Partida Rol por web

Repasando las opciones tácticas de la batalla había encontrado un fallo o dos en el planteamiento, por la gracia del Omnissiah, nada malo había sucedido y habían sobrellevado el combate de una manera bastante aceptable, pero tendría que poner mayor cuidado la próxima vez. 

No dejaba de sentir como si algo estuviera observándole por encima del hombro, y varias veces Justarius giró la cabeza a izquierda o derecha para observar el interior de la carlinga de mando....con una semi-sonrisa en el rostro...."jejejeje....no....no me habéis atrapado aún.....jejeje...." 

La voz de la Forja se alzó y conmocionó el campo de batalla. Justarius dio un respingo dentro del tubo donde se encontraba, pues lo había cogido de improviso..."¿QUÉ ES ESO?" pensó mientras en su cornea empezaban a aparecer datos en cascadas brutales, datos y más datos....cansado como estaba, rápidamente los pasó todos a segundo plano, liberando su cortex de la tensión extra mientras observaba al especialista Cornellius como se debatía con la enorme entrada de datos....supo lo que tenía que hacer por instinto, como el guerrero que sabe que tiene que esquivar una acometida para evitar el daño de su enemigo y poder contraatacar....."Cornellius...¡usted ha sido entrenado en los más altos estandartes de la tecnología! ¡Es un miembro de élite de éste Titán! ¡Es un hijo del Mechanicum y un siervo del Omnisiah! ¡Haga que me sienta orgulloso y no me falle! ¡Esos datos no los podría procesar un hombre ordinario, pero usted no lo es! ¡Procéselos!" le gritó Justarius a Cornellius, insuflándole ánimos en cada palabra.....o al menos eso esperaba.....

El flujo de datos superaba la capacidad de los cogitadores y hacía aullar al propio espíritu de la máquina.  Cornellius no era capaz de canalizar la información y la energía se acumulaba, pese a sus conocimientos tecnológicos.

Maldita sea, ¡preparaos! no puedo controlarlo, ¡sobrecarga sensorial inminente!

A través del líquido que hacía de interface sensorial, el Moderati puedo sentir la descarga de información como una aguja de dolor en cada poro de su piel, pero le entrenaron para esto, aguantaría como fuese.

La andanada de información sobrepasó los amortiguadores sensoriales de los cogitadores y pasó como una oleada por el interior de la cabina de mando del titán, en forma de chasquidos, pequeños cortocircuitos y descargas eléctricas, que aturdieron a Justarius......el humo empezó a olerse....algo se estaba quemando....

"YIARGHHHHH!" gritó al notar que el dolor de su cabeza se multiplicaba por diez estirándose con todas sus fuerzas, alejando sus manos de su cabeza para no arrancarse los ojos.........la sangre empezó a manar por sus orejas y nariz.....tiñendo de oscuro un halo alrededor de su cabeza, flotando en el líquido amniótico....

Galb se sintió mareado con tantos datos. ¿Qué diablos pasaba? Intentaba leerlos, pero era demasiado. No iba a conseguir nada, la situación no ayudaba.

¡Señor! ¿Cuál es el plan?
 

Con el ceño fruncido, casi tanto que llegaba a taparme los ojos, la sangre comenzó a salir por la nariz. La cantidad de datos y avisos que despedía el auspex amenazaban con freirme el cerebro.

Limpiándome la sangre con el dorso de la mano, intenté aguantar la ruta trazada por nuestro titán, aunque tampoco estaba claro el tiempo que podría llevar a cabo dicha tarea.

Y parecía no era el último. Las alarmas sonaban por todo el habitáculo, el grito de Princeps y el aviso de Cornelius. Parecía que el enfrentamiento anterior solo había sido un toque de atención, y que la verdadera prueba a la que nos someterían en cuerpo y alma estaba todavía por llegar.

Por...el dios máquina que..no...no dejaré que se salgan... con la suya. Si he de reunirme con mis antepasados, será... en mi puesto y cumpliendo con mi deberrrr.

Las palabras salieron un poco dubitativas y trabadas debido a la tensión sometida y a tener la boca semicerrada, con los dientes apretados.

Los datos pasaban en cascada y, de pronto un estallido de estática surgió de la Forja. Los Escudos de Vacío del edificio se habían activado y la sobrecarga energética hizo saltar las alarmas. El núcleo energético entró en fase crítica y el rugido del espíritu máquina surgió en la cabeza de los moderatis y del princeps.

De pronto se vieron inmersos en una red de datos, todo era datos, el titán era su cuerpo y notaban como sus escudos de vacío se colapsaban ante la cantidad de energía que emanaba de la activación de los escudos. Notaban la piel arder, como estaba calentándose el blindaje del Purificans. El espíritu máquina gemía y rugía, los sistemas se sobrecalentaban y el adepto jefe Alectus luchaba y rezaba con sus adeptos para calmar al espíritu máquina.

-Ese no es vuestro lugar, tenéis que volver -os apremiaba el adepto jefe, y fue su voz la que los arrancó de ese mundo espiritual y los devolvió a las conexiones que tenían, en las que seguían pasando datos de forma contínua.

Los datos pasaban en cascada y, de pronto un estallido de estática surgió de la Forja. Los Escudos de Vacío del edificio se habían activado y la sobrecarga energética hizo saltar las alarmas. El núcleo energético entró en fase crítica y el rugido del espíritu máquina surgió en la cabeza de los moderatis y del princeps.

De pronto se vieron inmersos en una red de datos, todo era datos, el titán era su cuerpo y notaban como sus escudos de vacío se colapsaban ante la cantidad de energía que emanaba de la activación de los escudos. Notaban la piel arder, como estaba calentándose el blindaje del Deus Asertor. El espíritu máquina gemía y rugía, los sistemas se sobrecalentaban y el adepto jefe luchaba y rezaba con sus adeptos para calmar al espíritu máquina.

-Hay que destruir a los enemigos, purgar a los Xenos -decía esa aparición espectral que a veces se veía por los pasillos del Titán. El Espíritu del Deus Assertor parecía un antiguo princeps con el traje de gala y los galones en los hombros- uníros a nosotros -decía con la voz tenebrosa

-Ese no es vuestro lugar, tenéis que volver -os apremiaba el adepto jefe, y fue su voz la que los arrancó de ese mundo espiritual y los devolvió a las conexiones que tenían, en las que seguían pasando datos de forma contínua.

El espíritu se había hecho presente entre los miembros de la tripulación, cosa que a Galb le había dejado perplejo. Evitó que esa locura le penetrara más en su mente, y volvió a su normalidad.

Señor, señor, ¿cuál es el plan, señor?

El cielo se nubló y un montón de esporas comenzaron a llover desde la órbita. Parecía que la flota enjambre se había puesto en posición para comenzar con su bombardeo, pero todas las minas espora y armas eran detenidas por el Escudo de Vacío que había surgido tras la activación de la Forja. El escudo centelleaba con cada impacto, manteniéndose firme y estable, mostrando lo que pasaba con una Forja cuando estaba activa, pero eso no fue lo que más sorprendió.

Un momento después, los auspex mostraron un incremento de la energía en una de las zonas de Mons Zilos e inmediatamente después, un rayo que podría haber freído al Purificans surcó el cielo para perderse en la órbita. Todo lo que lo tocaba se calcinaba, todas las esporas que lo tocaron explotaron en el aire. Parecía que querían mostrar que Mons Zilos estaba en funcionamiento, pero una comunicación les mostró que no estaba al 100%. La imagen del Jefe de Escuadra Phalanax apareció mientras llegaba el mensaje:

- Aquí hermano Phalanax, líder de la cuarta escuadra táctica, solicito información de la situación del exterior y situación exacta de los terminales principales para posicionar al hermano tecnomarine y comenzar la limpieza de la Forja.

La Flota Enjambre pareció ver que no estaba funcionando, por lo que las esporas empezaron a desviarse hacia el oeste de la Forja, cayéndo sobre el escudo hasta empezar a caer en el suelo. Los gantes que salían de los lugares de impacto corrían de forma frenética en dirección a la Forja, pero eso no era lo peor. Dos de esas grandes esporas, las que traían a los biotitanes, cayeron también al suelo. 

El ataque total se les echaba encima y debían de contener todo lo que pudieran a la horda y, sobre todo, a esos biotitanes.

     La súbita descarga sensorial cogió desprevenido a Benkai, que la sufrió de lleno debido a sus conexiones de datos avanzadas. La información se transmitía de forma mas eficiente a través del líquido amniótico de su tanque y eso, para algunas cosas, era un mal asunto. Sintió el espíritu máquina del titán, dirigiéndose directamente a su cerebro. Fue una sensación inquietante y perturbadora como pocas y le costó un esfuerzo consciente y continuado librarse de su influjo. La venerable máquina era poderosa pero su personalidad difícil de controlar. Necesitaría de todo su autocontrol para domeñarlo.

     Pronto llegó la transmisión de los astartes y gracias a ello logró recuperar algo la compostura. - El enemigo prepara un ataque masivo por tierra a la forja, desplegádose con esporas micéticas. El adeptus titánica procedemos a retrasarlo todo lo posible aunque no creo que podamos hacerlo indefinidamente sin tropas de apoyo. 

Justarius se destensó poco a poco, tratando de recuperar la visión, tenía la visión nublada y el dolor de cabeza era horrible. Sentía como las conexiones sinápticas estaban palpitando de puro sufrimiento debido a la tensión sufrida, pero el trabajo de un Princeps sólo acababa con la muerte........parpadeó varias veces para aclarar su mirada en acto reflejo y centro sus sentidos en la nueva oleada de datos que llegaba, ésta vez mucho más moderada que la anterior.

Al recuperar la visión, pudo ponderar que el ataque era total, miles de esporas estrellándose contra la barrera de la Forja, con los escudos de vacío trabando al máximo. La voz del Princeps Benkai se escuchó crepitar por todos los canales de comunicación internos de la cabina de mando, llegando a los tres ocupantes...

El enemigo prepara un ataque masivo por tierra a la forja, desplegádose con esporas micéticas. El adeptus titánica procedemos a retrasarlo todo lo posible aunque no creo que podamos hacerlo indefinidamente sin tropas de apoyo. 

Justarius contestó con voz rasposa, pero segura....."Sí señor...haremos todo lo posible....y daremos nuestras vidas si es necesario para proteger la Forja, pero, es cierto que necesitaremos apoyo...¿dónde están esos tanques y esas tropas terrestres? Podemos ocuparnos con dificultad de los Biotitanes...pero no daremos a basto con tanto Gante."

Acto seguido, ordenó el cierre del Titán...si esas oleadas se les tiraban encima....sería su fin. "Cornelius, dispare a placer en cuanto tenga el primer enemigo a tiro...prioridad, los Biotitanes, trate de desarmarlos. Si no pueden morder, no son tan peligrosos.... Ya no hay tiempo para más, ahora es todo o nada. Mire a ver si tenemos apoyo cercano." "Ortog....lo dicho..prioridad, los Biotitanes, trataremos de situarnos con ventaja, veamos si podemos repetir encerrar a uno entre el Deus y nosotros...cuanto más duremos nosotros, más tiempo les daremos a los chicos de la Forja y a los Refuerzos.....y por el Omnisiah... llame a los Skiitari....¡dígales que se den prisa o los chicos de la Forja tienen los minutos contados!".

Justarius sabía que eran dos maquinas de guerra formidables, que eran el terror de cualquier campo de batalla, pero éstos no eran enemigos normales, además, con tanto objetivo, no darían a basto para eliminarlos a todos antes de que llegaran a la Forja, y si la Forja caía, estarían perdidos. Era consciente que la única posibilidad que tenían de mantener el sector y posiblemente impedir el principio del fin era impedir la caída de la Forja. Tenían que darlo todo.

Apretó los dientes y trató de concentrarse.....

Se suponía que no es posible sudar o tener frío dentro del tanque sensorial. El líquido homeostático regula la temperatura corporal del Moderati haciendo que frío o calor fuesen intrascendentes. Sin embrago Cornelius sintió un escalofrío que le hizo estremecerse con una ligera turbulencia, por unos instantes le pareció que a su alrededor todo era hielo.

Las ordenes se trasmitieron a pesar de la descarga de estática y aunque al artillero le costó discernir la realidad al principio, la razón se fue abriendo camino gracias a los mantras de concentración que repetía para evitar sucumbir a la locura.

Entendido, alto y claro, señor. Buscando nuevos objetivos...-Tras unos instantes de duda, se permitió volver a hacer una sugerencia-Señor permítame sugerir la navegación silenciosa. Hostigar, atacar y huir... somos el cuchillo que ataca en la sombra, somos ira, somos venganza.

Con una fuerte inspiración, manipulo los mandos para hacer un giro y poner en trayectoria el titán. Los impulsos que manda las conexiones sinápticas a a mi cerebro y me mantienen unido al dios máquina empiezan a normalizarle tras la sorpresa inicial. Al fin y al cabo, somos hijos del emperador, forjados para ser su instrumento y, gracias a Omnisiah tenemos los medios para hacerlo. Sin esperar una respuesta por parte del Princeps, opto por activar la navegación silenciosa y así intentar evitar que nos detecten hasta el último momento.

Mi señor, entiendo que hay que disparar, ¿cierto? preguntó mientras sonreía al ver la cantidad de enemigos que se le presentaban.

Sin esperar respuesta, apuntó y disparó.

Tras la explosión de polvo y esporas por la caída continuada de estos seres comenzó a temblar la tierra. Era un temblor ligero y provocado por los millones de patas que estaban golpeando el suelo al mismo tiempo en una desesperada carrera para devorar al enemigo que llevaba tanto tiempo resistiéndose. 

La humareda era continua, pues seguían cayendo esporas, y entonces se vio. Millones de gantes salían de la humareda como si fueran personas saliendo de una niebla. Corrían dirigiéndose hacia la Forja, pero algunos giraron para encararse con los titanes, como si pudieran hacer algo ellos contra los dioses del mechanicum.

Entonces algo fue mal. 

-EszzzzzZZZZZZZzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZZZZ podrZzzzzzzzzzzzzzzZZZZZZZZZZZZzzzzzzzzzz ayudZZZZZZzzzzzzzzZZZZZZZ -la imagen que parpadeaba llena estática y rayas era la del Teniente Coronel Shezzard de la 231ª División de Tanques de Boltaris.

     El auspex se llenó de miles de señales mientras la alfombra de carne xeno se desplegó frente a los muros de la forja. Aunque sus sentidos ahora eran los de la máquina que comandaba y continuaba dentro del tanque de control, sus ojos se abrieron de par en par como instinto reflejo. Sería difícil contener una horda así, quizás imposible, pero lo intentarían con todos los recursos a su alcance. - Moderati, fuego a discreción. Concéntrense en los grandes grupos de gantes. Aprovechen el área de efecto de las armas para destruir la mayor cantidad posible. Nuestra propia seguridad es secundaria al hecho de contener la horda para asegurar la forja. No sabía muy bien que ocurría con los tanques, pero ahora su prioridad era impedir que aquellos seres desbordasen a los equipos infiltrados allí. Lo demás era secundario. Como reforzando la explicación a sus moderati, dirigió el inmenso poder del cañón volcán hacia los xenos mas cercanos y abrió fuego. Serían vaporizados de forma inmisericorde, transformándose en menos que cenizas. Ese sería el destino de todos ellos.

Las esporas no dejaban de impactar contra los escudos de vacío de la Forja.

Los impactos iluminaban el aire con su estática conforme cientos, miles de esas esporas eran destruidas por la energía que emanaba del enorme complejo defendido por ambos Titanes, que, erigidos como guardianes de metal, se interponían entre lo único que salvaguardaba el planeta y esos horrores venidos del espacio.....los Tiránidos. Esas criaturas que devoraban toda vida de todo planeta que se cruzaba a su paso, esas criaturas que no dejaban absolutamente nada con vida allá donde pasaban, y así ocurriría con su tierra también si ellos, los ocupantes de ambos Titanes, no hacían algo para impedirlo. Tenían que aguantar, tenían que dar tiempo a que los ocupantes de la Forja, ahora sus hermanos Astartes, que estaban vendiendo caras sus vidas luchando en el interior de aquel edificio, pusieran en marcha las defensas interplanetarias y pudieran asestar un golpe definitivo a la Flota Enjambre, destruyéndola para siempre. 

Justarius alzó la barbilla en el interior del biotanque, sobreponiéndose al dolor en el interior de su cabeza, y a través de los sentidos aumentados del Titán, del Dios-Maquina, miró a los ojos a su enemigo, un Biotitán gigantesco que se alzaba supurando líquido y materia rodeado por decenas de esos pequeños gantes, que pululaban por entre sus enormes patas y gañían cual cachorros mientras la enorme bestia se alzaba rugiendo un desafío a la humanidad.....

Un segundo rugido se sumó al primero y en el Auspex de señales se iluminó una segunda señal que indicaba claramente la presencia de otro Biotitán.....ajustando mentalmente los receptores ópticos pudo captar como la segunda bestia se alzaba igual que la primera, desafiando toda lógica, a una velocidad sorprendente y sin daño aparente tras la caída de miles de kilómetros, dispuesta a sembrar la muerte a su paso. 

Pitidos de aviso le informaron que el espíritu del Titán necesitaba aquel desafío, que le urgía enfrentarse a él. Bien sabía Justarius que su Dios-Máquina parecía una cosa, pero era en realidad otra.....siempre lo había parecido, y él había sabido aprovecharse de ello...."Lobo con piel de cordero" decían algunos de los mechanicum entre susurros respetuosos....

Con firme decisión, el Princeps puso toda su pericia en juego, puesto que la oleada de enemigos que se les estaban echando encima no eran normales, no retrocederían, no se rendirían, sólo habría una manera de pararlos, y era masacrándolos. Con un simple parpadeo cambió las prioridades del núcleo del Titán a modo Combate, la energía fluyó de un lugar a otro zumbado alrededor de ellos....

"Ortog, Coordenadas P-18, ya. Espero que hayan cerrado esas escotillas, si no lo han hecho, hágalo inmediatamente. Denos ángulo de tiro."

"Cornellius, dispare el MegaCañón de Plasma en Gante marcado por el Aupex como 24, radio óptimo para destruir una buena tanda de enemigos y afectar al Biotitán más cercano, llamemos su atención. Me ocuparé de disparar el Megabolter para intentar dañar sus escudos e intentaré contactar con el interior de la Forja. Llame a los refuerzos Cornellius, que vengan. No querrán perderse la diversión ¿verdad?" 

Las órdenes que daba Justarius fueron dadas con voz natural, sin prisa, pero con eficacia, decisión y precisión. Él era un Princeps, un señor de la guerra de la Schola Titánica, y sabía que sería obedecido. Sus hombres eran lo mejor de lo mejor, él mismo los había elegido. Ahora, eran ellos, o la nada.....

Cornelius no era Cornelius en aquel momento, era el Purificans Impurus en su máxima expresión. El espíritu de la máquina había estado inquieto, rabioso e indómito, pero ahora se entregaba a la sagrada batalla permitiendo que el moderati comulgase con el espíritu de la máquina hasta hacerse uno, algo que en argot del mechanicum denominaban, burlonamente, sintonizar.

Dentro del tanque movió su brazo derecho hasta situar su puño cerrado frente a los ojos y el avatar del Dios Máquina reprodujo el movimiento con total exactitud mientras los condensadores de plasma generaban una bola de pura energía tan caliente que no podía describirse dentro de ninguno de los estados de la materia.

Abriendo un canal de comunicaciones libre, para que todos aquellos efectivos imperiales dentro del radio de acción pudiesen escucharlo, dijo con voz grave y pausada:

[Moderati Cornelius del Purificans Impurus para todas las fuerzas imperiales en Boltaris I. Ofensiva a gran escala en el flanco este de la Forja, solicitamos refuerzos de infantería y carros blindados. Detendremos la ofensiva hasta nuestro último aliento. ¡Per Gloria et Mortis!¡Omnissiah!]

El grito de guerra se mezcló con la detonación del mega cañón de plasma, finalizando el mensaje con un estruendo. El disparo, casi perfecto, levantó un surtidor de tierra, fuego y trozos de cuerpos entre los invasores.

A sus órdenes, señor dijo Galb con una sonrisa mientras apuntaba y disparaba.

Por fin algo de acción. K-nex estaba ya cansado de perder el tiempo y no haces absolutamente nada. Estaba esperando a recibir nuevas órdenes de su princeps, pero se aburría de esperar algo de acción. Y entonces, el peligro comenzó y de nuevo se vieron obligados a luchar. ¡La diversión comenzaba de nuevo!

Ethan apuntó a uno de aquellos enemigos y preparó el Megabolter para disparar.