Partida Rol por web

¡Ja, ja, ja,... ! ¡Salud a la salud de Bergdora... que siga enseñando a algunos mozos lo que se siente cuando se te pega algún plasta!
Vaya, justo cuando me iba a velar mis armas y meditar en la ceremonia de mañana esto se anima... me quedaré un ratito, pero luego me retiraré discretamente... vaya, una negra, una castaña, una morena y una pelirroja... este Rumhird reparte sus gustos...

Brunhild, consciente de los juegos de miradas que se cruzan entre sus compañeros, se mantiene alerta, preguntándose si es que pasa algo que no sabe... mira a Gyda, Thorbjorn, a Olaf que se le vuelven los ojos para atrás de vez en cuando... y se acerca más a las hijas de Guntar, ganando mejor vista con ello del espectáculo... hace una inclinación de cabeza a Sveim, riéndose otra vez mientras pasa, y busca de nuevo un lugar tranquilo y con vistas a la sala.

Al oir el cuerno, dejo la copa en una mesa para acercarme a la puerta, no sin antes buscar la mano de Gyda y agarrarla, tirándo levemente de ella Ven, vamos a verlo. le digo mientras nos acercamos.

Cuando llegan y sueltan la palabrería barata no puedo evitar apretar un poco la pequeña mano de mi hermana Rumhird el baboso, Rumhird el envidioso, deberían de proclamar. No es más que una serpiente que envenena todo lo que le rodea. Algún día se acabará todo esto, algún día. pienso mientras empieza el desfile ¿Quién se cree para tener una guardia casi tan poderosa como la del Jarl? ¿Acaso pretende demostrar algo? mientras mi cabeza hierve de indiganción, paso la mirada por los Houscarl, observando su posición.

Ottar hacia rato que no hablaba con nadie. Los efluvios del vino y de la hidromiel hacían que la fiesta fluyese para el cazador como un arroyyo entre las montañas. Cuando todo el mundo salió del gran salón, el gálido aire de la noche golpeó a Ottar, robando parte de su mimada borrachera, pero si algo le despejó, fueron las curvas de las esclavas. Zahira era una rareza, algo exótico, prohibido y tentador. Ni con diez jarras más de hidromiel trataría de acercarse, pues los guardias no dudarían en emplear la violencia. Afortunadamente la acertada canción del Scald barrió los descabellados pensamientos de Ottar, quien comenzóa  reir a carcajadas segun la letra se continuaba. Cuando tremina se acerca y le palema la espalda.

Gran canción scald. Dinos, ¿llegaste a sufirir los agasajos de la graciosa Bergdora? 

Con cara de admiracion y respeto veo como la comitiva descansa y hacen bajar todos los toneles y las ofrendas que traen al Jarl.
Las muchachas son extraordinarias, trato de verlo ya que es muy importante este hecho. Todo el mundo sale a ver como salen del carro.

Desde la torre trato de evitar que me despiste por lo que hago incesantes cambios de mirada, de las chicas, a la entrada.

Vaya, este año me lo pierdo...

Con gesto afligido, veo que me lo he perdido, por lo que decido quedarme admirando la noche. para ver si viene alguien mas por le camino.

Kirk, desde su posición de "sombra" de Tornbjorg y por tanto de Gyda, observa los lugares que toma la guardia de Rumhird.

-Demasiados hombres para un acontecimiento festivo. No me gusta nada-

Con expresión tranquila recorre el salón localizando a cada uno de sus compañeros e intercambia con ellos miradas de alerta. Inevitablemente, en su minuciosa vigilancia de la sala sus ojos encuentran a las bailarinas, deteniéndose con estupefacción en los de Zahira... recorre lentamente su cuerpo, deteniéndose apenas en los lugares apropiados -mhh, suave, salvaje- Una gotita de sudor se desliza por su mejilla, acomodándose en su larga cicatriz, hasta caer al suelo -ups-. No sin esfuerzo, retira su mirada de ella notando como poco a poco va reduciéndose el espacio en sus pantalones ... -menudo momento para tener iniciativa propia! demasiado tiempo sin tomar a una hembra! MALDICIÓN!!! esta mujer es una hechicera!-

Intenta recuperar el control de todos los músculos de su cuerpo, sobretodo de uno -no es ni el momento ni el lugar, por Thor!!!-

Lo consigue. Sólo entonces se permite una ligera sonrisa al escuchar la cancioncilla de Sveim

-Por todos los dioses, la derecha de nuestro Jarl está desprotegida! y yo no puedo modificar mi posición de vigilancia de Tornbjorg y Gyda!!  Maldita sea!! ya podrian Brunilda y Unn mover sus culos hacia esa zona!!-

Puedes ver claramente como las esclavas hablan entre ellas, y Zahira parece llevar la voz cantante, aunque la distancia no te permite escuchar de lo que están hablando.

La actitud de los cuatro daneses te parece de alerta y tensión, aunque no es de extrañar pues la sala está llena de gente más o menos borracha y cualquiera podría tratar de acercarse a las esclavas. No notas nada extraño en su comportamiento, ni en el de Hakum, que se mantiene a la expectativa. Hay tensión en su rostro, pero también en los de Guntar y

Puedes apreciar como Rumhird echa una mirada disimulada hacia la cabeza de oso colocada sobre Guntar, con quien te parece que está discutiendo algo. No sabes por qué pero esto llama tu atención. Una vez más, estás lejos para poder escuchar nada.

Ojo que tienes un post para ti anterior a estos dos últimos. Sé que eres la única que no lo ha marcado en el anterior, jejeje, es solo para aleccionar a los demás. No te preocupes, a mi me ocurre constantemente, es un mal umbriano muy generalizado.

-Por todos los dioses, la derecha de nuestro Jarl está desprotegida!-

Me acerco a lörky y le hablo. Solo él puede escucharme

Lörky, deberiamos tener protegidos tanto a las niñas como a Güntar. Opino que las niñas deberían quedarse en este lado, ya que al menos hay más de los nuestros por aqui para ayudar si fuese necesario, con uno de los dos. Y el otro debería ir a guardar la derecha de Pies Fríos. Qué te parece? Tú decides.

Por cierto, me da la sensación de que Rumhird está teniendo una discusión, sería interesante que el que modifique su posición se acercase de camino con los oidos bien abiertos...

Estan todos demasiado tensos, eso puede ser normal, por las borracheras y la presencia de las bailarinas...pero puede no serlo

Después de terminar la canción Sveim se apresura a beberse otro cuerno de hidromiel, mientras se pone de puntillas para poder admirar a las jóvenes esclavas, de repente una palmada en su espalda hace que trastabille y arroje desde su boca un chorro de la preciada bebida hacia Lorky, que se encuentra de espaldas a él.

Tras toser un poco para recuperar el resuello Sveim se gira para mirar al joven que se le ha acercado, muchas gracias hombre, desgraciadamente he de decir que si, Bergdora me “agasajó” varias veces, pero también te diré que ese año fuí el mejor de mi clase JA, JA, JA termina riendo mientras alza el cuerno para chocarlo con el de Ottar.