Partida Rol por web

Año 21, día 7

Cementerio

El Vampiro Guerrero atacó a Aidan con su cadena, pero esta vez al estar este preparado la evitó sin problemas.  Invocando el poder de los Cielos se movió casi tan rápido como el Vampìro, acortó distancia con su agresor y le propinó un golpe con su espada directo al cuello con la suficiente potencia como para cercenarla y así acabar con su enemigo.

El mago mientras tanto protegido aún por algo de distancia se puso a preparar un conjuro, o al menos eso se deducía por sus cánticos y el movimiento de sus manos.

Año 21, día 7

Cementerio

-Ah no, ni te creas que te lo permitiré.

Comentó la joven paladina viendo al mago comenzar con un hechizo. Si invoca más secuaces estarían en serios aprietos.  Aidan parecía no tener problemas acabando con el segundo vampiro. Sin duda todavía le quedaba mucho que aprender de su maestro. Acortando la distancia y arremetiendo contra  el mago la muchacha soltó un  rugido con un alarido al descargar la espada con todas sus fuerzas tratando de interrumpir lo que fuera que invoca y golpearlo con el intento.

Año 21, día 7

Cementerio

El fallo de Gabriella permitió al mago terminar su conjuro justo a tiempo el cuál conjuró una mano de piedra que golpease el costado derecho de la guerrera, sin embargo ella versada como era en las artes de la espada logró evitar el golpe sin demasiadas molestias.

Por su parte Aidan se dirigió hacia el muerto viviente que parecía más peligroso, el que había sido enterrado con su armadura y su terrible hacha a dos manos.  La armadura del guerrero sería difícil de atravesar con la espada por lo Aidan decidió realizar una jugada arriesgada, aprovechando la velocidad de su carrera puso el escudo por delante y se abalanzó sobre su enemigo intentando hacer que este perdiera estabilidad y cayera al piso.  El golpe de Aidan fue en extremo exitoso haciendo que el caballero no muerto cayera estruendosamente sobre el piso y su hacha volara varios metros de su mano, además Aidan pudo realizar una pequeña pirueta durante su caída que lo dejó en una posición muy ventajosa para su próximo ataque.

El no muerto atacado por Aidan no pudo levantarse debido al peso de su armadura y el golpe recibido mientras que los otros dos se acercaron uno hacia Gabriella y otro hacia su maestro.  Tal como habían supuesto no representaban amenaza alguna en solitario, iban desprovistos de armas y sus ataques no sólo eran simples de evitar sino que de hacerlos serían incapaces de atravesar sus escudos o armaduras

Año 21, día 7

Cementerio

El golpe en el costado pudo haber sido peor, mucho peor.

Por un momento Gabriella se replanteo la idea de adoptar el apellido de su maestro.

Incluso a pesar de su propios fallos, su pecho se hinchó lleno de orgullo al ver que Aidan daba cuenta de dos de los atacantes.

Apretó nuevamente con fuerzas renovadas la empuñadura de su espada una vez más encarando al mago.

-Pero si que eres duro de roer.

Farfulló descargando su espada contra el enemigo.

Año 21, día 7

Cementerio

El primer ataque de Gabriella impacto en la cadera derecha del vampiro, haciendo que este cayera de rodillas, luego la muchacha dio un pequeño paso para atrás y hundió por completo la espada en el rostro de la criatura haciendo que el arma atravesara todo su cráneo.  Un gorgoteo sanguíneo se dejó escuchar cuando con una patada la muchacha desprendió la espada del cuerpo inerte y pudo escuchar el golpe seco de las resurrecciones que había hecho el necromante caer al suelo.

Aidan la miró, tenía una sonrisa de admiración en su rostro.  -Ahora la gente de la aldea podrá dormir tranquila.  Es una pena, pero desde hace un tiempo las corrupciones, no solo de Vampyrs, sino de otros seres son más frecuentes-

Año 21, día 7

Cementerio

-Me pregunto qué lo habrá impulsado a seguir este camino, los vampyr reverencian la vida y la energía; matar va en contra de sus principios.

Respondió la muchacha hincando una rodilla al suelo dedicándole unos segundos de plegaria por el alma del vampyr, o quién fuera originalmente antes de la corrupcion.  Incorporándose dió una vuelta hasta donde Aidan habia dado cuenta del guerrero.  Aunque Aidan sonrió ella en cambio parecía insatisfecha, tanto con su propio despliegue, se había demorado mucho en acabar con el mago cometiendo errores que pudieron ser críticos, tanto además con las palabras de su maestro.

-Es preocupante eso que dices. Cierto que solucionamos este problema pero hay que buscar y arrancar el problema de raíz. Qué fue lo que los corrompió. Dónde se inició el proceso. Hay que evitar que esto siga ocurriendo.

Podríamos intentar identificarlos. Pudieron tener familia y merecen saber lo que les ocurrió a sus seres queridos. O sabiendo quienes fueron seguir sus pasos y entender como ocurrió esto.

Año 21, día 7

Cementerio

Aidan también dedicó unas plegarias por las almas de los que habían sido corrompidos.  -En algunos es algo que se da poco a poco, de repente consumen sin querer toda la vitalidad de una roca o un animal y pareciera como si eso les hiciera sentir más poderosos, así comienza su corrupción hasta que terminan transformados en estas criaturas, aunque esto, dijo señalando los cuerpos de los Vampyr es distinto.  Nos hemos acostumbrado a ello, pero según los libros más antiguos cuando los Vampyr se corrompían no había cambios en su forma, seguían siendo los mismos, cambiaba quizás su mentalidad que comenzaba a vernos como rebaños más que como humanos, pero no hay registro de que esto empezase a pasar hasta hace unos cien años aproximadamente.  Durante mucho tiempo se debatió si era un efecto natural producto de su corrupción que con el tiempo no sólo degeneró sus mentes sino también sus cuerpos y si bien esta es la teoría más aceptada todavía no se llega a un pleno acuerdo.-  Aidan hizo un silencio largo, meditando lo próximo que iba a decir y continuó -Las llamas de esta discusión se reavivaron hace algunos años, alrededor de cincuenta, cuando se empezaron a ver otras especies corrompidas, al principio fueron rumores, avistamientos que se tomaron por historias de borrachos o juglares que buscaban atraer más público en las tabernas.  Hasta que fue la propia Orden la que lo confirmó cuando un grupo de caballeros que escoltaban una caravana de provisiones fue atacada por un grupo de enanos y humanos, o lo que suponemos habían sido antes de corromperse.  Sólo sobrevivió un aprendiz al que obligaron a marcharse el combate y llevar las noticias a la Orden.  Desde ese momento grupos de maestro y aprendiz caminan por el mundo en busca de estos Horrores, en busca de una causa u origen o de algo que pueda guiarnos a ella.  Ven, volvamos a la aldea, les contaremos lo que hemos visto y nos quedaremos un par de noches allí para asegurarnos de que ya no hay más peligros.  Mientras tanto podremos seguir hablando en el camino-

Año 21,Día 7

Cementerio

La muchacha asintió a las palabras del maestro. Cavilo mucho en lo que esté le confiaba y ciertamente con cada palabra lograba avivar su convicción de estar en el camino correcto, cuidar del inocente y destruir el mal.

-Maestro después de aquella expedición y a medida que otras parejas de maestros y aprendices han viajado, ¿se ha encontrado el origen o alguna pista de lo que está causando estás corrupciones? O zonas donde sea más común en comparación con el resto, incluso si ocurre más a menudo en diferentes regiones.

Gabriella guardó su espada mientras sugería.

-Deberíamos quemarlos, una vez lleguemos a la aldea indicar que envíe a alguien para hacer una pira; que los cadáveres no queden expuestos pues nunca se sabe si pueden ser un foco de corrupción después.

Año 21,Día 7

Cementerio

Aidan caviló su respuesta -Si- dijo y guardó silencio por un rato -Suponemos que la fuente está al Noreste del continente y para eso se están preparando los caballeros, para, de confirmarse avanzar hacia allí con un ejército.  Pero de momento no podemos permitirnos hacerlo pues si nos equivocamos dejaríamos a muchos pueblos, aldeas y ciudades desprotegidas.-  Guardó un rato más de silencio y luego volvió hablar -Nuestra misión es distinta.  Tu no eres como cualquier otro caballero, pero no seré yo quien te revele más de lo que he dicho.  Mientras tu te entrenaste y mientras hacemos estos viajes la hermandad de magos ha elegido a un grupo de magos para cumplir una misión, no sabemos de que trata, al menos yo no lo sé.  Aunque si sé que es importante para la lucha contra la corrupción y que nuestro deber será protegerlos y asegurarnos que puedan llevar a cabo su tarea.-

Luego de escucharla sobre los cadáveres agregó -Si, tienes razón, será mejor que los quemen y así los purifiquen-

Año 21, día 7

Cementerio/ Aldea

Gabriella escuchó y entre otras diversas platicas, casi todas en referencia a la corrupción llegaron a la aldea.

-Maestro me gustaría conocer de los distintos tipos de mutaciones conocidas hasta el momento para la Orden. Cómo está obrando la corrupcion en las distintas razas. Digamos aquellos enanos y humanos de la primera expedición que cambios significativos observó el aprendiz, y a través de los años otras que hayamos visto. Han crecido garras, se regeneran, sangre ponzoñasa cosas así.

Una vez en la aldea y tras el informe la muchacha se ocuparía en limpiar y preparar su armas manteniendolas siempre listas para el combate. Luego iría a la capilla de la Luz que tuvieran en la vecindad para en contemplación orar y entrar en comunión con sus seres guías; teniendo en cuenta la próxima misión de guardianes de aquel grupo de magos.

Año 21 día 3

Anochecer

Ni bien informaron al alcalde de la aldea de lo sucedido el mismo mandó un par de hombres a quemar los cuerpos para evitar que regresaran.  Gabriella sabía no regresaría a menos que un necromante usase sus poderes para despertar los cadáveres, pero las creencias locales decían que si los cuerpos eran expuestos una noche entera a la luz de la luna regresarían a la próxima luna.  Por eso los hombres partieron de inmediato para cumplir con la orden del alcalde.

Decirle a aquel tipo alcalde era todo un halago, simplemente era quien estaba a cargo de la aldea y velaba por sus habitantes, pero no tenía realmente un poder conferido más que por la propia población y las acciones de los caballeros al acabar con sus pesadillas seguramente le daría un poco más de ese poder.

La capilla dejaba mucho que desear en cuanto a lo edilicio pues no era una pequeña construcción de madera sin ornamentos con bancos suficientes para que entrasen los fieles y un púlpito desde el que el párroco daría sus sermones y dirigiría las oraciones del pueblo.

Tal y cómo se lo había propuesto se arrodilló, cerró los ojos y se dispuso a entrar en comunión con sus amados guías fue entonces cuando una dulce voz acarició sus Oídos.

-Querida hija, querida Airnarel, querida Gabriella, como te llaman en ese mundo.  Has visto hoy con tus ojos humanos, lo que ya habías presenciado con tus ojos angélicos y aunque aún mucho es el camino que te falta por recorrer, también mucho ha sido tu avance.  Has pedido por guía y ante ti se presenta tu Madre para responder todo cuanto estés preparada para conocer-

Año 21 día 3

Anochecer

No era la primera vez que los seres espirituales le hablaban de una forma tan familiar, alguna que otra vez entre los hilos de sus enrevesadas palabras Gabriella seguía la hebra de su propia existencia.

Algo que muchas veces había cuestionado tratando de comprender dentro de su existencia terrenal, no obstante gracias a su herencia vampyr la idea de la energía moviéndose entre planos "tomando" distintas formas no era algo totalmente descabellado; y aunque no lo comprendía en exactitud poco a poco se había acostumbrado a la idea de una vida "pasada". La habían llamado hermana deseando que cumpliera su misión para que volviera con los Altos.

Ahora, sin embargo, aquel ser se presentaba con un título diferente, la Madre, dispuesta a esclarecer parte de sus preguntas.

El nombre que usó para llamarla tintineo en sus oídos, un sonido que ya había escuchado antes pero que no lograba recordar. Airnarel, era el nombre de un Altísimo ¿ Qué significaba?

-Mi camino, la misión de mi vida siempre ha estado clara frente a mis ojos. 

Profesó la muchacha primeramente reforzando su convicción de aniquilar el mal, ajusticiar a los inicuos y liberar a los inocentes. Su destino de paladina siempre lo había sentido como algo muy suyo, y nunca como una obligación impuesta por otros.

-Pero para saber cómo enfrentar a este mal, estas corrupciones que están acechando a las razas de este mundo necesito saber que vieron mis ojos antes. Recordar el origen de este mal y el por que azota a los pobladores.

Sus ojos se desviaron hasta la brillante espada depositada en el suelo frente a sus rodillas, el filo que debería proteger a los elegidos pareció reflejado en el iris de sus ojos en un relámpago instantáneo. 

-La misión de un grupo de magos contra la corrupción parece ser una pieza fundamental en esta lucha. Su vida estará en mis manos y tengo miedo de fallarles. 

Año 21 día 3

Anochecer

La mente de Gabriella se pobló de imágenes.  Vio unas puertas mundo de la que salían engendros infernales, vio la corrupción llegando a los distintos mundos medios, vio a todas las razas caer bajo esta y juntas atacar las puertas que nunca debían abrirse.  Las puertas a los reinos superiores.  Vio la sangre vertida, sintió el dolor de la creación misma y todo se tornó caótico en su cabeza.  El cuerpo humano de los mundos medios no estaba listo para recibir tanta información en tan poco tiempo, se sintió aturdida y antes de desmayarse escuchó la voz de aquella presencia diciéndole que encontrara a los magos, que les protegiera, pero que también limpiara de corrupción el camino que había ante ella.  Para eso era la espada a la que debía nombrar para que así esta tomase la fuerza del espíritu y fuera mucho más que una hoja común y corriente.

Año 21 día 4

por la mañana

Al despertarse se encontró en una habitación de una posada, sus pertenencias estaban al costado de la cama, junto a su armadura y sus ropas limpias y dobladas sobre una silla, miró hacia ambos lados pero se hallaba sola, fue entonces cuando con más tranquilidad pudo ver una nota de Aidan.  No eran muchos los que sabían leer y escribir y además reconoció la letra del caballero.

Me has dado un susto de muerte.  El desayuno está pago, si no me encuentras en la taberna parte al este y espérame tres días en la posada el manantial de Tales en la ciudad homónima.  Si en tres días no llego continúa tu camino hacia el este y espérame otros tres días en la fortaleza de Paso Angosto, aunque estés entre nuestros hermanos cuídate y no cuentes a nadie nuestra misión.  Si no llego, continúa hacia el sur, ve hacia la torre de los magos y ya no me esperes.

Año 21 día 4

Posada, mañana.

Despertar con todas aquellas sensaciones, recuerdos y visiones la hizo estremecer entre sábanas.

Llevo el brazo sobre la frente tratando de hacer lógica a todo aquello que la madre le había permitido acceder, era mucho y aunque leves ariscos de verdades asomaban también era cierto que su mente y cuerpo mortales se esforzaban sobremanera.

Giro el rostro buscando la claridad que se colaba por la ventana e invariablemente sus ojos se posaron en las ropas y la nota de su maestro. Incorporándose sus dedos aprisionaron el papel devorando el contenido mientras la preocupación crecía dentro de ella.

Sin dudar alistó todas sus pertenencias para tras desayunar tratar de localizar a su maestro, en caso de no encontrarlo seguiría sus instrucciones al pie de la letra.

¿Pero por qué no habría de encontrarlo?, sino en la posada ese día, entonces en los lugares acordados tras el plazo de los días conferidos. No le hacía ninguna gracia las advertencias de no buscarlo o no confiar en sus hermanos de orden. ¿ Si no podía confiar en sus hermanos como hacerlo de estos magos desconocidos a los que debería proteger?

Muchas dudas e incertidumbres plagaron su corazón mortal y su mano temblorosa se aferró a la empuñadura de la espada.

-Parte de mi, extensión de mi brazo y mis intenciones. Llevarás el nombre que antaño identificaba mi alma con otra energía, Airnarael.

Sin dilación entonces se dispuso a partir.

Año 21 día 4

Posada, mañana.

Tras nombrar a la espada esta vibró y refulgió entrando en completa armonía con su portadora.  Gabriella se vistió y colocó su armadura, tomó sus armas, un saco con algunas monedas que su maestro le había dejado y bajó lo más rápido que pudo, y tal como su corazonada le decía no encontró a su maestro.  Corrió hacia las cabellerizas y no encontró allí a corcel ni jinete.  Volvió al interior de la taberna y tomó un desayuno frugal, compró algo de pan, queso y carne seca y salió al camino siguiendo las instrucciones de su maestro.

Año 21 día 7

Camino, atardecer.

Los primeros dos días de viaje fueron tranquilos, apenas si cruzó huella con algún otro viajero o comerciante, acampó y descansó verdaderamente bien hasta que llegó el atardecer del tercer día.  Gabriella había desmontado y desensillado su caballo para que este se alimentara de las hiervas mientras ella se disponía a preparar su campamento.  Fue entonces cuando de las lindes cercanas al camino le llegó el ruido de ramas rotas.  Al comienzo supuso que sería un animal por lo que se encaminó a tomar el arco, no estaría mal cazar una liebre y comer carne fresca.  Sin embargo escuchó el agónico gemido de la criatura y la respuesta de otros más.  Gracias al estudio de la historia que había hecho con los caballeros supo que aquello sólo podía ser una cosa o quizás dos, pero significaban lo mismo. 

Problemas. 

Tomó distancia y se preparó para la llegada de las criaturas, una, dos, tres fue capaz de distinguir entre los árboles, pero los pasos de otras más se dejaban oír.  Zombies, criaturas creadas por el tormento y el dolor.  Muertos incapaces de dejar sus cuerpos.  Difíciles de matar, fuertes y resistentes.

Año 21 día 7

Camino, atardecer.

Con una palmadita en el flanco del caballo lo espanto para que se alejara. Sin duda era un animal fiel, volvería si se tía que el peligro había pasado, de lo contrario y ella moría al menos el corcel podría galopar libre.

Gabriella pegó la espalda a un árbol buscando camuflaje, esconderse y los engendros pasarán de largo abatiendo desde la retaguardia a cuántos pudiera. Aún así cargo con el arco preparada para destruir a los más rezagados y alejados. Podía montar el caballo y huir sin duda, pero el concepto de honor en un paladin le impedía hacerlo sin destruir aquellos seres oscuros.

Año 21 día 7

Camino, atardecer.

Gabriella se pegó tras un árbol intentando esconderse, las lentas criaturas avanzaron por el bosque, podía escuchar el ruido de sus pisadas sobre la hojarasca seca y algunas quebradizas ramas.  Uno, dos, tres zombies pasaron relativamente cerca, pero todos continuaron mirando al frente sin percatarse de su presencia, un cuarto avanzó mirando hacia otro lado y cayó al suelo tropezando con un tronco seco, llegó un quinto que también pasó sin advertirla y finalmente el sexto que avanzó sin verla hasta que por obra del destino una suave briza sopló en su dirección llevando el aroma de la mujer hacia él, volteó la cabeza y lanzó un chillido agudo.

Año 1 día 7

Camino atardecer

El agudo chillido del último zombie hirió sus oídos dejándola en evidencia. Casi pudo pasar desapercivida, no obstante, parecía que la idea de cazarlos por la retaguardia no funcionaría. Su corazón comenzó a latir fuerte enviando la adrenalina a cada una de sus extremidades preparándola para el próximo combate dónde sola tendría que si revivir.

-Callate enjendro. 

Espetó la muchacha que con el arco ya listo lo descargo sobre su compañero, el zombie caído, aquel que se había tropezado, mejor sacar al más débil del medio antes que se convirtiera en otra sería amenaza.

No quedaría de otra que prepararse sabiendo que el cuerpo a cuerpo seguiría.

Año 1 día 7

Camino atardecer

Quizás a causa del nerviosismo, quizás a causa de la mala posición la flecha que disparó no se clavó en su enemigo, sino que lo rozó arrancándole un pedazo de carne del torso, sin embargo el golpe fue lo suficientemente fuerte como para hacerlo caer nuevamente al piso.  El que chilló se giró y caminó hacia ella, el resto también comenzaron una agónica caminata con sus característicos sonidos que parecían más un lánguido gorgoteo que otra cosa.

Gabriella sacudió la cabeza despejándola y recordando las palabras de su maestro, había dos formas efectivas de acabar con aquellas criaturas no muertas, la primera destruir su cerebro o separar la cabeza del cuerpo, la segunda utilizar la energía que aportaban los habitantes de las altas esferas a los que ella servía y de los que ahora sabía formaba parte.

Año 1 día 7

Camino atardecer

Dejó caer el arco, colgando con la banda de cuero que lo aseguraba a su espalda, para llevar la mano al pomo de su espada.

El filo de Airnarael refulgente y sediento de sangre impia parecía listo para destruir a estos ejendros.

Gabriella, algo nerviosa, se preparo para la batalla con un tajo descendiente al que estaba en el suelo, buscando cercenar su cabeza. No estaba segura de cómo podría pelear sola siempre había tenido la ayuda y la sombra protectora de su maestro cerca, ahora aunque no pensara mucho en ello estaba sola y aquello carcomía de tristeza su corazón.

Así y todo tenía una misión pendiente, no podía dejarse vencer. Levanto la espada nuevamente ahora en un tajo ascendente. La idea era golpear con un tajo brutal la cabeza del más cercano para destruir la masa encefálica.