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Et in Barcino Ego Origins

Preludio : Constanza de Montcada

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15/06/2010, 18:41
Roldán

-Buenas noches- dice un tanto agitado -me acabo de enterar de las nuevas, sinceramente no esperaba la presencia de Leonor aquí en Barcelona, pero menos aún esperaba que no me lo comunicarás, me ha cogido como se dice ... de sorpresa- dice mirándote de reojo.

Las botas llenas de polvo y barro ensucian el suelo, sus ropas están cubiertas de polvo, su mano se abre y se cierra mientras camina de un lado a otro recorriendo la habitación, nunca habías visto tan nervioso a Roldan, nunca hasta ahora ... ¿por qué? ... ¿coincidencia?.

-Maldito sea Federico III, y maldito los almogaraves ...y dos veces maldito Roger de Flor que su alma se queme en el infierno, gracias a ellos tendremos unos cuantos Tzmisces pululando por aquí-dice en tono hosco

Sonriendo sin hablar, las manos tras la espalda -esto le va a encantar a Hardestadt, sí ... como si no tuviera de que preocuparme, a ver cuanto tarda Geoffrey en llamarme a consulta ... tal vez Xavier ... sí, sí ... está tan ansioso de agradar el muy imbécil ...- murmura para si.

De pronto repara en ti, con esa expresión de aquel que ha dicho demasiado delante de los niños -¿que noticias hay ... aparte de nuestra ilustre recién llegada?- pregunta con tono malhumorado.

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15/06/2010, 21:51
Constanza de Montcada

Constanza había decidido quedarse en palacio, pasar una velada tranquila. Tenía alguna correspondencia que despachar y aquello era una excusa tan buena como cualquier otra para no salir. Pero lo cierto era que no deseaba hacerlo, pues fuera donde fuese no oía más que hablar de lo mismo: Leonor de Aquitania o Margarita de Poitiers. Y aquello ya empeza a molestarla demasiado, no tanto porque se hablara en exceso de una dama que no fuera ella misa, lo que podía fastidiarle y lo hacía, sino porque escuchar su nombre en boca de casi todos, a favor o en contra,  no hacía más que revivir la extraña entrevista que ambas mantuvieran noches atrás.

A Roldán se lo había tragado la tierra, tan solo sabía que no estaba en la ciudad, y si lo estaba no se dejaba ver, lo que todavía resultaba más extraño. Muy a su pesar lo echaba terriblemente en falta, aunque Leonor hubiera sembrado la duda, o la calumnia, en su alma. Cierto que aquello resultaba absurdo, no era sino una Toreador y ya se sabía como eran todos ellos, ¿cierto?. Quizás si hubieran vuelto a hablar... pero ella no se acercaría a Leonor, ya no solo por las palabras que la aquitana le dirigiera antes de partir, sino por una simple cuestión de orgullo.
 
Sentada en el banco de piedra forrado de cojines de terciopelo junto a la ventana, la de Montcada pensaba y pensaba, dando vueltas a aquella noche, de la que ya habían transcurrido siete. La acusación contra su sire, las advertencias, como luego retrocedió Leonor inculpando al Príncipe... Si, no le quedaba ninguna duda de que odiaba a Cneo “por arrebatarle lo que más quería”, pero ¿qué sería aquello que le arrebató?. Y de tal guisa, pensando, la sorprendió la llegada de Roldán, sucio como si hubiera cabalgado a galope desde las lejanas tierras moras, junto con un Ponç de ceño fruncido al que hizo una seña para que se retirara prontamente tras dedicarle una sonrisa que tuvo la virtud de iluminar un instante el rostro del caballero. Buen, fiel Ponç, con el que siempre podía contar... pero no en este asunto.
 
-¡Mi Sire! exclamó Constanza, haciendo una breve pero grácil reverencia antes de acercarse a él. Tened una buena noche y bienvenido de regreso a la ciudad. Os he echado tanto de menos. Se aproximó sonriendo, ni siquiera el reproche dirigido hizo caer su sonrisa de los labios, a los que llevó la mano derecha de Roldán, sucia del polvo del camino, mas no importaba. ¿Por qué la miraba de reojo?. Oh, Leonor de Aquitania... Pensé que estaríais al corriente de su llegada a la ciudad antes de que hubiera puesto pié en ella, pero veo que os ha sorprendido tanto como a muchos de nosotros.
 
Retrocedió un par de pasos para recoger la capa de Roldán y dejarla sobre un arcón, mientras le observaba ir y venir, nervioso. ¿El, nervioso? ¿Por la llegada de Leonor? ¿O habría algo más? Demasiadas cosas, se diría, y en verdad que su Sire llevaba una larga temporada taciturno, incluso ¿preocupado?. Muchos asuntos ocupaban su mente y sus noches.
 
-Me temo que no ha resultado ser tan buen caballero como Roger de Llúria (*Lauria en castellano) añadió la dama, si bien el Rey y su Consejo están contentos con esos nuevos ducados de Atenas y Neopatria que expanden los territorios de la corona. Constanza se encogió de hombros un poco y sonrió. No entiendo porqué tendrían que venir esos cainitas tan... desagradables a esta corte, mas si os incomodan, dejad que los Usurpadores se ocupen de ellos. Son igualmente desagradables pero ya están instalados aquí y, como dicen, que la basura se ocupe de la basura.
 
Roldán se había perdido durante unos instantes en sus pensamientos, expresados en voz alta, pero pronto regresó. Su malhumor fue respondido con una sonrisa si bien la que un día pudo ser Reina de Aragón sintió un inquietante cosquilleo en su interior. Como de costumbre, su Sire solo parecía interesado en las noticas que ella pudiera darle. Volvió a acercarse a él y, gentilmente, puso una mano sobre el brazo del caballero.
 
-Acabáis de llegar de vuestro viaje, dondequiera que hayáis estado. ¿Deseáis que ordene que os preparen un baño que os libre del polvo que arrastráis?. ¿O que mande venir a alguien para alimentaros? le preguntó Constanza mientras con la mano libre le indicaba un lugar donde sentarse. En cuanto a las noticias... prosiguió, haciéndole un resumen de ellas, así como de los habituales rumores y cotilleos que poblaban ambas cortes, la de Jaime y la de Cneo. Pero claro, todo esto, ahora, carece de importancia con la llegada de tan... noble dama. Allá donde vayáis oíreis hablar de ella, bien o mal, eso depende del humano o del cainita, pero cierto es que está dando mucho de que hablar.
 
-Me pregunto a que habrá venido. ¿A ayudar a que su clan obtenga una mayor posición o privilegios? preguntó y luego, con aire natural pero midiendo sus palabras una a una, continuó. Fue muy... interesante tener la oportunidad de conversar con ella cuando nos encontramos en la corte, aunque seguro que sería todavía más interesante hacerlo a solas. ¿La conocéis bien, mi señor?.

Notas de juego

Me encanta Liam Neeson :D Aunque está más guapo de Rob Roy o Qui-Gon Jinn :D

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16/06/2010, 20:09
Roldán

Distraido escucha tus noticias asintiendo de vez en cuando, o haciendo algun comentario carente de importancia. Tu oferta de alimento y aseo es rechazada educadamente.

Al apoyar tu mano sobre su brazo notas como se tranquiliza, atonito observa el estropicio que ha causado.

-Excusadme soy un soldado no un cortesano, a veces olvido mis modales ... - tranquilo toma asiento en el lugar señalado

 

Cita:

dejad que los Usurpadores se ocupen de ellos.

 

-Teneis razón en lo referente a los dragones ... ya había pensado en ello, Xavier será debida y discretamente informado- su mirada cae sobre ti -confio en tu criterio, tened cuidado con los usurpadores, las ratas suelen ser astutas ... -.silencio

Al mentar a Leonor observas que Roldán se vuelve más precavido, bastante más que con el asunto de los Tzmisces, sus respuestas son esquivas.

 

Cita:

Fue muy... interesante tener la oportunidad de conversar con ella cuando nos encontramos en la corte, aunque seguro que sería todavía más interesante hacerlo a solas. ¿La conocéis bien, mi señor?.

 

-Leonor ... - masculla -¿que os digo?- pregunta con cierta ansiedad mal disimulada -al parecer vos la conoceis mejor que yo, pues no he cruzado palabra con ella jamás-.

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17/06/2010, 07:31
Constanza de Montcada

Constanza sonrió dulcemente al percibir que Roldán se calmaba y se dirigía hacia el asiento ofrecido. Una vez se hubo instalado, empujó con el pié un escabel alto, forrado de seda azul, hacia la silla donde su Sire se había sentado, pero no para que él apoyara los pies, sino que se sentó sobre él y apoyó sus brazos cruzados sobre las piernas del caballero. Cualquiera que hubiese entrado en aquel momento en la cámara juraría que asistía a una escena familiar, con el padre acomodado y la hija, con rostro angelical, casi infantil, a los pies y esperando que le contara alguna historia.

-Soy vuestra chiquilla, mi señor repuso ella y mi casa es vuestra, nada tengo que disculparos. Además continuó mirando alrededor y encogiéndose de hombros, casi riendo ¿Qué estropicio habéis causado? Pero no digáis que no sois un cortesano, pues otros que no son ni han sido soldados y alardean de haber nacido nobles carecen por completo de maneras comparados con vos.
 
-Las ratas, por muy astutas que sean, no dejan de ser ratas continuó aunque no por ello no cumplen con su función. Dragones y Usurpadores son de la misma ralea, aunque estimo más justa la causa de los primeros. Es una lástima que no sean buenos cristianos sino paganos y adoradores de falsos dioses. No obstante volvió a encogerse de hombros si van a daros quebraderos de cabeza dejad que los segundos se ocupen de ellos. Mientras unos y otros se mantengan mutuamente entretenidos no os molestarán. 
 
-Pero no temáis, mi Sire. Confío en los Tremere tanto como en... demoró unos segundos la continuación como en los Toreador. Roldán había alzado la guardia a la mención de Leonor. ¿A que venía su ansiedad? Solo podía obedecer a una cosa... pero Constanza se negaba a aceptarlo, y no obstante... ¿De modo que no conocéis a la aquitana? Pues por su forma de hablar sobre vos yo hubiera jurado lo contrario. Incluso se atrevió a... Bah, no importa. ¿Qué puede esperarse de una Toreador sino mentiras envueltas en delicadas palabras y maneras?. Se quedó callada un momento, como si meditase. 
 
-Aunque es probable que antes de venir se haya informado bien sobre esta Corte y quienes en ella habitan, especialmente sobre vos y el Príncipe. La de Montcada sacudió la cabeza lentamente. Supongo que Su Alteza os hablará sobre ella, aunque pronto os la encontraréis vagando por... por todas partes. Ya ha sido presentada incluso a Don Jaime y ha causado sensación. Margarita de Poitiers, se hace llamar. Resulta lamentable y confío en que los miembros de nuestra Corte no sean tan... impresionables.
 
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17/06/2010, 13:09
Roldán

Como si de un mortal se tratase respira profundamente entrecerrando sus ojos, cansado del mundanal ruido, cansado de tantos problemas, cansado de ser el correveidile de su alteza Cneo.

-¿Que ha sido del jinete y de su caballo?, ¿que ha sido del escudo y la espada?- musita en susurro -estoy cansado de la política, estoy cansado de esto- dice abriendo los brazos -quiero sentir el peso de mi espada en mi brazo, quiero verter la sangre de mis enemigos, conquistar y sublevar en vez de negociar y verme reducido a estos estúpidos juegos propios de los magister- pausa.

-Pero Cneo ... que tendrá en mente Cneo, el es nuestro príncipe y yo su senescal ...  yo no quería esto- dice llevándose las manos a la cara .

El tiempo de la auto compasión finaliza cuando mencionas a Leonor de Aquitania, el animo de Roldán cambia de improviso, enérgico por no decir agresivo, se levanta del asiento como un resorte, en su acción casi te tira de espaldas ... casi pues su brazo izquierdo te agarra por el hombro atrayéndote hacia si, en tanto su brazo derecho se alarga cogiéndote de tu fino cuello, levantándote en el aire.

-¡Hablad maldita sea!,¡deja de jugar conmigo chiquilla del demonio!- su cara es un rictus de furia -¡¿que os dijo esa perra?!- zarandea tu cuerpo violentamente -¡hablad!-.

La puerta se abre, apareciendo Ponç, en el dintel, su mano se posa sobre su espada sin llegar a desenvainar, Roldán mira por encima de su hombro, una sonrisa taimada cruza sus labios -puede que sí tenga esa sangre que tanto ansío- susurra.

Das gracias a tu condición, de ser mortal seria cuestión de tiempo el que tu cara se volviese morada por la falta de oxigeno. La presa de Roldán es suficiente para que hables con dificultad, con voz ronca y entre cortada, apenas audible.

 

 

Notas de juego

Tachán .... marroncillo marroncillo ... .

Un saludete :).

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17/06/2010, 15:34
Constanza de Montcada

Westu Théoden Hal! Jo, como molaaaa :DDD Y yo pensando al empezar a leer que tenia un sire deprimido :DDD Ahora a ver como salgo de esta ;)))

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17/06/2010, 15:51
Director

Notas de juego

Jajajajaja, tremenda esa frase, no podia evitar hacer un guiño :). Ay ya te enterarás o no ... de lo que pasa ... hay mucho ... muchisimo tema.

Pobre Roldán ...  pobre ... .

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17/06/2010, 16:05
Constanza de Montcada

No se que habrá, pero se nota que Roldán le tiene cariño a Leonor :P ¿Pobre Roldán? Hmm... Ya veremos ;))) Estoy dando saltitos :D

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17/06/2010, 16:13
Director

Notas de juego

Psss psss, Roldán se está viniendo muchas cosas venir ... muchas ... el mierdero no entiende de edades ...xd.

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17/06/2010, 18:01
Constanza de Montcada

Constanza apoyó el mentón sobre sus brazos cruzados, todavía apoyados sobre las rodillas de su Sire. Si, se le veía cansado, aunque los Vampiros no pudieran sentir cansancio físico, pero si espiritual o eso decían. Podía percibirlo, no solo por sus palabras y como las pronunciaba, quizás fuera por el Vínculo que todavía mantenía o porque la sensación pasaba de un cuerpo a otro. Aunque había pasado más de medio siglo desde su Abrazo ignoraba todavía muchas cosas.

Levantó sus ojos un poco preocupada. No era propio de Roldán hablar en esos términos, pero claro... si, era un soldado, un caballero, y su lugar estaba en el campo de batalla, exterminando al enemigo, y no en los salones de los palacios. Esto no le era por completo desconocido, también su padre, su padre mortal, solía quejarse cuando llevaba mucho tiempo sin guerrear... o esas cosas que hacían los hombres pero que era propio de su naturaleza, condición y educación.
 
Ella, sin embargo, se sentía tan... bien navegando por las aguas que el Ventrue desdeñaba ahora. Pero era el Senescal y tenía que hacer lo que debía, como todos. En esto había poca diferencia entre los hijos de Caín y los humanos. ¿Se sentiría manipulado por Cneo como ella se sentía, a veces, manipulada por Roldán?. Pero así eran las reglas del juego, ¿no?. Cuando se llevó las manos al rostro, tras afirmar que no deseaba aquello, suponía la dama que aquel tipo de vida, espero unos instantes a que él las retirara. Las cogería entre las suyas, las besaría y le consolaría, como una madre a su hijo, le hablaría dulcemente, como una esposa cuando el esposo llega fatigado tras un largo viaje, le...
 
Pero todo lo que pensara hacer quedó interrumpido. Su Sire descubrió el rostro y tan rápido como un parpadeo o un latido del corazón de un humano, se puso en pié, casi lanzándola a ella al suelo, aunque antes de que llegara a suceder la sujetó con una mano. Todavía no había puesto la otra alrededor de su cuello cuando Constanza supo que algo iba mal... terriblemente mal. Roldán no solo estaba enfadado: despedía ira, furia, cólera. Cuando sintió la presión en el cuello y que sus pies se levantaban del suelo, a la vez que le gritaba, sus sospechas quedaron confirmadas.
 
Constanza se sintió sorprendida, confusa y asustada. Sus pequeñas manos aferraron la muñeca de la que se cernía sobre su cuello mientras sus pies pateaban el aire o lo que pudieran alcanzar, sabiendo no obstante que nada podía hacer contra la fuerza de Roldán, pero por puro y simple instinto de supervivencia. Nunca lo había visto así, tan fuera de control, no contra ella. Podía reñirla cuando hacía algo mal, incluso castigarla, pero ya hacía mucho que aquello no sucedía y en su opinión siempre la había tratado bien.
 
-R-roldán, p-por D-ios dijo con una voz que apenas podía salir de su garganta estrangulada Soy y-yo, sang-gre de v-vuestra sang-gre... El cuello le dolía cada vez más y los zarandeos no ayudaban ni a tranquilizarla ni a poder hablar con cierta normalidad. ¿Q-que os suced-de, q-que pasa?. No podía pensar en otra cosa que no fuera librarse de aquella mano, regresar al suelo, volver a la normalidad. ¿Por qué la trataba así, que temía que le dijera Leonor? ¿La había llamado perra?. ¿P-por que est-to?.
 
-V-vete, P-ponç, f-fuera de aq-quí ordenó Constanza al verle entrar en la habitación, con la diestra preparada para desenvainar la espada, aunque dada la situación no estaba segura de que le obedeciera. Luego escuchó a Roldán y su temor retrocedió ante el orgullo y su propia cólera. N-no oséis h-hacerle d-daño... y s-soltadme... siseó la de Montcada, como una serpiente acorralada, pero serpiente al fin y al cabo. También las víboras, por pequeñas que fueran, guardaban veneno en sus colmillos u os juro q-que... q-que...

Notas de juego

Pobre Constanzita. ¿Ya tenemos el lío montado? ;)))

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17/06/2010, 18:24
Roldán

Tus palabras mueren a pocos metros, roncas, entrecortadas. Ponç desenvaina la espada, fiel, fiel Ponç, amante en la oscuridad siervo eterno, fiel pobre fiel Ponç.

Un fiero grito sale de sus pulmones mientras carga contra tu amado sire, un grito capaz de helar la sangre al enemigo, el tintineo de su cota anuncia su llegada, todo sucede a cámara lenta.

Ponç levanta su acero, dispuesto a partir en dos a Roldán, su espada cae trazando un arco mortal, Roldán permanece en su sitio inmóvil hasta el último momento.

Sin saber como has dejado de ver a Ponç de frente, ahora ves su espalda desnuda, un grito mudo intenta salir de tus pulmones más muere antes de salir de tus labios, con el dorso de su mano izquierda golpea a Ponç en la mejilla.

Escuchas un sonoro "crac" el cuerpo de Ponç sale despedido por los aires chocando contra la pared opuesta de la habitación con un sonido sordo, luego sonido de metal.

Roldán gira tu cabeza para que puedas ver que ha sido de tu custodio, vive o al menos eso crees, más sus heridas son fatales, por sus oídos y nariz brota un reguero de sangre.

-Aprenderás Constanza, aprenderás por las buenas o por las malas quién manda aquí ... se acabaron tus juegecitos ... ¿crees que estas jugando con un mortal en tu preciada corte?- brama furioso por tamaña ofensa - os sugiero que comencéis a hablar antes de que pierda la paciencia y termine por despachar a vuestra mascota  ... ¿qué os dijo Leonor? ... no volváis a tomarme por idiota o lo lamentareis ... ¡hablad!-.

La presión se relaja un poco, dándote la oportunidad de hablar, pero no lo suficiente como para que te liberes de su férrea presa, tus pies chocan contra su pecho, más no le hacen daño.

 

 

Notas de juego

Más o menos ...

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18/06/2010, 00:18
Constanza de Montcada

Ponç nunca llegó a escuchar la orden de su dueña, o al verla en peligro la ignoró plenamente, pero aún conociendo con quien se las tenía que medir no hizo caso del peligro y de su más que probable muerte y cargó con todas sus fuerzas para salvarla. De no haber sido Roldán su contrincante sin duda habría tenido éxito en su empeño, pues si ya de por sí era un enemigo temible, incluso antes de su conversión en Ghoul, ahora la furia había nublado su mente y tan solo una firme idea prevalecía sobre todas las demás y el mundo entero, como era castigar al infame que osaba tratar a si a Constanza. 

Pero como la propia Constanza, no era rival, ni lejano, para el Ventrue. Ella lo sabía y, aterrorizada ante el desenlace que tendría lugar, ni siquiera pudo proferir una segunda orden para detenerle en su loco ataque. En una vertiginosa sucesión de acontecimientos que ni siquiera pudo ver como se desarrollaban, y aun presa de Roldán, oyó el grito de Ponç, luego éste... ¿Cómo había pasado? Lo tenía de frente y de repente de espaldas y un segundo después volaba por el aire, cruzando la habitación de extremo a extremo como consecuencia del golpe de su Sire y... 

-Dejadme... tengo que ir a... apenas podía hablar, presa de la impresión. En el suelo yacía su criado, su pariente, su protector a curarle... a... ¿Estaba muerto? No, no lo estaba, pero si malherido aunque su vitae, la de Montcada lo sabía, podía salvarle. Todavía se debatía, clavando sus uñas alrededor de la muñeca de Roldán, golpeándole con sus pies. Pero fueron sus palabras las que, a la vez, le helaron aún más la sangre en las venas y la enfurecieron. 

-Yo no... a pesar de que su Sire dejara de apretar su garganta con la misma fuerza de antes le costaba hablar e intentó sacudir un poco la cabeza. Os lo... suplico... soltadme... Ponç... Lo siento, no... Pero ¿por qué la trataba Roldán así? ¿Qué le pasaba, había perdido la razón? Constanza no entendía nada, pero si lo suficiente para saber que él no se pararía en mientes y que haría lo que había dicho, y que ella misma se encontraba en peligro... y por primera vez en su vida se iba apoderando de ella un sentimiento de profundo odio hacia su Sire. Deseaba hacerle daño, tanto o más como él le causaba. 

-Solo hablamos un... momento, sobre asuntos del... pasado dijo Constanza por fin y me preguntó por... por mi esposo y nuestro matrimonio y su... muerte, asuntos demasiado... íntimos. ¿Qué decirle y como hacerlo? Las medias verdades funcionaban y ella no le iba a contar todo lo que hablaron, no tras lo que Roldán estaba haciendo Dijo que vos érais más soldado que político y... y una sarta de estupideces sobre... mi Abrazo, fue muy extraño y no entendí... Sus ojos se volvieron hacia Ponç. Y tampoco entiendo ahora... esto. Por favor... soltadme. ¿Que daño os... hice? ¿Cuando? ¿Por qué hacéis esto?. 

Notas de juego

Pobre, pobre Constanzita :D Lo que me ha costado escribir esto, llevo desde la cena dándole vueltas :D

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18/06/2010, 09:20
Roldán

Aun con el ceño fruncido, libera la presión haciéndote caer al suelo, junto a la pared yace Ponç malherido, sangrando, al respirar suena un burbujeo, la pared manchada de sangre, el hombre sufre y está a las puertas de la muerte, solo su condición como ghoul lo ha salvado de una muerte más que segura ... .

-¿Veis que fácil ha sido?- sonríe, su mano señala a tu criado -si vuelve a levantar su mano contra mi lo desmiembro-.

Tranquilo deja de prestar atención al moribundo, lentamente levanta la silla caída y se vuelve a sentar con los brazos cruzados, observándote tranquilamente como atiendes a tu criado.

Pobre y fiel Ponç ... al acercarte observas con mayor detalle sus heridas, su mejilla sangra abierta, en su cabello hay sangre por lo que adivinas que el choque contra la pared debe de haberle abierto la cabeza, el terrible golpe lo ha reventado literalmente, no eres un galeno por lo que no entiendes más allá de lo que tus ojos ven.

Tus colmillos perforan tu blanca muñeca, de ella brota negra y espesa vitae, Ponç no reacciona por lo que acercas tu muñeca a sus labios, al poco observas como el hombre comienza a succionar débil al principio, luego con la avidez de un sediento ... sus heridas comienzan a cerrarse, el burbujeo de su respiración cesa.

Luego el éxtasis, el éxtasis producido por la ingestión de vitae, el acto más intimo que jamás llegará a tener Ponç con su amada inmortal, mejor que el sexo ... grilletes de color carmesí que gustosamente cierra encadenándose a ti de por vida.

Una vez las heridas de Ponç dejan de ser fatales, retiras tu muñeca con cierta dificultad por la débil resistencia que ofrece Ponç al principio.

-Constanza ... estáis ... a ... salvo- susurra con dificultad presa del dolor, dirige una última mirada de odio a tu sire, mientras agarra tu brazo -no- dice con los ojos abiertos, luego su voluntad desfallece sumiéndolo en la inconsciencia.

-¿Ya habéis terminado con vuestra mascota?- suena a tus espaldas. Al volver la vista sobre tu hombro ves a Roldán de brazos cruzados observando con detalle la escena -prosigamos con nuestra conversación- dice golpeando con la palma de su mano el escabel.

 

 

Notas de juego

Normal como para no darle vueltas al asunto ... .

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18/06/2010, 15:07
Constanza de Montcada

Libre de la mano que la apresaba Constanza se desplomó contra el suelo, donde permaneció durante unos instantes frotándose el dolorido cuello. Toda ella temblaba... por el miedo, por la ira, por la humillación recibida, ni siquiera acertaba a saber que de todo ello pesaba más en su ánimo. Todavía en el suelo escuchó la advertencia de Roldán y vió su sonrisa, ¡maldito fuera!, si, sería muy capaz de hacerlo y tuvo que morderse los labios para no responderle que Ponç nunca le hubiera atacado si Roldán no la hubiera maltratado y amenazado.

Pero tenía que ocuparse de su Ghoul, de modo que se levantó y se acercó a él. Ya antes de llegar y arrodillarse a su lado observó que las heridas, a su juicio, eran graves, muy graves, y de no ser por la vitae que corría por sus venas sin duda ya estaría muerto. Intentó ignorar y olvidarse de la presencia de su Sire para centrar todos sus sentidos en Ponç, que parecía inconsciente. Le recogió con cuidado y puso la cabeza de su criado en su regazo, con todo cuidado, y ya acomodado le llamó por su nombre, susurrándole, pero no daba muestras de reaccionar, ni siquiera cuando acercó la muñeca abierta y sangrante a sus labios.
 
-Vamos, Ponç, bebe... se que puedes oirme le susurró mojando los labios del caballero con su vitae Hazlo por mi y vivirás... Todo está bien, todo... dijo abriendo un poco su boca para que unas gotas entraran en ella.
 
Segundos después, todavía con los ojos cerrados, el Ghoul empezó a mover los labios, empapados de Vitae y a pasar la lengua por ellos hasta que quedaron secos. Entonces se cerraron alrededor de la muñeca de su dueña, succionando primero lentamente pero pronto aumentando el ritmo. Constanza sentía tras ella la presencia de Roldán y ello la incomodaba, no le quería allí, deseaba que se marchase y además aquellos... actos entre ella y su Ghoul eran privados y... Pero tampoco podía echarle, ya le hubiera gustado hacerlo.
 
La vitae de la Ventue empezó a hacer efecto y no obstante ella le dejó beber más. Quería estar segura de que tendría suficiente, aunque a la noche siguiente debería alimentarle de nuevo. Y ella también debería hacerlo, luego mandaría venir a alguien. Cuando Ponç abrió los ojos, Constanza retiró su muñeca y lamió la herida para cerrarla. Vió el odio inscrito en los ojos del primo de su padre cuando se volvieron hacia Roldán y aquello le hizo mover lentamente la cabeza, de lado a lado.
 
-Shhh... No, Ponç, no... Duerme ahora, yo estoy bien, ¿lo ves? volvió a susurrarle mientras acariciaba su frente y retiraba de ella mechones de cabello bañados en sangre. Sé que duele, pero descansa ahora, todo está bien... Mañana hablaremos...  
 
Así lo hizo Ponç, se durmió o se desmayó en su regazo, con una sonrisa en los labios. Constanza se inclinó un momento y le besó en la frente con dulzura, aunque por dentro hervía. ¿Cómo había osado Roldán? ¡¿Cómo era posible?! ¡Casi había matado a su Ghoul y en cuanto a ella...! A su espalda oyó la voz de su Sire reclamándola a su lado... y llamando mascota a Ponç, como antes. La de Montcada apretó los labios y los puños, tenía que controlarse, tenía que... Volvió la cabeza un momento y asintió, dejo a su criado en el suelo, se levantó, se sacudió la ropa y vió que esta, como sus manos, estaban manchadas de sangre, tanto suya como de Ponç.
 
Con la cabeza tan baja que la barbilla rozaba su pecho caminó hacia el escabel y se sentó sobre él, con la espalda erguida y las piernas y pies juntos, pero mirando sus manos y sin levantar la cabeza, mejor que sus miradas no se encontrasen. Ahora venía lo peor, para empezar era responsable de Ponç, era su Domitor, y había atacado a un cainita que era nada menos que su propio Sire, amén de un antiguo de su Clan y el Senescal de la ciudad. Solo por eso Roldán tenía derecho a reclamar la vida de Ponç y castigarle a ella, aunque él lo hubiera provocado todo con su ataque.  
 
-Siento profundamente lo ocurrido, mi Sire dijo en voz baja y tono humilde, o todo lo humilde que podía ser capaz de hablar y os doy las gracias por no haber dispuesto de la vida de mi criado. Era y es mi responsabilidad educarlo mejor. Hablaré con él tan pronto se recupere y... y os pedirá perdón por haberos ofendido. Yo también lo hago ahora, en su nombre y en el mío propio, tanto por lo sucedido con él como por... lo anterior a su llegada. Aunque seguía sin entender que le pasaba a Roldán y porqué había reaccionado de forma tan violenta. Pero una cosa era cierta: Constanza no olvidaría aquella noche jamás y por muy diferentes motivos.
 
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18/06/2010, 22:45
Roldán

Sangre, sangre en tus manos, sangre en tu vestido sangre seca, cabizbaja avanzas hasta tu asiento, el vestido echado a perder, con humildad te diriges hacia tu recién descubierto sire, ¿cómo puede cambiar tanto una persona? ¿cómo?, tirano... monstruo, amado padre y mentor, las dos caras de la moneda.

Tu aparente humildad satisface al monstruo, su expresión ceñuda, su ira se esfuma dejándote ver al Roldán que conoces, aquel caballero galante que te rescatara hace tanto tanto tiempo de las garras de dos violadores, los cuales te habrían usado hasta la saciedad antes de abrirte en canal y dejarte en cualquier callejón.

-Lo hecho hecho está- dice con un gesto de la mano restándole importancia al asunto - pero nunca olvides esto, nunca olvides esta escena Constanza ... le he consentido demasiado, mea culpa, eso ha de cambiar- su tono es severo la de un padre que regaña a una muchacha que se ha portado mal.

-No consiento que jueguen conmigo, no... vos no- dice señalándote con su dedo índice en gesto acusador - cuando le hago una pregunta espero una respuesta simple y concisa- pausa -¿ha entendido?-

Con gesto tierno te levanta la cara posando la palma de su mano bajo tu mentón, mirándote directamente a los ojos -ahora dime exactamente lo que quiero saber... ¿qué te dijo la aquitana?-

Paciente espera, sin dejar de mirarte a los ojos, sus ojos azules, profundos... fríos dos estanques atrapados en el iris rodeado por una blanca prisión.

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19/06/2010, 00:40
Constanza de Montcada

Tras sus palabras Constanza permaneció muda, con la cabeza inclinada y los ojos fijos en sus manos, sobre el regazo, a veces quietas y otras intentando arañar alguna mancha de sangre de su vestido. Hasta su nariz llegaba el olor de ésta, sangre de Ponç, mezclada con su propia poderosa Vitae, ambos olores bien conocidos por ella. Esperaba la respuesta de Roldán, que no tardó en llegar, y ya por el tono de voz percibió que la furia que exibiera unos minutos antes parecía haberse desvanecido, que el Roldán que conocía había regresado... Incluso parecía complacido, pero ella no se dejaría engañar.

-Si, mi Sire, recordaré esta escena y nunca la olvidaré contestó en un hilo de voz. Roldán no tenía ni idea de cuan bien recordaría aquella noche, Constanza nunca se permitiría olvidarla. Intentaré complaceros y comportarme de la forma que estiméis más correcta. ¿Qué la había consentido demasiado? ¿A ella? ¿Pero de que estaba hablando, que se proponía? No pretendía jugar con vos, mi señor, nunca me atrevería. Todos estos años he hecho cuánto me habéis dicho, pedido u ordenado ¿no es así?.
 
Además ya no era una cainita recién Abrazada, ¡Por Dios!, ¡Ya había cumplido medio siglo! ¿Por qué tenía que aguantar que...? Se mordió el labio inferior, demasiado bien conocía la respuesta. Le necesitaba, no podía prescindir de su protección y de su posición, y sería así por muchos años. Y estaba al frente de los Patricios de la ciudad. Pero no siempre sería así.
 
-Si, he... he comprendido, mi Sire dijo asintiendo y con su voz todavía apagada. La inclinación de cabeza no llegó a completarse puesto que Roldán la detuvo a medio camino, forzándola a levantarla, y por hábito le miró a sus azules ojos, no tan distintos de los suyos propios.
 
Era un gesto como los de antaño, tantas veces había sido así... Un pinchazo de dolor la atravesó, no era un dolor físico sino de otro tipo, que ninguna Vitae podía sanar. No eran las posibles mentiras, ni el maltrato, ni haber sido utilizada... lo que dolía era el engaño, la traición de aquel a quien quería como al padre eterno que era.
 
-Hablamos solo un momento y fue todo muy... extraño. Me dijo que era... antepasada mía y me preguntó por Alfonso, que en verdad era su bisnieto, Constanza empezó a hablar, vacilante quería saber si le amaba o solo pretendía ser reina... y luego me pidió que recordara nuestra noche de bodas... y... Tenía que decidir que contarle y tenía que hacerlo rápidamente, no había tiempo para reflexionar. Habría que ver como se ponía de nervioso ante ciertas cosas ...y dijo que fuimos envenenados para que ningún descendiente suyo ocupara el trono de Aragón, a lo que le contesté que me contara algo que no supiera, y ella replicó algo enfadada que el vínculo con mi Sire era muy fuerte aún... bajó los ojos igual que el volumen de su voz había descendido hasta ser casi un susurro. 
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19/06/2010, 08:09
Roldán

 

Tranquilo manteniendo la mirada en tus ojos escucha tu relato sin interrumpirte, a veces es mejor dejar hablar libremente, sobre todo si el miedo está de por medio, no hay mejor agente para soltar las lenguas que el miedo, amigo y hermano del respeto, más no han de ser confundidos el uno con el otro, aunque uno puede ser consecuencia del otro.

Satisfecho con tu respuesta retira su mano de tu mentón, atrayendo tu cabeza a su marmóreo pecho, como padre que consola a su hija acaricia tus cabellos de oro.

-Shhh ... shhh, ya ha pasado ... no podemos permitir que los toreador y sus mentiras se interpongan entre nosotros- pausa -esa mujer va a pagar el daño que te ha hecho ya lo verás ... -.

Sus brazos se apoyan sobre tus hombros apartándote de si -bien está lo que bien acaba ... no daré más importancia a lo que ha pasado esta noche ... pero no puedo dejar pasar por alto sin más lo ocurrido, ni permitir que olvides-

Su mano derecha baja hasta tu pequeño brazo, acariciándolo -el orgullo es como el acero de una espada ... si es débil se romperá, lo mismo ocurre si es demasiado rígido ... se romperá-

"Crack" suena luego llega el dolor ... tu brazo izquierdo arde como resultado de un hueso roto.

-El orgullo- prosigue -al igual que el acero debe de ser flexible y ¿como se consigue un acero flexible?- pausa -plegándose una y otra vez a golpe de martillo- sentencia.

-Te has caído del caballo mientras dabas un paseo- dice en tono autoritario -llevarás esta herida por dos semanas a la vista de todos ... luego podrás sanarla- ordena -haz que te vea un galeno y te entablille el brazo y a él de paso- dice señalando a Ponç.

A tu cabeza viene las palabras de Leonor eres un rehén eterno ... eterno ... eterno ... .

Tu sire se incorpora -se una buena chiquilla- acaricia tu pelo, luego se da media vuelta, tomando su polvorienta capa.Con un rápido moviemiento se la echa sobre los hombros volviendo a anudársela.

Te dedica una última mirada a modo de despedida, luego se marcha dejando tras su estela pisadas de polvo y dolor, mucho dolor ... .

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19/06/2010, 14:01
Constanza de Montcada

 

Si, Leonor tenía bastante razón cuando dijo que el vínculo de Constanza con su Sire era aún fuerte, hasta entonces todo había ido bien y ella le respetaba, sabiendo además que trabajar para él era hacerlo para sí misma... o eso creía. Sin embargo aquella noche los lazos entre Sire y Chiquilla se estaban desatando a mayor velocidad con la que un Brujah o un Toreador podían moverse. Roldán no la había interrumpido mientras hablaba y la de Montcada había hecho una pausa antes de proseguir, esperando vr su reacción, pero el tomó su silencio como el final de su relato.
 
Cuando retiró la mano de su mentón y llevó su cabeza contra su pecho, Constanza le dejó hacer. Tampoco tenía demasiadas opciones pero, a pesar de ser un gesto cariñoso, hubiera querido revolverse en sus brazos, arañarle, abofetearle. Su contacto y su caricia, que antaño habría agradecido, ahora los encontraba repulsivos... aunque si de algo sabía la Patricia era de soportar las manos de hombres indignos sobre ella. Cerró su mente para alejarse de aquel momento, como si su cuerpo no fuera suyo.
 
-Pero ella no me ha hecho ningún daño... balbuceó, sin entender plenamente lo que quería decir Roldán. ¿O acaso interpretaba que Leonor se había acusado de haberles envenenado a Alfonso y a ella? Gracias, mi señor añadió en voz baja cuando Roldán la separó diciendo que no tendría en cuenta lo sucedido aquella noche. Pero Constanza si que lo tendría muy en cuenta y... ¿Qué decía del orgullo? ¿Qué...?
 
Todo quedó interrumpido y arrinconada mientras el hueso de su brazo se rompía con un sonoro crack seguido del propio grito de Constanza cuando el dolor la alcanzó y perforó como un puñal clavado en el corazón. Volvió a gritar cuando intentó mover el brazo y la náusea le invadió, tanto por el dolor como por el acto de Roldán. Instintivamente su mano derecha recogió el brazo izquierdo llevándolo a su pecho, para protegerlo, mientras su cuerpo se plegaba y se escuchaba una especie de sollozo. Estaba a punto de utilizar su Vitae para curar la herida cuando las siguientes palabras de Roldán la detuvieron en seco.
 
-P-pero no p-puedo... casi no podía hablar, dividida entre el dolor y la estupefacción ¿Q-que dirán en la C-corte si me ven... herida durante tanto t-tiempo? ¿Q-que...? Claro, de aquello se trataba, ¿no? De que todos supieran o adivinaran que era un castigo, para humillarla y... Si, mi Sire, seré una buena chiquilla dijo en voz baja y rota por el dolor. Ni siquiera intentó evitar su mano cuando Roldán le acarició el cabello y esperó a que se marchase y cerrara la puerta tras él antes de levantar la cabeza y moverse.
 
Volvió a gritar, el dolor la traspasaba. No podía sanar la herida, unir el hueso roto, pero se permitió emplear un poco de Vitae para paliar el dolor alrededor, lo que le alivió un poco. Entonces vió caer una gota roja sobre su falda y se dio cuenta de que era una lágrima de sangre. ¡Maldito, maldito bretón hijo de mil padres! ¡Y maldita Leonor! ¿Por qué había tenido que venir a Barcelona? ¿¿Y por qué Roldán la trataba así?? Negó con la cabeza mientras se levantaba, no, ella no sería un rehén eterno como le dijera la aquitana. No tenía más opción que soportar todo aquello, mas no sería para siempre. Encontraría el modo de librarse de ellos y de vengarse. Un Montcada nunca perdonaba una ofensa.
 
Se acercó al tirador y llamó, y unos segundos después apareció un joven criado al que ordenó que trajese a un galeno y que mandase venir a otros criados para llevar a Ponç a su habitación. Ah, si, y que una de sus damas acudiera para asistirla, necesitaba alimentarse.
 
Un par de horas después, habiendo sido Ponç atendido, con su brazo entablillado y tras haberse alimentado, Constanza reposaba sobre su lecho, los ojos clavados en la madera que formaba el dosel sobre ella. De algún modo encontraría la forma de vengarse, aunque tardara mil años en hacerlo y tuviera que pactar con el diablo. El brazo le seguía doliendo terriblemente, y naturalmente no podía tomar nada para aliviar el dolor, aunque Mencía le había aplicado una especie de pomada sobre la zona dolorida.
 
Bueno, mañana por la noche iría a la corte de Don Jaime, por allí no iban muchos vampiros, cuya compañía, en tanto estuviera herida, pensaba evitar, tanto como acudir a la corte de Cneo. Ahora, más que nunca, deseaba estar al corriente de cualquier rumor, noticia o lo que fuera que circulara por allí. Durante cincuenta y un años había servido a su Sire... ¿para esto?. Roldán debería conocerla mejor y saber que, en verdad, un Montcada nunca olvidaba un agravio. Pero algún día se daría cuenta del error que había cometido. Algún día.

Notas de juego

¡Roldán malo! Ya no me da pena ni digo "pobre Roldán" :P

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19/06/2010, 14:26
Director

Notas de juego

Bueno me pillas tarde y no creo que tenga tiempo para postear, tendré que dejarlo hasta mañana ... hombre malo tampoco, simplemente es un antiguo con todo lo que ello conlleva ... ;).

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19/06/2010, 14:35
Constanza de Montcada

Notas de juego

Tampoco esperaba que contestaras :))) Me habría gustado hacerlo antes, pero me he levantado a las doce... y escribo despacito... Pero si, Roldán es malo, malo y malo, por lo menos para Constanza :DDD Lo peor es que el defecto de objetivo dominante intefiere mucho, pero ya se lo montará de algún modo, ya ;)))