Partida Rol por web

Una vez eliminado el Líder y dado que un buen grueso de la infantería pone pies en polvorosa decido centrarme en los Arqueros así que vuelvo a tensar el arco y disparo a esos malditos pielesverdes.

Con los ojos aun echando chispas, la elfa le ayuda a Kiara para desbarrancar el enorme cuerpo del jefe orco y hacer que caiga cerca de las tropas que amedrentan a los compañeros mas abajo.

Mira, están huyendo - le comenta a Kiara, luego va cojeando hasta donde están listas sus flechas clavadas al suelo y comienza a disparar contra los arqueros al igual que su compañera, pensaba ir por las tropas rezagadas que aún luchaban con Dredoc y Galvan pero con esa herida tardaría demasiado, así que seria mejor cubrir a los demás de los arqueros.

El dolor en la pierna empeoraba, y después de fallar una ronda completa de disparos se puso a curar su herida.

Tareth escuchaba los improperios y los gritos de rabia de Dredoc y se imaginó que no lo estaría haciendo mucho mejor que él.

Lanzó un par de mandoblazos al aire, que sirvieron más para mantener a raya a los orcos que para causarles daño alguno, y a punto estuvo de resbalar pero consiguió mantenerse sobre sus pies, a costa de no conseguir herir a nadie.

Joder, vaya manco estoy hecho.

Galvan aprovechó la entrada del orco que atacó a Dredoc sin éxito, quedándose desequilibrado, para lanzar un ataque mortal. Entró con la espada y el broquel al mismo tiempo, de modo que con su broquel golpeó la espada del orco abriendo la guardia y permitiendo así que su espada llegase hasta su cara sin ninguna dificultad. 

El grupo de arqueros disminuye drásticamente ante los ataques de Kiara desde el otro lado del paso y estos no pueden contraatacar gracias al hostigamiento de Ross. Ante tal situación optan por refugiarse detrás de las piedras.

El pequeño grupo restante mantiene su presión contra Dedroc y Gavlan con la atención de abrir una brecha entre los dos y salir del medio pero sus ataques no consiguen nada más que golpear contra un escudo y otra espada. En respuesta a eso los orcos levantan sus escudos en defensa.

Sonrío cuando veo caer a los Arqueros bajo mis flechas.

- Así aprendereis a no meteros con quien no debéis. - susurro mientras vuelvo a disparar a los Arqueros deseando acabar con todos ellos.

- Ayudad a Galvan y Dedroc. - digo al resto del Grupo, sobre todo a los que están abajo y a Ross.

Las bestias arqueras que había delante de él caían por efecto de las flechas que llegaban desde el flanco. Sólo quedaban dos. Las Elfas disparaban desde el otro lado del cañón. Se levantó para echar una ojeada a ver cómo estaba la situación. 

Dos grupos de pieles verdes huían por su retaguardia mientras que otro, el más fuerte, hostigaba al mago y al hombre de la cota de malla. No se lo pensó demasiado.

-Elfa, podrás encargarte de ellos, ¿verdad? -Preguntó a Indis y le brindó una sonrisa cómplice, refiriéndose a los dos orcos arqueros supervivientes. 

Tomando un sí por respuesta, se desplazó, corriendo agachado, hasta el borde del acantilado detrás de él, desde donde mejor podía alcanzar al grupo que atacaba a Galvan y Dredoc. Se agazapó entre la maleza para no ser visto. Imposible. La hierba era demasiado baja, y necesitaba una posición cómoda para disparar. 

Galvan se percata mientras lucha con una de las bestias, cómo justo el orco que había detrás de su contrincante, es atravesado por una flecha en su cabeza y cae, desapareciendo de la vista del mago. 

El último ataque de Kiara elimina a los dos arqueros restantes que habían osado mostrar el hocico por encima de las rocas. Por el momento el peligro de más ataques de flechas había cesado.

Con una finta impensable Galvan elimina rápidamente dos orcos que estaban a la defensiva.De este modo no logran pasar a través de ellos y continúan en el medio de la batalla.

La victoria es nuestra pero todavía la batalla no ha terminado. Sin esperar a los demás me dirijo hacia los orcos restantes y los ataco por la espalda mientras aquellos dos pierden el tiempo. – ¡Por Maedhros, por Valinor! – Dos enemigos caen bajo el filo de mi espada. 

Una vez eliminados los Arqueros centro mi atención en la Infantería que queda combatiendo.

Desde arriba tengo un buen ángulo así que abato a otros dos pielesverdes.

- Dos menos. - digo.

Ross logra quitar la flecha de su pierna después de rato de batallar con el dolor, no había mucho veneno pues la flecha le había atravesado por completo la pierna, tras limpiar, cubrir y apretar la herida Ross se puso en pie y se puso a evaluar la situación. Solo quedaban algunos orcos de infantería agrupados y algunos pocos huyendo dispersos, ya no veía a los arqueros, así que fue cojeando hasta su ultimo puesto que tenia preparado, no sin antes recoger las seis flechas que le quedaban ahí.

Esta vez teniendo en cuenta mis debilidades al usar el arco gracias a la herida que tengo, voy replanteando un nuevo objetivo y ayudar como puedo a mis compañeros. 

Ya con un poco mas de confianza apunto y disparo. Por suerte gracias a Vanyar he dado en el blanco. -Un orco menos...