Partida Rol por web

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

Al llegar al lugar, Leonard se arregló las ropas y se quitó el polvo como pudo, no olvidaría que seguía siendo un caballero. Una vez hecho esto, caminó hasta el mostrador, y mirando al mediano, preguntó con naturalidad;

-Muy buenas noches, yo y mis compañeros buscamos algo de comer, y una buena cama para dormir, ¿Cuanto cuesta la habitación y la cena? -

Preguntó, Leonard con cordialidad, mirándolo, para luego pasar la vista por el lugar, observando cada detalle de este.

Enzo se había quedado milagrosamente callado al llegar a aquella posada. ¡Señor de la carcajada cruel y gratuíta, aquello tenía pinta de ser carísimo! Ni de lejos se iba a poder permitir cena y cama en ese lugar, a no ser que el generoso noble se volviera a ofrecer a pagar la cuenta, cosa que sinceramente dudaba. Al menos a él, a la elfa seguro que le pagaría la fonda con gusto.

Cuando Sha'lin entró en la posada, el bufón se inclinó exageradamente a modo de respeto (o parodiando a un sirviente, con Enzo no se sabía).

 -Es una buena posada, ¿no creéis, mi señora? Digna de una refinada dama, aunque creo que es demasiado lujosa para un pobre bufón.

- Bienvenido al Cuervo de Plata, señor. Mi nombre es Hoskin y soy el humilde posadero. Has llegado a la taberna de ensueño de Tormentos Cristalinos. Nuestras habitaciones son suites con tres departamentos; un sala de estar, un dormitorio y un baño privado. En el precio se incluya desayuno, masaje, baño caliente y servicio de lavandería. Cada habitación está asegurada con una cerradura a prueba del más habilidoso de los ladrones. Nadie ha entrado jamás a robar pues resulta imposible.

Y todo esto, ¡por el módico precio de 10 piezas de oro! Una oferta que nadie puede rechazar.

Una mueca de horrorizada sorpresa apareció en la maquillada cara de Enzo. ¿Que qué de QUÉ? ¡Eso era una maldita (o bendita) fortuna por pasar una noche! No, definitivamente él no iba a dormir en ese sitio. ¿Qué otras posadas baratas habría en la zona aparte de "La Pezuña en la Boca"? Aaaah, ahora se arrepentía de haber insultado a aquel enano. Bueno, en realidad no, pero sí que lamentaba tener que ponerse a buscar otra posada a esas horas. Porca miseria.

 -Es una pena, pero como ya os dije, este lugar es demasiado refinado para un simple comediante como yo. Creo que buscaré otro lugar para hacer fonda, mi señora. ¡Si deseáis acompañarme cualquiera de los dos, sois más que bienvenidos! Si no, siempre puedo pasar a buscaros mañana para continuar con nuestra asociación laboral.

Si la elfa le ponía ojitos al noble, igual le convencía de quedarse en ese sitio. Pero en lo que respectaba a él, ni de lejos se podía permitir dormir en un sitio como ese.

Leonard al escuchar las palabras del precio, se mantuvo con gesto impasible, intentando no mostrar ninguna reacción, aunque ciertamente el precio, para su situación actual era estratosférico. Haciendo una reverencia ante el mediano, señaló;

-Muchas gracias, Hoskin, estábamos cotizando los precios. -

Tras lo cuál observó como el bufón se iba, y mirando a su compañera Sha'lin, le hizo un gesto para que los acompañara.

La mayor parte de la fachada y las tejas de este edificio de mármol está cubierta con pintura plateada. Toda la estructura está adornada con embellecedores de plata, muchos con forma de cuervo, y una exquisita estatua de plata de un cuervo se apoya en una barra del mismo material sobre la entrada principal. Este ostentoso establecimiento es el Cuervo de plata, la taberna y posada más prestigiosa de Tormentos Cristalinos.

Un agradable mediano parece ser el encargado del local, lleva entre sus manos una figura de un cuervo de plata y se muestra muy sonriente ante su público.

El camino hasta allí había sido bastante tranquilo. Más allá de un par de bifurcaciones en las que había necesitado preguntar a algún transeunte, no habían tenido problemas para llegar hasta allí. Le habría gustado haber podido hablar algo más con Uh-Krag por el camino, pero habían estado más atentas al camino que a la charla. No podía evitar que la guerrera despertase su curiosidad.

El Cuervo de Plata resultaba algo digno de ver. El rostro de Gaëlle se iluminó en cuanto cruzaron el umbral de la posada. Contempló el local como si se tratase de una obra de arte. En lugares como aquel se encontraba en su ambiente. 

Sin titubear, se adelantó y sea cercó al mediano que parecía al cargo del local. Aquel lugar parecía lo suficientemente cuidado para molestarse en preguntar antes de sentarse en cualquier mesa. 

-Buenos días, caballero. Mi compañera y yo - señaló a Uh-Krag - acabamos de llegar a la ciudad tras un largo viaje y desearíamos comer algo. 

Por el nombre del Cuervo de Plata, esperaba un local con clase. Y no se hubiera sorprendido mucho si en cambio hubiera sido todo lo contrario. Había conocido tabernas con nombres como "El Descando de la Reina" o "Las Delicias de Isabar" a las que llamarlas cuchitril era ser generosa. Pero lo que la había pillado por sorpresa había sido el increíble grado de ostentación al que se llegaba en aquel sitio. Tuvo que contenerse para no soltar un silbido de admiración. Pero fuese donde fuese, sabía que lo mejor era hacer ver que estabas en tu ambiente. Así que se acercó al mediano con su mejor sonrisa y exudando confianza. Y si se sentía intimidada por el lugar, tendrían que ponerle un cuchillo en la garganta antes de que lo reconociese.

-Buenos días, también. Igual que la señorita, nosotros acabamos de llegar. Nos dijeron que podíamos preguntar por Hoskins acerca de un mago que necesita ayuda. ¿Tendría la amabilidad de indicarnos al caballero, si no es usted?

Dagarth observo de arriba a abajo el lugar, aquella ostentosidad le daba asco, otro de esos locales donde la gente pudiente se sienta a beber y a reirse del pueblo con menos suerte al que consideran inferior , todos muy seguros de si mismo con una gran bolsa de dinero colgada del cinto, Ese sitio Gritaba a los lejos Elite o por lo menos es lo que parecia.

El joven se mantuvo todo el rato por detras de Glennis dejando que ella hablara a ver si dama con el empleador lo antes posible., esperaba que el pago del trabajo hiciera juicio al nivel del lugar de contratación

Para la bárbara era toda una maravilla aquella posada, tantos adornos brillantes, tanta exquisitez en un solo lugar, Uh-Krag se sentía apenada en entrar en ese lugar, además que la mujer del cabello de fuego la invitara a comer, realmente estaba debiéndole bastante y tenía que honrar mi palabra, estos gestos hacían que volviera poco a poco la confianza en los demás seres.

Luego de que la mujer de traje azul mencionara a Hoskin, repare en su conversación con el Gnomo, también había escuchado sobre aquel personaje, al parecer sería una buena forma de ganarse un dinero, -quizá ser el señor Gnomo, Uh-Krag también escuchar sobre Hoskin en viaje anterior-, dijo la bárbara al resto de grupo, tal vez si se consolidaban como un grupo podían tener mejor oportunidad para cualquier situación.

Uh-Krag se acerca a la mujer del cabello de fuego, -no preguntar tu nombre antes, yo ser Uh-Krag, ¿tu como llamarte?- menciona la humana señalando a la pelirroja.

-Oh, ¿también habéis venido aquí por este trabajo?-Preguntó Glennis, girándose ligeramente hacia las dos mujeres, al oír a la bárbara hablar de Hoskins. Tras pensarlo un momento añadió-Quizás, dependiendo del trabajo, podríamos ir todos juntos. Tendríamos que repertirnos la recompensa. Pero también sería reducir los riesgos y evitaríamos competir entre nosotros. Y creo que nuestras capacidades se complementarían bastante bien-En realidad, Glennis no sabía qué capacidades tenía la pelirroja o cómo se complementarían con las suyas. Pero la rubia parecía de lo más capaz de romper cosas golpeándolas con otras cosas, que no era una de las mayores habilidades de Glennis.

-No sé si os fijasteis en nosotros, pero coincidimos en la entrada a la ciudad. Yo soy Glennis, hechicera y recién llegada a la ciudad. Y este-señaló a Dagarth- es mi veteraño compañero y camarada, al que también he conocido en la puerta de la ciudad, Dagarth.

Prestó atención cuando sus compañeros preguntaron por el tal Hoskins. En sus múltiples viajes había aprendido a no dejar pasar nunca información de ese estilo.

Al notar que Uh-Krag se acercaba, giró ligeramente la cabeza para sonreirle. La guerrera entonces se presentó y le preguntó por su nombre. 

-Gaëlle, mi nombre es Gaëlle Bellerose - le puso con suavidad la mano en el brazo - Es un placer. 

La sugerencia de la hechicera de que pudieran hacerlo juntos llamó su atención. Ella tenía sus propios planes, pero acababa de llegar a la ciudad, y en realidad no tenía del todo claro por donde empezar y no conocía a nadie. No solo eso, sino que empezaba a intuir la posibilidad de una aventura, y una aventura significaba una historia. 

-Se me ocurre, compañeros, que esta es una conversación que quizá podríamos acompañar de una copa de vino y algo caliente con lo que llenarnos el estómago - se dirigió a Glennis y Dagarth - Mi compañera parece interesada, y a mi comienza a intrigarme la propuesta. 

Un placer, supongo- dijo no muy convencido no conocia ninguna de nada y asi de buenas a primeras le parecia desventajoso el unirse en un amplio grupo dado que nunca se sabe en quien puedes confiar, si solo fuera Glennis lo podria controlar al fin y al cabo no es dificil cuidarte las espaldas si solo hay una persona que te puede traicionar, pero aquellas dos muchachas aumentaban a 3 las incognitas en aquel trabajo y por desgracia ya habia sido traicionado  anteriormente  por una amable cara bonita la cual habia sido la causa de su ruina y el joven no queria volver a caer en aquel tipo de redes

Quizas deberiamos buscar una mesa y sentarnos a la espera de que nos den noticias del individuo en cuestión, ya negociaremos nuestras opciones despues- cometo amablemente pensando en tampoco juzgarlas demasiado por sus experiencias pasadas, no parecian gente proclive a la conspiración,  por lo que quizas deberia guardar un poco sus prejuicios hasta tener medido el valor de aquellas muchachad

-Buenos días, caballero. Mi compañera y yo - señaló a Uh-Krag - acabamos de llegar a la ciudad tras un largo viaje y desearíamos comer algo. 

Buenos días, mi señora. Aún es algo temprano y no tenemos la comida preparada. Supongo que tendrás que venir a mediodía que es cuando empezamos a servir las comidas. Dijo lamentándose por no poder llenar los estómagos de sus recién llegadas. 

-Buenos días, también. Igual que la señorita, nosotros acabamos de llegar. Nos dijeron que podíamos preguntar por Hoskins acerca de un mago que necesita ayuda. ¿Tendría la amabilidad de indicarnos al caballero, si no es usted?

Buenos días, saludó también a Glennis, ¿un mago que necesita ayuda? ¡Ah sí! Vino buscando ayuda anoche, supongo que podréis preguntar por él en el templo de Boccob. 

Si no hay comida, ni el mago esta en este lugar no combiene que perdamos demasiado tiempo en este lugar - le dice el hombre a sus acompañantes , con animo de retomar camino hacia ese trabajillo lo antes posible.

Podemos volver aqui mas tarde cuando tengamos claro que ofrece ese tal mago y si conviene aceptar el trabajo-despues mira pensativo al resto de las mesas - aunque quizas por aqui halla alguien mas que ofrezca algun trabajo lo suficientemente lucrativo como para que sea interesante.

Magos. ¿Por qué con ellos todo se complicaba?

-Bien, gracias por la información, Señor Hoskin. Parece entonces que no nos quedaremos mucho.-Coincidía con Dagmar. Si no había magos ofreciendo trabajo y tampoco comida (y no estaba segura de que, aunque la hubiese, pudiese permitirse los precios de un local de aquella pinta), no tenía sentido quedarse allí más tiempo.

-¿Vamos al templo de Boccob, entonces? Y por el camino, podemos aprovechar para conocernos un poco mejor. Yo ya he dicho que soy hechicera, pero aún no sé mucho de vuestras habilidades, o por qué habeis venido a esta ciudad.

Gaëlle dejó ver un gesto de decepción al escuchar que era demasiado pronto. Estaba bastante segura de que podría haber convencido al posadero de que abriesen la cocina para ellos, pero sus compañeros parecían tener prisa y ella estaba intrigada por lo que se traían entre manos. Por más que no le gustase, iba a tener que esperar, no le quedaba más remedio.

– Disculpe los modales de mi amigo, es algo impaciente – le comentó a Hoskin, refiriéndose a la brusquedad con la que Dagarth había insinuado que estaban perdiendo el tiempo allí – Este es un establecimiento ciertamente atractivo, y algo me dice que volveremos. Solo de imaginar la comida que servirán se me hace la boca agua, y buscamos también un lugar donde pasar la noche. Por lo que me han contado no hay lugar tan seguro y confortable como este. Quizá volvamos a vernos más tarde – usó aquella frase a modo de despedida, sin confirmar que fuesen a volver, pero asegurándose de causar buena impresión.

Se dirigió a la puerta tirando suávemente del brazo de Uh-Krag para que la acompañase.

– El templo del dios de la magia… casi ni recuerdo la última vez que visité uno de esos – le comentó despreocupada a sus compañeros – Creo que estaba cerca de aquí. ¿No lo hemos visto de camino?* 

Salió del establecimiento junto a sus compañeros. **

– Estoy segura de que la carga que llevo a la espalda da alguna pista de lo que se hacer - un estoque y un laud - Habéis sumado a vuestra causa a una juglaresa. Una con bastante talento, si se me permite- sonrió a Glennis con cierta picardía - Sobre mis motivos... Si me lo permiten, es algo que preferiría tratar con una copa de vino y una serenata de fondo. Se trata de algo personal, pero ahora mismo tengo tan pocas pistas sobre por donde empezar que este bien podría ser un camino. 

Una vez fuera del establecimiento, la bárbara escuchaba a sus compañeros presentarse y exponer sus profesiones, en el caso de Uh-Krag no había mucho que decir, su más grande habilidad era el de las armas, tal vez eso era algo importante para ellos; -si tener hambre, yo poder salir y cazar algo- propuse con ímpetu, esa era una de las cosas que se me daban bien, o al menos esa era la manera en la que podía comer en mis viajes.

Hoskin asintió a las palabras de los recién llegados. De hecho, si esperáis un poco más podréis comer algo, en seguida tendré ya la comida lista y os podré servir un plato de comida caliente. Cuando hablaba de los precios sonrió, comer aquí tampoco es que sea especialmente caro. Servimos productos de aquí de Tormentos y de los alrededores, y no es que sea un gran chef. Cobramos 5 piezas de plata por comida, así que estoy más que seguro que podéis comer aquí si lo deseais. ¿Os preparo una mesa o al final os marcháis al templo?