Partida Rol por web

Zarus aprieta fuerte su arco por un momento al ver aquella figura que lucía amenazante -Sea quien sea no tiene buen aspecto, pero su problema no parece ser con nosotros. Entremos y veamos si Layla y su hermano estan dentro, pues viendo como estan las cosas, si lo estan podrían necesitar nuestra ayuda- dice tratando de negar todo el malestar que sentía, pero para él era muy importante el saber que Layla se encontraba a salvo.

-Esperemos un momento a ver que mas hace esta mujer, puedes tomar mi espada si eso te hace sentir mas segura- Zarus detalla la zona y a la mujer en cuestión en busca de responder algunas dudas y analizar la situación -¿Esta sola o habrán mas maleantes por hay esperando? ¿Lleva algún arma que sea especialmente peligrosa?-

-Tranquilo, la mía me resulta más cómoda.-Digo poniendo la mano en el pomo de mi espada bastarda.-Aunque, como bien dices, no creo que el tema vaya con nosotros.

Dicho esto, me asomo a la posada con cierta incomodidad.

Veo a una mujer un tanto sospechosa esperando en la puerta de posada. Su presencia me resulta interesante por lo amenazante que parece resultar y siento curiosidad hacía ella, pero en vez de seguirla sibilinamente, como pienso en un primer momento, decido saludarla cara a cara.

Me acerco a la puerta y me quedo parado frente a  la mujer  con un sonrisa amable en mi boca que no oculta el pesar de mis ojos. La hago una sutil reverencia y la hablo con mi voz suave y melancólica.

- Buenas noches Mi Señora, ¿Sería mucho atrevimiento preguntarle si se va a hospedar usted en esta posada? Me dispongo a interpretar algo dentro para amenizar la velada y sería un honor para mí poder contarla entre la audiencia.

La pareja se había quedado un poco rezagada. No tenían muy claro si entrar o no, pero cuando vieron a Balder acercarse se quedaron esperando para ver cuál era la reacción de la mujer.

Raelia esperaba en la puerta de la posada a que la chica saliera, cuando un hombre se le acerca.

¿Un bardo quizás?

- No, no voy a estar hospedada en este lugar.

Dijo secamente sin llegar a mirar directamente al hobre ya que sus ojos estaban centrados en la puerta de la posada.

Entro en la taberna y busco con la mirada a Intissar y demás.

-Vamos, pues, Zarus.-Digo.-Entremos a ver si están dentro.

Siguiendo a Amber, el joven Zarus entra a la taberna a ver si se encontraban el resto de sus compañeros -Ehh!... Ese no es el tipo que habla con los lagartos?- susurra mientras termina de cruzar la puerta hacia el interior de la taberna.

Observo con curiosidad la manifiesta indiferencia de la mujer y me quedo callado unos segundos. Al ver pasar la pareja que entra en la posada les sonrío de forma educada y al oír el comentario del tímido muchacho de la caravana le saluda con una reverencia dando a entender que he oído el comentario y que no me molesta en absoluto.

Cuando pasan para dentro mi atención se dirige de nuevo a la mujer de la entrada. Está esperando algo desesperadamente y tiene un aire siniestro que me invita a pensar que no es algo bueno. Pero siento una gran curiosidad.

- Si no va a entrar, y parece que tampoco va a marcharse de momento, espero que no le importe que la haga compañía un rato, al menos mientras llega esa persona que está usted esperando. Me llamo Balder, pero también me llaman media mano, por motivos que no acabo de llegar a comprender. -  Digo bromeando.

- Yo podría ayudaros a que ese mote se hiciera cierto. Una daga un una mesa haría un gran trabajo.

Dijo con una media sonrisa de satisfacción en su rostro, para luego permanecer de nuevo seria y espectante en la puerta.

- El camino es de todos, no puedo hacer que os vayais por lo que pienso, pero no me molesteis en demasía o vuestra cabeza rodará por el empedrado.

Dijo cruzandose de brazos y su pie derecho se movía como un tic, esperando a que, quien esperaba, saliera de una vez.

Mi rostro se vuelve serio ante la fría amenaza.

- Muy bien Mi Señora. Os dejaré con vuestra im... paciencia si así lo queréis.

Hago un saludo educado y entro en la taberna.

Finalmente aquellos tres se metieron en la taberna dejándote sola en la espera. Aunque no tarda mucho en aparecer otro hombre que se dirige hacia allí.

Te diriges hacia la taberna El Bote del Lagarto, pero antes de entrar te das cuenta de que hay una mujer parada en la entrada. Como esperando a que saliera alguien de allí. Sin duda aquella mujer tenía un aspecto muy siniestro.

Con un simple buenas noches y mi mano en la bolsa del dinero, entro a la posada, sin quitarla ojo de encima

Esta vez cuando aquel recién llegado entró en la taberna te diste cuenta de que ya no había rastro de tu archienemiga. ¿Dónde se habría metido?

Raelia se queda estupefacta ante tal acontecimiento. 

¿Como diablos se ha ido sin verla salir, he estado cada segundo mirando la puerta de la taberna...¿Habra salido por la puerta de atras? COBARDE!!

Pensó la paladina oscura y la noche ya se había echado encima por lo que entró de nuevo a la taberna, enojada en busca de una habitación para pasar la noche. Mañana será otro día.

¡Vaya, vaya, vaya! Os intercepta un hombre entre las calles de la ciudad mientras tratais de ir a cobrar la recompensa. Parece que os habéis dedicado hoy a hacer viajecitos. ¿O me equivoco?

¿Qué ha pasado con nuestro trato? Ned me dijo que os vigilara, pues parecía que no se fiaba mucho de vosotros, y al parecer llevaba razón. ¿Acaso estáis tomando el pelo a nuestro líder?

"Me había temido éste encuentro desde que nos fuimos....habrá que tomar las riendas del asunto...y rápido, o puede empeorar la situación..." pensó el caballero al contemplar al desconocido que se les interponía en el camino. "Decidle a Ned que haremos el trabajo a nuestra manera, y dejad de seguirnos, o si os conocen, será fácil que nos relacionen con vosotros y no podamos colarnos allí, ¿o acaso no queréis desmantelar ese nido de víboras y atrapar al concejal? Largaos..." dijo el caballero con su voz ronca sin dejar de andar, con el cejo fruncido, pasando por al lado del individuo y siguiendo su camino como si no lo hubiera visto.

Cuando el hombre nos "asalta" sin duda alguna el corazón me da un vuelco. No había pensado en la tarea que teníamos entre manos, pero tampoco era algo que pretendiera desechar ya que parecía tocar asuntos muy importantes.

Cuando Mordrogath le responde de forma tan contundente, simplemente me dejo llevar aunque, se supone que Dimdel era el "jefe", así que tal vez ese sea un problema a la hora de volver a acceder a la Bailarina

-Venga, vosotros sabéis perfectamente que ese tipo de tareas requiere de un poco de tiempo y de cautela. 

Intento parecer seguro al hablar, resuelto y demostrando experiencia. Después de todo, no estaba diciendo nada del otro mundo ya que vistas la pruebas para acceder...iba a ser una tarea de tiempo y cautela.

¿A vuestra manera? dice el hombre arqueando una ceja. ¿Y por qué no nos explicais cuál es esa manera y entonces nosotros se la contamos a Ned para que se quede más tranquilo? ¿eh?