Partida Rol por web

El Condado de la Flor de Piedra

39. Las heridas de Lady Marjolaine

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26/09/2011, 00:55
Conde Lothar

Marion regresó a la habitación cuando Lothar replicaba a César:

-No podemos ponernos a acusar a lo loco. Primero se necesitan pruebas. Ah, Lady Marion. Ella va a encargarse de investigarlo todo. ¿Dónde está la Dama Ariadna?

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26/09/2011, 01:06
Don César

César asintió en silencio. Aunque algo le decía que, para haber llegado a este extremo, alguien relativamente poderoso debía estar implicado. Es decir, no era como si hubiesen atacado a un don nadie, sino a toda una baronesa... eso implicaba planificación, medios y oportunidad. Salvo que las medidas de seguridad de la baronesa fuesen deplorables... lo que no creía que fuese el caso.

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26/09/2011, 01:12
Lady Marion

Lady Marion no parecía muy contenta cuando entró en la habitación. Miró al Conde con cansancio y después a Sir Albert y al español.

-Se ha retirado a descansar. Creo que esta situación la ha afectado mucho.

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26/09/2011, 10:34
Sir Albert

Albert se dirigió ante Lady Marion hincando la rodilla en el suelo.

-Merced Marion, Lothar confía en vos para investigar este terrible crimen. Os ofrezco mis manos, mi espada y mi consejo en todo lo que deseáis. Os suplico que lo aceptéis, pues mi honor no me permite quedarme ocioso ante tales actos.

A lo que levantó esperando su respuesta.

Notas de juego

DESTINATARIOS!!

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26/09/2011, 17:33
Don César

César esperó a que Albert terminase, antes de hablar con su voz profunda, aunque con un ligero acento.

- Mi señora baronesa, permitidme que me ofrezca también para ayudaros en lo que os sea necesario. No me son extrañas estas lides, ni el perseguir a este tipo de... salvajes.- Habló mientras hacía la más profunda de las reverencias, esperando las palabras de la baronesa o del conde antes de erguirse de nuevo.

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26/09/2011, 21:16
Lady Marion

Contempló a ambos caballeros, arrodillados ante ella, y aprovechó que no podían verla para dirigirle a Lothar una mirada un tanto confundida. Dio un paso hacia el Scathach y le puso la mano en el hombro.

-Levantaos, Sir Albert. No os conozco mucho, pero tengo entendido que sois un hombre bueno y justo. Lothar confía en vos y os quiere como a un hermano, y vuestra habilidad con las armas está más que probada. Es un privilegio para mí ponerme en vuestras manos, y sé que si llegara a correr algún peligro durante el curso de la investigación a vuestro lado estaría más segura que en ningún otro lugar. Así que si vuestro Conde y el mío está de acuerdo, me sentiré honrada de aceptar vuestro ofrecimiento.

Le dedicó al Fiona una débil sonrisa y se irguió para mirar a Lothar, buscando su aprobación. No sabía qué hacer con el otro. Ni siquiera sabía cómo tratarle. Ahora estaba segura de que tenía un título, pues ningún hada plebeya hablaría de esa manera delante de sidhes, pero no había decidido qué valor tenía para ella ese título, ni cómo debía dirigirse a él.

-En cuanto a Don César... -Se volvió hacia éste-. Los Scathach son adivinos talentosos, según se dice, y eso es lo que necesitamos ahora mismo. -Clavó sus ojos en los de él, interrogante.

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26/09/2011, 21:22
Don César

César suspiró apenado. Era cierto que muchos miembros de su casa se decantaban por la adivinación, uno de los conocidos talentos de su fundadora... pero otros muchos, como él, tendían a honrar la otra cara de Scathach: el guerrero.

- Me temo, mi señora baronesa, que dicho talento escapa de mis conocimientos.- dijo con tono sinceramente compungido, como si se sintiera culpable de no tener la habilidad que tan necesaria les era en esos momentos.

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26/09/2011, 21:29
Sir Albert

Sir Albert se levantó con una sonrisa cortés en el rostro, satisfecho de las buenas formas de Lady Marion. Aunque se volvió en hiel cuando se dirigió hacia Cesar, plebeyo con demasiadas aspiraciones y algún que otro derecho remoto a erigirse noble, no dando por supuesto que llegará a ser de ayuda, no al menos si se tenía que soportar sus aspiraciones a fingir algo que no podía ser.

Notas de juego

Y de cómo Sir Albert fue horrendamente mutilado porque Adrián no se fijaba en los destinatarios.

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26/09/2011, 23:37
Conde Lothar

-Si vos, Sir Albert, protegéis a la Baronesa Marion, estaré más que tranquilo -dijo Lothar, aprobando con un asentimiento-. Vos, Don César, también podéis ayudar. Cualquier cosa con encontrar al desgraciado que ha causado esto.

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26/09/2011, 23:53
Don César

César asintió a las palabras del conde, irguiéndose por fin.

- Lo que sea necesario, mi señor conde, para que este crimen no quede sin castigo.

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27/09/2011, 00:12
Lady Marion

La única respuesta que recibió el Scathach fue una expresión de frío disgusto en el bello rostro de la Baronesa, que se dulcificó al volverse hacia el Conde para escucharle.

-De acuerdo entonces. Quisiera hablar con la Dama Axelle, pero puedo esperar un rato. Lady Marjolaine la necesita más. De momento deberíamos retirarnos, recuperarnos de esta terrible noticia y prepararnos para lo que nos espera. Tendremos que visitar esa cabaña y consultar un adivino.

Se atusó el pelo distraídamente y miró de reojo la puerta de Marjolaine, que Axelle había atravesado antes. Cuando había dicho que "deberíamos retirarnos" no se estaba refiriendo a sí misma. Aún necesitaba hablar con la Canciller.

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27/09/2011, 00:30
Dama Axelle
Sólo para el director

-Y habría muerto con gusto si eso os hubiera salvado -contestó Axelle, quién tenía una idea de la muerte muy distinta a otros. Para ella morir en combate era una de las mejores cosas que podían pasarle-. Shh... No lloréis, bella dama. La Canciller se levantó, se sentó en el borde de la cama y rodeó a Marjolaine con sus brazos dejando que se apoyase en su pecho. -Nadie le hace esto a mis amigos, no tengo suficientes como para permitirme que me los arrebaten. Os juro que voy a vengar vuestra honra -afirmó y sus ojos brillaron con fuerza. En el caso de Gilhem nunca llegó a sentirse completamente satisfecha con atravesar a la sátiro, más bien no sirvió de nada. Pero aquello era diferente, Marjolaine estaba viva y ella podía acabar con aprte de sus sufrimiento cercenando las vidas de aquellos que habían mancillado la suya.

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27/09/2011, 19:27
Sir Albert

Albert entendió la indirecta, realizó dos reverencias corteses ante Marion y Lothar y se dirigió con frialdad a Cesar.

 

-¿Tiene la bondad de acompañarme a la salida? Me gustaría comentar algo con usted. Si nuestro señor Conde nos permite retirarnos.

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27/09/2011, 20:30
Don César

César asintió a Albert, esperando que el Conde les diese permiso para retirarse.

- No tendré inconveniente cuando nuestro señor el Conde nos lo autorice.

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27/09/2011, 21:42
Conde Lothar

-No queda más por decir -asintió el Conde-. Retiraos. Debemos dejar que Lady Marjolaine y Sir Aster descansen y nosotros empezar a investigar.

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27/09/2011, 21:50
Lady Marjolaine

Marjolaine se encogió cuando Axelle la abrazó. Parecía rehuir el contacto físico, algo normal teniendo en cuenta su condición. Pero se acostumbró y rodeó su cuello con los brazos, hundiendo la cara en el hombro y dejándose llevar.

-¿Por qué me han hecho esto, Axelle? ¿Por qué? ¿Cómo han podido ser tan crueles?

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27/09/2011, 22:23
Don César

César se despidió con una profunda reverencia del conde y la baronesa, antes de dirigirse a la puerta. Su expresión era seria, la de quien sabía lo que le esperaba ahora.

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27/09/2011, 22:32
Lady Marion

Cuando se retiraron, la Eiluned buscó asiento en una silla. Lady Marion parecía muy cansada de repente.

-Tengo que pediros perdón. Mi conversación con Ariadna no ha ido bien.

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27/09/2011, 22:56
Conde Lothar

Lothar se acercó a ella y se arrodilló a su lado, tomándole la mano con devoción.

-¿Perdón? ¿Por qué?

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27/09/2011, 23:18
Lady Marion

-Os dije que me encargaría de ello, pero no he podido. No hemos... no nos hemos entendido.

Puso su otra mano sobre las de Lothar y las acarició.

-No esperaba que confiara en mí, pero ha ido peor de lo que esperaba. Sólo puedo aguardar y desear que las cosas se calmen con el tiempo.