imperdonable para ellos, que debe pagarse con sangre. Después de todo, para ellos, los negros están a la misma altura que los perros, tal vez incluso por debajo.
Dispuesto a destruir los sueños e ilusiones de ambos, los Triple K, ocultos entre la oscuridad de un callejón les aguardan. La "justicia" de los triple K es implacable, cruel y terriblemente sádica. El primer golpe toma a la pareja desprevenida y es más que suficiente como para que Jon caiga al suelo aturdido y sangrando de la cabeza. El más grande y fuerte de los Triple K, ayudado de un puño americano, golpea con semejante violencia al desprevenido muchacho que casi le hace caer inconsciente de un solo golpe.
Wendy trata de gritar, pero el más obeso de los asaltantes la sorprende desde atrás y tapándola la boca e inmovilizándola con su propio peso, la aplasta contra una de las paredes del sucio y oscuro callejón que huele a orín. Cerca de donde se encuentran, una discoteca mantiene la música a un nivel tan alto que poco importaría si gritase, aún así, el mero hecho de someterla a su voluntad es algo que provoca una erección en el gordo y asqueroso Triple K.
Él líder del grupo, un hombre alto y de aspecto militar se acerca con pasos lentos permitiendo que el tiempo juegue a su favor, pues sabe bien que en la mente de ambos jóvenes se están produciendo todo tipo de escenarios. Aunque tal y como suelen decir, la realidad siempre supera a la ficción por lo que lo que les tiene preparado es sin lugar a dudas algo muchísimo peor.
-Paradise City, una ciudad cuyo nombre le ha sido arrebatado por la escoria de piel teñida. El lugar en el que trabajas, maldita zorra, fue durante años la cafetería de un honrado hombre blanco. Pero por culpa de los espaldas mojadas y los mierda de tu raza, quienes trabajáis por la mitad de dinero, se vio obligado a cerrar. Ahora su negocio, el negocio que levantó con esfuerzo y el sudor de su frente está en manos de un puto simio sin pelo. Un jodido simio que ha contratado a una puta negra barata para que se la chupe a sus clientes.
Los ojos inundados de lágrimas de Wendy reflejan el horror que siente y la impotencia que recorre cada fibra de su ser. Jon, quién trata de ponerse en pie para salvarla, se transforma de pronto de un saco de boxeo sobre el que el resto de Triple K, descargan una y otra vez sus puños moliéndolo a palos.
-Los negros, los chicanos y la demás razas de mierda tenéis que aprender que esta ciudad no va a seguir a vuestros pies. No, el pueblo ha decidido tomar las riendas de su destino y os vamos a poner en vuestro sitio. ¿Sabes lo que odio más que a un puto negro? A un maldito gilipollas que se rebaja al nivel de enamorarse de una puta negra chupa pollas como tú. ¿Sabes lo que va a pasar ahora? Ambos vais a ser castigados, cuando mis chicos hayan acabado con ambos no podréis volver a sentaros ninguno de los dos en un largo, largo tiempo. Vuestros culos nos pertenecen ahora y si volvéis a veros, os acordaréis de nosotros por el resto de vuestras jodidas vidas. Adelante novato, el culo de la jodida negra es todo para ti, haz que sufra la muy puta.
Bienvenido a Paradise City, la ciudad destructora de sueños que aplasta sin compasión alguna la esperanza. Bienvenido a la ciudad que provoca pesadillas a los mismísimos demonios.
Muy buenas y bienvenido a la partida!
Antes de nada, sé que no suele ser necesario, pero vale aclarar que todo lo escrito aquí no es para nada lo que yo pienso ni refleja mi personalidad. Simplemente he pensado que la mejor manera de meterte de lleno en la ambientación de la ciudad, es arrastrarte a uno de los peores escenarios que uno pueda encontrarse. Después de todo, la idea original es que hagáis frente a lo peor que los seres humanos pueden lanzarse los unos a otros y combatirlo.
Tu personaje puede haber llegado a esa escena como creas oportuno. Desde haber escuchado la conversación de las intenciones de los triple K gracias a sus sentidos agudizados, a encontrarse de patrulla o lo que creas conveniente. ^^
Un saludo!
Había cazado a todo animal que mereciese el esfuerzo , y a todos había dado muerte con sus propias manos. Junglas, manglares, tundras, bosques, incluso mares y océanos, fueron escenario de sus cacerías, testigos de sus particulares combates de gladiador. Cuando un animal le demostraba que su instinto aun no se apagaba extinto, que su deseo de lucha y supervivencia era un manifiesto de la voluntad de su propia raza, entonces, se comprometía a ser su guardián. Se aseguraba una última oportunidad para tal especie.
15 años le llevo enfrentarse a todo animal viviente que mereciese el combate, y profundo fue su desasosiego el día que la naturaleza no tenia reto alguno que ofrecerle. Consciente de ello tuvo que esforzarse por encontrar un nuevo desafío, pues sin desafíos los instintos se domestican, se acomodan, mueren.
Y era por un desafío por el que se encontraba allí, en aquella ciudad tan familiar en la distancia del tiempo, encaramado en las sombras, agazapado en una escalera de incendios. La jungla de asfalto, los humanos, el único animal que de verdad podía ofrecerle desafíos sin límite," ¿como no me había dado cuenta antes?". Toda su vida había sido un preludio para la cacería sin fin que se planteaba ante él.
Las armas de los hombres, diferentes a las de cualquier otra especie que enfrento en el pasado, ofrecían una gama nueva y única de desafíos. Tubo que respirar profundamente, en silencio, bajo su máscara para contener su entusiasmo por la euforia que le producía su hambre de cazar.
Apenas un semana llevaba lazando pequeños depredadores humanos. Se hacía a su diversidad, a sus costumbres, y a sus maneras. Interesantes eran los ejemplares que había elegido esa noche para comenzar la caza.
Los escucho a 1,7kilometros exactos, un susurro sobre sus intenciones arrastrado por el viento, entre el sonido turbio de la ciudad en el que tuvo que obligar a sus sentidos a no distraerse y buscar algo digno de su atención. 5 machos de la especie, excitados y eufóricos le decía su olfato mientras cerraba el cerco sobre sus presas, acercándose. También nervios, inquietud, algo de miedo. Un macho joven. No podía creer su suerte. Se trataba de un grupo de caza pequeño, perteneciente a una gran manada cuyo Alfa parecía llamarse Tadeus Bachmann. El macho joven iba a realizar su rito de iniciación.
La manada tenia echado el ojo a su presa, con anterioridad, parecían haberla rondado, y planeado como iban a devorarla, a ella y a su pareja. La elección de presa, tenía un componente racial muy importante."Qué curioso". Por un instante cuando llego al callejón había pensado en lanzarse sobre el pequeño grupo, pero ahora se alegraba doblemente por ser paciente, estaba aprendiendo mucho. No se puede cazar apropiadamente sin conocer que motiva a una presa.
El rito dio comienzo, y los depredadores gregarios comenzaron su ceremonia mientras él, vigilaba atentamente, poniendo todos sus sentidos en ellos y sus presas. El rito, no diferenciaba mucho de otros que había presenciado en otras razas. Los machos más veteranos, bajo las ordenes del beta de la gran manada al cargo del grupo, hacían gala de su experiencia para actuar con rapidez, dando ejemplo al joven, y debilitando a la pareja de mansos de los que el miembro más joven debía dar buena cuenta, demostrando que sería un macho útil para la gran manada.
La misma violencia parecía ser otra motivación poderosa para que esta subespecie humana hiciera sus batidas. El Beta daba gala de su carisma y su posición social, siendo la única voz del grupo. Su conducta gregaria parecía estar muy arraigada."Bien, ha llegado el momento de actuar".
Salto desde su posición, unos 4 metros, hasta caer tras el líder del grupo, aterrizando con un sonido sordo, casi imperceptible gracias a la discoteca cercana. Aun así el espécimen noto su presencia, sin duda, un instinto de conservación vestigial, algo que solo despertaba en los humanos cuando su vida corría grave peligro. Antes de que el desdichado tuviera tiempo de girarse, una mano le agarraba desde atrás y fuertemente, de la zona de la boca, impidiéndole hacer notar de alguna forma el dolor que sintió como un relámpago en la base de su columna. Un puñetazo, con la fuerza con al que una escopeta, le azota sin piedad la región lumbar , destrozando un par de vertebras en el acto, y provocando la pérdida de conocimiento del individuo en cuestión de segundos a causa del dolor. Jamás volvería a caminar sin sentir un dolor insoportable. Con cuidado el cuerpo desmayado es dejado en el suelo. Los 4 individuos restantes del grupo de caza, aun no se han dado cuenta de su presencia, demasiado expectantes están en el comportamiento de su joven cría.
El beta ya anulado supuso un reto escaso, pero claro, los humanos eran un reto distinto, debía aprender a degustarlo en su medida particular. El resto del grupo, varios pasos por delante era imposible de asaltar con el mismo cuidado que había demostrado con su primera pieza de la noche.
Con un paso veloz, se acerco hasta una distancia apropiada del más gordo de la camada, y con una potente patada le reventó la rodilla derecha haciéndolo girar en el aire, momento en el que su garra le arranco una oreja al gordo dejando la marca de la garra en su piel en forma de tres heridas, intencionadamente poco profundas., justo antes de caer al suelo.
Sin dar tiempo a que su nueva presa abatida comenzase a gritar como un cerdo, agarro la mano del más cercano justo cuando este había girado su cabeza para ver que sucedía , pero aun sin entender que ocurría. La estrujo con todas sus fuerzas, huesos, sangre, piel y musculo, todo luchando por el mismo espacio, hasta verse vuelta un amasijo sanguinolento y retorcido. El tipo quedo colgando de su mano sujeta, mientras lloraba sin poder caer al suelo para retorcerse que es lo que pretendía.
Solo restaban dos en condiciones, el más joven, tembloroso, tartamudo y paralizado por el miedo, y el ultimo de los machos de la manada que con nerviosismo comenzaba a activarse. Bajo la máscara, tuvo que esperar lo que le pareció una barbaridad antes de que semejante espécimen atinase a sacar el 38 bajo oculto en la cazadora.
Antes de que el revólver alcanzase un ángulo peligroso, el brazo que lo empuñaba se encontró con las cuchillas de la garra, encertándose hasta el hueso en el proceso, y dejando caer el arma. La garra giro, y el tipo cayó de rodillas con el brazo ensartado solo para encontrarse con un rodillazo en plena cara, un rodillazo contenido para solo romperle huesos y no arrancarle media cabeza. A medida que el cuerpo quedaba lánguido fue el mismo por su propio peso el que se destrabo de la hoja ensangrentada, hasta caer inconsciente en el suelo.
Solo dos restaban, uno llorando con la mano reventada, y otro a punto de hacérselo encima con la polla fuera. Los olores ahora eran bien distintos en ellos a los que capto en un principio."Su fuerza claramente no está en sus cualidades, si no en su número. Interesante. Por su determinación salvaje y manera de actuar podría decirse que actúan de forma parecida a las hienas ."Caviló un instante antes de cegar para siempre de un garrazo al tipo que lloraba frente a él y que aun sujetaba de la mano destrozada. Todo estaba impregnado de su olor favorito, ese metálico sangre que tanto le gustaba.
Dio un paso en dirección a la hiena a que iba a ser iniciada, y esta echo a correr con la polla fuera, como si se lo llevasen los demonios.
La joven pareja de mansos, la chica negra y el muchacho blanco, estaban en shock, cubiertos de sangre, intentando asimilar que estaba pasando y que iba a pasar con ellos.-Si no tenéis garras para cortar, ni dientes para clavar, entonces sed más listos. La próxima vez, puede que yo no ande cerca.-Su voz profunda y distorsionada de forma natural por la oquedad de la máscara resultaba más que intimidante.
Sin mediar más palabra camino entre los cuerpos ensangrentados y los quejidos de estos y su figura fue desapareciendo en la oscuridad del callejón, siendo su garra lo ultimo visible, y emitiendo un leve destello como si flotase sola en la oscuridad, antes de desvanecerse.
Estaba resultando una noche productiva, las "hienas", encontraban su fuerza en el numero, y era en cazar estas en gran cantidad a la vez, donde radicaba el verdadero entretenimiento de lazar a estos animales.
El rastro del muchacho que dejo marchar era fácilmente reconocible, y podía seguirlo a kilómetros. Sin duda le conduciría con un grupo aun más numeroso, o quizás a su refugio particular. En los dos lugares podía obtener entretenimiento y diversión. La noche iba a ser deliciosamente larga.
De nuevo en las alturas, sus ojos encontraban la mas mínima mota en la oscuridad, sus oídos escuchaban los jadeos a kilómetros de distancia, y su olfato le narraba las vivencias de esa miríada de animales que poblaban el lugar. Presas y depredadores, mansos y agresivos. Él era el cazador definitivo, y había encontrado por fin su lugar. Muchas hienas desearan ser leones antes de acabar la noche.
Ala primer post. Ya me dices que te parece, quizás me quedo algo confuso por que aun no tengo un nombre claro con que referirme al pj en esa forma, quizás le llame Claw XD. Bueno ya me dices que te parece y si tienes algún consejo o no te gusta algo lo hablamos sin problemas.
Respecto a lo de la violencia tranqui, está bien que lo digas, pero bueno me crie en los 80, estoy literalmente muerto pro dentro XD.
Y respecto al mp gracias pro responderme tan rápido.
Un saludo.
Estupefactos y aterrados ante el macabro espectáculo que se desata frente a ellos, las dos jóvenes victimas son realmente incapaces de comprender el verdadero significado de lo que están viviendo. Por puro instinto y de alguna forma que más tarde serían incapaces de recordar, logran abrazarse el uno al otro en un vano intento de sentirse protegidos. Pero la cruda realidad que impera en Paradise City, dicta que no existe algo semejante.
Ajenos a los gritos agónicos que los mutilados emiten y sin hacer ademán alguno por retirar las oscuras perlas carmesí que cubren ahora sus rostros, simplemente contemplan hipnotizados los movimientos felinos y mortales del misterioso hombre de la garra. Un hombre cuyas palabras y cuya presencia terminará desvaneciéndose en sus mentes en los próximos minutos, quedando reducido a un mero recuerdo deformado por sus propias imaginaciones y miedos.
Aunque aquello no es para menos, después de todo, tan solo se trata de dos jóvenes de mentes frágiles incapaces de asimilar por sí mismos que en aquel mundo en el que viven, existen cosas peores que los propios demonios.
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-¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Tengo que salir de aquí!
Las palabras, apenas un susurro del iniciado y pese a la gran distancia que les separa, llegan hasta el cazador con total claridad. Dotado de una velocidad y fuerza sobrehumana, se desliza entre las azoteas de los edificios rastreando a su presa aguardando en su interior, la excitación de poder encontrar un verdadero reto para sus habilidades.
Como poseído por el mismísimo diablo, el iniciado abandona el callejón adentrándose de lleno en una de las calles de marcha de la ciudad. Tal es su desesperación que arrolla, golpea y tira al suelo a todo aquel que se cruza en su camino, mientras lanza miradas rápidas sobre su hombro para saber si el terrible cazador de la garra le persigue.
Los insultos y amenazas pronto comienzan a desatarse allá por donde pasa hasta que de pronto, un grupo de universitarias que disfrutan de una noche de copas, se percatan de un pequeño detalle.
-¡Ey, Ey! ¡Fijaros! ¡Ese tío va con la polla por fuera! -¡Una polla no, una minipolla!
El sonido de las risas se expande por doquier, pero ni tan siquiera eso logra acallar el tamborileo que produce el desenfrenado corazón del iniciado, quién de seguir así, seguramente acabe sufriendo un colapso. Sin detenerse ni un solo instante, trata de guardarse sus partes mientras atraviesa el gentío abandonando finalmente aquella zona para así, adentrarse en una un tanto más tranquila y apartada. Su destino final es un local privado, seguramente una de las sedes de reunión de los triple K. El hedor de cerveza rancia y cuero, así como el sonido de las bolas del billar deslizándose sobre el tapete llegan hasta él, indicándole que se trata de una especie de local para moteros.
Agazapo sobre una cornisa, aguarda el momento oportuno de actuar deleitándose de cada instante. Dentro del local hay seis sujetos y el suave aroma de la pólvora le indica que al menos dos de ellos, van armados. No es que eso fuese a marcar ninguna diferencia, tan solo aumentaba la diversión.
El desconcierto y el caso reinan en el local con la llegada del iniciado, quién tratando de recuperar el aliento, intenta comunicar la pesadilla que acaba de vivir. Hablando con monosílabos y entre jadeos, trata de dominar el terror que inunda su corazón. Aunque el cazador no tiene opción de escuchar la conversación.
Proveniente de la azotea de un edificio cercano, un silbato para perros resuena tres veces. Pese a no causarle ningún dolor físico, resulta un tanto molesto y logra distraerlo durante unos instantes. Como es de esperar, pronto comienzan a escucharse el sonido de ladridos en la lejanía, pero ninguno en las inmediaciones de donde se ha tocado el silbato.
Por puro instinto o por mera curiosidad, extiende sus sentidos hacia el tejado del aquel edificio, tratando de averiguar qué está sucediendo y es precisamente en ese momento, cuando una voz afable y alegre resuena.
-Buenas noches, señor cazador. Lamento mucho interrumpirle en sus quehaceres nocturnos, pero mucho me temo que de perderle la pista, tardaría demasiado en volver a encontrarlo. Si estoy en lo cierto y pese a la distancia que nos separa, debería de ser capaz de escuchar mis palabras. En caso contrario, tan solo pareceré un viejo senil hablando solo, lo cual no me dejaría en muy buen lugar. Si no es mucha molestia por su parte, me agradaría poder conversar con usted, arrebatándole tan solo unos poco minutos de su preciado tiempo.
Pese a la distancia y la oscuridad de la noche, los ojos felinos del cazador le permiten vislumbrar al misterioso extraño con total claridad. Se trata de un hombre que bien ha superado el medio siglo de edad, aunque parece gozar de buena salud. Siempre sonriente, el hombrecillo acicala su poblada barba mientras se tambalea sobre sus talones como bien podría hacer un niño.
-Si lo desea puedo aguardar a que termine de jugar con sus amigos. Aunque si realmente le interesan verdaderos retos a los que enfrentarse, tal vez pueda ayudarlo.
Muy buenas!
Un post genial, en cuanto vean la calidad del novato, el resto de jugadores seguro que desean abrir escenas contigo. ^^
En fin, vamos a desconcertar un poco a nuestro querido cazador jeje
Sobre el nombre tranquilo, no tienes que ponerte ninguno si no quieres. Con el tiempo la prensa te pondrá uno o incluso, tus propios enemigos. También puedes ponerte uno y más tarde cambiarlo, mira la serie de Arrow. Ha cambiado varias veces de nombre jeje.
Un saludo!
La joven "hiena" había caído de lleno en la trampa, solo restaba seguirla y observarla. Estaba claro que el reto de la astucia no lo encontraría en aquella criatura."¿Quizás si en su líder?".Mientras saltaba de un tejado a otro, silencioso y ágil, mucho más que cualquier pantera, tenía que esforzarse por no ir en busca de la miríada de presas que habían salido de caza aquella noche y de los que sus entrenados sentidos captaban rastros y murmullos en un segundo plano, hasta que el decidía enfocarlos. Como dos frecuencias de radio superpuestas, un murmullo tras una voz, un olor escondido bajo un perfume. Solo los años le habían adiestrado en tal disciplina, sin la que no podría pensar en caminar por una ciudad, donde todo apesta y es estridente, e incluso los colores te asaltan mezclados y difusos.
Pero , ya no era un niño. Sus sentidos estaban dominados, así como había dominado la ferocidad de otras especies con la suya misma .Y ahora, todos esos aromas, sonidos, y pequeños detalles ocultos en el entorno, solo le daban una imagen clara de donde se encontraba. Aquel lugar, esa llamada ciudad, por los humanos, era un coto de caza infinito. Perseguía a la joven "hiena", si, pero bien podría haber seguido una decena de ruidos u olores que le habrían llevado a otra pequeña cacería mientras continuaba tras el asustadizo animal que era ridiculizado por el camino que recorría, por los que en otras circunstancia, sin duda, serian mansos.
Su intuición no le había fallado, el animal asustado busco cobijo con sus mayores. Podía oler la desconfianza de estos últimos mientras escuchan la extraña historia, el olor a pólvora, a metal, a sudor, a alcohol, y a mucho más. Y todo claro mezclado con el miedo que recién había llegado corriendo calle abajo hasta ese peculiar refugia, esa "cueva". Aguardo unos instantes, oculto sobre la cornisa, escondido en la sombra que le proporcionaba la disposición del edificio y las luces de la calle, apenas una negrura con relieve.
Cuando debatía con su ser entre una acción rápida y brutal, o tomarse su tiempo y disfrutar la situación, quizás correteando a las "hienas" en el local. Fue cuando el silbato llamo su atención, no era un sonido producto de la casualidad, como pudo confirmar por la voz que lo precedió. Otro animal humano, pero este venia buscándolo a él. "Que interesante. Quizás este si sea una presa decente por sí sola."Medito un instante, en cuclillas donde se encontraba, mirando la "cueva", y al nuevo ser en el tejado distante. Podía acabar con sus presas allí abajo rápidamente, pero no, si un atributo debe destacar por encima del resto, este era la paciencia. Sin paciencia para estudiar, aprender, planear y actuar, de nada servían inteligencia ferocidad y poder. Tenía el olor de todos en la "cueva", ya no podían eludir la cacería.
Poco tardo en llegar a la superficie donde esta aquel peculiar animal, balanceándose sobre su talones de forma despreocupada. Aun no podía afirmar que tipo de animal era claro, tendría que ser paciente. ¿Estaba seguro de sí mismo como lo estaría un león?¿O era inconsciente como lo era un leming ante el precipicio?.Lo rondo en silencio, describiendo un par de círculos atento, tratando de medir sus capacidades, aunque de momento no parecía ser otra cosa más que lo que aparentaba, ni si quiera parecía estar en buena forma. Pero claro, hay numerosos animales que camuflan su fuerza con debilidad, no sería él quien lo subestimase.
Realmente tuvo que esforzarse por no saltarle encima y probar con su garra cual eran sus habilidades. Sin duda tenía alguna para haberlo encontrado de tal forma.-Te escucho.-Su voz profunda y distorsionada le llegaba desde la espalda, donde nuestro cazador había decidido mantenerse todo el rato, a la distancia de un paso y su garra. Rápido tendría que ser aquel espécimen para evitar que el cazador no mantuviese su posición tras él, tan ágil y rápido como era. Cualquier movimiento o intención le diría algo útil de este nuevo "animal".-Mi tiempo es valioso.-Susurro en la oquedad de la máscara, como única advertencia sobre aquel nada fortuito encuentro.
Respecto al personaje, solo son un par de cosillas. Primero bueno decir q lleva guantes, y lentillas coloreadas sin aumentos claro, lo justo para dar negativo en un escáner de retina XD. Todo si te parece claro.
Después, con el equipo tengo un par de opciones y no se por cual decantarme, a ver q te parece mejor. Por un lado 3 de los 5 puntos van si o si para la garra claro, pero luego con los otros dos no sé si le pega mas una pistola de garfios para pillar el poder balanceo, lo que es útil pero no me pega del todo, o pillar un par de cosillas para la máscara, en plan respirador o máscara de gas.
Qué te parece?
Gracias también por la comprensión y pro felicitarme claro XD.
Un saludo.
Aquel extraño hombrecillo que de alguna forma ha logrado dar con él, se muestra como alguien calmado y tremendamente alegre. Algo que sin lugar a dudas resulta de lo más extraño, después de todo, al igual que las ovejas se inquietan y asustan al detectar la presencia de un lobo, aquel hombrecillo debería de estar embriagado por el terror. Más lejos de permitirse ser intimidado por los movimientos depredadores del multimillonario, casi se podría decir que se siente tremendamente feliz.
-En ocasiones una buena conversación puede resultar mucho más estimulante que una breve y aburrida cacería ¿No cree? Verá, ambos sabemos que los hombres de ahí abajo no son un reto, ni tan siquiera un divertimento. Son tan solo el producto de la desidia y el aburrimiento. Después de todo, alguien con sus prodigiosas capacidades requiere de un reto a su altura.
Con la mirada perdida en la ciudad, permite que los segundos pasen disfrutando de la fría brisa nocturna. El ritmo calmado de sus latidos casi resulta hasta relajante, de hecho, el cazador presiente que aquel hombrecillo no es de los que se alteran con facilidad. Una presa de lo más extraña sin duda alguna.
-Sé bien lo que siente. La emoción de la caza es algo difícil de igualar, aunque debe de reconocer, que una cacería es tan apasionante como lo es la presa. Verá...¿Nunca se ha preguntado el motivo por el que es diferente? Y no, no me refiero a sus sorprendentes capacidades físicas, me refiero a su instinto. Usted es, a falta de un termino mejor, una amalgama entre hombre y bestia. Todo su ser está gobernado por los instintos, pero dotado de cierta diversión, que tan solo el ser humano es capaz de ejercer a sus actos.
El hombrecillo, extrae lentamente de su bolsillo un reloj plateado y consulta la hora en él. Tras lo cual frunce el ceño al percatarse que ha tardado más de lo esperado en reunirse con el cazador.
-Verá, poseo información que es probable que desconozca, al menos por el momento. Usted desciende de uno de los doce linajes más antiguos y poderosos del mundo. Sus dones son un claro ejemplo de la herencia recibida por sus antepasados. Durante años he estudiado los doce linajes y he tratado de seguir sus pasos a través de la historia. De una forma que tan solo con el tiempo comprenderá, esta ciudad está actuando como nexo para el despertar de aquellos que son como usted. ¡Oh, sí! Usted no es el único con capacidades sobrehumanas. Lo cual espero sea de su agrado, pues eso significa que dispondrá de nuevas y jugosas presas a las que poder...apresar.
Alzando la vista hacia los cielos, contempla el resplandor de un rayo sin sonido que divide la noche en dos y que de alguna forma, ilumina los rostros de ambos hombres o más bien, el rostro del hombrecillo y la máscara del cazador.
-La historia tiende a convertirse en leyendas, las leyendas en mitos y los mitos acaban siendo deformados con el paso de las generaciones. Pero si algo es terriblemente cierto, es que la historia siempre tiende a repetirse...Comprendo que mis palabras pueden resultar un tanto extrañas, pero descubrir su significado puede resultar de lo más gratificante. Después de todo, se acerca una nueva era, un tiempo de grandes cambios donde lo imposible y lo inimaginable cobrarán vida. Usted, señor cazador, es una de las piezas clave de todo lo que está por pasar. Yo soy tan solo un mero historiador, por lo que deseo puntualizar que no tengo nada que ver en lo que está por llegar. Pero en los próximos días se verá arrastrado a la más cruenta y despiadada lucha que la humanidad ha vivido en los últimos siglos. Llegado el momento oportuno, usted deberá de tomar una importante decisión, una para que tan solo usted estará preparado.
Alzando las manos en un claro signo de redención, se vuelve lentamente hacia el cazador sin ánimo alguno de causarle ningún mal. Aunque si este se lo niega, aceptará su voluntad sin protestar.
-Para descubrir la verdad, para poner realmente aprueba sus capacidades, deberá de encontrar a un hombre cuyo nombre es Morgan Dickson. Pero para ello y llegado el momento oportuno, deberá de hacer aquello que mejor sabe y actuar sin piedad alguna. Dispongo de algo que puede iniciarlo en una aventura como nunca antes ha vivido, una que pondrá sus capacidades al límite, pero debo advertirle que si no está a la altura...morirá.
Tomando de su chaqueta una pequeña caja de madera, la deposita sobre el suelo y con gran cuidado la abre para mostrar su contenido al cazador. En su interior se puede apreciar una llave oxidada de aspecto un tanto antiguo, unida a un llavero con forma de brújula.
-Este es mi presente para usted, si decide seguir el rastro de la llave se embarcará en un viaje de lo más emocionante. Si decide ignorarla por completo, podrá continuar con sus quehaceres nocturnos y seguir jugando con los pequeños de ahí abajo. Dicho todo esto, ahora, si le parece bien, me gustaría poder marcharme con vida y de una sola pieza de esta azotea. ¿Tengo su permiso?
Muy buenas!
Para las armas cuerpo a cuerpo, los costes son los siguientes.
1 punto para que sean poderosas (poder sumar el daño al bonus de fue del personaje)
1 punto por cada bonus de +1 que se desee potenciar el daño.
Por lo que unas garras de +3 al daño tendrían un coste de 4 puntos. Podrías gastar un punto más y meterlas la dote de crítico mejorado si quieres y así tendrías ya los 5 puntos gastados.
La pistola garfio puede ser útil, pero tu personaje puede saltar 48 metros con carrerilla, 24 sin carrerilla y 12 metros de alturas. No le sirve para caer desde lo alto de un rascacielos, pero le otorga bastante movilidad. Por lo que igual la pistola no sería lo ideal.
La máscara de gas, es algo útil pero no en todas las condiciones.
Otra opción sería, ropa de camuflaje. +5 a sigilo en entornos urbanos.
Lo de los guantes no te preocupes, suponía que llevaría algo así. Lo de las lentillas, si quieres llevar e incluso que sean de colores o formas rara, tampoco hay problema. Lo de los escaneos de retina, puedes estar tranquilo, no hay de esos rollos en el juego. Como mucho, hay escáneres de retina, pero como sistema de seguridad para acceder a algunos lugares.
Un saludo!
Anticipando que aquel pequeño y extraño animal humano era de los que hablaban, y que no estaba ahí para otra cosa distinta que para comunicarle algo."De lo contrario vendría preparado ante mí, y no con este aspecto de manso irritante. Aunque tal vez sea este un tipo de ardid, un insecto palo que finge ser una rama para devorarlo a la menor oportunidad." La Garra en la Sombra decidió aguardar agazapado en la única sombra de la azotea capaz de cubrirlo, expectante por que aquel "animal", se desvelase, o desvelase su mensaje o intenciones. Su cuerpo voluminoso incluso en la oscuridad, era visible claramente para quien fijara la vista claro, y para pocos más. Su pulso, apenas denotaba un latido acompasado cada 5 segundos, su cuerpo, completamente inmóvil, y su garra, brillando tenue al resplandor de la luz de un neo distante, y de forma intencionada, pues al atraer esta toda la atención visual, su cuerpo era aun mas difícil de focalizar.
El "animal" en cuestión, comenzó su retahíla, y debía reconocer que era interesante, pese a desconocer la autentica naturaleza exquisita de cerrar el cerco sobre una presa aun mayor que las que allí abajo le aguardaban, aquel "ser", había tocado ciertas teclas de su interés. No compartía no obstante que conociera el placer de la caza como lo conocía él, e incluso la historia sobre los 12 linajes, resultaba bastante inverosímil. Aunque convenientemente resultaba aquella ultima en una idea seductora. Once depredadores como él, con sus propias habilidades."Dioses , que cacería tan magnífica seria esa". Era lo que le gritaba el instinto, sus deseos mas libidinosos por la emoción de probarse a sí mismo y a sus métodos.
Pero él no solo era instinto, y eso es lo que lo hacía un cazador realmente peligroso. Aquel descarado animal, ese atrevido "suricato", tenía el valor de tentarlo con lo que más deseaba, algo a lo que sin duda sabía que no podía negar su atención, sin más explicación sobre su origen, o la capacidad sobresaliente que lo condujo a aquella azotea esa noche, logrando lo que muchos no podrían en años, encontrarle, y no de forma fortuita. El "suricato" había tendido su trampa de manipulación de la forma más astuta posible, ofreciéndole el cebo perfecto, y disfrazándolo con una sutil capa de conveniencia mutua por , para lo que a él suponían, vanas excusas.
Bajo su máscara, se sonrió, esa noche lo habían cazado a él. No en el terreno de lo físico ni lo carnal, si no en el de la razón, algo con lo que su rival se había armado esa noche antes de subir a aquel edificio.-Eres un suricato muy listo.-Musito con su hueca voz, con un deje de sonrisa en los ojos.
Como una pantera humana se acerco lentamente a la caja donde estaba contenida esa llave que tantas promesas le hacía, a veces caminado a dos patas, y otras más agazapado apoyándose en su mano libre de garra. Otro individuo mas banal, probablemente se devanase en preguntas ¿Quién o qué es?¿Trabaja con alguien?¿Cuál es su real propósito si es que miente, algo de lo que no cavia duda que hacía en parte?.Pero si algo no era Claw, era banal, cuando llegase el momento, centraría toda su atención en responder por si mismo todas aquellas disyuntivas, pues en su experiencia estaba el conocimiento, de que solo en sus sentidos y juicio podía confiar. Lo averiguaría todo llegado el momento.
Con un movimiento que excedía en mucho los reflejos humanos, estiro su cuerpo como un resorte y corto la mejilla de aquel "suricato descarado", provocándole 3 cortes leves y paralelos en su mejilla. Un rápido movimiento de su pie cerro la caja y la alzo hasta capturarla con su mano y guardarla bajo su brazo.-Acepto el reto.-Proclamo de manera fría, erguido ya en toda sus estatura frente a quien había resultado ser un encuentro tan estimulante, no por el encuentro en sí, si no por las promesas de futuro que le había hecho. Llevo su garra ensangrentada cerca de su máscara. Un nuevo rastro de sangre, algo que nadie podía disimular siempre, y que el podía recordar a la perfección por más de un año.-Nos volveremos a ver suricato.-Sentencio muy seguro de ello, de una forma u otra sabia que uno de los dos acabaría encontrando al otro.- Márchate antes de que decida averiguar qué tipo de rareza eres.- Se quedo allí de pie expectante pro ver la reacción del "animal", mientras aguardaba el momento de examinar con detalle el contenido de la caja.
Buenas tío, perdona que me retrasase con el post, estoy a turnos, y hay veces q mi mente expende cheques q luego mi cuerpo no puede pagar.
Te he escrito el post un poco a toda prisa, pro que si no con los turnos que llevo hasta dentro de 3 o 4 días no iba a poder, espero no haber metido ningún gambazo jeje, XD, si lo he hecho, me lo dices y lo corrijo sin problemas.
Respecto a la garra , guay 4 puntos para ella, por lo demás, creo q ese puntito extra será para un respirador independiente, que me puede sacar de algún apuro buceando o en sitios donde no se pueda respirar y cosas así, si te parece bien claro.
Un saludo, ya me dirás.
Ni tan siquiera cuando su mejilla fue surcada por tres finas líneas carmesí, sus latidos se acelerando. Fuerte e inalterable, su corazón continuó emitiendo aquella suave y relajada melodía. La ausencia de temor alguno unido al brillo divertido de sus ojos fue más que suficiente para percatarse que Suricato o no, aquel hombre podía llegar a ser más de lo que mostraba en apariencia.
Dejando tras de sí un fuerte y enbriagador aroma metálico, el suricato se despidió con una breve reverencia. Sus pasos, lentos pero firmes le llevaron hasta la puerta de la azotea, pero antes de adentrarse en ella, tomó un pañuelo bordado con las iniciales E.D y limpió su mejilla.
-Me agrada, señor cazador. Hacía mucho tiempo que no me cruzaba con nadie como usted, que disfrute de su cacería. Estoy seguro de que volveremos a encontrarnos cuando usted lo crea oportuno. Hasta entonces, que la luna le sea propicia.
Con una nueva reverencia de respeto, el misterioso suricato abandonó la escena encaminándose lentamente por las escaleras. Una vez a solas, el cazador pudo contemplar la pequeña caja de madera oscura y desgasta que tenía entre sus manos. Las bisagras así como el cierre eran de bronce y se encontraban igualmente en un estado bastante lamentable. Aún así, cumplían con su propósito de forma eficaz y permitían mantener la caja cerrada sin problema.
La caja estaba impregnada de olores, todos ellos era ténues pero aún así, presentes. El frío hedor de la humedad era el más intenso de todos, pero tan solo se encontraba en la superficie de la caja, no en su interior. Ocultos tras ella, pudo percibir el aroma del incienso a su alrededor, así como de barro y arcilla en la parte inferior. Por último portaba el suave toque que tan solo la sangre era capaz de dejar a su paso. Revisando entonces la caja con su vista de halcón, pudo encontrar el rastro de pequeñas salpicaduras que hacía mucho, mucho tiempo que se habían secado.
En el interior, la llave de hierro vieja y oxidada parecía muy antigua. De hecho su manufactura era más apropiada de la edad media que de los tiempos que corrían. Lo único destacable era un extraño símbolo que pese a estar casi borrado por el paso del tiempo, aún se encontraba allí.
El llavero era una pieza de oro desgastado con la forma del ojo de horus. La aguja de la brújula, hecha de plata, estaba situada justo sobre la pupila del ojo. Aunque no parecía funcionar correctamente, pues no señalaba hacia el norte.
En esencia, se podía decir que aquellos objetos eran antiguos y extremadamente raros. Seguramente un coleccionista pagaría una buena cantidad de dinero por ellos. Pero no había nada más de información que pudiese sacar de ellos...
Mientras, abajo las hienas se ponían en marcha dispuestas a buscar venganza por sus camaradas caídos. ¿Qué haría el cazador? ¿Terminaría lo que había empezado o se embarcaría en una búsqueda que diese sentido a aquel misterioso encuentro?
Aquel curioso animalillo se marcho tal como vino, en un enigma. El comportamiento del "suricato" era más lucido de lo que dejaba entrever. Y si bien eso denotaba que no era un animal loco o enajenado, empezaba a dar pistas de unas capacidades más cercanas a las de un gran depredador, que al de un inteligente y simpático omnívoro gregario."Puedes estar seguro que mas tarde o más temprano dispondré de tiempo para ti y averiguare como de duras son tus garras y como de largos tus colmillos, "depredador suricato"." Se sonrió para sí mientras se alejaba del curioso ser que se marchaba con paso tan calmado de la azotea que había servido de llanura para presentarles a ambos, y poco hizo por seguirlo con sus infalibles sentidos, no tan siquiera voltear la cabeza una sola vez, ni cuando este le hablo a modo de promesa de próximo encuentro. Por ahora jugaría a su juego, al fin y al cabo, para cazar a un animal por vez primera, rara era la ocasión en la que un cazador no tenia que meterse de lleno en el territorio de esta.
Ando hasta el borde de la cornisa donde examino esos antiguos artilugios."Curioso". Tenía todo lo necesario para comenzar su cacería e identificar a su presa, y un par de misterios mas para captar su atención. Su charla en aquel lugar había sido claramente provechosa, al menos en apariencia, no debía precipitarse pese a la incipiente emoción que le embriagaba, más fruto de su instinto y su ansia que de su razón, obviamente.
Guardo con cuidado la cajita con su contenido en su fajín, fijándola para que no pudiera caerse, algo que si pasase desde luego no podría pasar desapercibido para alguien con sus sentidos. Luego, con parsimonia, arranco con una mano un soporte de metal, una especie de barra, de esas que utilizan en las azoteas para tender cuerdas y colgar la ropa, solo que esta estaba oxidada, y no había cuerda unida a ella. La cogió como una lanza, aguardo unos instantes, y la proyecto calle abajo a una distancia y con una potencia sorprendente, atinando a atravesar con ella una de las motos frente al local que en un principio era su objetivo, y todo al tiempo que las hienas salían del local, alteradas y envalentonadas, siendo esta sorprendente imagen lo primero que pudieron ver al salir del local, lo que provoco que una de ellas hasta callera de culo por la sorpresa. La Garra en la sombra, aguardo ahí de pie un instante, un paso tras la luz dejando solo visible con la luz que hasta la azotea llegaba, como ya era su marca, la máscara y el amenazador brillo de su garra.
Las "hienas", que sin un alfa competente para guiarlas, no se caracterizan por ser animales especialmente astutos, y menos si están intoxicadas por la superioridad de su número, raudas se apresuraron a subir al edificio donde vieron la figura que un instante antes les había descrito el miembro a prueba de su comunidad.
Aquello resultaba demasiado fácil, y si bien era todo parte de una cacería aun mayor, como satisfacción momentánea resultaba poco estimulante. El cazador, aguardo agazapado en una posición de ventaja, sobre el techo del habitáculo de la escalera. Al menos la prudencia les había echo a sus presas algo cautas, pues no se separaron y subían juntas de forma apresurada pro el interior del edificio. Una vez arriba, todo fue muy rápido.
Claw dejo que entrasen sin problemas, y los primeros fueron los dos armados con esas estúpidas armas de fuego. Cuando cayó entre ellos, ninguno reacciono a su presencia lo suficientemente rápido para evitar su ataque. El que estaba a su izquierda perdió de un solo tajo 4 dedos de la mano con la que sujetaba la pistola, y el de su derecha apenas pudo ver como la figura que les había tendido aquella simple trampa le capturaba el brazo del arma con su mano derecha, solo para retorcérsela, y atravesarle el codo con la garra que hacía dos decimas de segundo estaba cercenando los dedos de su compañero de manada.
La sangre broto libre, carmesí y abundante, casi con tanta presencia como los gritos que inundaron el lugar a continuación. La figura enmascarada se giro con parsimonia, sabedor del efecto que tal brutal acción había causado en el resto del pequeño grupo de hienas. Aterrados, inmóviles, incrédulos. Pronto se dieron a la fuga. Estaba acostumbrado a tal comportamiento, lo había visto decenas de veces, y pese a todo, tal acto seguía disgustándole notablemente. -Animales inútiles.-Grito, pues de todas las conductas animales, el instinto de supervivencia era común a todas las criaturas, pero tan solo en el animal humano, era tan presente el instinto de huir de manera estúpida de algo que sin duda puede alcanzarte. No soportaba que la razón matase lo mejor del instinto de un animal, pues aterrados o no, la mayoría de los seres de la naturaleza, trataban de dar una última pelea ante una muerte segura, tan solo el "hombre" era tan estúpido como para dar la mayor parte de las veces, la espalda a una muerte segura
Asqueado, se coloco agazapado entre el grupo de alimañas huidizas antes de que alcanzaran la puerta de la azotea, y con un giro vertiginoso agazapado como estaba cerceno los dos pies de los mas cercanos, uno a cada uno, y desgarro los tendones de Aquiles de los mas alejados. Ninguno volvería a correr jamás.
Se alzo con una mirada de odio en su rostro observando a la hiena a prueba acercándose al aterrado animal hasta que su mascara estuvo a pocos cm de la cara de esta. Tan solo conservaba su caminar pues aun no era un miembro de pleno derecho al que cazar.-Dile a tu alfa, a ese tal Tadeus, que pronto, muy pronto, estaré devorando su corazón.-No hablaba de forma figurada, y el tono peligroso y grave de su voz por encima de los quejidos, lo dejaba bastante claro, y luego un corte superficial en el pecho del joven ejemplar, para marcarlo. Había visto demasiado para dejarlo sin marcar, aunque claro este no reacciono, estaba en un shock tan profundo que solo permanecía de pie temblando, apenas si parpadeo cuando las 3 hojas de la garra le abrieron la piel de pecho a abdomen(de forma muy superficial :P).
Sin más, se giro, camino hasta el borde de la cornisa que daba a un callejón oscuro, y desde ahí mirando de reojo de forma intimidante a aquellos animales lastimeros, se dejo caer dando un paso al vacio y desapareciendo en la oscuridad. Para comenzar a investigar la sorpresa grata de aquella noche, y dirigirse en la dirección que recordaba que señalaba la extraña bruja, a la que sin duda consultaría cada poco más adelante, una vez se hubiera alejado del lugar.
Listo, espero que todo este claro XD.
Sigo la direccion que marcaba la brujula.
Sumidos en un pozo de desesperación, dolor y puro terror, las hielas aúllan a la luna con el sonido de sus sollozos y lamentos. Implorando la salvación de una deidad en la que no creen, buscan despertar de alguna forma de la pesadilla en la que se acaba de convertir sus vidas. Pero aquella noche, algunas de las bestias salvajes que campan a sus anchas por las calles de Paradise city, acaban de descubrir que existen depredadores ante los cuales tan solo pueden, en el mejor de los casos, tratar de huir.
Dejando atrás a las decepcionantes criaturas que apenas le han servido como divertimento, el cazador se adentra en las sombras de la noche dispuesto a participar en el juego que el misterioso suricato le ha proporcionado. Guiado por la extraña brújula, cruza la ciudad hasta llegar a Vernon Street.
¿Qué se puede decir de Vernon Street?
En otro tiempo fue una de las zonas comerciales más importantes de la ciudad. Hogar de grandes artesanos, prácticamente todos los productos que se manufacturaban allí estaban hechos a mano. Pero el paso del tiempo y la industrialización, acabaron por cerrar la gran mayoría de los negocios. Aún así, hoy es el día que algunos comercios y pese a las dificultades que se les han impuesto, permanecen abiertos actuando como un símbolo y referencia para los habitantes de Paradise City.
Los edificios, pese a ser antiguos se encuentran en buen estado. Los más altos alcanzan una altura de diez plantas, mientras que los más pequeños tan solo de cinco. Vernor Street está distribuida de tal forma, que parece que los edificios actúan como una muralla que protege el parque de los cisnes.
Pese a que su extensión no es muy grande, el parque de los cisnes es un remanso de paz al que cada día, acuden cientos de personas. El lago, que en aquellos momentos está congelado en su gran mayoría, suele ser muy visitado en los días calurosos de verano. Dispone también de varias pistas de skate, merenderos y una zona de columpios para los más pequeños.
Vernon Street es una zona relativamente segura, donde rara vez hay problemas. La gran mayoría de los vecinos se conocen desde hace años y mantienen fuertes vínculos entre ellos. Tal vez todo ello debido al padre Robert, quién dirige el comedor social y la pequeña parroquia de la zona.
Pero nada de aquello interesa al cazador, su curiosidad no viene dada del cómo viven los animales domésticos de la zona. Sino de la brújula que no marca el norte. Por lo que siguiendo sus indicaciones, termina finalmente adentrándose en un viejo edificio de cinco plantas.
Accediendo desde la azotea al edificio, desciende hasta la quinta planta. El edificio se encuentra algo deteriorado y el aroma del moho fluye por el ambiente. Manchas de humedad adornar las paredes y techos, mientras que una vieja alfombra de color granate, lo hace en el suelo. Desgastada hasta casi haber perdido el color y mostrando diversas quemaduras por los cigarrillos, está claro que aquella alfombra no se ha cambiado ni limpiado en años.
Contemplando las cuatro puertas que hay en el planta, el cazador trata de dar con el lugar exacto que marca el ojo de horus. Pero la brújula comienza a girar durante varios segundos hasta que finalmente, se detiene señalando un lugar donde no hay nada...¿o sí?
De alguna forma que parece imposible, el cazador había pasado por alto una vieja puerta de madera situada en la zona más alejada de la planta. ¿O tal vez nunca estuvo allí hasta ese preciso instante? Lo más perturbador de todo, es que antes de adentrarse en aquel lugar lo había examinado con cautela y estaba seguro de que en aquella planta, tan solo había cuatro viviendas. ¿De donde ha salido entonces esa nueva puerta?
Desgastada por el paso del tiempo, la madera parece haber visto días mejores...hace más de una década. Su cerradura, está diseñada para que encaje la llave que el suricato le ha entregado. Es de hierro y está bastante oxidada y pese a que cuesta abrirla, la puerta finalmente cede y se abre para él.
Por la gran cantidad de polvo que percibe, el lugar hace mucho, mucho tiempo que no está habitado. No detecta ningún signo de vida en el interior y el resto de apartamentos parecen estar habitados por familias normales y corrientes. Por lo que sea lo que sea lo que el suricato deseaba, debe de estar en aquel apartamento.
El piso no es muy acogedor, tal vez debido al desorden que hay en el interior. No es tampoco muy grande, más bien es modesto y cálido, pero lleno hasta arriba de toda clase de trastos. La habitación más "limpia" y que más destaca, es una pequeña sala vacía donde lo único que hay, es algo esférico cubierto por una sabana. ¿Una bola del mundo? Podría ser...
La cocina no tiene comida, tan solo encuentra algunas latas de conserva y cajas vacías de pizzas que parecen llevar años allí. Una vieja cafetera muy usada y sucia es lo que termina por dar a entender al cazador la mala dieta que el inquilino del lugar llevaba.
La habitación consta de un armario con ropa desgastada, casi todo camisas, corbatas estrafalarias, un abrigo, un par de gabardinas, un par de zapatos sucios y algunos vaqueros muy usados. La cama está sin hacer y el resto de la habitación está plagado de libros escritos en latín y griego.
El baño es un lugar que bien podría ser catalogado como zona contaminada. Oscuras manchas adornan la bañera y el lavabo, provocando que cualquier otro, sintiese nauseas con la mera idea de acercarse al lugar. Salvo un cepillo de dientes medio estropeado, un peine y una maquinilla de afeitar oxidada, no hay nada más de interés.
Por último, hay una sala abarrotada de toda clase de objetos. Monedas antiguas, cuchillos, dagas, manuscritos, cuadros, trozos de minerales, probetas, tres urnas adornadas con rostros humanoides, más libros polvorientos y demás utensilios que un arqueólogo podría guardar o coleccionar a lo largo de su vida. Nada realmente de valor o al menos hasta donde llegan sus conocimientos.
El lugar carece de ventanas, pero aún así, el cazador no logra situar el apartamento dentro de la estructura del edificio. Según sus cálculo, sería imposible que algo así existiese. Sumido en esos pensamientos, de pronto percibe un ligero resplandor proveniente de la sala vacía. Al acercarse por segunda vez allí, puede ver una luz azulada brillando bajo la sábana, a la vez que una gélida brisa parece emerger de allí.
Corrió todas las precauciones que sus sentidos le permitían al llegar al lugar, que son muchas. Se permitió escuchar los latidos del vecindario, e incluso de los animales cercanos pro pequeños e insignificantes que fuese. Oteo en la oscuridad cualquier signo sospechoso, e incluso busco partículas de algo especial en el aire, como si el mismo polvo pudiera ser peligroso, o pudiera ocultarle algo, pero no era así. Olisqueo buscando sentimientos y sensaciones, pero nada, no había nada excepcional en aquel lugar. O al menos eso creyó, hasta que agazapado y mezclado con sus movimientos en el entorno la puerta que no debía estar donde la brújula marcaba apareció donde hacia un instante no había nada."Imposible. Sin duda algún tipo de poder o magia". Si no fuera tan cauto, allí mismo se habría frotado las manos por lo excepcional de que algo engañara sus sentidos. Eso si podía suponer un desafío.
Y una vez dentro, "nada", olores cuyos dueños no conocía, y nada salvo la mas ordinaria de las vulgaridades, un esfuerzo tuvo que hacer para no desanimarse, como un niño caprichoso que se emociona y decepciona a cada sorpresa o falta de ella. En aquel lugar debía haber algo mas, "¿para que las molestias en ocultarlo si no?¿para que un espacio que no debería existir?"
No debió espera mucho olisqueando observando y explorando el lugar para confirmar sus sospechas. Ese extraño brillo azul, ese sobrenatural brillo donde antes, hacia solo un instante no había nada, y ese aire fresco, donde antes solo se respiraba viciado y añejo. Se sonrió, y con la cautela de un tigre ante un animal nunca visto se aproximo lentamente agazapado como una bestia, con todos sus sentidos en aquel fenómeno. Con presteza, cuando estuvo a la distancia, engancho la sabana con el extremo de su garra, y tiro con fuerza para resolver su enigma de una vez por todas.
Lamento la falta de extensión esta vez, tampoco quería enrollarme mucho en la sique del personaje y reservármelo para careos más intensos con otros pj o pnjs. Espero que al menso te parezca correcto.
Un saludo.
La sabana se desprendió sin esfuerzo alguno revelando un soporte de madera, similar al que se usa en los globos terráqueos y una gran esfera de cristal. La esfera perfecta tenía en su núcleo una pequeña esfera de color azulado que poca a poco, fue creciendo tanto en tamaño como en intensidad.
Para muchos otros todo aquello habría pasado desapercibido, pero para el cazador, cuyos sentidos eran decenas de veces más agudos que los de cualquier otro ser humano, todo aquello fue un verdadero espectáculo. La energía que se arremolinaba en el interior de la esfera variaba entre tonalidades azuladas y verdosas. En cierto modo, era como contemplar el ojo de un felino o más bien, de un millar de ellos a la vez. Pese a que en cada ocasión reinaba una tonalidad, había vetas de mayor o menor intensidad que de alguna forma, lograban dotar a la esfera de una belleza sin igual.
Las tonalidades eran cálidas y relajantes, casi hipnóticas llegando al punto que el propio cazador sintió una paz como nunca antes. Tal fue su estado de relajación que fue atrapado por las brillantes luces de la esfera y sin saber cuando ni cómo, simplemente sus ojos se cerraron...
La escena continuaría aquí: https://www.comunidadumbria.com/partida/destinos/a...
Tras lo cual, seguiríamos al siguiente post.
Las horas se habían esfumado como granos de arena entre los dedos. Pese a encontrarse en un apartamento sin ventanas, podía sentir la calidez del amanecer, así como el aroma que los primeros rayos de sol traen siempre consigo al tocar la superficie de la ciudad.
Pequeñas hojas amarillentas y marrones se encontraban ahora esparcidas por la habitación, las cuales le recordaban a las encontradas en el sueño. La situación era de lo más extraña y pese a la oscuridad de la pesadilla que acababa de contemplar, sentía que había descansando profundamente.
El suricato le había arrastrado hasta un lugar imposible, donde acababa de vivir algo inexplicable. Aquellos asuntos se escapaban a su entendimiento, pero lo que no iba más allá de sus capacidades era el percibir aquella otra presencia que ahora se encontraba en el apartamento.
Su aroma era extraño y nada más percibirlo, le vino a la cabeza las raíces de un árbol viejo. Pero también venía acompañado por ese toque tan particular de la sangre y otro aroma agrio que no logró situar. Puedo escuchar como las cuatro patas de la criatura caminaban por la habitación contigua, así como el siseo de un centenar de serpientes.
La bestia que se deslizaba hacia él lo hacía dominaba por un instinto asesino tan apabullante, que logró despertar los instintos más básicos del propio cazador. Aquella criatura parecía sufrir de dolor y de ira, era un ser como nunca antes había visto y aquello sin duda, supondría un verdadero reto para sus capacidades.
Formado por decenas de serpientes, el lobo o lo que en esencia parecía un lobo por fin se dejó ver. Sus ojos, dos pozos negros como el abismo, lo contemplaron mientras mostraba unos afilados colmillos capaces de desgarrar el propio acero. Las serpientes que daban forma al lobo, parecían estar hecha de raíces, si es que algo así era posible.
-El hijo de la cazadora por fin aparece. He aguardado este instante durante casi media década. Hoy por fin mis colmillos se clavarán en tu carne, hoy por fin saborearé tu sangre y hoy por fin, te destriparé con mis garras. Las leyes impuestas por este sanctasanctórum exigen que la cacería se lleve según los antiguos términos. Así pues elige, criatura. Toma el papel del ciervo blanco, escapa de mis garras durante doce horas y se te dotará del poder de la cacería salvaje. Toma el papel del lobo y ven en mi busca, si logra apresarme antes de doce horas, mi esencia será tuya. Sea entonces, criatura, elige tu papel o reniega de participar en la cacería. En ese caso, podré darte muerte aquí y ahora.
Se encontró mirando al techo del cuarto donde hacia solo un instante y una pesadilla, había destapado una luz azulada. Con un ágil y potente movimiento uso su cintura y coordinación para ponerse de pie de un salto , sin usar sus manos. Miraba a su alrededor con detenimiento, con suspicacia, buscando cualquier rastro de que aun podía estar soñando, y entonces encontró las hojas, pequeñas e insignificantes, y aun así nada justificaba que estuvieran allí, salvo la visión de su sueño. Alguien quería mostrarle aquello, "¿pero por qué?". ¿Cómo saber que no se trataba de una manipulación mas para encarrilarlo en la dirección que a algún otro convenía?¿Como estar seguro que el suricato depredador no tenía nada que ver en este asunto?.Y aun así, con esas fútiles dudas en su mente, algo le decía que si bien podía ser algo de lo primero, para nada era lo segundo. Otro misterio más que resolver, su regreso a la ciudad estaba siendo verdaderamente entretenido. ¿Con quien había compartido tan desconcertante pesadilla? Esa era quizás la pregunta que más le urgía responder."Habrá tiempo".
Pronto aquella presencia extraña inundo todas su sensaciones, y lo puso en alarma, y en guardia. Para cuando el extraño enjambre de serpientes entro a su estancia Klaw ya estaba en guardia, agazapado en la esquina más oscura de la habitación, un habito sin duda adquirido por su instinto. Claro que Klaw no se agazapaba en la oscuridad como otros animales , tan solo buscando protección, él lo hacía buscando la ventaja, pues así en cualquier lugar de la naturaleza lo hacían los cazadores. Buscan su ventaja, y cuando no la encuentran, se la fabrican para luego dar fin a sus presas, de manera expeditiva y salvaje, súbita y elegante. Así lo había aprendido él.
No bajo la guardia ni un instante, más como muestra de respeto ante una presa que reconocía merecedora de su atención que por sentir que aquel ser pudiera atacarle antes de terminar de explicarse."¿La cazadora?" Cavilo un instante, era probable que aquel ser fuera uno de los individuos que se le prometieron como desafío.
Rio de manera sonora bajo su máscara.-Si soy el hijo de la cazadora como dices, ¿qué otra cosa me daría más placer que cazarte?.-Su voz profunda y segura como siempre, y sus sentidos en su rival, analizándolo en todo lo posible.-Intenta sobrevivir a mi cacería durante doce horas, o niégate a hacerlo y deja que te destroce aquí y ahora.- Dijo desafiante mientras daba unos pasos por la estancia, examinando a su futura presa desde otro ángulo.-Dime tu nombre antes, así sabré de que es la esencia que estoy tomando como trofeo.-Nunca le habían desafiado de esa forma, y menos un animal como aquel, pero le pareció natural responder al desafío de tal forma.
Mientras aguardaba su respuesta, en su mente comenzó a circular cuanto sabia de serpientes lobos y raíces. La criatura tenía una forma imposible, lo que le daba que pensar. Algo le decía, que la verdadera forma de aquel ser, o su verdadera "esencia", se ocultaba en lo profundo de esa maraña de serpientes de raíz."Todo tiene un corazón que se puede apuñalar y devorar, tenga la forma que tenga". Se repitió en su cabeza, regodeándose en la genial prueba a la que iba a hacer frente. Una prueba que quizás le costase la vida, lo que sin duda la hacía digna de su atención.
Reconozco alguna de la iconografia d ela pesadilla en algunod e lso objetos que me dio el suricato?
Hay alguna posibilidad de que recuerde el olor de los que estaban conmigo ene l sueño?.
Hay algo que late o emite algun tipo de sonido en el interior del lobo?
A que huelen las nuves? XD
Me dejo alguna cosilla en el tintero, pero ya la sacare en otro momento que disponga de mas tiempo para explayarme con el post.
Un saludo.
La bestia emitió un rugido de satisfacción y en cierto modo, de arrogancia ante la respuesta de Claw. Sus movimientos, pese a ser lentos y pesados, portaban una gracia y elegancia impropias de una bestia de semejante tamaño. El siseo de las serpientes lo acompañaban en todo momento e incluso algunas de ellas, trataban de arremeter contra el cazador abriendo sus fauces y mordiendo en el aire ansiosas por probar su carne.
-Sentirás el frio aliento de la muerte a cada paso que des, pero serás incapaz de darme caza. Siempre estaré cerca, pero inalcanzable para tus garras y cuando el tiempo se esfume entre tus dedos como meros granos de arena, cuando la desesperación tome control de tus emociones, cuando sientas que has fracaso...caeré sobre ti y sufrirás una muerte de lo más horrible.
Retrocediendo hacia las sombras, su cuerpo comenzó a simplemente a desvanecerse hasta que finalmente, tan solo las dos ascuas rojizas de sus ojos fueron visibles. Dos ojos que bien podrían haber representado los pozos del infierno lo contemplaron con desprecio y sin duda, con diversión. Después, simplemente se desvaneció en el aire como si jamás hubiese estado allí.
El encuentro entre ambos había sido breve, pero Claw disponía ahora de datos suficientes como para hacerse una idea de a lo que se enfrentaba. La bestia olía a raíces y tierra mojada, pero con un toque intenso a putrefacción. A lo largo de sus viajes, el cazador se había adentrado en toda clase de territorios. Había sido testigo de los parajes más paradisíacos y hermosos, así como de los lugares completamente desolados por la contaminación y la presencia del ser humano. El hedor que desprendía la criatura le recordaba en cierto modo a esos lugares donde los vertidos tóxicos habían contaminado la naturaleza. Ese toque de corrupción estaba presente en la bestia de alguna forma.
Pese a que fue difícil debido al siseo de las serpientes y al propio crujido de madera que las serpientes emitían al moverse, pudo escuchar los latidos frenéticos de un corazón. Era un corazón fuerte pero estaba dominado por el miedo. Era el mismo ritmo que latía en las presas que se sentían acorraladas.
Aquello sin duda era de lo más extraño, por fuera aquella bestia se alzaba orgullosa y sin temor alguno, pero por dentro su corazón estaba doblegado por el pánico. ¿Cómo era posible aquello?
La noche se había vuelto a cada instante más y más extraña. Nuevos retos y nuevos misterios se alzaban ante él, ahora tan solo debía de ir desentrañando todo aquello paso a paso. Sin la bestia allí, el tiempo para darla caza había comenzado. La habitación aún seguí impregnada por su olor, pero más allá de aquella habitación, no parecía haber rastro alguno.
Aquello le otorgó la posibilidad de centrarse en la visión que acababa de sufrir. Sus sentidos habían captado hasta el más ínfimo detalle, ahora tan solo debía de recomponer todo aquel puzzle. En primer lugar se centró en lo que le envolvía cuando se encontraba frente a las puertas. El aire era seco, los sonidos quedaban amortiguados, la frisa era fría y no logró captar el sonido propio del bullicio de la ciudad. Pero tampoco el sonido de ningún animal, tan solo un lejano y casi inaudible lamento de dolor. Era como si no existiese nada a su alrededor, como si acabase de viajar a un lugar donde lo único que reinaba era la propia muerte.
Tal vez por eso las cinco figuras destacaban tanto en aquel lugar, estaban tan llenas de vida que eran como una intensa llama en medio de un mar de completa oscuridad. Le resultaba imposible recordar sus rostros, tan solo eran figuras humanoides presentes. Pero fuese cual fuese las oscuras artes que le habían arrebatado ese recuerdo, no lo habían hecho con su capacidad para percibir el mundo con sus sentidos.
La primera figura tenía un corazón fuerte pero cansado, probablemente alguien de cierta edad o con problemas de salud. También percibió el aroma tan característico de la pólvora y el aceite usado en armas. Por lo que dedujo rápidamente que esa figura iba armada.
La segunda figura desprendía un aroma dulce, procedente del champú para el pelo que usaba. Una mujer, joven sin lugar a dudas y con una salud de hierro.
La tercera olía a cuero y poseía unos latidos realmente fuerte. Debía de ser alguien de gran tamaño, fuerte y atlético. Sus cabellos estaban impregnados con el aroma de humo y gasolina. ¿Un motero quizás? ¿Un miembro de algún club de motos o de una banda?
La cuarta figura se encontraba también en una excelente forma física, pero sus latidos latían a una velocidad anormal. No estaba asustado, nervioso o alterado, simplemente parecía que su ritmo habitual era así. Un corazón funcionando a aquel ritmo no duraría demasiado, pero aquel en cambio parecía funcionar sin sufrir desgaste alguno.
La última de ellas, le representaba a él mismo. No era demasiada información, pero algo era algo. Además ahora tenía sus aromas, rastrearlos por toda la ciudad iba a ser una ardua tarea, pero al menos tenía una base con la que empezar.
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La esfera volvió a brillar de pronto, mostrando esta vez en su interior la forma de un hombre. Su aspecto desaliñado y la profundas ojeras que mostraba, indicaba lo agotado y precario de su estado.
[Color=#CC0033]-Esta mierda nunca fue mi especialidad, así que espero que funcione. [/color] -Pronunció el hombre antes de soltar un profundo suspiro. [Color=#CC0033] -Si mi visión fue acertada, que casi siempre lo son, ahora deberías de estar viendo este mensaje. En caso contrario solo seré un gilipollas hablándole a una jodida bola mágica de cristal. [/color] -De nuevo lanzó otro suspiro. [Color=#CC0033]-Al igual que tú, yo también poseo capacidades únicas. Nací con la maldición de ver el futuro y lo que nos aguarda es una jodida mierda. Si no detenemos lo que está por llegar, el mundo llegará a su fin. Sí, sí, ya sé que esto suena a mierda propagandística de una secta, por eso dejé atrás parte de mi visión. Si estáis viendo esto, significará que me han encontrado y que ahora mismo estoy en lugar del que no podré escapar sin vuestra ayuda. Lo importante es que vosotros tenéis la posibilidad de cambiar el curso de la historia, evitar que el 7 de diciembre del 2014 el mundo llegue a su fin.[/color]
La esfera mágica había estado allí durante años aguardando la llegada de Claw. Tan solo su presencia había provocado que la visión se activase y que el mensaje se reprodujese. El hombre de la esfera se mostraba agotado y se movía inquieto de un lado a otro, tal vez debido al consumo de drogas, la falta de sueño o lo más probable, ambas cosas.
[Color=#CC0033]-Me llamo Morgan Dickson ¿Lo había dicho ya? Creo que no, tengo tantas cosas que decir, pero tan poco tiempo...Necesito que hagas algo, algo realmente importante si quieres que el mundo siga de una pieza. Tienes que reunir a los cinco, según mis visiones, solo vosotros tenéis la capacidad necesaria para alterar mis visiones. De alguna forma tenéis el poder de cambiar y alterar la realidad con vuestros actos. He tratado de encontraros pero mis visiones no han sido muy claras, solo sabía que si todo iba bien, el día 2 de diciembre del 2014 aparecerías en lo alto de un tejado y que serías el eje central de todo esto. Pero sabía que no podía llegar hasta ti, no en ese tiempo, así que hice un pacto para que te hiciesen llegar lo que necesitabas para encontrar mi hogar. Puedo desvelaros todo lo que está pasando y hablaros de vuestros orígenes, pero primer necesito que me rescatéis. Desconozco vuestras identidades, pero sé que hay un pub irlandés donde los cinco os reuniréis el 4 de diciembre. Allí habrá algo malo y depende únicamente de ti el dar con el resto del grupo o poner en manos de esa retorcida arpía de la visión lo necesario para jodernos a todos. El lugar se llama Norn Iron Pub, no debería costarte encontrarlo. [/color]
Frustrado y agotado, pasó sus manos por su larga melena y se frotó la cabeza tratando de despejarse. Al no lograrlo, tomó una cerveza y tras un largo trago, volvió a tomar la palabra.
[Color=#CC0033]-No soy ningún santo y claro que me importa que el mundo no se vaya a la mierda, pero también soy un jodido cerdo egoísta y si lo que me temo es cierto, no voy a estar en un lugar agradable. Así que si queréis reunir las tres partes de la llave y evitar el fin del mundo, vais a tener que venir a rescatarme. La barrera que mantiene a esa cosa encerrada se está debilitando, es necesario el poder de la llave para reforzar su poder y evitar que se rompa. Yo tengo una de las tres partes de la llave y la he escondido en un lugar al que no podréis llegar. Sí, sé que soy un cerdo cabrón y egoísta, pero salvar al mundo puede estar bien, pero será mejor si yo sigo en él. Así que os necesito y ahí es donde entras de nuevo tú. Eres el único que podrá encontrarme, he dejado muestras de mi sangre en una urna en la habitación de al lado, toma solo la urna de la izquierda, las otras dos es mejor que no las toques...En la urna también encontraréis la forma de encontrarme. Con mi sangre y las instrucciones de la urna, podréis seguir mi rastro, no sé si esto funcionará o si pasaras de mí como de la mierda. Pero sin ti, el resto no podrá encontrarme y entonces, no podréis salvar el jodido mundo. ¡Mierda! Creo que ya está aquí, espero que esta jodida bola de cristal no sea lo último que vea en vida.[/color]
Muy buenas!
En el sueño no hay nada referente a los objetos que te ha entregado el Suricato.
Respecto a las nubes, tomo el mundo sabe que a algodón de azúcar XD
Pobre Edgar, de pronto acaban de meterle en un gran jaleo con más preguntas que respuestas. Creo que como pille al lobo, se va a desahogar con él XD
Con frialdad, sin alterar su gesto, Klaw vio como el ser se esfumaba frente a sus ojos, dejando tras de sí sus amenazas. Estaba clara la naturaleza única de la criatura, y para alguien menos único que el propio cazador engarrado, una amenaza habría sido todo lo que ese encuentro le habría revelado, una amenaza, y palabras incoherentes y misteriosas sobre el origen de sus capacidades. Pero Klaw eran tan único como el ser que tan pronto había convertido en la presa de su cacería o quizás más.
El olor del engendro serpiente le había dejado una pista clara de por donde comenzar su búsqueda, y la naturaleza insólita de los latidos de este había arrojado quizás otra hipótesis que barajar. Esto último le arrojaba sobre todo sombras en torno a la aberración aquella , pero también un fino y sutil haz de luz en forma de posibilidad."¿Un parasito quizás?".No era mucho con lo que comenzar, pero era suficiente. Y si en alguna parte de su ser, la nueva especie podía sentir miedo, el se haría cargo de hacérselo notar en cada fibra de su cuerpo antes de verlo despedazado.
Estiro sus extremidades, crujió su cuello, así como las articulaciones de sus brazos primero y luego sus piernas, hasta que finalmente apoyo las palmas de sus manos en el suelo e hizo crujir sus omoplatos llevando estos al límite de cuanto podían estirarse. Parecía en aquellos momentos más un felino que un ser humano, preparando su cuerpo de manera casi ritual ante un ejercicio que sabía que podía ser largo.
En esos momentos rituales, es cuando la visión de hacia un instante se le antojo mas real aun si cabe, convencido de los tintes de profecía que parecía tener. En algún momento, esos cinco individuos, esos cinco animales humanos, tendrían relevancia para él, y por lo visto para el resto de seres del planeta. Poseía sus aromas, algo que Klaw nunca olvidaba, era solo cuestión de tiempo el encontrarlos. El primero, un ser de avanzada edad, pero acostumbrado a la violencia, un "cocodrilo". La segunda, la única figura femenina, una grulla, no un "águila real". La tercera, un poderoso "elefante", y el cuarto un "¿guepardo tal vez?, ¿Quizás un colibrí?". Los bautizo en base al recuerdo de los aromas que le inspiraban encuentros pasados con criaturas a las que cazo, o a las que tuvo tiempo de observar. Y finalmente él, ¿pero que clase de animal era él mismo?¿Acaso lo sabía?¿No era en parte que se había embarcado en una cacería sin límites para averiguar su propia naturaleza predadora?.Los días se habían vuelto extraños, y en aquella rareza, estaba convencido de encontrar las respuestas a las preguntas que tanto tiempo le habían acompañado.
Pronto la esfera volvió a iluminarse mostrando el semblante de un animal humano, en descuidada forma física, al que en su vida había visto y que sin embargo le resultaba extrañamente familiar."Un mensaje". Desde que comenzó la noche lo habían estado manipulando, y eso mismo pensó que podía ser la visión que de forma tan abstracta le mostraba el posible fin de la tierra, y le empujaba a la necesidad de encontrar a esos otros 4 seres especiales. Este mensaje tan solo le confirmaba su hipótesis, y aun así mientras lo escuchaba, comprendía que las palabras de aquella "Rata Vidente", eran ciertas. Y de nuevo se encontraba en una trampa de la que solo podía escapar adentrándose en ella.
Aguardo con calma a que el mensaje terminase, envolvió la esfera en la sabana que la cubría primeramente y se la echo a la espalda(mas bártulos mas XD.) Fue hasta la habitación de la urna la cogió y le echo un vistazo a esta para cerciorarse de cuan exactas eran las visiones de aquella "Rata".
Ando hasta la ventana y se paro frente a ella, apretando su puño. No le gustaba no tener la iniciativa, no estaba acostumbrado a ello y la sensación le era aun ajena, pero un buen cazador debe estar preparado para todo, y convertir cualquier sorpresa en una ventaja, en un arma. Por azar el destino le había dado acceso a otros 4 animales humanos especiales, a 5 en realidad. No le costó mucho hacer planes a largo plazo para ellos. Si juntos debían enfrentar una situación en extremo inusual y peligrosa, de seguro serian buenas presas. ¿Quién sabe, puede que cuando todo acabe haya tiempo para una ultima cacería? ¿Quizás hasta podrían presarse a ello?. Miro su reflejo en el cristal de la ventana, sus ojos delataban su sonrisa.
Pero primero su cacería, el mundo debería aguardar otras 12 horas si quería contar con su ayuda. Abrió la ventana, y con un salto sobrenaturalmente ágil se adentro en el vacio de la noche, a donde pertenecía.
La idea es empaparme bien del olor de la sangre d ela urna, echar un vistazo a ver q hay y si puedo memorizarlo, ponerme mi dsifraz de Edgar para pasarme por mi apartamento y dejar en lugar seguro los objetos y de paso indagar sobre el pub ese para ver pro donde esta, y sobre todo buscar la direccion de lugares donde trabajen o desechen productos quimicos y toxicos que puedan emitir olores como el del engendro, para tener algo por donde empezar mi caceria.
Creo que no olvido nada XD. Un saludo.
Despojado de su verdadero rostro, aquel metálico de ojos siniestros y sus mortíferas garras, el cazador se vistió con la piel de cordero y abandonó la habitación secreta en la que acostumbraba a ocultar su verdadero yo. Allí dejó también las reliquias recuperadas de la rata vidente y se preparó tratando de buscar respuestas a las incógnitas que la noche le había presentado.
Tomando asiento frente a su ordenador portátil, comenzó a teclear con rapidez en busca de cualquier pista que le pudiese ayudar. Mientras lo hacía y aunque era algo tremendamente sutil, no podía evitar seguir sintiendo en ocasiones el hedor de la besita-lobo. Era como si el mero hecho de haber estado en la misma habitación que él, hubiese sido más que suficiente como para impregnarle su aroma. Tal vez una ducha pudiese ayudarlo a liberarse de ello, pero por el momento tenía otros asuntos que atender.
Su primera búsqueda no tardó en darle buenos resultados. El Norn Iron Pub era un pedazo de Irlanda del Norte presente en Paradise City. Entrar en aquel lugar era como viajar directamente a la Isla Esmeralda. Según los comentarios de los visitantes, se podía incluso respirar aquel fresco y húmedo aire salado tan típico de aquel encantador lugar. No era como esos bares modernos donde lo más importante era la cantidad de mesas y la parafernalia, sino que allí lo importante era brindar a sus clientes una experiencia única y permitirles gozar de un relativo grado de privacidad. Por eso disponía de unas cómodas mesas que, protegidas por tabiques de distintas alturas, podía acoger diversas cantidades de personas.
En los ochenta años que tenía de historia el Norn Iron Pub había cambiado poco y nada. Ni siquiera había cambiado de dueños, pues aún pertenecía a la misma familia que lo había inaugurado. Su decoración no era la excepción, pues incluso parecía congelada en el tiempo. Allí no había materiales sintéticos, ni aparatos eléctricos a excepción de los focos. Todo lo que podía encontrarse era lo mismo que podía encontrarse en la década del treinta, es decir, vidrio madera y metal bruñido.
No había mucha más información que reunir al respecto. Era un lugar tranquilo donde poder disfrutar de una buena variedad de cervezas que contaba con una buena clientela fija y que en ciertas épocas del año, los turistas acudían para las clásicas fotografías o poder fardar más tarde con sus familiares y amigos diciendo que habían tomado diversos tipos de cerveza.
La siguiente búsqueda le llevó más tiempo, pues gran parte de las fábricas de la ciudad no cumplían a rajatabla las condiciones impuestas por el gobierno. Encontrar noticias en blog era sencillo, pero dar con algo realmente relevante era ya otro nivel.
Finalmente logró reducir a dos los posibles lugares que podrían tener algo que ver con la bestia-lobo o al menos, con la corrupción que parecía envolverla. El primer lugar abarcaba el área que rodeaba la empresa Women Cosmetic. Los vecinos habían reunido más de una veintena de denuncias solicitando a la oficina del alcalde que hiciese algo para controlar las emisiones de la empresa de cosméticos. Incluso aseguraban que que estaban vertiendo productos químicos en las aguas de la cercanía. Pero la legión de abogados de Women Cosmetic había logrado sepultar bajo la burocracia las denuncias y seguramente aún tardarían años en salir a la luz.
Lo más interesante era que aquella misma mañana Women Cosmetic había sido asaltada. Los informes no estaban muy claros, pues se hablaba en los foros de que un grupo conocido como los Amigos de Gaia se habían manifestado aquella misma mañana por los derechos de los animales que la empresa utilizaba para experimentar con sus productos. Otros en cambio aseguraban que un enorme tigre había recorrido las instalaciones sembrando el caos. Aunque la policía había desmentido todo en lo referente a un animal peligroso suelto. La investigación aún estaba abierta, pero todo parecía indicar que Women Cosmetic no trataba bien el medioambiente.
El segundo lugar hacía referencia a los productos que emergían al mar a través de la red de alcantarillado. Nadie sabía realmente de donde procedían, pero los vertidos estaban provocando un gran daño a la fauna marina de la zona. Se cree que alguna fábrica utiliza la red de alcantarillado para liberarse de productos peligrosos, pero debido a la amplia red de túneles que hay bajo la ciudad, la investigación avanza lentamente.
Con aquella información en su poder, se tomó unos instantes para recapitular y centrarse en lo que había encontrado dentro de la urna. De alguna forma inexplicable, un vial con sangre fresca se había logrado conservar a la perfección. Estaba envuelto junto con un mechón de cabello, en un pañuelo con el que se habían limpiado el sudor. La esencia de las tres muestras le indicaba que todas formaban parte del mismo sujeto. Todo parecía indicar que Morgan Dickson había tomado las precauciones necesarias para dejarle las cosas bien sencillas a la hora de seguir su rastro.
Lo más extraño era el saquito con cenizas que también estaba en la urna. Garabateada de forma apresurada, había una nota que indicada la fecha del viernes a medianoche, junto con unas coordenadas. También había algo escrito en una lengua que no conocía. Finalmente se indicaba que se pronunciasen aquellas palabras y se extendiesen las cenizas a la hora y lugar indicados. Las coordenadas eran del centro psiquiátrico Freeman. Un lugar vanguardista considerado como uno de los mejores del país.
Cada vez le costaba más ponerse el disfraz de Edgar. Ello significaba tener que atar en corto sus instintos, y demorar la diversión que le producía la caza. Verse como el resto mansos era algo que le irritaba, un mal no obstante necesario para perpetuar su gran proyecto, lo que realmente le daba sentido a su vida depredadora, su gran cacería. Con los años se había vuelto un maestro de las sonrisas vacías , los gestos idiotas y los chascarrillos fáciles que tanto parecían gustarles al resto de mansos que se interesaban por su rostro disfraz de Edgar. Y aun así ocasiones como aquella le recordaban que aquel disfraz no era más que otra de sus armas, como el pulpo que espera haciéndose ver como una roca justo antes de concederle su abrazo mortal a una presa. Debía ser inteligente y dar buen uso a todas las armas que tenia, pese a lo que su instinto más fiero le gritaba.
Ni la colonia de 700 dólares el frasco que usaba su disfraz de Edgar conseguía quitarle de la nariz el intenso aroma de la Bestia-Lobo, y aunque pudo haber intentado muchas cosas para eliminar el rastro del todo de su persona, también lo creyó útil. Si estaba indagando en la red, era por pistas del paradero de su presa, y cuando encontrase el lugar, de seguro olía mas como lo hacía ahora mismo. Por suerte pensó en aquello antes de bañarse en aquel costoso aroma que solía usar como acompañamiento de su vacía sonrisa de manso multimillonario.
Por fortuna entre aquella madeja de inusuales posibilidades que se le habían abierto esa misma noche y la anterior, la "Rata-Vidente", parecía haberle dejado el camino bastante mascado, así que poco tendría que esforzarse por seguir con el plan que el oraculo parecía haber trazado en previsión a lo que sin duda conocía inevitable que le iba suceder.
El pub, resultaba ser un lugar clásico en la ciudad, y transitado, de seguro alguno de los animales de su visión ya frecuentaba aquel sitio, y si lo hacía, podría rastrearlo hasta los demás, o al menos encontrar a ese descarriado.
Podía cazar tranquilamente, y la cosa prometía un reto. Justo lo que su sed de violencia iba necesitando. Descartando rápidamente lo sucedido en Women Cosmetic, solo le quedo frente a él un escenario perfecto para dar riendo suelta a toda su pericia y a todo su hambre, el alcantarillado. Lo sucedido en la industria cosmética era sin lugar a dudas algo llamativo ,y que quizás tuviese su atención en el futuro, por la promesa de alguien con habilidades especiales que parecía prometerle el suceso, pero la "Bestia-Lobo" no era ninguna clase de ser altruista, ni parecía tener un móvil que el conociera y que lo conectase con el lugar mencionado, por no mencionar lo más evidente, que si su presa había estado allí, era ya difícil que no hubiese tomado del lugar lo que necesitaba, a juzgar por sus habilidades, y no tendría mayor motivo para regresar.
Klaw había echo su apuesta, pues toda conjetura podía ser errada. Se centro en los barrios que más quejas y firmas habían recogido para señalar el problema de los residuos que venía del mar atreves del alcantarillado, se coloco de nuevo su piel, su rostro y su garra, y se dirigió allí para internarse en las alcantarillas y buscar el rastro de la criatura que tanto ansiaba encontrar.
Post normalito de transicion XD.
Lo dicho voy para las alcantarillas a ver si la criatura a dejado algun rastro q pueda oler o alguna marca microscopica que pueda ver XD.
Con planes para todo lo demas jaja, pero teniendo claro mi prioridad :P.
Si se me ha ido la pinza en algo ya me dice sy lo corrijo XD.
Un saludo.
Aguas negras y densas surgían al mar a través de la basta red de túneles del alcantarillado. Llegar hasta aquel lugar había sido lo sencillo, pero ahora debía de adentrarse en aquel laberíntico lugar donde tan solo parecía reinar la putrefacción. La atmósfera era tan sumamente asfixiante y tóxica, que ningún otro ser vivo se encontraba en las cercanías. Contemplar la entrada a las alcantarillas, era como contemplar la mismísima entrada de la poza séptica del infierno.
Con sus sentidos inundados por el hedor de la propia corrupción de la naturaleza, el cazador se adentró sin temor en los dominios de la muerte. Seguir el rastro de las aguas negras le resultó sencillo, en ocasiones tuvo que atravesar ciertas dificultades en el camino, pero su portentoso físico le permitió superarlos con facilidad.
Cuanto más se adentraba en aquellos dominios de la oscuridad y muerte, más seguro estaba de que todo aquello no tenía nada que ver con vertidos tóxicos. Su "máscara", esa a la que denominaba Edgar, le había servido para viajar por todo lo largo y ancho del mundo. Por lo que sin duda, había contemplado con sus propios ojos lo que el ser humano era capaz de ocasionar a la naturaleza, pero desde luego, jamás había contemplado algo como la marea oscura de corrupción que viajaba bajo Paradise City.
Aquellas aguas negras como el corazón del abismo, desprendían una sensación de desasosiego y peligro. El mero hecho de pensar en tocándolas era más que suficiente como para imaginar que nada más acercarse, una decena de brazos emergería de aquel denso fluido dispuestos a arrastrarlo hasta su interior.
Si Paradise City era un ser con vida propia, ahora mismo estaba en sus venas contemplando la sangre envenenada que corroía por el interior de la ciudad. Era como si toda aquella parte estuviese dominaba por el más mortífero de los cánceres. Aquello era innatural, pero a su vez, portaba ciertas similitudes con la bestia-lobo a la que estaba tratando de dar caza.
Su viaje por aquel paraje privado de vida alguna se alargó durante lo que bien podrían haber sido varias horas. Lograr dar con el origen de todo aquello acabó convirtiéndose en una ardua tarea que llevó sus capacidades físicas al límite. Cuando casi había perdido la esperanza, un ligero aroma logró abrirse paso ante toda aquella pestilencia. Fue algo terriblemente sutil, pero aún así, presente. "Raíces" Aquello fue todo lo que necesitó para dar por fin con lo que estaba buscando.
Tras salir de uno de los túneles por los que avanzaba, llegó hasta una amplia sala en cuyo interior, se podía apreciar un gran sarcófago de piedra. Viejo y agrietado, las densas aguas negras surgían de su interior, extendiéndose por doquier. Junto al sarcófago, se encuentraba también un roble retorcido y sin hojas, de aspecto más bien enfermo. Sus grandes raíces están empapadas de las aguas negras como si de alguna manera, estuviese tratando de absorber toda aquella oscuridad a costa de su propia existencia.
Un poco más allá, prácticamente cubierto por las aguas negras, se encuentra el cuerpo de lo que una vez debió de ser un lobo que bien podría duplicar el tamaño de uno común. La criatura yacía muerta desde hacía ya un largo tiempo. Su aroma, aunque completamente diferente, guardaba cierto parecido con el de la bestia-lobo a la que debía dar caza.
-Y el cazador se transforma en presa...
La voz de la bestia-lobo resuena por toda la sala con sorna y ansia. Las propias sombras parecen agitarse aquí y allá adoptando la forma de la bestia, quién parece girar alrededor del cazador dispuesto a devorarlo.
-No imaginé que tratarías de encontrar mi origen, había pensado continuar oculto en tu propia sombra. Pero ahora que estás en mi guarida, mi poder es aún mayor...
Emergiendo de la propia sombra del cazador, la bestia, ahora mucho más grandes y poderosa, se agita por la emoción de la caza. Las serpientes, enloquecidas por la situación, abren y cierran sus fauces con fuertes chasquidos.
Oscuridad , podredumbre, agonía, miedo, dolor, odio... Había atravesado la puerta a lo que parecía el mismo sistema circulatoria de la ciudad, y ya andaba preguntándose que encontraría al hallar el corazón. Tan solo, y por el momento , había encontrado sus miserias. Horas entre aquellas sensaciones que para cualquier otro animal no habrían sido más que molestias, pero que sin embargo Klaw vivía atreves de sus sentidos como si fueran sentimientos mucho más cercanos, incluso a veces le parecía poder hacerse una imagen sombría de alguna persona sintiendo o padeciendo.
No le temía a la oscuridad, pues sabía que lo más oscuro que uno puede hallar se encuentra dentro de cada ser mismo, de manera intima y personal, como una ventana a lo peor de cada especie, fabricado con los miedos más concretos e irracionales que cada individuo por separado era capaz de imaginar. El conocía perfectamente su oscuridad , la enfrentaba a su manera y no la temía. Tampoco el miedo difuso y oscuro de los animales, mansos y predadores que caminaban en la superficie y que podía notar con cada fibra de su ser en aquella ponzoñosa y oscura forma, le amedrentaban. Pero que no le amedrentase lo mas mínimo no significaba que todos sus muy desarrollados instintos de cazador no le pusieran en guardia con cada paso que daba.
Si una bestia como la que le reto era posible y no había sido un espejismo creado por su mente en post de darle un desafío digno, sin duda ese animal, ese "Lobo monstruoso", debía descansar en el centro de todo aquello.
Tras horas de vagar luchando contra toda aquella sabia corrupta, contra cada pieza de información torturada que alguno de sus sentidos le mandaba como si de un aguijoneo se tratase hasta su cerebro, por fin como un leve y sutil matiz le llego la pieza de aquel puzle que trataba de montar a solas en la oscuridad."La madriguera". El lugar estaba lleno de pistas visuales y olores familiares suficientes como para concluir que había encontrado lo que venía buscando.
Casi como si de una reafirmación a su convencimiento se tratase, la criatura hablo llenando toda la amplia estancia. Y de manera que incluso a Klaw pillo pro sorpresa, el ser surgió de su sombra. Ni tan si quiera había contemplado tal posibilidad, que presa tan magnífica había resultado ser, y lo que estaba seguro que aun no le había mostrado debía ser igualmente sorprendente. La adrenalina se le disparo, como no lo hacía desde el día que cazo por vez primera con sus propias manos. Esa mezcla única de autodeterminación, respeto y ganas de rajar y morder empezaba a cobrarse presencia en el cazador. Incluso si moría en aquel profundo lugar, incluso entonces, al final sentiría algo de gratitud hacia el "Lobo monstruoso".
Con un movimiento imposible para un hombre normal, Klaw lanzo su garra de forma ascendente al ser que acababa de surgir, tan solo girando un poco su torso hacia el engendro, y acompañando la fuerza del ataque con un poderoso salto, para desgarrar a todo lo alto todo lo solido que tocase, pero sobre todo para girar en el aire y acabar con sus pies y una de sus manos, agazapado en lo alto de aquel extraño ataúd cuidándose de no tocar la ponzoña, pero sobre todo amenazante.
-Toda criatura se siente más fuerte en su nido, siii.-Hablo con voz poderoso. Esta vez no habría susurros.-Y solo las más estúpidas mueren sin comprender que duermen rodeados de sus debilidades.-Hizo rechinar su garra contra la piedra del sarcófago. Aun no sabía donde residía el punto débil del monstruo, El Árbol, el Lobo, El Sarcófago. Lo que no ponían en duda, es que de todo aquello le ayudaría a destrozar a su presa. La noche aun era joven para averiguarlo.-Voy a teñir este lugar con tus entrañas, ni oculto en la sombra del mundo vas a poder evitar que devore tu corazón.- Se preparo de nuevo para atacar.
No se por que me imagine que el sarcofago estaba de pie. Si no es asi dimelo y hago algun cambio.
Por cierto tus posts muy chulso como siempre, si no te respondi antes era por que e estado hasta arriba y no por que no este enganchado a la partida.
Un saludo.
Las garras resplandecieron bañadas por la tenue luz que de alguna manera, parecía lograr filtrarse hasta aquel recóndito lugar. El frío metal trazó un arco perfecto entonando la mortal melodía que su portador tan diestramente era capaz de invocar. Las sierpes de oscura madera deberían de haber sucumbido ante su embestida, pero la bestia tenía razón. Su poder en aquel cubil de putrefacción se había incrementado.
La bestia-lobo poseía ahora un cuerpo que recordaba vagamente al petróleo. Denso y pegajoso, las garras se impregnaron de aquella apestosa sustancia y pese a que se clavaron profundamente, fueron incapaces de causar daño alguno.
-Las armas mortales son incapaces de dañarme y aunque lograses hacerlo, soy capaz de sanar mis heridas en apenas un instante. Soy el gran devorador, soy la muerte encarnada. Soy la presa que se alzará como el depredador definitivo.
La voz de la bestia resonó por el lugar con un eco apagado y siniestro. Su fuerza, velocidad y tamaño se habían acrecentado enormemente. Si a todo ello se le unía ahora el don de ser invulnerable y la capacidad de regenerar cualquier daño, Claw se alzaba entonces contra la mayor amenaza de su existencia.
La masa pegajosa de su cuerpo se alzó formando decenas de nuevas serpientes, que ansiosas por desgarrar la carne de Claw, se abalanzaron contra él en una rápida sucesión de mortales dentelladas. Gracias al nuevo poder del que se nutría en aquel lugar, sus ataques podían abarcar ahora varios metros de distancia. Por lo que podía mantener a raya a Claw sin necesidad de moverse.
Las serpientes se movían con velocidad, pero Claw no tardó en percatarse de que la bestia estaba jugando con él. Sus ataques, pese a ser difíciles de esquivar, no estaban diseñados para matarlo...al menos en el acto. Atacaba a las articulaciones y a los tendones para debilitarlo y así, saborear plácidamente la angustia que pretendía crearle.
En medio de todo aquel siseo producido por las serpientes, de nuevo pudo escuchar el corazón desbocado que latía en el interior de aquella cosa, aunque ahora sonaba mucho más débil y lejano. Aunque tal vez lo más extraño fue escucha un gruñido débil y lejano que fue incapaz de situar.
-Jamás he devorado uno de tu especie, tendrás el honor de ser el primero, simio sin pelo.
Muy buenas!
Los personajes tenéis la opción de adornar las escenas como más os guste, siempre y cuando tenga sentido. Así que lo del sarcófago genial ^^
Respecto a la escena, claw siente que las garras o los golpes físicos poco efecto parecen tener en la criatura...tal vez incluso ninguno. Aunque siempre hay formas de vencer a cualquier enemigo...
Un saludo!