Partida Rol por web

El eco del Diablo

Hic Sunt Dracones

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05/10/2017, 06:29
Leah Beth Tautou

Hubiese preferido traer un traje tactico de esos que usaba en operaciones y balas, muchas balas.... todas las balas.....  y un tanque tambien.... joder a toda la Gendarmería pero no! Eramos otra vez Daniel y yo, solos contra el mundo.

Armada con lo que tenía a la mano y previa parada por café aun discernía entre las realidades visitadas en tan poco tiempo. Era facil perder la verdadera verdad real a sabiendas que todo era manipulado asi que me enfoque en los detalles. Las construcciones mentales no podian ser perfectar como la vida misma.

En algun momento escuche a Daniel: “Duda que ardan las estrellas, duda que se mueva el sol, duda que haya verdad, mas no dudes de mi amor”.

Era un hombre extraño, diferente. Seguramente era eso lo que me atraía a él. Tal vez demasiado idealista y romántico como para mi gusto pero por ello podia complementar aquello que me hacía falta. Sin saber que decir por no comprender con profundidad sus palabras me limité a estar cerca de él, a sentirle y asegurarme de que estariamos bien mientras avanzabamos hacia la boca del lobo. Otra vez.

Ya en el Hotel comenzabamos todo de nuevo. Las luces, lo bizarro y ajeno a la realidad de la gente, de todo cuanto ocurría, la falsa felicidad y brillo. Un mayordomo nos abordó.

¿¿¿Princesa consorte???

La verdad que no recordaba tanta pomposidad mi última vez con ella. Asentí y seguimos sus pasos para encontrarnos con ella, una de las primeras razones por la que yo seguía con vida. Verla era extraño para mi, aun sentia el agradecimiento y pero tambien me sentia muy extraña y algo perturbada. Algo no estaba bien, pero tal vez era mi cabeza.

- Hola Ophelia como estas? 

Casi sin darme cuenta me acerque para saludarle y darle un beso a la antigua usanza con toda la cortesía y tradicion antigua, solo nos faltó agacharnos sosteniendo nuestras faldas.

- Mi compañero Daniel, aunque estoy segura que sabes mas de nosotros que nosotros de ti. 

Mi tono no era ofensivo, solo queria mencionar que no eramos tontos mientras presentaba a mi nov... mi compañero.

- Aburrida? En serio?

Era extraño pensar que un ser inmortal pudiese estar aburrido aunque pensandolo mas seriamente tenia mucho sentido. 

- Supongo que sabes a que venimos! Necesitamos informacion y cuento que puedas ayudarnos ya que el tiempo apremia.

Espere por su respuesta pero si de verdad no sabia porque estabamos alli no dudaria en explicarme a groso modo sin dar muchos detalles que queriamos rescatar a Sophie y necesitabamos encontrar El Pozo.

Notas de juego

Jefe unas preguntas:

No pasaron más de tres minutos cuando el plano cambió y la música se detuvo. Ophelia hizo un gesto con la mano y las luces se encendieron, bajando un telón de terciopelo que cubría la pantalla.

En esa lineas entiendo que pasamos a otro plano fisico?  O te refieres que se detuvo la proyeccion que luego cubrio con la cortina?

- Otra pregunta, acerca de la sangre que tomé de ella, ya recuerdo que la Directora me dio una especie de antídoto y eso y ademas han pasado muchas otra cosas. Mi pregunta es si siento algun tipo de influencia o vinculacion con ella o estoy normal.

 

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05/10/2017, 07:46
Director

Notas de juego

Se detuvo la proyección. :-)

La sangre de Ophelia la vomitó Leah cuando entró en el territorio de los lobos. Leah no está vinculada a Ophelia, pero al haberlo estado antes sí que es más receptiva a su carisma.

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05/10/2017, 09:43
Ophelia

Tres personas sacaban tres butacas y una mesa baja mientras Ophelia empezaba a hablar.

-Un placer, Daniel. Me alegra que cuides de mi pequeña Leah…  No se mucho de nada, pero tengo el teléfono de los que saben.

Les invitó a sentarse en los asientos recién colocados alrededor de la mesa.

-Se que trabajáis para una célebre chamán, me temo que os estaba haciendo una prueba a ciegas, algo irresponsable pero no soy quien para criticarla. Aquí tenemos nuestros ámbitos bien definidos.

También se que el espíritu que a duras penas montabas, Leah, era muy poderoso y una tenía relación con la muerte y sospecho que, de alguna forma, protegía a Édith, la niña tatuada, tal como también cuida de ella la doctora Ouvrard, que tuve el placer de conocer en el hospital. Deduzco que le habían hecho olvidar incluso quién era, pero creo que ese hechizo perdió fuerza al recuperar su nombre. También creo que fuísteis vosotros los que tuvísteis un percance en una ambulancia y que os atacaron poseyendo a gente.

No sé mucho más, dadme todos los detalles que podáis, sobre todo acerca de ese pozo y sobre dónde creéis que puede estar vuestra amiga. Os prometo que haré todo lo que pueda para ayudaros.

Notas de juego

Tenéis que ser concretos acerca que la información que daís y lo que queréis que os diga.

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05/10/2017, 11:52
Director

Notas de juego

En este caso -para volver a reconcer un lugar liminar concreto entre el sueño y la vigilia- introspección más psiqué, dificultad 7. Sacar más niveles iría afinando un sexto sentido para reconocer esos sitios.

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05/10/2017, 15:47
Elliot

El último consejo de Madame resonaba en la mente de Elliot al despertar. Tenía algo de resumen de la propia actitud de la mujer, según le pareció a él, y la verdad que de lograrse ayudaría a enfrentar mejor muchas cosas, sino más efectivamente, al menos sí de forma más centrada. "Despreocupado pero no indiferente", le sonó en realidad como un lema occidentalizado, desacralizado y como para estampar en una camiseta, del mensaje del Bhagavad Gîtâ ("cumple sin encadenarte la obra que debes hacer...") La actitud aparentemente superficial y un poco frívola en la forma de expresarse de Madame parecía esconder buenos consejos y algunas perlas de sabiduría.

Pudo confirmar, en la interesante charla con el comisario Réjane durante el almuerzo (¿cuándo cualquier intercambio con él no lo era?) que "en principio era un personaje confiable" (palabras textuales) y que las personas que había conocido en su casa lo eran también. El comisario le habló asimismo de la niña y sus tatuajes, pero no mucho más sobre ella. Y acerca de su paradero sólo que se encontraba en un lugar secreto. Elliot no podía quitarse de la cabeza el sueño que contó Clementine y aunque deseaba saber si la niña había podido reunirse con su familia, al ver que Réjane no añadía nada más pensó que en realidad era mejor no saberlo; si buscando a Sophie en sueños caía en manos de aquellos sectarios sería mucho mejor no tener información al respecto.

Sentado sobre la cama, descalzo, con las piernas cruzadas, pasó horas pensando en Sophie, tratando de imaginar su rostro y su sonrisa, recordando la descripción llena de ternura que Mats había hecho de ella y confirmando que seguía sintiendo que había perdido a una amiga querida. Pensó también en el pozo en que podría encontrarse, en las torturas a las que la habrían sometido, las amenazas, la oscuridad, la penetrante humedad, la desesperación de pensar en no poder escapar si no es a través de la muerte... O tal vez no le hubieran dejado siquiera esa opción, como Elliot sabía que podía ocurrir.

Encogido de pronto sobre sí mismo, agarró con fuerza su camisa a la altura del pecho, hundiendo allí su cabeza. Aunque trató de resistirlo con todo su ánimo las lágrimas brotaron calientes, colmadas de una rabia que hacía tiempo que no sentía y que le trastornó durante un buen rato. Para calmarse tuvo que descender, descender por la escalera interior, abrir la puerta y más allá contemplar el faro al final del cabo. Estaba encendido, pues era una mañana oscura y el océano estaba agitado. Todo reflejaba la calma tensa antes de la lluvia.

 

"Este camino

ya nadie lo recorre

salvo el crepúsculo."

 

Se tumbó en la cama cuan largo era, secó las lágrimas y recordó los versos de aquel haiku de Bashô. Siempre le ayudaba a sacarse a sí mismo de sus pensamientos.

Marchó con tiempo para poder llegar caminando a la casa Gresta y llegó ya de noche. París, sus calles y el viento frío le ayudaron a mantener a raya el ensimismamiento en que no deseaba caer. Una vez en la casa, refugio extraño que parecía haberse improvisado hacía poco, se presentó dando la mano a todos. Primero se dirigió a los desconocidos diciendo su nombre, y después, recreándose algo más y sin evitar una sonrisa, saludó a Clementine y Mats. O no era cosa del sueño o la impresión onírica que le habían causado perduraría también en la vigilia. El fuego parecía iluminar el rostro de él y los ojos de ella parecían hechos para guardar secretos.

-Me alegra estar aquí y espero poder ayudar. Estoy por completo a vuestra disposición -afirmó mirando a Mats y Clementine.

Notas de juego

Chicos, tal vez podía haber escrito esto en dos post y dejar el primero sólo para el máster, pero tenía muchas ganas de compartir con vosotros.

Edito: sólo he corregido una errata

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06/10/2017, 19:35
Clementine Ouvrard

El camino hacia la estación se me hizo fugaz y también la espera, mi mente andaba y desandaba caminos conjeturando sobre lo que vendría y, aunque sabía que no ganaba nada con tanto pensar, se me hizo que todas mis elucubraciones no caerían en saco roto en esta tierra de ensueño.

Fue fascinante, ya luego en el tren, ver cómo nuestra realidad iba tomando espesor a medida que nos acercábamos a la Ciudad Luz, que albergaba tantas sombras. Despedí con un beso y un abrazo a Édith y una parte de mi corazón dio un vuelco al verla partir, tenía tanto miedo de perderla, tanto miedo de que volviera a caer en manos equivocadas, quería que fuera feliz, que volviera a aprender a ser libre... aunque intuía que nunca había dejado de serlo, después de todo era un espíritu muy fuerte y determinado aun siendo una niña.

Tuve que repetirme que no era hija mía, que algún día volvería a su padre; yo misma me lo había prometido y no descansaría hasta cumplirlo. Mientras los veía alejarse mi mente se iba preparando para la misión que traía la noche, puse en orden la sala en la que soñarían Mats y Elliot, alisté los instrumentos y aparatos médicos que eran necesarios y me esforcé por tornar cálido el lugar y que no pareciera una sala de operaciones.

Luego de esto me fui a dormir procurando estar lo más descansada posible al caer el sol, después de todo de qué serviría que vigile si yo también quedaba dormida. No podía negar que la perspectiva de volver a encontrarnos con los cultistas me erizaba el vello del cuerpo y me aprisionaba el estómago, la última vez casi no salimos con vida... Cerré los ojos y volví a escuchar el ruido del cuerpo golpeando contra el automóvil, los sonámbulos con cuchillos, aquella noche había sido la definición misma de dantesco.

Cuando Elliot llegó estaba tomando un café en la cocina, lo saludé mientras sostenía la taza en una mano todavía. Tomé quizás demasiado literalmente sus palabras y contesté -Perfecto, era lo que esperaba, si no lo estuvieras no podría trabajar -sonreí y los miré, era un muchacho apuesto. Me pregunté cómo sería para él ser un soñador; ciertamente, todo lo onírico estaba relacionado con lo femenino, sería muy interesante poder percibir sus impresiones como hombre sobre todo lo emocional que implicaba habitar diferentes realidades en los sueños y sobre las certezas del mundo espiritual que transitaba. De pronto quise hacerle muchas preguntas como aquella vez en que conocí a Ophelia pero debería contentarme con la tarea por delante y mientras pensaba todo esto me había quedado mirándolo, por lo que bajé la mirada hacia el café y lo apuré para tapar mi súbito sonrojo con la taza.

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06/10/2017, 18:19
Daniel Mallutz

Agradezco mudamente divertido la casualidad. Bien vestidos, aparecer en uno de los Edificios mas suntuosos de la ciudad, no parece tan abrumador. Aunque mis manos siguen en los bolsillos del abrigo como si de algún modo el instinto me resguardara del sentimiento de inseguridad. El esplendor brota, literalmente de casi todas las superficies, como impelido a destacar. Solo la recepción, veteada en miel sobre el mármol y las caras maderas, conformaría mi mas completa fantasía palaciega y apenas hemos entrado. Pero el toque humano de la recepcionistas y el mayordomo lo hace mas cálido y hogareño. No entendí a que princesa se refería hasta que caí en que no tenia ni idea de quien realmente era la misteriosa Ophelia. Cuando piensas: Vampiro... tomas los puntos cardinales de la base popular conocida y al final recapacitas que la idea lugosiana del tipo en frac y capa ha borrado muchos de los detalles importantes que realmente debían tenerse en cuenta. Reduciendo la parafernalia y el folklore, si te dedicas a alimentar tu inmortalidad con sangre, te defines como depredador. Por partida doble. De presas adecuadas y de tiempo. Lo primero que me viene a la mente es la sonrisa de un tigre, que por mucho que el arte la intentado suavizar, cuando se contempla es sinónimo de empieza a correr insensato. Pero ademas de sea cual sea el instinto que tenga asociado, el hambre que Leah - siento un escalofrió de desazón al recordarlo - un par de vez ha tratado de infructuosamente hacerme imaginar, hay que considerar al bicho humano. Mientras descendemos en el ascensor Reflexiono en silencio sobre el hecho de la bestia y la razon. Las fieras del circo pueden acabar amaestradas pero empiezo a sospechar que la del tigre no es una buena analogía. Desde el exterior no puedes ser el dueño del truco de la doma. La única fuente de consistencia y restricción esta dentro, representada por el grado de la propia humanidad. Lo que ma hace tragar saliva por que no hace falta ser un ente sobrenatural para desatar la crueldad y la vileza. Le dedico una sonrisa orgullosa y cálida a Leah al comprender mucho mas la fuerza y entereza de mi Compañera. ¿Pasando por lo que paso ella yo hubiera tenido las mismas narices de aguantar lo que ella aguanto con tanto esfuerzo? El desfile de jugosas sangrías con piernas que fuimos... No lo creo. Y ahora esta aquí. Preocupada, pero quien no, pero dueña de su todo. Recuerdo el breve momento para café que nos hemos tomado antes de acudir. Un destello brillante en su naturalidad. Juntos. Cerca. Sin la necesidad de palabras. Casi comprendo que sera ahí donde mas nos encontremos. Las palabras no nos unirán ahora por que nacemos de distintos vocabularios. Aprenderemos mutuamente el del otro y sera mejor, eso espero. Pero distinto es con el idioma de la guarda y de la sorda compañía. Ese lo compartimos sin ni siquiera pronunciarlo. Como mi ceja alzada a la mención del titulo de princesa de la enigmática Ophelia. No requiere gran empeño el describir el desconcierto de ambos. Con los matices particulares que Leah añade a sus propios pensamientos. Le devuelvo un ligero ademan que transmite aplazamiento y no añado nada hasta que las circunstancias nos lanzan al corazón de la guarida de la fiera. Lo que es básicamente como pinchar una burbuja de sugestión ominosa con la vision nacarada de un coqueto cine-teatro y la dueña del lugar y me lo reafirmo con propiedad se presenta, sonrisa en ristre, hacia nosotros. Su alegría es genuina, me parece, y también parte de la mención al aburrimiento. Me hace venir a la cabeza parte del estribillo de una de las canciones que tanto amaba Lar: Every day is exactly the same Every day is exactly the same There is no love here and there is no pain Every day is exactly the same Sometimes I think I'm happy here (Sometimes) Sometimes, yet I still pretend El pensamiento arrastra un poco de barro triste a mi percepción de la escena y a la situación en general. Es algo mas que la inquietud a estar con un posible monstruo. Es el roce del juicio cabal y de el del sentimiento del significado de la monstruosidad. Intento no estar demasiado tenso. Sobretodo por que Leah la corresponde en el saludo, con besos y ademanes cortes. Casi familiares. Por mis miedos pasa el si vomitar aquella sangre habra sido suficiente. Pero no puedes entrar en la madriguera de la bestia pisando el rabo al gato. Me mantengo firme, me arreglo los puños del abrigo y devuelvo el saludo con modales correctos. Un placer también para mi. La mujer pinta civilizada debajo de los efectos disonantes de demasiado barniz y maquillaje. Me siento al lado de Leah y escucho su contumaz locuacidad preguntándome si es real, si nace de la habilidad o si es impostada. Que su cachara apenas cuente nada me resulta una especie de inicio de baile de la verdad. Exponiendo la posibilidad de obtener mas a costa de dar. Me pregunto que implicara este Quid pro Quo. Sin embargo algun detalle me ilumina o pincela lo que ya creía tener claro. Aprovecho esos instantes de expectación para ojearla: Como persona pero también como depredador, mientras reúno las fuerzas para hacer la primera pregunta que me interesa: Madame Ophelia ¿Por que? ¿Por que hizo lo que hizo? ¿Por que ayudo a mi Cheile? ¿Por que acudió a ella? ¿Por que visito a la doctora Ouvrard

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06/10/2017, 23:14
Ophelia

La sedosa voz del vampiro hacía que sus palabras entraban fácilmente como pasa con el alcohol en esos licores de sabor amable que embriagan a traición.

-Una noche me llamó mi confesor, preocupado. Me contó que una joven había acudido a su iglesia tras haber sufrido algún tipo de muerte y ahora su corazón le pedía sangre para seguir latiendo.

El padre Jules me encomendó cuidarte, Leah. Es como una especie de obligación, un ejercicio espiritual para mi. Una prueba.

Tiempo después, cuando noté que ya no podía sentirte, pensé que algo podía haber pasado y decidí ir al sitio en el que la detective Leah Tautou había muerto oficialmente, a investigar personalmente. Fui al hospital buscando a la doctora Ouvrard, un testigo de tu muerte, ansiaba saber más, seguir tu rastro y encontrarte… Pero cuando vi a la niña supe enseguida que ella es alguien realmente especial y que te tenía que dejar que hicieras lo que tuvieras que hacer, que si no querías verme tenía que respetar tu decisión. Así que le pedí a la doctora que te transmitiera que podías venir a buscarme cuándo quisieras, y aquí os tengo.

Hizo un gesto sutil con la mano, como llamando a alguien.

-¿Queréis beber algo? ¿Un whisky?

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09/10/2017, 09:50
Daniel Mallutz

Las maneras suaves y embriagadoras que exhala su lenguaje son un baile en el que tengo cicatrices.
Sus punzadas me exhortan a recular y poner tierra por medio. Algo que no llegue a perpetrar con Lar hasta que casi no hubo tiempo.
Sin embargo lo vuelvo a hacer.
Los primeros síntomas de locura - me digo - comiéndose los avisos de la lógica.
Aunque esta vez es distinto. Siendo también por amor no es ciego.
Si ayer con Lar yo quería caer, hoy con Leah el camino es el opuesto. El deseo es el de elevarme.
Eso lleva atado, como una piedra a la espalda, una responsabilidad y su peso unos sacrificios.
Trabajo hasta la extenuación. Merma del propio interés. Desmantelamiento de la suficiencia propia.
Es lo que pasa cuando sientes que perteneces al campo de batalla.
Hay personas en riesgo. Algunas con nombre. Otras que desconocemos.
Bregas. Por guardar. Por cuidar. Por salvar. Por escudar.
Es muy arriesgado. Lo sé. Casi un gesto de autoinmolacion.
Que extraño es el temperamento.
No queremos morir. Pero por delante no queremos que mueran otros.
La Vampiresa a elegido un camino suave y aterciopelado de afrontarnos y honestamente lo aprecio y esa senacion la reflejo en la mirada.
No relaja los gestos pero permite la sonrisa no forzada.
He estado equiparando en mi cabeza a Ophelia con fieras y lo cierto es que no había caído en que en realidad pertenece a una especie de bestia mucho mas simple, y no por ello menos peligrosa. La nuestra.
Los humanos somos los mas salvajes de las criaturas de la creación. Por que no buscamos saciar el halito del instinto de supervivencia primordial unicamente. En el fondo luchamos contra el acecho espectral del Vacío.
Le respondo de igual manera. Tranquilo y amable.
Debo agradecer al padre Jules el que este tan alerta con sus feligreses - comento sinceramente - Y que supiera como actuar. Le tenia pensada una visita - me limpio la voz - Por motivos personales.
Espero poder hacerlo. Pero sera después de que acabemos lo que tenemos entre manos.
Con la mano abierta en expresión de agradecimiento también le ofrezco a ella mi sincera gratitud.
También aprecio su ayuda, alteza - medito la pausa - Dentro de lo delicado de las circunstancias.
Me muerdo la lengua para no añadir la coletilla sobre los métodos. Solo busco los ojos de Leah para saber como va y que siga sintiendo mi apoyo.
De soslayo, y sabiendo que en realidad estamos de servicio, contesto a su ofrecimiento.
No se si me extralimito pero un Red Breast Amarantino de cosecha y sin hielo no me vendría mal - respiro - Un dedo. Me temo que la noche va a ser larga
Sentado en el borde de la silla.
Realmente, Madame, ademas de los detalles que nos ha ofrecido, nos preguntábamos si nos podría ayudar con algo mas especifico.
Hay una posibilidad, aunque pueda ser remota, de que usted - medito la continuación - o sus allegados posean el conocimiento que buscamos. Por la simple probabilidad del paso del tiempo.
Nos han comentado que en el subsuelo puede haber un lugar peculiar. Un lugar al que sutil pero repetidamente un grupo de personas haya acudido. En forma grupal. Para celebrar ritos. No fiestas o chiquilladas. Organizados para visitar el Inframundo. Un plano con el que este lugar puede tener relación.
¿Conoce usted algo así? Si existe, debe ser antiguo y estar profundo envuelto en las capas del mundo que ha ido progresando.

Y después como si después de repasar sus palabras cayera - lo que es bastante cierto - añado.
¿En que sentido entiende a la niña como especial? - y dudoso de si entregarle la información sobre la duda - ¿Y a nosotros?¿También no ve así?

- Tiradas (2)

Notas de juego

int + psy = 6 para la tirada del lugar liminal.
Per + emp = 4 para leer detalles de como nos observa.

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11/10/2017, 00:25
Mats Bergstrøm

Permanezco pensativo a lo largo de todo el viaje de vuelta a París, dejando que mi mirada se pierda por la ventanilla sin mirar nada en concreto. Un pálpito me dice que no falta mucho para que encontremos a Sophie de un modo u otro, y la comprensible amalgama de anticipación y miedo se aferra a mis intestinos. Solo espero que el resultado de nuestra búsqueda sea proporcional a la voluntad depositada en su consecución.

Cae la noche. La despedida de Mallutz y Leah es escueta, como el severo reconocimiento de un escuadrón de soldados que parten a sus respectivas misiones. Todos sabemos lo que tenemos que hacer, pero no qué va a ocurrir, por lo que no es de extrañar que nuestro talante sea algo sombrío en estos momentos. Yo estoy tan nervioso que no dejo de dar vueltas arriba y abajo por la casa. Quiero estar preparado para lo que me espera esta noche, pero no sé cómo. Al final, desisto, optando por una actitud de «pasará lo que tenga que pasar». Decido enviarle un mensaje de texto a Arthür, más para calmar mi ansiedad que la suya, explicándole lo que estamos a punto de hacer. Clémentine tiene la deferencia de preparar café para todos los que vamos a participar en la curiosa sesión, que se me antoja una especie de espiritismo, aunque yo lo rechazo cordialmente. Si para encontrar a Sophie debo dormirme, no sé cómo me ayudaría una taza de café.

No pasa mucho tiempo antes de que Elliot llegue. Es raro experimentar su existencia ahora cuando antes solo nos habíamos relacionado con su yo onírico, pero por algún motivo, siento que me alegro de verlo. Lo saludo con un breve y efusivo apretón de manos. Una vez más, el joven hace patente su disposición a sernos de ayuda.

Vale. Por mí cuando quieras. —Suspiro—. Dime qué tengo qué hacer.

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11/10/2017, 00:55
Mats Bergstrøm

El móvil de Arthür sonó con el tono de notificación que anunciaba la recepción de un mensaje de texto.

Era de Mats:

Hola, Arthür.

Todos estamos bien. Hemos entrado en el mundo de los sueños, y hemos tomado té con la señora Gresta. También hemos conocido a Elliot, un soñador capaz que está dispuesto a ayudarnos a encontrar a Sophie. Esta noche entraré con él en el otro lado y buscaremos su psique. Daniel y Leah buscarán su cuerpo. Espero que todo salga bien.

Te echo de menos. Un abrazo.

Notas de juego

¿Se lo paso a Elliot (por ser Aliosha)?

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11/10/2017, 07:42
Director

Notas de juego

He añadido a Arthür como destinatario. :-)

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11/10/2017, 08:27
Arthür Guitry

No tardó mucho en sonar el móvil de Mats anunciando la respuesta:

Hola Mats, ¡ojalá todo vaya bien! Ten mucho cuidado, por favor y trata de tener presente todo lo que hayas podido aprender de nuestra incursión al otro lado del hospital o el sueño del que te rescataron Sophie y el Bulldog.

Cuando Sophie desapareció llevaba consigo un breve texto. Quiero creer que conocer esa letanía pudo haberla ayudado a recordar, así que te pido por favor que la leas y la memorices si tienes tiempo aún. Es del libro egipcio de los muertos (que en realidad se llama "Libro de la entrada en el día"), y contiene los versos para recordar el propio nombre cuando se penetra en el Otro Mundo. Dice:

"Que guarde yo el recuerdo de mi nombre entre las murallas inflamadas del mundo inferior, durante la noche en que se cuentan los años y los meses. Pues permanezco junto al gran dios del Oriente Celeste; todas las divinidades están situadas tras de mí y, a medida que pasan, pronuncio su nombre."

Por favor, en cuanto vuelvas escríbeme.

También te echo de menos. Tened muchísimo cuidado. Un abrazo.
 

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11/10/2017, 11:40
Elliot

 -De acuerdo entonces... -el chico respiró profundamente mientras comenzaba a hablar. Hizo una pausa tras estas palabras con la mirada perdida por unos instantes, buscando dentro de sí la respuesta más apropiada a la pregunta de Mats y la paz mental que necesitaba o al menos trató de apuntar hacia ella en medio de la tensión por lo que tuviera que pasar. Iban a estar vigilados por Clementine quien ya había viajado antes con la niña y tal vez por ello fuera la persona más apropiada para hacerlo. Había además algo en ella que Elliot no podía concretar pero que le hacía intuir que esto era así. Tal vez tuviera que ver con el sueño que había contado. Tras pensar en ello creyó que había algo que le debía confiar antes de emprender la búsqueda. Tenerla de guardián le daba ánimo y seguridad.

-Ahora he de hablar con Mats y Clementine, si no les importa-indicó mirando a la mujer y los dos hombres que les acompañaban-. Si hay algo que necesiten saber y pueda responderles lo haré antes de que comencemos, si les parece bien.

-Bueno... -empezó dirigiéndose a sus nuevos compañeros dejándose llevar donde ellos creyeran oportuno- Lo mejor es que durmamos en la misma sala. Facilita el proceso y también hará que Clementine pueda vigilarnos mejor -añadió mirándola a ella con agradecimiento en su gesto. Su semblante cambió después tiñéndose de gravedad al mirar a Mats- Sé que esto no será agradable para ti, Mats, menos aún después de todo lo que os ha pasado, y te agradezco mucho por la confianza que pones en mí. Mucho. Para corresponderte te diré que tampoco me gusta hacer esto y que sólo lo hago en un caso de necesidad, como es éste . Si antes de comenzar o en el momento que sea, decides que prefieres salir, por favor, no dudes en decirlo, pues me diste mucho con la descripción de Sophie -incluso un fuerte cariño por ella, pensó Elliot todavía intrigado con ello- y pienso que podría encontrarla también solo. No dudo de tu disposición y de lo mucho que la quieres, las dos cosas son evidentes, pero tenía que decirlo. No lo entiendas como una falta de respeto o de duda hacia ti -puso su mano sobre el hombro de él-. Tenlo en cuenta, sólo eso, ¿de acuerdo?

Una vez en la habitación a la que se dirigían les pidió que se sentaran y él lo hizo frente a ellos.

-Que sepas que desear que entre en tu sueño y te abras a ello hará que sea mucho más fácil, así como estar en el mismo lugar. Ahora escúchame -la cadencia de su voz cambió ligeramente, como si hubiera pasado a narrar una historia en lugar de dar aquellas indicaciones. Era algo muy sutil.-: quisiera... Necesito que me indiques un camino; piensa en un lugar muy tuyo pero que quieras compartir. Puede ser en un edificio, una estancia o bien un lugar al aire libre o en la naturaleza. Incluso un lugar que no exista en este mundo pero sea personal y hayas visitado con la imaginación. Luego háblame de él, haz que sienta que he estado allí, como has hecho que sienta que conozco a Sophie Taylor. Si el aire huele de algún modo, dímelo; si suena una música, dímelo; si es de día, si es de noche, dímelo.

Tras decir esto guardó silencio un instante y después se levantó- Te dejo unos momentos, Mats, lo que necesites. Piensa ese lugar, recréate con él y cuando te sientas allí y queráis comenzar, me llevarás a él con tus palabras. Luego nos iremos a dormir.

Estando de pie extendió una mano hacia Clementine inconscientemente, como si para salir de allí tuviera que ayudarla a subir un hondo escalón. -Necesito hablar un momento a solas contigo, por favor -de pronto parecía algo turbado.                     

 

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11/10/2017, 23:13
Ophelia

Un gesto con la mano de Ophelia y apareció una mujer de tez oscura, medio oriental, vestida de traje, a la que la vampiresa presentó a Daniel como Anjum. Leah ya la conocía, había sido algo así como su chófer o su guardaespaldas, los días en que había sido la protegida de la vampiresa.

La princesa le pidió a su criada el whisky y la chica se asuentó.

Hablaba Ophelia.

-Oh, no me llame majestad, por favor… ¡Lo detesto!

Se puso la mano en la frente, luego en la nuca.

-El aura de Édith brillaba como una aurora boreal. No tengo ni idea de lo que puede significar aquello pero era un espectáculo para la vista. De vosotros no diré nada, por ahora. Necesitaría conoceros más y decidir si sería adecuado...

Entró Anjum con la botella y un vaso precioso que parecía salido de un museo del vidrio. Le sirvió el licor a Daniel. Seguía hablando Ophelia, cambiando de tema:

-¿Cómo de antiguo? ¿Cien años? ¿Mil?

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11/10/2017, 23:36
Clementine Ouvrard

Presté atención a las palabras que Elliot decía a Mats y me parecieron de lo más lógicas; es decir, si los sueños tuvieran mecanismos internos sería muy plausible que los lugares comunes del soñador cuando estuviera despierto actuaran de punto seguro en sueños, un puerto desde el cual partir. Ahora entendía por qué Édith me había mostrado ese recuerdo y eso lo tornaba más valioso para mí inclusive.

Me puse a divagar sobre cómo despertarlos en caso de que sus lecturas fueran mal, quizás fuera tan simple como sacudirlos, tal vez fuera tan complejo como intentar entrar en el sueño de ellos. Sentí un nudo en el estómago, ¿Y si no lo lograba? No, no debía pensar en eso, era urgente para mí entrar en modo profesional y tomar distancia de mis emociones con quienes estaban a mi cuidado, de otro modo las posibilidades harían mella en mí y lo que más necesitaba en este momento era ser objetiva e intuitiva para lograr eficacia.

Estaba pensando en todo esto cuando las palabras de Elliot me trajeron a la realidad -¿Conmigo? -pregunté expresando en voz alta lo primero que se me pasó por la cabeza -Sí, claro -respondí casi instantáneamente y miré la mano que me extendía. La miré unos largos segundos parpadeando repetidamente... No estaba acostumbrada a esa cercanía a menos que yo misma la propiciara. Me debatí unos instantes hasta que finalmente la tomé y salimos del recibidor hacia la habitación que había preparado para que durmieran.

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12/10/2017, 16:48
Clementine Ouvrard

Lo guié hacia el lugar en el que dormirían, una vez allí solté su mano suavemente con la excusa de cerrar la puerta -Dime Elliot, ¿En qué puedo ayudarte? -junté las manos delante de mí.

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12/10/2017, 23:18
Leah Beth Tautou

Absorta miraba y escuchaba. Todo lo que Ophelia decia tenia sentido y su gracia y sensualidad me embelesaban o tal vez era saber que realmente se habia preocupado por mi. 

No podia decir que sentia que era mi amiga, pero no la sentía una enemiga y extraño en mi, pero pude relajarme. 

Despues de escucharla todo casi estuve a punto de pedirle mas sangre que beber. 

Debo dejar las drogas.....

Hice una mueca a sabiendas que una chica mala nunca deja de serlo pero para sobrevivir habia aprendido a ser una de las peores. Por eso estaba viva y algo de suerte... Jules, Ophelia, Ammit, Edith, Gresta, Lobos, Masarik, y pare de contar....

Si no era la mujer mas afortunada entonces habia una mano siniestra llevando lo hilos de nuestras vidas. Unos lo llaman Dios, otros destino; mire a Daniel quien hablaba con mas claridad y yo aceptaba el whiskey dandome cuenta que si era una mujer afortunada.

- Hola Anjum, dije luego de hacer un gesto a modo de saludo. 

Segui escuchando...

- Oh vamos Ophelia, creo que me conoces lo suficiente, si no para que salvarme, no creo que sea simple.... aburrimiento. 

Y bebi del vaso.

- Ademas debes saber de los soñadores, no me puedo creer que no hayas sabido de ellos en tanto años de existencia, aunque no sepa tu edad estoy segura que tienes mas de lo que aparentas, asi que si, estamos buscando a unos soñadores que manipulan mentes, socaban voluntades y en general dominan a quien quieran a traves de Edith o con ella, no estoy segura aun, pero tienen a una amiga secuestrada y queremos encontrarla, asi que deben tener algun refugio, aquelarre, cueva o como ellos lo llamen y seguramente puede tener ......

Me encogi de hombros.

- No se, tal vez 400 años o mas..... como puedo yo saber, pero lo que si te digo es que si depende de mi no pasaran de año nuevo, y espero que puedas ayudarnos es asi de simple.

Despues de todo yo iba al grano y me gustaban las cosas claras y sencillas. Donde estan y yo disparo.

Volví a beber, despues de todo ya sabia que ser impaciente no me ayudarian con ella. 

- Y si, creeme que he tratado de venir a verte pero la verdad esta batalla ha sido mucho mas larga de lo esperado.

Luego recorde que ya llevabamos varias bajas tambien y ellos, lo soñadores, no llevaban una. 

Malditos.

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13/10/2017, 01:20
Mats Bergstrøm

Escucho atentamente las palabras de Elliot. Su voluntad de ayudar me conmueve, pero al mismo tiempo me extraña. Justo cuando había dejado de creer en las personas verdaderamente buenas y desinteresadas, aparece este tipo ayudándonos sin ningún motivo, con una determinación que ya querrían muchos. Sacudo la cabeza cuando me plantea la posibilidad de echarme atrás.

Eso está fuera de toda consideración. —Sonrío, apretando los labios—. Agradezco que me lo sugieras, pero… No hay alternativa. No tengo ninguna gana de hacer esto, entiéndeme, pero para conseguir lo que queremos, a veces tenemos que hacer cosas que no deseamos.

A continuación, Elliot me comenta la necesidad de que comparta con él un lugar íntimo para facilitarle el acceso a mis sueños. Inmediatamente me viene a la cabeza el bosque Østmarka, cómo no. Asiento afirmativamente antes de que el joven vaya a decirle lo que sea que necesite decirle a Clémentine. En el momento en que Elliot sale por la puerta, me descalzo y me siento de piernas cruzadas sobre el colchón, sujetándome los tobillos. Cerrando los ojos, inspiro profundamente, dejando que el aire baje directamente hasta mi estómago, sintiéndolo como una bola caliente.

Y poco a poco, voy evocando los recuerdos que conservo del que era mi refugio privado en los momentos más desesperados de mi juventud: el Østmarka, un hermoso pulmón verde donde podía dejar volar mis pensamientos y liberar las emociones negativas…

Notas de juego

Pues os espero. En cuanto vuelva Elliot, le describiré concienzudamente el susodicho bosque XDDD.

¡Qué emoción! ¡Vamos a vivir una pesadilla viviente!

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13/10/2017, 07:48
Elliot

Clementine pareció extrañada al ver su mano tendida y ese fue el momento en que comprendió que resultaba chocante habérsela ofrecido. Las palabras que había dicho a Mats, si todo iba bien, habían comenzado a gestar el sueño en que se adentrarían después, y aquella estancia ya se había convertido para él en un lugar liminal, un espacio que rozaba el sueño, como si se hubiera debilitado la frontera. Para Elliot las cosas, a pesar de caminar aún por la vigilia, ya no estaban completamente en ésta, sino que todo permeaba, como si produjera un débil eco en un espacio interior que al mismo tiempo comenzaba a rodearlo. En ese estado a veces aparecían para él cosas que nadie más percibía mezcladas con la realidad colindante. Algo similar a moverse en una alucinación hipnagógica.

Con su mano tendida se proponía inconscientemente ayudar a Clementine a salir de allí, como si pudiera quedar atrapada, aunque no fuera así. Pero antes de que llegara a retirarla la mujer la tomó y, sin soltarla, fue ella quien le llevó fuera de la estancia. Mientras el chico la seguía sonrió: que fuera Clementine quien le estaba guiando fue una señal que le confirmaba en lo que deseaba pedirle.