Partida Rol por web

El cantar de la princesa de Asine

E9.-Sueño de una noche de luna llena

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18/01/2019, 01:52
Morfeo [Narrador]

Con la ayuda de aquel mapa y amparado solo para la luz que le brindaba una vieja antorcha, el espartano Ebalo se adentró en el laberinto de túneles que existía bajo la acrópolis de Asine con el objetivo de salir la más pronto posible de estos y llegar al auxilio de sus compañeros.

En un principio sintió que se encontraba perdido, no lograba comprender del todo el mapa y no se sentía seguro de estar tomando el camino correcto. Al menos su memoria era buena y claramente iba dando se cuenta cuando llegaba a un lugar por el que ya antes había pasado. Todo ello contribuyo a que tras más de una hora de deambular por aquel laberinto, pudiera comprender el mapa y el camino que habría de seguir para llegar al puerto. Varios minutos después, tras empezar a sentir que enloquecería allí dentro solo con la única amistad de aquella antorcha, el dorio logró salir del laberinto de túneles, solo para encontrarse en un lugar que simplemente no reconocía. Sabía que se encontraba en las costas de Asine, pues el mar estaba frente a él y que por tanto el puerto debería estar cerca, pero el tiempo apremiaba y sus amigos le necesitaban. Peor aún, ahora se daba cuenta que se encontraba bajo la acrópolis, mientras que sus compañeros se encontraban en la cima.

Notas de juego

Ebalo: Tú escudo, el que siempre has llevado contigo, no puede estar contigo por que no puedes llevar armas a los festejos, por tanto, en dado caso está en la habitación. Y las armas que les dieron hace poco también están allí, tal como indique durante la narración de aquel evento. Solo les fueron entregadas de forma representativa, luego se las tomaron para llevarlas a sus aposentos.

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18/01/2019, 02:06
Morfeo [Narrador]

El rey se marchó tras las palabras de Ischyros, y tras ello, todo quedo en silencio. Eventualmente escuchaba a los guardias conversar en las cercanías o a la distancia, o en otros momentos escuchaba los pasos de las tropas que deambulaban en los alrededores, pero fuera de ello, no pasaba nada.

Así fue como, trascurrido un par de horas de que fuera tomado prisionero aproximadamente, escuchó desde la lejanía el inconfundible rugir de un cuerno de guerra. Debido a la situación en la que se encontraba, no le era posible discernir de donde provenía aquel sonido salvo por lo obvio, tenía que venir del exterior, y de algún lugar de la acrópolis, o bien, de las zonas cercanas de la ciudad al cuartel en el que se encontraba ahora.

Notas de juego

Momento transitorio, puedes esperar o bien tomar la iniciativa.

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18/01/2019, 07:07
Spyridon

El general al instante preguntó al recién llegado:

- Atreo, ¿qué pasa?. Infórmanos. - y señalando a Dareios - Depertadle, tenemos que estar listos.

Notas de juego

No me has dicho si los guardias están con nosotros dentro de la habitación, aunque al no haber reacción a que alguien entre por la ventana, supongo que estaos solos.

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18/01/2019, 18:38
Atreo

Nada más subir, su bendición de invisibilidad desapareció como por ensalmo - Justo a tiempo - pensó Atreo, unos segundos más y hubiera sido visible.

La voz del general no admitía demora y la situación apremiaba, así que Atreo tuvo que poner toda la carne en el asador de golpe.

- Lo hecho, hecho está. - pensó, antes de abrir la boca y soltar la bomba. Se acercó al general y casi en su oído, le dijo en voz baja, para que no se le escuchara más allá de uno o dos metros...lo justo como para que sólo le escucharan sus familiares y compañeros que estaban allí mismo. Le faltaban varios, pero no podía demorar más la información.

- Mi General, he robado las armas y escudo del Rey Karsten. Un martillo, una espada y su escudo*. No nos iban a dejar salir de aquí, y sin duda mañana hubiéramos tenido que abrirnos paso a espadazos para liberar a Hypatía, así que tomé una decisión. Me parece que castigar a éste Rey vanidoso y tramposo está bien, y ésto es una recompensa más justa por lo que hemos hecho. General, esta gente no va a atender a razones, no quieren diplomacia, quieren guerra, y ya estoy cansado de escuchar que los héroes y valiosos son ellos, despreciándonos a nosotros, nuestro esfuerzo y la sangre que hemos derramado. Salgamos de aquí cuanto antes, mi general. Puedo ayudar a bajaros a todos por la ventana y salir corriendo por la ruta que tenemos planificada, llegar a los barcos y escapar comprando pasaje... - acto seguido mostró un montón de joyas, las mismas que les habían ofrecido para regalarles a las damas que tenían que cortejar. - Bueno, ellos nos las ofrecieron y yo las cogí para una causa más justa...creo que es más importante que escapemos y podamos parar la destrucción de todo. -

Atreo hablaba desde el absoluto convencimiento y con pasión, poniendo la mano delante de su boca para atenuar el sonido.

Notas de juego

*Me falta por saber si también he podido llevarme la armadura o no. ¿DM?

PD: BOOM. XD

He quitado a los que he visto en vuestros mensajes que están quitados, entiendo que no están en la habitación.

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18/01/2019, 21:39
Spyridon

Spyridon contempló con tristeza las armas que Atreo había robado.

- Espero que merezcan la vida de tu padre, con estos actos lo has sentenciado.

No volvió a mirar a Atreo. Cada cual hacía lo que quería sin pararse en las consecuencias. Si ya había sido malo que Ischyros en un ataque de arrogancia hubiera ofendido al Rey, esto ya no tenía arreglo.

Moriría Ptolomeo y desencadenarían una guerra. ¿Por qué lo había hecho? El general contempló el filo de su espada, si sirviera para algo no dudaría en usarlo en el hijo de su amigo.

- Nos has convertido en un grupo de ladrones y ahora huyendo daremos razones de sobra al Rey para continuar la guerra. Haz lo que quieras con esas armas, en breve estarán llenas de sangre inocente.

Se giró hacia Akintos. Al menos su fiel escudero seguía a su lado, era uno de los pocos que habían obedecido y permanecía a su lado. Nunca tuve que iniciar este viaje con este grupo de jóvenes indisciplinados.

El general tenía una sospecha.

- Seremos ladrones, pero no secuestradores. Nos iremos del país, pero solo aquellos que vinimos, nadie nos acompañará. No caigamos aún más bajo.

Solo quedaba salvar las vidas que pudiera. Faltaba Anatoluis, Ebalo, Ifianasa, Ischyros y Talios. Tenían que localizarlos.

- Busquemos a los que faltan y largémonos de aquí. - volvió a dejar caer su mirada sobre Atreo - Vuelve a hacer algo similar a lo que has hecho y no dudaré en matarte al instante.

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20/01/2019, 14:36
Theron

Preparado ante un inminente ataque hacia nuestras personas, vuelvo a la sala central donde todos nos hemos reunido. Me sorprendo al ver aparecer a mi sobrino, por un momento levanto las armas contra él, sabíamos bien a quien servía ahora y una bendición así podíamos suponer de quien podría provenir. - Bien hallado sobrino ... El resto de palabras se mueren en mi garganta cuando nos cuenta de sus peripecias e intenciones, y durante unos momentos pienso en la misma reprimenda que Spyridon a relatado, mas después mirándolo con detenimiento, no veo error en sus actos. 

Si Atreo no miente, y no veo razón para ello, ya estábamos metidos en una trampa ... e hiciésemos o no este movimiento, la guerra contra nuestra ciudad estaba declarada. Niego con la cabeza ante las palabras de Spyridon. - No tiene sentido pecar ahora de nobles, pues de ser así bien podíamos haber apoyado a Ischyros en la sala del trono. Ya hemos robado un material preciado ... Digo señalando las armas del rey ... de seguro tendremos que incapacitar o matar a los guardias que ahora custodian a Ischyros, y sobretodo, aunque no te guste sabes que tenemos una misión sobre todas las demás. Toco la capa con los colores de nuestra ciudad. - El rey ha ordenado llevar a una de las princesas ante él, aunque sea a la fuerza, debemos obedecer. Aprieto los dientes ante la furia que me causa saber que el rey Karsten iba a traicionarnos. - Y puesto que ellos ya pensaban en tomar por la fuerza a mi sobrina, ¿porque no hacer lo mismo con una de las princesas?.  

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21/01/2019, 18:52
Atreo

La cara del joven pasó de un orgullo y satisfacción por el trabajo bien hecho a una cara de perplejidad y dolor por lo que estaba escuchando. - ¿Acaso el General tiene secos los sesos? - pensó, no creyendo lo que oía. Estaba a punto de contestar, pero su tío le apoyó y el sonrió agradecido. Al menos, él pensaba.

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21/01/2019, 20:48
Talios

El jonio se estaba impacientando, no sabía cuánto estaría la sacerdotisa así, pero sin duda tenía claro que era mejor no molestarla, por lo que intentando aprovechar su tiempo para hacer algo productivo, se acercó a uno de los sacerdotes que lo habían llevado hasta allí y le preguntó: 

-¿Sabe si estará mucho tiempo así? ¿dijo algo de cuanto duraría antes de sumirse en el trance? -preguntó esperando que alguien pudiera ayudarle en ese aspecto.

Notas de juego

Le pregunto a alguien que haya por el templo y que entienda de rituales (en caso de que no haya sacerdotes)

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22/01/2019, 18:42
Morfeo [Narrador]

La llegada de Atreo puso más problemas al grupo de héroes, el joven militar miceno había robado, de algún modo que no había contado, el escudo, la espada y el martillo del rey Karsten, este último, una reliquia para el pueblo de Asine, el cual había pertenecido tiempo atrás al propio padre del rey y había sido usado en múltiples guerras, la mayoría de ellos contra el propio reino de Micenas, y por tanto cargaba con la sangre de muchos micenos.

Aunque lo sospechaban, no sabían si aquel cuerno de guerra había sonado dando la alarma por lo robado. Así mismo, Atreo no les había dicho si lo habían descubierto, si lo perseguían, o si había hecho algo más a la par del mero acto de robar todo aquello. Más aún, no dejaba en claro porque lo había hecho, o porque específicamente eso.

De cualquier modo, algo tenían que hacer ahora, eran solo siete de los doce, uno de ellos estaba prisionero, otro estaba desaparecido y otros tres deberían estar ya reunidos, aunque realmente no sabían si Anatolius y Talios habían tenido éxito. Si pensaban escapar, tendrían que reunirse y actuar mientras durase la noche. Si pensaban tomar a alguna de las princesas prisioneras, tendrían que planificarlo y llevarlo a cabo.

Sumado a todo aquello, había otro problema importante, habían llegado con muchas cosas, y por ello habían traído un carro jalado por bueyes. Si iban a escapar, con o sin la princesa, lo optimo era viajar ligeros, y sus pertenencias o la princesa misma, serían una carga que les llevaría al fracaso, salvo que hicieran caso al consejo divino y de alguna forma lograran huir por mar. Claro estaba, llegar al puerto con una princesa prisionera o un carro cargado de cosas siempre levantaría muchas sospechas.

Notas de juego

Atreo: No te podías llevar la armadura, es muy grande.
Todos: Han pasado al menos unos 30 minutos.

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22/01/2019, 18:48
Ifianasa [PNJ]

Casi como si el ruego de Talios fuese escuchado por los dioses, la sacerdotisa de la diosa Hera, Ifianasa, se puso de pie saliendo del trance en el que se encontraba. Su desnudes era completa y su cuerpo destilaba una belleza y una pureza que Talios no pudo evadir, y por ello como hombre la miraba tal como era, una bella mujer.

Las sacerdotisas a su lado le colocaron un manto sobre su cuerpo para cubrirla, pero aunque esto ocultaba su desnudez, a los ojos de Talios, no hacia más que despertar el ineludible hecho de que Ifianasa era una mujer demasiado atractiva. Las ropas mojadas se pegaban finamente a su cuerpo, y en vez de ocultarlo, lo realzaban.

La sacerdotisa entonces se giró y mirando al gigante jonio se sorprendió de verlo allí, aunque no tardo en reaccionar. – Sal del templo y esperame fuera de él, tenemos cosas que hacer – le detallo mientras se marchaba a algún lugar acompañada por otras sacerdotisas. De momento se quedaba solo, aunque fuera del templo debía encontrarse su hermano Anatolius, y si ponía atención, en los cielos se podía ver a Mentor volando en círculos.

Notas de juego

Talios: Tirada de Autocontrol.

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22/01/2019, 18:51
Princesa Melani

El tiempo pasó sin que Ischyros tuviera noticia alguna de como había terminado todo allí afuera, aunque no era de esperarse que nada malo sucediera. Desde un par de pequeñas ventanas por las que su cuerpo no cabía, Ischyros pudo observar como la luna llena brillaba resplandeciente en el oscuro cielo, aunque a lo lejos, muchas nubes de tormenta presagiaban una noche tumultuosa.

Ischyros ya no tenía claridad del tiempo, pero imaginaba que ya habría pasado una o dos horas desde que escuchara aquel cuerno cuando tuvo de nuevo visitas, esta vez se trataba de una de las princesas, concretamente la princesa Melani, la mano derecha de su padre en el gobierno del reino hasta donde el entendía.

La princesa entró a la habitación con solo dos escoltas, probablemente los mismos a los que habían visto la primera vez; y, solicitando la dejasen sola con el prisionero, cerró la puerta tras de ella y encaró al joven miceno.

Mi padre me ha contado todo. Si fuera él, les mataría ya mismo, pero es un hombre honor y yo soy una sierva de la justicia. Tengo una deuda con ustedes, que han vengado la muerte de mi futuro esposo, mi amado. – exclamó la princesa sin dejarle en claro a Ischyros a que venía todo aquello.

Y entonces, soltó la bomba. – Alguien ha asaltado el castillo, y deshaciéndose de varios de los guardias a robado las armas de mi padre, el rey. Entre ellas, una de las reliquias de la familia, “el martillo de guerra de Asine”, el cual ha portado el rey de Asine en la guerra desde hace más de cien años según se cuenta. – Aunque cierto era que Asine no tenía cien años de esplendor, y del pueblo dorio no era del todo seguro tampoco.

El rey considera que son ustedes los principales sospechosos, dada tu historia y los acontecimientos pasados, no duda en que tus compañeros estén buscando debilitar a Asine en este momento crucial. Yo no se que creer. Lo único realmente seguro es que estoy en deuda con ustedes y que he de retribuirlos. Voy a sacarte de aquí, tomarás el uniforme de uno de mis guardias y te harás pasar por él, iremos a donde están tus compañeros e intentaré que salgan de aquí con vida. Al amanecer mi padre probablemente les mate si no les encuentra lo suficiente y convenientemente inocentes –.

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23/01/2019, 00:27
Ischyros
Sólo para el director

Aquel cuerno de batalla me preocupa mucho pues no sé si se ha producido una alarma en respuesta a algo que mis amigos han hecho o si es otro acto que podría dañar a los míos. Intento mirar por las ventanas sin demasiado éxito para luego intentar encontrar alguna manera de salir de esta "celda" que me pueda reunir con mi familia.

Pero entonces entra la princesa Melani. Retira a su escolta y me habla de una deuda que tiene, proponiendo incluso un plan para que pueda sacarme de aquí y reunirme con los míos.

Comúnmente estaría sumamente feliz de ello pero recuerdo que la princesa Melani era precisamente la que más odia a los micenos y dudo que a mí me tenga un aprecio especial.

Le respondo sin demasiado convencimiento:

 - "Lo que me cuenta es muy preocupante y le aseguro que no ha sido mi gente. Si su padre le ha contado todo lo que le narré, sabe que lo más probable es que sean los enemigos del Olimpo quienes están moviendo sus piezas y que probablemente están detrás del ataque y su hermana corre peligro."

Miro hacia la puerta que tiene detrás, la que es al parecer, la única entrada y salida de este lugar. Tengo claro de que, sin su ayuda, lo más probable es que jamás conseguiría salir de aquí por mi cuenta. Es una propuesta que simplemente no puedo rechazar:

 - "Agradezco mucho su gesto, Princesa. No sé cual es esa deuda que tiene para con nosotros pues solo hemos hecho lo que el honor y los dioses nos han obligado, pero aceptaré su regalo a pesar de que no es mi deseo irme de aquí furtivamente, como los criminales que no somos."

Pero no es momento de ponernos quisquillosos. Quizás no hay otra opción, otra alternativa para poder salir de aquí y reunirme con los míos. Dudo también que sea capaz de convencer a alguien pues todos conocen mi aspecto al haber sido expuesto como uno de los héroes de Asine.

A pesar de todo, es algo que voy a intentar pues es la única opción que parece que tengo para volver a reunirme con los míos.

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24/01/2019, 15:32
Atreo

Los minutos fueron pasando uno tras otro, mientras Atreo recogía su equipo y se preparaba para salir, tras coger algo de la fruta que aún quedaba en su habitación. Llegó un momento que no pudo esperar más. - Tío, hermanos, amigos...no debemos demorar más nuestras acciones. No tiene sentido permanecer aquí más tiempo, cojamos nuestras cosas y vayamonos. Vayamos a por Ischyros, busquemos al resto y salgamos de aquí. Sugiero separarnos en dos grupos, uno que vaya a sacar a Ischyros y el otro a buscar a los demás, y nos vemos en treinta minutos justo allí enfrente - dijo, señalando por la ventana hacia el inico de la ruta que tenían planificada para escapar por mar, en un barco alquilado. - Me gustaría ir a por Ischyros, puedo pasar desapercibido y tumbar a los soldados sin causarles ningún mal permanente. No soy un asesino, soy un soldado. - explicó, evitando que pensaran algo raro de él...aunque realmente, le importaba poco pensando en las consecuencias que podría tener que fallaran a los Dioses, según les habían dicho.

- El viejo General preocupado en diplomacia y la política, en quedar bien...cuando nos han tratado con desprecio, nos han humillado y es patente sus ganas de seguir con la guerra, de seguir matando micenos. ¿Acaso no ve que daba igual lo que él dijera? Y encima, todo ésto es totalmente irrelevante si tenemos en cuenta la advertencia de los Dioses. Todo el mundo caerá si no cumplimos nuestro cometido. Y parte de él es llevarnos a una princesa de aquí. Y el pretende "portarse bien"....ah...lo que hay que aguantar. - pensó el joven, incapaz en esos momentos de abrir la boca para faltarle el respeto a su mayor y superior jerárquicamente. Cosa que haría si seguía indeciso y les ponía en peligro.

Notas de juego

Cojo mi equipo (no es mucho) y me lo pongo todo, cojo en una tela algo de fruta y me la meto en la mochila.

Preparo la cuerda con un nudo corredizo y que se desate al pegar un tirón con giro de muñeca, para bajar por una ventana. (si hace falta tirada, hazlo tú por mí, DM.)

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24/01/2019, 20:15
Hypatia

Se sorprende muchísimo al ver aparecer a su hermano y más con todas esas cosas que trae. La furia del rey de Asine será inmensa, pero nada pueden hacer ahora para calmarla. Y si Atreo está en lo cierto, incluso sin esos actos ellos ya están condenados.

-No creo que tengamos tiempo de tomar por la fuerza a una de las princesas. Tampoco me gusta eso. Eso no es lo que nosotros haríamos. Que ellos quisieran tomarme a mí a la fuerza, no significa que debamos actuar igual.

Mira a los demás, con un poco de tristeza.

-Nuestro Rey ya tenía en mente que fallaríamos. Mi padre estaba condenado desde el principio. Pero no dejemos que eso nos aflija ahora. Pensaremos más tarde que solución encontramos. Solo podemos encontrar a los demás y marcharnos de este lugar. 

Va a sus aposentos para recoger sus cosas y las de Ifianasa, en caso que haya dejado algo.

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25/01/2019, 00:29
Theron

Miro a mi sobrina y a mi viejo amigo como si no les reconociera, tanto había pasado en estos días que habíamos olvidado nuestra misión, una misión no solo regia, sino también divina. Desde que había visto a HEra no había podido borrarla de mis pensamientos, y era ahora cuando recordar sus palabras era mas necesario.

- Si no llevamos con nosotros a una de las princesas, nuestra misión ha sido un fracaso. Niego con la cabeza. - Visto que hacerlo por nuestro rey puede no tener sentido, pero si tendríamos que recordar lo que nos dijo la enviada de la gran y piadosa diosa Hera ... "habrán de hacerse con la princesa a como de lugar si desean salvar no solo su destino, si no le de toda la existencia".  Dicha estas palabras hago un sesgo con el brazo. - Ahora bien, no queréis preservar los designios de vuestro rey ... bien ... renegamos de los dioses, .... de acuerdo ...  pues sentido no tiene huir. Esperemos en nuestras camas hasta la llegada del alba, que los guardias del enemigo allí nos encuentren y seamos ejecutados por su mero capricho. Ante mi arrebato de furia, apunto de dejar caer la lanza y el escudo. - Pero de no ser así, el joven Atreo, nos brinda una oportunidad de no derramar sangre en nuestra huida, primero liberando a Ischyros y luego permitiendo que salgamos de esta villa. Sobrino, tiempo a pasado, quizás los hermanos ya hayan encontrado a Ebalo, y si no te han visto quizás ya se encuentren cerca de la celda de Ischyros para liberarlo. 

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25/01/2019, 06:55
Spyridon

Una vez los hechos han sido consumados, no quedan muchas opciones disponibles. La mente táctica del general se pone en marcha dejando atrás temas de legalidad, diplomacia y tacto, eso ya ha pasado y más tarde se depurarán las consecuencias de estos actos. Pero ahora había que actuar.

- No nos llevaremos a una princesa a la fuerza - dijo asintiendo a las palabras de Hypatia - pero si alguna decide venirse con nosotros por su propia voluntad, tendrá mi apoyo - dijo asintiendo igualmente a las palabras de Theron - no forzaré su decisión ni las secuestraré.

Una vez puesta sobre la mesa su opinión, era el momento de actuar. Las diferencias entre ellos tenían que desaparecer y actuar como un equipo para tener éxito.

- Atreo, conoces mejor que nosotros la zona, tú guías. Vamos a por Ischyros. Como bien dices intenta pasar desapercibido y hacerlo sin derramar sangre, pero - el general tocó el arma que ya llevaba encima - no podemos permitirnos fallar, iremos contigo en retaguardia y si eres descubierto te cubriremos.

- No estoy de acuerdo en separarnos en dos grupos, son más posibilidades de que nos descubran y juntos tendremos más fuerza si nos atacan. Eso sí, irás por delante despejando el camino y advirtiéndonos de los peligros que encuentres.

- Coged solo lo que necesitéis. La única posibilidad de sacar el carro sería si no se hubiera extendido la alarma, pero por el sonido de cuerno que hemos escuchado, eso ya no es posible.

- Atreo, tú guías.

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25/01/2019, 13:14
Capitán de navío Ebalo

Miro hacia detrás a la negrura, llevo muchísimo tiempo allí, y no se como me irá si me vuelvo a meter ahí sólo. Los caminos son demasiados, sin el mapa de Haidee a saber donde habría acabado o si hubiera encontrado la salida si me llego a introducir demasiado en las profundidades.

Tiene que saber que les ha pasado a sus compañeros, no le gusta como quedó la cosa en el salón del trono, tiene miedo que están presos o algo peor, el espartano tiene que saberlo antes de seguir con el plan, pues sin sus compañeros no puede llevarse a cabo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Dejo el mapa escondido a la entrada de la cueva, así como las antoncha que apago.

Estoy sucio de caminar tantas horas en la oscuridad. Me descalzo, me rasgo la ropa un poco y me cubro el pelo con una paño. Empiezo a practicar andares más torpes, restando mi agilidad natural. Meto la cabeza en el mar y me pongo arena por la ropa. Me quiero disfrazar de pescador que ha naufragado en la costa y voy hacia el puerto.

Disfrazarse 8.

(También te recuerdo que tengo presencia 1, normalmente no soy nada amenazante, mucho menos ahora xD)

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25/01/2019, 14:20
Atreo

Escuchando las diversas opiniones que se daban, parecían haber olvidado porqué estaban allí, y sobretodo, quién les había dado un mensaje divino y lo que había que hacer, les gustara o no, si pretendían seguir teniendo un futuro. Ahora ya no se trataba de la vida de su padre, que evidentemente, preocupaba, y mucho a Atreo, si no de la vida de todos. ¿Qué importancia tenía salvar a su padre si iban a morir todos igualmente? Las prioridades habían cambiado y los Dioses habían hablado, y Atreo sabía una cosa, él podía hacer lo que quisiera por aquello de "el libre albedrío" que tanto promulgaban los sacerdotes en sus charlas sobre la naturaleza divina, pero no escuchar los consejos divinos dados directamente por los Dioses era, cuanto menos, de alguien muy pretencioso.

Se alegró de ver que su tío Theron estaba con él y era capaz de ver el total del mapa, y no sólo una parte. Asintió en agradecimiento y cuando el General le dio órdenes, se apresuró a cumplirlas. - General, si vamos a adentrarnos en el palacio y luego tratar de buscar una salida, no puedo dejar las armas donde están. Tardaremos sólo uno minuto en cogerlas, que alguien me ayude, por favor. Bajaré, ataré la bolsa, la subís y luego me subís a mí. Si lo hacemos rápido, serán apenas cuarenta o cincuenta segundos. -

Se acercó a la ventana y se aseguró que no hubiera nadie, ató la cuerda firmemente y antes de bajar, se concentró durante unos interminables segundos y murmuró un agradecimiento a Artemisa*, audible por todos, por el don que estaba a punto de usar, y delante de todos, desapareció**. La cuerda, atada a un sitio robusto, cayó por la ventana y Atreo bajó rápidamente por ella.

- Tiradas (5)

Notas de juego

*Dado que Artemisa me proporciona dicha Bendición, pienso que es lógico agradecerle su uso. Si no fuera así, corrígeme, DM.

** Lanzo la Bendición "Abrazo de la Noche". Primero lanzo concentración cuatro veces, para obtener un +4, éxito.

Lanzo Bendición con un +7 en total. Justito pero éxito. 14 minutos de invisibilidad.

Bajo por la cuerda, cojo el saco con las armas, lo ato, que lo suban y que luego me suban a mí detrás, DM. Si quieres acelerar la escena, por mí bien. La idea es bajar, coger eso, subir e irnos a por Ischyros.

 

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25/01/2019, 14:53
Theron

Es su decisión, general. Pero me reafirmo, que sin princesa no logramos el objetivo que nos marcaron, y sería una locura en pensar, que en esta situación de algarabía tengamos ocasión de explicar nuestros motivos, y menos tener tiempo de que una de ellas decida. Pienso en la situación táctica adversa en la que nos encontrábamos, no podía entender tanta duda y reparo ante lo que debíamos hacer.

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25/01/2019, 17:20
Princesa Melani

La muchacha escuchó las palabras de Ischyros y asintió a ellas, aunque si bien había prisa, no iba a detener sus palabras ante lo dicho – Los dioses solo juegan con nosotros, harían bien escuchar todo lo que mi padre les dijo. Mi padre quizá sea su enemigo, realmente el destino es incierto, pero aunque lo fuera, es un hombre sincero y sabio. Y de tus motivaciones, me tienen sin cuidado de momento, solo he de pagar mi deuda y luego cada quien cogerá el destino que mejor le plazca – sentenció la princesa. Seguido de ello dio la orden a uno de sus hombres para que ingresará a la habitación y enseguida le ordeno desvestirse y ponerse la ropa de Ischyros.

No he conocido la cercanía de un hombre más que la de mi amado. Esperaré a fuera a que estés listo. Anelfos, desde ahora y hasta nueva orden, tu eres Ischyros, el bastardo de Ptolomeo de Micenas, un soldado miceno. Mantente en silencio y finge estar afligido. Harás bien en no llamar la atención. – Y tras aquellas palabras, la mujer salió de la habitación.

Ischyros no se demoró, no había mucho que pensar, la decisión estaba tomada. Aunque algo notó de inmediato, el hombre que la princesa elegida, si bien era distinto a él, a la distancia y en la penumbra, fácilmente pasaría por él, más si no se le conocía, y realmente pocos se habían interesado en conocerle en aquella ciudad, por lo que probablemente el plan de la princesa les daría algunas horas.

Al salir de la habitación, Ischyros se mantuvo en silencio. La princesa ordenaba a los guardias que no permitieran más visitas salvo si el mismo rey se presentaba. Y que nadie hablará con aquel bastardo Miceno que solo merecía la muerte, no habrían de darle pan ni agua, y si era posible, que ni siquiera tuviese derecho a la luz del sol.

Sus palabras ofendían en lo profundo a Ischyros aunque bien sabía que si bien podrían ser sinceras, la princesa solo las decía como parte de su estratagema para sacarle de allí. Salieron entonces por la puerta principal del cuartel de la Acrópolis, tal como haría la princesa de Asine y cualquier miembro de la nobleza que visitase tal lugar. La princesa y sus dos guardaespaldas personales encabezaban la marcha, mientras que tras ella le seguía una escolta a doble fila compuesta por una docena de hombres, de los cuales ahora Ischyros formaba parte. Su destino, si bien no le era del todo claro, le suponía no era otro que la misma locación donde sus compañeros deberían ahora descansar. Aunque cierto era que afuera, había muchos más guardias de los que el esperaría, algo estaba pasando en la acrópolis.