Ethan mostró una gesto de aprovación por lo que Balder había explicado a los miembros del grupo. Aquel bardo sabía lo que se hacía y como utilizar aquella "información" a la que se refería. Sería una buena elección a la hora de explicar su cometido a los bibliotecarios de Mereklar...
-Bien hecho, Balder...
Y sin muchas más palabras, continuaron el camino hacia la ciudad. Puede que antes de llegar a su destino, Ethan explicara a Balder y Nox, la intención de su viaje a Mereklar. Pero antes quería estar seguro que llegaban sin más problemas, a su objetivo final.
-Sí-dijo Raellia con una sonrisa, suscribiendo las palabras del hombre-bien hecho. Habría sido una lástima tener que combatir sin necesidad. Aunque espero que no le hagan nada a los próximos que pasen por aquí...-añadió la joven, nublando la preocupación su rostro.
Lo cierto es que aunque habían evitado el peligro, aún seguía allí, y otros podían no tener tanta suerte.
"Espero que otros puedan evitar derramar la sangre y sufrir del mismo modo que nosotros hemos podido..."
-Pues a mi no me termina de parecer bien esto que estamos haciendo.-Respondo ante la alegría general.-Veamos, puede que nosotros hayamos evitado el peligro, pero ¿Qué hay de los viajeros que traten de usar el camino después? ¿Y si ellos no hablan dracónido? ¿Merecen morir por ello? Yo creo que deberíamos poner fin a esta situación mientras estamos armados y listos para hacerlo.
No puedo irme con la conciencia tranquila sabiendo que dejamos esta amenaza de forma consciente.
-Lo cierto es que Nox tiene razón... Balder, ¿no habría alguna forma de convencerlos para que dejen libre el camino? Algún modo de evitar que se cometan maldades sin tener que pagar sangre por ello...
Aunque la chica verdaderamente esperaba una respuesta afirmativa, mucho se temía que aquello no iba a ser posible. Que tendrían que acabar con aquellos lagartos, y tendrían que hacerlo de manera cobarde y rastrera, después de haberles engañado...
¿ y si al hacer eso cometiésemos una maldad mayor?.Lo mismo esos lagartos dependen del peaje que imponen a los viajeros y sin ese oro su tribu muera de hambre. Quizás están obligados por algún malvado mago o por un poderoso dragón. digo con la mayor seriedad.Sobre todo de ti , dada tu situación personal, me esperaba mas Raelia, no has aprendido nada acerca del bien y del mal.Tenemos algo que hacer y no es jugar a ser jueces y verdugos.Murmuro por lo bajo.Y yo diciendo esto , tiene gracia la cosa
-Son muchas las injusticias que existen en este mundo...y no podemos hacer frente a todas. Estoy de acuerdo en que Balder intente apaciguar las posibles intenciones de los hombres-lagarto, pero no en enfrentarnos a ellos y quedar marcados de por vida como enemigos de esas criaturas. Además... puede que salgamos malheridos e incluso alguno encuentre la muerte. No creo que sea ni el lugar ni el momento para iniciar una "salvación" de todo mal en este mundo... Mi arma se manchará con aquella sangre que ponga en peligro mi vida o la de mis compañeros, pero no para enfrentarme contra unas criaturas que nos han dejado el paso sin agresiones... No creo que sea justo, ahora, intentar arrancarles la vida.
Bueno, pues como no queda muy claro si continuáis o si os liáis a leches con los hombres lagarto, simplemente os dejo que sigáis roleando.
- No creo que eso sea posible convencerlos para que dejen esta vida Mi Señora. Cada individuo tiene su forma de ser y si son raros los que cambian, los que lo hacen para mejor son realmente escasos.
Digo respondiendo a la consulta de la paladina.
Escucho las deliberaciones del grupo con una mezcla de tristeza nostálgica, por los tiempos en los que me preocupaban esos ideales de justicia y bondad, y cariño, como quien observa las inocentes deliberaciones de un niño que sueña con poder cambiar el mundo para mejor.
- Mmmm aunque quizás haya una posibilidad de hacer algo para resolver este asunto. Y puede que incluso no sea necesario utilizar la violencia. ¿Se han fijado que existe una embajada de los hombres lagarto en Tormentos Cristalinos? Cuando regresemos, quizás podamos ir allí e intentar resolver este problema de una forma diplomática.
-Bueno, eso puede servir.-Respondo.-Solo espero que mientras tanto no sieguen ninguna vida. ¿No os parece?
-Supongo que sí, que éso sería lo más adecuado. Sólo espero que, como dice Nox, no tengamos que lamentar la pérdida de nadie por haber mostrado bondad.
Aquello ya parecía haber sido resuelto, así que la paladina se preparó para partir, aún les quedaba un trecho de camino por delante, y cuanto antes lo recorrieran, mejor sería para todos. Aún tenían que resolver sus asuntos en la próxima ciudad, volver y hablar de aquel incidente en la embajada de los hombres lagarto.
-Balder tiene razón...-dijo Ethan asintiendo con la cabeza-... No creo que seamos nosotros los encargados de poner orden en las acciones de esas criaturas. Puede que en su embajada, tengan alguien con el suficiente rango entre ellos para hablarles y tranquilizar los ánimos.
Mirando a Raellia, el bárbaro comenzó a dar sus primeros pasos en dirección al destino fijado.
-Y es cierto que deberíamos aprovechar el tiempo y dirigirnos hacia Mereklar...no sabemos qué nos depara el camino y lo que tardaremos en solucionar el tema del libro. Continuemos, pues...
Pasito a pasito hacia Mereklar...
Pego una patada a un guijarro para librar la frustacion y me encamino tras Ethan.Al ponerme a su lado susurro ¿Piensan ir corrigiendo todo acto que ellos consideren malvado?asi no llegaremos en la vida ....
-Perfecto, estando todos de acuerdo... continuemos. ¿No?-Pregunto mientras echo a andar.-No me gustaría que se nos acabase el día en estas.
La distancia que os separaba de vuestro objetivo a penas se podría recorrer en unas pocas horas, hasta que de pronto os impiden el paso un grupo de seis humanoides altos que parecen el cruce entre un joven de complexión poderosa y un lagarto. Tienen manos terminadas en garra, una cola larga y mandíbulas cuajadas de dientes.
Aquellas criaturas eran al menos media docena, y uno de ellos, el más grande tenía en su cabeza una pequeña corona. Sin duda debía ser el líder de todos ellos.
Mordrogath apresta el escudo en su brazo izquierdo con un movimiento fluido y natural, se adelanta un par de pasos y señalando directamente al hombre-lagarto más grande, el de la corona en la cabeza, les dice "Si pretendéis robarnos o atacarnos, habéis de saber que estas personas gozan de mi protección, y que nada ha de sucederles mientras yo tenga un hálito de vida." Sus compañeros no habían visto al caballero en ésta actitud aún, no habían podido gozar de la verdadera personalidad que encierra su adusto semblante. Ahora, delante de ellos, Mordrogath se mostraba sereno, firme, decidido....presto a luchar y defender a sus amigos. "Por San Cuthbert, una oportunidad de demostrar mi valía...al fin..." agradeció para sus adentros el caballero, dedicando una breve plegaria a su dios.
Alzando su barbilla en porte orgullosa, y adelantando un paso con fuerza, alzó su profunda y potente voz para lanzar una amenaza: "Si osáis atacarnos, desataréis mi justa ira y sed de justicia. ¡Atreveos y yo, Sir Mordrogath Naith'mar os ensartaré con mi espada como los bandidos facinerosos que sois! ¿Alguien es lo suficientemente valiente como para enfrentarse a mí?" Al decir estas últimas palabras, se golpeó el pecho con un fuerte golpe, antes de poner significativamente la mano en la empuñadura de su espada, sin desenvainarla, pero con un claro gesto de amenaza....
Motivo: Intimidar
Tirada: 1d20
Resultado: 12(+7)=19
Ialdabode se detuvo al ver aquellos seres impidiéndoles el paso. Le encantaría acercarse a ellos y preguntarles por su origen y su raza, pero algo en su actitud le dijo que era posible que a ellos no les hiciera ninguna gracia.
Antes de hablar, uno de los que iban cerca de él habló, pidiendo paso aunque no de buenas formas. Ialdabode esperó a ver qué ocurría, no quería meterse en ninguna batalla.
Aquellos seres no parecían muy amigables, aunque tal vez fuera por su complexión. Realmente no sabía si sería capaz de reconocer un buen gesto o uno de su amenaza en su rostros, pero el caballero se había adelantado, imponente y decidido
-Yo te cubro amigo...-pienso mientras cojo el arco lentamente aunque sin preparar una flecha para no empeorar las cosas pero dispuesto para la acción si las cosas se torcían.
-Aunque nos dejen pasar, no tendremos un viaje tranquilo...podrían tendernos una emboscada más adelante...
-Me encanta este tío-pensó Dimdel mientras escuchaba las palabras de Mordrogath.
El gnomo no sabía muy bien qué hacer, Mai-Cor, se estaba preparando para la lucha, ¿pero él?¿les cantaba una nana?. No, eso podría empeorar las cosas más que arreglarlas, así que por ahora decidió cubrirse un poco detrás del arquero para ver cómo se sucedían los acontecimientos.
-Tal vez deberíamos tomar otro camino...
Los lagartos frenaron en seco y comenzaron a mostraros los dientes con hostilidad. Sin duda su aptitud estaba muy lejos de ser pacífica, desenfundaron sus armas y después sacaron sus bolsas que tenían colgadas en la cintura. Parecían querer que les entregaseis algo. Después el líder señaló el pantano y los árboles de alrededor.
¿Alguno habla dracónico?
Ialdabode se quedó extrañado. Sin duda, esos lagartos no tenían buenas intenciones, pero no sabían comunicarse. Querían algo y señalaban otras cosas, pero Ialdabode no era capaz de entenderlos. Miró a los que estaban allí esperando que alguno fuera capaz.
Yo no se hablar dracónico XD