Partida Rol por web

-He oido historias de piratas atacando a gente en esa zona y que se habia encontrado un cuerpo flotando junto a los barcos. Pensaba en investigarlo mañana por mi cuenta pero me gustaria saber si la guardia recompensa es tipo de ayudas o cualquier tipo de informacion que pueda sacar.

Sanya espero a la respuesta y luego se despidio con simpatia. Dispuesta a recorrer las tabernas de la ciudad y escuchar las habladurias.

La enana había conseguido despertar mi interés, pero que la guardia desconociese los hechos resultaba preocupante. Quizás no habían recibido órdenes al respecto, porque incluso yo que apenas llevaba tiempo en la ciudad había escuchado algún rumor sobre ello, o lo que es peor, que no les importara en absoluto.

- La guardia tiene sus obligaciones y prioridades. Respecto a la recompensas, quizás algún familiar o conocido de esas víctimas esté más dispuerto a compartir su plata.

Hecho un capote al soldado al tiempo que trato de evitar la atención sobre la pregunta de la enana.

- Quizás deberíamos hacerle caso y esperar a mañana para ver si hay alguna recompensa.

Sugiero amablemente, invitándola indirectamente a esperar en alguna taberna a ver cómo se desarrollaban los asuntos.

¡Ah! Lo del cadaver es otra cosa. Dijo ligeramente molesto. Un cadaver no es una desaparición. Ese cadaver fue el de un caballero que creyó poder tomarse la justicia por la mano, se subió a un barco de orcos que hay atracado en el puerto y tras matarlo, lo lanzaron por la borda, o se calló y se ahogó. No sabemos muy bien lo que pasó, pero el río y el mar no es propiedad de la ciudad, y no entra en nuestra jurisdicción, por lo que entrar en los barcos de los demás no nos está permitido. Además, los orcos, a parte de insultos, molestias y amenazas, no han dañado a nadie todavía. Así que no tenemos razón para actuar. No son los primeros orcos que llegan a la ciudad, la verdad.

Y ahora, si no tenéis nada más que añadir, es muy tarde y algunos de nosotros tenemos que marcharnos ya. Ha terminado nuestro turno, aunque si queréis yo mismo puedo acompañaros hasta vuestro destino. Esta ciudad por la noche es muy peligrosa y es mejor ir bien acompañada.
 

Sanya iba a responder ala humana que le había hablado sin siquiera presentarse y metiendose en asuntos que no eran de su incumbencia cuando el guardia dió por zanjada la discusión. La invitación de acompañarlas le pareció grata y no había por qué negarse, así que la aceptó.

-Será un placer caminar con ambos. Me hospedo en el Bote del Lagarto. ¿Y vos? -dijo refiriéndose a la humana.

- En ninguna.

Respondo con inocencia antes de caer en la cuenta que eso podría dar lugar a malentendidos, por lo que rápidamente añado algo nerviosa.

- Acabó de llegar a la ciudad y únicamente deseaba comprobar si la guardia se encargaba de las recompensas. No he tenido tiempo de encontrar alguna posada en la que pernoctar, así que no me importaría dirigirme allí también.

-Perfecto. El local esta bien y el precio es razonable. Yo tambien acabo de llegar a la ciudad y es la taberna que mas me ha gustado y en la que mejor me han tratado.

Esta la guardia de acuerdo conmigo?

Mejor eso que nada y si la ciudad es peligrosa mejor no arriesgarse.

- Entonces mejor le damos una oportunidad.

Respondo con sencillez.

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Entré por las puertas de los cuarteles, esperando ver guardias o alguien que me atendiese. Tal vez tuviesen información o hubiesen visto a mi presa. Esperaba que si pues no tenia ganas de volver a salir de la ciudad para reanudar la caza.

-Buenos dias. - Dije a modo de saludo a todo el que estuviese allí.

Buenos días, ¿en qué puedo ayudarle?

- Quería información. Soy un cazarrecompensas y he seguido a un criminal hasta esta ciudad. - Le describí el criminal lo mejor que pude. - Me preguntaba si tal vez ya lo habiais capturado o si lo habiais visto. Y de paso saber si ofreceis recompensas pro algún que otro criminal. 

Pues del criminal del que hablas no lo conocemos, pero sí que andamos detrás de otro hombre. Su nombre es Argot Leular, y ha tratado de envenenar la taberna de Blagh. No hacen más que acusarle y lanzar falsos rumores sobre él y su bebida. Nosotros no hemos encontrado nada en contra del enano, y él nos ha pedido que mantengamos bien vigilado al mediano. Es un ladrón muy escurrizo, con mucha labia y capaz de engañar a cualquiera.

No hemos logrado encontrar pruebas suficientes para detenerle, pero sería de agradecer que tú te hicieras su amigo y le pillaras in fraganti. Solo así podríamos detenerle.

Habla con el enano de la Pezuña en la boca, pues es él el que ha puesto precio a su cabeza. Si lo capturas con las manos en la masa, y lo llevas ante él, y nos das motivos suficientes a la guardia para detenerlo, entonces seguro que te sabrá recompensar. Nosotros no porque es nuestro trabajo, pero seguro que él te lo agradecerá.

- Gracias por la información. - Le digo, haciendole un saludo. - Tendreis noticias mias. - Concluyo, y me dirijo a la puerta.
 

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Esta sombría y tenebrosa estructura se alza sobre una colina baja, rodeada de una valla de piedra de más de 4 metros de alta rematada con una amenazadora maraña de púas y cuchillas. Son los cuarteles de Tormentos Cristalinos, que también sirven de cárcel. La parte de la frontera que sobresale del suelo alberga la armería y los cuarteles de guardia de la ciudad, así como las instalaciones de entrenamiento, comedores y demás comodidades. Los tres niveles subterráneos comprenden la cárcel de la ciudad, cuanto más baja uno, más peligrosos y terribles se vuelven los prisioneros. Te das cuenta de que hay una tercera planta pero no llegas a descubrir que hay allí.

Vitgurat observó los cuarteles. Era allí donde debía entrar para preguntar si buscaban nuevos reclutas. Por un momento miró la cárcel, no le agradaban esa clase de construcciones. Se acercó a la entrada del cuartel, planeaba entrar y preguntar con quién debía hablar para ser reclutado. Buscó algún guardia que estuviera vigilando la entrada. Si no encontraba a nadie, entraría al cuartel para buscar a alguna persona que pudiera responder sus preguntas.

Aire se armó de valor cuando vio el cuartel. Desde luego, ella no habría elegido esa decoración. Y tampoco un edificio tan feo. Pero, por suerte para ella, no era su casa ni su lugar de trabajo. Tenía una misión, y es a lo que iba.

Pasoo, pasoo, permisooo no había nadie por la zona, salvo un orco que miraba la entrada del cuartel. Pero aún así la joven avisó de su presencia y de su llegada. Quería resolver esto cuanto antes.

Se acercó a un guardia para preguntar ¿dónde puedo encontrar a Iborian? Tengo que hablar con él, ¡es urgente!

Vitgurat observó a la humana que preguntaba por Iborian. No pudo evitar notar el atractivo de la mujer, por un momento se le pasaron varias cosas por la cabeza que por poco le hacen olvidar a lo que había venido. Negó con la cabeza y luego se acercó al mismo guardia con el cual la humana se encontraba hablando.

Yo también le busco. Un guardia en la entrada este me explicó que debía hablar con él si quería ofrecerme como recluta para la guardia. Mi nombre es Vitgurat.

Dijo mientras observaba al guardia al igual que a la humana.