Partida Rol por web

Parecía que me había precipitado en mis conclusiones, en cualquier caso la situación no mejoraba para mi gusto con la llegada de aquel cuarteto, cuantos más ojos peores posibilidades de continuar oculto. ¿Y de que desapariciones hablaban? No había oído nada al respecto desde que había llegado a esta ciudad, pero quizás fuera porque su autor fuera un genio ocultándolas. Estaba resultando productiva la escucha.

La mediana se aleja con Ramase, fingiendo que ayuda al pobre anciano a caminar y procurando ocultarse tras su cuerpo de los piratas orcos, para que no la reconozcan. Cuando pasa cerca de Zynna le aclara en un susurro.

-El barco es ese de allí, pero a mí ya me conocen, así que es mejor que no me acerque.

A mí lo que más me prreocupa es que aquel orrco de antes esté rondando porr aquí y les avise...¿Como querréis avanzar?
 

Observo los barcos del lugar y el barco en cuestión que nos han indicado. Los dos informadores no me gustan demasiado y todo puede ser una trampa.

-Si estamos hablando de un barco lleno de piratas orcos, no creo que sea muy prudente actuar sin echar un vistazo.- digo permaneciendo a una distancia, alerta, pero sin las armas prestas para no dar malos entendidos.

El hombre me parece bastante sospechoso y no sería la primera vez que acabo en un mal lugar.

-¿Cómo consigue un barco así, atracar en una ciudad como esta y no tener a la guardia todo el día vigilando?-pregunto sinceramente al no conocer cómo funcionan estas cosas-tal vez deberíamos intentar averiguar sus intenciones.

Cuando os acercais hacia el barco "Venganza Sangrienta" os dais cuenta de que está toscamente construido, de un solo palo y de unos 90 pies de eslora. Tiene un gran número de cicatrices de guerra a lo largo de su casco, pero parece marinero. Tiene las velas recogidas, y en la copa hay un orco armado con un arco corto. Otros dos orcos, que llevan cimitarras melladas al cinto, vigilan la pasarela, alentando a los viandantes con sus ceños fruncidos a que pasen de largo ante el barco. Lo cierto es que al mirar alrededor, os percatáis de que no hay amarrada ninguna embarcación cerca suyo.

El extraño, raro y enclenque hombre ataviado en túnicas señaló el barco con un comportamiento bastantee xtraño cuando Zynna hizo mención de él. La mediana pareció susurrar algo en referencia al barco, que Boudiko no llegó a ocmprender o entender, pero que hizo que sus ojos se clavaran en el barco objetivo de todas las miradas e indicaciones.

Solo se podían ver tres orcos.

- Tiene razón, deberiamos echar un vistazo. Me ocultaría, y atacaría desde la lejanía, obligando al menos a estos tres. - Dijo, en referencia a los orcos. - a salir del barco para acabar con ellos. Después, avanzar con cautela. El barco no esta amarrado, así que pretenden escapar en caso de problemas. - Hice el último comentario, haciendo referencia a la carencia de amarras.

- Debemos conocer la presa antes de asaltarla. -

Sentí como se me erizaba todo el espinazo por la emoción. Si ese humano se alejaba del resto podría ser una víctima perfecta, dado que únicamente debía clavarle un aguijonazo para que los orcos dieran buena cuenta de él. Debería permanecer muy atento a lo que ocurriría a continuación o podría escapárseme algún detalle importante, sobre todo el confirmar que en verdad iba a hacer de cebo.

Cebo si, jiji, como con peces.

Pensé sonriente. Realmente deseaba que se alejara.

Si solo son tres podemos intentar asaltarlo pero no sabemos cuantos tripulantes más hay, como queráis.

Ramase no lo veía claro. No sabía cuál era la tripulación que ocultaba en su interior el barco pirata o, qué pasaría con los supuestos secuestrados que estaban en su interior.¿Era suficientemente numeroso el grupo que acompañaba a la mujerona del norte para hacerlos frente? No podía valorarlo sin conocerlos de nada.

- No nos precipitemos niña.- Le dijo a la mediana que lo ayudaba como si fuera un raquítico viejo que pasaba por allí. Ramase metió su nudosa mano bajo la capa, como buscando algo a lo que aferrarse. Estaba dispuesto a ayudar a esos desconocidos pero sólo si la balanza se inclinaba a su favor. No estaba allí para solucionar los problemas d ela guardia de la ciudad sino para abrirse camino como ciudadano de la misma.

¡No!

Salto contrariado cuando le humano de la lanza sugiere un asalto frontal. Si se daba el caso, no podría hacer nada contra ellos, porque de seguro que permanecían juntos todo el rato. Estaría obligado a continuar vigilándolos y esperar que subestimaran el número de los orcos. Si no fuera porque el viejo frenó algo el ímpetu no sabría que hacer.

Zynna asintio ante el comentario de Drogo, observando aquel barco, despues de que aquel extraño tipo se alejara de alli con la mujer pequeña. Efectivamente, si solo fueran esos los orcos que habia en el barco, dudaba mucho que pudieran suponer algun problema para el improvisado grupo que se acababa de formar. Sin embargo, algo le decia que, si habian conseguido secuestrar a tanta gente, no podian ser solo los que veian.

La mujer se limitó a asentir, por lo tanto, mientras afilaba la mirada, en busca de mas bestias que pudieran suponer una posible amenaza.

Dentro hay más, por lo menos eso me parece oír, tal vez haya unos diez en total, o puede que más-no es que sea un grupo muy numeroso, pero nosotros tampoco es que seamos muchos.

-Si alguien conoce su idioma tal vez pueda hablar con ellos de forma más cercana- digo en voz baja asegurándome que no me escuchan desde elbarco

Realmente el asunto me intriga y no se hasta qué punto puede tener relación con otras cosas que tengo entre manos ¿orcos y lagartos?. Todo debe ser más complicado de lo que parece sin duda alguna.

-Puede que además nos viniera bien saber desde cuando están aquí

En ese momento pienso en mis compañeros y en el grupo que se había formado en la mañana. Entre todos, sin duda alguna tendríamos más posibilidades de un enfrentamiento contra estos orcos, pero después de lo visto en la taberna del lagarto no se qué repercusiones podría tener un ataque en medio de la ciudad. Necesitamos saber más de ellos.

- Conozco su idioma. Es normal entre los nuestros hablar la lengua de nuestros enemigos. - Explicó el bárbaro del norte a sus acompañantes. Ellos eran cuatro, y estaba seguro que bien podían con aquel enemigo. Alzó la miraba, buscando con esta los diferentes elementos del barco que pudieran darle alguna pista, y prestó atención usando el sentido del oido, buscando alguna fuente de ruido dentro del barco, intentando saber cuantos porían haber, o que decían.

- Un asalto sin que lo esperen sería lo mejor. Somos suficientes, solo necesitamos eliminarlos poco a poco, donde su número no sea efectivo. Comenzar a atacar con armas a distancia, obligandoles a salir del barco, a un terreno donde no conozcan. - Explicó, señalando los callejones.

- Si hay inocentes dentro, es necesario que sean rescatados. Como dijo Nestor, los orcos jamás se traen nada bueno entre manos. -

Yo no tengo arrmas a distancia, perro podrría acompañarrte si decides acerrcarrte.
 

Zynna continuo observando el barco, y luego al improvisado grupo de cuatro en el que se encontraba. Ella, por su parte, poseia una lanza corta y una honda, algo que no se molesto en decir. Drogo ya lo sabia de sobra.

En su lugar, se dedico a seguir observando aquel barco, mientras su marido organizaba el resto. Se limito a asentir, señal inequivoca a Boudiko de que estaba bien, y lista para el enfrentamiento, siempre y cuando el lo requiriera.

Asi eran las mujeres del norte.

La situación me estaba haciendo rechinar los dientes lleno de rabia. Los humanos habían pasado de una situación idílica para mis intereses a la peor en apenas unos instantes. Mi única opción pasar por que la mediana y el ajado no se unían a aquella expedición, lo cual no parecía muy descabellado a juzgar por sus palabras, pero aún con esas, serían seguramente cuatro humanos contra los orcos del barco y eso me obligaba a esperar a que los debilitaran o se separaran en su interior para tener una oportunidad.