Partida Rol por web

Eón

DÉMETER

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02/03/2020, 09:25
Veles

El gato acudió a la llamada de Faraz. Bizqueando los ojos color chocolate —y con el fondo de un azul muy intenso, casi turquesa— olisqueó sus dedos de Faraz y después de restregar su cabeza en ellos se tumbó con las patas hacia arriba en una pose muy poco elegante, ronroneando como un motor.

Cuando Ryu movió las cortinas para asomarse por la ventana la brisa removió los aromas. Incluso la luz parecía acariciarles con su sutil calor.

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02/03/2020, 09:44
Ayischa Rønning

Ayischa vestía un falda pantalón de cintura muy alta, una camisa color tabaco, sandalias anudadas a la pantorrilla y gorro de paja. En una mano sostenía unas pequeñas tijeras de podar y en la otra unas flores cuyo olor casi se podía percibir desde la habitación.

Miró hacia arriba con una sonrisa y elevó su voz exclamando algo en un idioma diferente aunque inteligible, que recordaba algunas de las exclamaciones "musicales" que en el Eón sólo se usaban en las óperas:

—Benvenuto signor Akahoshi! La brezza primaverile ti ha riportato a La Candida Rosa!

Las dos niñas aparecieron —aunque el movimiento fue confuso parece que habían bajado de un árbol frutal en el que se habían encaramado— uniéndose a la joven en un coro de vítores que duró un segundo, pues las dos echaron a correr hacia la casa, seguidas por Ayisha, que tiró las tijeras de podar en una maceta y corrió tras ellas sin soltar el ramillete de flores.

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03/03/2020, 17:10
Erik Du Mont

Erik respondió a la alegría de Ryu con una sonrisa sincera, contagiándose por su ilusión. Dio un leve respingo mientras se asomaba y gritaba por la ventana, pero no se lo impidió para nada. Se quedó mirando cómo el animal se deslizaba con sus sutiles andares para acabar sucumbiendo a la promesa de caricias por parte de Faraz, y soltó una risa fácil al ver cómo se espanzurraba de esa forma.

Con cuidado, se apartó del camino del minino y se levantó, echando un vistazo por la ventana al tiempo que las niñas aparecían y echaban a correr de pronto. Erik frunció el ceño al escuchar a Ayischa y miró a los demás algo desconcertado.

- ¿Qué ha dicho? - preguntó, todavía pensando que simplemente la había escuchado mal. Sin preocuparse demasiado, se dispuso a buscar algo de calzado y echó a andar hacia el pasillo, esperando recibir a cualquiera que fuese a saludarles. 

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03/03/2020, 17:22
Ryu Akahoshi

Ryu sonrió al comprobar que Ayischa era Ayischa, le hubiera avergonzado gritarle tan desfachatadamente a Titania, por ejemplo. No pudo evitar que su corazón se acelerara al ver venir a las niñas, recordó a la Darya de L2 y sintió de pronto un profundo pesar, aunque ya más sosegado. Miró en derredor instintivamente como si de un momento a otro la misma Darya, la que era de ellos, fuera a manifestarse allí, como si en el aire de aquel lugar ya de por sí mágico en sus recuerdos hubiera quedado gravitando su esencia. Volteó hacia el doctor que ostentaba una sonrisa bonachona como siempre -No tengo idea... Debe ser uno de esos idiomas que existen aquí, ¿Recuerdas que Titania también hablaba en otra lengua? -le recordó y se encogió de hombros -Parecía contenta...

Luego fue hacia donde estaban el animal estilizado, un increíble gato, y Faraz y pidió permiso para acariciarlo él también -Qué maravilloso... -musitó de pronto, encandilado. Hizo un breve gesto con la boca como si lo que estaba por preguntar le supiera mal en la boca -Erik, ¿Has sabido algo sobre cómo murió Darya? ¿hablaste con Egra antes de viajar otra vez?

Luego miró a Faraz -¿Y tú qué averiguaste junto con Tábitha, querido amigo? Yo tengo algo espeluznante qué contarles, tenemos mucho para hablar...

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04/03/2020, 21:36
Faraz Snowden

El grave ronroneo del minino, sumado al suave y sedoso tacto de su pelaje bajo mis dedos, me sume en un reconfortante estado de profunda relajación, y siento un agradable cosquilleo bajar en oleadas por mi columna como una caricia.

Devuelvo una sonrisa calma a Erik, y saludo a Ryu con una discreta inclinación de cabeza. No solo estoy contento de que estén bien; el hogar ha dejado de ser para mí un lugar y se ha convertido en un estado de ánimo, y me doy cuenta de que, con ellos a mi lado, estoy más cerca de casa.

La pregunta de Ryu me deja pensativo, y mis ojos se pierden en la distancia cuando examino mi interior en busca de palabras.

—¿Qué averigüé? —repito, como transportado por un sueño—. No lo sé. Vimos a los niños en la casa. Sus espíritus, o eso creo. Como mínimo, tenían su apariencia, pero sabían muchas cosas. Demasiadas. —Examino a Erik y a Ryu alternativamente, preguntándome si lo que digo tiene en realidad algún sentido,o al menos si ellos se lo encuentran—. El árbol del jardín es importante, pero no sé de qué modo, aún no. Lo que sí sé es que es un cerezo, y la semilla de la que brotó es especial. Milenaria y única. —Miro al gato con ternura, moviendo la mano en alto frente a sus patas, invitándolo a jugar—. Meditando junto al cerezo, tuve una visión, ¿o fue un recuerdo? Pasó hace muchos años, pero parece extrañamente... presente. —Me quedo callado unos segundos, reflexionando. Luego añado—: ¿Solo me ocurre a mí, o vosotros también estáis empezando a perder la noción del tiempo? Como si cosas del pasado hubiesen ocurrido hace un momento, y cosas que acaban de ocurrir perteneciesen a otra vida… —Pestañeo con rapidez, como si el gesto fuese a ayudarme a recobrar el juicio—. Luego estaba en esa nave, Érebo, con algunos de los nuestros. Tú estabas allí —le digo a Erik—. Y de repente, sin saber cómo, estaba cayendo, rodeado de estrellas. Yo mismo era una estrella. Y vosotros. Recuerdo que había una criatura, una especie de serpiente enorme hecha de oscuridad, de vacío, pero desperté aquí, con vosotros, antes de que pudiera hacernos daño. Parecía un sueño. —Niego con la cabeza; mi mirada vuelve a estar perdida—. Pero no lo era. Sé que no lo era.

Porque allí estaba mi hijo. Allí estaba Albin, esperándome.

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05/03/2020, 10:16
Erik Du Mont

Erik asintió lentamente, recordando que allí había más de un idioma. ¿Es posible que durante nuestra estancia aquí lo hayamos aprendido y por eso nos haya respondido de esa manera? Iba a responder a la pregunta de Ryu, pero dejó que Faraz se adelantase. Su expresión volvía a ser la de una calma constante, inmutable, muy distinta a la última que recordaba. De algún modo, sintió que la había echado de menos.

El relato del jardín y el cerezo, le recordó a algo que les contó Darya, sobre las semillas, sobre que el Eón se estaba quedando sin recursos... Palabras que parecían muy lejanas después de todo lo ocurrido pero que habían sido dolorosas desde el principio. Alzó la vista al oírle hablar de Érebo y frunció el ceño ligeramente. No sabía si la mente de Faraz realmente había querido olvidar todo ese dolor o quería tratarlo como un simple sueño. En cualquier caso, no era una buena idea empezar a tratar lo vivido como una ilusión. Si no somos capaces de ubicarnos, nos perderemos sin remedio... Aunque un sueño sea la forma más fácil de verlo.

- No eres el único... Después de tantos viajes y tiempos, resulta difícil ubicarse. - dijo con gesto amable frotándose la frente - Yo también estuve allí, Faraz. Estuvimos en el... principio. - añadió mirando a Ryu, dudando si era posible explicarle todo eso en pocas palabras - En resumen, nuestro cuerpo y nuestra "conciencia", o Testigo y Piloto respectivamente, están preparados de forma artificial para poder trasladarse a otros cuerpos. Viajamos al pasado, al que me atrevería a llamar nuestro cuerpo original o al menos uno de los primeros y... - Erik suspiró con cansancio. Aquello se haría eterno y una parte de sí quería evitar creer que todo ello era verdad - Será mejor que lo hablemos más tarde. Es posible que a Titania también le interese escuchar cómo empezó todo esto. También debo contaros algo que descubrimos en el Eón sobre el Gólem.

- Y sobre Darya... Lo siento. - frunció los labios, bajando la mirada con tristeza - Egra nos confirmó que no había "nadie" en ella y su cuerpo había muerto realmente. Incluso al viajar al pasado, supimos que la Darya de allí también había fallecido por causas desconocidas. Parece ser que una vez el Piloto muere, todas sus copias pasan por lo mismo, por lo que seguramente tampoco esté aquí...

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05/03/2020, 13:05
Beatrice Danesti.

La pequeña Beatrice —era casi idéntica a la Páprika que habían conocido en el espacio— entró como una exhalación y se lanzó contra las piernas de Ryu, echándose a llorar con la cara apoyada en su blusón.

—¡Signore Akahoshi!, Darya, nuestra Darya, se fue feliz, se fue feliz…

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05/03/2020, 13:09
Angela Danesti, princesa de Basa'rab.

La otra niña, la princesa de Bas'arab, se quedó a un metro de ellos, conteniendo el llanto. Vestía una falda pantalón y una camisa adornada con un lazo. El gato saltó de la cama y acudió a ella, que lo tomó en sus brazos.

Dijo algo en voz baja, en esa lengua ajena:

—La sua anima riposa in pace per tutta l'eternità.

Estaba, como Beatrice, un poco más mayor —más o menos un año— y también muy despeinada, al menos para los estándares de aquel lugar.

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05/03/2020, 13:10
Ayischa Rønning

Tras ellas entró Ayischa, que al ver la escena se detuvo junto al umbral y se quitó el sombrero de paja, sosteniéndolo, a la altura de su cintura, junto con el ramillete.

—Ha pasado un año desde que volvieron a caer en sopor… Darya… falleció hace cuatro meses.

Suspiró mirando las flores y volvió a hablar con fuerzas renovadas.

—Pero no se fue sin dejarnos el regalo más grande que se puede dar… Estuvo despierta el tiempo necesario, y nos pidió que les hiciéramos saber que estaba muy agradecida de conocerles y que había podido morir feliz y en paz.

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07/03/2020, 02:01
Ryu Akahoshi

Me quedé de una pieza con las declaraciones de Faraz, sé que yo mismo lo había expresado de manera similar en L2 pero escuchado de los labios de otro de mis hermanos era diferente, podía llegar a imaginarme lo que habían sentido los otros al escucharme a mí. Por un breve instante mi pensamiento se dirigió hacia Madre y los otros, luego retornó a las almas del Eón. Después de mi encuentro con los espíritus de los que habían muerto en la ciudad que había sido sepultada y de lo que había percibido en nuestro último viaje no albergaba dudas, entonces una pregunta nueva surgió: ¿Esas almas estarían allí por una malfunción del sistema mismo que las había depositado allí o porque, como había leído en algunos trabajos de ficción antiguos, se creía que no podían descansar por la vejación que habían sufrido sus cuerpos?

-Faraz, yo también he visto almas atrapadas en el Eón -aseguré casi de inmediato para que no creyera que no creía en sus palabras, imaginaba cuán extraño le debía resultar todo. -Tenemos que hablar de lo que ha sucedido, no hay duda.

Luego intervino Erik nuevamente, asentí a sus palabras -Yo estaba en algo que no sé si era una nave o algo estacionado en el espacio, y también nos explicaron lo del piloto/testigo. Allí estábamos Danny, Jessica, un chico muy nervioso llamado Gavril, Forest y yo. Estoy de acuerdo con que la señora Titania querrá escuchar lo que hemos vivido... -el comentario sobre Darya me sorprendió. En realidad, me sorprendió que me dijera que lo sentía, como si no lo sintiera él también... Era imposible que nadie que la hubiera conocido, aunque fuera una pequeña porción de tiempo, no hubiera lamentado su muerte. Yo sabía que ella no estaría aquí por lo que nos habían explicado sobre los pilotos y los testigos, como a ellos.

Y, sin embargo...

Y sin embargo, fue como si la noticia me sacudiera por primera vez. Me quedé mudo de repente, aunque esta vez el dolor no fue un estallido violento, sino un derrumbe controlado. Un derrumbe interno.

La llegada de la pequeña Beatrice, el clon de Darya desconectado del sistema, vino a completar el cuadro de mi existencia. La noche en que había caído en sopor había sido sepultado en el mar, en él la gran ballena de la que nos habían hablado aquella noche me había tragado y había pasado en el vientre del gran animal, sumido en las sombras que allí habitaban, tres días orando para ver la luz, clamando en la oscuridad, ansiando saber y contemplar. Ahora había sido devuelto a tierra renacido. Yo era Jonás.

La sentí estrechar mis piernas y llorar, sus palabras me llegaron en un suave delay. Mi alma, esa alma que había dudado de poseer, lloró por dentro. Me incliné hacia la pequeña, que contradictoriamente estaba más grande, y le di un abrazo sentido invitándola a que llorara en mi hombro si quería. -Lo sé, lo sé - asentí comprensivo, deseando poder transmitirle algo de sosiego. Debe ser algo incomprensible y traumático ver a alguien idéntico a ti morir, aunque ya estuvieran escindidas, aunque las unieran los resquicios de la alquimia de una IA. -Todos lo sentimos, pequeña.

Alcé la mirada hacia la pequeña princesa y luego hacia Ayischa, la última en aparecer, sus palabras me causaron una impresión más profunda de lo que hubiera anticipado. -Gracias Ayischa, por cuidarla -la miré y le sonreí con esa mueca que dolor sabe dibujar a veces. Me aparté un tanto para mirar a Beatrice y a la princesa Ángela -Gracias por cuidarla a todos ustedes, saber que pudo viajar aquí y morir en este lugar tan hermoso y libre, del que ella se había quedado prendada, le da consuelo a mi espíritu -luego agregué al comentario de la mujer -Sin duda, el regalo fue para ella, todavía ignoramos qué fue lo que la mató en el lugar en el que nos encontrábamos -sostuve con una expresión que no ocultaba el dolor que todo aquello me producía, una punzada lacerante que no era física acompañada de una calmada y fría ira.

- Tiradas (2)
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07/03/2020, 12:07
Faraz Snowden

Sonrío agradecido al comprender la intención que hay detrás de las palabras de Ryu. Otra persona se habría limitado a asentir gravemente tras escucharme, pero él ha llegado tan lejos como para afirmar haber visto lo mismo que yo, reconfortándome con ese sencillo acto de reconocimiento. Después, escucho atentamente lo que le responde a Erik. En efecto, tal como nos dijeron, él también ha estado en Érebo, solo que en una sección diferente. Es de máxima importancia poner en común lo que nos han contado y ver si hay discrepancias o nueva información.

Justo en ese momento llegan las chicas, con rostros apenados y amargas noticias. Y en ese momento, lamento saber ya lo que ellas nos cuentan como una novedad. Ojalá la muerte de Darya me golpeara otra vez como algo totalmente nuevo e inesperado, para así poder compartir con ellas el dolor completo de la pérdida, y no solo el que el tiempo ha tenido la amabilidad de dejarme atesorar.

¿Cómo debe de ser morir en un lugar como este? Mi mente pinta una bucólica imagen de Darya, con su roja cabellera entretejida con el musgo y el verdor de este lugar, mientras los pajarillos bajan a dejar flores en su frente y a cantarle sueños al oído. Y ella los escucha, con los ojos cerrados, tan hermosa y radiante que solo parece dormida…

Un momento.

—Son tristes noticias, de eso no hay duda —digo pesaroso—.  Pero tengo que preguntaros algo. Cuando nos encontrasteis a nosotros, nos hallábamos en un estado indistinguible de la muerte. Eso nos dijisteis. Por eso, necesito saberlo: ¿estáis seguras de que Darya… bueno… ya no está con nosotros? ¿Su música… se apagó?

Sé que muy probablemente se habrán cerciorado de la defunción, pero me resisto a abandonar la esperanza.

- Tiradas (1)

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He tirado para apreciar el gesto de Ryu.

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07/03/2020, 16:27
Erik Du Mont

El hecho de que Ryu también afirmara haber visto esas almas, le dio otro tipo de perspectiva a Erik. No era que no creyese lo dicho por Faraz, pero podría haber sido algo que sólo él hubiese visto, como si fuese un poder suyo o único. Pero si no es el único que ha podido verlas... Es posible que hayamos visto cosas parecidas. Asintió pensativo a la afirmación de Ryu y luego alzó las cejas sorprendido. 

- ¿Gavril has dicho? Es alguien de quién quería hablaros también. Así que entonces él también ha sido arrastrado en el viaje... - se llevó la mano a la barbilla, murmurando y preguntándose por qué en ese momento les había "acompañado". ¿Tal vez el Gólem se haya fijado en él ahora, después de que haya descubierto sus poderes?

El tren de pensamientos se vio interrumpido por un borrón pelirrojo que acabó abrazándose a las piernas de Ryu. Aunque había podido soportar la noticia de Darya, sintió cómo una parte de él se rompía al ver a la niña que era su pasado, a la nueva Darya con otro nombre y otros recuerdos. Seguía viva cuando el cuerpo de su "copia" había fallecido en varios puntos del tiempo a la vez. Y seguía siendo ella. Sus ojos se empañaron por las lágrimas, lágrimas de pena y de esperanza, clamando un pequeño ruego sobre el universo, sobre "eso" que les movía sin cesar: Por favor, que esta niña nunca tenga que pasar por todo lo que estamos pasando nosotros.

Miró a Ayischa, frotándose brevemente las lágrimas antes de que cayeran, y luego a sus compañeros. No podría haberlo dicho mejor que Ryu, así que se limitó a asentir y a ofrecer una triste sonrisa de consuelo, tanto para sí mismo como para todos los demás. Observó a Faraz, pensativo. Habían escuchado lo mismo, sabían que no quedaban muchas esperanzas y aún así quería aferrarse a esa esperanza. Cierto es que no perdemos nada por preguntar pero es muy posible que ya lo hayan comprobado con su tecnología... Entonces cayó en la cuenta de otra cosa. La frase que había empleado Ayischa era una que ya había escuchado en el Eón, pero no tenía claro que se refiriese a lo mismo.

- ¿El regalo...? - preguntó titubeante. Un breve recuerdo asaltó su mente y se dio cuenta de que no había llegado a preguntar por ello. Claro que cuando Egra la vio, no había pasado tanto tiempo... Pero si aquí ocurrió desde que nos fuimos... ocho meses. Miró a Ayischa, cada vez más nervioso y la pregunta escapó entre sus labios - ¿Darya dio a luz?

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09/03/2020, 02:07
Ayischa Rønning

Ayischa sonrió al doctor con una mezcla de dolor y alegría y afirmó con la cabeza.

—El niño se llama Stephan de Basa'rab y Danesti. El nombre de pila lo eligió Darya, era el de su hermano.

No hay duda de la muerte de la pobre, lo siento…

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Uno de varios.

Os aviso con el último.

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09/03/2020, 02:09
Dr. Julius Knox

El doctor Knox llegó presuroso se detuvo tras a Ayischa. Dio una palmada con gesto apesadumbrado, se puso la mano derecha en el pecho y les saludó con una reverencia.

Sin apartar la mano del pecho les explicó que él en persona, dos comadronas y la misma Titania asistieron un parto que se tornó muy complicado debido a una eclampsia que la madre no pudo superar, pero que vivió hasta ver a su hijo sobrevivir.

Se inclinó de nuevo y les pidió disculpas por no haber podido salvar a su amiga.

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09/03/2020, 02:12
Angela Danesti, princesa de Basa'rab.

La pequeña Angela, solemne, ordenó al doctor que ayudara a los recién despertados a elegir ropa adecuada y que luego les guiara a la biblioteca, donde les presentarían a su nuevo hermanastro.

Sin soltar el gato le tendió una mano a Beatrice y salieron de la sala junto a Ayischa.

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09/03/2020, 02:13
Dr. Julius Knox

Ya a solas, el doctor, mientras se vestían*, les contó que habían sido unos meses duros para las niñas, que en señal de luto se negaban a peinarse.

También que Sibyl seguía dormida en la habitación de las damas —Ayischia se quedaría velando su sopor por si se despertaba— y que sus otros compañeros, Danny, Egra, Adrien y Forest habían sido trasladados de El Cairo a la Comuna Minimalista de Ogigia, en Creta, con la que tenían muy buenas relaciones. Ya se había pactado que si despertaban serían traídos a "La Cándida Rosa", en condición de invitados del sorato, aunque su tutela seguía siendo del gobierno de El Cairo pues eran ciudadanos egipcios.

Notas de juego

(*) Sois libres de narrar la ropa que eligen vuestros personajes.

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09/03/2020, 02:16
La Cándida Rosa

Cruzaron el patio de las miles de plantas, oliendo los perfumes de los bosques cercanos y del lago. Al acercarse al edificio de la biblioteca desde su interior les llegaba una música de guitarra de un sentimentalismo extremo que allí fuera era acompañada por los aleteos y algún esporádico piar de los pajarillos que saltaban entre la rosaleda y el pino centenario. Incluso habían dos mariposas volando torpemente una alrededor de la otra.

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09/03/2020, 02:17
Charlie

Cuando entraron la luz de la biblioteca, con los cortinajes bajados, era mucho más tenue que la del exterior. Cuando los vio entrar Charlie terminó de tocar y dejó su guitarra sobre el suelo para saludar a los recién llegados con una medio sonrisa afectada.

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09/03/2020, 02:18
Renata Calasso

Al fondo, en un sillón, una mujer que no llegaría a los treinta años, con un tupé ladeado y un vestido largo, sin camisa, daba de mamar a un bebé de unos tres meses, algo pecoso y rubio, vestido con un blusón blanco.

A sus pies estaban las niñas que acudieron a recibir a los invitados y acercarlos tomándolos de las manos.

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09/03/2020, 02:22
Titania de Basa'rab y Danesti

Al lado derecho del sillón estaba Titania, cuyo rostro expresó tristeza primero, mirándolos, y alegría después, mirando al niño y de nuevo a ellos.