Partida Rol por web

El eco del Diablo

Los Olvidados

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15/08/2016, 20:38
Sophie Taylor

Sophie, como siempre, sintió como su agudizada empatía la acercaba a la doctora a medida que esta les contaba su historia. De sólo imaginar la desazón que tuvo que sentir el señor Montillet, y posteriormente ella misma, al conocer la existencia de la niña pero no recordarla, notó cómo sus propias pulsaciones se aceleraban. Recordó aquella mañana en que conocio a Montillet, el famoso periodista y crítico, y cómo las lágrimas habían acudido a sus ojos cuando se derrumbó finalmente. Había prometido ayudarle entonces y ahora el relato de la doctora no hacía más que aumentar la imperiosa necesidad que Sophie ya sentía por encontrar al a niña.

Después entraron a la caravana y Estelle les contó su propio "accidente", y la investigación que llevaba a cabo. Se asombró cuando vio su propia foto en una de las pizarras, a veces se le olvidaba hasta qué punto habían entrado, los tres, en aquel extraño caso. ¿Cuántos más sabrían de su implicación? Mil preguntas se asomaban a la punta de su lengua y habría matado por poder traspasar el contenido de las pizarras a su libreta, pero se contuvo.

Entonces captó la mirada de Arthür y supo lo que estaba pensando. ¿Y si no sabían que Montillet seguía vivo? Inmediatamente dirigió la mirada a la doctora. Tenían que decírselo. Una vez le había amado, y seguro que seguía haciéndolo. Debía saber que no había muerto, debía recuperar la esperanza.

Notas de juego

Holaaaaaaaaaaa :D

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16/08/2016, 09:52
Estelle Isabey

Hablando despacio para dar tiempo a digerir la información Estelle continuó.

-El detective Murray sufría un problema con la violencia que no reconocía. Tuve varias sesiones con él pero no recuerdo nada de ellas. Lo que sé es porque he conseguido grabaciones de audio en el archivo de la policía. Es mi voz, sin duda, pero no... no era yo la que hablaba. Alguien lo hacía a través de mí...

He estudiado esas conversaciones y las palabras que salían de mi boca tienen una fuerza manipulativa tan sutil y profunda que su estudio cambiaría el mundo de la psicología. Es como si hubieran aprendido una forma superior, dominante de comunicación y pudieran puentear la consciencia hablando directamente con el subconsciente del interlocutor… bueno, estoy muy lejos de entender esa lengua, pero creo que ya sé reconocerla. Es la que utilizó la viuda de Montillet en el brindis, Mats.

Miró a Mats como pidiendo complicidad, comprensión. Y luego miró hacia la doctora Gibran, que estaba en una esquina, como no queriendo molestar.

Continuó.

-Me usaron para interrogar al investigador, socavar su ánimo y en última instancia, de una forma u otra… incitarle al suicidio.

Tiró aire en un suspiro.

-Una noche, tras la quinta sesión, el agente Murray se tiró por una ventana. No tuvo tanta suerte como yo.

Abrió un cajón y sacó un paquete de cigarrillos, tras ofrecer y preguntar si les molestaba los fue encendiendo con una cerilla: el suyo, uno que aceptó la doctora Gibran y el de quien se hubiera unido a la invitación.

-El siguiente objetivo fue su compañero en esa investigación, el teniente Fox Dolph Barret. Fue él quien encontró el cadáver que motivó el caso. Era el de una mujer joven, hundido con un contrapeso en la laguna del Parque de Montsouris. No hay documentación al respecto, o no la he encontrado. Se sabe que no pudieron identificarlo y que tenía el cuerpo repleto de extraños tatuajes. Pero las fotografías, informes, etc, se perdieron.

De mis entrevistas con Barret no he encontrado grabaciones. Pero he encontrado un documento en el que el detective pedía un seguimiento psicológico, solicitándolo con una declaración firmada que sugería que el agente había pensado en el suicidio. Tiene mi firma y sé que ese documento lo redacté yo. Bueno, yo no… un otro. Pero utilizando mis conocimientos y mi forma de redactar. Si se hubiera “suicidado” esa muerte no se habría investigado debido a ese documento.

En este caso”mi” trabajo parece que fue innecesario. Fox desapareció con su nueva compañera, Arene Lioret, durante la investigación, sin dejar ni rastro.

Y el caso fue pasando de manos, hasta que se cerró.    

Cuando acabó su exposición, Estelle quedó mirando a los visitantes esperando su reacción.

La doctora Gibran se había sentado en la escalerilla que daba paso a la caravana y en la penumbra dió una honda calada a su cigarro haciendo brillar el naranja incandescente de su ascua.

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16/08/2016, 10:55
Mats Bergstrøm

Eso es… —son las primeras palabras que pronuncio cuando consigo salir de mi perplejidad, sin sacarme siquiera de la boca el cigarrillo que he aceptado de Estelle. Hasta ahora, sabía que este grupo de personas, por llamarlas de algún modo, llevaba a cabo de manera implacable cualquier acto que fuese necesario para cumplir sus objetivos, cualesquiera que fuesen. Pero, de alguna forma, oír hablar por primera vez de asesinatos y suicidios arroja sobre todo esto un matiz mucho más sombrío y cruel. Es como si una posibilidad que hasta ahora no hubiese querido reconocer como real se hubiese manifestado ante mí sin veladuras, innegable—. Es terrible. Terrible…

Esa gente es realmente depravada. No tengo ni la más remota idea de qué es lo que persiguen, pero nada justifica sus medios. Un fuego se enciende dentro de mí, y sé que ya no hay marcha atrás. Ya no se trata de defendernos, de saber qué está pasando para poder sobrevivir. Tenemos que detenerlos a toda costa, así signifique acabar con hasta el último de esos monstruos.

Y la brujería de Vendela. Si de verdad, tal y como dice Estelle, puede hacer lo que le dé la gana con cualquiera de sus víctimas, es muy peligrosa. Letal. Por lo que sé, yo mismo podría estar en peligro mortal; ya caí en su influjo una vez. ¿Estaré «marcado» de alguna forma? ¿Quién sabe si es posible que, en cualquier momento, ella pronuncie una palabra aparentemente inconsecuente desde dondequiera que esté, y a mí me dé por saltar desde una azotea? Una fría sensación de horror me cala hasta los huesos. ¿Realmente hablamos de eso? ¿Cada día podría ser mi último? Me abrazo a mí mismo, asustado, con la mirada perdida. No, no puedo acabar así, de cualquier manera. Me niego a creerlo. Ahora mismo, en este preciso instante, conservo mi libre albedrío, y debo hacer con él lo que me sea posible.

Miro a mis amigos, con una expresión que podría significar cualquier cosa desde miedo hasta tristeza, pasando por determinación. Después, dirijo mi mirada alternativamente hacia Estelle y hacia Geneviève.

Hay… Hay un detalle importante. Es algo que nosotros hemos sabido solo recientemente, y por ello me sorprende que vosotras, que parece que lleváis investigando todo esto durante mucho más tiempo, no lo sepáis… —Vuelvo a mirar a Arthür y a Sophie, como pidiéndoles permiso para continuar, y sigo hablando en voz muy baja, casi como si temiera que alguien más pudiese estar escuchando. Recuerdo aquella mañana en el jardín de la clínica Saint Jean de Dieu, cuando les di esta misma noticia a mis amigos—. Se trata de David Montillet. Lo habéis dado por muerto, pero no lo está. Fingió su propia muerte para huir de su mujer, pero sigue vivo. Yo mismo lo vi con mis propios ojos hace un par de semanas. Fue él quien me metió en todo esto, quien me impulsó a investigar… —Hago una pausa, en la que lleno mis pulmones con un gran suspiro—. En fin, creo que teníais que saberlo, por si pudiese suponer alguna diferencia.

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16/08/2016, 13:44
Arthür Guitry

Arthür comprendió que sus amigos habían pensado lo mismo. Sus rostros transparentaban una mezcla de intensas emociones, al igual que debía hacer el suyo, ante tantas novedades, atrocidades... Pero en medio de todo ello una buenísima noticia, de aquellas que cambian la vida de alguien, que le devuelven una esperanza perdida.

Mientras Mats hablaba a la doctora acerca de Montillet, el chico agradeció que estuviera sentada, recordando cómo la noticia de su muerte le había hecho perder el sentido. Se alegró mucho de que, pasara lo que pasara a partir de ahora, al menos habían sido los emisarios de una noticia así. Mantenerlo en secreto no tenía sentido, ya que era evidente que Vendela sabía que Montillet estaba vivo y escondido y que la gente del periódico de Mats debían estar al tanto de su paradero. De éste sin embargo sería mejor no hablar por ahora, pensó.

No apartó los ojos de la doctora esperando ver su reacción.

Notas de juego

¡Hoooola a todos! ¡Tenía muchísimas ganas de que siguiéramos! Me compensa la penita de que ya hayan volado estos días de vacaciones. :-)

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16/08/2016, 15:10
Estelle Isabey

La doctora Gibran dio una nueva calada, lanzó el cigarro al suelo impulsándolo entre el índice y el pulgar y se levantó agarrándose al marco de la puerta. Miró a los ocupantes con una sonrisa y un movimiento afirmativo de cabeza y se alejó lentamente de la caravana seguida por Estelle, que les pidió que esperaran.

No se había alejado más de diez metros cuando la doctora se puso a gritar y hacer aspavientos. Apenas articuló palabras inteligibles, si acaso cabrón, varias veces.

Tras acudir alguno de los niños y cesar los gritos volvió Estelle. Insistió en que la doctora estaba bien y que sólo necesitaba un rato más para asimilarlo y aliviar la tensión y continuó, ahora explicándole a Mats lo que pensaba que pretendía la suerte de maldición que habían volcado sobre él. Ahora que sabía que Montillet estaba vivo y que Mats lo sabía, le resultaba bastante sencillo de adivinar.

-Utilizan detonantes, estímulos que hacen saltar el condicionamiento. Posiblemente Vendela le había estudiado y piensa que es usted emotivo, de emociones intensas, y supuso que su próximo encuentro no carecería de ese tipo de sentimientos.

De alguna forma esa pasión se puede agriar en el interior de uno y hacer homicida. Así que estoy casi segura de que si no se encuentra con Montillet, evitará ese impulso, quizá irrefrenable.

Creo que esa “sustancia” capaz de provocar ese cambio, esa aberración, estaba de alguna forma en el brindis. No necesariamente en el licor, sino en el rito que había hecho sobre él.

Estoy convencida que necesitan algún tipo de ritual. Y eso, creo, es lo más fácil de detectar.

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17/08/2016, 10:05
Sophie Taylor

Sophie escuchó con los ojos muy abiertos la continuación del relato de Estelle. Inmediatamente, su mente forjó un vínculo imaginario con la mujer. Ambas habían sobrevivido a un intento de asesinato de Vendela y su gente, y no pudo evitar sentirse unida a ella. Iba a decírselo en voz alta, para reconfortarla, hacerle saber que no estaba sola, pero Mats se le adelantó, y acabó revelando la sorpresa de que Montillet seguía vivo. Volcó entonces toda su atención en la doctora. No le sorprendió su arrebato de ira, y sonrió. Si la noticia había desatado una emoción tan fuerte en ella, los sentimientos seguían ahí, poderosos. Estaba segura de que pronto la felicidad la embargaría.

Volvieron a hablar entonces con Estelle. No pudo evitar sobresaltarse cuando pronunció el nombre de Vendela y hizo un movimiento brusco, que seguro que no pasó desapercibido a sus compañeros, ni a Estelle. Antes les habían pedido que no lo dijesen en voz alta, y a Sophie no le cabía duda de que era por un buen motivo.

Después, cuando les habló del ritual, no pudo sino estar de acuerdo en que, si era tan llamativo como parecía lo que había encontrado en su momento el agente Murray, podía ser un buen punto de partida para tratar de encontrar a sus enemigos.

-Estoy segura de que sí, pero ¿habéis probado a buscar otros casos similares al posible ritual que encontró Murray? No investigados por él, e incluso puede que en otros países. Pero un caso así, de existir, no puede haber pasado enteramente desapercibido. Por muy... eficaces que sean tapando sus huellas, tú y yo somos la prueba viviente de que a veces dejan cabos sueltos. A Mats se le dan bien estas cosas. Tal vez podrías buscar en bases de datos de policía, o de periódicos, y tratar de encontrar un caso similar que nos diese más datos -le sugirió a su amigo.

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17/08/2016, 11:31
Arthür Guitry

El arrebato de ira de Geneviève tomó a Arthür por sorpresa. No es que hubiera anticipado cuál sería su reacción, pero en el fondo aquello era lo más natural. No pudo evitar sonreír y vio que Sophie también lo hacía. Bien, después de todo Gibran era una mujer enamorada y el engaño de Montillet, aunque justificado, no dejaba de parecer una chiquillada desconsiderada hacia alguien que lo amaba. Imaginaba, a modo de clásico de Hollywood, el bofetón inicial que se llevaría Montillet si algún día volvían a estar el uno frente al otro. Le alivió mucho también la teoría de Estelle acerca del condicionamiento de Mats: si se limitaba a Montillet conservaba su libertad para con todo lo demás. Hallarían la forma de librarle de aquello también, estaba convencido.

Sophie tuvo una buena idea. Si se trataba de un ritual y teniendo en cuenta que llevaban operando durante años, por desgracia no era una locura pensar que hubieran habido más casos. Las bases de datos de la policía debían estar bien protegidas, pero Mats era realmente hábil y tal vez con la ayuda de Estelle no le sería imposible averiguar algo al respecto. Un pensamiento que pasó por su cabeza fugazmente, porque deliberadamente lo quiso acallar, fue que tal vez la pequeña Montillet hubiera sido sometida a un ritual así. Según los datos de la pizarra la chica asesinada no había sido identificada y quién sabe si habría sido sometida también al olvido. Bajó la mirada como queriendo evitar que nadie intuyera lo que estaba pensando:

—Es muy buena idea... Y como dices, por muy bien que se escondan y aunque hayan desaparecido los informes del caso y algunos investigadores, también tiene que ser posible hablar con algún otro detective o forense que viera el cadáver o el expediente. Algo tan terrible como aquello tiene que haberles quedado grabado, aunque no sea por completo, algún detalle importante que nos pueda ayudar a saber más —miró a Estelle—. Usted ha trabajado con la policía que llevó el caso, ¿sabe de alguien que pudiera informarnos y le parezca de confianza? La desaparición del expediente hace pensar que tienen o tuvieron a alguien infiltrado.

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17/08/2016, 23:58
Mats Bergstrøm

La reacción de Geneviève es exactamente la que cabía esperar dadas las circunstancias. Su acceso de ira despierta a las niñas, que salen a ver qué sucede, lo que parece calmarla en cierta medida. Mientras la doctora se tranquiliza, Estelle procede a explicarnos los métodos que utilizan Vendela y compañía para implantar sus sugestiones. Parece comprender la naturaleza de la que pesa sobre mí, lo que resulta bastante reconfortante; al menos, puedo contar con que nada pasará si no me acerco a Montillet, lo que de todos modos no parece muy probable.

Mis amigos vuelven al tema del asesinato no resuelto y la desaparición del agente Murray. Está claro que en ese asunto hay gato encerrado, y que nuestros enemigos no querían que se investigase, lo que lo convierte en un foco de interés obvio. Cuando Sophie sugiere que yo podría tratar de averiguar algo más al respecto «por mis medios», asiento con vehemencia. Puede darlo por hecho. A continuación, Arthür pregunta si nuestras anfitrionas conocen a alguien más que pudiese disponer de información restringida. Siento algo de vértigo al comprender la miríada de opciones que se abren ante nosotros. Vuelvo a repasar las fotografías que cuelgan de las pizarras: rostros muy distintos, algunos sonrientes, otros serios, todos enigmáticos. Estoy convencido de que si investigásemos a cualquiera de ellos, desenterraríamos más secretos relacionados con el caso.

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18/08/2016, 13:17
Estelle Isabey

Estelle se apoyó en el minúsculo escritorio. Fue contestando conforme le preguntaban:

-Hemos buscado casos similares sin mucho éxito, por ahora. Estoy de acuerdo con que tiene que haber más, y las huellas no se pueden borrar del todo. Lo dudo. Pero por ahora no hemos tenido suerte.

Hemos tratado de ponernos en contacto con gente que conoció el suceso de primera mano y los datos que han dado siempre han sido confusos. Parece que el cadáver estaba en tan mal estado que se descompuso en cuanto lo sacaron del agua.

Hay un inspector de policía, Albin Govier, que trató de mover el caso por su cuenta. Contacté con él, pero no cooperó. Creo que estoy en su lista de sospechosos. También hubo un forense que participó en el equipo de rescate que fue expulsado bajo la acusación de robar unos archivos. Traté de dar con él pero está en paradero desconocido. Augustin Bélanger.

Todo lo que tenemos está en esta caravana. Yo me retiro, mañana podemos continuar en el desayuno. Sientánse libres de tomar notas u ojear lo que encuentren. Les preparé unas camas en la tienda de campaña. Es sorprendentemente acogedora.

Y tras darles las buenas noches y avisar de que posiblemente al amanecer alguna de las niñas les despertaría de sopetón, salió de la caravana dejándolos solos.

Unos metros más allá la laguna brillaba como un espejo reflejando un cielo abarrotado de estrellas. En ese lugar el agua y el firmamento parecían lo mismo, dando la sensación de encontrarse en el borde del mundo. Junto al abismo del espacio exterior.

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19/08/2016, 09:47
Arthür Guitry

Cuando Estelle abandonó la caravana, el chico la siguió alejarse con la vista. Al mirar a través de la puerta, observó que la noche había caído por completo. El poco cielo que podía contemplarse desde el interior ya le dejó impresionado. Antes de poder seguir siquiera meditando en la maraña de nuevas informaciones, bajó los escalones como hechizado y salió al exterior. La visión era sobrecogedora y por un momento limpió su mente de todo pensamiento. Se sintió reconfortantemente insignificante bajo aquel firmamento que parecía rodearlo todo, reflejado en el espejo negro de la marisma. «Tenéis que ver esto», pensó dirigiéndose a sus amigos sin siquiera darse cuenta que no había hablado en voz alta. Habría querido acercarse a la orilla, dejar que le invadiera la sensación de estar flotando en la inmensidad, pero habría tiempo más tarde. Si el cielo seguía despejado, pensó, el amanecer sería igualmente grandioso.

De nuevo en la caravana la respuesta de Estelle volvió a sus pensamientos. Allí estaban aquellas pizarras y toda la información que podrían investigar durante el resto de la noche. Otras preguntas, sin embargo, deberían esperar al desayuno.

—Creo que en algún momento deberíamos ir al lugar donde se encontró el cuerpo de la chica —dijo señalando la parte en la pizarra que le hacía referencia—. Un lago en un parque pequeño, como Montsouris, no parece el sitio ideal si lo que pretendes es deshacerte de un cadáver...  Si su muerte obedecía a algún ritual, incluso a alguna magia, tal vez haya sido llevada allí porque, por algún motivo, sea el lugar apropiado para ello. Y si es un lugar especial tal vez haya algo que podamos encontrar, o tal vez, Sophie, tú puedas decirnos algo. El detective Barret soñaba también de una manera especial; parece muy improbable que sea casualidad que precisamente él encontrara a la chica. Puede que soñara antes con todo ello o que, si el lugar es especial, de alguna manera le llamara hasta allí.

Respecto a ese tal Albin Govier, tal vez podamos acercarnos a él y conseguir que hable con nosotros si nos desvinculamos de Estelle. Que la considere sospechosa después de todo lo que nos ha contado, la verdad es que habla bien de él —se quedó pensativo un momento—. A pesar de los esfuerzos por ocultar expedientes y demás, es posible que en su momento saliera alguna nota de prensa, no sé, algo, y que, como periodista, no sea extraño que quieras investigar que fue de todo aquello y por tanto tratar de ponerte en contacto con él —comentó mirando a Mats—. O tal vez te sea más sencillo colarte en su ordenador primero para averiguar qué sabe, aunque no tiene por qué tener allí toda la información que haya conseguido averiguar a lo largo del tiempo... ¿En qué pensáis?

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21/08/2016, 01:16
Mats Bergstrøm

Estoy de acuerdo —respondo a la primera sugerencia de Arthür, mirándolo a los ojos—. Además, no olvides otra cosa: si algo ha quedado claro estos últimos días es que, por raro que suene, tú también puedes… ver más que la mayoría. Algo así como percibir la verdadera naturaleza de las cosas, ¿me equivoco? Como cuando viste a quien manejaba los hilos del doctor Sobol en Saint Jean de Dieu. No sé, si de verdad la escena del crimen tiene algún componente ritual, estoy seguro de que alguno de vosotros lo descubrirá. Quizá encontremos alguna pista, algo, que nos lleve al fin en alguna dirección concreta.

Cuando salen a colación asuntos más mundanos y terrenales como agentes poco cooperativos o forenses desaparecidos, empiezo a pensar en nuevas rutas que tomar.

Trataré de reunirme con el inspector con el pretexto del interés del asesinato no resuelto. Y por supuesto que buscaré primero en su ordenador. ¿Cuándo no lo hago? —Le guiño un ojo—. También intentaré encontrar todo lo que pueda acerca del doctor Bélanger. Y de todos los nombres que hay escritos en esas dos pizarras… Me espera bastante trabajo. ¿Os imagináis si nos pagasen por todo lo que estamos investigando?

Parece que al fin tenemos una cantidad sustancial de pistas a seguir. Siento un cosquilleo en el estómago al pensar en las cosas que descubriremos, y recuerdo esa misma euforia que me embargó después de hablar con Montillet.

«Mats, ¿es que no has aprendido aún que la curiosidad mató al gato?».

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22/08/2016, 08:56
Sophie Taylor

Sophie sacó su libreta de la mochilita en cuanto Estelle salió de la caravana y se dedicó a traspasar el contenido de las pizarras a su propia letra, uniéndolo con lo que ya sabían. Asintió mientras tanto a lo que decían sus compañeros.

-Estoy de acuerdo Arthür. Creo que deberíamos viajar al lugar donde encontraron el cuerpo. Como dice Mats, no sólo yo, tú también puede que notes algo. Y es un buen sitio para tratar de buscar pistas. Tal vez ese sitio tenga alguna característica concreta, algo que sea necesario para llevar a cabo el ritual, que nos ayude a encontrar otros.

Cuando terminó de apuntar lo que había en las pizarras, sacó un par de fotos con su móvil, para tener también las caras, y se dedicó a curiosear el resto de la caravana, ojeando los papeles que había por ahí, por si algún nombre o palabra le saltaba a la vista.

-Tal vez deberíamos dividirnos, ¿qué pensáis? Tenemos muchos frentes abiertos, Mats puede investigar a esta gente y al inspector mientras vamos al lago. Aunque por otro lado, me da un poco de miedo separarnos. Tal vez sea mejor que permanezcamos unidos... no estoy segura.

Entonces se dirigió a la entrada de la caravana y miró fuera, para ver si veía, u oía, a la doctora y a las niñas.

-Hay algo también que no os he podido decir hasta ahora. Esas niñas... Son especiales. Bueno, al menos Jovanka. La que iba disfrazada de lobo. Hay algo en ella... No lo entiendo muy bien, no lo sé explicar, pero creo que no es del todo... bueno, niña. Esas criaturas... de las que hablaba el Diario de la Señora Gresta... los pájaros... Hay algo de ellos en esa niña. Tal vez esta noche, si sueño... no lo sé. Me gustaría hablar con la doctora, o con las niñas antes de irnos. Recordádmelo si se me olvida.

No se había atrevido a mencionar el tema con todos delante, pero tenía la intención de preguntarle, a ser posible a la doctora, y si no directamente a las niñas, si conseguía quedarse con ellas a solas. También tenía la secreta esperanza de que, en aquel lugar, a todas luces especial, y con aquella niña cerca, por la noche podría soñar algo. Pero era una oportunidad demasiado buena para aprender algo del otro lado como para dejarla pasar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro Percepción + Contemplar (4+4), para ver si algo en la caravana llama la atención a Sophie. Creo que el atributo Observadora, aplicaría aquí (+2), así que en total +10, pero Cusa, si alguna vez crees que no sumo habilidades o atributos adecuados, réstalo del resultado sin problema.

También, al final, Sophie busca o escucha señales de que las niñas o la doctora (no Estelle) sigan despiertas. Si es así, le gustaría ir a hablar con ellas, a solas.

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22/08/2016, 09:44
Arthür Guitry

En los rostros de sus compañeros se veía claramente la excitación ante las nuevas pistas. Los ojos de Mats brillaban como los de un cazador que avista a su presa —ese debía ser el espíritu de un verdadero periodista, pensó—, y Sophie tomó notas y fotos tan rápido como si fuera una detective que estuviera allanando la caravana y tuviera que salir a toda prisa. Daba gusto verlos trabajar y resultaban de lo más estimulante e inspirador.

Pensó que sus amigos tenían razón y asintió a lo que le decían: si el estanque en Montsouris era un lugar especial, incluso si debido al propio ritual había quedado afectado de algún modo, «hechizado» —deberían tener cuidado con eso—, tal vez pudiera percibir algo en él. Recordó no sólo el hospital y al hombre oscuro cuando Mats lo nombró, sino también cómo sus sentidos parecían captar un realidad invisible cuando Vendela hizo su brindis y sobre todo aquello que aún no sabía qué era y parecía emanar de su amigo y de Ada Bytnar, esas auras luminosas, como ígneas, que tan diferentes parecían de lo que había visto hasta ahora de la magia de los soñadores. Lo de actuar separadamente o no lo dejaba a decisión de Mats. Tampoco estaba seguro de qué sería mejor. Eso sí, era cierto que para hablar con Govier como periodista debería ir solo.

Cuando Sophie hizo referencia a las niñas se quedó muy atento. Le dio un vuelco el corazón cuando dijo que Jovanka no era «del todo niña» e hizo referencia a «ellos», y el temor informe que venía cerniéndose sobre él desde hacía unos días volvió a inundar su corazón. Asintió cuando Sophie dijo que quería hablar sobre ello con Geneviève antes de marcharse y pensó que sería la persona apropiada para plantearle a la doctora una duda que le había surgido desde que supieron que tenía niños a su cargo:

—Sophie, cuando hables con la doctora... Bueno, es meterse en su vida, pero creo que tiene todo el sentido y que incluso estando nosotros también implicados en esto y tratándose de niños tenemos derecho a inquietarnos: ¿es seguro que estén a su cargo estando oculta de los soñadores y dedicándose a investigarlos? Me tiene preocupado... No me parece una persona irresponsable y se nota que los quiere, pero, no sé... ¿no tienen un lugar más seguro en el que estar?

¿Qué era lo que Sophie había sido capaz de percibir en Jovanka?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Arthür dedicaría el tiempo necesario para revisar el resto de documentación que hay en la caravana, la que no revisen sus compañeros. Hago una tirada de Razón+Contemplar, si te parece bien así.
 

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22/08/2016, 11:12
Marismas de Clairmarais

La caravana resultó ser un espacio práctico para el trabajo en equipo. Dedicaron prácticamente toda la noche a cribar y analizar la documentación. Varios eventos no mencionados llamaron su atención:

-El vehículo del detective Fox Dolph Barret, un llamativo Mustang, fue encontrado días después de su desaparición, abandonado en la calle de Francs-Bougeois, en el barrio de Marais. La última vez que les vieron -a él y a su compañera, Arene Lioret- fue cuando subieron al coche una mañana de hace cinco años.

-Una policía en prácticas, Camille Achard, escribió una carta a los periódicos tratando de reabrir la investigación del cadáver tatuado y la desaparición de Fox y Arene. Contaba que estaba presente el día en que Fox encontró el cadáver por casualidad, cuando acudieron a apaciguar a un perro en el Parque de Montsouris. Insistía en que las pruebas no cerraban para nada el caso: el cadáver de la chica estaba cubierto de tatuajes que requerían mucho trabajo y parecían tener una técnica característica, muy peculiar, con algunos trazos hechos sobre cicatrices. Y el trabajo dental -la combinación de resinas, técnicas, marcas de implantes y estilo de tallado de la dentadura de la chica- había acotado la investigación a diez o doce dentistas de prestigio de París. No había datos sobre esos dentistas.

La carta no pasó el filtro por presiones de los editores.

La psicóloga había buscado a Camille sin éxito. Abandonó la policía sin hacer el examen para oficial y estuvo trabajando durante dos años en una guardería para luego desaparecer sin más.

-Encontraron un bloc con intentos de dibujos, apenas siluetas con algunos rasgos, como los ojos, que parecían representar a la hija de Montillet. Sophie sintió en ellos algo extraño, como si no fueran exactamente de la vigilia.

Conforme pasaba la noche Sophie se dio cuenta que la caravana en la que estaban investigando tenía algo de personaje de cuento. Era como estar dentro de un animal benigno. El tiempo pasó rápido y aunque no pudo hablar con las niñas ni la doctora pudo dormir durante un rato en un camastro que habían preparado para ella en la tienda.

Justo antes del amanecer la doctora Gibran llamó a la puerta de la caravana para anunciar que el primer desayuno estaba preparado. Sería al aire libre, junto a la marisma.

Al mismo tiempo Sophie era despertada por los ronquidos de la pequeña Jovanka, que dormía abrazada a ella, con el disfraz hecho un cisco y todo el lápiz -que antes dibujaba las cejas prominentes y realzaba los ojos lobunos- emborronado, tiznando casi toda su carita. Pudo incorporarse y unirse al resto sin despertar a la niña, que dormía como un tronco.

En el desayuno pudieron hablar de lo que quisieron.

Notas de juego

En la tirada de Sophie la particularidad “Observadora” se tiene en cuenta bajando dos niveles la dificultad (no sumando dos a la tirada, las peculiaridades hacen la tirada posible o bajan su dificultad). Lo tengo en cuenta.

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22/08/2016, 11:21
Jovanka

Sophie sabía que había soñado con Jovanka, pero todavía no llegaban los recuerdos.

Notas de juego

El sueño podemos jugarlo como un flashback. La introducción al sueño la haces tú, puedes indicar dónde, cuándo y con quién (aunque no puedes decir qué pasa en ese lugar ni qué hace ese pnj), y yo continúo.

Sophie lo irá recordando conforme lo vayamos jugando.

 

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22/08/2016, 15:18
Sophie Taylor
Sólo para el director

Sophie se despertó al lado de Jovanka. No recordaba haberse acostado con ella, así que supuso que la niña habría venido por la noche. Sonrió. Parecía muy dulce dormida, con el disfraz hecho un desastre. Entonces cerró los ojos y, como estaba ya acostumbrándose a hacer cada mañana, se concentró en recordar el sueño de aquella noche.

 


 

 

El sol del atardecer le acariciaba el rostro mientras una suave brisa otoñal le agitaba el cabello, blanco, por supuesto. Estaba en el Parque Monceau, en el VIII Distrito de París, no muy lejos de donde vivía cuando estudiaba Periodismo. Le gustaba ir allí y repasar sus apuntes sentada en un banco a la orilla de un espectacular estanque en el corazón del Parque. Una columnata de aire clásico rodeaba medio estanque, y en el centro había una pequeña isla con un gran sauce, donde anidaban cisnes y patos.

En aquel momento no había nadie cerca, aunque Sophie oía claramente risas de niños no muy lejos. Un cisne blanco y se limpiaba las plumas en la isla.

A su lado, estaba tranquilamente sentada una señora mayor. Era su abuela. Bueno, no era exactamente su abuela. Llevaba el sombrero rosa palo con el que Arthür había descrito a la Señora Gresta el día que visitaron su casa. Pero como Sophie nunca la había visto y nadie la había descrito, tenía la cara de su abuela, Jacqueline. Así que Sophie no estaba muy segura de quién de las dos era, si su abuela o la Señora Gresta, o una mezcla de ambas, pero de lo que sí estaba segura era de que ambas estaban muy a gusto en aquel momento mirando los patos.

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22/08/2016, 17:41
Director

La mujer del sombrero rosa habló con la voz de su abuela.

-¿Sabes Sophie?, este estanque fue concebido por Louis Carrogis "Carmontelle" bajo el encargo de Felipe de Orleans, duque de Chartres como una Naumaquia, un lugar donde representar batallas navales.

Felipe quería hacer de este parque un jardín extraordinario que reuniera todos los lugares y civilizaciones exóticas conocidas y Carmontelle creó un fabuloso paisaje con una pirámide egipcia, un templo de Marte, un minarete, una pagoda china, un castillo feudal, tiendas tártaras, una granja suiza, un molino holandés...

Sophie sabía que salvo la pirámide y el estanque, la mayoría de esas construcciones ya no existían.

-Creó escenografías móviles, animadas con la ayuda de "The Transparent", una máquina precursora del cine de animación que producía la ilusión de paisajes en movimiento. Y llenó el parque de actores disfrazados que se movían como autómatas.

A este lugar se le conoció como la locura de Chartres. Y todos hablan todavía de él como un elaborado sitio de recreo para los juegos cortesanos. Pero siempre hay más.

Imaginación. La clave está en la imaginación, Sophie.

Se quitó el sombrero y se lo puso a su nieta.

-La Revolución hizo rodar la cabeza del duque, pero no acabó del todo con la idea de Carmontelle. Aunque nadie puede pasar por aquí sin ser imbuido por este vivificante espíritu, pocos parisinos ven este sitio con sus ojos abiertos. Salvo los niños, los animales y algún privilegiado que no le ha cerrado la puerta a la fascinación, casi todos caminan adormilados en la vigilia.  

Pero las criaturas que viven con un pie en la Imaginación siguen viniendo aún hoy a estos sitios, como los flamencos que paran en las lagunas durante sus largos viajes.

Los patos echaron a volar y el cisne levantó las alas, elevando un potente graznido.

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23/08/2016, 18:58
Sophie Taylor
Sólo para el director

Sophie asintió. Sabía todo aquello, en mayor o menor grado de detalle. Nadie que hubiese estudiado historia y literatura en París podía no haber leído nunca nada sobre aquel parque. Aunque ella lo había descubierto antes de saber todo aquello, y el parque había atraído poderosamente su atención como un imán a un clavo de hierro.

-Siempre me ha gustado este sitio, y entiendo lo que dices, Abuela. ¿Recuerdas cómo papá siempre me regañaba por estar pensando en las musarañas? ¡Por eso quería ser periodista! Todo tiene una historia que contar. Cada parque, cada banco, cada piedra. ¿Quién sabe quién se habrá sentado, justo aquí, en este lugar, a mirar a los patos? ¡Reyes, enamorados y artistas frustrados, como poco! Ah, si pudiera tener un poder, sería el de saber la historia de las cosas. Quién estuvo aquí, qué pensaban, qué les atormentaba y alegraba, qué fue de ellos.

No es raro que este parque me guste tanto, ¡tiene tantas historias! Las que fueron, y las que pretendieron serlo. ¡Un parque teatro, reunión de todas las Civilizaciones! ¿Puedes imaginar siquiera cómo fue? Me encantaría poder verlo en su máximo explendor.

Notas de juego

Cusa, mañana vuelvo a Copenhague (fin de las vacaciones nooo) así que hasta la noche, no podré postear. Perdón por hoy solo postear uno ahora, pero la maleta, las despedidas, ya sabes. ¡Espero que Belgeval y Aliosha no estén esperando por esto!

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24/08/2016, 10:58
Arthür Guitry

La noche pasó muy rápida para Arthür mientras revisaba la documentación. Sobre las cuatro de la madrugada decidió darse un descanso y acercarse a la orilla, tal y como estaba deseando desde que viera la imagen imponente en que la noche convertía la marisma. Habitar en la ciudad hacía pasar por alto semejante maravilla y deseó vivir algún día en un lugar donde cada noche pudiera ser como debía y uno tuviera la impresión de estar suspendido en el cielo, viajando por su interior, como la barca solar de Ra hace cada noche para resurgir victoriosa al amanecer tras su combate nocturno. Se sentó a escuchar el silencio y contemplar el cielo y el agua hasta que todo pareció fundirse y quedar mezclado el arriba y abajo.

Después de aquello leyó algo más somnoliento pero le dio tiempo a terminar con los papeles que se había asignado. Para entonces Sophie ya se había marchado a dormir a la tienda de campaña y Arthür no se atrevió a hacer lo mismo porque sentía como si fuera a invadir la habitación de ella. Se hizo un poco de sitio en la caravana y algo consiguió dormir dejando caer la cabeza entre los brazos sobre una mesa. Fue así como dormía todavía cuando Geneviève les avisó que el desayuno estaba listo.

Se acercó a ayudar a terminar de servir la mesa y esperó que estuvieran allí sus compañeros para plantear la cuestión que rondaba su cabeza desde que la doctora contara su experiencia:

—Geneviève, quisiera preguntarle algo. Me pareció muy importante lo que nos contó ayer en relación a la forma en que recuerda a la niña, el hecho de que no toda la memoria sea episódica y existan otras formas. Usted es una profesional que trabaja activamente con la gente y me preguntaba si había leído o ideado alguna manera de reforzar esos otros recuerdos, de generarlos, así como el estudio o la mnemotecnia refuerzan la memoria común. Podría ayudarnos en la investigación, pero más que nada pensaba en que... Si alguno de nosotros se viera afectado por la magia de «ya sabéis quién», los otros no pudieran olvidarlo por completo, así como usted o Montillet recuerdan a la niña. No podemos permitir que nos hagan desaparecer los unos para los otros y que nadie vaya a buscarnos...— pensaba en cómo los soñadores habían intentado ya, por lo que sabían, llevarse a Sophie: una vez mientras estaba en coma, queriendo conducirla hasta la fuente del ciprés, y la otra posiblemente a través del hombre oscuro que dirigía las acciones del doctor Sobol. Le obsesionaba pensar que pudieran hacerle olvidar a la chica o a Mats; si había alguna forma de evitarlo debía esforzarse en ello.

Un pensamiento le llevó a otro y recordó entonces los dibujos que parecían captar los rasgos de la pequeña Montillet: —Por cierto, ¿cómo consiguieron los dibujos de la niña y recordar sus pecas o que sus ojos son azules? —aquí se detuvo dándose cuenta que no estaba dejando contestar. Querría hacer diez preguntas a la vez.

Notas de juego

Belgeval, esperaba a publicar para no adelantarme y dejar que contestaras primero, pero por si no puedes escribir estos días, creo que no te atropello si publico esto porque siempre puedes retomar la narración desde un poco más atrás. Si te parece que no es así dime algo y a partir de ahora, si a Cusa le parece bien, espero lo que haga falta.

Dire, asumo que podemos hablar libremente porque los niños no están presentes, ¿verdad?

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24/08/2016, 11:07
Director

Se levantó y ya no era su abuela en particular, sino una vieja.

-Puedes hacerlo, Sophie, puedes hacerlo.

Era como si todas las viejas del mundo y de la historia se hubieran reunido en una y la hubieran enviado a su sueño.

-Nada se pierde. Nada se olvida. Sólo quedan inundados por las aguas del olvido, pero están ahí, en las profundidades.

Cogió a la chica de la mano y emprendieron a paso lento el camino al estanque.

Cuando el pie descalzo de Sophie entró en el agua fría, vio que su pisada levantaba el fango del suelo y bajo sus huellas brillaban las tejas lacadas en rojo de la pagoda china.

Su acompañante tiraba de ella de una forma calmada pero con una inercia invencible.

Conforme bajaban la pendiente del tejado fue aumentando la profundidad. El agua le llegaba ahora a la cintura y caminaba cerca de ramas de árboles sumergidos. Ahora podía ver, más abajo, en el fondo, un barco hundido de apariencia arcaica, con una esfinge como mascarón de proa. Tras un pequeño bosquecillo de árboles sin hojas cuyas ramas se movían al capricho de las corrientes como si fueran de trapo un molino holandés giraba despacio sus aspas hechas trizas.

Los restos de las construcciones que yacían bajo el estanque eran ruinas pero sentía en la piel sumergida el vibrar de canciones, risas y lloros.

El agua le llegaba ahora al pecho. La vieja era enjuta de piel verdosa y tenía su insano cuerpo repleto de tatuajes casi borrados. Sólo la veía de espaldas y parecía desnuda. Su pelo largo y blanco caía hasta flotar en el agua.

De pronto, un paso en el vacío y ambas cayeron hacia el fondo. Sophie no respiraba, pero sabía que era un sueño y no necesitaba respirar.

Actores y nobles caminaban con risas en el paisaje sumergido. Ella flotando en las alturas los veía desde una posición privilegiada, hundida también, pero más alta que todos ellos, como si volara. Primero tenía sensación de poseer una visión infinita, como alguien que se acerca a un espejo y contempla todo un mundo desde ángulos antes imposibles. Luego notó que el frío se iba apoderando de ella. Quiso nadar hacia la superficie pero su tobillo estaba atado con una cuerda.

Miró hacia arriba. La luz estaba atenuada por el agua verdosa y todo parecía oscurecerse para dejar un cielo negro salvo por el sol, un círculo apenas iluminado.

Mirando a ese sol apagado, más misterioso que todas las cosas del mundo, el tiempo dejó de existir.

Su corazón ya latía despacio cuando algo se lanzó al agua. Veía sus cuatro patas desde abajo... primero le pareció un perro mediano. Luego, cuando se puso a bucear vio que era un lobezno de pelo negro que nadaba decidido hacia ella. El pelaje del ser flotaba rozando su piel. Llegó a su pie y mordió fuerte la cuerda que la ataba hasta soltarla.

Supo Sophie que los lobos también viajan en sueños y que la superficie anunciaba el despertar.

Ya en la vigilia, el cálido abrazo de la niña le dio plena seguridad. Olía a plantas y dormía con una sonrisa. Los colmillos de juguete del disfraz se habían quedado sueltos por la cama.

Notas de juego

No te preocupes por el ritmo. ¡Que tengas un buen viaje y ánimo!