Partida Rol por web

Aire se giró para ver a Vitgurat. Tuvo que mirar hacia arriba para verle entero.

¡Ualaaa! ¡Eres enorme! ¡Fíjate Aristóteles! en su regazo llevaba un sapo, que croó indiferentemente. ¿Eres familia de los gigantes? Yo creo que tengo un tatarabuelo gigante, ¡a lo mejor somos primos lejanos! la joven dio unos saltitos de alegría, contenta por descubrir a alguien de su familia en esa ciudad.

¿Cómo te llamas, primo? Yo soy Aire

Vitgurat devolvió su atención a la mujer que ahora le hablaba impresionada por su tamaño.

Sonrió levemente. El hecho de que le dedicaran cumplidos a su tamaño comparándole con un gigante, no hacía más que acrecentar el orgullo que el orco tenía por su cuerpo bien entrenado, aspecto que consideraba de importancia para cualquiera que se considerara un guerrero. Por ende, las palabras de la humana eran de su agrado.

No. No desciendo de gigantes aunque agradezco que me compares con uno. Yo soy Vitgurat, sigo el camino del guerrero para que así mis antepasados se sientan orgullosos de mi fuerza y habilidad. No soy tu primo pero podemos conocernos mejor si es eso lo que quieres, aunque primero debo hablar con Iborian.

La cara de Aire fue de tristeza cuando Vitgurat le confesó de que no tenía sangre de gigante. Miró al suelo y jugueteó con sus pies.

Jo, a mi me hacía ilusión que fueras mi primo*.... Pero bueno, ¡podemos ser amigos! Sí, sí. Mira, este es Aristóteles levantó de nuevo el sapo, intentándolo poner a la altura del rostro del orco Es mi compañero del alma, mi fiel consejero... ¡Y sabe hablar! Aunque es un rancio, sólo lo hace al oído y no con todo el mundo empezó a pinchar con el dedo a su sapo, que croaba con enfado.

¿Quieres ser guardia para honrar a tu familia? Yo tengo que ganarme las alas en la tierra para volver al cielo con mis padres aseguró, asintiendo con energía

El orco observó a la humana como si estuviera loca. No entendía muy bien a lo que se había referido con ganarse sus alas. Encima hablaba con un sapo, probablemente se tratara de una bruja y sino, realmente estaría loca. No apreciaba a los usuarios de la magia, eran algo con lo cual él no deseaba involucrarse demasiado pero teniendo en cuenta que era una humana bastante deseable en apariencia y al parecer un tanto inocente, golpeaba justo en la debilidad viciosa del guerrero que acostumbraba a llevarse alguna mujer cada vez que, con sus hermanos de clan, asaltaban un asentamiento.

Sonrió mientras recordaba a su clan cuando aún estaba en pie pero rápidamente volvió a enfocarse en Aire y luego en el sapo.

Así es. Creo que como guardia mis habilidades podrían ser útiles.

No suelo establecer amistad con mujeres. Usualmente me acuesto con ellas y a cambio las protejo de muchos males pero no me parece mal conocernos mejor, tal vez en privado en la habitación de alguna taberna. Claro está, primero como dije, debo hablar con Iborian para unirme a la guardia, si es que reclutan.

Por cierto, ¿a qué te refieres con ganarte las alas?

Vitgurat miró al líder de la guardia y le saludó cuando este le tendió la mano.

Mi nombre es Vitgurat, he llegado hace poco a la ciudad. He venido hasta aquí con la intención de ser reclutado en la guardia. Ahora bien, quisiera saber si se buscan nuevos reclutas y que es lo que tengo que hacer para ser reclutado.

Luego de decir eso, dirigió su atención a Aire.

No sé lo que ella necesita aunque parecía ser importante.

Aire se quedó confusa. No entendía a su "ya no primo" Aristóteles, ¿a qué se refiere con acostarse con ellas? No entiendo... pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la llegada de Iborian. Iba a empezar a hablar, pero el orco se la adelantó, así que tuvo que aguantar con educación.

Misha, de esa tienda tan bonita que hay en la ciudad, me ha dicho que venga a pedirte ayuda Empezó a meter la mano entre sus ropas hasta sacar un pergamino.

Al llegar a la ciudad, escuché que un sacerdote de Boccob llevaba desaparecido durante meses. Intentando poder conseguir algo de oro para sobrevivir, empecé a investigarlo. Los guardias no sabían nada, y en su templo me dejaron entrar en su habitación. Escondido, supongo que por temor, encontré este documento:

La investigación sigue en curso, creo que he hallado una pista sobre lo que está tramando Desthen. Sin duda puede ser la última y la que me ayude a revelar todo este rompecabezas. Parece que el arcanista se ha dedicado a buscar pergaminos de "de la carne a la piedra" y ha usado criaturas vivas para realizar sus esculturas. ¡Ya decía yo que muchas de las figuras que vendían tenían gran parecido con las criaturas de los alrededores de la ciudad!

    El pobre Merrin no se ha dado cuenta de nada. ¡El pobre ha sido otro más en la lista de engañados!

    En fin, estoy algo asustado pero creo que lo mejor es ir a hablar con él, ¡necesito que me de una explicación y me aclare todo este asunto! Después avisaré a Merrin del engaño. Sí, creo que será lo mejor...

Alguien también me dijo que había una estatua que se parecía mucho al sacerdote, pero yo eso no lo podía saber, pues no le he visto nunca. Así que fui a hablar con Desthen, a pesar del peligro que eso suponía.

Empezó a juguetear con el pie en el suelo. Pero no conseguí nada. Sólo conseguí que Desthen desconfiara de mí y me amenazara con ir a la guardia si seguía preguntando.

Al final conseguí ayuda. Un hombre que se ha ido a apagar un fuego y mi amigo, que Desthen le ha hecho piedra. Él, aprovechando de que estaba padeciendo una extraña enfermedad en la piel, fue a Desthen y atacó a su vanidad, diciendo lo buen mago que le habían dicho que era. Nos quedamos fuera, escondidos, esperando que volviera... Y no salió nunca.

Al final, decidimos entrar en la casa. Nos atacó con dos criaturas asquerosas y malignas, pero no nos hicieron ningún daño. Revolviendo en sus cajones, encontré varios pergaminos de "de la carne a la piedra", y entonces Desthen nos amenazó:

"Lo mejor será que os andéis con cuidado. O al final lo lamentaréis"

Terminó y respiró hondo, había soltado esa parrafada para evitar que la cortaran.

¿Me vais a ayudar, por favoooor? dijo, con ojos suplicantes.

Iborian miró al orco y torció el rostro. Me temo que no puedo contar contigo entre mis guardias, los de tu raza están empezando a tener muy mala fama en la ciudad, llevan días dando bastantes problemas a los habitantes de Tormentos Cristalinos y me temo que no seríais muy bien aceptados, pero supongo que puedes encargarte de otro tipo de asuntos que también sean igualmente necesarios.

Luego escuchó a la chica plantear el problema que tenía entre manos.

Ves, le dijo, este puede ser un asunto en el que alguien como tú pueda ayudarnos. Iborian asintió a la mujer. Desthen vino en busca de ayuda no hace mucho tiempo, nos dijo que habían entrado en su casa pero cuando fuimos ya no había nadie. Parece ser que quien entró fuiste tú con tus amigos. Dijo sorprendido. Lo normal sería que te detuviera ahora mismo por entrar en su casa sin su permiso, pero creo que me has dado motivos suficientes y sobre todo muchas pistan que implican a Desthen en todo el asunto del clérigo desaparecido. Vamos a su casa y hablemos con él, ya va siendo hora de que de alguna explicación a lo que está pasando.

El orco reflexionó lo que había contado la humana. Parecía que realmente necesitaba ayuda lo cual no era algo a lo que realmente estaba obligado pero al parecer, si ayudaba a la mujer, tal vez Iborian cambiaría de parecer y sino al menos esperaba que se le recompensara apropiadamente.

Le molestó el hecho de que no fuera reclutado por su raza, no porque no tuvieran razón sino porque eso frustraba sus planes pero tal vez si ganaba la confianza del líder de la guardia tendría alguna oportunidad.

Asintió.

Bien, puedo ayudar en ese caso. De todas formas no es que pudiera negarme al pedido de ayuda de una mujer.

En realidad si podía pero en este caso podía favorecerle.

Vamos entonces al hogar de este “Desthen”.

No hay que preocuparse, Aire, puedes confiar en mi fuerza si llega a ser necesaria.

El único problema sería que probablemente, si las cosas iban mal, debería de enfrentarse contra un mago. No le agradaban esos individuos.

Oois, que bien, Misha tenía razón. Ahora tenemos dos nuevos amigos y vamos a por ese mago malo que convierte a la gente en piedra dijo, todo contenta, como si la hubiesen hecho un regalo que llevase tiempo esperando.

¿Vamos nosotros tres? ¿Y si se vuelve invisible... qué hacemos? Yo había pensado en algo de pintura, si lo tiramos por el suelo lo pisará y lo veremos meditó en ese momento sus propias palabras, asíntiendo por su gran inteligencia. A veces te sorprendo, ¿verdad Aristóteles? su sapo croó para mostrar su conformidad, y la hizo un gesto con la cabeza.

Muy bien, yo os guio. ¡A casa del magucho!

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

El paseo ligero le había levantado el ánimo paso a paso, pues esperaba tener un negocio decente entre manos. En cuanto llegó a los cuarteles buscó a un guardia con urgencia.

-Buenas noches, se que es un poco tarde, pero no molestaría si no fuera un asunto urgente. He oído que en la ciudad se han dado algunos incendios últimamente y supongo que se buscará al causante de ellos y lo cierto es que me preguntaba si había algún tipo de recompensa por darles información sobre su posible paradero.

Elwimir sonreía complacido, pues sin duda alguna, por alguien así, ganaría algunas monedas.

-Por supuesto, comprendo que de haber recompensa, se dará con una información veraz

Efectivamente, hay rumores de que el incendio ha sido provocado. Llevamos varios días teniendo que sofocar algunos incendios y no sabemos si todos están relacionado o no. El caso es que si alguien sabe quién es el causante y lo atrapa o nos avisa de donde atraparlo, será, claramente recompensado. En cualquier caso es un tema que tenemos que hablar con Iborian. Mañana en cuanto llegue lo hablaré con él y te diré. Así que si queréis, pasaros mañana por la mañana. ¿Tú sabes alguien de quién es el causante?

-¿Mañana?-dijo sorprendido -Mañana ni él mismo sabrá donde está, tienen que ir ahora mismo a detenerlo o perderemos su pista y yo mañana no pretendo estar esperando a que lleguen para cobrar, ya que tengo otros asuntos que tratar

Lo cierto es que el hombre estaba bastante sorprendido. No iba a ser fácil atrapar a aquel hombrecillo ¿o mujercilla?, nunca se aclaraba con los medianos, y le estaban estropeando un trabajo facil.

-Mira, si solucionamos este problema ahora, con prontitud, te daré una parte de la recompensa por las molestias

Si estás tan seguro, dime dónde puedo encontrarle. Dijo animado por la recompensa. Quizá nos podamos hacer cargo de él entre los dos, y ya mañana ya habrá tiempo para darle explicaciones a Iborian de lo que ha sucedido. ¿Dónde está?

-Me parece bien. Ademas hay testigos que confirmaran du culpabilidad
Tras decirle esto, Elwimir le hace un gesto para guiarle hacia la taberna de Blagh

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Allí estaba. El cuartel, y por lo que parecía, también la prisión de aquella ciudad. Durante un momento, la muchacha vio el edificio, acongojada por lo siniestro y duro que parecía. Quizás para mantener una ciudad en orden, hacía falta una guardia dura y despiadada, eso no lo sabía. De todos modos, todos esos pensamientos no eran importantes, tenían algo que denunciar. Viendo que nadie daba el primer paso, decidió ser ella la que se acercara en cabeza, buscando un guardia. Cuando encontró uno con el que poder hablar, empezó a contar la historia.

-Eh... Buenos días... Verá, veníamos a advertirles, una amiga mía ayer, en un puente, fue secuestrada por otra mujer que hizo que ambas se desvanecieran. Consiguió escapar y viene con nosotros, pero... En el lugar donde estaba hay un montón de cadáveres, y quizás deberían investigarlo. 

El kraken se agachó para entrar por la puerta de construcción. El interior, de estilo sobrio y marcial, atrajo la mirada del bruto. Lo guardias, con sus brillantes armaduras, atraparon su atención.

-QUÉ BUEN ASPECTO TIENE LA GUARDIA DE ESTA CIUDAD! QUÉ HAY QUE HACER PARA CONVERTIRSE EN UNO DE VOSOTROS? AUNQUE ESA CORAZA LE APRETARÍA UN POCO AL KRAKEN!