Partida Rol por web

Las estrategias no eran lo mio, era una persona de acción y aquello se podía notar en mi mirada inquieta o en mi relativo silencio.

Al pasar nota mental de quienes formaban ese grupo me percaté que uno de los Edain me observaba; uno con aspecto de cazador y cuidado bigote en su rostro. Retuve su mirada unos segundos hasta finalmente desviarla hacia a  un lado, mientras las Aguilas un se podían divisar a lo lejos, alejándose.

Me ajusté el escudó y enfundé bien mi espada, si debía correr de forma rápida tenía que estar libre de cualquier cosa que me restara un ápice de agilidad.

- Yo los atraeré. Dije convencida y sin vacilar dando un paso para ver con mis propios ojos esa  cañada estrecha por donde tenía que conducirlos hasta la trampa. Cuando me aseguré de que la idea de Dredoc era consensuada inicié mi marcha tan veloz como mis pies me permitieron.

BLAG perdón, hice lío al dar el ok a Galvan sobre el tema magia porque previamente había acordado que no habria magia. No hubiese dicho nada pero ya tengo reclamos sobre este asunto. Para no quedar mal con nadie te ofrezco magia sanadora que a efectos de juego servirá para primeros auxilios y todo lo demás (como la luz en la espada) será de uso narrativo.
perdón y gracias por tu comprensión.

Exactamente. El punto de destino permite comprar un morral con equipo completo más algo muy útil.
lo de Galvan es un recurso narrativo porque no es un mago. Solo es un elfo con el conocimiento básico de magia, nada más. :D

Una ballesta doble fabricada por enanos de acción rápida. Por cada ataque te permite disparar dos virotes. Además tienes doble cantidad de virotes especiales para perforar las gruesas armaduras de los orcos (60 virotes). Es un objeto muy resistente que permite incluso lanzar un virote con cuerda en corto alcance. Muy útil para escalar. ;)

Gira la cabeza para mirar a sus compañeros desde la rama en la que se encuentra.

-Cuento noventa orcos. Orco más, orco menos. Al menos cinco de ellos son más fuertes y llevan mejor armadura. Ésos son los jefes. Y... -Comienza a bajar del árbol. -Si queremos emboscarlos, debemos acercarnos. Los riscos que dices parecen una buena opción. -Refiriéndose a lo comentado por la Elfa de aspecto joven.

El Elfo sale corriendo sin perder ni un segundo. El tipo de la cota de malla propone que alguien se acerque. Anduin iba a presentarse voluntario. Pero la valiente y guapa Edain, se adelantó. Él la siguió con la mirada hasta que hubo desaparecido. 

-Y además valiente. Me encantará luchar a su lado. En buena compañía...

Durante un momento pensó en seguirla. Pero estaba claro que la Edain se defendería llegado el momento y necesitaban el máximo numero de arcos para emboscar a esas bestias. Miró a lo que quedaba del grupo, uno a uno.

-Yo marcharé hacia los riscos de la derecha. Me colocaré arriba sobre la pared de roca. Los Elfos podéis colocaros en lo alto de la pared de enfrente, al otro lado del camino. También agradecería que alguien me acompañe para que seamos el mismo número en cada lado del cañón. Los que lucháis con espada podéis colocaros detrás de esas enormes piedras. Que se encuentran más cerca y estrechan aun más el camino. -Mientras dice lo del estrechamiento del camino, mira al hombre de la cota de malla. Pues había sido también su observación, y además portaba una espada.

-Así, los arqueros, iremos desgastando el número de bestias desde más adelante para que os enfrentéis contra los menos posibles. Además se distraerán mirando hacia arriba y a no pocos pillaréis por sorpresa. ¡No perdamos tiempo, caminan rápido!

Anduin sujeta su carcaj llevándose una mano atrás para que no le moleste. Porque empieza a correr hacia el lado derecho del camino, donde comenzará a subir, en cuanto le sea posible, a la alta pared de roca del lado derecho del cañón. 

Mientras el humano gira hacia la pared de la derecha hago lo propio con la de la izquierda. - Por cierto, mi nombre es Kiara. - digo mientras me alejo. Al llegar a la base de la misma empiezo a escalar sin esfuerzo aparente.

Tareth desmontó y se reunió con el resto del grupo. Los recordaba vagamente del momento en que recibieron las instrucciones de su misión pero de alguna manera le parecía conocerlos de otro lado también.

Con su espada en la mano, mostrando que él tendría que luchar cuerpo a cuerpo, se ofreció voluntario para formar el tapón que impidiera a los orcos avanzar.

Kiara y el otro arquero (Anduin) se dirigieron cada uno a un lado, para flanquear a los orcos cuando llegaran. Evereth, otra de las chicas, se ofreció como señuelo para atraerles a la trampa. Tareth formó junto a Dredoc viendo que su espada y su escudo le convertían en un valioso aliado para formar la vanguardia.

- Bien, que el resto se posicione según sus armas - propuso mientras acariciaba el pomo de su espada bastarda. - Reservad las flechas, son muchos y conviene no malgastarlas.

Mientras, buscó el mejor sitio para esperar a los orcos, sin conseguir ver ninguno que mereciera la pena, por lo que optó por quedarse donde estaban.

Escucho atentamente las palabras de Thorondor, los elfos éramos conscientes de su independencia como seres en esta tierra y de su mal genio cuando intentábamos sobrepasarnos al querer utilizarlos como mascotas. Bajo la mirada ante su reprimenda mientras voy programando en mi mente cuales son los pasos a seguir. 

Observo como los que llevan arco se disponen en las alturas para tener una vista mejorada del objetivo, por consecuencia hago lo mismo subiendo por los riscos buscando una posición que me mantenga oculta. Preparo el arco y espero la señal de los que están abajo, aunque por un momento me concentro en el medio elfo (Tareth) pensando en su origen, ya que se lo veía muy bien en apariencia. 

-Desde esta posición tendremos al obejtivo vigilado, habría que reorganizar el señuelo. - comento a mis compañeros de arriba.

Dredoc envainó su espada un momento para poder cargar cómodamente una ballesta bastante peculiar: Era de doble nivel de disparo, robusta, aparentemente algo pesada, y saltaba a la vista que estaba hecha por manos muy expertas. Un vistazo más de cerca descubría runas enanas grabadas a lo largo del arma. 
Una vez estuvo cargada, fue con los demás luchadores a apostarse en el lugar de la trampa.

Un par de disparos antes del choque podrían venir bien. Contra esto no hay armadura que sirva de gran cosa. Mencionó a Tareth, que iba a ser su compañero de escabechina.

Buscó una manera de quedar oculto mientras observaba de dónde llegaba el enemigo. Con la capucha puesta, tratando de difuminar la forma de una cabeza (Al menos a primer golpe de vista) para que su observación no le dejase al descubierto. Con la ballesta cargada al lado, y su espada a punto, tras una roca o un grueso tronco.

Galvan siguió corriendo hasta llegar al lugar de la emboscada. Intentó localizar algunas piedras grandes que poder tirar sobre el enemigo, allí donde había descubierto que podría provocar un derrumbamiento empujándolas hacia el vacío.

-¿Quién me ayuda con esto?-dijo lanzando la pregunta a sus compañeros.

- ¡Cuando estén llegando! - digo a Galvan. Tiradlas cuando estén llegando. Con un poco de suerte hasta podemos aplastar a unos cuantos. - En el peor de los casos si alguno consiguiera pasar será abatido. - prosigo.

La elfa lleva un paquete bastante nutrido de flechas 5 carcaj de 30 flechas cada uno, el paquete lo dejo donde había desmontado del águila, era trasportado por el ave en una de sus poderosas garras. Los reparte a los tiradores antes de que estos busquen donde apostarse. Le da un carcaj a Anduin, a Aredhel, a Indis y finalmente a Kiara con la que parte llevando ella el ultimo de los carcaj que quedaba. Busco un sitio no muy alto, cerca de donde estaban los que harían de tapón y coloco en el suelo nueve flechas clavadas al piso listas para ser tomadas y lanzadas, luego subiendo unos metros en otra posición aventajada para disparar coloco otras nueve, mas arriba nueve mas, dándole así tres posiciones escalonadas que podría usar de inmediato. Ella fue a una posición un poco mas arriba desde donde podía ver a lo lejos la horda de orcos en un tumulto de armas y cuerpos que poco a poco tomaba forma de filas y columnas. También podía divisar a la valiente Evereth que se acercaba a las bestias a un paso velos. 

Tomo nuevamente una flecha de su carcaj y la preparo, uso su espada para reflejar luz sobre la posición de Andurin como señal de que estaba lista, y miro a sus demás compañeros, cerca estaba Kiara la de ligeros pies. 

-Esa es la idea, Kiara. Esa es la idea. Pero estas piedras pesan lo suyo. Un poco de ayuda no vendría mal.

Galvan intentó probar a ver si era capaz de mover una de ellas. No con afán de tirarla abajo ya, sino simplemente, intentando sopesar si llegado el momento, sería capaz de hacerlo.

- Haz palanca. - le digo negando con la cabeza. Busca algo recio y suficientemente largo que puedas usar para hacer palanca. - añado buscando el punto ideal para hacer palanca y que con el mínimo esfuerzo caigan todas las piedras.

Anduin encuentra el punto que había visto desde lo alto del árbol. El punto ideal donde colocarse. Puede rodear la alta pared de piedra, sería fácil subir, pero tardaría demasiado. Será mejor hacer un poco de ejercicio y escalar por unos cuantos riscos adyacentes. 

Sube a la primera gran roca, de ahí a la siguiente, y de esa escala a la siguiente, cada una más alta que la anterior y más cercana al acantilado. Da un salto hacia la pared de roca y se agarra a la raíz de un árbol que asomaba desde el interior de la tierra. Le sirve de apoyo para subir hasta la cima. 

De pie, desde la altura, agita el brazo indicando que está en posición.

-¡Anduin, como el río!  -Grita a Kiara (Pero también para que lo oigan todos) en respuesta a la presentación de la Elfa. Se coloca con una rodilla en tierra entre unos arbustos que bordean el acantilado. Saca su arco y lo pone en vertical apoyado en el suelo, arranca un trozo de finísima tela de un ovillo que guarda en un bolsillo y lo ata rápidamente al extremo superior del arco. Observa cómo se comporta el viento con ese trocito de tela. Le servirá como guía. 

Echa una ojeada a su alrededor y ve la disposición de las flechas que ha preparado la "joven" Elfa pelirroja. ¡Menuda idea! Hace lo propio, clavando 6 flechas en el suelo. No más, no sea que tenga que moverse o incluso bajar de allí rápidamente. 

Preparado para atravesar cráneos orcos. 

El líder orco luego del ataque de los jinetes montados en águilas ordena preparar los arcos y las lanzas ante otro posible ataque pero como nada sucede decide enviar exploradores por el sendero. Envía cinco orcos por el sendero a cien metros delante. Para estar seguro también envía sus exploradores jinetes de huargo. Los tres jinetes avanzan por encima del sendero entre el escarpado.