Partida Rol por web

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Posada del Pulgar del Gigante, Jontenheim en las cercanías de Alda-Chur, Paso del Dragon.

   Lleváis juntos ya un tiempo tras haber coincidido hace ya varias semanas. Nunca fueron los caminos un remanso de paz, pero últimamente es peligroso viajar en soledad y un grupo es decididamente más fuerte en todos los sentidos que uno solo. Poco a poco, pese a las reticencias iniciales, habéis compartido viaje, alguna anecdota y penurias. Todos habéis llegado a un punto en que vuestra forma de vida se había estancado o necesitabáis algo y os habéis echado al camino. La zona del Paso del Dragón donde y las cercanías de la caótica Garganta de La Serpiente, es el destino ideal donde triunfar o abonar el campo.

   Aeril es un elfo verde, de aspecto saludable, con un brillo de inteligencia en la mirada y que se mueve con agilidad, con una armadura de aspecto ligero, el típico arco que parecen llevar siempre los elfos y una espada corta, aunque vaga de aquí, para allá, tiene una cabaña en el bosque que linda con Apple Lane, el Sendero del Pomar.

   Beruthiel es una hechicera de raza wareana (raza blanca) que suele viajar con un gato, (es el gato un poco mayor que un gato normal y se mueve con gran agilidad y seguridad). Aunque es una mujer de apariencia normal, se le nota una gran inteligencia, rápidez de reflejos y una fuerte fuerza de voluntad y poder interior. Lleva una daga, ropajes de gran calidad y un animal de carga. Tiene una casa en Jontenheim, a donde volvía tras un viaje.

   Kuzlass Agrav es un troll negro proveniente de las Cavernas de la Piedra Roja, que suele moverse de aquí a allá. Fuerte y de buena alzada para el tamaño humano, aunque algo bajo quizás comparados con otros trolls que se ven de vez en cuando. Se mueve eso sí, con bastante agilidad. Está armado con una maza de plomo y su armadura de cota de anillos confeccionada así mismo con plomo. Ni su arma ni armadura parece reflejar las luces y no hacen ruido cuando entrechocan entre ellas. Porta el símbolo con la Runa de Kyger Litor, diosa madre de los Trolls, claramente grabado en sus armas y armadura.

   M´tchala es un shaman humano de las llanuras de Los Pastizales, gobernadas por la Reina Equina, aunque no lleva armadura se le ve musculoso, ágil de mente y ágil de reflejos. Está cubierto de tatuajes, lleva una daga, escudo y lanza y si no fuera por los tatuajes y su mirada casi siempre ausente, no se diría que es un chamán, si no más bien un nómada. Aún no se ha asentado y su tribu no necesitaba un nuevo shamán, así que viaja por el mundo para fortalecerse.

   Naran también es un nómada, de la lejana Pent. Mezcla de raza kralori y wareana (oriental y blanca), va montado en uno de los excelentes caballos nómadas. Armado con arco, espada y escudo. Ágil, resistente y de gran fuerza de voluntad. Tiene alquilada una habitación en la posada del Pulgar del Gigante de Jotenheim donde guarda las cosas que no necesita acarrear durante sus viajes y cuando sale a cazar.

   Sigurd a simple vista parece el típico bárbaro orlanthi sartarita, pero tras hablar con él queda claro que aunque muy similar, no es idéntico. Habla de que sirve a Odin, pero tras unos días os queda claro que posiblemente se refiere a Orlanth, aunque bajo otro nombre. Proviene "del mar del norte" aunque posiblemente se refiera al este y se halla desorientado, pues ha viajado mucho. Por lo que cuenta, debe provenir de una región hasta hace poco aislada por la Prohibición Syndica (un bloqueo mágico que aisleo durante algunos años ciertas regiones). Corpulento, bastante inteligente y ciertamente ágil. Viste cota de anillos con cuerno de coraza, le cuelga un vistoso cuerno decorado al cuello, de los de llamada y porta un arco, daga y una enorme hacha al extremo de un asta de casi dos metros. Tiene alquilada una habitación en la posada el Pulgar del Gigante, hacia donde se dirige ahora tras vagar conociendo un poco la región.

   Zashi es una hechicera karorelana (raza oriental de un país similar a la china imperial). Es inteligente, con gran fuerza de voluntad, fuerte y algo más alta que el karorelano medio y de una belleza exótica que atrae bastantes miradas. Lleva una espada de forma exótica que os recuerda a una espada ancha con el cubremanos redondo y la hoja algo más estrecha y ligeramente más triangular, cuendo preguntastéis dijo que era una espada jian, debe ser común donde vive. Tiene un animald de carga y viste una túnica y ropas confeccionada con lujosas sedas, aunque cuando viaja por el camino viste ropa más prácticas de viaje. Viene viajando desde la lejana Kralorela.

   Tras varios días de viaje, llegáis a Jotenheim, es una población pequeña que carece de muralla o siquiera empaladiza de madera. De entre 300 y 400 personas, aunque un número similar viven en granjas y asentamientos en sus cercanías y podrían decirse que forman parte también. Pese a no tener muro, o quizá precisamente a esto, dispone de una milicia de medio centenar de personas y aunque menos, dispone de docenas de guardias, por no hablar de los hombres del Baron Cane que gobierna el pueblo. El título de "barón" le queda grande, pues sólo gobierna sobre el pueblo y sólo tiene dos caballeros vasallos. A pesar de ser tan pequeño, la cercanía de Alda-Chur y el Abismo, le provee de negocios que serían impensables en una población de estas características, por poner un ejemplo hay un edificio que forja y vende espadas, dispone de armería, herrería y una lonja capaz de proveer de gran cantidad de comida si hiciera falta, además de almacén general, tabernas y posadas.

   Tras caminar por las calles y dejar los animales, entráis en la Posada el Pulgar del Gigante, que hace esquina entre el edificio que forja las espadas y la lonja que provee de comida fresca a quien pasa por la localidad. 

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Observando con vista distraída el local,inhalo de forma automática el aire interior y decido que he estado en lugares mucho peores y muy pocos mejores. La mochila y el camino hacen que mis hombros esten algo caídos aunque una reparadora noche volvera a activar mi cuerpo.
Con paso decidido, me acerco hacia la barra, esperando que me atiendan y algo de bebida para limpiar mi garganta del polvo del camino.
Es posible que tengamos que compartía habitaciones- digo dirigiéndome a mis compañeros- pero al menos no creo que haga falta hacer guardia estas noches y todos podremos descansar bien

Entro en la posada sientiendo el ruido y el ambiente humeante y calido del interior. Aun no me acostumbro a estar lejos del bosque. Sin arboles a mi alrededor todavia me siento indefenso. Pero este es el mejor sitio para conocer los rumores y noticas que se escuchan por el lugar. Mientras tomo algo escucho lo que se comenta en las mesas cercanas y observo a las personas que alli paran.

-Una vez más he sorteado las trampas del Gran Loki. Que el Magnánimo Odinn siga iluminando mi camino-, entro, diciendo, a la posada. - Al fin en el hogar, bueno, no exactamente, pero es lo más parecido -

Me dirijo a la mesa que hay en el rincón, cerca del hogar, me siento y pido una buena jarra de cerveza!!!

Venid!!! sentaros conmigo, quien comparte camino con Sigurd, puede compartir mesa y bebida!!!

Beruthiel llega cansada de su viaje, a sabiendas que en su casa no la espera un plato caliente decide pasarse por la posada, allí repondrá fuerzas y hará que atiendan a su montura convenientemente.

Antes de entrar le deja a su montura al mozo de cuadras y una vez dentro pide algo para comer se sienta cerca del fuego y deja que su cuerpo descanse y se recupere del viaje. Su gato maulla reclamando para si una parte de la comida que le sirven, Beruthiel le da un trocito de carne y mira a su alrededor, al parecer hoy la posada esta mas llena que de costumbre.

Zashi entró con el estilo y la elegancia que caracterizaba a una mujer como ella. Venía cansada y somnolienta, pero eso no era excusa para dejar abandonados a sus compañeros de viaje, por lo que se dirigió hacia la mesa en la que se encontraba aquella especie de sartarita. Al contrario que el musculoso hombre, no tenía ganas de embriagarse con licores, que además se desaconsejaban en su orden, por lo que pidió algo de comida y agua.

-Un viaje agotador, sin duda- suspiro con voz pausada y mirada intensa al guerrero- No se como podéis tener tanta energía aún- sonrió levemente de manera educada- Me gustaría conocer algo más de esos dioses que mencionas y de los que nunca había oído hablar.- preguntó con curiosidad. Ella no se tenía por una gran teóloga, pero aquellos nombres no le sonaban de nada en absoluto- Y también podrías relatarme alguna de las hazañas en las que sin duda un guerrero como vos se ha visto involucrado.- añadió zalamera. Si iban a viajar en grupo lo mejor sería llevarse bien entre ellos y nada como unas buenas historias para actuar como lubricante social.

Naran llego a la posada, y tardo un rato en unirse a sus compañeros de viaje. Lo primero era su montura, cansada tras haber estado de caza buena parte del dia, le quito la silla, se aseguro que le dieran bien de comer, le cepillo un rato mientras le hablaba en el dialecto de su tribu, se aseguro que el sitio era comodo, le dio una pequeña propina al mozo por cuidar al caballo y le prometiendo una muerte muy muy dolorosa si le ocurria algo. Luego entro.

Serio y ceñudo se sento sin decir gran cosa mientras encargaba comida, carne, claro y agua para beber, no se acostumbraba a las bebidas de los llamdos civilizados, el vino estaba bien, pero su efectos..., la cerveza era agua sucia y los destilados eran peor que el vino por sabor y efectos. No se sentia con ganas de vino hoy, habia que cuidar la bolsa y no parecia que hubiera trabajo en perspectiva.

Se relajo en la medida de lo posible, no le gustaba esos ambientes abarrotados y lejos del aire libre, sonrio al observar que el elfo tenia una expresion de disgusto que parecia concordar muy bien con la que le embargaba a el.

Miro a su alrededor para identificar alguna posible amenza y dejo que sus compañeros hablaran, eran un grupo extraño pero muy interesante por lo dispar.

No se como podéis tener tanta energía aún- sonrió levemente de manera educada- Me gustaría conocer algo más de esos dioses que mencionas y de los que nunca había oído hablar.- preguntó con curiosidad. Ella no se tenía por una gran teóloga, pero aquellos nombres no le sonaban de nada en absoluto- Y también podrías relatarme alguna de las hazañas en las que sin duda un guerrero como vos se ha visto involucrado.

Mi nombre es Sigurd y prometo contaros como llegué aquí, así que me termine este buen asado... Sobre Odinn y  Loki? eso está hecho...

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   El posadero limpia la barra con un trapo no demasiado limpio que le cuelga de una cuerda, se acerca a vosotros cuando entráis, mientras da un pescozón a un chaval que haraganea en un rincón mandando antender a los animales.

   - Bienvenidos señor Naran, Señor Sigur, ¿vienen a por sus cosas? - luego vacila un poco y continua, - ... ya saben... mañana se acaba lo que pagaron por las habitaciones, si quieren conservarlas algún tiempo más, es un penique por día, como ya saben... - luego tras atenderles se gira al resto.

   - Puedo ofrecerles una jarra de cerveza por un cuarto de penique, y algo de comida caliente por un penique. Habitaciones sólo me queda una, la doble, por 2 peniques. -

   Observáis el lugar, una barra formada por barriles vacíos sobre los que hay colocados tablones de madera y unos cinco taburetes de aspecto sólido, tras la barra una puerta da a lo que suponéis la zona privada del negocio. más o menos en el centro hay una mesa grande y alargada donde pueden sentarse cómodamente hasta siete y que está vacía y es donde algunos de vosotros os sentáis mientras otros están en la barra. Hay otras dos mesas circulares con cuatro asientos cada una, un parroquiano está apoyado en la barra, con una pesada capa cubierta del polvo del camino. Y un grupo de lugareños juega a los dados en una de las mesas redondas.

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Tomare algo de comida caliente y ponga también 4 jarras de cerveza, por favor. - suelto un par de peniques en la barra y me dirijo hacia la gran mesa para ocuparla antes de que alguien se siente en ella y nos tengamos que sentar separados. Una vez asentados, continuó habla do en voz más baja en lo que llega la comanda - No hay sitio suficiente para todos, y separarnos en varias posadas me parece que está de más. Mi fuerte desde luego no es conseguir cosas de la gente física, se me dan mejor los espíritus - sonrio y mis ojos se vuelven dichosos durante medio segundo antes de continuar - podríamos intentar que nos dejará dormir repartidos en las habitaciones a varios, no me importa dormir en el suelo sobre unas pieles

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   La posada es pequeña, cierto es que no es la única del pueblo, has visto alguna que otra más de camino. Los tipos que están en las sillas son simples parroquianos, típicos bravucones pendencieros. Pero a pesar de que seguro que no son más que lugareños o campesinos, puedes ver que los cuatro van armados con gladius, pequeñas espadas cortas. Os lanzan miradas de desden y desprecio al veros entrar, pero luego pierden pronto interés en vosotros y se vuelcan a sus cervezas.

   Aparte de vosotros hay otro hombre, rechoncho, de mediana edad, envuelto en una sucia capa de viaje y apoyado de espaldas contra la barra de forma que tiene una buena vista de la posada, una cerveza está a su lado.

   Puedes observar que aunque está relajado, mantiene siempre una mano sobre la empuñadura de su arma, un rapier o espada ropera, se le nota que lleva cota de anillos en el torso y sus antebrazos cubiertos de brazales y guantes de cuero reforzado, un casco está en la barra a su lado. Se percata de tu mirada y te saluda con un casi imperceptible movimiento de cabeza, bebe un trago de su jarra aparentemente sin prestar demasiada atención a los demás, pero parece estar siempre atento a todo.

   Las únicas voces que hay aquí son las vuestras y las de los lugareños de la mesa, que nada de interés dicen, salvo quejarse del tiempo y de los impuestos.

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   Un día tranquilo en la región frontera del mundo espiritual.

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   Te concentras, el posadero, el hombre recostado contra la barra y los cuatro parroquianos tienen una fuerza espiritual similar a la tuya y no detectas auras de encantamientos en ellos.

   Y aunque tratas de evitar a tus compañeros, no te resulta posible del todo, ya que tu vista mágica, es eso, una visión, y ves que el elfo, el nórdico, el nómada y el troll tiene un poder espiritual simular al tuyo mientras que las dos hechiceras tienen un poder mágico espiritual superior al tuyo, al no concentrarte en ellos ignoras si llevan objetos encantados o similar.

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   El posadero, que algunos conocéis que se llama Biff, se apura a traer cuatro jarras llenas hasta el borde de cerveza que deposita en la mesa, luego desaparece detrás de la puerta de la barra, donde suponéis está la cocina o algo parecido y no tarda demasiado en venir con una gran bandeja en una mano y platos de madera en otra. La bandeja está llena de raciones humeantes de carne cortada en tajos. Deposita los platos en la mesa y sirve una ración al nórdico y al shaman, luego mira al resto, aunque por cortesía no ofrece carne al elfo.

   - ¿Desean algo más? cuesta un penique la ración. - Luego mira a Aeril y continua, - podemos servirle un potaje de sopa de vegetales, si lo desea. -

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Miro al shaman a los ojos y le digo.

-Sera un placer compartir mi habitacion con un hombre en contacto con los ancestros, podemos compartir la habitacion, ya nos arreglaremos, a las malas puedo quedarme con mi montura en el establo. La verdad la diferencia no es muy grande, y huele mejor en el establo. Supongo que el posadero querra cobrar de todas maneras, pero ahi tambien podemos arreglarnos y tengo unas pieles con las que improvisar un lugar donde dormir.

Dirigiendome al posadero.

-Traiga para mi algo de carne y en abundancia. No se moleste en cocinarla demasiado. Agua para pasarla.

Aparto la mirada con disgusto de la carne que sirve en la mesa. Y al ofrecerle el potaje vegetal, lo acepta sin apenas mirarlo. Saca Los 2 peniques y espera a que el posadero se retire. Despues, habla a sus compañeros de la presencia de un hombre con actitud sospechosa, apoyado en la barra que parece no perder detalle de lo que occurre en la sala.

   Tu habitación es la que está más cerca de las escaleras, la central está libre y la de Sigurd supones que será similar. Vamos tienes una cama, una mesa con un cajón y una silla. (Y dos antorchas nuevecitas en los portaantorchas que puedes encender si quieres, todo un lujo)

Cuando se acerca Biff, le pregunto.

Posadero, puedes arreglar las dos habitaciones que ya tenemos mas la doble, para que podamos estar los 7? Venga, no os sera tan dificil arreglarlo... 

Le doy mi parte del dinero. Un penique por la racion de carne y otro por las dos jarras de cerveza que me bebo mientras ceno.

Por todas las muelas negras de un troll!!! - Digo sin darme cuenta de nuestro compañero - Donde pensais pasar la noche, al raso? En serio? Zashi, sabeis que teneis un espacio en mi habitación. Quedaros con el camastro y yo ya improvisare...

Beruthiel acepta la carne de Biff, pero pide agua para acompañar y le da 1 moneda. Mientras escucha atónita a sus compañeros. 

-¿En el establo? ¿en el suelo?, para una vez que puedo dormir en una cama no voy a desaprovecharla, yo dormiré en mi casa. Además estamos a salvo en un pueblo. ¿qué es lo peor que nos puede pasar? Verdad Tevildo, -dice hablando con su gato, casi ignorando la respuesta de sus compañeros

Ohhh, cierto, tu vives aquí, tienes tu propia casa... Solo quedamos 6 y dos ya tenemos habitación. Queda una doble libre... por ahora solo 2 se veran incomodados, pero estoy seguro que Biff pensara en algo... nuestro dinero le gusta, A que sí?