Partida Rol por web

De repente aparece un enorme Huargo cabalgado por una de esas bestias. Está demasiado cerca como para disparar. 

-Oh, no me puedo apartar a tiempo ni tampoco disparar... Al menos esa bestia no se irá indemne, por Ilúvatar. 

Anduin, que hasta ese momento estaba con una rodilla en tierra, rueda por el suelo mientras lleva su mano hacia el costado y saca su hacha de mano. Se incorpora y justo por su lado a toda velocidad pasa el huargo. Ha conseguido evitarlo, pero no la espada del jinete. El cazador propina un rápido hachazo al orco a la vez que él recibe un espadazo.

Ambos caen al suelo a la vez, despedidos por la fuerza del contacto. 

Después de la lluvia de flechas vino el asalto de esa marea verde y desorganizada de orcos. Su número era lo peligroso por lo que tenía que jugar con mi entorno para no dejar que esa ventaja estuviera de su parte. No podía permitir ser rodeada o sería mi fin.

La voz inspiradora de Tareth sonó cerca de mi mientras combatía con valentía y bravura. Retrocedí hasta su posición para que ambos formáramos una linea de batalla; de esa forma en cualquier momento nos podriamos apoyar si era necesario.

Supongo que verme retroceder, aunque fuera unos pasos envalentonó a mis atacantes mas cercanos que se encontraron pronto con el error de su juicio de valor. Golpee alto con mi acero para obligar al primero de ellos a levantar su guardia y de forma rápida me agaché soltando un tajo en su estómago. No me paré a ver que era de el pero me había parecido letal y  profundo. Nada mas impulsarme para erguirme y ponerme de pie mi espada volvió a encontrar una fisura en esa armadura tosca de otro de los orcos que se acercaba.

Galvan esperó a que uno de los jinetes estuviese cerca, con el cuerpo ligeramente adelantado y apoyado sobre las puntas de los pies. 

Cuando el jinete estaba a punto de envestirlo, se echó hacia su izquierda con un paso obliculo, bajando su espada hacia la derecha para atinar a la cabeza el a la montura.

Ross pone su atención sobre la infantería que comienza a rodear a sus compañeros Evereth y Dredoc buscando a los mas adelantados y disparando sin poner en riesgo a sus compañeros que se baten en la refriega.

Toma sucesivamente las flechas que tenia preparadas clavadas en el suelo, logrando colocar cuatro certeros tiros sobre los orcos mas próximos a Evereth dándole espacio para moverse en medio de esa marea verde. Los cuerpos de los orcos caídos fueron casi inmediatamente pisoteados por los demás orcos que se arremolinaban cerca de los héroes dejando en el suelo despojos sin forma y sanguinolentos.

No es que fuera un bravucón, pero a Dredoc se le estaban agotando las ganas de seguir en primera línea rápidamente. Tras el revolcón constató que se encontraba razonablemente bien, aunque con pocas ganas de intentar de nuevo ponerse delante de un huargo, y cuando comenzó la meleé recibió varias heridas leves y mordiscos en la malla, que si bien no resultaban graves impedimentas, le animaban a tomárselo con más sensatez.

Trató de herir a su rival montado, pero a pesar de su habilidad, tampoco pasó de afeitar algunos pelos al huargo que montaba.

¡Diablos! ¿¡Hoy me he levantado con los dos pies izquierdos, o qué!?

Tareth se había separado del resto del grupo intentando contener la oleada de orcos y pronto se vio sobrepasada por ésta. De pronto se encontró rodeado de enemigos por todas partes. Blandió su espada bastarda con las dos manos pero sólo pudo chocar el acero con el de los demás orcos y no consiguió abatir a ninguno.

Por suerte, pese a estar rodeado, pudo desenvolverse bastante bien usando su espada o sus pies para detener o esquivar los ataques de los orcos.

Sin saber dónde estaban sus compañeros continuó dando gritos de ánimo.

- A Eruchîn, ú-dano i faelas a hyn an uben tanatha le faelas!¹

-Maldita sea, esto no puede ser. Así no. -expreso con bronca al salir de mi escondite blandiendo mis dos espadas élficas denotando rabia acechando a cualquiera que se interpusiera en mi camino. 

En pocos segundos me coloco al lado de Tareth y voy derribando a los que se me acercan demasiado. -Venga, que no son difíciles. Medioelfo, apura ese ataque o debo enseñarte a usar la espada. - manifiesto con enojo y desdén, esquivando cada ataque con precisión.

Observo el campo de batalla desde las alturas apuntando con mi arco e intentando acertar en el blanco, a pesar de mi desempeño no tan bueno voy de a poco calibrando la precisión. Lamentablemente una flecha se entierra en mi brazo y siento de repente como el veneno comienza a correr por mis venas, caigo al suelo desesperada.

Intento sacarme la flecha sola a pesar del dolor mientras la visión se me nubla por unos breves instantes que me llevan a caer al suelo inconsciente. -Por varda... Ilumina mi camino aún en la oscuridad que solo Morgot puede ofrecerme, por ti ... por mi... por nosotros. -  esas fueron mis últimas palabras hasta que de repente y tras haber pasado un tiempo prudencial mis ojos se abren pero continúo malherida de un brazo. 

El grupo de Élite comienza a manifestar ciertas debilidades que para el enemigo es vital y beneficioso si desea obtener otra victoria. Las fuerzas de Morgot arremeten contra el punto débil sin piedad, es momento de reorganizarse y planear una estrategia en conjunto si desean que esto mejore. 

Galvan corre a toda prisa hacia el fondo para saltar sobre el Jinete orco restante y distraerlo con su ataque. De este modo le dará más tiempo a Dedroc para contra atacar pero el enorme Huargo intenta morder a Galvan mientras su jinete lanza espadazos a Dedroc.

Luego que las tropas avanzan y entran en combate con los héroes una figura encapuchada queda detrás observándolo todo para finalmente mostrarse.

Un enorme orco repleto de músculos  llega hasta la parte superior de la pared de roca de un par de saltos con un espadón en una mano y una lanza. Comienza a correr hacia Ross emitiendo gritos a sus orcos para terminar arrojando la lanza a la Elfa Sindar.

Los arqueros protegidos por la infantería disparan a diestra y siniestra. El ataque se divide en dos grandes objetivos con el fin de eliminar a los héroes ubicados en las alturas del paso rocoso.

Entiendo que el jinete me ha hecho 1 punto de daño. ¿Qué es lo que me pasa realmente? ¿Cómo reflejo eso en mi ficha y en mi narración? 

Queda a tu elección teniendo en cuenta el apartado de abajo. ;) 

CONFLICTOS Y SUS CONSECUENCIAS
En un conflicto, los contendientes se juegan el todo por el todo; no es una simple competición amistosa, es una lucha por la victoria en la que hay mucho en juego. Un conflicto puede ser tanto una pelea a muerte como un debate político, una partida de ajedrez o una timba ilegal de póker. Lo único que cambia son las circunstancias del conflicto, sea éste de naturaleza física, mental o social.
En un conflicto, ambos contendientes hacen sus tiradas, de la forma habitual. A continuación:
 La diferencia de éxitos entre ganador y perdedor es el número de daños que recibe este último .
 El perdedor deberá decidir cuál de sus rasgos va a sufrir el daño. Es a su elección, pero deberá explicar porqué ese rasgo y no otro.
 Cada daño restará 1d a ese rasgo.
 El perdedor deberá asimismo explicar en qué consiste el daño sufrido en el contexto del conflicto:
Krujen recibe daños luchando contra un orco: podría aplicar ese daño a “Guerrero bárbaro”, explicando que ha recibido una herida en el brazo que no le permite blandir bien la espada. Podría dañar “Fuerte y ágil”, aduciendo que la herida le ha debilitado. Podría incluso escoger su rasgo “Astuto”, diciendo que un golpe en la cabeza le ha dejado aturdido. Hasta podría usar su rasgo de “Los bardos cantarán mis hazañas”, porque el desánimo de verse vencido ha hecho que pierda confianza en sí mismo. Pero tendría que dar una muy buena explicación de cómo podría dañar su rasgo de “Criado en las heladas montañas del norte”.
 Cuando uno de tus rasgos llegue a 0d, quedarás derrotado. Estarás a merced de tu enemigo y éste podrá narrar tu derrota de la manera que considere oportuna (incluso matándote, si ese es su objetivo). De cualquier manera, la derrota deberá ser narrada con coherencia dentro del contexto del conflicto.
Krujen pelea contra un grupo de orcos, y las cosas se han puesto muy feas. Ha tenido muy malas tiradas y acaba de perder el último dado de su rasgo “Fuerte y ágil”, por lo que queda derrotado. Los orcos se abalanzan contra él con la intención de acabar con su vida.
 Si no tienes ningún rasgo apropiado para recibir el daño sufrido, quedarás automáticamente derrotado.

El grupo de infantería de orcos intenta rodear a los tres héroes mientras los de afuera cubren con sus escudos a los orcos del interior que se encuentran en refriega con los tres héroes. De este modo proporcionan protección extra contra los ataques de arco provenientes de las alturas.

Una vez los Jinetes han sido neutralizados observo como un Orco Enorme avanza directamente hacia Ross.

- ¡¡Ross, cuidado!! - grito al tiempo que disparo una flecha hacia el enorme enemigo que viene directo hacia nosotras.

Motivo: Defensa (4D6)

Tirada: 4d6

Dificultad: 5+

Resultado: 5, 6, 4, 6 (Suma: 21)

Exitos: 3

Yo ya la hice...