Partida Rol por web

Por alguna razón que se le escapaba, mientras corría hacia la pensión su mente la llevó a recordar el poco marisco que habían conseguido ese día, que seguía almacenado en el barco.

-¡Vaya mierda de día! -pensó, acelerando aún más la carrera, mientras el agua le caía a chorros por el rostro-. Espero que Don Manuel esté bien.

El lobo de mar era un hombre recio, pero no tenía edad de andar metiéndose en peleas, y le preocupaba que los hippies pudieran haberlos atacado a él y al médico, que tampoco tenía pinta de ser Harry el Sucio precisamente...

Se me acaban las ideas mientras miro, cada vez más impotente, cómo se retuerce Phelps. Intento acomodarlo como puedo, de lado para que no se ahogue en su propia sangre y decido que lo único que puedo hacer es esperar a que Berta venga con ayuda.

Cuando me aseguro de que Phelps está todo lo cómodo que se puede estar, decido calmar los nervios haciendo lo que sea...y lo único que puedo hacer es prestar atención a Cross. Me sirvo un lingotazo de orujo -me haría falta la botella entera para poder templarme- y le sirvo otro a él. Me siento a su lado y se lo ofrezco, esperando a ver alguna reacción por su parte, mientras trato de entender lo que está murmurando, acercándome a él y dándole unos golpecitos (*) en el hombro, con la excusa de sacarlo del trance.

Voto por ir a O Carballo , a ver cómo van por allí las cosas.