Partida Rol por web

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Hal se acercó a la catedral maravillado por la belleza que desprendía su arquitectura, sin embargo tenía claro su objetivo, debía inscribirse en el torneo, si demostraba su valía a lo mejor tenía suerte y le dejaban entrar en la escuela de lucha que visitó el día anterior. ¡¿Dónde hay que ir a inscribirse para el torneo!?

Un gran hombre embutido en una armadura completa se acerca a ti y te hace una reverencia.

Mi nombre es Nestor, soy el sumo sacerdote de la catedral del dios Kord. Tan solo tienes que entrar en su capilla y darnos sus datos para el torneo. Después si usted lo desea puede hacer una plegaria al dios y darnos alguna ofrenda. Cuando surja el primer combate nos pondremos en contacto con usted para que lo realice.

Nuestros combates antes eran muy populares, pero ahora el número de integrantes ha descendido. Estaría bien que usted nos ayudara a propagarlos.

Nuestra recompensa es 10 piezas de oro por combate ganado.

Solemos realizar los torneos al caer el sol, así que si logras que alguien más combata en nuestra arena organizaremos un pequeño torneo.

Os deseamos suerte en su búsqueda. Muchas gracias.

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Contemplo con gran sorpresa y asombro tan magnifica estructura y obra, y tras recuperar la compostura me decido a entrar buscando donde poder apuntarme a la arena aunque sus connotaciones religiosas no me gustaban, tampoco me molestaban excesivamente. Así que con paso decidido mirada firme y autoestima alta entro en el templo para ver que me depara este nuevo día.

Graak asintió a las palabras del sacerdote y se internó en la capilla para dar sus datos, tras lo cual esperó en la capilla intentando descansar un poco.

Un gran hombre embutido en una armadura completa se acerca a ti y te hace una reverencia.

Mi nombre es Nestor, soy el sumo sacerdote de la catedral del dios Kord. Tan solo tienes que entrar en su capilla y darnos sus datos para el torneo. Después si usted lo desea puede hacer una plegaria al dios y darnos alguna ofrenda. Cuando surja el primer combate nos pondremos en contacto con usted para que lo realice.

Nuestros combates antes eran muy populares, pero ahora el número de integrantes ha descendido. Estaría bien que usted nos ayudara a propagarlos.

Nuestra recompensa es 10 piezas de oro por combate ganado.

Solemos realizar los torneos al caer el sol, así que si logras que alguien más combata en nuestra arena organizaremos un pequeño torneo.

Os deseamos suerte en su búsqueda. Muchas gracias.

Tras dar tus datos y apuntarte en el torneo decidiste tomarte algún tiempo en la capilla, ya fuera para rezar, o bien para descansar un poco.

Como todo estaba en completo silencio escuchaste nuevamente a Nestor hablar fuera de la capilla. Con suerte un nuevo integrante se apuntaría para el torneo.

-Gracias por todo Nestor, estaba preguntandome, ya que voy a participar en la arena, si previamente podría curar mis heridas leves, ya que acabo de llegar de una aventura, para poder estar en igualdad de condiciones con mis adversarios.

Tras hablar con Nestor me dirijo a su capilla para poder inscribirme en el torneo y enterarme de las horas de los combates y el funcionamiento de este, sin olvidar una pequeña ofrende en monedas de plata, por todos sus servicios ofrecidos

- Bueno curar esas heridas que dices que tienes suponen un gasto de 10 piezas de oro. Si dispones de ellas no tendré ningún problema en lanzar el conjuro sobre ti.

Por cierto, si quieres puedes rezar a nuestro dios, en la capilla hay uno de los que se han inscrito al combate. El torneo no se realizará hasta el atardecer, pero quizá entre los dos logréis que se apunte más gente. Y recordad que el dios Kord es vuestro guía. 

Te agradecería bastante que me curaras las heridas- digo mientras deposito las 10po en sus manos. Mientras llega la tarde iré al Cuervo de Plata a echar una mano en lo que pueda, he escuchado que tienen problemas.

- ¿Perdona? Con esto no te alcanza para que te cure las heridas, aquí no hay suficiente dinero. Lo siento mucho. ¿No estarás tratando de engañar a los seguidores de Kord verdad?

Después mira al semigigante que hay descansando en la capilla y le dice:

¿Y tú, me parece que te estás quedando dormido, por qué no despiertas y regresas al atardecer?

-No sabía nada acerca de la injusticia de tu dios Kord, lo tomaba por un dios justo que no permitiría que en uno de sus torneos se cometiera la injusticia de librar un combate en clara desventaja para uno de sus combatientes ampliamente herido, lo tomaba por un dios bueno y fuerte. ¿Tal vez me haya equivocado de templo?- digo dirigiéndome al sacerdote en tono ofendido

La frase del clérigo y las palabras del guerrero que se encontraban en el templo llamaron la atención de Graak, tanto como para levantarse y acercarse a hablar. Solo estaba descansando la vista, he tenido una noche movidita en la Cabra de Mimbre.

Luego miró al guerrero que conversaba con el clérigo y le mostró una amplia sonrisa. Los mejores guerreros son los que son capaces de ganar un combate incluso en las situaciones más desesperadas, no lo tomes como una ofensa, si no como una oportunidad de mostrar tu poder.

- Sabias palabras Graak-Hal. No curamos las heridas a los luchadores, ellos mismos deben de ser capaces de hacerlo o buscarse sus medios si lo que quieren es combatir. Ahí reside la justicia de Kord.

Si no podemos hacer nada más por vosotros, entonces, ya sabéis lo que hacer, tratad de convencer a más gente para que se apunten al torneo y que hagan una plegaria a nuestro dios.

Graak observó sus alrededores, no tenía intención de marcharse, esperaría para ver quienes eran los participantes que se inscribirían al torneo.

Un muro de piedra de casi dos metros y media de altura rodea este edificio de piedra. Los tejados están cubiertos de tejas de color sangre, y los laterales de la elevada estructura consisten en enormes pilares tallados para representar a diversos hombres y mujeres luchando, cada uno armado con un arma diferente o realizando alguna proeza de fuerza. Como si estas esculturas no bastasen para definir la función del edificio, un gigantesco disco de piedra con el símbolo de Kord pende sobre las puertas gemelas de roble de su fachada

Mientras esperaba te diste cuenta que llegaban Amber y Russel

Graak llevaba esperando unas pocas horas, cuando sin previo aviso vio aparecer a Amber y Russell, se levantó y se acercó hacia ellos. ¿Venís a inscribiros al torneo? De momento me parece que no somos muchos, pero será divertido medir nuestras fuerzas.

Sin duda estoy de malhumor por el golpe recibido. Perdona mi rudeza de antes pero no estoy acostumbrado a la ciudad y pagar por cada cosa. JAjaja...- Sin duda una torpe excusa para su comportamiento anterior.-Perdone Sumo sacerdote,-continuó Khrirm rascándose la cabeza.-Podría indicarme de algún lugar en la ciudad donde vendan ungüentos curativos y que no me cobren un jornal?.-