Partida Rol por web

- Rain?... el centro comercial?... Rain... espera, no entiendo...- balbuceaba mas que hablar, pues no entendía a que se refería con eso de que los estaban cazando, ni tampoco a quienes se refería.

Una vez que me dí cuenta que había colgado, busque ropa adecuada y salí en búsqueda de Rain; si era cierto que los estaban cazando, debía ayudarla, pues tal vez yo también sería blanco de "ellos". salí a la calle y traté de tomar un taxi que me llevara al bendito centro comercial.

¿Sam, y este quien es...?

Miro hacia atrás, esperando ver si alguien nos sigue, aunque al no estar habituado, no soy capaz de distinguir si alguien lo está haciendo.

William, soy William.

- A ver, ¿qué es éste cubo?

Al parecer lo conocía Rain. Ya me explicarán porqué tiene mi número, pero no era la prioridad en estos momentos. William hizo una pregunta, sobre el cubo y la verdad que era buena la pregunta pero no era el momento. Como había dicho Rain, teníamos que avisar a Quico y empezábamos a tardar más de lo necesario.
-Perdona bonita.
No sabía qe era ese cubo y ahora mismo tamñoco me importaba demasiado, me giré para coger mi móvil y marcar el teléfono de Quico.
-Quicko, soy Jules. No vayas a casa de Rain, hay gente peligrosa y con armas. Casi se cargan a William, hemos salido de allí por los pelos. Al parecer estamos yendo al centro comercial para encontrarnos con un tal Sam. Ve hacia allí.

-Joder, tío.En buena hora me avisas. Estamos dentro de la casa. Supongo que el coche que está aparcado fuera es de esa gente. Salimos para ahí en cuanto podamos.

Quien cuelga el teléfono.

-Era Jules. Parece que está con Rain, camino del centro comercial. Quedé allí con ellos.

Quico no perdía detalle de la calle desde la penumbra.

-¡Vamos!-dijo cuando creyó que la zona estaba desoejada-

Cita:

¿Perdona bonita, de donde coño ha salido este imbécil?

Jules, Jules... rebusco en mi memoria ese nombre, pero sin éxito...

- Podemos parar en una farmacia, necesito desinfectante para la herida, clorhexidina servirá, y algún ansiolítico, esto empieza a doler.

Hago una mueca de dolor antes de seguir.

- Creo que necesitaría algún punto, aunque no me he visto la herida, igual con puntos de aproximación me puedo apañar de momento.

El teléfono le es arrebatado de las manos a Rain, pero ella no tiene problema, ha dicho todo y no era momento de charlar.

William, no estas herido, te acabo de revisar - le dice Rain dando otro vistazo, pudo pasar algo por alto, tal vez...

Niego con la cabeza. Miro unos instantes a William, con una mueca de preocupación en el rostro. Quicko está dentro de la casa porque hemos tardado mucho en llamarle y será culpa nuestra si le pasa algo.
-Puedes ir a una farmacia en el centro comercial que seguro tienes alguna. Y los ansiolíticos... mejor dejarlos para cuando arreglemos lo que nos esté ocurriendo, es mejor ansioso que dormido. De todas formas, no te preocupes, si te pasase algo te haría la autopsia con cuidado para que te puedan hacer una capilla ardiente... bueno, a menos que te den en la cabeza... en cuyo caso... bueno, no se les hace la estética a los muertos. Pero tampoco debería importarte en ese caso. Tampoco es que te vaya a importar demasiado. -Sonrío tras la gracia, esperando que con ella apechugue y tire para adelante.
-Voy a volver a dar cobertura a Quicko, está allí por nuestra tardanza, podéis bajar aquí si preferís o acompañarme. Pero es una decisión que tomar rápida.
Me arrimo a una acera y bajo la velocidad.

- No pensé en la farmacia del centro comercial, y me confundí, quería decir analgésico, para el dolor.

Escucho sus palabras y cuando sonríe no doy crédito, así que es forense, pues menos mal, es un consuelo, porque como psicólogo no vale una puta mierda, como si no estuviese ya bastante nervioso...

Aguardo la decisión de Rain, pues no tengo intención de separarme de ella, de momento.

Walter colgó de inmediato cuando oyó que le llamaban por su nombre y masculló una blasfemia.
Nada... No sé porqué me da la impresión que ha sabido mi nombre no por mi teléfono... Si no por Estado Alfa.

Cuando Quic0 se puso en marcha, Walter le siguió, no sin antes seguir la idea de su compañero de hacerse con un buen cuchillo.

¿Para qué coges eso si eres un viejo hecho polvo...?

En marcha, vamos, cuantos más seamos, mejor nos defenderemos

salí a la calle y traté de tomar un taxi que me llevara al bendito centro comercial.

Bajo la lluvia torrencial sales a la calle en búsqueda de un taxi pero tu suerte ha cambiado ya que tras diez minutos el único transporte que consigues es un robotaxi. Los robotaxis son vehículos automatizados que se guían por gps y una IA limitada que durante muchos años intentaron quitar de competencia al chófer humano pero el pequeño repertorio de respuestas y soluciones ante problemas inesperados termino dejando fuera de comercio a los robotaxis. Actualmente solo una centena de robotaxis circula la ciudad en búsqueda de clientes y lamentablemente el servicio no es lo mejor de la ciudad pero al menos logran llevar al pasajero a su destino la mayoría de las veces.

- Buen...nos dias seññ..ñor. ¿como esta usted? El día es precioso. ¿Verdad? - te saluda el chofer robotiado mientras te acomodas en tu asiento. afuera el agua no cesa de caer.

Salimos para ahí en cuanto podamos.

Quick0 cuelga el teléfono.

 El chasquido metálico delata al silencioso acompañante que al parecer estaba dese allí hacia rato y ninguno de ustedes se había percatado de ello. aquel sonido pertenecía al martillo disparador de un revolver de grueso calibre. Se había martillado y estaba listo para disparar. - Vaya, parece que tengo competencia. Que lamentable para ustedes. Manos arriba o los lleno de plomo. - El misterioso sujeto había salido de atrás de unas cortinas. llevaba guantes de cuero negro y un sombrero antiguo igual que su traje. Parecía salido de las viejas películas en dos dimensiones de gangsters. 

-Voy a volver a dar cobertura a Quicko, está allí por nuestra tardanza, podéis bajar aquí si preferís o acompañarme. Pero es una decisión que tomar rápida.
Me arrimo a una acera y bajo la velocidad.

La decisión de Jules no tarda en surtir efecto ya que el forense estaciona el automóvil deportivo a tres casas de distancia. Baja del coche con intenciones de ingresar a la vivienda ya que allí dentro se encuentra Quick0 y aquel otro hombre. William y Rain todavía no han decidido si acompañarlo o esperar...

Miro a Rain indeciso, esperando que ella decida que hacer, teniendo claro yo, que voy a seguirla.

Me giro para mirar hacia el asiento de atrás y le pregunto. Es evidente por mi tono de voz que estoy bastante nervioso.

- ¿Qué hacemos?

Busquemos otro transporte este es muy incomodo- dijo saliendo de donde se encontraba , justo detrás y en medio de los dos asientos delanteros, estiró los brazos como desperezandose y miro a todos lados buscando, un transporte mas espacioso - Tal vez Quico tenga algún transporte - le dijo a Williams y antes de que Jules se alejara mas le dijo - Vamos - para luego caminar tras el conductor - Espera Jules, vamos contigo - dijo algo mas fuerte para que le escuchara acelerando el paso hasta donde estaba él.

Les miro y asiento.
-Pero quedaros detrás de mi en todo momento y si escucháis disparos... Corred y no miréis atrás. Y mi coche es cómodo, es chulo y rápido. Es un lujo Rain, no lo dudes. Hay gente que moriría por conducirlo.
Camino hacia la puerta, colocándome a un lado. Echo un vistazo al interior y si no veo a nadie, llamo a Quico.
-¡Quico, soy Jules, voy a entrar!

Salgo del vehiculo mirando a todos los lados.

- Pues espero que nadie me dispare mas por esta noche, con una vez tengo suficiente, respondo en tono irónico.

Luego inconscientemente busco la cercania de Rain, acercandome a ella, no tanto para protegerla, mas bien por sentirme acompañado

-¡Quico, soy Jules, voy a entrar!

 La voz de Jules proviene de la entrada. El desconocido al escuchar el anuncio del forense lleva un dedo a su boca en señal de silencio mientras los apunta con su arma. Cualquier acción podría desencadenar un disparo y la muerte.

Echo un vistazo al interior y si no veo a nadie, llamo a Quico.
-¡Quico, soy Jules, voy a entrar!

Por el momento nadie responde al llamado y el interior de la casa de Rain se encuentra en penumbras. El interior les recuerda a una oscura y fría mazmorra típica de una película de terror. Algo habita allí dentro y aguarda por ustedes… 

Quico queda paralizado al sentir el "Click" metálico del percutor al amartillar la pistola. No es que se hubiera enfrentado a muchos tipos armados en la vida real, pero era tal y cual salía en las películas. Se le ocurrió pensar si es que realmente sería así en la realidad o si era cosa de Estado Alfa. Déjate de chorradas Quico y piensa algo.

Quiso decir algo pero el tipo les mandó callar antes de que tuviese oportunidad.

Echó un vistazo a su alrededor sin moverse. El tipo había salido de detrás de las cortinas y no podían verlo. Por el rabillo del ojo consiguió ver el cordón para abrir y cerrar las cortinas. Lo tenía al alcance de la mano. Si daba un fuerte tirón, quizá fuese capaz de arrancar las cortinas de sus guías y hacer que cayesen sobre el tipo, envolviéndole. No le harían daño, pero podrían causar una distracción durante el tiempo suficiente como para...No tío. Eso no va a funcionar.

La única cosa que se le ocurría era un disparate que parecía sacado de una peli de Jackie Chan y que sin duda le costaría la vida (al menos en Estado Alfa) a él, a Turner o a los dos, así que decidió levantar las manos sin oponer resistencia, dejando el cuchillo disimuladamente cerca, donde lo pudiese alcanzar en caso de tener una oportunidad.
Lo sentía por...¿Jules?¿Qué coño hacia Jules de nuevo en el piso si no hacía ni un minuto que había estado hablando con él por teléfono y le dijo que estaban en el centro comercial?

Su única esperanza era que su captor cometiese algún error cuando entrase Jules. Y contaba conque éste, si sabía que seguían dentro, se extrañase al no obtener contestación. Habría que estar atentos para aprovechar cualquier descuido.