Partida Rol por web

El abate asiente y pone diez cobres sobre la mesa, invitando a su hijo y haciendo aleteos con la mano en su dirección para que no se lo reproche.

- Me parece bien, ahora mismo creo que estamos en el umbral de un lugar oscuro, donde el hambre te lleva a plantearte lo que está bien y mal y ambas ideas se diluyen por la necesidad, eso no es lo que quiero.

Aunque al hablar el rostro se le ensombreció un poco Melor no era un espíritu fácil de apagar, miró a sus compañeros de mesa y sus mejillas se hincharon un poco con buenos presagios.

- Juntos podemos encontrar cómo vivir en la ciudad sin penurias. Turin ve con buenos ojos que todos seamos distintos para que la vida nos muestre en qué nos asemejamos y necesitamos unos a otros.

Aagard se quedó largos instantes mirando a la camarera, tras escuchar el precio. Era un precio un poco alto por una comida y una cama, a su parecer. No obstante no dijo nada, pues no era quien para quejarse. Se sintió un poco más incómodo al saber que terminaría siendo un gasto alto para los compañeros que tenía en la mesa, así que habló con tranquilidad.

-Con algo de beber estará bien. No tengo mucha hambre ahora mismo.

Bajó un poco la cabeza, en clara señal de vergüenza.

La mujer mira hacia Martell y le responde. Si los precios son elevados para vosotros, quizá necesitéis alguno más accesible. Dijo encogiéndose de hombros sin que le importase.

La empleada toma las monedas de todos y la nota que le da doblada Lomenar y se marcha de allí para entregarla.

-Bueno compañeros bebamos y brindemos porque nuestros caminos se han juntado- Dijo contento el paladín mientras extendía su mano al cielo- Padre bendícenos y llena de valor nuestro espíritu que el sendero en el que nos aventuramos esta plagado de dudas y peligros-

Miro hacia Vladimir cuando hace su oración un tanto sorprendida. No he tenido contacto apenas con gente y menos con clérigos y paladines. me cuesta entender algo que no veo.

Pero entiendo perfectamente el mensaje de la oración y me siento muy alegre de poder empezar en la ciudad con este grupo de amigos. Además, ahora ya voy haciéndome una idea del valor del dinero y no me preocupa tanto.

Tomo mi jarra de cerveza

- Gracias de verdad a todos. Me hubiera sentido muy sola en mi primer día en la ciudad y gracias a vosotros estamos aquí y me siento acogida. Espero que nuestros caminos sigan juntos el mayor tiempo posible.

Me siento muy bien

- Ya que no podemos quedarnos aquí a pasar la noche, habrá que organizarse. No conozco la ciudad y no se si podemos ir a otro sitio más barato o simplemente dormir en la calle. - Recuerdo el fresco que hace afuera y miro a Melor, no es bueno que pase la noche en la calle - Además no conozco el riesgo que supone estar por ahí de noche en esta ciudad.

Una vez hecho el comentario me despreocupo y miro los bailarines mientras sigo atenta la conversación en mi mesa.

Orgulloso el abate mira a sus compañeros, inmejorable comienzo para esta vuelta a casa. Sus años eran ya los suficientes a su espalda que ya ni siquiera cabía en él el cinismo de quien ha visto ir y venir tantas caras conocidas, muchas sin remedio ya, y prefería disfrutar de cada encuentro con ilusión y este, en particular, le hacía feliz.

Asintió hacia Aagard y abanicó la mano en su dirección, tratando de disipar las preocupaciones del monje.

- La montaña no se avergüenza por no poder moverse, joven Aagard, no lo hagas tú y coge tu cerveza.

Escuchó la invitación de su hijo y sus ojos se abrieron, deleitado con la ocurrencia, tamborileó el índice sobre su sien un momento, juntando palabras en su mente, Lomenar expresó con gracia el mismo sentimiento que le inundaba, miró a Martell y levantó su jarra en su dirección y luego en la de todos los demás.

- Sembraremos en nuestras almas al enfrentarnos esta noche a las tinieblas, pues el miedo sobrellevado en compañía es semilla de amistad y qué alegría encontrar gentes tan buenas para plantar en nuestros corazones. Que conozcamos el amanecer como amigos, fruto del sufrir de cada uno que, entre todos, convertiremos en la dicha de esta improvisada familia, con lobos y todo.

No pudo evitar reírse ante su pequeña ocurrencia final y ver con distintos ojos a aquellas fieras que acompañaban a los druidas. Recobró la compostura para dedicarle una oración íntima a su hijo, fruto de la revelación en el monte de Zaarsa.

- Porque el momento es eterno, la vida es corta y Turin nos aguarda al final del camino.

Luego para todos abrió la mano que no sostenía la jarra, en señal disculpa y sonrió.

- Con tanto credo en este mundo nada de lo que pueda decir como predicador de mi fé hará que brindéis convencidos, así que como hombre, propongo que brindemos por lo que deseamos ahora, por lo que está por llegar, por lo que es innegable... Brindemos porque amanece.

¿En serio? no pude evitar alzar una ceja, pero no miré directamente al grupo, pues seguramente podrían deducir que hablábamos de ellos.

Esperemos entonces a que procedan. Y esperemos que lo hagan esta noche. Si no, podré crear alguna que otra distracción...

-Parece que se están tomando las cosas con mucha calma. No consigo oírles bien con el ruido ambiente, pero ahora estaban hablando sobre el precio de las bebidas. Y la semielfa esa que va tan andrajosa -señala discretamente a Nomenar- le ha dado una nota a la camarera que podría ser cualquier cosa. De momento voto por seguirles el juego, esperar a ver que hacen, y si se retrasan demasiado actuar por nuestra cuenta y riesgo. Quizás incluso podría empezar una pequeña rencilla que les diese pie a actuar a ellos.

La cerveza poco a poco va desapareciendo mientras los números van sucediéndose en el escenario. La compañía es agradable pero no vamos a poder pasar toda la noche aquí, además necesitamos información.

- Habrá que ir tomando decisiones. El tiempo va pasando y aunque se está muy a gusto aquí, tarde o temprano tendremos que movernos. - Digo con cierto pesar.

- ¿Qué va a ser al final? ¿Permanecemos juntos? ¿Alguno sabéis algo de Tarn Ticklip? ¿Dónde localizarlo? Por algún sitio hemos de empezar y la posada es un buen lugar como cualquier otro para obtener alguna información.

Reflexiono acerca del otro problema que tenemos

- O si lo preferís podemos obtener más información acerca de los problemas de la guardia.

Según va pasando el tiempo se me ve un poco más nerviosa cada vez que la camarera se acerca, como si estuviera esperando algo. 

- Si hemos de elegir, preferiría preguntar por aquí acerca de dónde podemos encontrar a Tarn. Aprovechemos que hay mucha gente, pero seamos sutiles.

-Es muy de noche, deberíamos dormir en algún sitio o buscar algún sitio donde dormir, puesto  que aquí es demasiado caro. ¿Qué os parece si vamos a alguna otra posada?-

Ya he acabado mi cerveza, mi lobo está adormilándose entre mis piernas y me dispongo a despertarlo de forma pausada, para no alertarle.

-Parece que ya ha caído la noche y no tengo reserva en ninguna posada. Mas nos vale que se den prisa en actuar o tendremos que hacerlo nosotros. ¿Cuál era tu plan para salir Snit?

El músico comenzaba a impacientarse, hacía ya un par de lunas que no dormía en una buena cama, y no pensaba pasar otra noche a la interperie.

La jarra de cerveza vacía reposa sobre la mesa. Ha sido una velada muy agradable, pero la oscuridad ha caído en el exterior y es momento de buscar algún sitio para dormir.

La noche promete ser fría. Ni es la primera ni será la última vez que pueda dormir al raso, pero en una ciudad nueva sin conocer el entorno creo que es bastante arriesgado.

Hago un seña a la camarera para que se acerque. No conociendo a nadie prefiero preguntar sin más.

- ¿Puedes indicarnos algún sitio donde podamos pasar la noche, aparte de esta posada y que no esté muy lejos? Esta posada está genial, pero no podemos permitírnosla ahora mismo.

Espero que no se lo tome a mal, es de suponer que mucha gente que venga aquí solo tome algo y luego se vaya.

No hay mucho que recoger. Arvak no ha llegado a dormirse, pero está como aletargado. Le tasco la cabeza y al instante se despeja. Preparo mis cosas para irnos en el momento en que la camarera nos de una respuesta.