Partida Rol por web

Adirael se afanó por evitar el impacto del diablo, pero era en vano, el daño era ineludible, salvo porque el psíquico era capaz de mitigarlo considerablemente con las fuerzas telequinéticas que su mente generaba por doquier.

 - No te preocupes por nada.

 No quiere matarte. Sólo está jugando. - Le quité hierro al asunto. Balban no podía simplemente matarles, quería que todo el mundo viese como su caballero oscuro ascendía de nuevo, como caía en los más bajos deseos y necesidades, como era capaz de corromper la naturaleza humana y convertirla en algo vil, en algo profano. - Sólo... Adirael cambió su postura, abandonó su posición justo después, se agachó repentinamente, cayendo al suelo como si hubiese sido derribado - no olvides lo que no está en el recuerdo, sino en el corazón.

 Lo que eres realmente. - dijo esforzandose mientras se retorció en el suelo voluntariamente con destreza y efectuó un barrido con la pierna, aparentemente no afectaba a nada, pero la pierna del psíquico podía antojarse mucho más larga, tanto como su mente le permitiese, la onda telequinética era un barrido bien calculado, algo que no necesitaba de las limitaciones físicas para echar abajo a un oponente. - aquello por lo que intuyes que estas aquí, ahora.

 En definitiva. - lanzada aquella onda, Adirael se recompuso con una facilidad notable, en pie, junto a Geralt, con las manos en palma, como si fueran dos cabezas de serpiente dispuestas a golpear a quien se acercase. En aquella posición era evidentemente más bajo que el dragonborn, la pierna derecha estaba extendida hacia adelante y la siniestra flexionada, atrás.

 - Quién eres. - no puedes recordarlo, pero es algo que intuyes, que sabes bien. Te conoces mejor que nadie.

 No quería matarle. Pero eso no significase que Adirael fuese un peón sacrificable. Las piezas que no están bajo influjo de un jugador no tiene ningún valor práctico.

 - Sólo anteponte, recurre a tu fuerza, no a la suya. - Adirael era ligeramente consciente de lo que ocurría observando los efectos - no puedes vencer a Balban utilizando sus dones. - y aquella era una observación bastante arriesgada.

 Podía debilitarlo, pero Balban no era un estúpido, no concedería a alguien más poder del que pudiese manejar.

 También era soberbio, eso quería decir, que tal vez, la fuerza de Geralt estuviese ya en él y pudiese despertarla de otra forma, lejos del control de Balban, por encima de él.

 - Aunque es un comienzo. - matizó casi con buen humor el psíquico. A pesar de que la muerte de tantas personas jamás había estado tan presente en su mente.

 Adirael hablaba no de la fuerza sobrenatural de Geralt, eso era lo que debía transformar...hablaba de aquello que estaba por encima de Balban, por ejemplo, el vínculo que unía a aquel dragón con el dragonborn. La fidelidad, la fuerza, el honor. Lo que "ella" había dispuesto para que se conservara en Geralt bloqueando sus recuerdos.

 - Yo no he olvidado porqué lucho.

 ¿Por qué luchas tu, Geralt?

 Le preguntó mientras luchaban. El maestro de Adirael le había dicho en muchas ocasiones, que sólo conoces a alguien luchando contra él...ahora luchaba contra la parte oscura de Geralt, no con los puños, con los años, había llegado mucho más lejos.

 Un enfrentamiento contra él y balban de forma prolongada sería la muerte del psíquico, y la de todo el geofrente.

Esperó su contestación, una respuesta en un grito, su determinación, la luz que generaría la sombra, que la obligase a ocupar su lugar, y así, Geralt sería ying, y sería yang.

La bola de fuego alcanzó su objetivo hiriendo el primer astado, pero el barrido con las garras de Aiedail no alcanzaron al segundo. Adirael por su parte no logró derribar a los ahora escoltas del deathmaster, eran demonios muy resistentes, Adirael lo sabía, eran la invocación predelecta de Noam asi como las sucubos de Avner.

El pentagrama se apagó de nuevo a la vez que el simbolo "Hielo" se encendía y de él salían de nuevo en vez de cinco, dos espectros bastante mas grandes que los anteriores. Lo primero que hicieron fue empezar a conjurar algun hechizo de hielo. Aiedail fue clara al intervenir.

-Aiedail- Dragonborn, no llevo bien los hechizos de hielo.

Ella era un dragon de fuego, el hielo y el frio eran su punto debil. Lo advirtió en vistas a mucho dolor, Balban no había activado ese simbolo al azar y dado el tiempo que se tomaban los espectros para conjurar, no serían hechizos poco potentes.

Los dos demonios astados se colocaron delante de Balban y se prepararon para recibir por él cualquier ataque en una posición defensiva.

-Balban- Jajajaja... tienes razón, de momento sólo estamos jugando, al fin y al cabo yo tengo toda la eternidad, vosotros sois los que vais algo "justos" de tiempo.

De pronto de la calavera metalica de su pecho, comanzó a salir a chorro una nube de gas verde toxico que cubriría en cuestion de segundos toda la zona, se dispersaría con rapidez pero almenos durante unos segundos sería muy peligrosa.

Modo omnisciente:

Puñetazo frontal del titan de agua, el embite os tirará hacia atrás.

Si miras con detenimiento, en la orilla del lago, ves a la que parece ser Alysa, está agachada, parcialmente escondida, una de sus manos está envuelta en una luz blanca mientras que con la otra parece estar manipulando una extraña pantalla holográfica que no parece ser proyectada desde ningun sitio.

Los misiles tierra-aire que ha guiado Raven vienen de posiciones recuperadas por escuadrones de cazadores, probablemente Nathalya y sus hombres. En el aire, ya han sido derribadas dos banshees, pero el resto aguantan y siguen disparando a objetivos voladores, el Aguila 1 parece estar preparandose para realizar otra pasada cerca vuestro.

Puedes ver tambien sobresalir entre los arboles de la catedral a los señores del abismo que la rodean, siguien luchando en todos los frentes.

La bola de fuego alcanzó su objetivo hiriendo el primer astado, pero el barrido con las garras de Aiedail no alcanzaron al segundo. Adirael por su parte no logró derribar a los ahora escoltas del deathmaster, eran demonios muy resistentes.

El pentagrama se apagó de nuevo a la vez que el simbolo "Hielo" se encendía y de él salían de nuevo en vez de cinco, dos espectros bastante mas grandes que los anteriores. Lo primero que hicieron fue empezar a conjurar algun hechizo de hielo.

Los dos demonios astados se colocaron delante de Balban y se prepararon para recibir por él cualquier ataque en una posición defensiva. De pronto de la calavera metalica de su pecho, comanzó a salir a chorro una nube de gas verde toxico que cubriría en cuestion de segundos toda la zona, se dispersaría con rapidez pero almenos durante unos segundos sería muy peligrosa.

Mientras tanto, un nuevo problema se le presentaba a Raven, que pudo escuchar como no muy lejos, en otra cara de la pirámide, algo estaba rompiendo los cristales y entrando, acto seguido disparos interiores, el sonido del combate. Dos comandos continuaron el ascenso para llegar directamente donde Raven, el cazador tendría que cambiar de posición para interceptarlos durante ese ascenso, por el sonido, almenos uno mas ya estaba en el mismo puso del despacho y entraría por la puerta en breves.

Tras escuchar los ruidos provenientes de la otra sala cercana y ver como dos comandos subían por un lado de la piramide la conclusión fue clara defender mi posición, esta vez no sería como la ultima vez que me enfrente a estos demonios.

Me levante de mi posición de tiro y cambie el modo de fuego de mi rifle y me asome por la enorme ventana para ubicar bien a los demonios que se acercaban, apunte hacia abajo justo a la posición de los demonios y empece a acribillarles para cuando llegasen estarían a un paso de la muerte.

Tras disparar a los demonios abrí una comunicación por radio con la única "persona" que podría cubrirme, necesitaba saber como le iba en los niveles inferiores, aunque desde luego podía esperarme una respuesta tanto despectiva como no recibir ninguna pero debía asegurarme.

-Aquí Raven, un comando ya esta en la planta superior y otros dos se acercan por un costado, Lilith como vas por alla, Cambio.-

Antes de que el ataque de Balban me diera active Aegis, sabia que al no ser fuego me dañaría de todas formas pero tenia que mitigar el daño todo lo posible. Aiedail, imitándome también activo su propio Aegis. -Seguro que eso Balban no se lo esperaba.- Pensé con una sonrisa.

-¿Porque lucho?- Lo cierto es que realmente no era algo que me hubiera planteado, luchaba porque era lo único en lo que era realmente bueno, lo único que sabía hacer, pero ¿habría algo mas?¿Algún motivo realmente importante por el que luchar?

Si que lo había, luchaba por mi hija, por todos los que me habían ayudado en este tiempo, por todos los que confiaban en mi, por que los crímenes realizados por los demonios tuvieran un fin, pero también luchaba por venganza, por lo que Balban me había hecho y me había obligado a hacer y para que no se lo pudiera hacer ha nadie más.

-Lucho para matar a este maldito bastardo y para salvar a la humanidad.- Eran cosas que antes nunca me había planteado y que posiblemente, sin la ayuda de Adirael nunca había pensado. También luchaba por el, y por Raven, que estaban luchando por defender el geofrente. Por Vexille que había dado la vida por lo que creía y por Maria, que estaba dando lo mejor de ella para detener el avance del Chronus. Luchaba por ellos y por mi, para hacerme mas fuerte y poder dejar un mundo mejor para generaciones futuras.

Mire fijamente a Balban, a los ojos, y comenzó a arder inmediatamente. -Pues derritelos antes de que puedan moverse.- Le dije a la dragona, que abrió la boca y expulso una potente bocanada de fuego.

 - Parece una buena respuesta. - espeté - ¿Qué tal si le añadimos hacer explotar a la bestia que se dispone sepultar el geofrente? - Adirael canceló su postura, se desizo de las defensas y flexionó y tensó sus músculos hasta que se demostró su forma física, puede que no fuera muy fuerte, pero sabía exactamente como derribar a sus enemigos.

 Balban sólo era una excepción aparente. Aquello era como nadar mar adentro, Geralt y Adirael sólo estaban seguros de que necesitarian algo para después, energía suficiente para no morir. Al menos Adirael no parecía a entregar su vida fácilmente.

 ¿El hielo era algo que podía frenar a la dragona? Bien...cambio de planes.

 No corrí hacia la nube de veneno, pero tampoco me oculté de ella. Aquella era la muestra de la debilidad de aquel demonio, estaba tan inseguro que les bombardeaba con ataques débiles para reducir la amenaza. el tenía una reserva mayor de energía en su haber, era capaz de aguantar durante mucho tiempo luchando a un buen nivel, pero si la batalla no se alargaba, estaba jodido.

 No me arriesgue a saltar, mi rodilla tocó el lomo del chronus con fuerza y mi puño derecho cayó contra él con una fuerza a todas luces superior a la que podría desplegar físicamente.

 - Estás jugando con los grandes. - le recordó. Y si juegas con los grandes, los trucos baratos no sirven.

 De poco serviría que el golpe desplazase el aire con fuerza para mitigar o diluir la nube de veneno, que consumieran ese veneno sólo les restaba tiempo, ¿quería matarlos? ¡adelante! Sino, tendría que morir, y si no era Geralt, Adirael le aplastaría la puta cabeza contra el lomo de su puto caballo de patas y cabeza deforme.

 La mirada del psíquico estaba encendida, como su músculos y su actitud. Tendría que golpear mientras Geralt recuperaba sus fuerzas.

 Él no moriría. Aunque lo matasen allí. Aquel era parte del espectáculo...pero el psíquico no tenía intención de destriparselo, como mucho, destriparía a los astados o a aquella marioneta con sus propias manos en posición de garra.

 Vete al infierno...o exponte a ser destruido de una vez.

Pero Adirael no sólo se preocupaba por golpear, seguía muy atento a lo que sucedía a su alrededor.

 - Sacudida hacia atrás, preparate para compensar tu peso. - volvió a decir directamente a su mente. Los demás detalles...serían una sorpresa detrás de otra, era demasiada información como para compartirla, sobretodo si Geralt no hacía nada con ella. Le necesitaba en pie y golpeando, Balban no aguantaría.

Tras la enorme bocanada de Aiedail, a pesar de haber conseguido que todo en el campo de batalla ardiera una vez mas, los espectros aguantaron, solo eran dos pero eran mas fuertes que los cinco anteriores. Balban tambien volvió a arder con la mirada de dragon de Geralt, pero seguía impasible incluso envuelto en llamas, miraba a Geralt y Adirael con superioridad, como un Dios mirando a ratas que tratan de revelarse. La onda expansiva de Adirael tambien golpeó a Balban y a ambos astados, pero los espetros eran inmateriales, ningun poder de telequinética tendría efecto sobre ellos.

Finalmente ambos espectros lanzaron los hechizos que habían estado conjurando, dos rafagas fortisimas de hielo directas contra el dragon de fuego, aquello haría bramar de dolor incluso a una criatura legendaria como Aiedail. Mientas tanto el simbolo de hielo se apagaba y el pentagrama se iluminaba de nuevo.

Sin tiempo apenas para reaccionar, los astados, comandados por Balban, corrieron al unisono hacia los humanos y simplemente reventaron como sendas bombas de napalm, provocando que todo se cubriera de llamas de nuevo.

Balban por su parte terminó de conjurar la maldición, esta vez sobre Adirael, pero no para arrebatarle su fuerza, sino lo que hacía que sus golpes fueran tan letales: su destreza, perdiendo gran parte de su coordinación a la hora de moverse. La estrategia de Balban no se basaba en hechizos elementales para atacar, de eso se encargaban sus multiples marionetas, y aunque su poder le permitía lanzar tales hechizos, se estaba centrando en las maldiciones e invocaciones. Esta vez llamó a su lado a un demonio Berseker, Adirael ya los había visto, algunos invocadores humanos los usaban, pero no era una invocacion muy extendida, eran demonios brutos y dificiles de controlar, increiblemente habiles para el combate cuerpo a cuerpo pero poco mas, era trituradoras con patas que entraban al campo de batalla unicamente a destrozar cuanto encontraran a su paso.

-Balban- Luchais en una batalla que perdisteis hace ya tiempo, incluso aunque derroteis a esta marioneta y a otras cien mas, seguireis luchando en una batalla perdida, seguireis mueriendo, vuestro mundo seguirá invadido y nunca tendreis fuerza suficiente para reconquistarlo, nisiquiera con todas vuestras fuerzas lograsteis detener a uno solo de los generales, ahora vuestras posibilidades siguen siendo nulas.

El joven de vuestra propia raza al que habeis asesinado como a la mas terrible amenaza, logró entender esto por si mismo, no tuve que emplear ningun poder sobre él. Fue el único de vosotros lo suficientemente inteligente como para aceptar la realidad en la que vivis y para aceptar que vuestra lucha es absurda... y por eso le habeis matado, tan en desacuerdo que pareceis estar con mis métodos... y resulta que vosotros no sois muy distintos. Nunca existirá un deathmaster ni ningun demonio tan despreciable como vuestra raza mestiza.

Mientras decía aquello otros dos diablos armados con sendas armas energeticas atravesaron la hellgate y acudieron directos al chronus. Tambien hubo una transmisión de Scott.

-Scott- Preaparado para realizar otra pasada, identificar objetivos, cambio.

Por el silencio de Raven por radio, ya había entrado en combate con los comandos.

Mientras los comando ascendían, no tenían muchas posibilidades de esquivar los disparos del cazador. Raven logró dos dianas pero no fue suficiente para detener el avance. Mientras tanto, un comando, usando de cobertura el amrco de la puerta, disparó por detrás a Raven, ahora el cazador estaba arrinconado.

Lilith respondió por radio, se notaba que estaba muy ocupada, se escuchaban disparos y golpes fortisimos en la transmisión.

-Lilith- Estoy de camino... almenos cinco objetivos mas en la penultima planta.

Su voz no dejaba de sonar extraña incluso por radio, al fin y al cabo pasaba por dos tipos de microfonos antes de llegar a Raven, eso sumado al acento ruso, era cuando menos curioso.

El mas duro de los combates seguía su curso en lo alto del chronus, Raven debía tomar la decisión de cuidar su propia vida o velar por sus compañeros, ambas cosas a la vez serían complicadas, aunque no imposibles.

-Recibido Lilith, te estare esperando-

Dije mientras esquivaba los disparos del comando, desde luego era bastante complicada la situación no sabía que hacer o defenderme o ayudar a mis compañeros, por lo que con cabeza fría decidí ayudar a los que estaban en el chronus, ubique detras de mi apuntando hacia la puerta, un pequeño dispositivo de cobertura que seguidamente expandio una pequeña barrera de luz.

Acto seguido apunte con el rifle a uno de los diablos que estaban a la lejanía y reactive el apoyo aereo, mi objetivo primario ea defender a toda unidad en elysium, incluso si yo mismo me encuentro en peligro.

El combate cada vez se iba alargando más y nosotros estábamos más cansados. La dragona intento evitar los ataques de los espectros pero era un objetivo demasiado grande y el hielo la golpeo de lleno, haciéndola mucho daño, por suerte, su escudo mitigo un poco el daño.

Cuando los astados explotaron, volví a activar aegis, pero esta vez si que le añadí la protección contra el fuego, si esto se alargaba no aguantaríamos así que había que mitigar el daño recibido al mínimo.  

-Esos espectros me están jodiendo demasiado.- Pensé mientras apuntaba con la espada a uno de ellos y dejaba que una bola de fuego saliera disparada contra el.

Aiedail, por su parte realizó un barrido con las garras intentando herir al máximo de objetivos posibles. -¿Se te ocurre una forma de acabar con esto rápido Adirael?- Le pregunte al psíquico por se tenia alguna estrategia en la manga.

 Adirael no se tomaba a la ligera nada de lo que estaba ocurriendo. La tecnología de Alissa era desconcertante pero podía ser terriblemente efectiva, el mundo era información, si se trataba con ella se podía utilizar, alguien con capacidad para analizar suficiente información, beber de ella y asumirla como algo utilizable era alguien muy poderoso. El hellgate debía tener un mecanismo de cierre ligado a esa información. No era tan distinto de lo que hacía al redirigir un ataque a distancia, adaptarse, colocar los receptores adecuados para una clase de información. Aiedail lo hacía con el fuego, era capaz de ser un receptor para la información enviada por Balban o cualquier otro atacante. No poder hacer eso suponía la muerte. La información podía salvarte o matarte.

 El modo omnisciente era una forma de agotarse rápido, pero también una de analizar las variables menos evidentes. Balban les entretenía con todo un comité de bienvenida mientras dejaban pasar lo evidente, y una de esas evidencias es que Balban no era tan malo después de todo...era como un maestro, un profesor, y si aquello fuese un sueño o una simulación, tendría un valor concreto muy alto para la humanidad. Pero también presentaba un escenario imposible.

 Adirael no creía en el escenario imposible.

 El psíquico se centro en analizar el pentagrama, debería tener suficientes datos como para saber si al activar cierto tipo de elementos tenía alguna clase de vulnerabilidad o debilidad. Balban sólo asumía que era imposible de derrotar, pero eso era algo que quería que pensaran, no una realidad. Tampoco había capturado a Eva sin más, podía hacerlo, pero no lo había hecho.

 Balban podía no ser una amenaza tan grande como cabía esperar...Balban tal vez sólo estuviese preparandonos para algo peor, para algo como la primera batalla que contempló Adirael, la primera y última guerra.

  Si salíamos destruidos o no le importaría poco, no confundía eso con ser compasivo, seguramente la humanidad le preocupase poco. Pero si salían con vida...era una lección sin precio.

 Debía saber si podía eliminar el pentagrama rayandolo o atacandolo de algún modo, y debía preveer cual sería el próximo que se activaría antes de acabar con el de hielo, el más peligroso hasta ahora. Necesitaba información para guiar a Geralt en sus golpes, tal vez atacar a Balban desesperadamente sólo les supusiese un retraso.

 Analizar la parte oscura de Geralt tampoco estaría fuera de lugar. Adirael había considerado ya la posibilidad de que la única forma de debilitarlo en presencia del dragonborn sería precisamente a través de él, como un canal...aunque aquello, podía ser extremadamente peligroso, no en vano, hacerlo sin Eva se antojaba...arriesgado.

Modo omnisciente:

A todas luces el pentagrama suponía la mayor ventaja para Balban de aquel escenario ya preparado. La energía que lo alimenta proviene del chronus y pocas fuentes de energía serían tan abundantes. De nada serviría intentar modificar el pentagrama arañando, era algun tipo de hechizo mas allá de lo físico y su esencia era la energía.

Destruir al chronus era la unica forma de detener el funcionamiento del pentagrama pero era evidente que eso podría llevar mas tiempo que acabar con el mismo Balban, Adirael sabía perfectamente los niveles absurdamente altos de daños que podían soportar aquellas colosales apisonadoras.

Viese por donde se viese, Balban tenía mucha ventaja en aquella pelea, porque los simbolos los activaba él a voluntad segun iba viendo el transcurso de la pelea, del mismo modo que utilizó los simbolos para invocar espectros de hielo y contrarrestar la mejor carta de Dragonborn, podría activar otro que contrarrestara algun otro desempeño. Solo existe una debilidad en esa estrategia, si la energía del chronus alimenta la invocación de un simbolo u otro, no alimenta el pentagrama y viceversa.

Aquello daba que pensar, porque si Balban descartaba la opción de invocar aquellos espectros, estaría protegido permanentemente con la energía del pentagrama, puede que despues de todo si estuviera jugando con los presentes. Sin embargo el nivel de proteccion de aquella "invulneravilidad" debía tener un límite, por mucha energía que le proporcionara el chronus, tenía que tener un limite en cuanto a la cantidad de daño capaz de absorver.

En cualquier caso, aunque aquel cuerpo de Balban no sintiera dolor ni lo diera a entender, los daños que habían provocado los ataques realizados eran evidentes a simple vista. Atacar cuando no estaba protegido estaba resultando efectivo, el problema llegaría cuando esa protección fuese continua.

El tiempo iba en contra de los humanos, a pesar del destacable desempeño de Maria, no hacía falta ningun modo omnisciente para saber que pronto el agotamiento haría que el titan de agua desapareciese y Maria con él.

 - Jajaja.... - el flequillo de Adirael se tambaleó por la fuerza del golpe de Maria en el Chronus, pero cuando su cuerpo no perdió el equilibrio se hizo evidente su movimiento de cabeza, su negación, reprendía a Balban por no haber hecho los deberes.

 Puede que Geralt sufriese, que ambos sintiesen los efectos del veneno, que la dragona sintiese la mordedura del frio.

 - Eres un demonio. No puedo pedirte que entiendas lo que significa ser humano. Sólo alguien que ha vivido como humano podría saberlo.

 Negó con fuerza, y sonrió ampliamente mientras el sudor recorría su rostro. Estaba cansado, claro, pero no había ni una brecha de duda, ni de arrepentimiento. Había vivido plenamente, incluso en la guerra, incluso siendo un experimento. Había sufrido, y había tomado elecciones dificiles.

 - ¿Es que te aburres amigo? - le preguntó con la serenidad de una brisa a su poderoso compañero - Lo cierto es que si queremos seguir resistiendo, seguir siendo humanos va siendo hora de terminar de una vez por todas.

 María no aguantará eternamente. Merece un descanso.

 Se preocupaba por los demás, el lucharía aunque no tuviese fuerzas, aunque tropezase en cada paso. Para balban debía de ser poco más que un insecto arrastrandose en el suelo, a sus pies. Pero eso era precisamente por no comprender el verdadero significado de todo aquello.

 - Te has esforzado mucho en ofrecernos tu perspectiva de nuestra situación. - observó ante las palabras y los actos de aquel poderoso oponente - incluso de nuestra naturaleza.

 Pero has dado por supuesto demasiadas cosas.

 Te agradecemos tu esfuerzo. Hope aún no lo entendía. No estaba equivocado al considerar que nuestra oportunidad más probable como especie era sobrevivir como esclavos.

 Asentí, no miré a Geralt, ni hacia Alyssa, no miré hacia María o hacia el lugar desde el que debía estar observandonos Raven. No miré hacia la catedral asediada, ni hacia el geofrente. No hacia las aeronaves repletas de buenos soldados y el maestro Scott, hacia las calles donde luchaban los cazadores, Nathalya entre ellos, ni al geofrente en busca de civiles. No busqué el cuerpo inerte de Vexile. Sólo busqué en el alma oscura de Balban en busca del entendimiento que le diese una respuesta capaz de hacer temblar su espíritu ante la humanidad.

Más allá de la noche que me cubre negra como el abismo insondable, agradezco a los dioses si existen, por mi alma invicta.

 - En las azarosas garras de las circunstancias nunca me he estremecido o lamentado en voz alta.
Sometido a los golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de ira y lágrimas yace el horror de la sombra, aún así la amenaza de los años me encuentra y me encontrará, sin miedo. No importa cuán estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia, Soy el amo de mi destino; Soy el capitán de mi alma.

 - Hoy estamos aquí los humanos que quedan en nuestro mundo. Pero no luchamos porque los humanos sobrevivan como especie, luchamos porque la humanidad se mantenga, y la humanidad es mucho más que química, todo esto es una cuestión de principios, de determinación.

 Puede que los generales sean más fuertes. Que tu lo seas. Pero ellos no están aquí, ni regresarán pronto. Y si no lo hacen, tal vez no tengamos que ir a buscarlos, sólo esperar y asegurarnos de estar preparados cuando vuelvan.

 Puede que nos hayas cazado en un mal momento, Balban, que no estuviesemos tan bien preparados como cabía esperar para esto, pero eso no significa que vayamos a tirar la toalla.

 No.

 Lucharemos y moriremos por la humanidad, porque no es una cuestión de supervivencia. - algo que parecía no entender, ni él...ni Hope - es una cuestión de principios.

 - Todos y cada uno de los humanos que tienes frente a tí luchan por la humanidad, darán sus vidas por ella si es necesario. Y no lo harán en vano.

 Hoy no luchamos por recuperar nuestra tierra, luchamos por nuestros ideales.

 Adirael se acarició la mejilla con el pulgar, sonrió ampliamente mostrandole los dientes y colocó sus manos en posición de combate.

 - Tendrás que aplastarnos si no accedes a retirarte. - era una curiosa amenaza con una oferta a considerar, tal vez Geralt le dejase marchar si se daba la vuelta...

 - Aunque no parece que tu transporte disponga de una buena marcha atrás. - no era del todo una mofa.

 Adirael estaba de buen humor, afrontaba los riesgos, las pérdida. Era uno de los defensores de la humanidad.

El psíquico extendió la diestra y parpadeó lentamente para concentrar el poder suficiente como para enviar una ráfaga telequinética al berseker. Era un contratiempo, pero le tenía justo donde quería, los próximos golpes serían decisivos, tenían que despejar el lomo del chronus.

  - Geralt. Machaca a este perseverante hijo de puta.

 La voz de Adirael volvió a invadir la mente del dragonborn si accedía a que lo hiciera, nítica y confiada.

 El pentagrama deriva el daño al chronus, es la manera dificil. - también la forma sencilla de decirlo - pero no cuando activa uno de esos sellos.

 Cuando el pentagrama se apague golpea a ese indeseable con todo lo que tengas.

 De no hacerlo así, Balban dispondría de toda la energía del Chronus para pelear, demasiado sólo por la falta de tiempo, iban contrareloj después de todo.

 - Aiedail, ¿eh? - se refirió a la dragona - había oído que el fuego de dragón es capaz de derretirlo todo...

 No parece ser del todo cierto.

 Sólo buscaba motivar a la dragona, si tenía un caracter similar al de Geralt, se sentiría inspirada a darlo todo contra esos espectros.

 Me temo que yo no puedo ayudarte con ellos.

 Era una cuestión de vulnerabilidades.