Partida Rol por web

El amor en los tiempos del Sida

27. El Ensueño Lejano

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28/03/2013, 19:31
Narración

Cuando hubieron descansado, comido y dejado de llorar, Ashantii propuso reanudar la marcha. Revitalizados por la comida del Ensueño, atravesaron la playa y el bosque de cristal y piedra que había después. A continuación descubrieron un desierto de arenas de colores vivos y siempre diferentes según cada duna. Bajo el sol ardiente contemplaron surcar el cielo a un avión de principios de siglo, de aquellos con hélice en el morro y alas dobles. Pero su vuelo no era tan casual como parecía: tras él volaba un dragón plateado aleteando sin cesar, lanzando llamaradas que lo cubrían por completo.

El avión empezó a caer en picado dando vueltas sobre sí mismo. El piloto se arrojó en paracaídas en un intento de salvar la vida, y el dragón hizo ademán de lanzarle una dentellada, pero prefirió perseguir al aparato y a su cola de humo. El avión fue a estrellarse a lo lejos, mientras que el piloto caía grácilmente a unas veinte dunas de distancia, allá donde Damara veía las letras rojas BBB sobre un fondo azul ultramar.

Notas de juego

Recuperáis vuestro Glamour máximo y ganáis un punto extra. Cualquier punto de Banalidad temporal que pudierais tener desaparece.

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28/03/2013, 21:17
Madame Van Doren

-Dios mio, ¿habéis visto eso? -preguntó la pooka llevándose una mano a la frente para darse sombra-. ¡Tenemos que hacer algo antes de que se ahogue!

La mujer aceleró el paso siguiendo la senda.

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28/03/2013, 21:28
Silveth

"¡Oh, Señor! Allá vamos otra vez. Si la culpa es nuestra, por traernos a los eshu y su maldito derecho de nacimiento a llegar a donde quiera que lo hagan por el camino más interesante, y a falta de uno nos traemos dos." Con gesto cansado y aburrido sigo la marcha al paso del que vaya más lento, no tenía ni la más mínima intención de meterme en problemas ajenos. 

El vendaje limpio en la mano, me indicaba que la herida había dejado de sangrar. Al fin una buena noticia. Además la cabeza de Damara seguía sobre sus hombros. Este iba a ser un viaje muy largo. Si al menos todos fuesen del mismo linaje que Shyam y yo, sólo tendríamos los problemas que los recuerdos de una vida pasada pudieran traer, pero estos plebeyos que no se deshacían acumulaban historias y dramas interpersonales como los sedimentos en un estuario.

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28/03/2013, 23:38
Calandra

Calandra, que se había lavado lo justo antes de volver a ponerse los pantalones, caminaba con la vista gacha y en silencio. Levantó la vista para mirar al dragón y siguió con la mirada el paracaídas, pero enseguida volvió a bajar la mirada sin hacer ningún comentario.

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28/03/2013, 23:41
Shyam

-Van Doren -llamó Shyam-. Ya tenemos bastantes problemas de los que encargarnos. ¿De verdad quieres buscar más?

El tono con el que lo dijo no era de queja, ni tampoco reproche. Shyam ya había asumido que si todos iban en una dirección él iría detrás, porque tenía que protegerles. Pero eso no implicaba sumar individuos a la ecuación. Ya estaba resultando bastante complicado, y los ánimos habían decaído mucho. Alzó una mano para señalar al resto del grupo, que no parecía compartir el entusiasmo de la araña ni de lejos.

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28/03/2013, 23:52
Madame Van Doren

-Ajá. El ensueño me ha dicho se ha estampado a nada de la senda de plata, así que nos queda de camino. Lo único que tenemos que hacer es ir volando y arrastrar un poco menos los pies. Con suerte no tenemos que salirnos de la carretera, al menos no mucho. Es mejor esto que ir arrastrando el culo y llegar cuando ya se han comido todo el pastel igualmente.

 

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29/03/2013, 00:33
Silveth

"Ummm..." Van Doren ni siquiera se había girado. Echo a correr y cuando me voy acercando levanto la mano sana, que al llegar a su altura le propina una sonora pero inofensiva palmada en el trasero. Al clásico grito de "¡Tonto el último!" corro salva je por la Senda de plata, tratando de arrastrar a los demás e inyectarles una dosis de ánimos.

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29/03/2013, 01:11
Damara

Damara estiró el brazo con la mano abierta en dirección a la figura a la fuga de Silveth y miró a los demás por turnos con una ceja arqueada, como pidiendo que alguien le dijera que aquello era una falta de educación. Con todo lo que había pasado, incluído el casi ataque de un compañero del grupo hacia su persona, no se había sentido tan agraviada en todo el viaje.

Una cosa era que te quisieran matar, y otra muy distinta olvidarse de comportarse delante de una dama.

Prioridades.

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29/03/2013, 01:27
Madame Van Doren

Van Doren miró como Silveth pasaba a su lado. El trasero no le dolía, pero le cosquilleaba. Aún podía sentir la mano del sidhe en su nalga, y aquello le hacía temblar de ira y vergüenza. La pooka actuó sin pensar, desenredó el látigo que llevaba atado a su antebrazo y lo lanzó hacia Silveth, que ya estaba unos metros delante suyo. El cuero se enrolló en su delicado cuello de sidhe y cuando estuvo bien sujeto la madame tiró de él haciéndole caer de espaldas.

"¡A la mierda la avioneta y la fuente de la vida!"

Van Doren se acercó a él con paso seguro, respirando hondo y tomándose su tiempo. Silveth estaba demasiado ocupando intentando averiguar como había acabado en el suelo, así que no tenía prisa alguna. Cuando llegó a su altura se las arregló para ponerse entre sus piernas y le pisó los huevos con el pie derecho.

-Puedes ser un elfo y todo lo que quieras, pero a mi no me vuelves a tocar de esa manera. A mi ni a nadie. Y esto no te lo digo porque tenga la edad de tu madre, sino porque eres un capullo y ya no puedo ni imaginar de que maneras me puedes seguir ultrajando hasta que volvamos al mundo azul.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Gasto 1 FdV.

Rocío dice: son 6 éxitos, así que no te puedes soltar. Nota: Los huevos le duelen.

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29/03/2013, 09:36
Shyam

Shyam se quedó tan perplejo como el resto, quizá más. El recuerdo de Silveth como aquel paladín que antaño había sido su temido rival salió a relucir. Su primer impulso fue el de sacar la espada y cortar el cuero sin mediar palabra. Después, tras pensar unos segundos, se dio cuenta de que si tenía la osadía de comportarse así es que, definitivamente, no quedaba nada de aquel caballero. Silveth ya había demostrado muchas veces el escaso valor que le daba a la palabra 'honor' y aun así él quería creer que podía cambiar. Además, Van Doren se estaba tomando demasiadas libertades.

Se acercó a la pooka y la miró fijamente interponiendo su figura entre ella y el sidhe. Sus ojos advertían precaución y el filo de la espada relucía bajo el sol.

-Ya basta -dijo en tono autoritario-. Suéltale. Ahora.

Notas de juego

Te lo tomas con calma, así que asumo que me da tiempo a meterme en medio antes de que le pises.

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29/03/2013, 14:29
Madame Van Doren

Van Doren levantó la vista del sidhe y la posó sobre Shyam. Le miró en silencio, temblando de ira, intentando mantenerse serena, intentando controlar su sadismo. En su opinión Silveth se merecía todo lo que iba a darle y más, pero las palabras y la visión de Shyam calmaron su temperamento. Aún así la pooka no soltó el látigo y mantuvo al sidhe bien sujeto.

-¿Quieres que le suelte? Me temo que aquí tenemos un conflicto de nobles y pleyebos... Podéis ser todo lo noble que queráis, pero hasta los sidhe tienen normas y reglas y una de ellas es no tocar los huevos a su pueblo, si no os convertís en tiranos. Y si os convertís en tiranos tenéis que esperar represalias y Fidel Castro os vendrá a pedir la cuota de inscripción. Así que solo le voy a liberar si me juras que vas a controlar a Silveth a partir de ahora y que no va a hacer absolutamente nada si tu no le das permiso previo. Ni mear, ni comer, ni dormir, ni correr, ni respirar... Y si hace falta que él te lo jure por Anni-Frid-Synni Lyngstad.

Al terminar tiró del látigo y por ende del cuello de Silveth para dejar claro que iba en serio.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro FdV para controlar el defecto de sadismo y tal. Te libras xD.

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29/03/2013, 15:42
Shyam

El sidhe le sostuvo la mirada y asintió llevándose el puño cerrado de la diestra al pecho.

-Tienes mi palabra, Van Doren -pronunció con solemnidad, mirando primero a la pooka y después al resto de sus compañeros, como extendiendo el juramento a todos ellos-. Silveth no se merece ni tu respeto ni el mío, y me encargaré personalmente de que no vuelva a faltárselo a nadie en mi presencia. Pero estamos aquí por otra razón, una misión, y él entra dentro de nuestra comitiva por poco que nos guste. Me siento en el deber de llevaros a todos de vuelta, y es lo que voy a hacer. Ahora, suéltale, por favor. Ya habrá tiempo de resolver las disputas cuando hayamos regresado.

Shyam esperó a que la araña liberase al Fiona para agarrarlo del brazo y levantarlo con un tirón nada cuidadoso.

-Haz el favor de comportarte con algo de dignidad, por lo que más quieras- dijo con rabia. Estaba cansado de todas aquellas estupideces.

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29/03/2013, 16:36
Silveth

Zarandeado de un lado para otro para cuando me quise dar cuenta volvía a estar de pie, con un puñado de arena esmeralda en una mano. Me llevo la otra a la garganta, dolorido.

-Solo intentaba insuflaros algo de vida. Llevamos aquí menos de día y medio y parecéis una comparsa de muertos vivientes. Tenéis que divertiros, y relajaros. Si no, esta vez la tormenta será de arena de colores, o cualquier otra cosa relevante a nuestro estado de ánimo ocurrirá.- "¡Panda de amargados!".- Pero no os preocupéis, que me voy a seguir yendo al ritmo que había cogido. Aquí solo se repite la misma historia una y otra vez. 

Lanzando el puñado de arena al aire decido desvanecerme. Nuestro guía solo decía que siguiésemos la Senda de plata, no sería difícil seguir el camino y llegar por mi cuenta.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

5 éxitos, gasto un glamour, diez turnos imperceptible, suficiente para adelantarme y poner tierra de por medio.

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29/03/2013, 16:49
Shyam

Shyam miró perplejo el lugar donde Silveth había estado segundos antes, tan atónito como cabreado. Pedía dignidad y Silveth salía corriendo. No pudo mirar a Van Doren a la cara.

-La próxima vez que lo veas agárralo -dijo muy en serio antes de escupir a la arena y seguir caminando sin enfundar la espada. Tenía las mejillas encendidas y el puño en tensión.

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29/03/2013, 20:31
Calandra

-¡Veis! -gritó, señalando el lugar donde había visto a Silveth por última vez-. ¡Traidor! ¡Es un traidor y quiere que nos relajemos y nos divirtamos y que no le prestemo atención, y después van a caer sobre nosotros! No engaña a nadie, a mí no. ¡Y tiene ayuda! Monstruos. Eso es lo que son. Y creen que pueden esconderse, pero yo les veo. Oh, sí.

Terminó lanzándole a Damara una mirada que iba más allá del odio, y se encogió como si temiera que la sluagh le fuera a matar allí mismo.

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30/03/2013, 14:23
Madame Van Doren

-No me lo puedo creer...

Van Doren se sintió ligeramente culpable por pensar que con suerte no habría próxima vez, pero estaba demasiado cabreada como para que aquel sentimiento durase mucho. La pooka respiró hondo, levantó la mano para que todos la vieran y la bajó para apuntar al lugar del que salía el humo, el sitio en el que la avioneta se había estrellado.

-En marcha. Tenemos que volver antes de que anochezca -dijo haciéndose con el liderazgo del grupo-. Calandra, ven aquí delante, presenta el programa conmigo.

No sabía lo que había pasado antes entre Silveth, Damara y él, pero el pooka parecía bastante afectado y Van Doren prefería mantenerlo alejado de la sluagh por lo que pudiera pasar. La invisibilidad del sidhe no le importaba lo más mínimo, por ella se lo podían comer los monos gigantes, pero perder de vista a Damara en un sitio como aquel no le parecía algo que fuera a salir muy bien.

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30/03/2013, 17:03
Nadim

Nadim se llevó las manos a la cabeza, cerrando los ojos. Entre el sol, las discusiones y sus propias pedradas mentales comenzaba a tener dolores de cabeza. Sin poder aguantarse más, estalló

¡Somos un chiste! Nos cuesta dar dos pasos sin acabar inflándonos a hostias Abrió los brazos, derrotado Y ahora ya somos uno menos. Puede que Silveth haya cruzado algunas líneas, pero vuestras reacciones son desmedidas. Pookas o no, el Ensueño es demasiado peligroso como para estar jugando a los látigos y los ultrajes. Aquí hay algo más que gatos ariscos y sirenas esclavistas ¡Un poco de sentido común!

Su expresión se suavizó bruscamente al girarse hacia Van Doren. Tras un par de segundos algo tensos, se apresuró a disculparse, esta vez con cierto nerviosismo en la voz

... P-perdón. No he querido gritar Suspiró Será mejor que nos pongamos en marcha, sí

Notas de juego

Un eshu pidiendo sentido común. Works for me

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30/03/2013, 17:52
Shyam

El sidhe miró a su compañero de piso como si estuviese dispuesto a separarle la cabeza de su cuello si seguía pegando voces. Por suerte para él, pidió disculpas a tiempo.

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30/03/2013, 18:45
Silveth
Sólo para el director

Corro, corro sin mirar a atrás, sin pararme. Aunque podía extender el encantamiento tanto como quisiera una vez lanzado, no quería ir a su paso, ni ir con ellos, ¿Para qué? ¿Para seguir unas normas que sólo les valían a ellos? ¡Malditos oscuros! Para que me vieran siempre como el malo de la película, esos hipócritas, prefería no ser visto en absoluto. Atado como si valiera menos que un plebeyo por una Gruñona malhablada que se creía mejor que los demás por ser capaz de manejar un látigo.

Poco a poco tengo que ir frenando, sé que no debo parar de golpe, así que intento rebajar el ritmo gradualmente. Termino caminando, mirando a mi alrededor, asegurándome de no salir de la protección levantada para nosotros por los Thuada de Danaan. Pateo la arena levantando una nube de color escarlata.

Sigo andando, nunca había sido un fan de los boy scouts, que recordase, pero por suerte abundaba de sentido común, al parecer más a la hora de ocuparme de mi mismo que de otros. Tenía un plan, hasta que alcanzase las aguas, caminaría durante la noche y el amanecer, dormiría al mediodía y retomaría mi marcha cuando comenzase a caer el sol. Así estaría fresquito y podría recorrer más espacio cansándome menos, y el frío de la noche no se agarraría a mis huesos mientras durmiese.

Entonces me doy cuenta, estoy completamente solo. No tenía normas cumplir, ni reglas que romper. Más allá de mis legados, ahora estaba yo, en soledad ni tan siquiera los románticos marcarían mis pautas de conducta. Solo el Ensueño y yo. Mi origen y mi hogar ¿Como iba a ser esto hostil? Si reaccionaba a las pasiones, ahora que no estaba rodeado de conflictos (ni eshus) el viaje sería calmo y sencillo¿O tal vez no? Al fin y al cabo, había cuentos de aventureros que se valían sólo de su ingenio y su descaro, sin usar arma alguna. Por suerte además contaba con mis Cantrips. Sonrío satisfecho con el cáriz que va tomando la situación y a buen paso continuo disfrutando de los paisajes que el Ensueño me brinda.

Notas de juego

post porque he terminado el Bioshock y me aburro en casa.

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30/03/2013, 19:41
Amelia

Silveth llegó al lugar donde el piloto había caído. Hecho un lío bajo el paracaídas, aún luchaba por salir y respirar sobre una duna azul. Al fin apartó la tela del paracaídas y apareció apretando los dientes y jadeando. Era una mujer piloto con un casco de cuero y gafas redondas puestas. Tosió arena carmesí y se quitó las gafas, sonriendo y haciéndose sombra con la mano.

-¡Hey! ¿Has visto mi avión? Oh, Dios mío, ¡eres guapísimo!