Partida Rol por web

No pudo evitar hacer una mueca de fastidio. El día estaba resultando esplendido con la compañía de Yuuma... Se encogió de hombros, resignado. En cierta medida había logrado "pagar" la deuda que tenía con la cocinera, aunque más que eso, hubiera querido que aquello durase más tiempo. Por unos momentos, había olvidado lo que era sentirse perseguido, había pensado que quizá hubiera un sitio tranquilo en el que poder pasar el tiempo, sin huidas, sin luchas, sin paranoias... La imagen del barco negro le devolvió a la realidad...

Entrecerró los ojos al ver al resto de compañeros de la Ryogujou... No sabía por qué, pero no le extrañó lo más mínimo. Antes de saltar, se giró hacia Yuuma - Ve rápido a la hayajiro - Intentó esbozar una sonrisa tranquilizadora pero, al mismo tiempo, las palabras de la cocinera le hicieron recapacitar. ¿De qué manera podría ayudar él en una situación como aquella? Pensó que quizá sería mejor que la acompañara, para velar por ella, guiarla por las calles hasta un refugio seguro... Sin embargo, con rostro serio, asintió con un gesto quizá demasiado exagerado. -¡SI! - y sin darse cuenta, hizo un saludo marcial a Yuuma antes de saltar.

No le costó demasiado, si bien era cierto que su experiencia con los barcos había sido escasa, su agilidad podría salvar esa falta.

Una vez a bordo, echó una fugaz mirada al barco recreativo e hizo un gesto de despedida. Se giró hacia los demás, sin dirigirse a ninguno de ellos en especial. -¿Qué está pasando?¿Qué tenemos que hacer? -

Una vez que los tripulantes de la Ryugoju ha saltado al barco el piloto de la motora lanza una pequeña bolsa que contiene un par de bengalas.

¡LANCEN LA SEÑAL CUANDO QUIERAN QUE VUELVA A BUSCARLES! ¡BUENA SUERTE!...