Partida Rol por web

Un escalofrío me recorrió, y empecé a dar pasos hacia atrás hasta que me encontré con la pared. 

Había asumido que aquel sitio era sobrenatural, pues aquellos huesos reanimados no me habían dejado opción, y había entrado a la sala preparado para cualquier cosa. O al menos eso pensaba, porque lo que menos me esperaba era verme a mi mismo allí colgado. ¿Cómo era siquiera posible? ¿Era algún tipo de alucinación?

Sin duda tenía algo que ver con la supresión del ego. ¿Estaría sufriendo mi otro yo allí colgado? ¿Sería un fragmento del futuro y aquel sería mi destino? En aquel lugar había aprendido que incluso las suposiciones más disparatadas podían ser ciertas.

Algo dubitativo volví a asomarme a la ventana y miré a mi reflejo allí colgado.

-Ho-Hola, ¿puedes oirme? -comenté ante el mirador-.

No sabía muy bien qué hacer ni qué era lo que se esperaba de mi, pero aunque le hubiera hablado, lo único que de verdad esperaba era que aquel ser no me devolviera la respuesta.

Tu doble no parece haberse percatado de ti. Es como un simple figurante, atrezzo de una representación teatral. Permanece sujeto esquivando la muerte mientras el aire silba entre los picos de las montañas y algo parece susurrarte al oído.

...Camino de la supresión del ego...

...Supresión del ego...

...Supresión...

La primera de las puertas se abre y Threkor Ohrin se reencuentra con sus compañeros Nathaniel y Sharada en la sala central.

Cuando la primera de las puertas se abre y aparece Threkor, me siento aliviado de ver a mi compañero regresar aparentemente a salvo, si bien no puedo evitar preocuparme de ver que el joven Romijnsen no ha regresado todavía, lo cual comienza a preocuparme profundamente.

-Señor Ohrin, ¿está usted bien? -le pregunté, intrigado-. ¿Qué le ha sucedido? -Dirigí una mirada a la doctora y después a la puerta por la que había regresado Threkor-. Seré el siguiente. Iré por esa puerta.

Faltaba el señor Romijnsen en la sala así que me dirigí hacia la doctora y el señor Nox aún tiritando de frío debido a la experiencia.

Prepárese señor Nox. La experiencia es... extraña. He notado una especie de presencia en el aire cuando soplé por la flauta. Yo, al contrario que la doctora, no canté. Simplemente emití un sonido único por la flauta. Noté un viento y una presencia a mi alrededor.

Cogí mi ropa y me la puse, esperando entrar en calor.

Vaya con cuidado.

Miré a la puerta número 2.

¿Qué tocaba ahora? ¿Emociones?

-Tendré cuidado -asentí a las palabras de mi compañero. Respiré hondo y, volviéndome hacia Ohrin y Sharada, agregué-: Nos vemos luego.

No sabía dónde nos estábamos metiendo pero mis dos compañeros habían podido superar aquella prueba sin problemas y habían regresado. Continuaba inquietándome el hecho de que Alwin no hubiera regresado, pero en esos instantes no había nada que pudiéramos hacer.

Desnudándome y despojándome de todo lo que llevaba de valor, deposité mis pertenencias en el suelo, incluidas mis gafas, y decidí avanzar en dirección a la primera puerta para pasar por ella.

Ojalá no choque contra las paredes Nox. jjeje. -dijo Sharada.  Y no se vaya a dar un flautazo.  jeje.  

Se acomodó, le ofreció algo de agua y le dijo a Threkor. 

Pues, esperemos a que Alwin regrese.  Para ir en secuencia.   Mientras, le cuento lo que reflexionábamos aquí:

Le preguntaba a Nathaniel si ya tenía alguna respuesta a su pregunta de ¿qué hay después de la muerte?

Porque esto, este ritual, pareciera que es: ¿que hay después de la muerte para algunos?  Ya sea para los elegidos o triunfantes o iluminados, o merecedores, o así.    Sigue siendo como un premio condicional para guiar las acciones del presente. 

En contraste, la tabula rasa del materialismo diría: "nada" "siempre nada", en igualdad de condiciones, tanto para santas como para villanos, para niños recién nacidos y para ancianas.  

Pues que contraste con la física y la biología, ¿no?, donde la muerte es entropía, reducción de la complejidad. 

Como que estas nuestras civilizaciones, las antiguas y las actuales, las conocidas y las desconocidas, todas tienen en común lo contrario: un aumento en la complejidad, ya sea en términos de mayor poder, como los ángeles, o de mayor ¿sabiduría? como estos seres de viento que estamos conociendo.  Mientras que la ciencia nos dice que lo contrario es lo que pasa. 

¿Como conciliarlo?

Suspiré aliviado cuando aquella criatura, tan parecida a mi, ni se inmutó con mis palabras. No sabía qué era, ni por qué estaba ahí, pero no parecía que estuviera viva. Una vez superado el shock inicial empecé a inspeccionar los alrededores. La flauta que había allí llamó poderosamente mi atención, y con la curiosidad que caracteriza a todo explorador, me acerqué a ella. 

-¿Tendrá algo que ver esta flauta con la prueba? -Comenté en voz alta, al tiempo que la cogía-.

Lo que es seguro doctora es que algo hay después de la muerte. Este lugar y las presencias que hemos notado son casi una prueba tangible de que no todo se acaba cuando abandonamos este mundo.

Acabé de vestirme mientras veía como desaparecía el señor Nox por la puerta número 1.

Lo que noté allí fuera, desnudo, sin nada más, al soplar aquella flauta no sé como explicarlo realmente, pero noté que había algo más que viento y sonido.

Miré hacia la puerta número dos, intentando reflexionar sobre el siguiente paso.

El problema doctora, es que este descubrimiento puede derrocar todas las religiones del planeta. No concibo que todas quieran unirse bajo un mismo dogma siguiendo los criterios de este lugar de culto. Imagine hacerles saber que hay algo más allá de la muerte y que no es nada de lo que las religiones explican.

La flauta no se puede coger. Está fija en el mirador. Su estructura metálica se incrusta en la roca de una forma asombrosa, y haciéndola permanecer robusta a pesar del paso del tiempo.

El Sr. Nox, desnudo, se dispone a cruzar el camino que ya han atravesado antes Sharada y Threkor. Abre la puerta decidido, justo cuando un traqueteo sonoro dirige vuestras miradas al montón de huesos. Unos furtivos vientos agitan algunos huesos, formando un esqueleto armado con una oxidada daga en una mano. El esqueleto salta impulsado por el viento hacia la puerta que Nathaniel pretende pasar y la cierra rápidamente con una mano, que deja posada allí indicando que ahora es de su propiedad. En la otra mano, mueve su daga de manera amenazante sin desviar su vacía mirada del rostro del arqueólogo.

Examinar la flauta no me había mostrado nada nuevo, por lo que me quedé meditando unos minutos en aquel lugar. Por la ventana entraba viento frío y húmedo, pero bastante agradable. Aunque aquel frío me helaba hasta los huesos, me reconfortaba no estar en una habitación herméticamente cerrada. 

Camino de la supresión del ego... ¿tenía que hacer algo, entonces, con aquella versión de mi misma colgada ante el vacío? Suspiré, la verdad era que la idea se me había ocurrido nada más entrar, pero me daba algo de miedo. ¿Tendría que cortar aquella cuerda, dejando caer a mi copia a aquel vacío? ¿Repercutiría eso en mi mismo? No sabía muy bien cómo funcionaban las leyes de la física y la lógica en aquel lugar. ¿Sería posible que yo muriera si dejaba caer aquel cuerpo? Aunque si fuera así y estuviéramos conectados, seguramente tendría que sentir frío ya que esa cosa estaba congelada. 

Suspiré de nuevo y, algo reticente, saqué una pequeña navaja de mi mochila. Me acerqué a la ventana y, encomendándome a todos los dioses conocidos por el hombre, empecé a cortar aquella cuerda.

-Eh, eh, valmos a calmarnos -comenté, dirigiéndome al esqueleto, levantando de inmediato las manos como señal de rendición.

El esqueleto obstruía la puerta y no parecía que fuera a dejarme pasar, por lo que decidí retroceder sobre mis pasos y mantenerme atrás, junto a mis compañeros, e intentar ponerme otra vez la ropa.

-Es extraño... ¿por qué lo ha hecho? -dije, señalando al esqueleto con un gesto de cabeza-. ¿No debería haberme dejado pasar? ¿Qué he hecho mal? ¿Quizá cada puerta sólo se puede visitar por un máximo de dos personas?

Nox, Threkor, miremos las reglas de nuevo.

El Camino Del Aire es la senda/camino que te liberará de todo lo que pesa [carga/lastra] y continuar el viaje. Cinco son los pasos [andaduras] a cruzar por el solitario viajero. Cada camino al otro lado de cada puerta debe ser algo personal [íntimo/individual]. Tu victoria será tu llave para cruzar el umbral, pues no hay camino atrás.

No sólo es lo solitario, sino que sea algo ¿personal/intimo/individual?  ¿Será que al decirle lo que vería, dejó de ser individual? 

Le daba pena que se hubiera echado a perder la salida de Nathaniel por los comentarios de Threkor y ella al respecto. 

¿No habría forma de que lo olvidara, o nos des-dijeramos?  -preguntó al aire, por si era eso. 

¿Alguna magia para ello?  ¿Un aplicador des-memoria, como los de MiB?

No es por nada señores pero, señor Nox. ¿Ha olvidado quitarse las gafas para entrar?

Miré a ambos para comprobar si pensaban igual que yo.

No deja de ser una posesión, ¿no?

-Eh... Threkor, me quité las gafas antes de acercarme a la puerta -dije, recordando que incluso la doctora Srinivasan había hecho un chascarrillo antes de entrar-. Creo que más bien debe de tratarse de lo que ha dicho Sharada. Cada camino debe de recorrerse de forma individual, por lo que tal vez no debamos exponer el conocimiento que encontremos en el interior de cada uno esos caminos. Voy a comprobarlo.

Dicho esto, decidí encaminarme hacia la tercera puerta, la llamada "Camino de la rotura de las relaciones". Si mi teoría era correcta, se me permitiría pasar del mismo modo en que Romijnsen había podido cruzar la segunda de las puertas sin necesidad de haber pasado por la primera.

Pasados los segundos de confusión por la irrupción del esqueleto animado, el Sr. Nox atraviesa la tercera puerta. Cuando ésta se cierra con un imponente sonido, el esqueleto vuelve a fragmentarse en huesos independientes movidos por vientos hasta la gran pila central.