Partida Rol por web

La verdad el asunto es todo un misterio, ¿Quien y como? son las primeras preguntas que se me vienen a la mente, pero no sabría como averiguarlo, quizás tenga usted razón y el señor Tobias tenga la solución a todo este enredo, esperemos un poco mas a ver si llega.

¿Ese tal Noski es de vuestra confianza también?

A mi también, dijo Tobías haciendo entrada en la posada. Acababa de llegar justo para escuchar las últimas frases de ambos. Es curioso cómo pudieron entrar en tu posada. Si hay algún lugar del que me fío es de aquí. Dijo guiñando un ojo a Hoskin. Estaba claro que aquellos dos ocultaban algo, aunque para eso habían dejado claro que eran amigos, y los amigos tendían a guardarse los secretos.

Noski es el sepulturero. No es que sea de nuestra confianza, pero como cualquier hijo de vecino de la ciudad, con un poco de dinero, la gente tiende a no hacer preguntas.

¿Estais preparados para llevarnos el cadaver? Preguntó a Markas comprobando que no hubiera nadie cerca que pudiera escucharles.

Que bueno verlo - Dijo Markas suspirando, al escuchar al señor Tobias que entraba justo a tiempo en la posada -  estoy mas que preparado, sobre todo cuando se trata de trabajo y algo de dinero extra, precisamente he llegado algo mas temprano que usted y le comentaba al señor Hoskin que en partes pequeñas podríamos sacarlo mas fácilmente y discretamente, sin llamar la atención, pero el insistió en esperarlo a usted diciendo que la magia y la teletransportacion serian mejores métodos que los tradicionales y no tan ortodoxos sugeridos por mi.

La verdad tengo mucha curiosidad, ¿que tiene en mente, como lo haremos?

Los ojos de Tobías se abrieron como platos. ¿Cómo en partes más pequeñas? No podía creerse que estuviera diciendo lo que estaba diciendo, pero parecía que era así, porque el mediano asentía como contestando. ¿En serio quieres ponerrte a descuartizar a alguien aquí? ¡Tú estás loco! Dijo Tobías dando un paso atrás instintivamente.

Hombre, yo pensaba más en eso de teletransportar el cadaver hasta el cementerio, o hacerlo invisible, o algún hechizo mágico que pudiera sernos de utilidad. Algo que no nos haga mancharnos tanto de sangre, aunque si no disponemos de él, quizá sea suficiente con envolverlo en una manta y rezar a los dioses porque nadie nos pille. ¿Conocéis a alguien capaz de hacer algún conjuro de ese estilo?

La ciudad está repleta de aventureros, preguntar a algún ciudadano podría ser peligroso. Todo el mundo nos conoce, aunque tú... dijo mirando a Markas,  a ti no te conocen y podrías pasar más desapercibido, quizá puedas buscar a alguien para que nos eche una mano. Alguien discreto, por favor. Dijo mirando a Hoskin que asentía a todo lo que Tobías iba diciendo.

- ¡Hoooooooooooooooooooooola! - Gritó el mediano nada más entrar, dando saltitos con alegría, sonriendo de oreja a oreja. - ¡Queremos comer y dormir! Por ese orden. ¿Cuanto cuesta? ¿aquí hay que pagar? Él paga por los dos. Es un tio majo. - Señaló a Nith, mientras caminaba por la taberna como si fuera su propia casa.

Nith veia y soportaba la inaguantable actitud de un niño del mediano sin poder hacer nada por sacarselo de encima. Asi que cuando llego a la taberna y escucho las primeras palabras del mediano, el ya se puso a aclarar. -Las mismas preguntas que el... y no, no pago lo suyo, el se la paga solo- Le dijo. El tenia poco y nada de plata, y no estaba como para ir "invitando" a rondas o cenas.

El mediano que dirigía la posada dio un salito al escuchar el grito de los recién llegados. Miró a Tobías y a Markas que se encontraban con él charlando, y suspiró profundamente. Era consciente que aquellos dos desconocidos no sabían dónde habían ido.

Hoskin se acercó a ellos jugueteando con la figurilla que tenía de un cuervo de plata, y tras dar un gran suspiro de resignación les dijo: Aquí las habitaciones están muy bien, y son de un lujo incalculable, el precio por noche y por persona es de 10 piezas de oro, pero la cocina ya está cerrada. Así que si queréis dormir, pagadme, o si no... dijo señalando con brusquedad la puerta.

Estaba claro que allí estaban hablando de algún tema importante, y no querían que se les interrumpiese.

De pronto y sin que nadie supiera por qué, Tobías cambió su cara. Se le había descompuesto el rostro, y algo le había empezado a preocupar. Miró a Markas, que quizá él pudiera ayudarle, pero no quería comentarle nada delante de esos recién llegados.

Markas, ha habido un prequeño problema... no quería hablar del tema... . Lo acabo de notar. ¿Serías capaz de venir a ayudarme, qué tal si salimos fuera y te explico? ¡Es muy urgente!

Ante la brusca interrupción de aquellos recién llegados Markas había enmudecido, y se limito a ver las caras de Hoskin y Tobias con frustración y resignación, el mediano dueño del lugar inmediatamente intervino y respondía a las preguntas de aquellos forasteros.

Repentinamente la cara del señor Tobias cambio abruptamente, el cual le invito a salir a fuera para hablar, a lo que Markas contesto, por supuesto señor Tobias, voy detrás de usted o quizás podamos subir a la habitación y vamos adelantando el asunto que nos ocupa con el señor Hoskin, aquí por ahora no podemos seguir con la conversación que nos interesa, volteando hacia el mediano le hizo señas de que estaría con el señor Tobias mientras el se las arreglaba con aquellos clientes.

El todo azul de la piel de Nith se debe haber aclarado al escuchar el precio de la estadia en este lugar. Creo que en su vida el habia visto tanto dinero junto. -Sepa disculpar nuestra intromision entonces ya que no contamos con tal suma... ¿Crees que podria indicarnos el camino a un establecimiento mas acorde a nuestras posibilidades?- Dijo intentando de mantener tacto y cortesia en la pregunta.

- ¡Que caro! - Se quejó el mediano, haciendo aspavientos varios. - ¡Así como vamos a evitar que esos extraños seres sigan prendiendo fuego a las tabernas por las noches! ¡Será imposible si no tenemos un buen descanso y una buena comida para proseguir nuestra difícil investigación! - Exclamó - ¡La nota lo dejaba bien claro! ¡cualquiera podría ser la siguiente! ¡Cualquiera! - Reafirmó sus palabras.

- Bueno, nos iremos a defender otra taberna. ¡Hasta luego! - Dejó unos segundos, a ver que decía el mediano, si comprendía la imperial necesidad de dejarles dormir allí de barde con el único objetivo de poder salvar las tabernas de la ciudad y que estas no corrieran el mismo destino que la otra que se quemó.

¡Sí, si, claro! Unos aventureros de buena fe van a andar andando a estas horas por la ciudad tratando de salvar posadas. Venga hombre, dijo enviándolos a la taberna del Lenguado Macerado. Ese establecimiento si que será acorde a vosotros. ¡Largaos! Gritó el mediano de muy malas formas mientras veía como sus dos amigos se marchaban también.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Antes de entrar me meto en un callejón contiguo y desvalijo al individuo este. Luego lo dejo ahí tirado y entro en la taberna. Me acerco a la barra y pido habitación.

-Saludos, pequeño amigo. Busco  habitación para una noche. Acabo de llegar a la ciudad y he sufrido el ataque de una criatura extrañísima. Casi no llego a vuestras puertas con vida - dijo Filos ocmo explicando el estado de su vestimenta.

¡Oh! ¡Ya veo! ¡Por favor, siéntese! Dice dejándole una silla para que descanse. Le mira las heridas y entonces asiente preocupado. Creo que lo mejor es que vayas al templo de Pelor, Lyra y sus ayudantes podrán sanar sus heridas a un módico precio, tienen muy mala pinta.

Sabía que la ciudad era peligrosa por la noche, pero no sabía que hubiera criaturas nocturnas. ¿Cómo era, pudo verlo bien? Dijo mientras saca un trapo húmedo para limpiarle ligeramente las heridas.

-No le sabría decir. Jamás había visto algo así. Era una criatura con largos tentáculos, que apareció en mitad de la noche.

Filos pidió el desayuno y lo disfrutó lentamente.

-Me parece que tendré que posponer la visita al templo. Tengo un asunto que atender. ¿Cuanto le debo de la noche y el desayuno?

Comenzó a recorrer el camino que daba a la puerta por la que acaba de entrar, iba sonriente pues era feliz, ya estaba en las calles de la ciudad a la que quería llegar, con mucho menos dinero del que le hubiera gustado, pero tampoco se podía pedir todo. Ningún edificio le llamó excesivamente la atención, excepto uno que pudo identificar como el cuartel por la cantidad de guardias que había, por suerte para él al pasarlo el resto de edificios no parecían peligrosos para alguien como Dan.

No paró de andar hasta encontrar una posada, El Cuervo de Plata, la decoración del exterior no parecía mala y al no tener una idea clara de por dónde debía comenzar pensó que aquella posada era un lugar como tan buen otro. Con su inseparable sonrisa entró empujando la puerta con cuidado, el interior le dejó claro que aquella taberna no era una cualquiera, si no una buena.

Se acercó hasta la barra y miró con curiosidad al hombre que estaban curando. –Hay que tener cuidado buen hombre, o la próxima vez puede que acabes peor– dijo con la intención de animarle, aunque quizás se estaba metiendo dónde no era bienvenido, pero ya era tarde para echarse atrás. –¿Qué tengo que hacer para conseguir una buena cantidad de rumores?– preguntó después tocando su bolsa a la que pocas monedas le quedaban ya.

¿Largos tentáculos? Dijo sorprendido el mediano al hombre que estabe herido en la silla. Jamás había oído algo así. No sabía que hubiera monstruos de esa clase en la ciudad, aunque teniendo en cuenta la de cosas raras que están sucediendo estos últimos días, cualquier cosa podría aparecer. Yo me andaría con ojo si volviera a salir de noche. Pregunta por Anmeh, quizá él sepa algo sobre esa criatura.

Luego no comprendió lo que quería decirle, ¿por la noche? No es nada, no recuerdo que te hayas alojado, ni tampoco has dormido aquí. Así que no tienes nada que pagarme. Dijo sin comprender de lo que estaba hablando. Bueno, por el desayuno con que me des un par de piezas de plata será suficiente. Tampoco era algo excesivo, y seguramente te diera hambre en cuanto llegara el medio día, así que por un mendrugo de pan y un tazón de leche, no había que pagar mucho más.

Después miró al hombre que acababa de llegar, y que sin siquiera saludar llegó preguntando algo. Buenos días, dijo entre un carraspeo mientras dejaba de curar a Filos. Supongo que tendrás que preguntar a la gente. Dijo mientras se encogía de hombros. ¿Qué puedo hacer por usted?