Partida Rol por web

Ecos de la resistencia

Atenas

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24/05/2021, 13:19
Narrador

El grupo obedeció al cochero y volvió al carro, reanudando su viaje.

Según avanzaban hacia el este observaron movimiento a una cierta distancia a la derecha del camino. Parecía que el ejército espartano había recogido su campamento y empezaba a marchar de vuelta hacia el oeste, presumiblemente a su ciudad.

El resto del viaje continuó sin sucesos. Unas horas después, al atardecer, divisaron la acrópolis de Atenas y el risco sobre el que se elevaba. Según se iban acercando iban viendo el resto de la ciudad. La dispoisición era similar a Corinto, edificios populares en la periferia de una alta muralla que custodiaba la ciudad en sí. Sin embargo, era mucho más grande, y a juzgar por los altos edificios de piedra que sobresalían tras las murallas, más próspera.

Todo era extrañamente familiar. Reconocieron desde la distancia la acrópolis y los edificio que asomaban tras las almenas, pero además todos parecían recordar el plano de la ciudad. Podían situar sin ningún problema cualquiera de los edificios importantes, los templos y el puerto. Todo estaba muy tranquilo, quizá demasiado. Tenían un recuerdo más bullicioso de las calles, incluso a una hora tan tardía y sin embargo apenas había gente en ellas. Los que quedaban parecían dedicarse únicamente a sus asuntos, deambulando con expresión seria y sin pararse a hablar con nadie.

Lykaios condujo el carro hacia una zona junto a las murallas, donde había varios otros cocheros con sus carromatos y sus bestias. Saludó con la mano a alguno de los presentes y finalmente detuvo el vehículo.

- Bien, aquí estamos. Ha sido un placer hacer negocios con ustedes. Espero que tengan una buena estancia y si vuelven a estar por Corinto y necesitan transporte no duden en contactarme. - dijo el cochero de forma profesional.

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25/05/2021, 19:48
Triss Merigold

- Muchas gracias Lykaios, has sido muy eficiente y sin duda recomendaremos tus servicios - dijo Triss mientras se apeaba.

Se acercó al cochero más próximo y le preguntó:

- Disculpe, acabamos de llegar, y tengo la sensación de que ocurre algo. La ciudad no está tan bulliciosa como solía estar. ¿Sabe a que se debe?

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26/05/2021, 10:39
Narrador

Lykaios asintió con la cabeza y empezó a alejarse.

- La guerra señora ¿qué si no? - respondió el cochero interpelado por Triss - Murieron muchos atenienses ayer. Al parecer los espartanos atacaron por sorpresa. Los nuestros no estaban preparados y se ordenó la retirada, pero muchos no pudieron escapar o se sacrificaron para dar una oportunidad a los demás. Toda la noche pasada y el día die hoy ha sido un goteo constante de supervivientes volviendo a casa, aunque cada vez menos...

El hombre pareció repara en sus ropas y sus armas.

- Em, los que consiguen volver están siendo recibidos con los brazos abiertos. No hay vergüenza ante un enemigo que desprecia las normas de la guerra y ataca a traición, esas han sido las órdenes del General. Ha habilitado lugares de descanso para los soldados que vuelven dentro de las murallas, por...eh, por si quisieran pasarse. - dijo con intención.

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31/05/2021, 13:06
Kainos

Kainos miró a sus compañeros:

- A mí me parece buena idea acercarnos a uno de esos lugares de descanso. Quizá veamos alguna cara conocida.

Y más discretamente:

- Quizá alguien pueda darnos alguna pista sobre quiénes somos.

Se encaminó hacia el lugar que el cochero había señalado tras las murallas.

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01/06/2021, 11:27
Narrador

El grupo se acercó a las puertas de las murallas envuelto en la calma silenciosa que bañaba la ciudad. Recordaron que era costumbre hacer una jornada de luto cuando había alguna gran pérdida de vidas. La ciudad seguía funcionando, pero a un ritmo más lento y menos bullicioso, esto permitía a los que habían perdido familiares llorarles con tranquilidad mientras que los demás les honraban con respeto. Normalmente al día siguiente del luto tenía lugar un gran acto para despedir a los caídos.

Las puertas de las murallas estaban guardadas por cuatro guardias, además de los que observaban desde las almenas.

- ¡Alto! - exclamó uno de ellos. Les miró de arriba a abajo, fijándose en sus armas e insignias.

- ¡Supervivientes! - exclamó - adelante amigos, pasad. ¿Estáis heridos? No, ya veo que no. Magnífico magnífico. Tendréis hambre y sed me imagino. En torno a la colina de Ares se han dispuesto varios puestos con comida y bebida por cuenta de la ciudad. Id allá y os atenderán bien. Demóstenes ha ordenado que todos los supervivientes pasen por allí antes de volver a sus casas, así que por favor id hacia allá antes de hacer nada más.

La mención a sus casas despertó más recuerdos. Efectivamente, Elrohir, Triss, Rolo y Kainos tenían un lugar al que llamar hogar y todos sabían cómo llegar a él. Olíndica sin embargo, al ser una mercenaria extranjera, no tenía un techo al que llamar suyo en aquella ciudad.

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03/06/2021, 14:57
Rolo

+Allí iremos, tal como nos aconsejas amigo. -Dijo Rolo con cierta torpeza, algo abrumado por los nuevos recuerdos que le venían a la mente.

+Dinos, ¿sabes si Demóstenes estará allí? -Preguntó al guardia, pensando en el rumor que Triss, Olíndica y Kainos habían oído en Corinto.

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03/06/2021, 15:34
Narrador

- No creo, estará reunido decidiendo qué hacer a continuación. Son momentos difíciles - dijo con gravedad-  Sí encontraréis a algún oficial que os tomará declaración si es que sabéis algo relevante que deba ser transmitido -

- Mañana será el sacrificio en honor a los caídos en la Acrópolis - añadió - se espera que Demóstenes esté allí para dar un discurso, aunque se espera que vaya mucha gente, no creo que podáis acercaros demasiado.

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05/06/2021, 20:23
Elrohir Felagund

Elrohir no prestaba demasiada atención a la conversación.

Estaba distraído y confuso.
Una extraña sensación de conocer el lugar, y al mismo tiempo no reconocerlo en absoluto.
Una sensación de estar allí, pero no estar presente.

Sin embargo, había algo que si había oído con total claridad.

"puestos con comida y bebida"

Aun en su ensimismamiento, mirando al infinito e ignorando al guardia, dijo:

- "Tienes razón, deberíamos ir a esa colina que ha dicho, sin tardanza"

Inició el paso alejándose un poco del resto del grupo

- "Yo... voy... tirando"

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08/06/2021, 12:21
Triss Merigold

- Pues vayamos a la colina de Ares entonces - dijo Triss, aunque al recordar que tenía un hogar también estaba deseando ir a verlo, pero lo primero era el deber.

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09/06/2021, 20:19
Director

Notas de juego

El máster se está mudando, disculpen la tardanza

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15/06/2021, 12:08
Narrador

La colina de Ares, o Areópago, estaba dentro del recinto amurallado y era un gran montículo de marmol azulado que se alzaba entre los árboles. Las leyendas contaban que los dioses habían celebrado allí un juicio contra Ares, en el cual se le había absuelto. Actualmente estaba más o menos intacta por la mano humana y se le daba el trato de monumento natural.

Cuando llegaron vieron hileras de soldados heridos tumbados sobre jergones de paja cobijados bajo toldos improvisados sobre palos de diferente longitud. Aquello era testimonio de lo que había ocurrido en la batalla que había ocurrido antes de que se despertaran. Los heridos estaban en mal estado, con heridas profundas e infectadas, y un heterogeneo enjambre de personas danzaba entre ellos intentando atenderles, si no curándoles, al menos aliviando su dolor. Una serie de braseros parecían haber sido transladados apresuradamente a la escena y en ellos ardían hierbas aromáticas que apaciguaban a los insectos y escondían el olor de la muerte. Hacia un lado, tras unos arbustos, había apilados una serie de cajones vacíos con dimensiones humanas, quizá apartados de la vista para evitar la preocupación de los pacientes, pero dejando claro cuáles eran las espectativas de los que allí yacían.

Cuatro hombres con semblante serio y cansado pasaron cerca del grupo cargando una de estas cajas mientras se alejaban de la colina al tiempo que otro hombres, de avanzada edad pero porte marcial les interpelaba.

- ¡Eh! ¡Vosotros! ¡Bienvenidos de vuelta hermanos! ¿Estáis heridos? ¿Necesitáis cuidados? Pensábamos que ya no volvería nadie más. ¿Cuáles son vuestros nombres? ¿Qué podéis contarme? ¿Cómo ha sido vuestro viaje? ¿Habéis averiguado algo del enemigo? - preguntó apresuradamente mientras sacaba una pequeña tablilla de cera y un estilete para escribir.

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22/06/2021, 15:55
Elrohir Felagund

- "Hola..." - dijo Elrohir mientras oteaba disimuladamente buscando comida.

- "Yo me llamo Piskolabis... estuve en la batalla..., pero me golpearon con una piedra y he perdido la memoria..."
  "Ni siquiera se porqué entramos en batalla... estoy muy desorientado..."

- "¿ Podría recordarme qué esta pasando y porqué estamos en guerra ?"
- "Y.. de paso.. ¿Sabe que es esta insignia ?

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22/06/2021, 16:23
Narrador

Cerca de donde estaban había una marmita en la que cocía algún tipo de guiso o sopa, probablemente de cabra con cebolla por el olor. Junto a ella una anciana usaba un cazo para servir porciones en diversos platillos de cerámica que varias mujeres jóvenes llevaban y traían hacia la zona de los heridos.

- ¿Una pedrada eh? Has tenido suerte de que no haya sido peor. - dijo el hombre con preocupación.

- La guerra es contra Esparta, claro - continuó - Esa insignia os identifica como uno de los nuestros. El general Demóstenes declaró la guerra después de que desaparecia un objeto de suma importancia entregado a la ciudad por la propia Atenea para que fuera custodiado por nosotros. Esos perros ladrones de Esparta nos lo robaron para hacer los Dioses saben qué con él. ¡Y encima tuvieron la audancia de decir que fuimos nosotros quienes les robamos a ellos! - dijo el hombre con indignación.

- ¿Los demás estáis bien? - preguntó en dirección al resto.

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22/06/2021, 20:42
Triss Merigold

- Mi nombre es Triss, desperté sobre un montón de cadáveres después de la batalla, supongo que quedé inconsciente y me dieron por muerta. Aparte de alguna magulladura estoy bien, gracias.

Después de despertar, vi el campamento de Esparta a lo lejos, pero lo evité para no tener problemas.

¿Se sabe qué objeto fue el que robaron? Creo que no lo llegué a saber.-

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23/06/2021, 10:14
Narrador

- Hicisteis bien en esquivar su campamento, son gente sin honor, ladrones y traicioneros. Quién sabe qué os habrían hecho de haberos atrapado.

- El objeto, sí. Se trata de un mapa, pero no es un mapa cualquiera, según dicen. Yo no lo he visto, pero se dice que marca la ruta hacia el Tártaro. La diosa nos los entregó para que fuera custodiado en la ciudad y no cayese en malas manos. Según la profetisa Kassandra está hecho de piel finísima de cordero nonato y bordado con hilos de bronce y oro. Tiene que ser impactante de ver - respondió el hombre con tono soñador.

- Pero esos malditos espartanos nos lo robaron - dijo apretando los puños de nuevo - ¡Y encima tienen la desfachatez de decir que nosotros se lo robamos a ellos! Gentes sin honor ni vergüenza, ya os digo.

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24/06/2021, 12:23
Rolo

+¡Sin honor alguno! La emboscada que nos tendieron en Corinto no hace sino confirmarlo.

+Y decidnos amigos, ¿qué sabemos hasta ahora sobre la localización del mapa? -Preguntó Rolo, sin perder de vista a las muchachas que llevaban la comida, con la intención de hacerles alguna seña.

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24/06/2021, 14:29
Narrador

- Que yo sepa nada. Atraparon al ladrón la misma noche del robo, uno de los nuestros, un traidor, pero sólo consiguieron sacarle que se lo había entregado a un jinete encapuchado a las afueras de la ciudad a cambio de una bolsa de monedas de oro. El muy idiota se había quedado en el punto de entrega con la tea encendida como un pasmarote y los guardias le cogieron, claro. Dicen que estaba como atontado, como si no supiera por qué lo había hecho, y que sólo repetía lo mismo una y otra vez. Para mi que no se dio cuenta de que estaba cometiendo traición hasta que era demasiado tarde y perdió la cabeza de la vergüenza -

El hombre negó con la cabeza y escupió al suelo con un gesto asqueado.

- Lo ejecutaron públicamente a los pocos días, claro - añadió - Hay que dar ejemplo sobre qué se hace con los traidores. Le apedreamos hasta morir, pero antes lanzaron las monedas que había cobrado hacia la multitud, ya sabéis, para restituir parte del mal que había hecho a la ciudad. Yo tuve la suerte de coger una, creo que la tengo aquí - dijo mientras hurgaba en una pequeña bolsita. Instantes después sacó una moneda dorada, de aspecto extranjero.

- Aquí está. Esta no voy a gastarla - diijo - Cuando mis nietos sean más mayores les contaré la historia -

 

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24/06/2021, 16:42
Kainos

Kainos seguía intranquila, sus compañeros claramente habían sido soldados en el ejército ateniense, ¿pero qué pintaba ella en todo esto? ¿Qué pensaba Demóstenes que Kainos iba a hacer contra los espartanos, matarlos de aburrimiento recitando la Justicia de Solón?

Toda esta historia del mapa era justamente lo que esperaba con lo que sabía de la Titanomaquia. Efectivamente los espartanos parecían querer liberar a los Titanes. ¿No había dicho Rolo que el había custodiado un mapa? ¿Y no se le había aparecido Atenea? ¿Quién era este Rolo para que le hablaran los dioses y custodiara artefactos legendarios?

Además, el traidor ateniense había sido controlado de la misma forma que el chiquillo que había quemado el pajar de Corinto. Quizá la moneda que les tendía el escriba les pudiera dar alguna información.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Kainos examina la moneda (Ingenioso) y añade un Punto de Destino ya que al ser culta quizá sepa identificar de dónde viene la moneda. No creo que el encapuchado misterioso sea un espartano sin más.

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24/06/2021, 17:26
Narrador

La luz era escasa a aquella hora de la tarde, salvo por los braseros esparcidos por la escena que arrojaban jirones de luz anaranjados aquí y allá. La moneda era dorada y sorprendentemente brillante, y sus superficies bruñidas reflejaban los destellos del fuego sobre sus relieves.

Moneda

Kainos se acercó a observarla con atención. Una de las caras tenía la efigie de un hombre, probablemente un rey por los adornos de su cabeza, además de por el hecho de que su cara estaba en una moneda. La otra cara presentaba varias letras y una intrincada estructura con lineas rectas que destelleaban con los pequeños temblores del pulso del hombre. Kainos entornó los ojos para fijarse bien y observó que parecía que el dibujo estaba abierto por un extremo, empezó a recorrerla con la vista partiendo de esa abertura, siguiendo los caminos caprichosos que dibujaban los destellos de luz sobre la superficie. Las lineas empezaron a desdibujarse, y la luz seguía jugando sobre la superficie, cada vez más y más brillante.

Entonces hubo un destello de luz en la mente de Kainos, una luz que lo llenó todo.

La luz amainó y ya no estaba en la colina de Ares. Estaba en un lugar oscuro y frío, entre lo que parecían ruinas extrañamente angulosas. Se levantó y vio una enorme tormenta eléctrica en la distancia.

Otro destello de luz lo llenó todo y, tras él, se encontró caminando por una llanura anormalmente lisa. El cielo era negro salvo por la tormenta, esta vez más cercana, que lanzaba violentos rayos que impactaban con el suelo. El mundo parecía despedir una extraña fosforescencia azul. Estaba sola, sola y asustada. Entonces vio una flecha de luz blanca salir de algún punto en direción a la tormenta, e instantes después una explosión roja dentro de la propia tormenta. Sintió que no estaba sola, debía de quedar alguno más. Empezó a caminar en aquella dirección.

Otro destello de luz.

Triss y Olíndica estaban junto a un edificio, oscuro y anguloso. No podía ver sus formas, pero sabía que eran ellas y sintió alivio y a la vez preocupación. ¿Sólo habrían sobrevivido ellas? Había enemigos cerca, los sentía, pero ellas no parecían ser conscientes. Sólo esperaban. Corrió hacia ellas. Les iban a caer encima.

Otro destello de luz.

Estaba sentada junto a sus compañeros. Viajaban a toda velocidad, dejando ciclopeas montañas de formas angulosas a los lados. Huían de enemigos informes hechos de humo oscuro salpicado de rayos. La tormenta también les perseguía lanzando rayos alrededor.

- ¿Tienes el mapa?  - preguntó con una voz que no era la suya

Otro destello de luz.

Algo impactó violentamente contra ellos y salió despedida por los aires. Chocó con algo y empezó a caer, lejos de sus compañeros.

Otro destello.

En algún lugar una puerta se cerró con violencia.

Otro destello.

Estaba tumbada y maniatada, en el campo de batalla junto a Corinto. Rolo avanzaba hacia ella.

Otro destello

Era ella de nuevo. Estaba en el suelo, cubierta de sudor frio, en Atenas, junto a la colina de Ares. Sus compañeros la miraban preocupados. El militar había guardado la moneda, pero Kainos estaba segura de que era de Creta, la cara era la del mítico rey Minos, y la estructura representaba el laberinto que mandó construir bajo su palacio de la ciudad de Knossos. Pero de eso hacía siglos. Cómo había llegado la moneda allí, especialmente en esas condiciones, seguía siendo un misterio.

 

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24/06/2021, 18:21
Narrador

La luz era escasa a aquella hora de la tarde, salvo por los braseros esparcidos por la escena que arrojaban jirones de luz anaranjados aquí y allá. La moneda era dorada y sorprendentemente brillante, y sus superficies bruñidas reflejaban los destellos del fuego sobre sus relieves.

Moneda

Kainos se acercó a observarla con atención, pero tras un instante se desvaneció y cayó al suelo inconsciente.

- ¡Señorita! ¿Se encuentra bien? - dijo el hombre guardando la moneda y agachándose a sujetarla.

Kainos se agitaba levemente, como con un sueño intranquilo, mientras su cuerpo se cubría de sudor frío. Finalmente volvió a abrir los ojos y les miró con intensidad.