Graak soltó una mueca de dolor cuando un arma lo alcanzó, se giró rápidamente pero Traul se le adelantó y lo atravesó a la altura del estómago, el semigigante intentó contener sus ansias de venganza, quería demostrar que no era una bestia salvaje, pero aquél personajillo había intentado arrebatarle la vida, Hal no se lo pensó dos veces y lo remató al instante. Nunca te metas en batallas que no puedas ganar alfeñique.
Tras su pequeño arrebato le tendió una mano al semiorco. Gracias Traul, creo que nos llevaremos muy bien.
Voy a registrar el cadáver del que acabo de matar y me llevo todo lo que no sea ropa.
Traul estrecha la mano a Graak. Es importante cuidarse las espaldas. ¿Tienes el colgante ese, Graak? Algo tendrá si la gente muere por él, quizas nos den recompensa. De momento llevalo puesto y cuando volvamos de la misión ya veremos a quien hay que darselo ¿no?
Edita máster, me temo que os equivocáis, ninguno de los dos tiene el amuleto, y todavía siguen luchando el resto del grupo.
En vista de que los intentos del clérigo de poco servirían puesto que Graak-hal y Traul continúan atacando a aquel grupo deciden continuar su camino y avanzar por las afueras de la ciudad. Habían dejado atrás a muchos heridos, pero si intervenían era más que probable que finalmente acabaran como ellos.
Aquel grupo continuaba enfrentándose los unos contra los otros y esta vez os dejaban en paz. Seguían peleándose por la posesión del colgante y ya eran los cuatro los que yacían en el suelo. Tan solo quedaba la mujer, y uno de los hombres que parecían protegerla. Aquella reyerta se estaba cobrando más vidas de las que deberían, pero en vuestras manos estaba tomar la decisión de que hacer.
Eylune, Gerion y Snit se marcharon ya.
Graak observó la reyerta mientras registraba el cadáver del que le había atacado y acto seguido se dirigió a Traul. Lo mejor será dejarlos, registremos los cadáveres y sigamos nuestro camino.
De acuerdo, no perdamos mas tiempo. Registra los cadáveres y apreta el paso para alcanzar a sus compañeros.
Tanta violencia es absurda, y más por un amuleto que no servirá para nada. Si fuera alguna piedra preciosa o algo mágico... Tendría sentido
- Si, seguramente no sirva de nada, si lo tiraron asi -digo asientiendo- Bien -me giro hacia el resto del grupo- ¿donde ibamos?
A Mereklar, tenemos un trabajo pendiente
-Maldita sea, si quieren matarse por esa baratija que lo hagan, que sus respectivos dioses acojan a los moribundos en su seno y los acompañen en su ultimo viaje - digo con rabia.
-Continuemos nuestro viaje, mis servicios seran mas utiles alli donde nos dirigimos, rápido.
Me alejo del lugar dando grandes zancadas, visiblemente enfadado por los acontecimientos, no abro la boca durante buen parte del camino
Antes de que pudierais registrar los tres cuerpos que había tendidos en el suelo, la mujer allí presente lanzó una extraña explosión al suelo y os indicó que aquello era la llama que avisaba a la milicia de la ciudad. Ellos pertenecían a la guardia de la ciudad y habían avisado de lo sucedido. Así que decidisteis dejar atrás los cuerpos y reuniros mejor con vuestros compañeros que ya habían aligerado el paso y había recorrido varios metros. Decidisteis correr tras ellos, y como Snit era realmente pequeña pudisteis reuniros con ellos en pocos minutos.
Decidisteis finalmente abandonar la reyerta y continuar avanzando. Lo que les sucediese os traía completamente sin cuidado así que preferisteis continuar, transcurridos algunos minutos escucháis que Traul y Graak-Hal os han dado alcance con esas piernas tan largas que tenían y ahora se habían reunido junto a vosotros.
Bien, ¿habéis matado a muchos? Nos hemos retrasado, y se que hay otros que no se pararon ante la batalla y es más que probable que hayan llegado ya
¡No importa pequeña, lo importante no es quien acepte antes el trabajo, si no quien lo acabe antes, y para eso tenéis mi músculo y el de Traul! Mientras decía esto el semigigante puso en tensión su poderosa musculatura para que pudiera verse bien y apoyar así sus palabras.
Oh, Graak-Hal, que músculos más poderosos tienes ronroneé mientras le acariciaba uno de los brazos.
No me extraña que seas tan fuerte, con ese gran cuerpo que tienes...
Me da que es más probable que sea mi inteligencia y no su cuerpo lo que nos ayude pensé mientras le seguía acariciando
Lo hecho, hecho esta. Ademas tampoco parecian muy fuertes los que nos adelantaron. Va avanzando a paso ligero, para compensar el tiempo perdido.
-Teneis razón, no parecian muy fuertes. Pero no deberiamos subestimar a los que son mas debiles... espero que cuando lleguemosnos den el trabajo
Atravesáis la muralla tras ver como van llegando los recién llegados y decidías poner rumbo a Mereklar.
La distancia que os separaba de aquella ciudad a penas se podría recorrer en unas pocas horas, hasta que de pronto os impiden el paso un grupo de seis humanoides altos que parecen el cruce entre un joven de complexión poderosa y un lagarto. Tienen manos terminadas en garra, una cola larga y mandíbulas cuajadas de dientes.
Aquellas criaturas eran al menos media docena, y uno de ellos, el más grande tenía en su cabeza una pequeña corona. Sin duda debía ser el líder de todos ellos.
Al ver a los reptiles en mitad del camino, no puedo sino ponerme en guardia y alertar a los demás.
-Mirad.-Susurro.-Hombres lagarto. ¿Qué hacemos?
Sin decir más, observo la reacción del resto del grupo preparado para combatir si fuera preciso.
Caminaban tranquilamente, pero pronto se encontraron con problemas, como no podía ser de otra manera. Aunque la chica esperaba sinceramente que no hubiera ninguna complicación. Sin sacar el arma, aunque tampoco sin avanzar, se dirigió a los seres que les cerraban el camino.
-Buenos días amigos, ¿ocurre algo? Simplemente estábamos viajando por éstos caminos.
La paladín no estaba muy segura de que pudieran entender lo que decía, pero al menos debía intentarlo. Al fin y al cabo, ella no veía ningún motivo por el que no pudieran entenderse y llevarse bien. Seguramente aquellos seres simplemente se habían incorporado al camino, y ésto era sólo el típico encuentro entre dos viajeros que van en direcciones contrarias.