Partida Rol por web

"haaaaaaagraciaaas rihhhhco" - Dijo Elrohir con un amplísimo bostezo y los ojos cerrados.

Cual autómata, se sentó en la alfombra cerca del fuego, puso su pesada enciclopedia a modo de almohada y se tumbó.

"noches"

- Gracias Rico. Si tienes algo para comer estaríamos muy agradecidos - sugirió Triss - Aunque al venir hacia aquí me ha parecido que los campos no tenían muy buena pinta, ¿esto ha sido siempre así?

- Sí, por supuesto, les traeré algo de las cocinas - contestó solícito.

- No hay ningún problema - añadió - el Duque cuida de estas tierras como siempre ha hecho su familia. Es un buen regidor y buen vasallo del Rey.

- Muchas gracias Rico. No dudamos de la lealtad del Duque, seguro que es un buen gobernante. Tan sólo me interesaba por las cosechas por preocupación hacia la gente, a ver si había habido otros años iguales o no.

- ¡Claro! No pasa nada. Hay años mejores y años peores. Todo está bien y no hay nada de qué preocuparse - dijo el muchacho con una sonrisa.

- Claro, una mala racha es normal. Pero bueno, seguro que tu no tienes problemas con un buen trabajo como el tuyo. Servir a un Duque es motivo de orgullo, ¿verdad? ¿Llevas mucho tiempo sirviendo aquí?

Un destello de orgullo apareció en la mirada de Rico.

- Por supuesto que lo es. El Duque Éric nos cuida a todos. Yo vivo en el castillo - dijo hinchando el pecho - soy de origen humilde, pero el señor Riolargo me acogió cuando mis padres murieron. Era demasiado pequeño para recordarles... El caso es que el señor Riolargo me crió en el castillo, me enseñó a leer, a escribir y a manejar los números. Soy su mano derecha, así como él lo es del Duque.

- Tus padres estarían muy orgullosos de ver hasta donde has llegado, y tan joven además - respondió Olíndica en un tono paternalista - Está claro que no hay que hacer caso a los rumores que se escuchan sobre la situación aquí, seguro que es por envidia... - añadió bajando el tono y guiñando un ojo a Rico.

- Jajaja - rió el muchacho - Desde luego, muchos de los villanos andan diciendo que el Duque es el causante de las malas cosechas... ¡Pero no es verdad! El Duque trabaja mucho, todos los días, para initentar arreglar el problema. El pobre casi ni duerme y casi no sale de su laboratoio - añadió con gesto serio.

- ¡Pero no! Sólo porque el agua del río está un poco sucia. ¡Ya ves tú! - dijo - ¡Qué sabrán ellos! El Duque hace cosas muy importantes, Marcus dice que algún día quizá me enseñe alguna de sus artes, si le sirvo bien. De verdad - dijo meneando la cabeza - que no hay nada que temer. El Duque se está haciendo cargo de todo, ¡hasta está contratando a más gente para la guardia para que le ayuden con su tarea!...¡Incluso les hace medicinas especiales si enferman! Yo, por supuesto, me he ofrecido a ayudar, pero Marcus dice que soy más valioso ayudándole a él en el castillo.

- En fin - terminó - que no hay de qué preocuparse. Seguro que el Duque encuentra un hueco en su día de trabajo para daros audiencia y él podrá contaros todo. No os preocupéis -

Dió un respingo, como dándose cuenta del tono de voz que estaba usando, o quizá percatándose de que había hablado más de la cuenta.

- Esto, eh...disculpen señores. Querían desayunar, ¿no es así? ¿Tienen alguna preferencia? -

- Cualquier cosa nos servirá, muchas gracias. Cuando veamos al duque le comentaremos lo bien que nos has tratado, aunque parece que ya te tiene en gran estima - dijo Triss guiñándole un ojo. - Por cierto, ¿somos los primeros visitantes con esta marca que ves por aquí? - añadió señalando la A de su pecho.

El chico recibió contento el alago.

- ¿Con la insignia real? Sí, al menos en mucho tiempo. De vez en cuando viene algún mensajero portándola, y los recaudadores de impuestos también la llevan, pero hace ya unos meses que no viene ninguno de los primeros y los segundos no vendrán hasta el verano - respondió encogiéndose de hombros.

- Denme unos minutos, en seguida les traigo algo de comer -

Salió del salón cerrando la puerta detrás de sí.

Pues parece que hay un problema con el agua del rio, y están jugando al "alquimista"... - comentó Olíndica a Triss mientras inspeccionaba la estanteria - y eso de los guardias y las medicinas... Por eso tendrán la mala cara que tienen... En fín, qué turbio todo.

- Puffff, esto tiene mala pinta. Al menos hemos sacado algo de información... - dijo Triss - Eso de los guardias puede que esté relacionado con los seres que hemos visto, que parecían creados artificialmente.

- También parece que es la primera vez que pisamos Villatormenta, debimos ir directamente de la corte del rey al pantano. Habría que ver que pasó con la delegación de elfos que vinieron aquí. - siguió reflexionando Triss.

- Luego ha dicho que el Duque intenta arreglar el problema de las malas cosechas pero él no es el causante. Puede que sea verdad o no, pero parece que la solución que está investigando ensucia el agua y eso puede que sea lo que causa los sucesos en el pantano. No se ahora mismo si el río que pasa por aquí está conectado al pantano, tengo que repasar mis conocimientos de geografía.... - Triss se sentó en uno de los cómodos sillones y empezó a notar todo el cansancio acumulado.

- El caso es que no sabemos si podemos fiarnos del Duque, esperemos que siga ocupado durante un buen rato y nos deje descansar para estar más frescos en la audiencia. Como Rico ha dicho que volverá en breve podemos despertar a Elrohir cuando llegue para desayunar y dejarle descansar mientras. -

Triss se quedó pensando en los mapas y lo que sabía de los ríos del reino mientras se recostaba en el sillón y cerraba los párpados.

La estantería estaba llena de polvo, aquellos libros no se habían movido en mucho tiempo.

Había una selección de historias de caballería, compendios de cuentos e historias populares, algunos libros de historia antigua, religión, mapas. Todos encuadernados en piel, con acabado bastante lujoso. Nada de gran interés.

En una de las baldas inferiores había un libro con el lomo hacia el interior, mostrando hacia el exterior las páginas. Esto llamó la atención de Olíndica, que lo sacó para echarle un vistazo. Era bastante viejo, encuadernado en tela, y no encajaba entre los demás. Una hojeado rápido reveló que era algún tipo de tratado de magia. Olíndica no era versada en las artes arcanas y no entendió lo que leía, pero tenía la certeza de que ese libro estaba ahí por error.

Triss no recordaba cómo eran la geografía del reino, pero se fijó que Olíndica estaba revolviendo en la estantería y había sacado un libro de mapas. Se acercó y echó un vistazo. Encontró Villatormenta y el río. Lo siguió hacia el sureste y comprobó que, efectivamente, desembocaba en el pantano.

Olindica, echando un vistazo a su alrededor para comprobar que nadie miraba, se guardo el libro de magia.

Apartandose tranquilamente de la estantería, Olindica se sentó en uno de los sillones, estaba realmente cansada. - Bueno... - dijo suspirando - habrá que descansar un poco. 

Triss volvió al sillón y se recostó. - Si, habrá que aprovechar a descansar mientras sea posible....