Partida Rol por web

Como si se tratara de algun tipo de encantamiento* todo se incorporan a la misma vez, la habitacion esta iluminada por una moribunda vela de cebo, los rostros de los aventureros se ven descansados y en cierta medida reconfortados, era casi como si el ayer nunca hubiese susedido, al mirar por las ventanas notan que la mañana aun no llega por la ausencia de luz, sin embargo sus agudas miradas no llegan muy lejos pues una espesa niebla parece haber reclamado el pantano para si misma y en su misteriosa aparicion parece tragarse todo lo que la vista alcance a un par de metros.

el chirrido de una tabla en el piso les previene de que alguien esta en la puerta, el sátiro les mira con aprensión y con un ademan le saluda, -le pantano parece que también esta descansando de la tormenta, no seria sensato adentrarse en medio de esta niebla, el pantano son solo charcos e islas pero si lo subestima puede resultar mortal, como ya lo han visto antes, ayer resulto un día en exceso emocionante, así que no tuve la oportunidad de preguntarles, ¿que asuntos tienen ustedes con los hijos del basilisco.- el sátiro escucha su relato con interés y sin agregar mas asiente a sus palabras con un -veo, deberían aprovechar este momento de paz y preparar sus atavíos para el viaje, mientras yo hago los preparativos para prestar mi ayuda- el satiro levanta la mano y acerca una lampara de aceite que ilumina la habitación, todos notan algo diferente, ¿era el mismo sátiro?, sus facciones eran muy similares pero ahora tenia mucho mas pelaje y su rostro se veia mas sabio que antes, sin embargo su voz sonaba idéntica, el ser nota sus miradas curiosas y sonríe con algo de amargura mientras agrega: -no se preocupen, sigo siendo yo solo un poco mas... como debería ser, se los explicare tod cuando estén listos.

Tras levantarse y bostezar sonoramente no una sino dos veces, el clérigo lo primero en lo que pensó fue en agarrar su espadón y mirar si todo estaba en orden. Tras comprobar aquello, que era lo importante, ya quedaba colocarse su pesada armadura y entonces orar a Sarenrae. Había usado toda su magia el día anterior en aquellos combates contra los muertos que moraban en aquella oscura cripta llena de trampas.

Adoptando una posición de arrepentimiento, rezó a Sarenrae, dando las gracias por permitirle haber rehecho su vida cuando a ojos de todo el mundo no era sino un despojo. Ahora era alguien que seguía un propósito claro. El de acabar con los hijos del basilisco que trataban de dominar estas tierras.

Una hora después agarró los objetos del tesoro. Las mochilas pesaban ya bastante debido a la gran cantidad de monedas, pero Xeross había curtido aún más sus músculos y el esfuerzo les había ido dando formas más prominentes. Tras evaluar las pociones rojas y la antorcha, creyó entender el uso de la antorcha, mas lo de las pociones no lo tenía nada claro y las pasó a Thalatos, que era más lúcido en los temas arcanos.

Ayer había estado trabajando en su equipo, desabollando el metal de la armadura o afilando su querida espada que tantos placeres le daba, aunque él no hablara nunca sobre el gozo que sentía al derramar sangre.

Había reparado también en que el sátiro se veía diferente. Como era un druida quizá habría obrado algún tipo de magia, pero desde luego que nunca había visto que alguien cambiara tanto de un día para otro. Por el momento prefería callar.

- Muy bien camaradas. Ha llegado el turno de las curaciones. Dejadme ojear vuestras heridas.

Aunque intentó descifrar el contenido de las pociones, fue en vano. Deberia esperar un tiempo, pero las propiedades del liquido se escapaban a su conocimiento.

Al ver al satiro cambiado intentó descifrar algo sobre la nueva situación. - Acaso sois el guardian del pantano y al destruir la fuente de corrupción, habeis sanado tambien vuestras heridas, pregunto el magus al satiro.

Con cuidado fue colgando el camafeo al que habia añadido una cadena, se lo metió debajo de su camisote de mallas, Aqui Lady Shasha estará segura de miradas indiscretas, pensó mientras se colocaba todo en orden.

- Listo para partir y derrotar al Basilisco. Estoy perfectamente Xeross, creo que no necesito las ayudas de Sarenrae

Miller había caído la noche anterior en la primera cama que le habían presentado, ese día había sido bastante pesado y apenas tenía energías al llegar, tardo un poco en levantarse, pues hace ya tiempo que no lograba conciliar un buen sueño que le permitiera descansar.

A la mañana siguiente recordó unas piezas que había encontrado un par de días atrás y antes de tomar el desayuno se decidió a echarles una mirada pues todo apuntaba que servirían para agregarlas al mosquete, se dedico un rato a hacerlas encajar lo mejor que pudo para luego salir y ver al sátiro con extrañeza por su repentino cambio, decidió no decir nada pero en su interior solo pensaba que debía ser porque ya se estaba recuperando y el maltrato le tenia muy mal, eso no acababa de encajar pero no quería pensar mas en ello.

Ravenna se había levantado hace un rato pero su primer pensamiento del día no estaba destinado a sus compañeros o al sátiro, ella dedicaba su primera idea a Iomedae, oró durante un poco más de una hora en silencio y con la mayor dedicación que como devota guerrera pudiera ofrecer. Supo que sus energías estaban renovadas y que las heridas del día anterior sanaban por las bendiciones recibidas, oró en agradecimiento por esto, oró por los caídos en combate, por el pequeño Mapa especialmente, oró por encontrar la sabiduría necesaria para entender que hacer en ese nuevo día y por la fuerza para acabar con sus enemigos e impedir que los planes de Moriadric se llevaran a cabo.*

Tras ese momento en el que se dedicó a prepararse para su guerra santa contra el mal, la mujer que se encontraba sin la manta que disimula su verdadero aspecto, se dispuso a saludar afablemente a cada uno de los presentes y ayudar con los preparativos para la nueva jornada, para las prisas era mejor ir con calma. 

Señor Barion, contestó tímidamente al recordar de su reciente perdida. Recién llegamos a Puertas del Pescador tras una tormenta que hizo que se perdieran tres naves y numerosas vidas, en las naves se encontraba un objeto que estaba resguardado por la Orden de las Siete Lanzas y que obtuvo tras esa nefasta noche por Moriadric Garra Negra, el artefacto es una cárcel para un mal mucho mayor que el mismo dragón, el muy perverso reptil pretende liberar ese mal a través de un gran ritual, un gran hombre Matius Magnar nos avisó de los planes y nos indicó las rutas para detener los preparativos de los rituales, optamos por venir a esta zona al ser la más cercana. Debemos detener a Moriadric lo más pronto posible, no queda tiempo antes de que terminen con su empresa y no haya esperanza para esta región.

Se le veía realmente preocupada, sin embargo mientras relataba lo sucedido en Puertas limpiaba y arreglaba su armadura y armas con sumo cuidado** también revisaba las de sus compañeros ajustando correas, empuñaduras y demás...

Se tomó su tiempo, al fin y al cabo el sátiro había advertido sobre el pantano y debían hacerle caso ya que no había nadie mejor que él para conocer el lugar. El cambio que se notaba en el sátiro no le extrañó a la paladina, antes tenía un buen semblante habiendo perdido nuevamente a un hijo y de seguro su cambio se debía al duelo que llevaba. 

El tiempo se consumía como la arena en los profundo de un reloj y en tanto los aventureros hacían los preparativos salir a hacer frente a la maldad que reptaba en el pantano a sus anchas, algunas heridas se cerraban y la fuerza que los héroes proyectaba un mayor poder que hace apenas unos días, las experiencia por las que habían pasado les dotaba de valiosas enseñanzas y sus habilidades parecían afilarse mas a cada paso.

Al estar ataviados y prestos para su salida notan como la espesura de la niebla es cada vez mas suave, al cercarse a al puerta ven como el sátiro sentado en una gastada silla de madera mira las llamas de una chimenea, -mis jóvenes aventureros la gesta que tiene por delante es una verdadera locura, pero es apremiante que hagan lo posible por frustrar los planes del dragón, si lo que mapa me ha contado es cierto, el ritual que pretenden detener se esta llevando en el altar de la sangre, imagino que son consientes que los basiliscos deben haber tomado algunas medidas de seguridad para evitar la interrupción de su meta, si lo desean podemos mostrarles el camino a este lugar y ya allí y ustedes decidirán el proceder, sin embargo hay una segunda posibilidad.- la mirada del sátiro no se despega de las llamas y con una de sus manos atiza el fuego con una vara de madera.

-Thalathos me preguntaste si yo era el guardián del pantano y la verdad es que debo confesar que en cierta medida lo soy, antaño los druidas fuimos designados para proteger 3 de los altares de contención, nunca se nos revelo que era lo que reprimían pero en nuestra formación se hacia el énfasis en lo importante que era proteger estos lugares sagrados, por un tiempo este pantano estuvo lleno de vida y gentes que iban de aquí para allá y la prosperidad negó cualquier pasado aciago que oscureciera el futuro, pero los hijos del basilisco llegaron como una plaga y con la ayuda del dragón fueron casi invisibles, sin embargo esto se conformaron con tomar ciertas partes del pantano lo que permitió algún tipo de coexistencia, hasta hace unas semanas cuando su actividad aumento y comenzaron a cazar a los druidas cercanos, aunque me hubiese encantado escapar con mapa mi deber es mucho mas grande y por eso me convertí en el blanco de los hermanos croc, de estos altares sagrados yo solo conozco 2, el de sangre que si imagino bien ya debe haber sido corrupto, y el otro el altar de la arena, este es el que esta protegido por el guardián del bosque, un obsequio druidico para evitar que nadie hiciera uso de el , ahora los hermanos croc tiene mi sangre y posiblemente están buscando o han encontrado la manera de hacerse con el control del altar y prepararlo para la llegada del artefacto que ustedes pretenden contener.-/B] el sátiro se gira hacia ustedes y entrecruza los dedos de sus manos mientras les mira con curiosidad y esperanza, [B]-por lo que escuche durante mi cautiverio los hermanos croc no están en lo que llamaría alta estima por los hijos del basilisco, por esa razón es muy probable que estén actuando solos, si lograsen detenerlos y retomar el control del altar ustedes podrían preparar una emboscada a los sacerdotes del basilisco en su peregrinación para liberar lo que sea que este en el artefacto.- La voz del druida se calla mientras levanta una de sus manos para pedir silencio e incorporarse y ojear por una de las ventanas, la mirada de este escudriña en la niebla sin encontrar nada aparentemente, -sea cual sea su decisión, no pueden ir sin un guía al pantano, hijo ven es momento de que te conozcan.-

De una de la habitaciones sale un pequeño, un niño semilefo de unos 13 años con ropas azules celeste y un arco terciado en la espalda y las 2 espadas de mapa en al cintura, el joven tiene un cabello rubio largo , sus ojos son azules y sus facciones aunque humanas no niegan su legado elfico, el joven hace una ligera venia ante la cara de asombro de los aventureros que no sabían lo que estaban viendo y una voz suave e infantil se presenta: -Mi nombre real no es mapa, es Niso y soy el hijo de barion, les ruego me disculpen por mi torpeza y no haber sido de mas ayuda, les ha hecho pasar un mal rato y les he causado angustia, nunca fue mi intención fallarles de esa manera, ahora este es mi cuerpo y aunque mis recuerdos aun están un poco enredados, se que son buenas personas y ahora que soy menos... goblin, mis ideas fluyen con mas claridad, aun recuerdo el pantano como la palma de mi mano y si me lo permiten seré su compañero una vez mas y los llevare adonde quieran ir, ustedes salvaron a mi padre, permitanme salvar mi deuda nobles héroes, la cara del niño se ilumina en esperanza mientras una lagrimas fugitivas se deslizan por sus mejillas.

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Al aparecer el muchacho se le quedó mirando. Todo indicaba que había vuelto a reencarse y se sorprendía por el poder de ese druida que había salvado a su hijo dos veces.

Esbozaría una gran sonrisa pero eso no era propio de un semiorco. Era un signo de debilidad o al menos lo sentía así, en contra incluso de sus deseos. Quizá es que la sangre viciada de sus ancestros le impedía mostrar la alegría porque el niño volviera a estar entre ellos.

- Demonios... Niso... No puedo creer que sigas con nosotros.

Quizá quedó un poco frío. Pensó en si los demás miembros de su grupo lograrían ser más efusivos.

- Está bien, sí, me alegro mucho de que estés de vuelta.

Sintiéndose un poco extraño por todo eso, pensó que lo mejor sería que no hablara mucho más del tema.

- Me parece bien lo de seguir a los hermanos croc. Creo que es el mejor plan que tenemos. Es preferible cogerlos antes de que se agrupen con el resto.

Niso... Mapa, Niso. En la mente de la paladina algo no estaba funcionando bien o eso le parecía, miró con desconfianza al Sátiro antes que nada* ¿que diantres hizo?, su diosa le daría la respuesta en su momento, por ahora si ese muchachito que tenía adelante suyo era Mapa no podía más que alegrarse.

¿pero cómo? sabía que la magia era poderosa, un regalo divino para algunos y un recurso caro para otros, había visto magias de muchos tipos pero la que tenía al frente era una locura, si era buena, una locura genial.

A diferencia de su compañero habitual que se guardaba todo para sí, ella no dudó un solo instante en mostrar sus impresiones. Barion, usted y yo debemos hablar seriamente sobre esto, luego de decir eso se acercó al pequeño, lo observó de arriba a abajo haciendo sonrojar al muchachito, vio que era una criatura igual de adorable como cuando era goblin, rompió en llanto y risa, mientras lo abrazó fuertemente. Perdóname tu a mi, debí protegerte, ¿porque no nos dijiste que era tu padre? Zarandeaba al semielfo de lado a lado como si fuera un muñeco. Ni se te ocurra volver a ponerte en riesgo, mira que has hecho llorar a tu padre, de ahora en adelante tienes que ser más cuidadoso y volver sano y salvo con él. No dejaba de apretujarlo contra su armadura olvidando por completo lo dura que era, moría por los niños, eran su debilidad, si no se hubiera convertido en paladina y tomado los votos de castidad tendría un hogar de chiquillos con muchos pequeños a su cuidado, uno que otro propio, cuidando que nada malo les pasara...

En cuanto a la elección del camino a seguir, aguardaría a lo que sus compañeros pudieran decir, su atención en ese preciso momento se encontraba en el pequeño Niso, en ver si había comido bien, si tenía frio... y esas cosas.

Para Miller la escena es completamente inaudita, este se queda junto a una ventana hacia la que habia caminado para ver hacia afuera al ver como el satiro trataba de ver algo, talvez su ojo entrenado veria algo, pero oir sobre su hijo y verlo salir tan pequeño y frajil como antes se gira con incredulidad y lo mira como se hubiera recuperado a un amigo, para tras ver como Ravenna se lanza a abrazarlo decirle:

Yo tambien espero que no nos vuelvas a fallar. - Pero sus duras palabras no reflejan lo que siente pues un par de lagrimas con gesto de felicidad bajan por su rostro.

Esta vez nosotros iremos adelante y tu nos daras las inidcaciones, nada de ir a pelear contra todo lo que encontremos. - con su emotividad aun en aire decide agregar.

Ravenna, yo venia en uno de esos barcos, y el objeto del que hablas tuve oportunidad de verlo antes de que la tormeta nos hundiera, justo antes de eso fuimos atacados por un grupo de hombres lagarto, me atreveria a decir que muy parecidos a esos que combatimos camino hacia aqui. El capitan de nuestro barco combatio con fiereza a las criaturas y a las aguas pero esa tormenta tenia algo de sobrenatural y no creo que haya sido una simple coincidencia del destino, recuerdo que la estatua era apenas más alta que un metro y estaba dentro de una especie de jaula o caja, aunque para cuando me desperte ya estaba algo maltratada pues venia esa noche en la bodega.

- Tu magia es poderosa, Barión dice el elfo asombrado ante la aparición de Nisio. Aunque habia visto muchos actos magicos en su dilatada experiencia, este era uno de los más sorprendentes.

- Yo ya estoy listo para partir, me gusta el plan. Debemos apoderarnos de uno de los dos altares que quedan, y allí destruir a los sacerdotes del basilisco.

Agarra el camafeo con el corazón de Lady Shasha y le pregunta mentalmente, Conoces el lugar donde está el tercer altar. Me hablaste de uno en el centro del bosque que podria liberarte, pregunta el elfo al espiritu

los gestos emotivos de la compañía de aventureros no se hicieron esperar al ver el pequeño niño que se presentaba ante ellos como Niso, el semiorco trato instintivamente de contener sus emociones, mientras que ravena salto sobre el pequeño niño y en un fuerte abrazo, el pequeño mapa sabe que imposible resistirse así que loso aguanta mientras escucha las recomendatorios de la adalid de la justicia, que examinaba el estado del pequeño semielfo como una madre sobre protectora, el niño estaba en perfecto estado, su cuerpo era mas joven que el del goblin, seguramente el desarrollo físico del goblin era mucho mas rápido que el de un semilefo y por esta razón su anterior forma estaba mas madura físicamente hablando, pero el alma del joven niño tomo la forma de un pequeño de 12 años del semielfo cuando adopto esta forma, no se veía desnutrido ni enfermo, la paladina invoca el poder de su diosa y lanza una mirada al sátiro buscando rastros de maldad el no comprender del todo la resurrección del pequeño, sin embargo nota que el aura del druida esta en paz, sin embargo entiende que este tuvo que sacrificar algo para traer su hijo de vuelta.

el tiempo solo se puede pagar con tiempo es lo único que acata a decir barion ante la mirada inquisidora de la paladina, pero antes de agregar nada miller preocupado por al seguridad del pequeño Niso le advierte de su posición en caso de batalla y de como deberá acatar sus instrucciones, sin embargo comparte la información de la llegada de la reliquia estas tierras, sin duda deberían tomar una decisión rápida que les permitiera tomar ventaja, y el hecho de poder hacerse con uno de los altares y de paso vengarse de los hermanos croc se hizo una alternativa muy atractiva.

el pequeño semielfo asiente a las palabras del pistolero al tempo que rascaba su cabeza: si señor miller, no lo decepcionare el magus miraba a Niso tratando de discernir el método mágico y no puede evitar elogiar al sátiro mientras se adelanta a instar a sus camaradas para partir rumbo a la aventura.

barion asiente a las palabras del elfo y les informa: el altar de la arena se ecuentra hacia el este en una isla de arena negra y un gran arbol de roca y troncos, deben tener cuidado con este pues no es lo que parece, es un monstruo llamado Broza movediza, es muy fuerte y es el guardián del altar, así que dudo que los diferencie a ustedes de los hermanos croc, suponiendo que estos no lo hallan engañado ya, esta zona esta poblada por ranas y sapos gigantes, y aunque me encantaría evitar su sacrificio dudo que no ataquen si los ven como posibles presas,
irónicamente yo dispuse estos animales para ayudar en la protección del altar, me gustria acompañarlos pero necesito preparar la defensa del altar si ustedes tiene éxito, Niso los acompañara y les tratara de evitar las trampas naturales, les deseo mucha suerte. El druida mira a la paladina y con tono solemne agrega: Ravena les debo mucho y a demas de mi hijo solo puedo darte esto con la esperanza de que ayude tu batalla y ayude a poner fin a este mal, el sátiro extiende su mano apuntando hacia abajo y del sueño emerge una vara larga de color verde y de aspecto vegetal y al posarse en las manos de la paladina esta despliega una hoja de cristal verde que parece vibra en su mano, barion le presta: esta es La Danzarina del Ocaso, es un arma mágica que con fiereza te protegerá y te dará el don purgar con llamas a quien sea impactada por ella, buena suerte.

el pequeño mapa sonríe satisfecho al ver el acto de su padre, se acomoda las botas y les indica a los aventureros, cuando estén listos partiremos en búsqueda del altar de arena, quizá deberían usar esto el joven señala en la mesa algo que a simple vista parecía un montón de hojarasca, pero al extenderla nota que son unas capas de tela que han sido impregnadas de vegetación y que pueden contribuir a pasar desapercibidos mas fácilmente en el pantano.

Me siento honrada, esta guadaña será un instrumento con el que traeremos la paz a este lugar, ellos no se van a salir con la suya. Dicho esto se terminó de ataviar, agradeció por la capa y escuchó lo que tuvieran que decir sus compañeros.

Sin hacer esperar más al destino partió hacia la batalla contra los hermanos croc con una sonrisa en el rostro, llena de fe de que iban a vencer.

El elfo asiente ante las palabras de Nisio y Barion. Recoge rapidamente la capa y se la coloca.

- Esto nos ayudará mucho. En cuanto tengamos vuestra bendición partamos cuanto antes. No sabemos lo que pueden estar tramando nuestros enemigos.

Cuanto desbaratemos sus planes dormire más tranquilo, todavia falta mucho por hacer, el elfo da una leve palmada para animarse.

Vamos !

Oh sí, habían animales que destrozar. Bestias salvajes. Eso sonaba mucho mejor que muertos y que personas vivas, claro. Seguro que si el druida supiera lo que estaba pensando no se lo tomaría a bien pero el semiorco ya sentía las ganas de aplastarlos. Al ser animales no había nada malo en acabar con ellos, porque claro, les iban a atacar ellos primero.

Hizo un esfuerzo para contener una sonrisa de satisfacción. Si los demás supieran que su clérigo tenía ese tipo de instintos quizás se pondrían nerviosos. Pensar esto hizo que Xeross tomara aire y tratara de relajarse. Miró a Niso pensando que eran unos bestias llevándolo consigo. Antes al ser un goblinoide no podía determinar su edad pero ahora sí. Se preguntaba si a pesar de su aspecto infantil conservaría su astucia y su instinto de supervivencia.

- Tendrás que guiarnos...

Tenía muchas ganas de llamarlo "Mapa", pues quedaba muy bien en esas circunstancias, pero tambien en eso se contuvo.

- Vamos entonces...

Sí, quería llamarlo "Mapa" con todas sus fuerzas porque le gustaba más ese nombre. Al final cerró los ojos y trató de dejar de pensar en el muchacho y en las bestias que había que matar. Se dedicaría a seguir al grupo y luego pediría fuerzas a su diosa para poder vencer sus instintos. A veces le parecía que su control sobre ellos iba remitiendo y no podía permitírselo.

sin nada mas pendiente en el hogar del druida, los aventureros indican al pequeño semielfo que los guié por el pantano hasta el llamado altar de arena, en cuanto ponen un pie fuera de la vieja casa de madera, la figura taciturna del Barion los mira alejarse, solo para despedirse de su hijo con una sonrisa, el pequeño se gira y agitando su brazo derecho se despide de su padre como si fuera de paseo con un grupo de amigos.

Después de algunos minutos cualquier rastro de la casa del druida se había esfumando en la espesura del pantano, frente a los aventureros la menuda figura del semielfo los guia a una pequeña ensenada, el agua alcanzaba casi las rodillas del pequeño que se detiene un segundo, levanta a mano para pedir algo de silencio, cierra los ojos y escucha la canción del pantano, uno de los aventureros da un paso para tratar de imitar al explorador*, sin embargo el pequeño salta en su dirección y lo detiene: no quieres nadar en arena movediza, este paraje es peligroso así que traten de seguirme el paso... si por alguna razón caen en una de estas trampas no entren en pánico y tratare de salvarlo, vale?, el aventurero mira el agua turbia del pantano sin lograr notar algo mas que fango y vegetación oscura, el pequeño los guía con pasos medidos hasta un pequeño islote que parece formar un sendero, este camino es un poco mas seguro, no se donde están todos fosos de arena movediza pero esta parte del pantano podría tragarse un hombre entero, tengan cuidado si entran al agua.

el sendero se extiende por casi unos 4 kilómetros serpenteando sobre el pantano, el pequeño cada cierto tiempo se detenía a dar algunas indicaciones, sin embargo en una de estas parada el rostro de Niso cambio de semblante y mintiendo se acerca a los héroes con la frase*: saben el pantano no es tan peligroso como parece, solo se trata de ver el lado hermoso del pantano, como por ejemplo esos lirios el pequeño mapa señala al costado derecho del sendero, todos miran desconcertados, entonces el sonido de una serpiente siseante les alerta, para cuando se giran y espadas en mano el pequeño mapa esconde el animal tras de si con una sonrisa culpable, no me creerían las cosas que se pegan a las capas a veces, con una sonrisa traviesa libera la serpiente en la orilla y esta se aleja nadando a toda velocidad.

llevaban casi unas 3 horas sorteando alimañas y el pequeño explorador se detiene y con mirada suspicaz hace una seña para detener la marcha, pase por este sendero hace 3 días y este tronco no estaba aquí, estén alertas el pequeño manda la mano a sus espadas pero algo dentro de el lo detiene, niega con la cabeza y toma un pequeño arco compuesto, y con pasos silenciosos retrocede en dirección a los aventureros, mira a miller y con un gesto fue como si le indicase que cumpliría su promesa de no ponerse en peligro.

El pantano tenía su encanto. Por alguna razón le gustaban estos lugares lúgrubes y difíciles de manejar. Lo que pasaba es que luego se fijaba en su armadura y entendía que era peligroso para él moverse por este tipo de zonas, porque se volvía un poco patoso.

Niso iba cogiendo alimañas y soltándolas momentos después pero Regis agarró una rana cuando nadie se fijaba y directamente la engulló. Era como un tentempié. Un pequeño placer que le proporcionaban estas tierras.

Al frente entonces hallaron aquél tronco en el suelo. Olía a trampa. Es decir, que allí podían haber rufianes parapetados. Otra opción es que quisieran desviar a los viajeros hacia la otra senda pero le veía menos sentido.

- Seguro que hay problemas.

Tenía que acertar porque sus vidas parecían una sucesión de problemas, así que, ¿porqué no uno más? El semiorco ya había afinado sus sentidos, abriendo bien sus grandes ojos amarillos. Sí, tenía unos feos ojos pero muy útiles.

El semiorco entonces echó a andar, buscando colocarse delante del pequeño semielfo. Iba atento a los alrededores sin saber si algo malo iba a suceder o era la típica paranoia del aventurero.

Mientras sorteaban los obstáculos del pantano sólo pensaban que debían buscar alguna manera para evitar incidentes, pero durante el recorrido solo se limito a pensar como lo harían para poder mitigar los riesgos, justo empezaba a decir: - Si todos traemos cuerdas, deberíamos atarnos por si alguno acaba.... - cuando se vio interrumpido por Niso, lo escucho atentamente y se movió detrás de él para luego decir: - Ravenna, tu al frente y Thalatos, ven a mi lado.