Partida Rol por web

El corazón del Centinela

10. Atraco en la Torre Alban

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01/01/2013, 08:05
Hamelin

- Efectivamente, no lo es. Vosotros dos, cogedla y llevadla adentro. - dijo el hombre con el rostro tenso, mirando a la mujer con un odio contenido. Un gesto de mano bastó para que ambos fueran hacia ella.

Los dos matones se acercaron a Romy e intentaron agarrarla. Intentaron agarrarle entre ambos aprovechando que huir hacia adentro no era una opción.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tienen un +5 por accion conjunta entre dos matones. No tiro por ti por si te dejas o algo.

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01/01/2013, 13:19
Felina

​El miedo se dibujó en su rostro con una mueca pavorosa que no le costó fingir, pues empezaba a ser tan real como el peligro. Con pasos cortos retrocedió hasta quedar sin salida atrapada entre la puerta y el férreo agarre de los guardaespaldas, a quienes se resistió pobremente.

-¿Qué? ¡Quíteme las manos de encima, salvaje! -protestó, devolviéndole una mirada aterrada y dando varios tirones flojos. No quería demostrar de lo que era capaz, tenía la imperiosa sensación de que dijera lo que dijese no iba a salvarse con palabras

- ¿Pero qué demonios hace? Me han dado permiso para estar aquí, Señor -intentó explicar con la angustia impresa en cada palabra-. Pregúntele al guarda de la escalera. 

Notas de juego

Del despacho ese era medianamente fácil salir? Lo digo porque si es el caso Romy se deja arrastrar. Sino, no.

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01/01/2013, 22:58
Hamelin

No parecía que a Grimm pareciese importarle mucho que tuviera o no permiso, y les hizo entrar a todos al despacho del que ella acababa de salir. Los grandullones obligaron a Romy a sentarse en la silla frente a la mesa del despacho y luego se pusieron junto a la pared.

Jonathan Grimm, por su parte, se plantó frente a ella mientras estaba sentada. - Quién eres. - preguntó en un tono que no admitía réplica alguna

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02/01/2013, 12:14
Felina

La ladrona empezó a preocuparse cuando la arrastraron dentro de la habitación, resistiéndose a la fuerza de los guardias y perdiendo un zapato de camino a propósito. Después de aquello se acabaron las fiestas y los trajes de gala, pensó. Echó un vistazo hacia la ventana para cerciorarse de que por allí no había salida, angustiada. La voz de Grimm hizo que volviese la cabeza hacia su elegante figura, obsevándole con recelo. Le faltaba el aire, pero tardó unos pocos segundos en recomponerse y empezar a pensar con claridad.

Aquel tipo era un tiburón de los negocios, aunque a juzgar por su hostilidad la cosa no había sido nada favorable de acuerdo con sus planes. No obstante, no era un villano, era un hombre de a pie. Quizá tuviese los escrúpulos suficientes como para golpearla, pero no para matarla. Romy se acomodó sin apartar la mirada, cruzando las piernas y entrelazando los dedos alrededor de las rodillas.

-Ninguna respuesta le complacería, así que preferiría no tener que decirlo -respondió, segura pero evitando sonar mordaz.

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02/01/2013, 17:33
Hamelin

El hombre de traje se mordió el labio inferior y dando un par de pasos hacia ella le propinó una bofetada con el dorso de la mano. Parecía estar manteniendo la calma, pero la vena que se empezaba a marcar en la parte derecha de su cuello no decía lo mismo.

- Y qué cojones haces aquí, qué has venido a buscar. Una simple puta me habría dicho su nombre, aunque éste fuera 'Jessica' o 'Virginia'. - exigió saber el hombre, tensando los brazos tras el golpe: estaba claro que no tendría problema en propinarle otra bofetada o un puñetazo si no empezaba a oir lo que quería

- Tiradas (1)
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02/01/2013, 18:02
Felina

El guantazo le dolió más en el orgullo que en la mejilla, aunque se lo tenía merecido. Se pasó los dedos por la piel enrojecida y chascó la lengua, dibujando una sonrisa escondida entre las sombras. Se iba a quedar con las ganas de saberlo, al menos un rato más. Con los pies jugueteó hasta deshacerse del otro zapato y entonces le propinó una rápida patada en la entrepierna, al tiempo en que se levantaba y echaba a correr dándole un tiró a la falda para que dejase de ser un incordio. Era hora de salir de allí.

- Tiradas (1)
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02/01/2013, 18:39
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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02/01/2013, 18:45
Felina
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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02/01/2013, 18:46
Narrador

Los tres hombres aprovechando que la tenían rodeada se lanzaron en conjunto contra ella. Romy se deslizó como una serpiente entre ellos haciendo que se chocaran los unos con los otros: Grimm cayó al suelo, pero sus dos guardias no, que comenzaron a seguir a la muchacha.

Pero la ladrona no era conocida por nada y pronto dejó atrás a los hombres, demostrando que su forma física era prácticamente insuperable. Mirando atrás y viendo cómo se retrasaban, Romy tuvo que contener una risa de superioridad.

Entre los giros de pasillo y los largos corredores, Romy bajó las escaleras a toda velocidad. Se dirigía al ascensor cuando de repente otro de los hombres trajeados que apareció de la nada a los ojos de Romy se lanzó contra ella, derribándola contra el suelo.

- Te tengo, zorra. -

Notas de juego

Apúntate un punto de Drama.

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02/01/2013, 19:05
Felina

Felina no se hacía llamar así por nada, y esquivarlos resultó tan fácil como robarle un caramelo a un niño. Agarrando el bolso y un extremo del vestido, echó a correr como si no hubiera mañana dejando atrás a los guardias y a Grimm con su desgracia. Su forma física le permitió hacerlo a una velocidad sorprendente sin apenas cansarse, pero eso no sirvió para que uno de aquellos armarios le cayese encima como el peso de la justicia, dando de bruces con el suelo. Le propinó una patada mal dada pero que sirvió para que aquel animal liberase un poco la presa.

- Tiradas (1)
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02/01/2013, 19:50
Narrador

El simio la soltó con la intención de asestarle un puñetazo, pero la cercanía y la sorpresa de la patada que la mujer le había propinado le descolocó y se tropezó cayendo al suelo de mala manera y torciéndose el tobillo.

La ladrona aprovechó para salir a toda velocidad hasta el ascensor, llamándolo. Por el lado bueno, el ascensor no estaba muy abajo. Por el lado malo, los dos secuaces de Grimm ya estaban bajando las escaleras. Cuando ellos la habían bajado, Romy estaba entrando ya en el ascensor

Pulsando el número 1 como si le fuera la vida en ello, vió como los matones se acercaban con rabia hacia ella. Las puertas comenzaron a cerrarse mientras el cuerpo de Romy se tensaba. Al quedar apenas un metro para que ambos la alcanzaran, la puerta acabó de cerrarse y el ascensor comenzó su descenso a la primera planta.

- Tiradas (1)
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02/01/2013, 20:38
Felina

Por un momento no supo si eran guardaespaldas o gorilas sacados del circo: inútiles pero bien vestidos. Se levantó de inmediato y echó a correr, más cuando las pisadas de los otros dos comenzaron a sonar a su espalda. Apretó el botón una, dos, tres veces y continuó haciéndolo hasta que las puertas comenzaron a abrirse, arrojándose al interior al hacerlo.

-Vamosvamosvamosvamos... -repetía en voz baja, dándole repetidas veces al símbolo de "cerrar puertas" como si esperase que su rapidez se duplicara por cada pulsación.

Tenía el corazón en la boca y cada segundo era una eternidad. Parecía que, de repente, los guardaespaldas habían desarrollado supervelocidad o algo, pero las puertas empezaron a cerrarse justo cuando empezó a ver sus rostros. Romy se pegó al fondo del ascensor, apretando los dientes y aferrándose a la barra que había a la altura de su cintura, y solamente cuando estuvo segura de que no iban a poder entrar decidió soltarse la melena.

-Dadle las gracias al Señor Grimm -Sonrió, pícara, y se despidió moviendo los dedos y haciendo una pronunciada reverencia después. Cuando las puertas se cerraron, se dejó caer al suelo, recuperando el aliento.

 

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03/01/2013, 00:19
Narrador

La ladrona de guante blanco apenas tuvo unos treinta segundos hasta que el ascensor dió un pitido y sus puertas se abrieron. Romy se encontró con una sala de oficinas que le recordó a aquellas de hace años, el día que conoció al Doctor Fatos y al Centinela. Pero aquella vez había alguna que otra luz encendida, así que debía haber alguien trabajando.

Precaución es lo que había que tener en aquel momento. Había ventanales a los lados de aquella sala, pero no tenía muy claro si se podrían abrir o cómo podría salir de allí.

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03/01/2013, 01:43
Felina

La ladrona recorrió la planta con la sensación de haber estado allí antes, abandonando viejos recuerdos para mantenerse serena. Caminó de puntillas, evitando la luz y con los sentidos bien despiertos hasta llegar junto a un ventanal. Lo examinó con detenimiento sin llegar a tocarlo, pero no pareció convencerse. Entonces recordó los baños. De seguro tenían que tener ventanas con las que abrirse, así que se dirigió hacia alguno de ellos.

- Tiradas (1)
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03/01/2013, 13:01
Narrador

No tardó en encontrar el pequeño baño que poseía aquella planta, pero suficiente para poseer lo que ella buscaba. Una ventana en batiente del tamaño justo para que ella cogiera, no sin algo de dificultad. La mujer pudo abrirla normalmente sin mucho problema y miró hacia abajo. Apenas era una planta, pero la dificultad para salir le impedíría caer limpiamente sin hacerse daño, aunque tampoco creía que la caída le impidiera seguir corriendo.

Entonces oyó un 'clin' y escuchó las voces graves de los guardias de Hamelin. De alguna manera habían descubierto dónde estaba y no le quedaba mucho tiempo.

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03/01/2013, 14:49
Felina

Romy miró hacia la puerta con aprehensión un segundo antes de abrir la ventana. Ellos no cabrían por el hueco, de eso estaba segura, aunque el verdadero problema sería que hubiese más en los alrededores. Se encaramó a la ventana y echó un vistazo, localizando un taxi a pocos metros de allí. Perfecto, pensó, bendiciendo su suerte y colándose por el estrecho hueco para descolgarse después hasta la acera.

- Tiradas (1)
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03/01/2013, 17:58
Narrador

La caída le hizo daño en los pies debido a ir descalza, pero pudo rodar bien para minimizar el golpe. Aunque algun que otro transeunte que pasaba por allí la miró preocupado por su aspecto, la mujer llegó rápidamente a un taxi y se metió dentro, dejando muy sorprendido al taxista. Tras soltarle un billete de 50 dólares para que no hiciera preguntas, le pidió que le pusiera algo de música y suspiró con pesadez por el cansancio y la adrenalina que empezaba a desaparecer de su sangre.

La canción no podía ser más apropiada, tuvo que reconocer la ladrona. Una pequeña sonrisa de satisfacción se esbozó en sus labios mientras la excitación de otro éxito volvía a recorrerla.

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03/01/2013, 19:15
Felina

Con la dignidad que le quedaba después de haber perdido los zapatos y romper el vestido, entró en el taxi sentándose en la parte de atrás, recolocándose con manos ágiles los mechones de pelo sueltos. Después alargó el brazo para tenderle un billete y de paso cambió de emisora, pidiendo permiso con una encantadora sonrisa. El sonido de la música fue como miel en sus labios. Más que satisfecha, estiró los brazos por encima del respaldo y cruzó las piernas, echando la cabeza ligeramente hacia atrás mientras su agitada respiración se calmaba y las pulsaciones volvían a su ritmo habitual. El pavor se vio sustituido  progresivamente por la euforia de tener la joya del magnate escondida en el bolso que reposaba sobre su regazo, y las ganas de gritar de júbilo se arremolinaban en el estómago. Fue entonces cuando decidió cuál sería su destino, y le pidió al taxista que fuese a otra dirección.

Media hora más tarde Romy se descolgaba por la fachada de un edificio hasta la ventana de la última planta. Tardó algo más en lograr abrirla y colarse en la misma habitación donde, desde hacía un par de años, Reed y ella se encontraban en ocasiones para beber de la pasión y la lujuria que desprendían el uno por el otro. No era la primera vez que tras un sonado robo Felina aparecía en aquella cama, así que, como ya había dejado a buen recaudo el bolso, sólo cabía esperar. Se deshizo de las horquillas del pelo y también del vestido roto, buscando calor entre las sábanas hasta que él llegase para despertarla y culminar aquella gran noche.