Partida Rol por web

El lugar realmente parecía haber sido revisado completamente, pero, ¿Sería así? ¿No era típico que en las abadías hubiese lugares secretos. Tomando todo esto en cuenta, en vez de ir revisando rápidamente como mis compañeros, Leonard se tomó el tiempo de ir mirando cada detalle, cada centímetro del lugar, intentando buscar una prueba, o algún indicio de una puerta secreta, o algún rastro de adonde se pudiera haber ido el druida.

La único que se pudo sacar en claro de aquella revisión es que a parte de que parecía haber sido saqueada, también parecía haber sido atacada. Como si algo o alguien hubiera combatido allí y hubiera roto parte de los muebles.

Lo único extraño que encontraron y que parecía fuera de lugar era un platillo de metal con restos secos y pegados de algo negro.

Leonard, mirando a sus compañeros, les dijo;

-Bien, esto es lo único que encontramos. Me hace sentido que nos dirijamos hasta el gremio de alquimistas y consultemos sobre esto, quizás ellos tengan alguna idea de donde proviene este líquido negro o puedan darnos alguna pista. -

Dije, tras lo cuál, haciéndoles una seña, Leonard se dirigió conjunto al resto del grupo a aquél lugar.

Al solo encontrar un extraño liquido negro como pista Apolo supuso que era un callejón sin salida, pero Leonard tuvo una fantástica idea, ir al gremio de alquimistas, seguro ellos podrían identificar lo que es, excelente idea Leonard, vamos.

Bueeeeeno, tanta búsqueda para encontrar un puñado de nada y un plato con algo que parecía salido de los intestinos de una rana pocha. Puaj.

 -No creo que los alquimistas vayan a querer lo que sea que está en ese plato, amigo mío. Ni siquiera ellos están tan muertos de hambre. ¡Oh, que quieres saber de dónde ha salido! Entonces vale, aunque sinceramente, yo tengo bastantes ideas sobre su origen.

Y todas ellas tenían que ver con heces o cloacas. A ver si a los alquimistas descubrían algo más.

 -Eh, eh, si los alquimistas dicen que es un plato de caca, me invitáis a una copa, ¡jajajajajajajajaja!

Y carcajeándose de lo lindo, el bufón fue tras Leonard y Apolo.

Este tranquilo edificio de madera ubicado en el Parque de la Rana (21) suele estar silencioso y en calma, abierto a visitantes introvertidos y educados, así como a los fieles de Obad-Hai. De todos los edificios religiosos reconocidos de Tormentos Cristalinos, esta capilla es la más humilde y discreta de todas.

La mayor parte de esta estructura es al aire libre, una gran pagoda con bancos largos que rodean una plataforma central. Una torre de dos pisos actúa como hogar del cuidador y una serie de habitaciones privadas al otro lado hace a veces de almacén.

Un druida mediano llamado Ferrin Kastilar atiende la capilla.

No le gustaba mucho esos lugares principalmente porque no le gustaban las religiones en general.

Se puso a dar un paseo por la capilla tenía que buscar pistas, seguro que allí encontraría algo más sobre la dichosa rana asesina. 

La único que se pudo sacar en claro de aquella revisión es que a parte de que parecía haber sido saqueada, también parecía haber sido atacada. Como si algo o alguien hubiera combatido allí y hubiera roto parte de los muebles. Además, aquel lugar parecía incluso haber sido investigado varias veces, así que si algo interesante había allí, ya alguien lo habría encontrado previamente.

Se dio un paseo por el templo buscando algún otro miembro de la orden o alguien que pudiera llevar allí suficiente tiempo como para preguntarle por toda la gente que hubiera pasado por allí buscando algo.

La capilla no era muy grande y no había ningún sitio más dónde buscar. El lugar estaba vacío y no parecía haber más miembros en aquella iglesia.

Viendo que la capilla no había ni pistas ni nadie a quien preguntar se fue a la torre donde se supone estaban las habitaciones y el almacén. 

Primero dio una vuelta por las inmediaciones antes de intentar entrar en la torre y revisarla por dentro. 

Este tranquilo edificio de madera ubicado en el Parque de la Rana (21) suele estar silencioso y en calma, abierto a visitantes introvertidos y educados, así como a los fieles de Obad-Hai. De todos los edificios religiosos reconocidos de Tormentos Cristalinos, esta capilla es la más humilde y discreta de todas.

La mayor parte de esta estructura es al aire libre, una gran pagoda con bancos largos que rodean una plataforma central. Una torre de dos pisos actúa como hogar del cuidador y una serie de habitaciones privadas al otro lado hace a veces de almacén.

Parecía que la piel verde aún no había llegado.

- ¿Y bien?- Dijo mirando a sus compañeros. - Supongo que nos daremos una vuelta, no nos vayan a sorprender con Ferrin sentado aquí regentando esto.

La capilla de Obad-Hai y el parque de la rana era uno de los mejores sitios dentro de la ciudad. Una vez eliminada la amenaza que fue la rana gigante, la paz volvía a extenderse sobre el recinto. Se notaba que un druida la regentaba y Lomenar percibía el fluir de la naturaleza en el lugar, aún tan en el centro de la ciudad.

Observó a Glavra desde lejos y la saludó con la mano, con un gesto le señaló su situación a Lictea.

Con los ojos cerrados se dejó llevar por un instante intentando recordar su bosque natal. Tras ello, simplemente se dedicó a pasear por los alrededores.

Glavra saludo a las druidas cuando les vio a lo lejos.

Estaba inspeccionando la torre y las habitaciones por lo que movió la mano para saludarles e indicar dónde estaba. 

Kranj saludo asintió con la cabeza al saludo de la verdosa chica, aún no se hacia a la idea el tenerla cerca, pero parecía bueno tener una espada más en caso de problemas, lo cual era muy recurrente en esta ciudad.

Saludos... dijo finalmente. Has encontrado algo? le preguntó sin mucho más que agregar.

Supongo que si Ferrin aún vive debe estar en el parque de la Rana, junto a los otros anfibios. respondió a Lictea.

Glavra volvió al grupo con claro semblante de tristeza.

- Bueno he buscado por todo el templo, los alrededores y por la torre y sus habitaciones. No he encontrado absolutamente nada. Teníais razón, donde quiera que este esa rana o quien le haya ayudado por aquí no han pasado. ¿Se os ocurre alguna otra idea? - preguntó esperanzada.