Partida Rol por web

El joven asintió. Seguro que aquel anciano les pediría algo que él mismo no puede hacer.

- El libro apareció aquí sospechosamente, la verdad es que nadie sabe como ha llegado. Nadie recuerda que lo encontraran y nadie se hace responsable sobre quien lo trajo al gremio, es un misterio también su procedencia. Y en sí el libro parece tratar sobre hierbas medicinales. El papel podría ser una especia de lista de compras y como si las tres primeras cosas ya estuvieran compradas pero es extraño el idioma y el porqué del origen del libro así como que la lista estuviera escondida.

Lo mejor sería que viajarais a la Ciudad de Mereklar, allí podréis hablar con Lady Sheeva, es una vieja amiga del gremio y me parece que en su ciudad existe una persona que conoce cualquier tipo de idioma, quizá allí puedan descifrarlo. La ciudad no está muy lejos, solo a unas pocas horas pero nuestro trabajo aquí no es movernos de ciudad en ciudad, sino permanecer estudiando los textos en el gremio.

-Disculpe Abelardo, pero me gustaría hablar con mis compañeros para valorar su propuesta conjuntamente.

Y acto seguido, Ethan invitó a sus compañeros a desplazarse unos metros más allá para poder hablar con tranquilidad del encargo del viejo escriba. Quería que, si iniciaban el viaje, todos y cada uno de ellos estuviera de acuerdo en realizar el encargo.

-Qué os parece chicos? Por mi no hay problema en viajar a esa ciudad e investigar sobre el libro. Poco tengo ya que hacer el Tormentos, y siempre viene bien estirar las piernas. Comienzo a estar harto de tanta ciudad y tanta gente. Yo acepto el trabajo! Y vosotros?

- Mereklar está al este de Tormentos Cristalinos. Son solo unas horas andando y el camino no debe ser muy peligroso. Cuando llegueis allí habladle de mi y de lo que os he contado. Quizá os pueda dar una respuesta rápida y   podáis estar de vuelta antes de que termine el día. ¿Entonces, aceptais?

Será una buena oportunidad para ir conociéndonos, podríamos pillar algo de comer para el camino y salir ahora mismo.- el joven apenas podía contener su euforia ante lo que prometía ser una nueva aventura

Ya ya sabeis,y como he dicho antes a mi me entusiasma la idea , tenemos 2 aventuras por el precio de una , ademas esta muy cerca, a solo unas horas.... 

-Parece Abelardo, que la gran mayoria de nosotros aceptamos vuestro encargo. Pero iniciar el viaje ahora, cuando esta a punto de anochecer, parece peligroso. Esperaremos a mañana y puede que en un día resolvamos el misterio de este libro y su lista.

El cielo comenzaba a oscurecer y Ethan no creyó oportuno salir de la ciudad hacia un lugar desconocido, para encontrar a quién buscaba en pleno sueño y sin muchas ganas de responder sus preguntas.

-Por cierto, maese escriba, seguro que en el gremio deben tener un lugar donde poder descansar y pasar la noche. Seria posible que pudiesemos dormir entre estas paredes...no provocaremos molestias y mañana, a primera hora, saldremos en dirección a Mereklar.

Creo que tenemos un acuerdo. Sentencio de manera seca.Miro al sabio de manera algo atravesada .Algo huele mal y no puedo evitar sentir cierta desconfianza

- Lleváis razón, quizá es algo tarde para partir, es mejor que lo dejéis para mañana, y por el momento os habilitaré  un departamento para que podáis descansar. Aunque lo mejor sería que os dieráis una vuelta y vinierais al anochecer, algunos de mis compañeros están trabajando y aquí poco podéis hacer ya. Esta noche venid a buscarme y os abriré la puerta.

-De acuerdo Abelardo, al caer la noche volveremos...- se dirigió Ethan al escriba a modo de despedida.

-Podemos dirigirnos al Templo de Pelor y preguntar el estado de Anmeh... o tomarnos un descanso y refrescar el estómago con una buena cerveza. Qué me decís?

"El deber antes que el placer"

parafraseo sabiamente el monje

Llevamos toda la noche sin dormir, y yo llegué ayer después de un largo viaje. Lo siento pero estoy cansado. Yo me quedaré a dormir. Avisadme cuando queráis partir.

El corazón del muchacho le instaba a continuar con la aventura, pero su cuerpo apenas le respondía ya. El subidón de adrenalina al enfrentarse a aquella criatura ya se le había pasado.

la idea de ir a ver el estado del herido es buena, quizas ahora nos permitan hablar con el.Sonrio ligeramnete antes de decir Y si no nos dan permiso lo mismo habra que tomarselo.

-Gruguer, descansa en el gremio de escribas mientras nosotros vamos a ver el estado de Anmeh. No creo que tardemos mucho.

Así pues, Ethan, Kung-Fu y Uffern iniciaron el camino hacia el templo de Pelor...

De acuerdo entonces. Os espero allí.-el joven contuvo un bostezo a duras penas. No le gustaba perderse parte de esta gran aventura que se les planteaba, pero el cansancio ya hacía mella en su cuerpo.

Ya me contaréis lo que habéis averiguado

Me parece buena idea pues, vayamos los 3

Gruguer nos vemos pronto

El joven Gruguer llevaba todo el día dando vueltas por el gremio de los escribas. Se había levantado tarde, quizás hacia demasiado tiempo que no dormía en una cama, a pesar de que las camas del gremio no eran de las mas cómodas, era bastante mejor que el frío y duro suelo de la carreta de su padre.
Instintivamente se llevó la mano a la espada, el último recuerdo que le quefaba de él.
Atardecia ya cuando el chico decidió daño de aquellas paredes que poco a poco se le venían encima. Buscó al maestro Abelardo para dejarle un recado por si volvían los otros. Le dijo que daría una vuelta por la ciudad y que por la noche volvería.
Se despidió del amable anciano y se dirigió al exterior.
Las sombras poco a poco se alargaban, señal inequívoca de que la oscuridad de la noche se acercaba. Lejos de amilanarse, tal vez espoleado por la curiosidad y la inexperiencia, el chico se adentró la ciudad como si fuera la boca de un lobo
Sin tener un rumbo fijo, encaminó sus pasos a la zone donde la noche anterior vieron las llamas del otro incendio.