Partida Rol por web

El camino del Valle confluye con la puerta del Minotauro a unas 4 millas de la ruta Comercial. Esta era la entrada princi­pal a Saruun Khel. El camino se adentra en un arco de piedra de 50' de alto esculpido en la ladera de la montaña. Una inmensa estatua de un minotauro se sitúa a cada lado de la entrada, fulminando con la mirada a los viajeros.

El camino del Valle confluye con la puerta del Minotauro a unas 4 millas de la ruta Comercial. El camino se adentra en un arco de piedra de 50' de alto esculpido en la ladera de la montaña. Una inmensa estatua de un minotauro se sitúa a cada lado de la entrada, fulminando con la mirada a los viajeros.

Eglath mira a su alrededor, pues le extraña no haberse topado con nadie y que no haya vigilantes, como habría en cualquier cueva de su tribu, pero como es algo de agradecer para él tampoco se preocupa mucho. Prefiere estar solo que mal acompañado.

Fraxtra se detiene a mitad de camino de la escarpada subida para observar con más detalle la entrada a la ciudadela...

Impresionante, eh?, dice asombrado. Las altas columnas y las formas de las estatuas no podían más que sacarle el aliento a un observador con talento. No quiero sonar humilde, pero este sin duda será el lugar más majestuoso que he visitado en mi vida.

- Bueno, parece que hemos llegado al sitio correcto - dice mirando la puerta mientras se lleva la mano al mentón en actitud pensativa - supongo que ahí dentro estará la respuesta a los secuestros de esos "Asaltantes sangrientos"

Viendo las estatuas de los minotauros trata de hacer memoria sobre ese tipo de criaturas, pues parece que en otro tiempo poblaron éste lugar o alguien que se tomo muchas molestias en reproducirlos a juzgar por el tamaño de las estatuas.

Después, se agacha estudiando el camino mientras confia en que el goliath los alertará si se avecinan sorpresas, parece de mente más agil que los que ha conocido de su raza.

Terble mira anonadado con la boca abierta la puerta, de abajo hacia arriba.

-No puedo estar mas de acuerdo contigo.... Tubo que ser una civilización impresionante.

Inseguro de si mismo, notando la fija mirada de la estatua va avanzando como si cada paso que diera esperara que la enorme estatua de minotauro saliera de su coma y se avalanzara sobre el en cualquier instante. Inusualmente, no está ni tocando ni cantando, aunque no hay motivos algunos de peligro real.

Vagamente recuerdas que un imperio minotauro reinó en el valle antes de que surgiera el imperio humano que dominó los últimos 300 años. Crees intuir que esta es la entrada a su ciudad subterránea.

- Parece que esto es la entrada a una ciudad minotaura de antes del imperio humano - levanta la cabeza como pensando - más de 300 años, a saber que habrá allí dentro. Sin duda una buena guarida para esos asaltantes, dudo que haya mucha gente que recuerde la ciudad.

Eglath se encoge de hombros en un gesto bastante habitual en él y dice algo decepcionado: Pues aquí no haber asaltantes ni minotauros. Entrar a ver... añade acercándose a la gran abertura en la montaña con su hacha firmemente agarrada.

Desde luego, aquí no parece que haya nada. No obstante, no me importaría matar a uno de esos minotauros, o a uno de esos asaltantes. Me pregunto que será más peligroso realmente...

Bueno, creo que lo mejor sería dejar de pènsar en que hacer, y pasar dentro. Haya lo que haya, mejor enfrentarse a ello. Además... ¿Quién necesita luz?. Si llevamos luz, seremos descubiertos, sin luz no.

Garra llega donde sus compañeros y se queda mirando, como ellos, a la puerta que se adentra en la montaña. -Respeto que veáis belleza en ella- dice con tono asertivo - sin embargo para mí no deja de ser la entrada a una, como dices, majestuosa jaula. De todos modos, hay un trabajo que hacer, y no tendré reparo alguno en adentrarme.-

Con pasos medidos, sigue a Terble, cuestinando y agradeciendo su extraño silencio en un momento como éste.

Fraxtra termina de ascender la escarposa montaña junto a sus compañeros... Ufh, suspira, algo cansado.. acostumbrado a las comodidades de las posadas, y a las misiones diplomaticas...

Bueno, vamos a por ese Krand de una vez por todas...

Cuando llegáis a la puerta entreabierta notáis que dentro hay un tenue resplandor que ilumina el interior. Dese fuera se ven siluetas de estatuas y una especie de globos de luz.

Cuando llegáis a la puerta entreabierta notáis que dentro hay un tenue resplandor que ilumina el interior. Dese fuera se ven siluetas de estatuas y una especie de globos de luz.

Eglath empuja con fuerza la puerta para dejar el hueco suficiente a su gran cuerpo para atravesar el umbral y avanza el primero.

Más allá de la puerta del Minotauro, el camino se vuelve pronunciado en la montaña. Una luz verde proveniente de unas linternas de cobre, ilumina tibiamente el camino que conduce al interior de la montaña una media milla, que cae en pendiente de manera continua por encima de varios caminos zigzagueantes. El camino es un pasadizo de cúpulas de ladrillo de 30' de ancho y otros tantos de alto en su cúspide. 77 estatuas de demonios, cada una de unos 10' de alto están apostadas a lo largo del recorrido del pasillo.

Terble, todavia acongojado por la gigantesca estructura mira a garra.

-Si quieres puedes ir tu primero que tienes mejor vista (u olfato jeje). Yo voy detrás tuyo, tranquilo.

Mientras dice esto, moviendo los brazos exageradamente, le hace una reverencia para dejarle paso.