Partida Rol por web

Eón

DÉMETER

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18/03/2020, 22:58
Tabitha Taning

Tabitha observó al hombre, entrecerrando los ojos. Su letanía se le antojaba poco casual. E incluso conveniente. ¿Intuía acaso el delirante periplo interespacial e intertemporal al que habían estado sometidos ella y Jonas? Porque el hecho de que pronunciase precísamente aquello, ante ellos, no le parecía algo azaroso. 

Asintió al exorcista, una vez habló, y pensó en que quizá, si uno se paraba a rebuscar en aquellas palabras, podía encontrar cierto consuelo. Quizá, su vientre no estaba yermo. Quizá, al fin y al cabo, al haber vivido como madre nadie podía negárselo, aunque jamás encontrase a sus hijos, no al menos tal cual los había parido. Puede que fueran aquellas mismas consciencias que habitaban los cuerpos de Eón, o no. Pero habían sido, y serían, se dijo, sin ni siquiera ella misma comprender del todo, pero suspirando.

Los giros y la aparente inestabilidad del vehículo híbrido en el que se encontraban hacía que se agarrase, tras haberse abrochado el cinturón del que disponía. De nuevo, añoraba la solidez de su camioneta mientras observaba a Herbert, esbozando una de esas sonrisas que pronunciaba la asimetría de sus ojos. Escuchó el nombre de la esposa del soter, una mujer que era presentada como apéndice del título de su marido, de primeras. No pudo evitar arrugar ligeramente el entrecejo. Aquellos nombres, clásicos a la par que enormemente contemporáneos y pomposos, a pesar de haber permanecido varias décadas fuera de su propio encierro, seguían resultándole empalagosos y extraños al paladar, cuando se imaginaba pronunciándolos. 

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19/03/2020, 12:58
Titania de Basa'rab y Danesti

Titania le explicó a Faraz que su papel era la paternidad en general y en caso de desacuerdo entre pares él tendría el peso de la decisión.

Conforme el niño madurara, en el caso de que los padres habitaran casas distintas, era derecho del niño elegir con quien vivir, aunque lo más frecuente es que alternara su hogar entre varios de ellos. Normalmente entre los padres y las madres varios solían ser consortes, pero no era en absoluto necesario.

Además, teniendo el niño el mismo don que ellos, era importante ampliar el rango de potenciales hogares, para que "no tuviera un mundo sin un padre o madre que le amara."

Notas de juego

1 de varios.

Os aviso con el último.

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19/03/2020, 12:59
Sylvain van Giersbergen

Sylvain entró en la sala haciendo sonar sus pasos. Vestía una especie de casaca sin mangas, una camisa dorada y encintado, como siempre, su sable. La joven Areta adivinó lo que venía a decir y le ahorró hablar.

—Mi señora, el sóter ya está en el lago. Pide a su esposa el permiso para desembarcar.

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19/03/2020, 13:00
Titania de Basa'rab y Danesti

Titania hizo un gesto de molestia con la mano, como si espantara a una mosca.

—Pues que espere ese hombre.

Y siguió hablando del pequeño.

—Adora Beethoven, pero odia a Mozart ¡No le gusta para nada la música mojigata, querido Ryu! Sufre ausencias, se queda mirando al infinito y luego vuelve, y a los muñecos les hace más caso que a las personas.

Ve muy bien en la oscuridad y ¡Apenas duerme! La otra noche hubo una gran tormenta y los truenos le hacían llorar, le contamos que eran los mazazos de Perún contra las montañas, en su lucha cósmica contra Veles, los rayos que lanzaba contra la serpiente, que se transforma para ocultarse, y que la estaba devolviendo al submundo, su hogar…

Y alternó la conversación con otros de sus cuidadores sobre anécdotas del niño hasta que decidió que ya era el momento y dejó al pequeño Stephan con Renata, el ama de cría, ordenó que prepararan el porche junto al lago e invitó a sus nuevos "compadres" a salir.

Notas de juego

Edito: corrijo una errata.

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19/03/2020, 13:01
Hildur Grace

Les avisaron para desembarcar y el portón del ekranóptero se abrió formando una pasarela con un velero de madera de apariencia arcana, con un mascarón que representaba una mujer desnuda con colas de pescado en lugar de piernas, la cara tapada por el pelo, los brazos extendidos hacia abajo y las manos abiertas, como queriendo acariciar las olas.

En el barco había poca gente. Sólo embarcaron, además de Gavril y Tabitha, Herbert.

Hildur se había despedido con una sonrisa enigmática a Gavril y con un abrazo a Tabitha, por si no se fueran a ver en no se sabe cuánto tiempo.

Notas de juego

1 de varios

Os aviso con el último.

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19/03/2020, 13:04
Mihai Razvan, sóter de Basa'rab

El sóter les recibió en la cubierta. Vestía una casaca de un tejido ligero, casi una gabardina de tela un sable encintado a la cintura y unas botas altas. Se presentaba él mismo como Mihai y les daba la mano. Les presentó a una mujer que había junto a él, de piel muy oscura, camisa blanca de cuello corto y falda de seda beige claro con motivos de animales marinos bordados en negro, cuya mirada era intensa y su contacto tan lleno de energía que emitía como una onda expansiva que se podía sentir incluso físicamente, como un sutil calor. Se llamaba Terpsícora y era su asistente de cámara.

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19/03/2020, 13:05
Terpsícora

Ella, durante el saludo, se perdió un milisegundo en los ojos de Tabitha y la retuvo en silencio, tomándola de las mano, como movida por una necesidad. Miró al suelo como con humildad, pero no la dejó pasar sin decirle algo.

—Tu derecho es anterior a los dioses. Ni ellos tienen poder para oponerse a tu reclamo.

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19/03/2020, 13:07
Caúsata Darío Muzio

Herbert se movía con curiosidad contenida, como siglos antes hacían los turistas cuando visitaban templos ruinosos o tumbas profanadas. Se topó con otro hombre de aspecto contemplativo, sereno, y se abrazaron como viejos amigos que no se veían desde hace mucho, y se lo presentó como Darío, el cáusata del sóter.

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19/03/2020, 13:10
Mihai Razvan, sóter de Basa'rab

Fue el sóter el que les informó de la muerte de Darya. Les contó, con delicadeza pero sin perder la franqueza, que había sido por un problema en el parto y que el médico de la casa no pudo hacer nada por ella. Que murió feliz al ver a su niño, el pequeño Sephan, salir adelante. El niño tenía ahora tres meses y pico y era la alegría de la casa.

Estuvieron esperando durante veinte minutos hasta que alguien les hizo una señal desde un embarcadero cercano.

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19/03/2020, 13:11
La Cándida Rosa

Cuando la barcaza llegaba un grupo de personas acudía a recibirlos. Entre ellos Tabitha reconoció a Faraz, Ryu y Erik. Gavril sólo conocía a este último y a Ryu. El embarcadero tenía una escalinata de piedra, coronada por dos columnas siuosos, que se bajaba adentrándose en el lago. También había un poste de madera decorado con vivos colores que sobresalía del agua, como una señal.

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19/03/2020, 13:13
La Cándida Rosa

Salieron al embarcadero, a recibir el sóter, que llegaba en un velero de madera con una sirena como mascarón de proa, que parecía acariciar el lago con sus manos extendidas y el pelo cubriéndole la cara.

Reconocieron entre su séquito a Terpsícora, al cáusata del sóter y a Tabitha. Erik y Ryu también reconocieron a Gavril.

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19/03/2020, 13:15
Beatrice Danesti.

Dos niñas fueron corriendo a recibirlos y se abrazaron al sóter. Una tenía la piel oscura y lechosa a la vez, y la otra era tan parecida a la Paprika de Nix que bien podría ser su hermana gemela.

El padre se acuclilló y les preguntó por su pelo, que estaba despeinado.

—Tenéis que estar atentas para reconocer el momento de cortároslo, hijas. El luto no es luto si no se acaba.

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19/03/2020, 13:16
Titania de Basa'rab y Danesti

Titania, la esposa del sóter, les recibió con pomposo afecto, dándoles la bienvenida a "La Cándida Rosa" y les guió hasta el porche de uno de los caserones de la villa, que daba al lago. Ella también se lamentó por la muerte de Darya, y les informó que Sibyl seguía dormida y que cuando desperatara había mandado que la reunieran con ellos lo antes posible.

En los jardines crecían pinos centenarios, y multitud de flores. En el mismo porche había una glicina de la que colgaban, en ramos color lila. La brisa ya no era fresca y traía el olor de los bosques cercanos. Nadie había puesto ninguna objeción a que Tabitha fuera con su rifle a la espalda.

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19/03/2020, 13:19
Ayischa Rønning

Se sentaron allí, rodedados de agua, arcos de piedra, y ruido de insectos y de pájaros. En sillas de forja, a una mesa de algún tipo de mármol. Como era mediodía, Ayischa —una chica de piel muy clara y pelo rizado— les sirvió, además de zumo de limón, unas empanadas de hojaldre variadas. Algunas tenían tomate y pimientos, otras frutos secos y mermeladas.

Además de ellos cinco sólo estaban, el sóter, su cáusata Darío Muzio y Hérbert —que había venido acompañando a Tabitha y a Gavril y que se había presentado, también, por su título de cáusata.

Cuando Ayischa se retiró el sóter les invitó a hablar. Pero empezó él, diciendo que todos ellos —tanto ellos cinco como Sibyl— eran transhombres junzi.

Notas de juego

Último de varios.

Ya podéis postear.

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19/03/2020, 15:15
Gavril Jacobi

La especie de serenidad que había conseguido tras la visita del anciano, casi se esfumó ante la presencia del velero del sóter. Era una embarcación preciosa, más aún allí, flotando en el azul intenso, enmarcada por las montañas. La sonrisa provocadoramente enigmática de Hildur en su despedida, hizo que el chico frunciera el ceño y a punto estuviera de emitir una protesta del tipo “¿tenías algo importante que decir y no lo has hecho?”, pero estaba casi seguro que siendo una émpata podría leerlo en su gesto apurado por no poder ya detenerse a hablar. Cruzó la pasarela hasta el barco del sóter y respondió a su saludo y al de la mujer que lo acompañaba con una inclinación de cabeza. Ni siquiera estaba seguro de no mantener manchas de barro o ceniza en rostro y pelo, pero era tarde para preocuparse. No pudo evitar una sonrisa al ver la actitud de Herbert, claramente inmerso en un ambiente que no era el suyo, y se alegró de que encontrara allí lo que parecía ser un viejo colega.

Ante las noticias sobre Darya, observó a Tabitha. De nuevo la había perdido, al igual que en el Eón, al igual que en la Nix. Su muerte parecía reverberar a través del tiempo afectando a mujeres diferentes. Habría querido escuchar la opinión de Herbert ante un hecho semejante, pero tal vez aquello tendría respuesta más adelante. Sin embargo algo nuevo y deslumbrante hacía ese caso muy diferente a los demás: el nacimiento de un niño. «De modo que eres algo así como abuela», pensó, y apretó fugazmente su hombro. Después se presentó a las personas de la embarcación como Jonas; lamentó no haber tenido tiempo ni de averiguar siquiera si tenía un apellido o algo mucho más fundamental: si aquel realmente era su propio cuerpo.

Conforme se acercaron al embarcadero, la sonrisa del chico se amplió al distinguir a Erik. Alzó la mano para saludarlo desde la distancia y subió después la escalinata obligándose a dar pasos casi solemnes, como si temiera dañar algo tan hermoso. Una vez junto a ellos tomó la mano de Erik entre las suyas.

Doctor…

Se había sentido muy solo en su viaje sin él. Lo abrazó afectuosamente y después hizo un ademán con la cabeza para saludar a Ryu, tratando de escrutar en sus ojos su estado de ánimo. Se acercó para darle la mano:

Me alegra que podamos encontrarnos como hombres libres —Después se volvió hacia Faraz ofreciéndole igualmente la mano.

Mi nombre es Jonas, aunque ellos me conocen como Gavril—. Lo miró con curiosidad igualmente y después sus ojos recorrieron el lugar, maravillado por su hermosura. Respiró hondo. Iba a comentar algo al respecto cuando vio aparecer a las niñas corriendo hacia su padre. Su ceño se frunció y desapareció la sonrisa.

Sabía que no era ella y aún así esperó que le reconociera, que le riñera por haber hablado demasiado vehementemente o que se abrazara a su cintura. Pero no lo haría porque no era ella y su vida no podía ser más diferente. Bajó la mirada al suelo, consternado: ellos estaban allí y la pequeña Páprika todavía a bordo de aquella nave esclavista. Hacía más de un siglo para el resto, sí, pero no para ellos. Para ellos era una esclava ahora y estaba ahí. Estaba ahí como las montañas que acababa de dejar atrás en su viaje, aunque desde aquel porche no pudiera verlas. Siguiendo un salto en su pensamiento se volvió de nuevo a Faraz casi con urgencia y como quien preguntara a quien todo lo sabe:

¿Existe un nombre para el lugar desde el que se ven todas las cosas?

La imponente señora de la casa los saludó con afecto llevándolos hasta el interior del porche donde una chica pelirroja había servido la mesa. Entonces se dio cuenta que no sabía desde cuándo hacía que no comía o si tenía sentido pensar eso desde un cuerpo del que no tenía ni idea de qué estaba haciendo tan solo unas horas atrás. En cualquier caso, sí, tenía hambre. Mucha.

Despidió con un gesto de la cabeza y un “gracias” a quienes se retiraron. Entonces, sin ya más ceremonia, el sóter confirmó las sospechas de Hildur: todos ellos eran junzi. Buscó la mirada de Tabitha y alzó las cejas con cara de “pues… sí”. Después observó la reacción de los demás ante la caída de aquella bomba.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dejo una tirada de Percepción más Empatía para observar el estado de ánimo de los presentes, sobre todo los compañeros (en quienes declaro en el post que se fija especialmente). En total saco un 20 (con el dado adicional incluido por sacar dos seises).

Por favor, cuando escribáis los post o en en una nota para mí o como prefiráis, contadme lo que creais que podría ver en vosotros (no dejéis que pierda una tirada así!) XD

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19/03/2020, 20:46
La Cándida Rosa

Faraz sintió la respuesta a la pregunta de Jonas como si la supiera de forma espontánea.

Una palabra para expresarlo había sido noeîn, pero no era un lugar. Le vino un haiku que un poeta y pintor, Su Tung P'o, escribió el siglo XI de la historia de este mundo. Decía así:

 

Allí donde no se encuentra nada, se encuentra todo,

están las flores, la Luna, y el mirador.

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19/03/2020, 23:50
Tabitha Taning
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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21/03/2020, 01:38
Sibyl Hadue

Los labios de ese cuerpo que no le pertenecía, pero que era igual al suyo, se curvaron en una gran sonrisa, genuina e ilusionada, justo antes de que la oscuridad se la llevase de allí, arrastrada por esa sensación de volverse líquida, como la resaca de una marea. 

Se sentía bien, realizada por aquella iluminación fugaz. Tenía la sensación de haber hecho algo bueno y sintió que por momentos como ese valía la pena ser esa gotita que bailaba siguiendo el capricho del viento. 

Cuando abrió los ojos en un lugar que le resultaba conocido su corazón bailó en su pecho. Había añorado los olores, los sonidos, a las personas que había conocido en su estancia anterior. Había soñado con regresar, aunque no se había atrevido a esperar que sucediese en realidad. 

Pestañeó, acostumbrando sus ojos a la luz y al ver a Ovidio a su lado sus labios repitieron la misma sonrisa con la que se había despedido de la doctora. 

—Vale la pena ir siempre con retraso si así me gano la visita de un príncipe, ¿no te parece? —bromeó, con el corazón palpitante y un brillo de ilusión en los ojos. Pero al decirlo se acordó de repente de aquel cuentecillo que el príncipe le había contado cuando lo conoció y sus mejillas tomaron más color. 

Se incorporó en la cama hasta quedar sentada y se pasó una mano por los rizos, desordenándolos. Miró alrededor, buscando en el entorno alguna diferencia con lo que recordaba.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que desperté? —preguntó, devolviendo sus ojos a Ovidio, analizando su rostro también—. ¿Hace mucho que despertaron los otros?

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21/03/2020, 14:18
Ovidio Razvan, príncipe heredero de Basa'rab

Sonrió, mostrándose de acuerdo con Sibyl. Luego miró al suelo y sus ojos cambiaron de expresión a una triste, melancólica.

—Ha pasado un año. Tus amigos despertaron hace un buen rato, pero Darya… Hace cuatro meses vino para traer un retoño a nuestro mundo…y murió dando a luz. El niño se llama Stephan y mi madre ha nombrado a tus compañeros Faraz, Erik y Ryu como sus copadres.

Ahora ellos tres están reuniéndose con el sóter. Le pediré a Ayischa que te ayude a vestirte. Creo que llegamos casi a tiempo.

Tiró aire encogiéndose de hombros en señal de disgusto por tener que atender esa obligación y se marchó, no sin besarle la mano, casi con timidez.

Notas de juego

1 de 2

Edito: en la primera línea de diálogo he añadido que ha pasado un año desde que volvisteis a caer en sopor (no había contestado a esa pregunta).

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21/03/2020, 14:20
Mihai Razvan, sóter de Basa'rab

Ayischa la había ayudado a vestirse* y Ovidio la había acompañado hasta el porche que había junto al lago.

El mísmo príncipe añadió dos sillas a la mesa de piedra y forja. La suya, junto a su padre, el sóter, y la de Sibyl entre dos de sus amigos, Ryu y Erik. También estaban en la reunión Faraz, Tabitha, un chico joven que respondía al nombre de Jonas, Hérbert —un hombre de aspecto curtido, delgado y con un ojo medio entornado que se presentó con el título de cáusata— y el propio cáusata del sóter, que ya había conocido en su anterior viaje.

Se servía, como la última vez en este lugar, limonada. Y había una pastas, dulces y saladas, de hojaldre.

Mihai, tras las presentaciones, puso al día a Sibyl explicándose lo que acababa de anunciar a sus amigos.

—Lo que era una sospecha en vuestro anterior viaje ahora es una certeza: todos vosotros sois transhombres junzi, aunque vuestro don de viajar por tiempos y mundos distintos trasciende la junzidad.

Notas de juego

2 de 2, ya podéis postear... Ya estáis todos.

Morgian, siéntete libre sobre la ropa que se haya puesto tu personaje.