Partida Rol por web

Sin mas, camine detrás de ellos.

Raelia miró como aquel variopinto grupo se iba de la taberna, parecía que iban de mision, pero a ella nadie le decía cuando ni como debia realizar algo. Además su viaje no era precisamente para llevar a cabo nada, sino buscar a alguien. Y sabia que pronto la vería, debía verla, era algo que lo mas profundo de su alma le pedía.

Una sonrisa aparecía en su rostro mientras bebia de su cerveza. Cuando la hubo terminado pagó lo que debía y salió por la puerta, a otro lugar diferente a lo que aquel grupo se dirigía, visitaría la ciudad, le gustaba conocer el sitio donde llevaría a cabo su macabro juego. Así...seria mas divertido.

Algo que siempre le ha gustado a Raelia es la muerte, no importa como pero era algo que le fascinaba, algo que le intigraba y la curiosidad de saber como era, si en verdad un ser venia a por ti en tus ultimos momentos era algo que la joven deseaba conocer, pero no era tan estupida como para buscarla por si misma.

Por lo que decidió ir a hacer una ruta turistica al cementerio, quizás encontrara por el camino a alguien muy conocido para ella.

En la calle ya asperó una gran cantidad de aire y susurró para si.

Estas aqui, te siento...te encontraré.

Fue como un mensaje telepatico para la otra Raelia, sabia que ella lo notaría, que sabia que estaba alli, al igual que La Oscura lo notaba.

Había permanecido en silencio durante todo el tiempo. Pasaron los dos magos, el hombre con cadenas y la mujer extraña; a todos había escuchado ya que estaba muy cerca de la dueña de la posada, pero en ninguno había centrado mi atención para tratar de pasar casi que desapercibida. Aunque los magos y el hombre con cadenas se habían mostrado bastante interesantes para mi, la mujer con carácter fuerte y de aire sombrío fue la que centro mi atención. Tal vez ella sepa algo de ti, tal vez sea parte de lo que vengo a buscar. Baje la mirada penetrante de había clavado sobre la mujer para mirar de nuevo a la tabernera.

Es curiosa la gente que viene a este lugar. Parece que cada vez conoces nuevas personas, a de ser interesante lo que escuchas de ellos. Digo sonriendo mientras mis labios rojos se curvaban en una sonrisa.

Si me preguntas el porque estoy acá... solo puedo decir que vengo buscando a alguien. Dije seca, de mi no saldría nada mas que eso.

Me acerco al cartel que habían colgado para leerlo, para luego acercarme de nuevo a la tabernera. Aunque es cierto que necesito un trabajo y tal vez esa. haciendo referencia al cartel. sea la solución.

- Si, me encanta escuchar historias y que me cuenten anécdotas. Hace tiempo que yo ya no puedo, solo hay que ver mi brazo tullido, pero eso no quita que las viva a través de las historias y aventuras del resto.

El cartel ya no está, se lo llevaron, pero escuché algo de que iban a Mereklar, está al este de aquí, quizá a unas horas andando. Con suerte aún les pillas...

Y dime, a quién buscas, tal vez pueda ayudarte.

Tal vez me quede un poco mas acá, el grupo que vino antes se las puede arreglar sin mi.

No sabía mucho de las intensiones de la mujer, pero no la tomaba como alguien que me diera desconfianza. Busque poco a poco dentro de mis pocas pertenencias para sacar una placa de una flor morada, se la pase tratando de que nadie mas la viera.

  - ¿Sabes algo de esto?. Trate de sonar despreocupada, como quien no sabe nada del objeto, pero en realidad era la base de mi búsqueda y tal vez el único dato que tenía de el paradero de mi hermano.

¡Oh! ¡Que preciosidad! Pero siento no darte la respuesta que esperabas. No sé que es. ¿Puedo ayudarte en algo?

Resignada y con un gesto despreocupado vuelvo a guardar la placa dentro de mis pertenencias. Era mas que obvio que dentro estaba que me retorcía, pero decidí calmarme y pensar que tal vez tenía que ir un poco mas allá, no sería fácil eso lo sabía.

Ante su pregunta no pude mas que sonreír. 

- La única gran ayuda que podrías prestarme en este momento es darme información de un buen trabajo de que me para vivir mientras este en la ciudad. Dije casi que irónicamente ya que ella misma me había dicho con anterioridad que no tenía ningún trabajo para ofrecerme.

En todo caso... digo poniéndome en pie de mi silla en la barra y mirando de reojo a los actuales presentes en la taberna. Tendré que salir a buscar algo afuera, no puedo quedarme con lo brazos cruzados.

Bueno, ya sabes que mientras estuviste aquí tranquilamente llegó un hombre vestido de una forma muy extraña y colgó un cartel. Después se marcharon algunos forasteros a cumplir lo que allí decía. Parece que fueron en dirección a Mereklar una ciudad al este de aquí. No está muy lejos, pero está comenzando a anochecer y quizá llegues algo tarde. 

Un intrincado letrero, tallado para representar un velero en llamas, pende sobre la entrada de esta taberna y posada. Media docena de pequeños lagartos cuelgan sobre el letrero. Los lagartos han aprendido que las diminutas "llamas continuas" que parecen quemar el velamen del barco atraen a las mejores polillas. Los lugareños creen que los lagartos dan buena suerte , y a menudo les arrojan insectos o trozos de carne cuando entran al local.

El Bote del lagarto es un establecimiento bastante limpio y acogedor, popular entre los visitantes y la clase media de Tormentos Cristalinos. La decoración a basa de lagartos se extiende por toda la taberna, con estos seres tallados en la barra y las paredes o pintados en platos y mesas.

La taberna sirve un amplio abanico de bebidas alcohólicas (incluida la cerveza Rana azul) y todo tipo de panes y mariscos.

La propietaria de la taberna es una elfa cuya mano izquierda perdió hace años y se encuentra charlando amigablemente con un gnomo y un extraño hombre. No lejos de allí hay una elfa sentada en una mesa en una esquina.

Un varano al que todo el mundo llama Lengua Pegajosa actúa como portero y mascota de la taberna.

El trio llegó a la posada con ganas de poder tomar asiento, descansar junto a una buena cena y poder establecer el "modus operandi" del grupo. Algunos compañeros se había quedado en el templo y el grupo se había reducido a tres. "Decidiremos mejor nuestros pasos si somos pocos", pensó Ethan.

En la puerta se encontraba el portero que daba paso (o no) a quién quisiera entrar en El Bote del Lagarto. Era momento de ser algo amigables y no comenzar a dar problemas.

-Buenas noches...- dijo Ethan con voz amigable y saludando con un gesto de cabeza al encargado del orden en aquel local.

Acto seguido, entró en la posada y se dirigió a la barra, donde encontró a la elfa que regentaba el negocio. Y la verdad, podía considerarse que aquella mujer sabía llevar el negocio, ya que el local era agradable y bastante limpio. Todo lo contrario a otros locales de la ciudad.

-Buscamos mesa y cama para pasar la noche. Le queda algo libre? Somos tres y nos gustaría encontrar un lugar donde poder descansar y recuperar fuerzas.

Ethsn esperaba que tuvieran suerte y la respuesta de la elfa fuerza afirmativa. Era necesario un descanso...

La paladina dedicó una sonrisa al portero, mientras le saludaba. No entendía a aquellos que iban a todos lados con caras largas, y no eran capaces de regalar una mísera sonrisa a los demás. Algo de generosidad con el resto del mundo hacía que la gente estuviera feliz, y éso era bueno.

Cuando Ethan habló a la posadera, suscribió sus palabras con una sonrisa y un asentimiento, y dijo:

-Yo al menos estoy verdaderamente hambrienta. 

¡Oh que alegría! ¡Que de gente! Había oído que están llegando muchos aventureros a Tormentos Cristalinos pero por aquí no se pasan muchos, aunque es cierto que en estos últimos días he conocido gente de lo más variopinta con sus historias y sus aventuras. ¡Que alegría más grande tenerles aquí! dice la mujer emocionada de encontraros, a pesar de que el local no estuviera precisamente vacío, pero nadie allí destacaba en lo más mínimo por lo que estuviera haciendo

¡Y por supuesto que tengo habitaciones, podéis descansar aquí por 5 piezas de plata y si os quedáis a cenar, por 7 piezas de plata os prepararé un suculento asado de cerdo con piñones y ciruelas que está recién horneado, no lo oléis?

Y decidme, qué os ha traído hasta Tormentos Cristalinos? Es agradable encontrar caras nuevas y también historias y aventuras nuevas de las que yo ya no podré hacer. 

Instantes después entró Phenios por la puerta.

¡Oh que alegría, más gente por aquí!

Un intrincado letrero, tallado para representar un velero en llamas, pende sobre la entrada de esta taberna y posada. Media docena de pequeños lagartos cuelgan sobre el letrero. Los lagartos han aprendido que las diminutas "llamas continuas" que parecen quemar el velamen del barco atraen a las mejores polillas. Los lugareños creen que los lagartos dan buena suerte , y a menudo les arrojan insectos o trozos de carne cuando entran al local.

El Bote del lagarto es un establecimiento bastante limpio y acogedor, popular entre los visitantes y la clase media de Tormentos Cristalinos. La decoración a basa de lagartos se extiende por toda la taberna, con estos seres tallados en la barra y las paredes o pintados en platos y mesas.

La taberna sirve un amplio abanico de bebidas alcohólicas (incluida la cerveza Rana azul) y todo tipo de panes y mariscos.

La propietaria de la taberna es una elfa cuya mano izquierda perdió hace años y se encuentra charlando amigablemente con un gnomo y un extraño hombre. No lejos de allí hay una elfa sentada en una mesa en una esquina.

Un varano al que todo el mundo llama Lengua Pegajosa actúa como portero y mascota de la taberna.

La posadera nada más verte exclamó:

¡Oh que alegría, más gente por aquí!

-Buenas noches señorita. -digo mientras me quito la capucha de la capa dejando ver así mi propia naturaleza. Entonces miro a mi alrededor para buscar a Raellia y el resto.

Ummmm, no es un precio asequible para todas las bolsas pero estoy tan hambriento como mis compañeros y me acomodare a sus tarifas . Respondo a mi vez manteniendo el humor sombrío acostumbrado .Me dejo caer en una silla que este de cara a la puerta apoyando la espalda en la pared, las viejas costumbres no se pierden y echo un vistazo al local buscando posibles rutas de escape y eventuales peligros .

"Siete piezas de plata... Espero tener pronto alguna ganacia, o pasaré hambre..."

La paladina asintió, y buscó en su bolsa las monedas con las que pagar el alojamiento y la comida. 

-Sin duda, el asado será delicioso. Yo también pagaré por disfrutar de su local, señorita Restinan.

Kailee sirve la comida a quien está dispuesto a pagar por ella y cuando todos tienen los platos puestos delante y una buena bebida al lado se acerca a ellos y les dice:

- ¿Y qué os trae por Tormentos Cristalinos?

Instantes después Ialdabode entraba por la puerta y tras el una mujer morena de piel pálida y esbelto cuerpo.

Aire entró a la carrera en El Bote del Lagarto, empujando sin querer a Ialdabode

Perdone, señ... Oooh, ¡qué curioso es usted! Fíjate, mi querido Aristóteles dijo mientras seguía caminando y se sentaba.

¿Cuánto me costará cenar y dormir? le preguntó a la tabernera